Durante el mes de marzo de 2018 se provocó el desplazamiento forzado de al menos 307 personas de Tabak, 255 de Koko’ y 185 de Cotsilnam del municipio de Aldama. Las familias se encuentran refugiadas en la montaña y su número aumenta cada día. El Estado no ha implementado acciones para atender y proteger a más de 747 personas desplazadas, en su mayoría mujeres, niñas y niños que se suman a las 7 familias desplazadas forzadas, desde mayo de 2016, por el mismo grupo agresor.
Foto: Niños vulnerables de la comunidad de Kokó, Aldama, Chiapas. 31 de marzo 2018. Carlos Ogaz.
En el municipio de Aldama, región Altos de Chiapas se encuentran alrededor de 638 personas en situación de desplazamiento forzado desde el pasado 3 de marzo cuando un grupo armado del vecino ejido Manuel Utrilla, también conocido como Santa Marta en Chenalhó realizó disparos de arma de fuego de grueso calibre contra las casas, y escuelas en las comunidades de Koko’, Tabak y San Pedro Cotsilnam. Los conflicos agrarios se potencian en medio de una región en donde los paramilitares nunca fueron desarmados, además de ser amparados por el estado mexicano. Regeneración Radio realizó un recorrido por las comunidades afectadas y pudo constatar los disparos constantes y el riesgo a la vida de las personas que se encuentran bajo escases de alimento, en medio de las inclemencias del tiempo y del terror; esta es su historia.
Dialogamos con algunas mujeres que asistieron al Primer Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan que se realizó en Morelia, Chiapas, México entre el 8 y 10 de marzo del presente año. Mujeres provenientes de diversas luchas a las que les preguntamos: ¿quiénes somos?, ¿qué nos convocó a estar aquí?, ¿por qué luchamos las mujeres?, ¿cómo te sentiste en el encuentro? Aquí recogemos esas múltiples voces en un collage que entrelaza los sentires de “un chingo” de mujeres. Mujeres que se nombran, que luchan y que resisten sin miedo.
Producción colaborativa de Radio Zapatista, Subversiones y La tinta
Somos y hacemos
Fuimos miles. Como no somos buenas para las matemáticas ni tampoco en eso de exagerar o contar multiplicando, con humildad arrojamos un tímido y poco certero número ante la pregunta ¿cuántas mujeres había? Entre 5 mil y 10 mil, dijimos. Luego, las zapatistas serían mucho más precisas que nosotras: “A saber cuántas mujeres que luchan llegamos en estos días, pero creemos que podemos estar de acuerdo en que somos un chingo”.
Fuimos venidas de diversos rincones del planeta. Hablantes de español, tzeltal, tzotzil, mapudungun, aymara, francés, italiano, inglés, tojolabal, portugués, zapoteco, entre tantas otras lenguas. Muchas latinoamericanas, venidas desde el sur de nuestro continente. Otras que cruzaron el charco y atravesaron tempestades. Miles desde los distintos estados de México. Algunas con larga experiencia en esto de “estar organizadas” y luchando. Otras autoconvocadas llegaron porque andaban viajando por allí, y se enteraron de un encuentro de mujeres y de unas luchadoras llamadas zapatistas que las invitaban a su territorio.
Paula de Argentina, quien desde el Encuentro de Organizaciones propone la lucha para una vida libre y digna; Heydi que desde la música y la fotografía hace arte para resistir y para sanar desde Guatemala; Helena de Cuba que con su sonrisa nos invita a descolonizar nuestras caderas bailando y conectándonos con nuestras ancestras; Laura proveniente de pueblos originarios de México en lucha contra los megaproyectos mineros y eólicos, organizada como mujer campesina e indígena; Juana, Marta y Norma, que llegaron desde Ciudad Juárez, México, para denunciar el asesinato y desaparición de sus hijas; Rosemary de raíces yaki, apache y mexicana proveniente de la frontera con Estados Unidos, trabajadora agrícola; Vanesa y Sirsey que llevan adelante el activismo lésbico desde la Ciudad de México; Laura de Francia, que pinta mujeres desaparecidas y rastrea sus historias para sacarlas del anonimato.
Doña Herminia de Venustiano Carranza, delegada del Congreso Nacional Indígena, lucha en defensa de la tierra y el territorio desde hace muchos años y llegó junto con otras compañeras del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas; asimismo, Guadalupe, Aurelia, María y Teresa, de Ejido Tila, luchan por la tierra y por ser escuchadas como indígenas. Carolina, del colectivo Bondi Fotográfico de Argentina; Susana del Movimiento por Unidad Latinoamericana y Cambio Social con una lucha sindical desde Argentina; Sylke y Ada Luisa de Nicaragua, jóvenes mujeres de la Asociación de Trabajadores del Campo que llegaron a aprender y compartir sus experiencias muy emocionadas por estar en territorio zapatista. Deolinda de Argentina que llega a participar como delegada del Movimiento Campesino de Santiago del Estero; Carol de Costa Rica que hace canciones y llega con otras amigas del Colectivo Mujeres Libres Riendo; Juliana de Brasil que platicó sobre los medios de comunicación libres y comunitarios y Jéssica de la Unión Nacional Campesina y Frente Revolucionario Mujeres de Lucha de Brasil.
Río, de la Ciudad de México, presentó Qué Vulvaridad, exposición fotográfica que muestra una diversidad inmensa de cuerpos, tantos como hay mujeres en el mundo; Xochiquetzal de Cuernavaca quien participó como académica y poeta del colectivo de mujeres Lunámbula; Reyna y Araceli, mujeres indígenas mazahuas del Estado de México; Laura de La Sandía Digital; Yasna, periodista y Dafne de Radio Placeres, ambas de Chile; Carol de California que quiere llevar todo el aprendizaje de regreso a su tierra; y Gemma y Ana del Estado Español que ven muy importante tomar el ejemplo de lucha de las mujeres zapatistas y consideran este encuentro como una oportunidad de encontrarse con mujeres de otras realidades.
Convocadas
Venimos a encontrarnos con mujeres que luchan en todo el mundo, contactarnos y tejer redes para desarrollar conjuntamente las herramientas que necesitamos para la libertad y para confrontar la violencia del patriarcado. Somos curiosas, buscamos tanto preguntas como respuestas. Venimos a compartir experiencias, hacer propuestas, aprender de otras mujeres, crear enlaces y solidaridad entre nosotras. Venimos a conocer la problemática de las zapatistas y cómo se organizan, a conocer personas de tantos estados, de tantas ciudades con el mismo problema que nosotras: desapariciones, feminicidios, acoso sexual.
Venimos a reflexionar acerca de qué formas organizativas y políticas tenemos para poder hacer una revolución que contenga todos los derechos y necesidades de las mujeres del mundo. Venimos para ser escuchadas como indígenas ante la represión, el despojo de tierras y el abandono. Porque sólo luchando se hace la fuerza. Porque a ellos no les conviene que nosotras andemos en estos lugares, visibilizando lo que está pasando en Ciudad Juárez y en otras partes del mundo. Venimos para seguir en la lucha de justicia por nuestras hijas asesinadas, para nuestras hijas desaparecidas. Nosotras como madres de hijas desaparecidas tenemos que seguir visibilizando todo lo que está pasando. Venimos porque no nos podemos quedar calladas.
Luchamos
Estamos luchando por sobrevivir porque nos están matando y salir a la calle todos los días es un peligro. Esa violencia hacia nosotras se extiende a los que nos rodean, a nuestras hermanas, a nuestras amigas, a nuestros hijos e hijas. Personas que son asesinadas y quedan en el olvido. Algunas ni siquiera están en un archivo. ¿Cómo preservar su memoria, cómo recordarlas, cómo pedir justicia?
Luchamos por proteger nuestros cuerpos, nuestras tierras y a nuestros seres queridos; por un mundo mejor, por el ser humano y por la vida entendida como dignidad. Luchamos por el sufrimiento que tenemos y tenían nuestras mamás y nuestras abuelas. En contra de un sistema patriarcal que nos oprime en todas dimensiones, que tanto en el trabajo como en el hogar y en los espacios sociales, cada día, tenemos que librar una batalla por defender nuestras libertades y sobre todo por demostrar que somos autónomas, dueñas de nuestros cuerpos, de lo que pensamos y de quiénes queremos ser. Por ser la mujer que queremos ser sin ningún estigma ni regla impuesta. Luchamos por autonomía, por tener un lugar, por nuestros propios espacios. Espacios llenos de mujeres. Por eso es importante encontrarnos y organizarnos, voltear a vernos y hacer un compromiso con nosotras y con las otras para mejorar este mundo que pareciera no es para nosotras.
Luchamos porque vivimos injusticias en distintos niveles. Luchamos contra los distintos sistemas de opresión: el racismo, el capitalismo, el machismo y el patriarcado. Entendemos que toda la estructura debe transformarse, no solamente en términos del sistema económico. Luchamos por deconstruir y descolonizar los saberes, los sentires, los deseos. Por romper esa idea de que el cuerpo de la mujer sólo debe ser para el consumo de los hombres o para un consumo sexual. Por llevar esa fiesta de la revolución externa a una fiesta de la revolución interna. Luchamos por más arte para nosotras. Porque tenemos un corazón lindo, porque somos muy creativas, porque escribimos, porque brindamos apoyo, porque podemos hacer cosas juntas aunque no nos conozcamos, porque nos enamoramos del viento, del sol, de la abuela luna y la diosa del mar, de la naturaleza toda.
Luchamos para que nadie más pase lo que nosotras hemos pasado. Porque antes éramos sumisas a lo que el hombre dijera pero a través de reconocer nuestros derechos como mujeres, empezamos a salir. Luchamos para desarmar el patriarcado como una estructura de dominación que nos meten en la cabeza y en nuestras organizaciones. Somos las más afectadas y no podemos quedarnos con las manos cruzadas mientras el patriarcado está acabando con nosotras y el mundo. Luchamos por tener paz y dignidad. Por un lugar en este mundo. Luchamos por la tierra y porque nosotras estamos buscando a nuestras hijas. Porque vivas se las llevaron, vivas las queremos. Luchamos todos los días por causas que nos unen todo el tiempo.
Resistimos
Nuestra resistencia es nombrarnos juntas, aprender juntas y salir a las calles, tomar el espacio público. Identificar que si el mundo sigue caminando es gracias a que las mujeres nos organizamos en todos los espacios, en todos los tiempos. Bordamos como una forma de unirnos y luchar para lograr que las voces de las compañeras que fueron asesinadas no queden apagadas, que difundamos lo que está sucediendo en nuestro país. Que escuchen nuestra voz de una vez por todas, que podemos hablar por nosotras mismas, que la lucha es nuestra, que no necesitamos a nadie para eso. Utilizamos la danza y la espiritualidad como un mecanismo de resistencia y empoderamiento, el erotismo como poder. Nos reconectamos con nuestras ancestras y esto es un momento especial de lucha y de resistencia.
Sin miedo
En el encuentro convocado por las zapatistas no sentimos miedo. Compartimos cuatro días sin violencia, sin agresiones, sin acoso. Sin miedo a ser agredidas por nadie, sin miedo a estar vestida de alguna forma en la que te sientas incómoda, sin miedo a decir lo que tengas que decir. Caminamos sin pensar en que si estábamos peinadas o no, o cómo estábamos vestidas. Sin pensar en nada de eso, simplemente vivir, respirar y saber que haga lo que haga no voy a ser juzgada y que si me caigo estoy segura que alguna compañera me hubiera levantado. Por un momento en el tiempo que estuvimos aquí no tuvimos miedo. Fuimos libres. Expresamos nuestros sentimientos. Seguras y tranquilas. Cerca de otras. Encontradas en nuestros cuerpos.
De las compañeras zapatistas aprendimos mucho. Estar aquí es estar en el corazón de ellas, estar en el corazón de la lucha. Verlas, escucharlas, esa es la mayor inspiración, la mayor motivación para seguir resistiendo. Ellas nos han abierto su espacio, su territorio, para recibirnos a mujeres tan diversas, con diversas luchas, experiencias, geografías. Y con mucho respeto estamos aquí compartiendo y escuchándolas, el primer día fue verlas desde su lenguaje y los otros días, estar conversando con ellas. Han sido muy generosas de compartir su espacio, de compartir sus conocimientos, de facilitar todo para este encuentro. Pudimos ver todos los avances, todos los logros que están haciendo desde el arte, la pintura, la danza, el teatro, la música. Nos están poniendo el ejemplo de que, pese a las dificultades y situaciones de discriminación y violencia que enfrentamos en nuestras comunidades, podemos salir adelante organizándonos.
Insistieron en que es necesario estar organizadas. Nos transmitieron mensajes llenos de aprendizaje. Aprendimos que podemos construir desde la diversidad no sólo cultural, de edad y creencia, sino de las distintas maneras de entender el feminismo y cuestionar esta especie de superioridad con la que algunos movimientos feministas creen tener la razón y enseñarnos. Tomamos una lección de humildad. Un camino tan correcto para nosotras, correcto en el sentido de que no es el hombre, no es el gobierno, no son ellos quienes van a cambiar la historia de desigualdad existente, somos nosotras, en colectivo, solas no. Y este colectivo es tan latinoamericano, es tan internacional que motiva, llena de fuerza y de energía.
Es un hecho histórico, venimos de diferentes partes del mundo, de diferentes realidades, diferentes clases sociales, diferentes maneras de luchar y tenemos que aprender mucho unas de otras, mujeres muy afectuosas, muy valientes,mujeres brillantes, de mucha fuerza y mucha sabiduría. Nuestras luchas están conectadas de una manera mundial. Compartir experiencias y saber que somos más de las que pensamos y que no estamos solas es muy potente y muy necesario. Apostamos a los feminismos descoloniales. Las compañeras que vienen desde Cuba con todo un posicionamiento crítico, compañeras aymaras con el feminismo comunitario, compañeras lesbianas que tienen también sus propias propuestas y las compañeras indígenas desde otras geografías del país, compañeras urbanas, argentinas, españolas. Conversamos y aprendimos en esta complejidad. Tendimos redes para seguir haciendo esta conversación. Son nuestras luchas las que vamos a continuar alimentando.
Cobertura Colaborativa del Primer Ecuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan. Chiapas, México, Marzo 2018
Por Radio Zapatista, Subversiones y La Tinta
El fuego de la palabra que nos incendia Las luces de nuestras ancestras que nos guían El latir de tambores que resuenan en los huesos Y la danza de mujeres-bosque,
Mujeres-monte Un solo cuerpo hecho abrazo que construye un mundo hecho de muchos mundos (diferentes espacios-tiempos-modos bailan)
El sol bendice rituales de sanación Y las carcajadas colectivas Resuenan entre las montañas Arte en palabra, en color, en sonido, en movimiento, en miradas
Un espacio seguro, donde hay libertad y dignidad Presencia honesta de muchas voces originarias y guerreras Agitándose y en sincronía Un niño dice que parece una película Y una obra representa nuestras opresiones
Una niña duerme al cuidado colectivo, mientras su madre busca café zapatista Y el maíz nativo como alimento,
Identidad
Historia Resistencia Territorio Raíz de nuestros saberes Y una mujer diciendo: “Acá podríamos vivir todas”
Foto: C’ananlumtik, febrero de 2018. Danny Alveal Aravena
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos urge al Estado mexicano garantizar los derechos de comunidades en desplazamiento forzado e implemente acciones eficaces ante el riesgo a la vida, seguridad e integridad personal, en los municipios de Chalchihuitán y Chenalhó, Chiapas, México.
En la resolución 15/2018, emitida el 24 de febrero de 2018 y dada a conocer el 5 de marzo, se informa de la medida cautelar No. 882-17 otorgada a intregantes del pueblo tsotsil que se desplazaron desde noviembre de 2017. La CIDH solicita al Estado Mexicano realice acciones de investigación ya que la situación de violencia por agresiones, hostigamientos y amenazas por parte de grupos civiles armados ha generado una crisis humanitaria y el riesgo continúa.
Crónica y reflexiones tras el “Primer Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que luchan”.
(…) tal vez, cuando ya acabe el encuentro, cuando regresen a sus mundos, a sus tiempos, a sus modos, alguien les pregunte si sacaron algún acuerdo. Porque eran muchos pensamientos diferentes los que llegaron en estas tierras zapatistas. Tal vez entonces ustedes responden que no. O tal vez responden que sí, que sí hicimos un acuerdo. Y tal vez, cuando les pregunten cuál fue el acuerdo, ustedes digan acordamos vivir, y como para nosotras vivir es luchar, pues acordamos luchar cada quien según su modo, su lugar y su tiempo.
Cobertura colaborativa realizada por Radio Zapatista, Subversiones y La Tinta
Caracol IV, Torbellino de Nuestras Palabras. Morelia, Chiapas. Allí donde las estrellas brillan más, allí donde el territorio es más libre, allí donde las mujeres zapatistas abrieron su casa para recibir a miles de mujeres de todas partes del mundo. Algunas tardamos horas en llegar, otras días. Muchas conocíamos la historia del zapatismo y la rebeldía de sus mujeres, algunas sabíamos de la importancia de la Ley Revolucionaria de Mujeres para las comunidades indígenas y otras apenas habíamos escuchado hablar de un Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el sureste mexicano.
Mientras el Paro Internacional de Mujeres hacía que miles de compañeras alrededor del mundo suspendieran sus tareas y salieran a marchar por las calles de sus ciudades, otras miles asistíamos al llamado de las zapatistas. Llegar no fue fácil. Muchas no pudieron estar. Todas convocadas por una misma consigna: ser mujeres que luchamos.
Fueron tres días, del 8 al 10 de marzo, en que nos regalamos alegrías, miradas, palabras, bailes, poesías, pinturas y “cosas raras”, dirían las mujeres zapatistas. Un fragmento de tiempo nos condensó en una misma latitud. Cada una con sus sentires y sus luchas viajó hasta allí y entregó sus dolores, sus sonrisas, su fuerza de ser mujer en cánticos y consignas que retumbaban en los corazones de quienes estábamos. Y se replicaban por el bosque que nos rodeaba hasta insospechados rincones del planeta. Tuvimos una certeza: desde distintas latitudes, todas juntas esos días, hicimos temblar el mundo.
Las zapatistas eligieron el Día Internacional de la Mujer que lucha para inaugurar el Primer Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan, en “17 de Noviembre”, uno de los tres Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas del Caracol IV “Torbellino de Nuestras Palabras” de la localidad de Morelia (que coexiste con la demarcación oficial correspondiente a Altamirano) y sede de la Junta de Buen Gobierno “Corazón del Arcoíris de la Esperanza”. Región a la que también denominan “zona Tzotz-Choj” (murciélago-jaguar), en referencia a un antiguo gobernante de la ciudad de Toniná y en la que continúan habitando los pueblos mayas tseltal, tsotsil y tojolabal.
Esta región, al igual que muchas otras de Chiapas y de México, ha sido y es escenario de luchas campesinas y por la defensa de los territorios. En el caso zapatista trascendió la creación de un gobierno propio y la construcción de la autonomía por la vía de los hechos en la que la participación de las mujeres sigue siendo crucial.
El lugar en donde se realizó este encuentro internacional, uno de los más grandes hasta ahora, fue parte de una finca ganadera tomada por bases zapatistas. Este municipio autónomo fue escenario de una de las mayores tomas de tierras tras el levantamiento armado en 1994.
Actualmente, y como pudimos observar tanto en el viaje de ida como de vuelta, el paso de camiones cargados de madera es constante. Los grandes aserraderos en manos de grupos de poder local del Partido Verde Ecologista son una de las tantas expresiones del saqueo y despojo de bienes comunes naturales en ésta y otras regiones; son parte de los megaproyectos de infraestructura y desarrollo de los grandes capitales nacionales e internacionales.
¿Será que salió un poco bien?
(…) que dónde duermen, que dónde comen, que dónde se bañan, que dónde van al baño, que el sonido, que la luz, que el agua, que si se enferman, que qué les vamos a decir, que cómo les hablamos, que cómo las escuchamos y miramos.
Las preguntas que se hicieron las compañeras zapatistas durante los meses que tardaron en organizar el encuentro, las tuvieron desveladas y sin hambre durante mucho tiempo, según nos contaron. Organizadas desde abajo y a la izquierda, buscando el acuerdo de las zapatistas de cada una de las comunidades: no fue una tarea fácil, pero lo lograron. Ante esto, las consignas “gracias” y “vivan las zapatistas” fueron de las más coreadas en las cientos de actividades que se realizaron. Gracias a las zapatistas por recibirnos en su territorio. Gracias por procurarnos comida para tres días a más de cinco mil mujeres. Gracias por proveernos agua para beber, para ir al baño, para darnos una ducha. Gracias por las palabras, cada una de las que nos dijeron y cada una de las que escucharon de nuestros decires. Y sobre todo, gracias por esas miradas en las que nos reconocimos a través de paliacates y pasamontañas, rímeles y lentes, pañuelos y sombreros cubriéndonos del sol.
Carolina y Marina son mujeres zapatistas que llegaron desde el Caracol III La Garrucha. Su rol fue el de coordinación en la organización de este evento junto con otras 60 compañeras provenientes de los otros caracoles zapatistas. En una entrevista que les realizamos, nos contaron que se sentían orgullosas, al igual que sus compañeras, de haber podido organizar este Encuentro sin antecedentes en la historia del zapatismo: “es el primero que es sólo para mujeres, se han hecho otros, pero nunca como éste que no se permiten entrar hombres porque este encuentro lo organizan sólo mujeres”.
Nos contaron también que el evento está en marcha desde el mes de julio de 2017, cuando se propusieron realizarlo: “entonces tuvimos muchas reuniones para planearlo. Nos costó trabajo hacerlo, porque nunca habíamos hecho, sí con la ayuda de los hombres, pero en este caso somos puras mujeres quienes organizamos y quienes vimos cómo le hacemos para recibirlas a ustedes”.
Después de la primera reunión en julio, las delegadas llevaron la propuesta de realizar el Encuentro a sus comunidades, donde fueron sólo las mujeres (y cada una de ellas) las que decidieron convocarnos: “se fue hasta los pueblos donde están las compañeras zapatistas. A cada pueblo a preguntar si es que va a haber este encuentro. Entonces dijeron que sí y fue ahí donde se empezó a planear todo —nos cuentan Carolina y Marina— para organizar este evento que hoy fue muy difícil para nosotras. Nunca antes lo habíamos hecho. Nos costó mucho trabajo porque empezamos a ver que se necesitan muchas cosas y entonces nos tuvimos que preparar para poder hacerlo”.
No sólo las coordinadoras tuvieron tareas antes y durante el Encuentro. Cada una de las mujeres zapatistas que asistió participó activamente de alguna manera en los diferentes trabajos. Así, las insurgentas y milicianas fueron las encargadas de cuidar el lugar para que no ingresaran los hombres. Otras compañeras se ocuparon de la higiene del lugar, otras de conducir los camiones que entraban y salían del predio del Encuentro, ya sea con alimento, o bien, con basura. También hubo médicas y promotoras de salud. Las Tercias Compas ocuparon roles técnicos en el sonido y la luz, también estuvieron encargadas de la comunicación y el registro completo del evento.
El 8 de marzo las zapatistas presentaron sus participaciones, mientras que los días 9 y 10 se realizaron las actividades de las mujeres que veníamos de distintas partes del mundo. Más de dos mil compañeras bases de apoyo zapatistas estuvieron presentes en cada una de las actividades. Al respecto, Carolina y Marina nos explican el trabajo de las bases de apoyo: “verlas a ustedes y también estar en cada actividad que ustedes hacen para que vayan a los pueblos para explicarles qué son las cosas que vieron de ustedes, qué fue lo que presentaron. Porque así somos nosotras, tomamos en cuenta todo lo que vemos y tiene que llegar hasta los pueblos”.
Muchas mujeres zapatistas pusieron el cuerpo en este encuentro durante meses y eso se notó en la gran organización que hubo: cinco comedores, decenas de talleres, conversatorios y proyecciones, partidos de fútbol, voleibol y basquetbol. Cada actividad era multitudinaria y ocurría de manera simultánea con otras: mientras algunas formaban parte de un ritual de sanación alrededor del fuego, otras compañeras miraban una obra de teatro, conversaban sobre las violencias en nuestros cuerpos y nuestros territorios o participaba de un mural colectivo.
Un campamento enorme, dos habitaciones y diversos espacios habitables abrigaron a miles de mujeres del frío húmedo de la noche moreliana. Las compañeras zapatistas contaron con el apoyo de un equipo de mujeres encargadas de responder los correos, realizar los registros, organizar el transporte, los horarios y las actividades previas al encuentro y durante el mismo. En las palabras de clausura, agradecieron su apoyo, así como también el de los compañeros que se quedaron en las comunidades cuidando a las familias, a los animales, las casas, los cuarteles, los campos, pendientes de que “los malos gobiernos” no hicieran nada contra el Encuentro.
Palabras revueltas
(…) vendríamos seis mujeres zapatistas para cada una de ustedes: una pichita (que así les decimos a las que acaban de nacer), una niña, una jóvena, una adulta, una anciana y una finada. Todas mujeres, todas indígenas, todas pobres, todas zapatistas que te abracen fuerte, porque es el único regalo que podemos darte de vuelta.
(Discurso de clausura. Compañera Alejandra)
La insurgenta Érika fue quien leyó el discurso de apertura. Acompañada en el escenario por otras compañeras insurgentas, milicianas y juntas de buen gobierno, comenzó enviándole un abrazo a Eloisa Vega Castro, de las redes de apoyo al Concejo Indígena de Gobierno (CIG), quien murió cuando acompañaba a la delegación del CIG el pasado 14 de febrero.
Nos plantearon que su trabajo iba a ser el de cuidar el lugar para que no ingresaran los hombres: “porque lo sabemos, son mañosos”. Una risa cómplice (como muchas que sucederían durante todo el evento) se soltó entre todas las mujeres que estábamos allí escuchando atentamente las palabras de inauguración.
Las zapatistas no dudaron en dejarnos claro que su palabra es colectiva y que necesariamente lleva impregnada edades, historias y lenguas distintas. A través de la voz de Érika, hablaron muchas. Ella nos narró cómo su vida estuvo marcada por haber crecido en la resistencia y rebeldía zapatista de sus abuelas, sus mamás y sus hermanas mayores. Nos contó de su trabajo sin salario como sirvienta en una casa, donde no sabía hablar español; de cómo supo que había una organización que luchaba y empezó a participar como base de apoyo y a estudiar siendo parte de los trabajos colectivos junto a otras mujeres. En sus reuniones y en sus estudios políticos en la clandestinidad fue creciendo la rabia y el coraje para enfrentar a las patrullas militares que rondaban sus comunidades y, sin miedo, tomar las armas.
Las compañeras zapatistas nos recuerdan que no sólo el capitalismo es el que nos quiere destruir, sino que también tenemos que luchar contra el patriarcado, ese sistema que “les hace creer y pensar a los hombres que las mujeres somos menos y no servimos”. Pero no sólo a los hombres, nos aclaran las zapatistas, “también hay mujeres de las ciudades que nos desprecian que porque no sabemos de la lucha de mujeres, porque no hemos leído libros donde las feministas explican cómo debe ser y tantas cosas que dicen y critican sin saber cómo es nuestra lucha”.
Un bosque de mujeres
Entonces pues no basta un colectivo para organizar todo eso. Por eso llegamos aquí más de dos mil mujeres zapatistas de los cinco caracoles. Y tal vez no bastó, porque ustedes son como cinco mil, aunque algunas dicen que ocho mil y otras dicen que nueve mil. A saber cuántas mujeres que luchan llegamos en estos días, pero creemos que podemos estar de acuerdo en que somos un chingo.
(Discurso de clausura. Compañera Alejandra)
Las zapatistas saben que las formas de nombrar esa cantidad de árboles que rodean el lugar donde se realizó el Encuentro son distintas, y que cada árbol que es parte de ese bosque o monte, es diferente. Como sea que le llamemos a ese conjunto de árboles, nos permite pensarnos a nosotras, las mujeres, “diferentes e iguales” a la vez. Partir de que nuestros colores, tamaños, lenguas, culturas, profesiones, oficios, pensamientos y formas de lucha, son diferentes.
En la puerta había un gran cartel que decía “Prohibido entrar hombres”. El llamado fue claro. La convocatoria era para nosotras.
Ellas nos dijeron que podíamos elegir entre competir o escuchar y hablar y que sea lo que sea que eligiéramos, iba a ser nuestra decisión. Si decidíamos competir, de cualquier manera, no habría hombres que nos dijeran “quién gana y quién pierde”. Si elegíamos regalarnos baile, música, cine, video, pintura, poesía, teatro, escultura, diversión, conocimiento, tampoco sería bajo la mirada de los hombres. La elección fue clara: acordamos no competir y respetar nuestras diversidades. Mirarnos y abrazarnos en rondas de cuerpos incontables, mientras gritábamos “¡luchar, resistir, nuestro acuerdo es vivir!”. El acuerdo por vivir, se hizo entre mujeres del campo y de la ciudad, indígenas, autoconvocadas, artistas, feministas, luchadoras provenientes de los cinco continentes.
Carolina y Marina, las coordinadoras entrevistadas nos dijeron: “Vemos que la situación que hay es que muchas mujeres están siendo asesinadas. Qué culpa tenemos nosotras como mujeres que a cada día nos anden matando. Entonces pues, por eso mejor hacemos este encuentro para ver qué podemos hacer o si estamos de acuerdo que nos sigan matando cada día o qué debemos de hacer como mujeres. Por eso es que se hizo esto para ver si queremos seguir vivas, pues hay que hacer algo”. Lo primero, en palabras de las compañeras, es “no vendernos, no rendirnos, no claudicar”.
Luces encendidas en el cielo de Morelia
Llévala a las desaparecidas. Llévala a las asesinadas. Llévala a las presas. Llévala a las violadas. Llévala a las golpeadas. Llévala a las acosadas. Llévala a las violentadas de todas las formas. Llévala a las migrantes. Llévala a las explotadas. Llévala a las muertas. Llévala y dile a todas y cada una de ellas que no está sola, que vas a luchar por ella. Que vas a luchar por la verdad y la justicia que merece su dolor. Que vas a luchar porque el dolor que carga no se vuelva a repetir en otra mujer en cualquier mundo.
(Discurso de clausura. Compañera Alejandra)
La noche del 8 de marzo el Caracol quedó completamente a oscuras. En uno de los auditorios de dos pisos y a lo largo de la cancha de fútbol, las compañeras zapatistas encendieron simultáneamente más de dos mil velas. Una pequeña luz para que, finalizado el Encuentro, la llevemos a nuestras tierras. Para volver a encenderla en nuestros corazones, en nuestros pensamientos y en nuestras tripas.
Anteriormente habíamos escuchado los discursos de inauguración y la historia de las compañeras de cada Caracol, expresadas también artísticamente en obras de teatro y en las voces de las mujeres de “Dignidad y la Resistencia”, banda musical de Oventic.
También nos hicieron varias propuestas, a todas dijimos que ¡sí! Acordamos “seguir vivas y seguir luchando, cada quien según su modo, su tiempo y su mundo”. Acordamos estudiar, analizar, discutir en nuestros colectivos el sistema patriarcal, para, si se puede, “nombrar quién o quiénes son los responsables de nuestros dolores que tenemos”. Y acordamos también, volver a reunirnos en un segundo encuentro el próximo año “pero no nada más aquí en tierras zapatistas, sino que también en sus mundos de cada quien, de acuerdo a sus tiempos y modos”.
Queda la urgencia de iluminarnos entre nosotras, compartir esas luces y llevarlas a otras mujeres: “llévala y, tal vez, luego llegue en tu pensamiento que no habrá ni verdad, ni justicia, ni libertad en el sistema capitalista patriarcal. Entonces tal vez nos vamos a volver a ver para prenderle fuego al sistema. Y tal vez vas a estar junto a nosotras cuidando que nadie apague ese fuego hasta que no queden más que cenizas”. Mientras eso ocurre, mientras “ese día que será de noche” llegue, seguiremos practicando, entrenando para estar sabedoras de lo más importante que se necesita. “Y eso que se necesita es que nunca más ninguna mujer, del mundo que sea, del color que sea, del tamaño que sea, de la edad que sea, de la lengua que sea, de la cultura que sea, tenga miedo. Porque acá sabemos bien que cuando se dice ‘¡Ya basta!’ es que apenas empieza el camino y que siempre falta lo que falta”.
Escucha y descarga las palabras de inauguración y clausura del Encuentro:
(Para descargar, haz clic con el botón derecho sobre el título del audio.)
BUENAS NOCHES, BUENOS DÍAS, BUENAS TARDES, COMPAÑERAS Y HERMANAS QUE LUCHAN, DONDE QUIERA QUE SE ENCUENTREN.
HERMANAS Y COMPAÑERAS QUE NOS ACOMPAÑARON EN ESTE PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL DE MUJERES QUE LUCHAN.
VAMOS A DECIR UNAS PEQUEÑAS PALABRAS A NOMBRE DE TODAS NOSOTRAS, LAS MUJERES ZAPATISTAS DE LOS CINCO CARACOLES.
QUEREMOS AGRADECER A LAS COMPAÑERAS CIUDADANAS DE LOS EQUIPOS DE APOYO QUE LO SABEMOS QUE BIEN QUE SE CHINGARON EN LOS CORREOS, EL REGISTRO, LA ORGANIZACIÓN DEL TRANSPORTE Y EL ACOMODO DE LOS HORARIOS Y LUGARES DE LAS ACTIVIDADES.
QUEREMOS TAMBIÉN SALUDAR AQUÍ A NUESTRAS COMPAÑERAS ZAPATISTAS QUE NO PUDIERON VENIR AQUÍ EN ESTE ENCUENTRO Y QUEDARON PENDIENTES PARA QUE NOSOTRAS PUDIÉRAMOS LLEGAR.
MISMO A NUESTROS COMPAÑEROS QUE TUVIERON QUE QUEDAR PARA CUIDAR NUESTRA FAMILIA, NUESTROS ANIMALES, NUESTRAS CASAS, NUESTROS CUARTELES, NUESTROS CAMPOS, Y QUE ESTUVIERON PENDIENTES POR SI LOS MALOS GOBIERNOS HACEN ALGUNA MALDAD CONTRA DEL ENCUENTRO.
PERO NUESTRAS PALABRAS FINALES SON ESPECIALES PARA USTEDES, HERMANAS Y COMPAÑERAS MUJERES QUE LUCHAN.
AGRADECEMOS CON TODO NUESTRO CORAZÓN HUMILDE Y SENCILLO, CON RESISTENCIA Y REBELDÍA, LA PARTICIPACIÓN DE TODAS USTEDES, MUJERES QUE LUCHAN EN LOS CINCO CONTINENTES DEL MUNDO.
TANTO LAS QUE ESTÁN AQUÍ, COMO LAS QUE ESTÁN PENDIENTES DE LO QUE AQUÍ PASÓ.
AGRADECEMOS SUS OÍDOS, SUS MIRADAS, SUS PALABRAS, SUS TALLERES, SUS PLÁTICAS, SU ARTE, SUS VIDEOS, SUS MÚSICAS, SUS POESÍAS, SUS CUENTOS, SUS TEATROS, SUS DANZAS Y BAILABLES, SUS PINTURAS, SUS COSAS RARAS QUE NI SABÍAMOS QUÉ SON, Y TODO LO QUE NOS TRAJERON PARA QUE NOSOTRAS CONOCEMOS Y APRENDEMOS DE SUS LUCHAS.
LO TOMAMOS TODO COMO UN REGALO MUY VALIOSO QUE VAMOS A CUIDAR Y VAMOS A HACER MÁS GRANDE, PORQUE LO VAMOS A LLEVAR A NUESTRAS COMUNIDADES Y PUEBLOS, PARA QUE MÁS MUJERES ZAPATISTAS COMPARTAN CON NOSOTRAS SU REGALO QUE NOS DIERON.
LO RECIBIMOS CON RESPETO Y CARIÑO PORQUE TODAS USTEDES HICIERON UN GRAN ESFUERZO PARA VIAJAR DESDE SUS LUGARES DE LUCHA, DESDE SUS TIEMPOS Y MODOS, DESDE SUS MUNDOS, Y LLEGAR A ESTE ENCUENTRO QUE NO SABEMOS TODAVÍA SI SALIÓ BIEN O SALIÓ MAL.
YA HEMOS VISTO DE ALGUNAS DE LAS COSAS QUE ENTREGARON EN LA MESA DE CRÍTICAS A NOSOTRAS. FALTA QUE LEEMOS TODO Y FALTA QUE ENTRE TODAS NOSOTRAS LAS ANALIZAMOS. EN ESA CAJA ENCONTRAMOS UNA CARTA QUE DICE ALGO QUE CREEMOS QUE NOS VIENE TOCANDO A TODAS. UNA COMPAÑERA LES VA A LEER.
(se lee una carta de las familiares de los ausentes de Ayotzinapa, pidiendo que no se les deje solos, porque el mal gobierno quiere cerrar el caso y dejarlo en el olvido).
NO LAS HEMOS REVISADO TODAS LAS NOTAS, PERO LES ASEGURAMOS NUESTRO COMPROMISO A CORREGIR LO QUE NOS SEÑALAN QUE ESTÁ MAL, Y A MEJORAR LO QUE NOS DICEN QUE NO ESTÁ CABAL.
SÍ DECIMOS CLARO QUE, HASTA AHORA, LA GRAN MAYORÍA SON CRÍTICAS POR ERRORES Y FALLAS QUE TENEMOS EN LA ORGANIZACIÓN.
LES DECIMOS QUE VAMOS A TOMAR EN CUENTA TODAS SUS CRÍTICAS PARA MEJORAR LA PRÓXIMA VEZ, SI ES QUE HAY UNA PRÓXIMA VEZ. TODAS ESAS CRÍTICAS, ASÍ COMO NUESTRAS PALABRAS QUE TRAJIMOS EN ESTOS DÍAS, LO VAMOS A PUBLICAR EN LA PÁGINA DE ENLACE ZAPATISTA PARA QUE AHÍ TODAS USTEDES PUEDEN VER.
PERO COMO QUIERA, ASÍ EN GENERAL, QUEREMOS SABER LO QUE PIENSAN TODAS.
ENTONCES LES PREGUNTAMOS, COMPAÑERAS Y HERMANAS:
¿SERÁ QUE SALIÓ UN POCO BIEN?
¿O SERÁ QUE SALIÓ MAL?
BUENO, AQUÍ APUNTAMOS QUE AUNQUE RESPONDAN QUE SALIÓ UN POCO BIEN O QUE SALIÓ MAL, PUES LES VAMOS A CONTAR, SINCERAMENTE, UNA COSA QUE LES PEDIMOS QUE QUEDA AQUÍ ENTRE NOSOTRAS, COMO MUJERES QUE SOMOS Y QUE LUCHAMOS. O SEA QUE NO LO VAYAN A ANDAR CONTANDO, SOBRE TODO CON LOS HOMBRES.
PUES LA VERDAD, HERMANAS Y COMPAÑERAS, ES QUE SUFRIMOS MUCHO PORQUE NO SABEMOS CÓMO VAMOS A HACER.
ES LA PRIMERA VEZ QUE COMO MUJERES QUE SOMOS, SOLAS, ORGANIZAMOS UN ENCUENTRO ASÍ.
Y LO ORGANIZAMOS DESDE ABAJO, O SEA QUE PRIMERO HICIMOS REUNIONES Y DISCUSIÓN EN NUESTROS COLECTIVOS EN LOS PUEBLOS Y COMUNIDADES. LUEGO EN LAS REGIONES, LUEGO EN LAS ZONAS Y LUEGO YA DE LAS 5 ZONAS JUNTAS.
Y PUES YA VEN USTEDES QUE ENTRE MUJERES PUES TARDAMOS PARA HACER UN ACUERDO PEQUEÑO, PUES PEOR SI ES UN ACUERDO ASÍ DE GRANDE COMO EL DE HACER ESTE ENCUENTRO.
TARDAMOS MESES Y ASÍ HASTA QUE LLEGÓ EL ACUERDO DE TODAS, PORQUE ES QUE, SÍ VAMOS A HACER, ES PORQUE TENEMOS QUE HACER ENTRE TODAS, EN COLECTIVO.
Y PUES NO HAY LIBRO O MANUAL PARA HACER ESTO.
Y NI MODO DE PREGUNTARLE A LOS COMPAÑEROS PORQUE ELLOS TAMPOCO SABEN CÓMO HACER, PORQUE, COMO YA DIJIMOS, NUNCA SE HA HECHO ALGO ASÍ ANTES.
ENTONCES PUES ENTRE NOSOTRAS MISMOS TENEMOS QUE BUSCARLE CÓMO HACER.
ENTONCES PUES ESTAMOS CON EL PENDIENTE TODO EL PINCHE DÍA Y TODA LA PINCHE NOCHE. ACASO DAN GANAS DE COMER, NO. Y NO ENTRA EL SUEÑO.
Y ESTAMOS PREOCUPADAS POR SI VA A SALIR BIEN O VA A SALIR MAL.
NOS PREOCUPAMOS COMO ZAPATISTAS DE POR SÍ, PERO TAMBIÉN COMO MUJERES.
PORQUE NOSOTRAS LAS INVITAMOS. ENTONCES VA EN NUESTRA CUENTA SI SALE MAL O BIEN.
QUE DÓNDE DUERMEN, QUE DÓNDE COMEN, QUE DÓNDE SE BAÑAN, QUE DÓNDE VAN AL BAÑO, QUE EL SONIDO, QUE LA LUZ, QUE EL AGUA, QUE SI SE ENFERMAN, QUE QUÉ LES VAMOS A DECIR, QUE CÓMO LES HABLAMOS, QUE CÓMO LAS ESCUCHAMOS Y MIRAMOS.
ENTONCES, DE CORAZÓN LES PEDIMOS DISCULPAS POR LO ERRORES Y FALLAS QUE TUVIMOS EN ESTO. SEGURO LA PRÓXIMA VEZ, SI ES QUE HAY, YA NO NOS SALE TAN MAL COMO NOS CRITICAN.
PORQUE PENSAMOS QUE LO MÁS IMPORTANTE ES, PRIMERO, QUE ESTÉN UN POCO BIEN AQUÍ Y QUE SE SIENTAN A GUSTO.
PERO TAMBIÉN ES IMPORTANTE QUE MIRAMOS Y ESCUCHAMOS A TODAS, PORQUE SI NO DE BALDE HICIERON LA CHINGA DE VENIR HASTA ACÁ Y PUES LO JUSTO ES QUE ESCUCHEMOS Y MIREMOS A TODAS. AUNQUE ESTEMOS O NO ESTEMOS DE ACUERDO CON LO QUE DICEN.
ENTONCES PUES NO BASTA UN COLECTIVO PARA ORGANIZAR TODO ESO. POR ESO LLEGAMOS AQUÍ MÁS DE 2 MIL MUJERES ZAPATISTAS DE LOS CINCO CARACOLES.
Y TAL VEZ NO BASTÓ, PORQUE USTEDES SON COMO CINCO MIL, AUNQUE ALGUNAS DICEN QUE 8 MIL Y OTRAS DICEN QUE 9 MIL.
A SABER CUÁNTAS MUJERES QUE LUCHAN LLEGAMOS EN ESTOS DÍAS, PERO CREEMOS QUE PODEMOS ESTAR DE ACUERDO EN QUE SOMOS UN CHINGO.
Y NO PENSAMOS SI VAN A LLEGAR TANTAS PORQUE ACÁ ESTÁ RETIRADO Y NO HAY COMODIDADES.
VIERA QUE SABEMOS QUE SON TANTO ASÍ, PUES TAL VEZ LLEGAMOS MÁS MUJERES ZAPATISTAS Y ASÍ PODRÍAMOS ABRAZARLAS A TODAS Y CADA UNA Y PODER DECIRLES EN PERSONAL LO QUE AHORA LES DECIMOS EN COLECTIVO.
VENDRÍAMOS SEIS MUJERES ZAPATISTAS PARA CADA UNA DE USTEDES: UNA PICHITA (QUE ASÍ LES DECIMOS A LAS QUE ACABAN DE NACER), UNA NIÑA, UNA JÓVENA, UNA ADULTA, UNA ANCIANA Y UNA FINADA.
TODAS MUJERES, TODAS INDÍGENAS, TODAS POBRES, TODAS ZAPATISTAS QUE TE ABRACEN FUERTE, PORQUE ES EL ÚNICO REGALO QUE PODEMOS DARTE DE VUELTA.
PERO COMO QUIERA HAS DE CUENTA, HERMANA Y COMPAÑERA, QUE ESTO QUE ESTAMOS DICIENDO AQUÍ, TE LO ESTÁ DICIENDO UNA MUJER ZAPATISTA MIENTRAS TE DA UN ABRAZO Y TE DICE AL OÍDO, EN TU LENGUA, EN TU MODO, EN TU TIEMPO:
“NO TE RINDAS, NO TE VENDAS, NO CLAUDIQUES”
QUE ASÍ, CON ESTAS PALABRAS ES QUE TE DECIMOS
“GRACIAS HERMANA. GRACIAS COMPAÑERA”.
HERMANAS Y COMPAÑERAS:
ESTE DÍA 8 DE MARZO, AL FINAL DE NUESTRA PARTICIPACIÓN, ENCENDIMOS UNA PEQUEÑA LUZ CADA UNA DE NOSOTRAS.
LA ENCENDIMOS CON UNA VELA PARA QUE TARDA, PORQUE CON CERILLO RÁPIDO SE ACABA Y CON ENCENDEDOR PUES QUÉ TAL QUE SE DESCOMPONE.
ESA PEQUEÑA LUZ ES PARA TI.
LLÉVALA, HERMANA Y COMPAÑERA.
CUANDO TE SIENTAS SOLA.
CUANDO TENGAS MIEDO.
CUANDO SIENTAS QUE ES MUY DURA LA LUCHA, O SEA LA VIDA,
PRÉNDELA DE NUEVO EN TU CORAZÓN, EN TU PENSAMIENTO, EN TUS TRIPAS.
Y NO LA QUEDES, COMPAÑERA Y HERMANA.
LLÉVALA A LAS DESAPARECIDAS.
LLÉVALA A LAS ASESINADAS.
LLÉVALA A LAS PRESAS.
LLÉVALA A LAS VIOLADAS.
LLÉVALA A LAS GOLPEADAS.
LLÉVALA A LAS ACOSADAS.
LLÉVALA A LAS VIOLENTADAS DE TODAS LAS FORMAS.
LLÉVALA A LAS MIGRANTES.
LLÉVALA A LAS EXPLOTADAS.
LLÉVALA A LAS MUERTAS.
LLÉVALA Y DILE A TODAS Y CADA UNA DE ELLAS QUE NO ESTÁ SOLA, QUE VAS A LUCHAR POR ELLA.
QUE VAS A LUCHAR POR LA VERDAD Y LA JUSTICIA QUE MERECE SU DOLOR.
QUE VAS A LUCHAR PORQUE EL DOLOR QUE CARGA NO SE VUELVA A REPETIR EN OTRA MUJER EN CUALQUIER MUNDO.
LLÉVALA Y CONVIÉRTELA EN RABIA, EN CORAJE, EN DECISIÓN.
LLÉVALA Y JÚNTALA CON OTRAS LUCES.
LLÉVALA Y, TAL VEZ, LUEGO LLEGUE EN TU PENSAMIENTO QUE NO HABRÁ NI VERDAD, NI JUSTICIA, NI LIBERTAD EN EL SISTEMA CAPITALISTA PATRIARCAL.
ENTONCES TAL VEZ NOS VAMOS A VOLVER A VER PARA PRENDERLE FUEGO AL SISTEMA.
Y TAL VEZ VAS A ESTAR JUNTO A NOSOTRAS CUIDANDO QUE NADIE APAGUE ESE FUEGO HASTA QUE NO QUEDEN MÁS QUE CENIZAS.
Y ENTONCES, HERMANA Y COMPAÑERA, ESE DÍA QUE SERÁ NOCHE, TAL VEZ PODREMOS DECIR CONTIGO:
“BUENO, PUES AHORA SÍ VAMOS A EMPEZAR A CONSTRUIR EL MUNDO QUE MERECEMOS Y NECESITAMOS”.
Y ENTONCES SÍ, TAL VEZ, ENTENDEREMOS QUE EMPIEZA LA VERDADERA CHINGA Y QUE AHORITA COMO QUIEN DICE QUE ESTAMOS PRACTICANDO, ENTRENANDO PUES, PARA YA ESTAR SABEDORAS DE LO MÁS IMPORTANTE QUE SE NECESITA.
Y ESO QUE SE NECESITA ES QUE NUNCA MÁS NINGUNA MUJER, DEL MUNDO QUE SEA, DEL COLOR QUE SEA, DEL TAMAÑO QUE SEA, DE LA EDAD QUE SEA, DE LA LENGUA QUE SEA, DE LA CULTURA QUE SEA, TENGA MIEDO.
PORQUE ACÁ SABEMOS BIEN QUE CUANDO SE DICE “¡YA BASTA!” ES QUE APENAS EMPIEZA EL CAMINO Y QUE SIEMPRE FALTA LO QUE FALTA.
HERMANAS Y COMPAÑERAS:
AQUÍ, DELANTE DE TODAS LAS QUE SOMOS AQUÍ Y LAS QUE NO ESTÁN PERO ESTÁN CON EL CORAZÓN Y EL PENSAMIENTO, LES PROPONEMOS QUE ACORDEMOS SEGUIR VIVAS Y SEGUIR LUCHANDO, CADA QUIEN SEGÚN SU MODO, SU TIEMPO Y SU MUNDO.
¿ESTÁN DE ACUERDO?
BUENO, CUANDO HACEMOS ESTE ESCRITO NO LO SABEMOS SI RESPONDEN SÍ O NO, PERO PASO A LA SIGUIENTE PROPUESTA:
COMO YA LO VIMOS Y ESCUCHAMOS QUE NO TODAS ESTÁN CONTRA EL SISTEMA CAPITALISTA PATRIARCAL, PUES RESPETAMOS ESO Y ENTONCES PROPONEMOS QUE LO ESTUDIEMOS Y LO DISCUTAMOS EN NUESTROS COLECTIVOS SI ES QUE ES CIERTO QUE EL SISTEMA QUE NOS IMPONEN ES EL RESPONSABLE DE NUESTROS DOLORES.
SI ES QUE SALE QUE SÍ ES CIERTO, PUES ENTONCES, HERMANAS Y COMPAÑERAS, SALDRÁ OTRO DÍA EL ACUERDO DE QUE LUCHAMOS CONTRA EL PATRIARCADO CAPITALISTA Y CONTRA CUALQUIER PATRIARCADO.
Y CLARO DECIMOS QUE CONTRA CUALQUIER PATRIARCADO, NO IMPORTA QUÉ IDEA TENGA, NO IMPORTA CUÁL SEA SU COLOR O SU BANDERA. PORQUE NOSOTRAS PENSAMOS QUE NO HAY PATRIARCADO BUENO Y PATRIARCADO MALO, SINO QUE SON LO MISMO CONTRA NOSOTRAS COMO MUJERES QUE SOMOS.
SI SALE QUE NO ES CIERTO, BUENO, COMO QUIERA NOS VAMOS A ESTAR VIENDO PARA LUCHAR POR LA VIDA DE TODAS LAS MUJERES Y POR SU LIBERTAD Y QUE YA CADA QUIEN, SEGÚN SU PENSAMIENTO Y LO QUE MIRA, PUES VA CONSTRUYENDO SU MUNDO COMO VEA MEJOR.
¿ESTÁN DE ACUERDO DE, EN SUS MUNDOS Y SEGÚN SUS MODOS Y TIEMPOS, ESTUDIAR, ANALIZAR, DISCUTIR Y, SI SE PUEDE, ACORDAR NOMBRAR QUIÉN O QUIÉNES SON LOS RESPONSABLES DE NUESTROS DOLORES QUE TENEMOS?
BUENO, IGUAL NO SABEMOS SI SÍ ES ACUERDO O NO, ENTONCES PASAMOS A LA SIGUIENTE PROPUESTA:
LES PROPONEMOS EL ACUERDO DE VOLVER A REUNIRNOS EN UN SEGUNDO ENCUENTRO EL PRÓXIMO AÑO, PERO NO NADA MÁS AQUÍ EN TIERRAS ZAPATISTAS, SINO QUE TAMBIÉN EN SUS MUNDOS DE CADA QUIEN, DE ACUERDO A SUS TIEMPOS Y MODOS.
O SEA QUE CADA QUIEN ORGANICE ENCUENTROS DE MUJERES QUE LUCHAN O COMO LE QUIERAN LLAMAR.
¿ESTÁN DE ACUERDO?
BUENO, NO SABEMOS TODAVÍA QUÉ RESPONDIERON, PERO COMO QUIERA AQUÍ SERÁN BIENVENIDAS, HERMANAS Y COMPAÑERAS.
PERO SÍ LES PEDIMOS QUE AVISEN CON TIEMPO PORQUE ESTÁ CABRÓN QUE NOS DICEN QUE VIENEN QUINIENTAS Y ES QUE SE LES PERDIÓ UN CERO EN EL CAMINO PORQUE LLEGAN CINCO MIL O MÁS.
Y VIERA QUE CUANDO VIENEN PUEDEN DECIR QUE EN SUS MUNDOS SE REUNIERON, DISCUTIERON Y ACORDARON LO QUE SEA QUE ACUERDEN.
O SEA QUE LLEGUEN MÁS GRANDES EN SU CORAZÓN, EN SU PENSAMIENTO Y EN SU LUCHA.
PERO COMO QUIERA SIEMPRE SERÁN BIENVENIDAS, MUJERES QUE LUCHAN.
GRACIAS POR ESCUCHARNOS.
AHORA VAMOS A CLAUSURAR FORMALMENTE.
TIENE LA PALABRA LA COMANDANTA MIRIAM:
BUENAS NOCHES COMPAÑERAS Y HERMANAS.
GRACIAS COMPAÑERAS, GRACIAS HERMANAS DE LOS PAÍSES DEL MUNDO Y DE MÉXICO QUE HICIERON EL ESFUERZO DE LLEGAR HASTA AQUÍ EN UN RINCONCITO DEL MUNDO.
ES ASÍ COMO HEMOS TERMINADO NUESTRO PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL POLÍTICO, ARTÍSTICO, DEPORTIVO Y CULTURAL DE MUJERES QUE LUCHAN.
SIENDO A LAS 2036 HRS, HORA ZAPATISTA, DECLARO CLAUSURADO NUESTRO PRIMER ENCUENTRO.
PALABRAS A NOMBRE DE LAS MUJERES ZAPATISTAS AL INICIO DEL PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL, POLÍTICO, ARTÍSTICO, DEPORTIVO Y CULTURAL DE MUJERES QUE LUCHAN.
BUENOS DÍAS COMPAÑERAS DE LA SEXTA NACIONAL E INTERNACIONAL:
BUENOS DÍAS COMPAÑERAS DEL CONGRESO NACIONAL INDÍGENA Y DEL CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO:
BUENOS DÍAS COMPAÑERAS COMANDANTAS, BASES DE APOYO, AUTORIDADES AUTÓNOMAS, RESPONSABLES DE ÁREA, MILICIANAS E INSURGENTAS:
ANTES QUE NADA, QUEREMOS MANDARLE UN GRAN ABRAZO A LA FAMILIA DE LA COMPAÑERA DE BAJA CALIFORNIA SUR, ELOISA VEGA CASTRO, DE LAS REDES DE APOYO AL CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO, QUIEN MURIÓ CUANDO ACOMPAÑABA A LA DELEGACIÓN DEL CIG EL PASADO 14 DE FEBRERO.
ESPERAMOS HASTA ESTE DÍA PARA SALUDAR LA MEMORIA DE ELOISA PARA QUE NUESTRO ABRAZO FUERA MÁS GRANDE Y ALCANZARA A LLEGAR LEJOS, HASTA EL OTRO LADO DE MÉXICO.
Y ESTE ABRAZO Y ESTE SALUDO SON GRANDES PORQUE SON DE TODAS LAS ZAPATISTAS Y DE TODOS LOS ZAPATISTAS EN ESTE 8 DE MARZO PARA ESA MUJER QUE LUCHÓ Y HOY NOS HACE FALTA: ELOISA VEGA CASTRO. VAYA NUESTRO SENTIMIENTO PARA SU FAMILIA.
HERMANAS Y COMPAÑERAS QUE NOS VISITAN:
GRACIAS A TODAS QUE YA ESTÁN PRESENTES AQUÍ EN ESTE PRIMER ENCUENTRO INTERNACIONAL DE MUJERES QUE LUCHAMOS.
GRACIAS QUE HICIERON EL ESFUERZO PARA VENIR DE TODOS LOS MUNDOS A ESTE RINCÓN EN QUE ESTAMOS.
BIEN LO SABEMOS QUE NO FUE FÁCIL LLEGAR HASTA ACÁ Y QUE TAL VEZ MUCHAS MUJERES QUE LUCHAN NO PUDIERON VENIR A ESTE ENCUENTRO.
MI NOMBRE ES INSURGENTA ERIKA, QUE ASÍ NOS LLAMAMOS LAS INSURGENTAS CUANDO NO HABLAMOS DE INDIVIDUAL SINO DE COLECTIVO. SOY CAPITANA INSURGENTE DE INFANTERÍA Y ME ACOMPAÑAN OTRAS COMPAÑERAS INSURGENTAS Y MILICIANAS DE DIFERENTES GRADOS.
NUESTRO TRABAJO VA A SER CUIDAR ESTE LUGAR PARA QUE SÓLO ESTÉN MUJERES Y NO DEJAR QUE SE META NINGÚN HOMBRE. PORQUE LO SABEMOS QUE SON MAÑOSOS.
ENTONCES PUES NOS VAN A VER QUE ANDAMOS POR VARIOS LADOS Y ES PARA ESO DE VIGILAR QUE NO SE METAN HOMBRES Y SI SE METE UNO PUES LO VAMOS A AGARRAR Y LO VAMOS A SACAR PORQUE CLARO SE DIJO QUE NO ESTÁN INVITADOS HOMBRES Y POR ESO LES TOCA ESTAR ALLÁ AFUERA Y YA LUEGO SE ENTERAN DE LO QUE PASÓ AQUÍ.
USTEDES PUEDEN ANDAR DONDE QUIERAN. PUEDEN SALIR O ENTRAR LAS VECES QUE QUIERAN, SÓLO NECESITAN EL GAFETE Y YA. PERO LOS HOMBRES NO PUEDEN ENTRAR HASTA QUE ACABE NUESTRO ENCUENTRO.
HAY TAMBIÉN COMPAÑERAS PROMOTORAS DE SALUD Y ALGUNAS DOCTORAS. ENTONCES SI ALGUIEN SE ENFERMA O SE SIENTE MAL, BASTA QUE NOS DIGAN A CUALQUIERA DE NOSOTRAS Y RÁPIDO AVISAMOS PARA QUE ATIENDAN LAS PROMOTORAS Y SI ES NECESARIO REVISE LA DOCTORA Y SI ES NECESARIO PUES TENEMOS UNA AMBULANCIA LISTA PARA LLEVAR A UN HOSPITAL.
HAY TAMBIÉN COMPAÑERAS COORDINADORAS, TÉCNICAS DE SONIDO, DE LA LUZ SI ES QUE SE VA, DE LA HIGIENE COMO DE LA BASURA Y LOS BAÑOS Y PARA QUE ESTAS COMPAÑERAS TAMBIÉN PUEDAN PARTICIPAR EN EL ENCUENTRO PUES LES PEDIMOS QUE CUIDEN DE LA BASURA, DE LA HIGIENE, DE LOS BAÑOS.
HOY SOMOS MUCHAS PERO COMO SI FUÉRAMOS UNA SOLA PARA RECIBIRLAS Y QUE SE SIENTAN LO MEJOR QUE SE PUEDE SEGÚN NUESTRAS CONDICIONES.
HERMANAS Y COMPAÑERAS:
NUESTRA PALABRA ES COLECTIVA, POR ESO ESTÁN AQUÍ CONMIGO MIS COMPAÑERAS.
A MÍ ME TOCA LEER, PERO ESTA PALABRA LA ACORDAMOS EN COLECTIVO CON TODAS LAS COMPAÑERAS QUE SON ORGANIZADORAS Y COORDINADORAS EN ESTE ENCUENTRO.
PARA NOSOTRAS COMO MUJERES ZAPATISTAS ES UN ORGULLO MUY GRANDE ESTAR AQUÍ CON USTEDES Y LES DAMOS LAS GRACIAS PORQUE NOS DIERON UN ESPACIO PARA COMPARTIR CON USTEDES NUESTRAS PALABRAS DE LUCHA COMO MUJERES ZAPATISTAS QUE SOMOS.
COMO HABLO EN NOMBRE DE MIS COMPAÑERAS, MI PALABRA VA A ESTAR REVUELTA PORQUE SOMOS DE DISTINTAS EDADES Y DE DISTINTAS LENGUAS, Y TENEMOS DISTINTAS HISTORIAS.
PORQUE LO MISMO TRABAJÉ DE SIRVIENTA EN UNA CASA DE LA CIUDAD, ANTES DEL ALZAMIENTO, QUE CRECÍ EN LA RESISTENCIA Y REBELDÍA ZAPATISTAS DE NUESTRAS ABUELAS, MAMÁS Y HERMANAS MAYORES.
LO MISMO MIRÉ COMO ESTÁ LA SITUACIÓN EN NUESTROS PUEBLOS DESDE ANTES DE LA LUCHA, UNA SITUACIÓN MUY DIFÍCIL DE EXPLICAR CON PALABRAS Y MÁS DIFÍCIL DE VIVIR, VIENDO CÓMO MORÍAN DE ENFERMEDADES CURABLES NIÑOS Y NIÑAS, JÓVENES, ADULTOS, ANCIANOS Y ANCIANAS.
Y TODO POR FALTA DE ATENCIÓN MÉDICA, DE BUENA ALIMENTACIÓN, DE EDUCACIÓN.
PERO TAMBIÉN MORÍAMOS POR SER MUJERES Y MORÍAMOS MÁS.
NO HABÍA CLÍNICAS Y DONDE SÍ HABÍA QUEDABA LEJOS. Y LOS DOCTORES DEL MAL GOBIERNO NO NOS ATIENDEN PORQUE NO SABEMOS HABLAR CASTILLA Y PORQUE NO TENEMOS DINERO.
EN LA CASA DONDE TRABAJÉ DE SIRVIENTA NO TENÍA SALARIO, NO SABÍA HABLAR ESPAÑOL Y NO PODÍA ESTUDIAR MÁS, APENAS APRENDÍ UN POCO DE HABLAR.
DESPUÉS SUPE QUE HAY UNA ORGANIZACIÓN QUE LUCHA Y EMPECÉ A PARTICIPAR COMO BASE DE APOYO Y SALÍA EN LAS NOCHES A ESTUDIAR Y REGRESAR YA AMANECIENDO PORQUE EN ESE TIEMPO NADIE LO SABÍA DE LA LUCHA QUE HACÍAMOS PORQUE ERA TODO CLANDESTINO.
EN ESE TIEMPO PARTICIPABA EN TRABAJOS COLECTIVOS CON OTRAS MUJERES ZAPATISTAS COMO EN ARTESANÍA, FRIJOLAR, MILPA, GRANJA.
Y TODO LO HACÍAMOS EN CLANDESTINO PORQUE SI TENÍAMOS REUNIONES O ESTUDIOS POLÍTICOS, TENÍAMOS QUE DECIR DE OTRA MANERA PORQUE ALGUNOS NO SABÍAN NADA NI EN SUS PROPIAS FAMILIAS.
PERO TAMBIÉN NACÍ Y CRECÍ DESPUÉS DEL INICIO DE LA GUERRA.
NACI Y CRECÍ CON LAS PATRULLAS MILITARES RONDANDO NUESTRAS COMUNIDADES Y CAMINOS, ESCUCHANDO A LOS SOLDADOS DECIRLES CHINGADERAS A LAS MUJERES NOMÁS PORQUE ELLOS ERAN HOMBRES ARMADOS Y NOSOTRAS ÉRAMOS Y SOMOS MUJERES.
PERO NO TUVIMOS MIEDO ASÍ EN COLECTIVO, SINO QUE DECIDIMOS LUCHAR Y APOYARNOS EN COLECTIVO COMO MUJERES ZAPATISTAS QUE SOMOS.