Violencia, feminicidios, desapariciones, devastación y ataques a ddhh es lo que vive Chihuahua: Caravana Norte
Por Lucia Joselin Muñoz.
CdMx. 25/05/18 (Surco Informativo).- La Caravana de la Realidad Norte llegó el día de ayer a la Ciudad de México, partió de Chihuahua el pasado 19 de mayo con el objetivo de denunciar la situación que se vive en el estado: “violencia agudizada, feminicidios, desapariciones forzadas, devastación de la naturaleza por los megaproyectos mineros, ataques a los derechos humanos, estigmatización de la protesta y las resistencias” denunció el académico Rosalio Morales, integrante de la caravana en conferencia de prensa.
Señaló también que hay una enorme pasividad e indolencia por parte del gobierno del estado que está pasmado “ante el desenfreno de la ganancia obscena”, asegurando que hay una discordancia entre el decir y el hacer del gobernador Javier Corral, quien por un lado proclama la soberanía de Chihuahua pero viaja a Canadá a entregar los recursos a las mineras, quien dice estar en contra de la Ley de Seguridad Nacional pero reclama la militarización del estado y a la Policía Federal en sus calles.
Otra de las contradicciones en que hizo hincapié la Caravana, es el hecho de que Javier Corral presuma la eficiencia de la Fiscalía del Estado, sin embargo, ésta no da resultados y recordaron casos como el de la periodista Miroslava Breach, asesinada el 27 de marzo de 2017 que aún sigue impune y como el de ella, apuntaron, hay muchos más en el estado.
Alejandro González, arquitecto originario de Valle de Juárez, denunció que la violencia es tal en Chihuahua que en su pueblo 19 casas de cada 20 están abandonadas debido a que los ciudadanos que las habitaban fueron asesinados o están desplazados, e indicó que la misma situación prevalece en todo el Valle de Juárez.
El arquitecto indicó que luego de más de diez años de supuesta guerra contra el narcotráfico, se puso a estudiar los efectos de la militarización, en los patrones del “ejecutómetro”. Cotejando con mapas de Pemex, encontró que los puntos de mayor índice de asesinatos coinciden en los mapas con puntos estratégicos de recursos naturales, “entonces, se despoblaron zonas de interés para el capital internacional, es el caso de Valle de Juárez”, por lo cual, no se le hace extraño, pero si alarmante que algunas organizaciones señales que hay un 99% de impunidad ante los crímenes cometidos:
“Eso significa que si alguien asesina a alguno de los que estamos senados en esta mesa, o a alguno de ustedes, tiene el 99% de probabilidades de quedar libre, de salirse con la suya. Por eso estamos aquí, esta es una caravana por nosotros y por todos, porque como jóvenes le toca a nuestra generación cambiar las cosas, tenemos la responsabilidad de actuar para cambiar las cosas” terminó.
Otro tema que expusieron fue el ahorcamiento presupuestal de la Normal Rural Ricardo Flores Magón, ubicada en Saucillo, al sur de Chihuahua, señalando que al ser las normales semillas de movimientos sociales quieren exterminarlas. En el caso concreto de la Flores Magón, el presupuesto debe venir parte del gobierno federal y parte del gobierno estatal, sin embargo, éste último ha abandonado su obligación en Saucillo.
Posteriormente, en la tarde familiares de personas desaparecidas y de víctimas de feminicidio participaron en un foro en las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de la Ciudad de México. Ahí compartieron sus historias de dolor y lucha por la justicia en un estado de impunidad, inclusive, uno de los padres denunció haber sido encarcelado por exigir al gobierno de Chihuahua se esclarezca el caso de su hija Esmeralda Castillo Rincón. Otras familias denunciaron que las autoridades les han entregado restos parciales alegando ser su familiar buscado, sin embargo, ellos no están seguros de que esos restos pertenezcan a quien buscan, por tanto exigen las confrontas adecuadas, como es el caso de María Elena Chávez Caldera.
Así, la caravana recorrió Saucillo, Jiménez, Torreón, Zacatecas, San Luis Potosí y Querétaro antes de llegar a la Ciudad de México, no sólo compartiendo los testimonios de su dolorosa realidad norte, sino recogiendo también las situaciones que en otros estados se están viviendo, dándose cuenta que viven las mismas problemáticas ante la indolencia, pasividad y pasmo de las autoridades. Cerraron sus actividades uniéndose a la marcha por los 43 de Ayotzinapa, pues relataron que en su camino encontraron también una solidaridad sin límites y una enorme generosidad que les hacen pensar que otro mundo es posible pero hay que tomar acción y levantar la voz.