Autonomia y Resistencia
Pronunciamiento en solidaridad con la comunidad Otomí en resistencia y rebeldía en CDMX | Statement of solidarity with the Otomí Community in Resistance and Rebellion in Mexico City
Desde Estados Unidos, la red Sexta Grietas del Norte repudia la agresión de la policía de la Ciudad de México en contra de la comunidad otomí residente en esa ciudad e integrante del Congreso Nacional Indígena.
El día de ayer cerca de la medianoche, cientos de policías con escudos y equipo de ataque se presentaron en la Casa de los Pueblos Samir Flores ubicada en la Alcaldía Coyoacán. La Comunidad Otomí en Resistencia y Rebeldía cumplió tres años de ocupar ese lugar que antes fue una oficina de gobierno llamada “Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas” (INPI). Los y las otomíes ocuparon esas oficinas después de años de exigir soluciones de vivienda. La respuesta del gobierno, incluyendo el INPI, fue el usual paternalismo, desprecio y racismo y el ignorar la demanda.
Hoy, el gobierno de la ciudad encabezado por Martí Bartres y el partido Morena abre un frente más en esta guerra interminable contra los pueblos originarios. El gobierno envía sus policías para desalojar a los y las otomíes en vez de solucionar su demanda. Llegan marchando en formación militar, con armadura y escudo y golpeando el piso con sus toletes para amedrentar. La comunidad resistió, repelió el ataque y enfrentó a los policías. Hasta el momento, la policía no ha logrado entrar. Hay personas heridas y golpeadas, incluyendo adultos mayores, mujeres, y menores de edad.
Desde su ocupación el 12 de octubre de 2020, Casa de los Pueblos Samir Flores se convirtió en autentico espacio de los pueblos indígenas que ha estado abierto a pueblos, comunidades y colectivos que luchan por la vida y contra el capitalismo de muerte que nos oprime. Reivindicamos su derecho a una vivienda digna y exigimos respeto a su integridad física y cultural y a su derecho de protesta y organización. Demandamos que la Casa de los Pueblos Samir Flores no sea desalojada.
Alto a la represión contra la comunidad otomí
Viva el Congreso Nacional Indígena
Desde varias ciudades y regiones, personas y colectivos del llamado Estados Unidos,
Sexta Grietas del Norte
Comunicado del Nodo de Derechos Humanos ante el intento de desalojo de la Casa de los Pueblos y Comunidades «Samir Flores»
Hoy el Gobierno de la Ciudad de México decidió, en plena madrugada, intentar desalojar a la comunidad Otomí de la Casa de Pueblos y Comunidades “Samir Flores”. Seguramente los titulares de ésta mañana estaban listos con frases como “recupera el edificio”, aderezados con palabras como “choque” o “enfrentamiento”, comno se estila decir desde el poder cuando desde arriba se trata de aplastar a quienes desde abajo luchan por la dignidad. Pero la realidad es que la comunidad Otomí mostró que la digna rebeldía es capaz de resistir los cobardes madruguetes de quienes ven en el etnocidio una oportunidad para hacer de la ciudad un negocio o un botín electoral.
La soberbia, racismo e incapacidad de Marti Batres de ver el México que existe más allá de sus mezquinos proyectos le impide ver una verdad muy simple, nunca antes un edificio público había servido más a los pueblos indigenas de México que desde que el del INPI fue liberado por la comunidad Otomi. Lanzó éste operativo porque en su lógica el Estado es un patrimonio y el edificio del antes Instituto Nacional de los Pueblos Indigenas es de los funcionarios y burócratas en turno, no de los pueblos indigenas.
Para quienes gobiernan arriba lo indigena sólo les interesa cuando puede mercantilizarse como folcklore en los teatros y museos, como artesanía en las boutiques para turistas o como un conjunto de símbolos que usan con oportunismo e hipocresia cuando los tiempos electorales lo requieren, sea
haciéndose pasar por Otomies como Xochitl Gálvez o con escenas manipuladoras com de López Obrador entregando un bastón de mando a Claudia Sheinbaum.
Visto desde arriba, el edificio deberia ser el INPI para poder repartir limosnas a los pueblos que se busca desaparecer con megaproyectos extractivos. Para quienes luchan desde abajo ese edificio ha sido
un centro de diálogo entre pueblos, de fortalecimiento de sus identidades políticas, de organización de la defensa de sus territorios y de los ecosistemas que habitan y protegen.
El intento de desalojo usando al presuntamente desaparecido cuerpo de granaderos de la policia de la Ciudad de México y el paso de unos motociclistas disparando son un aviso, como muchos otros que han precedido a tragedias y crímenes de Estado. Arriba se avecina una pelea sucia y mentirosa llamada proceso electoral en donde las élites se disputarán quien va a administrar y monetarizar el infierno, una pelea que se seguirá pagando abajo con dolor y sangre.
Arriba tienen prisa por eliminar a todo aquello que no les sirve para controlar votos y ganar elecciones, sean comunidades Zapatistas en Chiapas o edificios ocupados en la Ciudad de México. Abajo, en todo el mundo, los ojos de gente honesta y digna están mirando directamente a la Casa de los Pueblos y Comunidades “Samir Flores”, vigilando que ese edificio pueda seguir sirviendo para y a quienes debe servir.
Nodo de Derechos Humanos (NODHO)