En el municipio de Aldama, región Altos de Chiapas se encuentran alrededor de 638 personas en situación de desplazamiento forzado desde el pasado 3 de marzo cuando un grupo armado del vecino ejido Manuel Utrilla, también conocido como Santa Marta en Chenalhó realizó disparos de arma de fuego de grueso calibre contra las casas, y escuelas en las comunidades de Koko’, Tabak y San Pedro Cotsilnam. Los conflicos agrarios se potencian en medio de una región en donde los paramilitares nunca fueron desarmados, además de ser amparados por el estado mexicano. Regeneración Radio realizó un recorrido por las comunidades afectadas y pudo constatar los disparos constantes y el riesgo a la vida de las personas que se encuentran bajo escases de alimento, en medio de las inclemencias del tiempo y del terror; esta es su historia.
La impunidad con la que actúan grupos civiles armados en Los Altos de Chiapas intensifica la crisis por desplazamiento forzado en comunidades de pueblos tsotsiles, de los municipios de Aldama, Chalchihuitán y Chenalhó. El Estado mexicano es responsable porque no ha investigado, desarmado ni sancionado a dichos grupos lo que propicia el aumento de la violencia.
Grupos civiles armados, de corte paramilitar, vinculados a redes de crimen organizado, atacan con armas de fuego a comunidades, con la permisividad y protección de autoridades del gobierno de Chiapas. Viejos conflictos agrarios son administrados según intereses políticos, en un ambiente electoral de manipulación y control para operar renovadas estrategias contrainsurgentes.
El territorio del municipio de Chenalhó ha sido una pieza clave en la estrategia de contrainsurgencia, que el Estado mexicano gestó en los Altos de Chiapas con el objetivo de aniquilar la resistencia autónoma de las comunidades indígenas. En esta zona, el Ejército mexicano formó, entrenó y protegió a grupos paramilitares responsables de crímenes de lesa humanidad, como la Masacre de Acteal. El Estado mexicano no desarticuló ni desarmó a los grupos que capacitó en el uso de armas con el objetivo de sembrar terror; actualmente, siguen siendo el motivo de la acción que mantiene en vilo a la población con impactos psicosociales que van desde el miedo, a brotes de enfermedades que están afectando principalmente a las niñas, niños, jóvenes, mujeres y ancianos.(1)
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas A.C. cuenta con información del desplazamiento forzado de 90 familias tsotsiles de la comunidad de Koko’, municipio de Aldama, Chiapas, México, el pasado 24 de marzo de 2018, por el actuar violento de un grupo armado proveniente de Manuel Utrilla, Chenalhó. Las familias se encuentran dispersas en la montaña, sin condiciones de seguridad ni de asistencia humanitaria que garanticen sus derechos como pueblos indígenas en desplazamiento.
Adicionalmente, familias Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (BAEZLN) de comunidades del municipio de Aldama y del ejido Manuel Utrilla, Chenalhó, se encuentran también en grave riesgo de desplazamiento forzado así como de amenazas a su vida, integridad y seguridad por el mismo grupo armado que provocó el desplazamiento, el 20 de marzo de 2018, de 145 familias tsotsiles de Tabak, Aldama.(1)
Estos hechos son la continuidad de la violencia en la región con la crisis humanitaria por el desplazamiento forzado de 5 023 personas en Chalchihuitán2 y el desplazamiento forzado de 7 familias de Aldama desde mayo de 2016. La ineficacia del gobierno de Manuel Velasco Coello ha generado impunidad en la zona, protegiendo a la presidenta municipal de Chenalhó, Rosa Pérez Pérez, y a los grupos armados que operan en la región.
Las organizaciones civiles firmantes hacemos un llamado a la sociedad civil nacional e internacional para que se pronuncie ante la inminente agresión de un grupo civil armado en contra de la población del municipio de Oxchuc, Chiapas. Se ha hecho de nuestro conocimiento que el día de ayer 24 de enero, aproximadamente a las 11:00 de la mañana, comenzaron a escucharse disparos en algunas comunidades y en la cabecera municipal, lo que ocasionó temor.
Personas del municipio nos informaron que ante la inseguridad, por órdenes del gobierno estatal tuvieron que desalojar a niñas, niños y docentes de las escuelas, así como pacientes, personal médico y de enfermería de los centros hospitalarios, lo que denota una situación de riesgo que vulnera la seguridad e integridad de las mujeres, niñas, niños y demás población.
De acuerdo a información proporcionada por vecinos del municipio, hasta el momento se reportan 20 personas desaparecidas, que se desconoce su genero y edad; 17 heridos, entre ellos se encuentran Juan Gabriel Méndez López de 36 años (abogado comunitario del Movimiento con Justicia y Paz para el pueblo de Oxchuc y quien representó a la comunidad en el Amparo promovido para rechazar las presencia de partidos políticos en el municipio, recientemente promovió un Amparo contra la Ley de Seguridad Interior), Julio Cesar Gómez Santíz de 24 años de edad, Manuel Gómez López de 39 años, Bonifacio López Gómez de 39 años y el adolescente Néstor Avidal López Gómez de 15 años, José Alfredo Gómez López, de 20 años de edad, Moises Santiz Gómez de 27 años de edad, Alonso López Santiz de 36, Eliseo Góme Santiz, de 17 años, Javier Santiz Gómez de 37 años, Hugo Santiz Gómez de 21 años, Alexander López Gómez de 16 años, Juan Gómez López de 17 años, Edagar Jhovani Santiz Gómez de 24 años, Rafael López Santiz de 16 años, Marcelo Santiz Santiz de 31 años; y tres personas muertas, Ovidio López Sántiz, Víctor Sántiz Gómez y Francisco Méndez López, dos de ellos pertenecen a la comunidad Media Luna y el otro a la comunidad Cruxilja cuyo cuerpo aún permanece en el lugar de los hechos.
De igual forma, existe la amenaza de que en los próximos días la cabecera municipal sea ocupada por un grupo civil armado, que según fuentes locales, se concentra en las comunidades: Piedra Escrita, El Mash (colinda con Chanal), Cruxton (colinda con San Juan Cancuc) y Yochib (que colinda con Tenejapa). Por la manera en que se suscitaron los hechos de violencia, la población considera que se trata de personas ajenas al municipio, que tienen entrenamiento y portan armas de grueso calibre.
El temor persiste y es real, ya que el día de hoy, 25 de enero, alrededor de las ocho de la mañana nuevamente se escucharon disparos cerca de la comunidad Piedra Escrita y el crucero de Cruzton, de Oxchuc, no se ha reportado el cese de las detonaciones. Asimismo no se tiene certeza de la existencia de personas heridas o muertas porque la población vecina no ha podido ingresar y tampoco hay presencia la policía estatal.
La organización de la sociedad civil Las Abejas de Acteal desmintieron las declaraciones públicas del coordinador de Subsecretarios Regionales de la Secretaría de Gobierno, Gustavo Moscoso Zenteno, tres días después de la liberación de 9 integrantes de Las Abejas, secuestrados en la comunidad de Río Jordán, Los Chorros, Chiapas.
En dichas declaraciones, el Sr. Moscoso minimiza la gravedad de los hechos, tergiversa las causas, ignora el trasfondo paramilitar del conflicto y afirma una supuesta solución al conflicto mientras los agravados continúan siendo hostigados.
Incluimos aquí la denuncia completa:
Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal Tierra Sagrada de los mártires de Acteal
Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.
13 de Enero del 2018.
Al Congreso Nacional Indígena CNI
Al Concejo Indígena de Gobierno CIG
A las y los defensores de los derechos humanos
A los medios de comunicación nacional e internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Hermanas y hermanos:
A 3 días de ser liberados nuestros 9 compañeros en la comunidad “Río Jordán”, de la colonia Miguel Utrilla Los Chorros del municipio de Chenalhó, Chiapas, queremos DESMENTIR la declaración pública de un tal coordinador de Subsecretarios Regionales de la Secretaría de Gobierno, Gustavo Moscoso Zenteno, que el día 10 de enero declaró, en la web del mal gobierno http://www.chiapas.gob.mx/noticias/liberan-a-integrantes-de-las-abejas-retenidos-la-comunidad-los-chorros-de-chenalho que nuestros compañeros habían sido “retenidos por incumplimiento de cargos comunitarios” y que después de “una mesa de diálogo entre las autoridades tradicionales de la comunidad fueron puestos en libertad además de que les fueron restablecidos el servicio de agua y de luz”.
“La fuerza del espíritu colectivo venció a la violencia”, dijo el compañero de nuestro colectivo que estuvo presente en Acteal este 9 de enero de 2018.
Este martes 9 de enero, 22 mujeres de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal lograron liberar a los nueve miembros de su organización presos arbitrariamente en la comunidad de Río Jordán, colonia Miguel Utrilla Los Chorros, municipio de Chenalhó. Veintidos mujeres, 13 de ellas sobrevivientes de la masacre de Acteal y cuatro con bebés en brazos, arribaron a esa comunidad que, en la década de 1990, fue el principal centro de actividad paramilitar que desembocó en la masacre de Acteal en diciembre de 1997, y donde se sabe que hoy residen muchos de los autores materiales de dicha masacre. Veintidos mujeres armadas sólo con grandes banderas blancas inscritas con la palabra PAZ, una imagen de la Virgen de Guadalupe y una del Señor de Tila, dispuestas a enfrentar con sus cantos y su dignidad a quienes 20 años atrás asesinaron a sus familias.
Cuatro días antes, el 5 de enero, José Ramón Vázquez Entzín, miembro del Congreso Nacional Indígena e integrante de Las Abejas de Acteal, transitaba por Río Jordán con un camión de arena que había comprado para construir su casa. Desafortunadamente, el camión se atascó en el lodo y ya no pudo salir. Los pobladores, al darse cuenta que el camión le pertenecía a Juan Vázquez, convocaron una asamblea urgente y, con las autoridades de la comunidad, detuvieron a José, supuestamente porque no tenía derecho a usar el camino. Esto porque, en 2015, José y Antonio Ramírez Pérez, ambos integrantes de Las Abejas, se negaron a aceptar un proyecto de drenage del gobierno, lo que les costó el corte de luz y agua y, en 2017, el encarcelamiento de cuatro compañeros.
Dos días después de la detención de José Vázquez, Las Abejas de Acteal organizaron una comisión de diez personas para visitarlo, compuesta por sobrevivientes de la masacre, promotores y promotoras de salud y un catequista. La promotora de salud María Vázquez, que formó parte de la comisión, relató lo sucedido ese 7 de enero.
La comisión llegó alrededor de medio día y dio inicio a una jornada de oración y ayuno, al tiempo que las y los promotores revisaban a José para determinar su estado de salud. Terminada la oración, levantaron el ayuno e iniciaron un convivio con rezos y cantos. Sin embargo, a pesar de tratarse de una iniciativa pacífica, los pobladores de Río Jordán se indignaron con su presencia y, junto con el agente municipal, detuvieron a los ocho hombres de la comisión, dejando libres a las dos mujeres, ambas promotoras de salud, después de interrogarlas. Una de ellas, sobreviviente de la masacre, declaró que en el interrogatorio se encontraba Víctor López López, “quien es uno de los autores materiales de la Masacre de Acteal y quien anda contando cínicamente en su comunidad que cuando masacraban a las mujeres el día 22 de diciembre de 1997, cuenta con orgullo que también las violaban”.
El agente municipal de Río Jordán exigió que las autoridades de Las Abejas acudieran al lugar y pagaran una multa de 5 mil pesos por persona para liberar a los detenidos.
Dos días después, el 9 de enero, la organización Las Abejas de Acteal recibió información por parte de la alcaldesa de Chenalhó Rosa Pérez en el sentido de que ese día liberarían a los nueve presos y que se establecería una mesa de diálogo. Sin embargo, pobladores de Río Jordán también afirmaban que, aunque liberarían a los presos, a las 14 familias de Las Abejas que residen en Río Jordán les quemarían sus casas, venderían sus tierras para que no pudieran regresar, los golpearían e incluso podrían llegar a quitarles la vida.
Fue entonces que las mujeres de Acteal decidieron formar una nueva comisión, esta vez compuesta exclusivamente por mujeres.
Al mismo tiempo, organizaciones solidarias acudieron a Acteal y los medios libres estuvieron difundiendo los acontecimientos en sus páginas y en las redes sociales, información que fue replicada en muchos lugares en México y en el mundo.
La presión logró que se liberaran a los nueve presos. Sin embargo, en vez de entregarlos a las mujeres, los subieron a dos camionetas del gobierno, sin placas, sin informarles a dónde se disponían a llevarlos. Entre burlas y ofensas por parte de los hombres de la comunidad, las mujeres exigieron que se les informara a dónde los llevarían. El agente del gobierno dijo que a la cabecera municipal de Chenalhó. Conscientes del peligro de secuestro, las mujeres dijeron que no.
Guadalupe Vázquez, una de las mujeres presentes, sobreviviente de la masacre de Acteal y concejala del Concejo Indígena de Gobierno, relató lo sucedido.
Se dirigieron entonces al crucero Majomut, donde se les unieron otras integrantes de Las Abejas, que se movilizaron desde Acteal junto con miembros de organizaciones solidarias y de los medios libres. Allí, mujeres y niños impidieron el paso de las camionetas y forzaron a los representantes del gobierno a liberar a los presos y a acordar la creación de una mesa de diálogo.
Ya en Acteal, se celebró una ceremonia de agradecimiento. Agradecer a Dios, agradecer a las organizaciones e individuos solidarios, agradecer a la fuerza de las mujeres, a la perseverancia de la organización, a la vida. Agradecer.
En Acteal, esa noche, el espíritu colectivo había vencido a la violencia. Con su dignidad, con su sencillez, con su organización, con su valor, las mujeres de Acteal nos enseñaban que es posible enfrentar el odio, la violencia y el terror no con más odio y más violencia, sino con organización, amor y dignidad.
Fotos: Regeneración Radio, Las Abejas, Radio Zapatista
Texto y audios: Radio Zapatista
Videos: Medios libres
Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.
10 de enero del 2018.
Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A las y los defensores de los derechos humanos
A los medios de comunicación nacional e internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Hermanas y hermanos:
Después de más de 96 horas de estar secuestrado nuestro compañero José Vázquez Entzín y los 8 compañeros quienes también estuvieron más de 50 horas privados arbitrariamente de su libertad por la gente partidista y autoridades de la comunidad “Río Jordán”, fueron liberados ayer a las 8 de la noche, gracias a la presión de la sociedad civil y de muchas personas de buena voluntad quienes trabajan por la paz y la justicia.
Queremos agradecerles de corazón por sus rezos y oraciones unidos a los nuestros. Nos dimos cuenta que organizados se hace grande nuestra fuerza, que la paciencia y la organización derriba cualquier muro de mentiras e impunidad.
Gracias a las hermanas y hermanos del Congreso Nacional Indígena, al Concejo Indígena de Gobierno, a las y los concejales y nuestra Vocera María de Jesús Patricio Martínez por su solidaridad y denuncia contra la represión del que fuimos víctimas.
Gracias a las compañeras y compañeros del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas por apoyarnos y abogar por nuestra libertad, incondicionalmente.
A las ocho de la noche del día 09 de enero de 2018, obtuvieron su libertad nueve personas, integrantes de La Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal que se encontraban en injusta detención, en la cárcel comunitaria de Río Jordán, colonia Miguel Utrilla, Los Chorros, en Chenalhó.
En la tarde de ayer, 22 mujeres de Las Abejas de Acteal realizaron una peregrinación en exigencia de la libertad de José Vázquez Entzin, Oscar Hernández Gómez, Ignacio Pérez Pérez, Eusebio López Guzmán, Martín Gómez Pérez, Manuel Ortiz Gutiérrez, Mario Hermilo Pérez Sántiz, Antonio Ramírez Pérez y Sebastián Guzmán Sántiz.1 Posterior a esta acción civil y pacífica, las autoridades comunitarias de Los Chorros liberaron a quienes privaron arbitrariamente de su libertad.
Los liberados se reunieron con su organización en Acteal. En el sitio sagrado, realizaron un rezo y un acto de bienvenida. José Vázquez Entzín agradeció que no los dejaron solos y reiteró su compromiso en la organización colectiva. Guadalupe Vázquez Luna, sobreviviente de la masacre de Acteal, destacó que fueron las diversas acciones pacíficas por las que se logró la libertad de las 9 personas.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas A.C reiteramos que la Privación Arbitraria de la Libertad es una violación de derechos humanos; mantenemos la exigencia de no repetición, cese al hostigamiento a Las Abejas de Acteal y respeto a su autonomía. Agradecemos la solidaridad nacional e internacional, a quienes con sus llamamientos al Estado mexicano contribuyeron en el camino de la justicia en Chiapas.2
Frayba reconoce el proceso organizativo de Las Abejas de Acteal en la construcción de Otra Justicia y autonomía. Son 25 años de afrontar estrategias para destruir su tejido comunitario, pero también 25 años de ser emblema de paz.
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México.
10 de enero de 2018
Pronunciamiento sobre la agresión en Cacahuatepec, Guerrero
Foto: Agencia EFE
Hermanas y hermanos de la comunidad de Cacahuatepec, Guerrero,
Hermanas y hermanos del Concejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa la Parota,
Hermanas y hermanos de México y el mundo.
Desde estas tierras de los pueblos originarios del norte de México, les enviamos nuestro apoyo y solidaridad ante la cobarde agresión por parte de la policía del estado de Guerrero, apoyada por el Ejército Mexicano y la Marina Armada de México; condenamos y repudiamos este ataque de quienes se hacen llamar militares, policías, sicarios o paramilitares, y en el que perdieron la vida 11 personas, entre ellas 5 policías comunitarios de Cacahuatepec pertenecientes a la CRAC-PC; y fueron secuestrados y torturados por el mal gobierno 38 policías comunitarios.
Los militares y los policías, que se quieren hacer gobierno por encima de los pueblos de todo México y que son de nuestros pueblos, dicen que fue un enfrentamiento entre civiles armados y policías comunitarios. Nosotros decimos que el compañero Marco Antonio Suástegui y los pueblos del CECOP defienden su tierra para que no se la adueñen las empresas trasnacionales para hacer la presa Hidroeléctrica la Parota, que defienden su seguridad de los narcoparamilitares del gobierno y que defienden su autonomía porque el mal gobierno es asesino, mentiroso y traidor.
Las organizaciones de la sociedad civil que conformamos el Colectivo que emite esta Acción Urgente, desde hace varios meses hemos recibido información sobre la situación de desplazamiento forzado en el que se encuentra el pueblo tsotsil de Chalchihuitán, y de que de ellos, el grupo que recién retornó a sus comunidades –Pom, Ch’enmut, Cruzkakalnam, Tzomolton, Cruzton, Bejeltón y Bololchojon– son 3858 personas (niños, niñas, mujeres, hombres). Según testimonios, nos reportan que bajo una persistente presión de funcionarios del gobierno -sobre todo de protección civil-, y ante el hecho de ver perder sus cosechas, animales, posesiones y viviendas, sin que los gobiernos federal y estatal cumplieran el desarme y desarticulación de los grupos armados, desde alguna instancia se tomó la decisión de retornar a sus comunidades de origen, sin condiciones ni medidas de seguridad. Del total de personas desplazadas, otras 1165 personas no retornaron por el temor constatado, causado por las acciones armadas que continua haciendo el grupo armado de corte paramilitar.
Es grave que, como diversos testimonios confirman, continúan los disparos de armas de alto poder y la tensión en toda la región, lo que da como consecuencia, el alto riesgo a la vida e integridad de las familias que retornaron a sus comunidades a partir del pasado 2 de enero, siendo de nuevo, las mujeres, los niños, niñas, las ancianas y ancianos, las más afectadas y vulnerables en este retorno y quienes además, no participan en la toma de este tipo de graves y delicadas decisiones.
En estas condiciones, el riesgo de una masacre es claro. De ocurrir, la responsabilidad directa es de los 3 niveles de gobiernos: el federal, el del estado de Chiapas y el municipal de Chalchihuitán, quienes con su inacción, han permitido este retorno al matadero, ya que van sin alimentos, con la cosecha perdida por la violencia generalizada, varios de ellas y ellos enfermos y bajo los impactos psicológicos de la violencia, todo lo cual da evidencia que en ningún momento están aplicando los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos de la Organización de Las Naciones Unidas, lo cual implica que no se están respetado, garantizando y protegiendo los derechos humanos de las desplazadas/os y desplazadas/os, ahora retornadas/os.
Siendo entonces un retorno de altísimo riesgo en vidas e integridad física de centenares de familias indígenas, lo que demuestra el desprecio hacia los pueblos originarios, ya que constituye un hecho criminal que es contemplado y consentido por los gobiernos federal, estatal y municipal.
No obstante que se instaló una mesa de seguridad con los gobiernos federal y estatal para atender la demanda de desarticulación, desmantelamiento y castigo al grupo armado de Chenalhó, al momento no hay ninguna respuesta y ningún avance, pues –reiteramos–, el grupo armado de corte paramilitar sigue actuando en impunidad.
Ante esta situación grave y crítica, como colectivo de organizaciones que envía esta Acción Urgente, exigimos Alto a las acciones armadas en la región, reiteramos la exigencia de su desarticulación, castigo y que se garantice de manera inmediata y urgente la vida e integridad de las familias desplazadas retornadas, así como de aquellas que han decidido no retornar a sus comunidades.