Entre las 9 y las 11 de la mañana de este sábado 22 de agosto, miembros de la Organización Regional de Cafeicultores de Ocosingo (ORCAO) saquearon e incendiaron dos bodegas de maíz y café pertenecientes a bases de apoyo zapatistas, en el crucero Cuxuljá, entre Oxchuc y Ocosingo, en el municipio autónomo de Lucio Cabañas.

El ataque sucede en el contexto de un largo conflicto agrario. Después del levantamiento de 1994, ambas organizaciones en alianza recuperaron fincas ganaderas y crearon el municipio autónomo Che Guevara, con el acuerdo de que las tierras serían de propiedad comunal. Pero con la llegada del gobernador Pablo Salazar Mendiguchía en 2000, el gobierno ofreció programas con la condición de que las tierras se titularan individualmente. La ORCAO, que participó de la alianza perredista que apoyó a Salazar en los comicios de 2000, abandonó la resistencia y se alió al gobierno. Rompió entonces el acuerdo con el EZLN sobre las tierras para acceder al dinero público. Ese fue el inicio del conflicto.

En octubre de 2001, habitantes de Cuxuljá miembros de la ORCAO atacaron el Centro de Comercio Nuevo Amanecer del Arco Iris (el mismo que fue atacado este 22 de agosto), destruyendo el mural y agrediendo a golpes a los bases de apoyo de la comunidad de Moisés Gandhi y a campamentistas presentes en el local. Esto en el contexto de una creciente paramilitarización en el estado que coincide con la puesta en marcha del Plan Puebla-Panamá y la visita de funcionarios del Banco Mundial a Guerrero, Oaxaca y Chiapas.

Desde entonces, una serie de ataques, amenazas, despojos y diversas formas de violencia han sido cometidas por la ORCAO contra el EZLN.

En un artículo de 2009, Luis Hernández Navarro explica:

La Orcao se formó en 1988, con 12 comunidades de Sibacjá, en el municipio de Ocosingo. Al poco tiempo se sumaron a ella otros poblados, hasta casi sumar 90. Sus demandas originales consistieron tanto en la búsqueda de mejores precios para el café (en 1989 se desplomaron drásticamente) como en la solución del rezago agrario. En 1992, en el contexto de la conmemoración de los 500 años de resistencia indígena, negra y popular, reivindicó la autodeterminación indígena, se opuso a la reforma al artículo 27 constitucional y exigió libertad, justicia y democracia.

Orcao forma parte de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (Unorca) en Chiapas. Como ha sucedido a casi todas las organizaciones campesinas en el estado, nacionales y locales, las que integran Unorca sufren un imparable proceso de descomposición, dispersión y división internos. Orcao dirige a la Unorca en la entidad. Juan Vazquez, uno de sus principales líderes, es comisionado para la reconciliación en el gobierno de Juan Sabines. La organización tiene estrechos vínculos con esa administración. La mayoría de sus líderes forman parte del PRD.

En diciembre de 2007, el EZLN echó a andar un reparto agrario desde abajo, avalado por la Ley Agraria Zapatista. La medida respondía, en parte, a la decisión gubernamental de reconocer derechos sobre la tierra ocupada por los rebeldes a otros grupos campesinos. Con ello, la administración pública federal y la estatal sembraron la semilla de la discordia entre pobres. El 15 de mayo de 2008 los zapatistas informaron a la Orcao que delimitarían las tierras recuperadas en 1994 para cuantificarlas en hectáreas y distribuirlas. La respuesta de la organización de caficultores no se hizo esperar: rentó y vendió sus tierras, invadió predios de bases zapatistas, robó e hirió animales de sus adversarios, y agredió violentamente a la comunidades en rebeldía.

Las siguientes son sólo algunas de las agresiones cometidas por la ORCAO contra el EZLN en las últimas dos décadas.

En enero de 2002, unos 70 miembros de la ORCAO atacaron con piedras, garrotes, tiradoras, cadenas y machetes a bases de apoyo zapatistas en el Nuevo Poblado Javier López, municipio autónomo de Francisco Gómez, con la complicidad y el apoyo de la policía.

En junio de 2002, miembros de la ORCAO de Sibacá destruyeron dos hectáreas de cultivo del municipio autónomo Primero de Enero, además de derribar límites en Pomalá, amenazar a los habitantes de López-Chamizal, expulsar a zapatistas de Ucumiljá y Ja’ten’chib (Ocosingo) y desplazarlos a tiros de sus casas en San Pedro Buena Vista (Sitalá), despojándolos de 30 hectáreas de tierras y robando sus casas y todas sus pertenencias.

En 2008 el gobierno anunció el inicio de las obras de la autopista turística San Cristóbal-Palenque en 2009. La resistencia a esta autopista (y a los subsecuentes proyectos megaturísticos) detonó una creciente paramilitarización y un recrudecimiento de los ataques de la ORCAO contra los zapatistas.

En enero de 2009, mientras el EZLN celebraba el Festival de la Digna Rabia en San Cristóbal de Las Casas, miembros de la ORCAO atacaron e intentaron despojar a bases de apoyo zapatistas de un predio de 500 hectáreas en Bosque Bonito, municipio autónomo Che Guevara. Poco después, 220 personas de la ORCAO a bordo de 19 camiones y camionetas intentaron ingresar por la fuerza al caracol de Morelia. Por esas fechas, la ORCAO también impidió el paso de zapatistas que transportaran madera para la construcción de nuevos espacios de la escuela autónoma de Primero de Enero.

A finales de ese año, las JBG de La Garrucha y Morelia denunciaron que la ORCAO organizó un grupo para apoderarse del tianguis campesino en Ocosingo, expulsando a los zapatistas.

Apuntados como paramilitares a servicio de los gobiernos de Juan Sabines y Felipe Calderón por la Junta de Buen Gobierno de La Garrucha, miembros de la ORCAO invadieron tierras recuperadas por del EZLN en el poblado El Paraíso. Esto tras diversos ataques anteriores, entre marzo y junio de 2011, en los que destruyeron 4 mil 500 matas de café, media hectárea de caña y media hectárea de milpa, además de robo de ganado, robo de alambre y corte de madera. En junio de ese año, miembros de la ORCAO secuestraron y torturaron a dos zapatistas en Ocosingo.

En agosto de 2011, paramilitares de la ORCAO destruyeron una casa para observadores en la comunidad Ejido Patria Nueva, caracol de Morelia. Ese mismo mes, 12 grupos armados de la ORCAO agredieron con armas de fuego, piedras y palos a bases de apoyo zapatistas.

En mayo de 2012, la JBG de Morelia denunció despojos de tierras por parte de la ORCAO en los municipios autónomos de 17 de Noviembre y Lucio Cabañas. En agosto del mismo año, la ORCAO realizó varios ataques con armas de fuego contra bases de apoyo zapatistas, según denuncia de la JBG de Morelia.

En julio y agosto de 2014, miembros de la ORCAO llevaron a cabo una serie de ataques y desplazaron a bases de apoyo zapatistas del municipio autónomo de San Manuel, caracol de La Garrucha, justo antes de que se realizara la compartición entre pueblos originarios del país en el caracol de La Realidad, en agosto de ese año. (Ver Acción urgente del Frayba.)

Este pasado 23 de febrero de 2020, miembros del Congreso Nacional Indígena (CNI) de las comunidades de San Antonio Bulujib y Guaquitepec, municipio de Chilón, incluyendo a dos bebés, fueron golpeados y secuestrados por miembros de la ORCAO y del grupo paramilitar Los Chinchulines, así como integrantes del partido MORENA, en represalia por haber participado en las Jornadas en Defensa del Territorio y la Madre Tierra “Samir Somos Todas y Todos” (ver denuncia del CNI).

Los ataques actuales se dan en el contexto de la defensa del territorio y la resistencia por parte del EZLN y del CNI a los megaproyectos del actual gobierno federal.

En un comunicado, el Congreso Nacional Indígena denuncia dichos ataques como parte de las agresiones del partido MORENA y los gobiernos estatal y federal contra las comunidades zapatistas y su resistencia contra los proyectos de muerte en el país:

Denunciamos la guerra que, desde arriba, se está desplegando en contra de la organización de las comunidades zapatistas, al mismo tiempo que arriba los malos gobiernos buscan imponer, por todo el país, mega proyectos de muerte a los que nos oponemos y nos opondremos, porque no estamos dispuestos a renunciar a nuestros territorios y permitir la destrucción que prometen los poderosos.

Hacemos responsables de estos hechos a la organización paramilitar ORCAO, al partido MORENA, al gobierno del estado y al gobierno federal, que no han dejado de sembrar la violencia en la región con el fin de golpear no solo a nuestras hermanas y hermanos de las comunidades bases de apoyo del EZLN, sino a todos los pueblos que soñamos la lucha por la vida, con sanar a nuestra madre tierra y no dejar que se privatice, que no regresen nunca más los patrones capitalistas y los malos gobiernos a los territorios autónomos zapatistas y que esa luz siga floreciendo en los territorios de los pueblos originarios del CNI- CIG y toda la humanidad.