México
Grupo organizado de San Francisco, Teopisca, Chiapas celebra 13 años de su lucha y caminar
AL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA (CNI)
AL CONSEJO INDÍGENA DE GOBIERNO
AL EZLN
A LOS ADHERENTES A LA SEXTA NACIONAL E INTERNACIONAL
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ALTERNATIVOS
A LOS DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS
A LA SOCIEDAD EN GENERAL
Como grupo organizado de San Francisco que somos adherentes a la sexta declaración y miembros del Congreso Nacional Indígena, hoy nuevamente hacemos público un aniversario mas de nuestra lucha y caminar por defender nuestros derechos a la tierra y territorio, en donde nuestros bisabuelos, abuelos, y nuestros padres estuvieron bajo el poder del patrón y quienes trabajaron de sol a sol en estas fincas como mozos.
Desde el año 2005 nos organizamos y recuperamos lo que por derechos ancestrales nos corresponde.
Mumia Abu-Jamal escribe sobre migración
Nación inmigrante
Por Mumia Abu-Jamal
Hay algo que se puede decir sobre el gobierno de Trump: desde el primer día, su objetivo principal ha sido la inmigración.
Más bien, el tema ha sido la ansiedad estadounidense sobre la ola creciente de inmigrantes, especialmente los mexicanos y otros que no sean de piel blanca.
Desde hace varios días, he estado leyendo No One Is Illegal (Nadie es ilegal), por Justin Akers Chacon y Mike Davis. Editorial Haymarket Books. Chicago.
He aprendido algo nuevo en prácticamente cada página, especialmente sobre la espantosa historia del trato dado a las personas inmigrantes por Estados Unidos a lo largo de los años.
En el libro, la historia del país se considera desde la perspectiva de su creciente demanda por mano de obra desde China, Japón, las Filipinas y después, de México. Las y los trabajadores serían invitados, recibidos, súper-explotados por los productores, entonces satanizados por los políticos y los medios para luego ser agredidos, insultados y, eventualmente, deportados.
Les pagaban una miseria, y a algunos, como los chinos, les escupían en las calles los canallas y vigilantes blancos.
Algunos inmigrantes fueron golpeados. Algunos fueron asesinados.
Cuando los mexicanos llegaron para hacer el trabajo, a veces bajo el programa ‘Bracero’, fueron aislados y separados de los demás para explotarlos fácilmente. Trabajaron bajo contratos y una vez terminado el contrato, fueron deportados a México de regreso.
En el campo, básicamente ganaban centavos por alimentar a la nación, y luego serían satanizados, aislados; les prohibieron formar sindicatos. (Cuando intentaron hacerlo, fueron detenidos y deportados de una vez.)
Quién trabaja más duro, gana menos. ¿Esto les suena familiar?
Las luchas de los trabajadores migrantes en Estados Unidos les pueden abrir los ojos.
La historia no es bonita, pero de ella se puede aprender mucho.
Es una historia que no se cuenta en el cine.
Son muchas las historias que están por contar.
–©’18maj
24 de agosto de 2018
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México