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Sobre el tema: La Tormenta y el Día Después. Undécima parte: ¿Otroas en el día después? | ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ | Noviembre de 2024

Fuente: Enlace Zapatista

Sobre el tema: La Tormenta y el Día Después.

Undécima parte: ¿Otroas en el día después?

  “Bueno, un obstáculo menos en el intrincado camino a la felicidad”, señaló el capitán.

  Lo sé, este inicio le puede parecer a usted desconcertante, así que permítame ponerle “en contexto”.  Estamos de nuevo en la situación hipotética del día después en una comunidad originaria que sí vio venir la tormenta y se preparó.  Ahí, el asunto que nos ocupa empezó así:

  El capitán, aplicando su método de “divide, confronta y estarás en problemas”, había organizado escuadras de bicicletas estacionarias con sendos dinamos cada una.  Bueno, en realidad no son bicicletas estacionarias, son mecánicas con una ingeniosa estructura de madera que permite que la rueda trasera quede rodando en el aire.  Así, la única resistencia a su rodar es la que presenta el dinamo que genera energía, la cual es conducida por un revoltijo de cables, conectados en paralelo, que aterrizan en un acumulador.

  El capitán convocó a las compañeras y así les dijo: “Vamos a hablar como mujeres que somos.  Bien lo sabemos que los pinches hombres nos burlan que no tenemos fuerza, que estamos muy gordas o que estamos muy flacas.  Entonces nos han lanzado un reto.  Dicen que no podemos generar la suficiente energía para recargar un acumulador de 12 voltios en una hora de pedalear.  Yo, como su autodenominado representante, recibí el reto y subí la apuesta: podemos 2 acumuladores.  Ellos rieron, como de por sí son los malditos hombres.  Entonces tenemos este problema de si vamos a dejar que nos burlan como mujeres que somos.  O si los vamos a derrotar, humillar, golpear, zarandear, tirar y bailar la Cumbia del Sapito encima de sus miserables cadáveres”.

  Contra lo que esperaba el capitán, el flamígero discurso no produjo el resultado incendiario esperado.  Algunas bostezaron, otras siguieron bordando.  Eso sí, todas sin dejar de pedalear.

  Acabado el turno femenino, el capitán se dirigió a donde los varones chismeaban y así les dijo: “Hermanos en el infortunio de ser dominados por las hembras.  Las malditas mujeres nos han lanzado un reto con todo y sus prensapelos.  Dicen que no aguantamos ni 3 minutos y que menos vamos a poder recargar 2 acumuladores de 12 voltios pedaleando.  Comprendo y comparto su desconcierto e indignación.  Además de que nos obligan a cocinar y lavar la ropa, las malvadas con prensapelo pretenden cuestionar y humillar nuestra hombría.  Creo, y estarán ustedes de acuerdo conmigo, que no podemos sino hacer honor al sistema patriarcal que nos formó con ahínco y perseverancia durante siglos, y tenemos que responder al reto con gallardía y donaire”.

  Contra lo que se pueda pensar, el discurso, pleno de testosterona, no logró interrumpir el chismerío que dominaba a la escuadra varonil que pedaleaba con desgano.  Eso sí, siguieron bordando con habilidad y entusiasmo.

  Estaba el capitán calculando que, con 4 acumuladores al tope, bien se podría, energizar al menos 2 bocinas para una tanda de cumbias, cuando llegaron… loas otroas.

  Estoas otroas, haciendo honor a su natural rebeldía, son contreras.  O sea que, como quien dice, llevan la contra.  Por eso no se identifican como varones y tampoco como hembras, desafiando así las leyes biológicas, anatómicas, ideológicas, religiosas, políticas y lógicas que el sistema heteropatriarcal ha logrado erigir durante siglos.  Haciendo bulla, le reclamaron al capitán el que fueran excluidoas de la confrontación de géneros, y, de paso, exigían una explicación del término o nominación de “otroas”.

  El capitán contempló con serenidad (que es como el capi nombra al pánico y el terror cuando toman posesión de su hermoso y bien formado cuerpo) al contingente, encendió su pipa con mano temblorosa, y empezó, no sin un tartamudeo inicial, a explicar:

  “Miren, les explico el origen de la palabra.  El zapatismo es muy otro, como de por sí.  Y, gracias a los más primeros dioses, los que crearon el mundo, no ha perdido su capacidad de asombro.  Cuando, en los primeros tiempos de nuestra aparición pública, contemplamos con sorpresa que el mundo era más grande de lo que imaginábamos, y que contenía en su ser muchos mundos.  Detectamos que sintonizábamos con otras personas que, al igual que nosotras, eran despreciadas, humilladas, perseguidas, violentadas, encarceladas, desaparecidas y asesinadas, por razón de ser quienes eran.  Además de las mujeres en general, encontramos sintonía con las diferencias.  En ese entonces, empezamos a dirigirnos también a homosexuales y lesbianas.  Pero luego resultó que había más diferencias: transgénero, transexual, trasvesti, intersexual, bisexual, queer, asexual, bi, poli, etcétera.  Entonces a quienes queríamos dirigirnos eran más de lo que creíamos.  El mundo no sólo estaba poblado de esas diferencias “minoritarias”, también eran atacadas por el sistema.  Y el problema no es el uso de los baños, sino la violencia que padecen.  Como si el afán hegemónico pretendiera homogeneizar a toda la humanidad, convirtiendo la diferencia en un delito y persiguiéndola para extinguirla.  El asunto es que, como pueblos zapatistas que somos, nos dimos cuenta de que siempre habría diferencias y que cada quien las nombraba como se le daba la gana.  Como las diferencias son más que nuestro limitado conocimiento, decidimos usar el término “otroa” no para designar una identidad, sino para enfatizar las diferencias (y nuestra ignorancia para nombrarlas).  Es nuestra forma de decir “etcétera”, pero no para excluir o minimizar, sino para estar siempre abiertos a la presencia de nuevas diferencias que, como es lógico, pueden no ser tan nuevas. En resumen: “otroas” nombra a todas las diferencias existentes y a las que van a existir, o que ya existen y no son nombradas”

  Cuando terminó su explicación, si es que se le puede llamar así a esas incoherencias hiladas, el capitán se dio cuenta de que nadie estaba escuchando.  Loas otroas habían tomado por asalto las bicicletas y pedaleaban con un ritmo y velocidad tan admirables, que serían la envidia de machos y hembras.  El capitán, en lugar de amilanarse por su fracaso como orador, hizo cuentas y concluyó que, con otroas, habría energía para hasta 2 o 3 tandas más de cumbias, pues era de esperar que otroas hicieran honor a su diferencia y superaran a hombres y mujeres.

  Cuando terminó su turno, el capitán preguntó, curioso, a un grupo de otroas si, además de quererse y cariñarse, también peleaban, discutían y se regañaban cuando se relacionaban entre sí.  Respondieron que sí, que claro, que por supuesto, que era de esperarse, pero que el capitán precisara a qué se refería.

  El capitán retomó el axioma enunciado por el finado Supmarcos -que diosito lo tenga en su santa gloria y la virgen santísima lo colme de bendiciones-, que reza: “el origen del desamor está en quien tiene el control de la televisión.  Separaciones traumáticas, divorcios, odios sinfín y guerras mundiales tienen su origen en la posesión de ese aparato infernal.  Y bueno, también de por dónde se aprieta el tubo de la pasta dental”.  El capitán, que tendía a ser más lapidario que el finado, lo sintetizó así: “La historia de la humanidad, es decir, la historia no escrita, es la historia de la lucha por el control de la televisión”

  Unoa otroa sentenció con fastidio: “ya no hay televisiones”, a lo que el capitán respondió con la frase con la que inicia este texto.

-*-

  En el siguiente encuentro-baile (siempre en el día después), todas, todos y, claro, todoas, inundaron de movimiento la planada enlodada con la lluvia reciente.  Mientras. las parejas más discretas buscaban alejarse a la oscuridad porque el baile, como el amor y la amistad, suelen tener luz propia.  Los acumuladores duraron un buen de tiempo, aunque no tanto como el día anterior a la tormenta, cuando los bailes empezaban a las 2000, hora suroriental, y finalizaban cuando el sol terminaba por descorrer la sábana de neblina y en el equipo de sonido se escuchaba: “Hay café caliente y marquesote de pinole en el comedor “Uca, Uca, quien se lo encuentre se lo emboruca”.  Entrada libre”

  En el campo, un grupo de contreras seguía bailando la “cumbia del común”.  Las partes del todo iluminaban la penumbra.  Como si las estrellas, aburridas de su distante lejanía, bajaran a tierra y mordisquearan el día después.

Desde el escuadrón de bicicletas energéticas.

El Capitán probando a ver qué pasa si, en lugar de en paralelo, conecta los cables en serie… oh, oh… ¡rápido, un extinguidor!

Noviembre del 2024.

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Radio Zapatista

Colección Al Faro Zapatista en la FIL Guadalajara

El próximo miércoles 4 de diciembre a las 4 pm, en el Salón México II, en el Hotel Barceló Guadalajara se presentará la colección Al Faro Zapatista como parte de la Feria Internacional del Libro. En entrevista para Cosa Pública, el Dr. Jorge Alonso Sánchez habla sobre la colección y la importancia de la presentación.

CLACSO, en conjunto con la Cooperativa Editorial Retos, la Cátedra Jorge Alonso y el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, conmemoran los 30 años del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional con la publicación de treinta libros de bolsillo en el marco de la Biblioteca en Acceso Abierto CLACSO/Al Faro Zapatista.

Esta serie es un homenaje a las mujeres, niñas(os), ancianas(os) y hombres zapatistas en sus más de quinientos años de resistencia y sus treinta años de vida pública rebelde desde el levantamiento del 1 de enero de 1994.

La iniciativa fue impulsada por el Grupo de Trabajo CLACSO Cuerpos, territorios, resistencias y por más de medio centenar de trabajadorxs de las Ciencias Sociales, activistas de México, América Latina, EE.UU., Europa Insumisa y Asia. Los libros muestran por qué, dónde y cómo el zapatismo ha sido el faro para muchos y muchas habitantes del planeta Tierra.

Participan
Xochitl Leyva Solano, CIESAS Sureste y co-coordinadora del Grupo de Trabajo CLACSO Cuerpos, territorios, resistencias
Jorge Alonso, CIESAS Occidente
Inés Durán Matute, CIESAS Occidente
Sofía Carballo Espinosa, Tipobyte Estudio Editorial
John Holloway, UBAP
María Fernanda Pampín, Directora de Publicaciones CLACSO
Axel Köhler, CESMECA-UNICACH
Jorge Regalado, CUCSH-UDEG
Gabriela Martínez, ITESO

Organizan
CLACSO
Grupo de Trabajo CLACSO Cuerpos, territorios, resistencias
Cooperativa Editorial Retos
Cátedra Jorge Alonso
Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara

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Los Tercios Compas y ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ

Sobre el tema: La Tormenta y el Día Después. Décima parte:  LA SALUD SEGÚN LA DOÑA JUANITA | Los Tercios Compas y ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ

Sobre el tema: La Tormenta y el Día Después

Décima parte:  LA SALUD SEGÚN LA DOÑA JUANITA.

  No es hoy el día después.  La doña Juanita muele el maíz que luego será tortilla nueva en la mesa donde, después de la práctica, los promotores comerán.  La doña Juanita me confiesa que, a la hora de repartir la comida, les sirve más a las promotoras de salud.  Porque son sanadoras, dice, y necesitan más fuerza para que su cabeza aprende y enseña.

  Hablamos.  Más bien, habla ella y yo escucho.  Dice de una tierra lejana que está ahí nomás, al otro lado de la sierra que extiende su falda en nuestro suelo; nuestra tierra que antes fue de los extraños, los de afuera, los de dinero y muerte; suelo que libre se hizo por nuestra lucha.

  Está contenta la doña Juanita con la lucha.  Contando historias del pasado, cuando el finquero y el gobierno mandaban, anima a sus nietas, las exhorta, les advierte: “No dejes la lucha nunca, busca tu lugar y pelea para defenderlo.  Si lo pierdes, de balde murieron nuestros muertos y te van a venir a jalar las greñas.  Y yo te voy a agarrar a patadas.  Aunque esté yo muerta, en la noche llego”.

  “La sistema sólo nos enseñó a mal morir”, dice mientras atiza el fogón.  “Y la lucha nos enseñó a vivir.  Difícil seguir el camino de la muerte, y más difícil caminar la vida.  Pero más alegre la lucha, porque te hace que miras lejos.  Por ejemplo, de la salud.  Antes la enfermedad sólo terminaba con la muerte, y nuestra medicina sólo retrasaba un poco que somos difuntos.  Ahora hay muchas formas de salud.  Empezando desde abajo, así como se levanta una champa.  Bueno, eso pienso yo.  Así dice mi cabeza.  Por eso es bueno que las jóvenas aprendan de la salud.  Porque ese camino es largo y es de vida.  Pero que no sólo de plantas medicinales, porque hasta yo sé de eso.  Es de cosas nuevas, de laboratorios y esos aparatos raros que oyen lo que dice tu tripa.  De abrirle la panza a un hermano, sacarle el mal y remendarlo como se remienda la nagua.  Yo creo que el finquero nos quería enfermos para que rápido morimos y no estamos dando lata.  Como quiera el Mandón trae gente de otro lado a servirle.  La lucha es buena porque no es sólo de matar o morir, es de vivir.  Yo lo quiero ver eso de que le meten cuchillo a un cristiano, pero buen cuchillo porque no mata, sino que cura.  Es muy otro eso de la salud.  Creo por eso una no lo dice cuando se enferma.  No es por valiente y que no quieres hacer bulla.  Es porque tienes miedo del cuchillo que cura.  Imagina que ves en tu ojo como el machete llega en tu panza.  ¡Ay diositillo!”, dice la doña Juanita mientras se persigna repetidas veces.

  Revisa el frijol la doña Juanita.  Me dice que, en esa otra tierra, cercana -aunque lejos-, viven pueblos hermanos que a esos suelos llaman “Palestina”.  Dice que la destrucción y la muerte siguen sembradas allá, aunque ahora otra guerra en otra geografía sea la noticia que oculta su noticia.  No llora la doña Juanita cuando habla “Palestina”.  Su mirada brilla, sí, pero no hay pena.  Hay rabia, coraje, vergüenza.

  “No conozco, pero me imagino que a esos pueblos todos quieren decirle lo que deben hacer.  Así fue con nuestras comunidades, que llegaban a ordenarnos qué debemos pensar, vestir, comer, rezar, hasta quieren decirnos cómo hablar.  El Mandón no siempre llega con cara de finquero.  A veces llega con cara de buena gente, que te viene a ayudar, que te da su limosna, que te acaricia.  Pero lo que quiere es mandar.  Viera que no luchamos, hoy estaríamos igual, viviendo una vida que no es la nuestra.

  No tendríamos conciencia nuestra y seríamos lo que la mirada de otros quiere que seamos.  No sirve así, porque sólo te dejan la muerte.  Tu vida es la vida que dicen ellos y no la tuya.  Es buena la lucha porque no manda, sino que obedece”.

  Suspira la doña Juanita.  Apila las tortillas y los recuerdos, y me cuenta una historia que le contó su abuela hace 30, 50, 100, mil años.  Ya es de edad la doña Juanita, pero es otra vez una niña cuando repite la historia que su abuela le trajo de sus más anteriores:

  “Después del principio los seres que empezaron a hablar, y así caminar, mucho peleaban.  Querían tener.  Quien tenía poco, quería mucho.  Quien no tenía nada, quería tener. aunque sea un poco.  Quien tenía mucho, quería tenerlo todo.  No era su modo de por sí.  Ese modo lo trajo el que es del color del dinero, el de ojos fieros y manos de muerte, el Dzul.  Mucho sufrían los anteriores.  Y mucho entre ellos peleaban.  Y con las peleas, las enfermedades para todos: para las crías, para las madres, para los padres, para los campos, para los animales.  Enfermaban también las plantas y se enfermaban las aguas y los cielos.  Antes de los dineros, había salud y la enfermedad de más querer tener no existía.  Había el común.

  Los Dzules, los extranjeros, los de afuera, les enseñaron a los nuestros que, para dominar un pueblo, había que dominar a las mujeres.  Y que, si no se dejaban, había que matarlas.  Porque matando mujeres, decían los Dzules, mataban rebeliones futuras.

  Pero las mujeres tenían una más sabedora, más grande de edad y de rango.  Ixchel es su nombre y su trabajo es la salud de todo.  De día se esconde, pero de noche hace la guardia para ver si todo está cabal.  Es luna pues, la Ixchel.

  A las mujeres que luchan, Ixchel les dio la fortaleza interna de corazón y cuerpo.  Grande hizo su corazón para que en él cupiera la semilla de la vida.  Por eso las guerras del opresor buscan dañar a las mujeres que luchan.  Desde pequeñas son atacadas.  Porque en ellas va la vida, va el mañana.  Rebeldes las hizo.  Inconformes.  Sabias las creó.  Vista lejana tienen.  Miran vida más allá de donde los demás sólo ven muerte.  Y cuando se embravece la Ixchel, ahí sí, olvídate de que muy machitos y mandones.  Por eso nuestro trabajo como mujeres que somos, es resistencia y rebeldía.  Porque sólo así se sana una tierra mancillada con bombas, industrias y máquinas.  Sólo así puedes curar la muerte.  Luchando pues”.

-*-

  Ahora me doy cuenta de que la doña Juanita, cuando expresa “Palestina”, dice “niña, mujer, anciana”.  Y por eso la doña Juanita, que fue y es niña, mujer y anciana, cuando habla “Palestina” dice “rabia”, sí, pero también dice “mañana”.

  Y eso es lo que decimos las comunidades zapatistas cuando decimos “Palestina”.

Vale.  Salud y pues eso: salud.

Desde las montañas del Sureste Mexicano, casi esquina con Medio Oriente.

El Capitán.
Noviembre del 2024.

Imágenes de Los Tercios Compas y Música «Sobreviviré» con Panteón Rococó

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RED UNIVERSITARIA ANTICAPITALISTA

Gracias!

Fuente: Caminoalandar.org

A las madres y familias buscadoras

Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional

Al Congreso Nacional Indígena

A las personas y organizaciones firmantes de la Declaración por la Vida

A las personas de buen corazón en México y el mundo

Arriba, el odio y la avaricia guían las decisiones de los señores de la guerra y del dinero. Nos amenazan con deportaciones masivas, genocidios, violencia feminicida y la devastación de la naturaleza. Imponen en nuestro horizonte la posibilidad de una guerra mundial con armas de destrucción masiva.

En México, esos mismos señores de la guerra con sus operadores políticos, llevan la situación al desastre: 117 mil personas desaparecidas, 13 feminicidios diarios, 6 mil fosas clandestinas, 261 personas defensoras del territorio asesinadas y 93 desaparecidas, e incontables proyectos de muerte como el mal llamado Tren Maya y el corredor Transístmico.

Hay quienes atraviesan día a día las caras más crueles de esta Tormenta, se ha derramado ya mucha sangre, se han arrebatado muchas vidas, desde México hasta Palestina.

En estas condiciones, madres y familias salen a buscar a sus seres queridos. Junto con organizaciones y colectivas exigen justicia y resisten a lo largo del tiempo y frente a los malos gobiernos de LA POLÍTICA DEL DESAPARECER. Sabemos que, entre las mentiras y eternas promesas, mantener la esperanza no es fácil. Pero ustedes han demostrado que el ejercicio de memoria no es resignación, es lucha contra el olvido, es desnormalizar algo que se ha normalizado.

En medio de la destrucción, los pueblos defienden la vida y el territorio. Como desde esta ciudad, la Toma del INPI nos enseña cómo Samir se ha vuelto semilla. Desde el sureste, el EZLN también nos llama a “buscar a las buscadoras”…  y hacerles saber que “No están sol@s. Su dolor es nuestro dolor. Nuestra es también su digna rabia”.

La sociedad mexicana, pensamos, está llamada a cambiar la mirada, a ver el desastre y actuar frente a él, a recuperar la dignidad en todas las geografías, y organizarnos por la vida. Resistamos la inercia de la normalización de la guerra guiad@s por las madres buscadoras y los pueblos originarios.

El Resonancias del Caracol por Nuestr@s Desaparecid@s. Memorial musical. Alto a la guerra contra las comunidades zapatistas fue posible por el trabajo de muchas personas que pensamos es urgente actuar. Con dicho evento volvimos a confirmar lo que las y los compañeros zapatistas nos han dicho por mucho tiempo: en la organización de abajo y a la izquierda está la vida. Por ello queremos decir gracias.

A las madres y familias buscadoras: ustedes representan la dignidad en este país tan lastimado, y la multiplican por todas las geografías que recorren buscando a sus seres queridos. Les decimos gracias por responder a nuestra convocatoria y darse cita en Plaza Tlaxcoaque. Gracias por regalarnos, en medio de tanto dolor, una sonrisa, un baile, un abrazo y su alegre rebeldía.

A los pueblos zapatistas y pueblos del Congreso Nacional Indígena, gracias por alumbrarnos con su saber y resistencia. Ustedes son la luz que alumbra el andar en estos momentos de oscuridad para la humanidad.

A tod@s l@s artistas que se sumaron a este memorial musical: gracias porque con su arte hicieron de este abrazo colectivo un gesto más amoroso, más solidario.

A l@s compas de la Red de Apoyo Iztapalapa Sexta, de la Brigada Marabunta, de Cooperativa desde el nido del Colibrí y de Bamboo Salud Integral Cooperativa: gracias por su trabajo comprometido, su paso firme, su presencia organizada, sus manos sanadoras. Con ustedes, todo.

A la Comunidad Otomí residente en la Ciudad de México, gracias por acompañar la iniciativa desde el primer día, por hacerla suya y convertirnos en un gran nosotr@s. Solo en común naceremos mundos nuevos.

Gracias a todas las personas que hicieron posible le mercadita, haciendo de la autogestión una ruta a seguir. Gracias a las compas de la Kocina Komunitaria (KOKO) de la comunidad de Xochitlanezi, por mantener las barrigas llenas y los corazones contentos. Gracias al Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana por toda la solidaridad.

Gracias a quienes guiaron y participaron del momento espiritual, enseñándonos otra interpretación de la comunión. Gracias a quienes asistieron, a quienes apoyaron económicamente, quienes pegaron un cartel o repartieron volantes, a quienes se sumaron a los equipos de apoyo. Todo ayudó. Gracias por hacer posible el Resonancias del Caracol por Nuestr@s Desaparecid@s. Memorial Musical. Alto a la guerra contra las comunidades zapatistas.

 

Porque l@s desaparecid@s nos faltan a tod@s

Alto a la guerra contra las comunidades zapatistas.

RED UNIVERSITARIA ANTICAPITALISTA

27 de noviembre de 2024

 

PD. Falta lo que falta. Les estaremos informando. 

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Los Tercios Compas y ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ

Sobre el tema: La Tormenta y el Día Después. Novena parte: Primeros Auxilios para el Día Después | Los Tercios Compas y ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ

Sobre el tema: La Tormenta y el Día Después.

Novena parte: Primeros Auxilios para el Día Después

  El Sistema de Salud Autónoma Zapatista dirigió una carta-protesta a la Capitanía de Puerto manifestando su inconformidad frente al tratamiento de la picadura de la araña violinista, referida en la octava parte: “otro día después”.

  Primero desconocen la existencia del cargo de “Jefe Supremo de la Prevención de Salud, Vacunación, Lava tu mano, Necropsias y Anexas, Certificados de Defunción y demás”, que no existe en el organigrama de los servicios de salud zapatista.  Tampoco hay inscrito ningún escarabajo en formadores y promotores de salud autónoma.  Dicho lo anterior, señalan que no es de fiar la anécdota referida por el capitán (yo mero) del ataque sufrido por una araña musical.  Pero, dando por descontado que el capitán tiene muy revuelto su pensamiento en su cabeza -y frente a lo cual recomiendan una operación invasiva de su cerebro (oh, oh, se ofrecen a practicarla)-, insisten en que se están preparando para el día después.

  Para tranquilidad de quienes padecen las enfermedades del arte y la ciencia (así dice la carta), les aseguran que actualmente se están dando cursos de primeros auxilios en todas las comunidades zapatistas.

  Detallan que podrán dar atención inicial para piquetes de araña, alacrán y víbora; heridas por corte de machete, caída de caballo, de vehículo motorizado y de árbol; atragantamiento y ahogamiento en ríos, lagunas, charcos y en vasos de agua.  Presumen que, con sus poderosas bicicletas mecánicas y eléctricas, podrán llegar más rápido al lugar de la desgracia y administrar los primeros auxilios, mientras llega un vehículo para transportar a la víctima a la clínica más cercana.  De ahí, según el caso, o cosa, se moverían al futuro laboratorio y al deseable quirófano -donde esperad@s cirujan@s y laboratoristas darán cursos, experimentarán con los fluidos y órganos de los pacientes, y meterán cuchillo con singular alegría-.

  Sin embargo, declaran que, frente a una araña, la recomendación de “corre por tu vida”, es acertada.  Para dejar de fumar, insisten con ingenuidad, no hay que esperar al día después: hay que hacerlo ya.  Já.

  Para enfatizar lo dicho, mandan unos videos de fragmentos de los cursos.

Es todo.

Desde la lista de espera para ser intervenido con una lobotomía.

El Capitán, fumando su enésima pipa y prometiendo que, mañana sí, dejará el vicio.
Noviembre del 2024.

P.D.- Sí me picó una araña violinista.  Pero el instrumento musical no aparece y los promotores no ofrecen apoyo para su búsqueda.

OTRA P.D.- Llegaron la Verónica y el Chuy con sus motosierras (cfr. “Comando Palomitas”).  Que para operarme, dijeron.  Les disuadí con paletas de chamoy, pero temo que regresen.  Ya nada está seguro, oiga.


Videos de Los Tercios Compas y música «Feeling Good» de Nina Simone

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Sobre el tema: La Tormenta y el Día Después. Octava Parte: Otro día después | ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ

Sobre el tema: La Tormenta y el Día Después.

 Octava Parte: Otro día después.

  ¡Uf! Usted ya la ha librado en la parte de las presentaciones.

  Ahora está preparándose para ir al trabajo que le han encomendado.  Debe de ir a la hortaliza/ la milpa / el taller mecánico / el depósito de tablas / la cocina / el comedor / el auditorio en ciernes / la escuela comunitaria / etcétera / etcétera / ¿ya dije que etcétera?

  Se prepara mentalmente, aspira y expira (aunque más parece que suspira).  Está por preguntar dónde diablos queda el lugar, cuando una jovencita (usted calcula que debe andar entre los 19 y 20 años), se le acerca y le saluda.

  Sonriendo se presenta: “Yo me llamo Defensa y me “apedillo” “Zapatista”, ¿tú cómo te llamas?”  Usted titubea antes de dar su nombre, y lamenta no haber podido elegir su nombre con algo así de sugerente.

  Ella sigue sonriendo y dice: “Yo te voy a acompañar a donde te toca.  Voy a cuidar que no te pase nada malo”.

  Usted se desconcierta: “¿Nada malo? ¿Como qué?”

  La muchachita: “Pues de repente hay garrapata, mostacilla, culebra, alacrán o araña.  El otro día al capitán le picó una araña que le dicen “violinista”.  Violinista la araña, no el capitán.  Ése no toca ni la puerta”.

  Usted traga saliva.  La muchacha, tomándole de la mano y encaminándole al lugar: “yo te voy a enseñar lo que te toca y te voy a cuidar”.  Sigue: “sabemos que vales y te tenemos que cuidar.  En la comunidad, desde antes de que pasara todo lo que pasó, ya sabíamos y entendíamos que gente como tú es importante para mañana”.

  Usted siente que el corazón se le hace como garapiñado y le entra una basurita en el ojo, pero trata de mantenerse ecuánime.  Como suele decir su guardiana: “Nada de que nada, resistencia y rebeldía”.

  Mientras caminan por una brecha, un ruido de pájaros agitados se escucha.  Claro, usted piensa que es una jauría de culebras, alacranes y arañas.  Queda inmóvil.  La jovencita ríe y le explica:

  “Es el pájaro que llamamos “Juanchío”, porque hace así cuando canta: “juanchío, juanchío”.  Eso quiere decir que está contento su corazón.  Míralo, es negro.  A ese pájaro lo queremos y cuidamos, porque casi siempre anda en colectivo.  Con varios pues.  Y cuando ve un peligro, avisa.  Hace “pit, pit, pit”.  Pero como son varios, hacen una gran bulla.  Y cada vez más fuerte y se juntan más, y te señalan con su bulla dónde mero está la amenaza, depende si es culebra o gato de monte.  O sea que te señala dónde mero está el mal”

  Usted traga saliva de nuevo y pregunta “¿También hay gato de monte?”.

  “Sí”, responde ella, “creo que ustedes le dicen “tigrillo”.  Es más pequeño que el puma.”

  “¡¿P… p.. puma?!, usted tartamudea y, para sus adentros, maldice al sistema, la tormenta y el día después.

  Sigue ella: “También les avisa a los animalitos más pequeños cuando anda rondando el gavilán o el águila o la culebra.  En colectivo se turnan para picotear al malo, para que les dé tiempo a los pequeños de protegerse”.

  Usted tiene la piel ya color blanco deslavado cuando pregunta: “Y ahorita, ¿es culebra o gato de monte o puma?”.

  “Ninguno”, dice ella riendo.  “Sólo es amor.  Se están enamorando dos, el macho y la hembra, y hacen mucha bulla y hasta quedan como flotando en el aire para que se vean que están muy galanes”.

  Usted debe estar temblando todavía, porque la jovencita le aclara: “Pero no te preocupes, también se pelean y se regañan.  Se quieren pues”.

-*-

  Más tarde, en el comedor, instintivamente se sientan juntos quienes tenían como maldición, y ahora como bendición, las artes y las ciencias.  Cada quien empieza a contar cómo le fue en su primer día como parte del todo que acá llaman “comunidad”.

  Cuando es su turno y usted inicia con el nombre de su guardiana, alguien más recuerda que la suya se llama “Esperanza Zapatista”.  Y agrega: “y la esperanza, en estos tiempos, siempre se agradece”.

  Alguien de ciencias aplicadas les interrumpe: “Tuvieron suerte.  Mi guardiana se presentó con el nada tranquilizador nombre de “la Calamidad Zapatista”.  No sé, pero no me siento con tranquilidad.  Presiento que algo malo puede pasar”.

  Las carcajadas resuenan en el maltrecho galerón que sirve de comedor y que, a la entrada y para nombrarlo, tiene un letrero que decreta: “Al menos en la comida, ¡ni un paso atrás! (si toca bañar, mejor piénsalo bien)”.

-*-

  P.D. QUE INTERRUMPE Y DONDE EL CAPITÁN ACLARA QUE SÍ PERO NO (el misterioso caso del violín extraviado). – Sí, me picó una araña de las llamadas “violinista”.  Hice lo que cualquier varón hetero, culto, y bien informado haría.  Es decir, tomé una de esas cajitas de toques eléctricos (que antes había en parques, ferias de pueblo, kermeses y cantinas -y que no sé si todavía existen-), y me automediqué una descarga al tope.  120 voltios que superan cualquier café negro cargado.

  Esperé pacientemente pero no.  Mi legendaria torpeza, curtida en décadas de práctica consciente, seguía.  Probé a ver si podía escalar por las paredes, pero los perritos sólo me miraban y, pensando que era un baile de moda para el TikTok, trataban de imitar los movimientos.  Resumen: no me transformé.  Tendré que seguir siendo un superhéroe sin superpoderes.  Eso sí, la araña murió envenenada.  ¿Eh? ¿Creen que debo preocuparme?  Yo creo que faltó voltaje…  Moraleja: no le crean a Peter Parker.  Si ven una araña, no entren en pánico.  Sólo corran por su vida.

-*-

  Al poco tiempo, llegó el que se presentó como “Jefe Supremo de la Prevención de Salud, Vacunación, Lava tu mano, Necropsias y Anexas, Certificados de Defunción y demás”.  ¿Es necesario aclararles que el sujeto se parecía extraordinariamente a un escarabajo?

  Entró a la champa, cubrió el cuarto con una rápida mirada y dijo: “Vengo a ver a la víctima”.  Aunque desconfiado por el aspecto del “jefe etcétera”, me arremangué la camisa y esperé que pusiera el baumanómetro.  El: “Usted no.  Dije la víctima, o sea la araña”.  Extrañado le señalé el rincón donde yacía el cadáver de la ahora mártir.  Se acercó el escarabajo con bata médica y la analizó con detalle.  Cuando estuvo satisfecho, declaró: “No hay duda, murió por una sobre dosis de nicotina”.  Luego, inquisidor, agregó: “¿Fuma usted mucho?”.  Yo: “a veces, poco, muy de vez en cuando, aunque siempre sí un poco bastante”.  “Ajá”, dijo el médico forense.  “Me temo mi narizón amigo que usted tiene delito.  Dos delitos, para ser más preciso”.  “¿Yo?  ¿Por qué?  Ella empezó primero porque me picó sin avisar siquiera”.  El sujeto sacó una libretita a saber de dónde y, escribiendo en ella, agregó: “Homicidio por transfusión en grado perverso.  Uh, eso es grave, está usted en problemas.”  Yo traté de protestar: “Pero Durito…”  Él: “Nada de Durito, debe usted dirigirse a mí como “su Eminencia” y el otro delito es… mh… mh… ¡robo de instrumento artístico!”  Yo estaba desconcertado: “¡Pero no robé nada!”.  El fiscal artrópodo: “¿No es esa una araña violinista?”  “Sí´, así les dicen”, titubee.  “Ergo, ¿dónde está el violín?”

-*-

  He buscado el violín por todas partes y nada.  Estaba pensando que tal vez necesitaría un abogado, cuando apareció el mismo personaje, pero ahora con toga y birrete.  Entra con paso ceremonioso y me extiende una tarjeta en la que se lee “Despacho Jurídico Duro pero Tupido”, presidente, principal accionista y único miembro: Don Durito, fiscal, juez, abogado y verdugo de las causas perdidas.  Tenemos servicio a domicilio con aplicación digital -el servicio Premium incluye descuentos en la estadía en “El infierno de todos tan temido”-.  Tarifas módicas.  Sólo euros, dólares canadienses y yuanes.”

  Creo que estoy perdido… ¡Manden tabaco, razaaaa!  Haiga cosa, oiga.

Moraleja 2. – No fumen.  Además de poner en peligro su salud, arriesgan su libertad.

Desde el techo de la champa, preparando mi mejor salto al vacío.

El Capitán.
Noviembre del 2024.

Fuente: Enlace Zapatista

radio
ͶÀT IꟼAƆ ⅃Ǝ

Sobre el tema: La Tormenta y el Día Después. Séptima Parte: Hasta encontrarnos | ͶÀT IꟼAƆ ⅃Ǝ

Fuente: Enlace Zapatista

Sobre el tema: La Tormenta y el Día Después.

Séptima Parte: Hasta encontrarnos. 

  En un rincón de la montaña, el Viejo Antonio forja su cigarrillo frente a una tímida fogata.  Sólo la madrugada escucha sus palabras:

  “Cuentan los más anteriores de nuestros anteriores que en el principio fue la oscuridad, la niebla, el silencio, inmóvil todo.  Estaban ya los más primeros dioses, los que nacieron el mundo.  Pero no fue sino hasta que las primeras palabras fueron dichas que el tiempo empezó su alargado camino.

  Muchas cosas crearon los más primeros dioses, los que crearon los mundos.  Cosas terribles y maravillosas que habrían de encontrar su razón, motivo y destino conforme creciera el paso de los creados, los así formados.

  El corazón del cielo, Hu Rakan, tormenta, relámpago y rayo se hizo para castigar a los seres que, a su madre más primera, la tierra, habían faltado el respeto.  A quienes la vendieron, a quienes la compraron, a quienes la prostituyeron, a quienes la asesinaron.  Para ellos fue el terror, la destrucción, la desesperanza, el vacío.

  Sólo a algunas personas les dieron con qué protegerse.  Les dieron las artes, y les toleraron -y hasta alentaron-, la blasfemia de las ciencias.  Porque esos dioses más primeros, los que nacieron el mundo, crearon a quienes les honraban y a quienes les desafiaban.  Porque con la duda, se dijeron, también se fertiliza el mañana.

  Pero otorgaron especial atención a quien le mueve la memoria, a quien la convierte en indignación y lucha.  Dieron a quien busca, la esperanza y la permanente sorpresa de encontrar a quienes están perdidos en el olvido y el abandono.  Nada reciben, pero reparten certezas donde la incertidumbre ha sembrado pena.  Quien busca sin descanso, es gente cierta de encontrar siempre.

  Así dijeron los más primeros dioses, los formadores de mundos.  Así fueron dichas las primeras palabras y así los primeros pasos”.

-*-

  Anochece y en la planada se concentran todos.  Los originales y los después llegados.  Quienes recién se incorporaron a esa comunidad no muy saben de qué se trata, pero parece que es algo muy solemne y especial.  Como si algo grande pasara.

  Usted escucha un murmullo que se extiende: “Nana’jatikon, Yayatik, Lak´chuchuo´j” (*)

  Las madres buscadoras están al centro, con la hoguera agrandando más sus sombras, ya de por sí gigantes sobre la gente.  Ellas saludan casi como pidiendo perdón.  Quienes coordinan la reunión no les pregunta quienes son, ni qué saben hacer.  En la asamblea todos las miran con una mezcla de cariño, admiración, respeto.

  Esa mirada que sólo se encuentra ya en las comunidades originarias cuando topan a alguien con la suficiente estatura moral para mirarles de frente.

  Las Buscadoras hablan: “Pues hasta acá llegamos, hermanitas, hermanitos.  No sabemos qué decirles, sólo que aquí estamos.”

  De entre quienes están en la silenciosa asamblea, se separa un pequeño grupo de niñas y niños.  Llevan ramos de flores silvestres, de ésas que se encuentran en milpas y potreros.  Les entregan a las madres buscadoras y repiten: Nana’jatikon, Yaya tik, Lak´chuchuo´j” (*).

  Las Buscadoras batallan para articular palabra alguna.  Sus miradas húmedas brillan por el reflejo de la fogata que preside la reunión.

  La más pequeña les dice:

  “Nana’jatikon, Yaya tik, Lak´chuchuo´j (*), nuestras abuelas, nuestras anteriores, nuestras guías, madres nuestras.  Sólo queremos decirte gracias.  Gracias porque no te desmayaste, no te rendiste, no te desanimaste, y no paraste hasta encontrarnos.  Aquí estamos nosotros, los más pequeños.  Aunque lejos, cerca miramos tus pasos.  Aunque débil, fuerte escuchamos tu voz.  Aunque velada por la pena, tu mirada fue y es luz en nuestro camino.  Y tu corazón uno ha sido con el nuestro”.

-*-

  Apartando nubes como si fueran maleza incómoda, la luna se asoma sonriendo.  Es ya la madrugada… del día siguiente.

El Capitán.
Noviembre del 2024.

(*) “Nuestras abuelas” en las lenguas mayas tzeltal, tzotzil y cho´ol, respectivamente.

radio
La Voz de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

A un mes de haber sembrado a nuestro querido jTotik Marcelo en su tierra natal, luego de que le arrebataran la vida los señores de la muerte, seguimos firmes en la exigencia de justicia

Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal

Acteal, Chenalhó, Chiapas, México.
22 de noviembre de 2024

Al Congreso Nacional Indígena
Al Consejo Indígena de Gobierno
A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
A las y los Defensores de los Derechos Humanos
A la Vicaría de Justicia y Paz de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
A los Medios Libres y Alternativos
A los Medios de Comunicación Nacional e Internacional
A la Sociedad Civil, Nacional e Internacional

“Y aun después de muerto, por su fe sigue clamando”
(He 11,4).

Hermanas y Hermanos:

A un mes de que se cumplan 27 años de que se regara aquí la sangre de nuestras 45 hermanos y hermanas inocentes, más los 4 bebitos que aún no nacían, y también a un mes de haber sembrado a nuestro querido jTotik Marcelo en su tierra natal, luego de que le arrebataran la vida los señores de la muerte, seguimos firmes en la exigencia de justicia para todas ellas y ellos. Sabemos que ahora que ya están juntos, se engrandecerán sus corazones y le hablarán a nuestra Mamá-Papá Dios para que renueve nuestras fuerzas de luchar por la paz.

Pues todas ellas, todos ellos, junto con nuestro hermano y compañero Simón Pedro, jamás dejaron de decir la verdad, hasta las últimas consecuencias. Nos mostraron que se puede vivir de otra manera, con amor a los pobres de este mundo, y con ese amor y no por el interés personal, es como se puede cambiar la historia, librarnos de la injusticia, de la crueldad, de los engaños y las mentiras de los poderosos, es como se puede traer la paz.

Por eso hoy estamos de nuevo juntas y juntos para animarnos con el ejemplo de Padre Marcelo y nuestros Mártires de Acteal y seguir siendo su voz, en medio de esta realidad oscura, en donde ellos son fuente de luz para guiar nuestro caminar.

Hoy que la violencia sigue incontrolable a nuestro rededor, cada vez más cerca y en más rincones de nuestro estado y de nuestro país. Hoy que el pacto entre criminales gobierna nuestros estados, hoy que las armas siguen llegando a nuestras comunidades, creando terror y obligando a muchas hermanas y hermanos a desplazarse para buscar un refugio seguro. Hoy que muchos de nuestros compañeros y compañeras no pueden salir a trabajar por miedo a los enfrentamientos armados. Hoy que el paso de muchos caminos está bloqueado por algún grupo armado y nuestros hermanos no pueden salir ni para abastecerse ni para organizarse.

Hoy que el nuevo gobierno federal sigue inundando nuestros pueblos con la presencia de militares, pero no garantiza nuestra seguridad, sobre todo de quienes defendemos la tierra y la vida, que somos impunemente asesinados o desaparecidos.

Hoy que millones de hermanos migrantes centroamericanos que son víctimas del crimen organizado en México, aliados muchas veces con las autoridades migratorias, sufren los peores tratos y violaciones inhumanas en su intento por llegar a los Estados Unidos.

Hoy que las amenazas de deportación masiva y de intensificación de la violencia contra nuestros hermanos que han arriesgado y soportado todo para ir a buscar mejores salarios a los Estados Unidos, se juntan a los riesgos de una verdadera guerra nuclear que puede terminar con la vida humana por la necedad y la ambición de los países más ricos.

Hoy que el gobierno saliente de Estados Unidos vuelve a impedir que las Naciones Unidas apruebe una resolución para parar el genocidio de nuestras hermanos y hermanas en Palestina.

Hoy seguimos clamando: ¡YA BASTA!, también junto con nuestras hermanas y hermanos zapatistas que hicieron retumbar este reclamo y están cumpliendo 41 años de organizarse para buscar justicia, democracia y libertad, retomando el estandarte de Emiliano Zapata y otras mujeres y hombres que dieron su vida para defender su tierra y a sus pueblos durante la Revolución Mexicana, iniciada hace 114 años.

Hoy le recordamos a todas las autoridades responsables de dar inmediatamente con los que decidieron, planearon y ejecutaron el cruel asesinato de nuestro jTotik Marcelo Pérez, transformándolo en nuestro Santo Mártir por la Paz, que no vamos a permitir que empleen las tácticas que acostumbran para retardar y entorpecer los procesos penales y lograr que los autores intelectuales y materiales queden impunes, tal como nos hicieron para dificultar que se sentenciara al asesino material de nuestro compañero defensor de derechos humanos Simón Pedro Pérez López, y como han logrado que hasta ahora permanezca impune la Masacre de Acteal. Sepan que, junto con los esfuerzos de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, nuestra organización estará al pendiente del proceso y no desfalleceremos en lograr que se haga justicia.

(Continuar leyendo…)
radio
Avispa Midia

Éxodo migratorio busca llegar a EEUU antes que Trump al poder

Fuente: Avispa Midia

Por Jeny Pascacio


En portada: En el campamento de migrantes en la capital
chiapaneca, Tuxtla Gutiérre, algunos jóvenes como Cristian de 21 años,
sobreviven haciendo cortes de cabello modernos masculinos por 50 pesos.
Foto: Jeny Pascacio.





Cientos de personas migrantes salen en caravanas desde el sur de
México rumbo a la frontera norte, ante la incertidumbre que provoca la
victoria de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. 





Para Luis García Villagrán, fundador del Centro de Dignificación
Humana con sede en Tapachula, es importante no confundir el objetivo de
las caravanas, pues las personas que caminan kilómetros durante meses no
se movilizan por un tema político, sino por una necesidad humana.





Las personas migrantes decidieron que las caravanas salieran de
Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, simultáneamente, el 5 de noviembre durante
las elecciones presidenciales en el vecino país con un objetivo
mediático, incluso por seguridad. 





Los extranjeros contenidos en ambas ciudades de Chiapas se
organizaron en un grupo de Whatsapp. En esto, se han infiltrado personas
que de forma individual los amenazan para desistir de caminar rumbo al
norte de México. 





Pero la migración continuará y seguirán saliendo en pequeños grupos,
puntualizó Villagrán. Este 7 de noviembre otro pequeño grupo partió de
la plaza central de la capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, para
alcanzar en Arriaga a las caravanas que salieron dos días antes. Juntos
tomarán la carretera federal hacia Oaxaca.





“Las personas migrantes creen que van a cerrar la frontera (norte) y
Trump lo confirmó en sus declaraciones tras el triunfo. Tienen miedo,
están aterrorizados porque no es posible tanta lucha para que quite el
CBP ONE (la aplicación digital Customs and Border Protection)”, dijo
para Avispa Mídia el defensor de los derechos humanos. 





Consideró que con Trump será más compleja una oportunidad de diálogo
con los países que aportan más a la migración, entre ellos México,
Venezuela, Haití y países de Centroamérica. 





En las calles venden chicha, empanadas o arepas para ganar dinero.




México seguirá participando con la contención migratoria como lo ha
señalado la presidenta Claudia Sheinbaum. La mandataria reconoció que
hubo una reducción de un 70% de la migración que llega a la frontera
norte del país. 





Con estos fines, el gobierno federal ha planteado promover a
Tapachula como una ciudad donde las personas migrantes pueden vivir y
trabajar, “pero ni Tapachula ni Tuxtla tienen la infraestructura para
alojar a los miles de migrantes”, dijo. 





Sin importar las condiciones, los agentes del Instituto Nacional de
Migración (INM) se dedican a trasladar a Tuxtla y Tapachula a las
personas migrantes que cruzan el río Suchiate, frontera entre Guatemala y
México. No pueden salir de Chiapas en transporte público o caminando
porque son detenidas, incluso hay tramos donde personal de la Fiscalía
General de la República (FGR) también realiza labores de “control
migratorio”. 





Las autoridades no les brinda información clara sobre el proceso que
deben seguir y en la mayoría de los casos son detenidas por días en las
estaciones migratorias, de las citadas ciudades, sin alimento y atención
médica, incluso si son menores de edad los que requieren de estos
derechos.





“Van a sellar Chiapas con pretexto de la seguridad y de la presencia
de cárteles, pero en realidad están militarizando y la política del
terror ya está impuesta”, precisó el defensor.









Organizaciones de la sociedad civil y defensores de derechos humanos
han solicitado, durante años, reuniones para presentar sus propuestas
para solucionar el tema migratorio con base en los derechos humanos,
pero hasta ahora no han sido escuchadas por ningún gobierno. 









Emmy con 28 años, tres hijos y gran desesperación salió de su país
Venezuela. Logró reunir un poco de dinero, puso lo necesario en tres
mochilas y dejó el país gobernado por Nicolás Maduro. 





Para llegar a México le tomó dos meses y, al igual que la mayoría de
migrantes que caminan por varios países, opina que la travesía es
extremadamente peligrosa en puntos como la selva del Darién, entre
Colombia y Panamá, y las fronteras entre países donde son víctimas de
delitos por grupos delincuenciales.





“Estoy recién llegada a México pero ha sido duro, fuerte. Nosotros
llegamos a Tapachula y de ahí salimos en la caravana del 5 de noviembre,
pero me tuve que entregar a migración porque los niños no aguantaron”,
sostuvo para Avispa Mídia





Caminaron un día con el grupo de migrantes y al siguiente los agentes
del INM trasladaron a Emmy y sus hijos a Tuxtla Gutiérrez. Llegaron a
las 3 de la tarde con hambre y sed, pero con la seguridad de no querer
avanzar más. 





“Ha sido muy difícil, hemos pasado muchas cosas en la calle que ni
siquiera te puedo contar porque me da miedo. Ya no quiero seguir porque
si lo intentamos nos van a regresar o nos pueden deportar y por eso
estamos considerando quedarnos aquí en Tuxtla”, dijo. 









Emmy y una de sus hijas hacen trenzas para obtener ingresos. Por toda
la cabellera de una persona cobran 50 pesos y en trenzas menos
elaboradas 30 pesos, pero espera pronto poder conseguir un trabajo
estable. 





“Es muy complicado porque la gente desconfía de darnos trabajo, los
arriendos son demasiado caros y la discriminación ni hablar. Por unos
días estaremos durmiendo en la calle, por ahora no veo como opción
regresar a Venezuela, al menos con este gobierno yo no regreso, pero
para el norte con Trump también se pone difícil”. 





En Tuxtla Gutiérrez, las personas migrantes acampan en las estaciones
de autobuses, en algunos parques y la mayor población se encuentra
asentada en los alrededores de las oficinas de Regulación Migratoria del
INM, espacio que también funciona como centro de detención.





En uno de los parques se aloja Nurkari de 23 años con sus dos hijos.
Ella también salió de Venezuela por la misma razón que Emmy y admite que
la travesía hasta México está llena de terror y violencia. 





“Maternar es duro. A mí me intentaron quitar a los niños en
Guatemala, antes de cruzar el Suchiate nos secuestraron y me dijeron que
si no daba dinero se iban a quedar con los niños”, dijo a Avispa Mídia. Pero Nurkari se aferró a sus hijos y logró que la liberaran. 





Esta no es la primera vez que la joven madre venezolana intenta
llegar a Estados Unidos, hace unos meses también se unió a una caravana
pero fue detenida con sus hijos en Oaxaca y devuelta a Tuxtla. 





Para Nurkari las caravanas ya no son opción, no solo por la caminata,
también por el hostigamiento de agentes del INM. Por ahora sobrevive
con la venta de empanadas al estilo Venezuela. 





Su compatriota Jessica, tiene 30 años y tres pequeños, coincidió en
que “el viaje ya ha sido muy duro para los niños, por la comida, por la
dormida y pasar por todos los países y la selva. Yo espero la cita de
migración, tengo cuatro meses aquí, he intentado subir dos veces (al
norte del país) y las dos veces me devolvieron. 





Jessica cuestiona la abierta corrupción que hay en INM, pues se han
percatado de que hay personas que logran pagar una cuota para acelerar
el trámite, “a nosotros nos han pedido 100 o 200 dólares por hacer un
registro” y así poder avanzar. 





Las entrevistadas aseguran que a los campamentos se acercan personas o
vehículo extraños, por eso, cerca del anochecer, implementan seguridad
entre ellos para poder proteger a las infancias. 









Enrique Vidal, director del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova (Frayma), sostuvo para Avispa Mídiaque,
con la victoria de Donald Trump, “nos estaríamos acercando no solamente
a un escenario como el de hace 8 años, cuando ocurrió su primera
victoria, si no a una expresión mucho más radical en la permisividad de
expresiones racistas, xenófobas, eugenésicas, de altísima
discrimanación”. 





Coincidió con Villagrán en que para el gobierno mexicano será más
difícil la gestión de la política migratoria. Vidal explicó que por un
lado México social y culturalmente pertenece a latinoamerica, pero a
nivel político y económico “pertenecemos al bloque de norteamérica por
el Tratado de Libre Comercio y por toda la integración que existe en
materia migratoria”. 





Es decir, México tienen un historial de 30 años de servir como la
frontera sur de Estados Unidos, “una sesión de soberanía que es pública
en términos geopolíticos”. 


radio
CDH FrayBa

Viejo Velasco, rostro de la violencia permanente en contra de los pueblos que defienden el territorio en Chiapas 

Palenque, Chiapas, México

13 de noviembre de 2024 

Boletín No. 24 

Viejo Velasco, rostro de la violencia permanente en contra de los pueblos que defienden el territorio en Chiapas 

  • A 18 años de esta brutal masacre seguimos exigiendo verdad y justicia. 
  • Con preocupación observamos la repetición de violencias sistemáticas en contra de pueblos y personas defensoras 

El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), como lo ha hecho durante dieciocho años, expresa su más enérgica condena ante la impunidad que persiste sobre la masacre de Viejo Velasco, en el municipio de Ocosingo, Chiapas, ocurrida el 13 de noviembre del 2006, donde fueron ejecutadas, 6 personas, 2 más desaparecidas y 36 fueron víctimas de desplazamiento forzado interno, cometiéndose crímenes de lesa humanidad donde el Estado mexicano es responsable. 

Hace 18 años, aproximadamente a las 6:00 horas, cerca de 40 personas vestidas de civil, provenientes de Nueva Palestina, ubicada en el mismo municipio, entraron a la comunidad Viejo Velasco, acompañadas por un grupo de 300 integrantes de la entonces Policía Sectorial, agrediendo a la comunidad, con un saldo de 6 personas ejecutadas extrajudicialmente y 2 más desaparecidas de manera forzada; además de 36 personas desplazadas de manera forzada. 

Esta masacre constituye un crimen de Estado. Como hemos denunciado ampliamente, su comisión se enmarca en un proceso más amplio de despojo de los diversos pueblos originarios de la Selva, para liberar el territorio en favor de los intereses del capital. Durante décadas los gobiernos en turno presionaron a la población hasta el desplazamiento de comunidades enteras; muchas de estas fueron a través de acciones de terror, hostigamiento, y empoderando a grupos locales para el ejercicio de la violencia en contra de los pueblos en resistencia. 

Pese a que desde el 2006, a nivel Federal y Estatal, han transitado gobiernos diversos, todos ellos han mantenido un pacto de impunidad en favor de sus predecesores, lo que demuestra que los intereses económicos y políticos detrás de la masacre de Viejo Velasco prevalecen, al igual que el racismo y la discriminación hacia los pueblos originarios de Chiapas. 

La falta de búsqueda, verdad y reparación integral tienen un impacto constante en la dignidad y la salud física y emocional de las víctimas y sus familiares. Petrona Núñez González joven sobreviviente de tortura durante los hechos falleció en 2010 a consecuencia de la inatención a los impactos plasmados en su cuerpo y mente. 

La masacre de Viejo Velasco no es un hecho aislado, sino parte de una historia de represión, despojo y violencias sistemáticas contra los pueblos originarios que defienden su territorio, su libre determinación y su derecho a vivir en paz. Mientras el Estado mantenga en la impunidad, e incluso sea participe de estas agresiones, estaremos condenados a ver crecer una larga lista de infames crímenes de lesa humanidad y violaciones graves a los derechos humanos. Existe también una continuidad de la violencia, que se manifiesta en desplazamiento forzado, desapariciones, asesinatos y amenazas. 

En las últimas semanas, observamos con preocupación las amenazas en contra del Poblado Zapatista 6 de Octubre, localizado en las inmediaciones de la Selva Lacandona, que fueron denunciadas por la Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN); donde las Bases de Apoyo se encuentran viviendo un riesgo inminente de agresión y desplazamiento forzado, así como amenazas de violaciones sexuales hacia las mujeres zapatistas. 

Estas acciones han sido perpetradas desde la comunidad Nueva Palestina, en medio de un marco similar de antecedentes y motivaciones de la masacre de Viejo Velasco, el control del territorio, pero ahora se le suma el actor de la delincuencia organizada. 

Cada nueva masacre en Chiapas, así como el asesinato de personas defensoras es una permanente muestra de la indiferencia estatal hacia el sufrimiento y riesgo al que miles de personas se encuentran sometidas.

Exigimos al Estado mexicano investigue pronta y exhaustivamente la masacre de Viejo Velasco, reconozca públicamente la verdad; lleve ante la justicia a todos los responsables, incluyendo a los autores intelectuales de este crimen; investigue el paradero de Antonio Peñate López y Mariano Pérez Guzmán quienes permanecen desaparecidos; y repare integralmente a todas las víctimas de este oscuro episodio de la historia chiapaneca que significa la violencia política contrainsurgente. Reafirmamos nuestro compromiso con las familias de Viejo Velasco y con el Comité de Defensa de la Libertad Indígena Xi´nich, quienes han mantenido la llama de la exigencia de justicia, a que el Estado mexicano ponga fin a esta cadena de impunidad y a la repetición de masacres que laceran la dignidad de los pueblos originarios y campesinos de Chiapas y de México.

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