Gracias al trabajo autónomo en común, colectivo y red, y a la alianza tejida con la editorial Traficantes de Sueños, los tres tomos de la Colección Al Faro Zapatista están ya a la venta en España, en la librería de Traficantes de Sueños en Madrid y bajo pedido desde diversas librerías de España y para toda Europa.
El Tomo III: acaba de salir de imprenta, próxima a subir en la web.
Al Faro Zapatista es una iniciativa que responde al llamado de “organícense” que desde 1994 nos vienen haciendo lxs zapatistas. Es una forma autónoma de seguirle, de forma colectiva y en red, a la lucha por la vida. Es un homenaje a las mujeres, niñas(os), ancianas(os), otroas y hombres zapatistas en sus más de 500 años de resistencia y sus casi 28 años de vida pública rebelde.
La iniciativa busca acuerpar la iniciativa zapatista llamada la Travesía por la Vida. Lo hacemos desde lo que somos: trabajadorxs de las Ciencias Sociales, activadas activistas. Lo hacemos porque el zapatismo ha sido el faro para muchas de nosotras y otrxs habitantes del planeta Tierra. El faro en medio de La Tormenta provocada por lo que en 2017 las mujeres zapatistas nombraron como el “sistema capitalista machista y patriarcal”, alimentada por el racismo y la “cisheteronormatividad”, como le llaman las diversidades sexuales en movimiento y re-existencia.
Los diferentes materiales que compartimos en este sitio cruzan los lenguajes escritos, visuales y orales y buscan resaltar la importancia de la actual iniciativa zapatista en el contexto de la geopolítica global contrahegemónica y los tiempos de colapso civilizatorio.
A la vez que abordan, desde diferentes modos, tiempos y geografías, los aportes teóricos, políticos y prácticos que ha hecho el zapatismo en las casi tres décadas de vida pública (1994-2021). Ya no se diga desde la clandestinidad y en la cuenta de larga duración. Finalmente, también damos cuenta de las formas en que el zapatismo nos ha inspirado para realizar iniciativas de modos otros de vida en los ámbitos en lo personal y colectivo.
La Travesía por la Vida se da en medio no solo de una pandemia sino de un colapso civilizatorio caracterizado por muerte, violencias, despojos, guerras, pero también por luchas, esperanzas y alternativas anticapitalistas, antipatriarcales y antirracistas, por decirlo de manera apretada y sucinta. Es en ese marco que esta propuesta nace y busca florecer, en medio de la guerra contra la humanidad…
Primero bufó irritado. Erizada la piel como gato huraño y rebelde, desdeñoso de cajas y pirámides. Así nomás, sin avisar siquiera.
Luego, para quien no sabe, una especie de caricia tierna. Después los zarpazos creciendo en cantidad y fuerza. Más luego, un remolino de inconformidad. Al poco, aquello era un corredero. A la furia del viento se sumó una lluvia como para decirle al ventarrón que compartía su rabia. Arrojó hombres y hojas contra las paredes de las champas y, lo juro, crujieron los cimientos del templete de concreto.
Viento y lluvia. Ni para donde hacerse. Mejor quedar a mitad de la furia que arriesgarse al vuelo de guillotina de las láminas arrancadas como desafiando el modesto pudor de los galerones ya limpios, con pintura y paredes renovadas.
Pero, por extraño que parezca, la tormenta respetó la periferia y se concentró en el centro. Ahí donde el esqueleto de una pirámide se elevaba a no pocos metros de la grava.
Como diciendo: “Aquí pirámides no”.
Y las mantas que simulaban las paredes de la pirámide, se hinchaban con esa mezcla de alas y velamen que a ratos semejaban un navío errante y a ratos una aeronave extraviada, sin tierra a la vista, sólo con la certeza de que abajo permanecía el suelo esperando sin apuro, como diciendo “aquí nomás”.
Tratamos de hablar con él, pero, entre la lluvia y los ventarrones, apenas conseguimos que amainara lo suficiente para que los compañeros que habían trepado a lo más alto para colocar el signo del dinero bajaran. Inmediatamente un fuerte y concentrado soplido terminó por arrancar el velamen y la manta voló montaña arriba.
“Así nacen los fantasmas”, pensé.
Empezamos a explicar atropelladamente que no era para que quedara de por sí, sino que era más bien como una explicación de la política. Para revelar, pues. Que nada de dioses falsos o verdaderos. Que de por sí se va a destruir. No sólo ésa, sino que todas las pirámides. Sí, en el todo y las partes. Sí, en todos los rincones del planeta.
Amainó de a poco, como dudando de nuestro compromiso.
Se fue luego pero no rápido, como diciendo “si el ser humano no cumple, cumpliremos nosotras, las partes de la madre primera”.
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El SubMoy checó la construcción y sentenció: “No fácil va a caer”.
Un compa como que caló la construcción haciendo, con su machete, una muesca en uno de los travesaños. Sólo murmuró: “de que va a caer, va a caer. De repente dilata, pero cae porque cae”.
“Lo más difícil va a ser la columna central, está muy maciza”, agregó, “va a haber que ponerle mucha fuerza, muchas ganas y no pocos, sino que muchos”.
“O sea: en común y organizados”, sentenció un joven pintor. Todos reímos, aunque todavía con el susto de ese viento irritado que a saber de dónde vino.
“Ese poste está bien enraizado. Aunque lo tumben, retoña. Hay que arrancarlo hasta las raíces”, acotó una mujer ya de edad, plantada en jarras frente a la construcción de madera, como desafiándola.
“Es su alma de la sistema”, respondió una compañera a la pregunta de una niña sobre el mástil central, “la propiedad privada de la tierra, de las máquinas, de las casas, de la gente, de la naturaleza, de los sueños y las pesadillas, de los cielos y los mares, de lo que se ve y lo que no se ve, del mundo pues. Está metida no sólo en la base de la sistema. También en nuestra cabeza, en nuestro corazón y en nuestra historia”.
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“Pero ¿cuántos vienen?”, me preguntaron.
“Un buen tanto”, respondí.
“¿Pero traen su gana de luchar?”, insistieron.
“Saber”, me dije, “como dice el SubMoy: falta ver”.
“Oyes capitán, ¿esa cosa va a estar ahí toda la vida”, me pregunta una miliciana.
“No, cómo crees, es para la plática zapatista. ¿Por qué preguntas?”
“Porque creo viene un equipo de fútbol y pues esa cosa está en el frente de una de las porterías, por donde está nuestro comedor. Entonces no va a haber ni partido ni comida. El partido de futbol, vaya y pase, pero la comida, pues…”
La tarde empezó a brotar de los árboles. Por un instante, coincidieron la luna, el sol, la lluvia y el viento, compareciendo ante la montaña.
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Eso, ¿va a estar ahí siempre?
Pues no, por eso estamos luchando. De repente dilata, pero ya vamos a ser más.
Y en el viento siguió la advertencia que la lluvia grabó en la tierra:
“Si el ser humano no cumple, cumpliremos nosotras, las partes de la madre primera. La pirámide caerá”.
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No muy lejos en calendarios y geografías, Palestina seguía siendo una lágrima de sangre en el rostro indiferente de los gobiernos del mundo.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
El Capitán. México, Julio del 2025.
Imágenes de preparativos para el «Encuentro de Resistencias y Rebeldías Algunas Partes del Todo» en agosto del 2025, Terci@s Compas Zapatistas Audio: Voz y palabras de Eduardo Galeano, fragmentos de los textos «Los Hijos de los Días», «El Miedo Manda» y «Los Nadies»
Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal Acteal, Chenalhó, Chiapas, México.
15 de julio 2025
Al Congreso Nacional Indígena Al Consejo Indígena de Gobierno A las y los Defensores de los Derechos Humanos A los Medios Libres y Alternativos A los Medios de Comunicación Nacional e Internacional A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Hermanas y hermanos:
Nuestro corazón está engrandecido, hoy es un día de alegría y de agradecimiento al Corazón del Cielo y al Corazón de la Tierra.
Estamos aquí congregados en la Tierra Sagrada de Acteal para recibir un fruto más de nuestra lucha y la construcción de un mundo más justo y humano, que es la escuelita tsotsil para nuestras niñas, niños y jóvenes.
Esta escuelita que durante muchos años se preservó y se hizo crecer en el centro parroquial de Yabteclum, ayudando a las y los jóvenes de la parroquia de Chenalhó a terminar su educación de nivel secundaria quienes así lo deseaban.
Este proyecto educativo, que en el inició se nombró, Proyecto de Nueva Educación tsotsil y tseltal y luego rebautizado Proyecto Educativo Integral Alternativo Tsotsil (PEIAT), nació en los Campamentos Civiles por la Paz de Las Abejas de Acteal, durante la guerra de contrainsurgencia implementada por el Estado mexicano en la Zona Altos de Chiapas.
Breve antecedentes y contexto (retomado de nuestro libro El Camino de la No-violencia):
Te preguntamos, queridx lectxr, ¿cuántos mensajes entran, por minuto, a tu WhatsApp, Facebook, X o Instagram para difundir noticias de horror, muerte, despojo, violencia y guerra? ¿Decenas, centenas? ¿Qué hay más allá de todo eso? Mucho, muestra de ello fue lo que se nos compartió el sábado pasado (12 de julio de este 2025) en el Centro Cultural Independiente ArtTex ubicado en San Juan Chamula.
El pintor Tex López, fundador de dicho centro, nos dio la bienvenida y nos recordó que “solos no podemos” mientras pasaba la palabra al músico tsotsil José Julián Hernández Gómez “Zanate” quien, desde los 14 años, o sea, desde hace 22 años, ya incursiona en la música. Zanate, como se le conoce en el medio artístico, es fundador de la banda llamada Lumaltok. Banda que ha hecho historia por fusionar hard rock, blues, psicodelia y rock progresivo con lo propio de los sonidos mágicos y la lengua de las tierras mayas alteñas.
Zanate, acompañado de su compañera de vida e hijo, ha dado un paso grande, ha fundado su propia productora y desde ahí produjo su primer demo musical intitulado Snamutetik (Nido de pájaros). El álbum contiene melodías qué recogen el canto de seis aves propias de las tierras alteñas originarias.
Oigan de su propia voz de Zanate cómo nos cuenta por qué, cómo y para qué realizó este trabajo de rescate cultural-ecológico y lingüístico:
Con su música Lumaltok y Zanate siguen fortaleciendo la cultura y la lengua propia (el tsotsil) y, ahora en este álbum, mezclada con la lengua-canto de la Madre Naturaleza a través de las aves que incluye en su demo.
En este lanzamiento-compartición acompañaron a Zanate familiares, amigos locales, nacionales y extranjeros, así como fans y, en particular, su compañera de vida la cineastatsotsil Liliana K’an. De las palabras de ella retomamos un fragmento que nos hace recordar que la complementariedad hombre-mujer existe, así como las almas gemelas. Oigamos cómo lo dice Lily:
En esta compartición también fue invitado a dar su palabra el cineasta tsotsil Xun Sero, quien nos convidó a pensar que ya no se trata solo de “rock en tsotsil” sino de “rock tsotsil” que dignifica y hace a la juventud sentirse orgullosa de ser lo que es. Oigamos a Xun:
Otro de los invitados a decir su pienso fue el escritor tseltal Delmar Penka quien llevó un texto escrito. Agradecemos a Delmar por permitirnos reproducirlo íntegro en este espacio. Se trata de un texto poético que emana de su corazón que senti-piensa y que les invitamos a leer aquí completo:
Cerramos apuntando que el álbum de Snamutetik (Nido de pájaros), nos remite inevitablemente a los 500 años de resistencia convertidos hoy, a principios del siglo XXI, en resistencia artística-política-cultural-lingüística y ecológica. Pero creemos que también se liga a través de venas subterráneas con ese río que abrieron en 1994 los y las zapatistas quienes dijeron ¡Ya basta! obligando a Chiapas, México y el planeta Tierra a voltear a ver a los pueblos originarios. Muchos de los y las jóvenes(as) que encarnan las resistencias de las que les hemos hablado, nacieron después del levantamiento de 1994, otros y otras eran en ese momento pequeños o jóvenes(as). Zanate, en particular, tenía solo 5 años cuando se dio ese despertar de la autonomía zapatista, que hoy, en gran medida, es autonomía llena de juventudes que encarnan también las dimensiones artística-política-cultural-lingüística en sus luchas por la vida.
Cada lucha, en su modo, tiempo y geografía, nos aporta esperanza y nos invitan-reta a florecer como personas en común, en colectivo y en red. Florecer, en este álbum, al ritmo de blues tsotsil y de la mano de las aves y de la Madre Naturaleza.
Las y los zapatistas ahora lanzarían un: ¡Sí a la Vida, No a la Guerra! Y sobre vida y guerra retomemos la forma en que cerró la lectura de su texto el escritor Delmar Penka, diciendo: ¡Viva Palestina Libre! ¡Vivan los pueblos originarios!
Para más información ir a Productora, YouTube y FB: ZanateBlues
Snamutetik. Nido de pájaroses el nuevo álbum del músico de rock tsotsil Zanate Blues. A quien yo considero uno de los más grandes referente del rock tsotsil, del rock en bats’ik’op en Chiapas y el mundo.
Snamutetik. Nido de pájaros es una obra maestra que hace vibrar las pulsaciones más ínfimas del corazón. No hay manera de no conmocionarse al escuchar las canciones que brillan con luz propia. Naturaleza, mitos, sueños y creencias se conjugan en cada pieza musical, que son revelados a través del canto de los pájaros, cuyo nombre es el de cada canción. Las aves, que pertenecen al mundo tsotsil, guían el ritmo aural; marcan el compás de la guitarra, la batería, el bajo, el piano y los coros. Sobrevuelan en nuestros oídos y nos llevan a un viaje donde lo onírico, lo terrenal y sobrenatural aparecen como un sueño.
La voz de Zanate, con esa estridencia distintiva de su palabra, nos cuenta las historias de las aves que conforman el mundo del álbum. Chinchón-gorrión inicia el vuelo, lo hace al ritmo de un blues efusivo y de una flauta que se oye prolongada en el tiempo. “Jujunk’ak’alta xi k’ottaana. Jchiukot ja’nox ti muxa vilone. Todos los días llego a tu casa, estoy contigo, solo que tú nunca me vez”. Así se devela que las pájaros, aún cuando son cotidianos, pocas veces nos detenemos a oírlos, a contemplar su existencia a escuchar cómo armonizan nuestras mañanas.
Ts’unun, colibrí, anuncia su llegada con un leve zumbido y aleteo. “Vo’ot,taxavich’be tal sk’op ti buch’ochametikxae. Tú eres el mensajero de los que ya no se encuentran en estas tierras”, canta Zanate. En la letra se devela un saber sobre el colibrí, un ave mensajero de los que se han ido. Un saber de los pueblos mayas. El artista envuelve el canto del colibrí con el tiempo en que suena la guitarra. Así rompe con las duraciones convencionales y efímeras de la música contemporánea y comercial, para darnos una mayor experiencia aural. Nos lleva un trance sensorial y anímico. Es como el bats’i son, que dura lo que el tiempo de un ritual, lo que dura el canto libre de las aves.
Así aparece Jex-Pájaro azul, un ave milenaria, constantemente asediada por la destrucción de su hábitat como sucede con muchas otras especies de la fauna. “K’alallisutaljujunk’ak’al, ch’avalxalaj ti lajnakotike. Un día cuando regresamos ya no encontramos nuestro hogar”. La guitarra marca un ritmo nostálgico, pausado, introspectivo. Los demás instrumentos hacen lo propio, mientras Jexcanta para hacernos saber que tiene el deseo de volar, de seguir viviendo; nos dice que debemos volver a conectar con nuestra humanidad en armonía con la naturaleza. Una voz femenina aparece, demuestra la complementariedad del mundo, de igual modo que el canto de las aves que nunca se hace en solitario. Jex es la voz de todas las aves que claman la vida.
Kurkuvich’-pájaro nocturno se asoma, lo hace con efusividad, como lo hacen las tormentas anunciadas por los céfiros amenazantes y el aullido de los perros ante la presencia de seres extraños. El ritmo es marcado por un bajeo acentuado por las manos que lo tocan. “Tax vil tal, ja’ yajval li balumil, chvil ta muk’ta ak’ubal. Ya viene volando el dueño de la tierra, sobrevuela la gran noche”, viene como del inframundo, para recordarnos lo terrenales que somos, que incluso el canto de un ave puede presagiar nuestras fatalidades. Es el recordatorio hacia el respeto de lo sagrado, de lo que emerge de la noche. “A vu’un lij ch’ulele. Mi alma te pertenece”, susurra una voz femenina, en forma de rezo, lo hace con el respeto a los seres nocturnos.
Bak mut-Zanate canta con la furia que caracteriza su canto, como liberando tempestades. Un juego de guitarras acentúa la explosividad del canto y la letra. “Vu’une ja’on mut bolom, oy jun k’ak’alta xlok’ skotol li xtal yan k’ak’aletik. Yo soy el pájaro jaguar, un día todo se desvanecerá, la tierra nos llamará de nuevo”. Revela Bak mut, lo hace para reiterarnos que las aves, pese a todo, volverán a florecer; lo harán con el ímpetu con el que vuelan cada mañana; con la vitalidad con la que liberan su canto. El ritmo de la melodía emula el revoloteo de las aves cuando la mañana se enciende, como si danzaran mientras Zanate toca la guitarra con el sello que le caracteriza. No se puede escuchar la canción sin que algo, adentro de nuestro ch’ulel, tremule con fuerza.
Sempal-Cenzontle, aparece con sus cuatrocientas voces, el único pájaro capaz de imitar el canto de otras aves e insectos y de proclamar las lluvias. La letra, entonada a dos voces, dice: “Lij vayiche tsakal xchi’uk li balumile. K’alal chk’evujin lij muk’tame’e ta xtal vo’. Mis sueños están conectados con la tierra. Cuando me abuela canta hace llover”. La abuela de la historia es la voz del cenzontle. La canción tiene un ritmo cadencioso, sublime, acompañada de varios silbidos, como si una montaña entera se manifestara. Así se cumple el ciclo de las aves, de su vuelo.
Snamutetik. Nido de pájaroses, sin pretensiones, un álbum desafiante que ha nacido para dejar una huella importante en la historia del rock tsotsil. Snamutetik es un álbum que distingue la personalidad de su creador, al fusionar distintos instrumentos y géneros musicales que devienen del blues, el jazz, el rock progresivo y psicodélico. Una fusión de sonidos que no se disocían de los ritmos de la naturaleza. Esto devela que no hay límites creativos.
Escuchar el disco es reconocer a Zanate. No hay manera de diferenciarlos, se tratan de uno mismo. Al final, me parece que esa es la búsqueda de toda persona artista: encontrar su propia voz, su propio estilo, su propia manera de mirar y sentir el mundo, su propio o’ntonal. Snamutetik es, a titulo personal, el disco más desafiante que he oído en mucho tiempo. Yo invito a toda la gente, aquí reunida, que se dé la oportunidad de volar con cada canción. No tengo la menor duda de que esta obra maestra les hará vibrar como lo ha hecho conmigo. Deseo que snamutetik vuele y llegue muy lejos, a otras tierras y cielos, sin muros ni fronteras, como lo hacen las aves, a quienes zanate les rinde un digno y bello homenaje.
Que los pájaros de este álbum hagan eco en otros oídos y latitudes, que su canto nos devuelva un poco la esperanza de que otro mundo es posible. Un mundo sin la decadencia humana, un mundo sin violencia, sin racismo, sin discriminación. ¡Viva Palestina Libre! ¡Vivan los pueblos originarios!
Lo mismo puede suceder con las pirámides sociales. En uno de los mundos la parte de arriba está ocupada, digamos, por personas de tez clara, y en la parte de abajo están las de tez oscura. En otro mundo paralelo, es lo contrario: las de la parte superior son de tez oscura y las de la parte inferior son de piel clara.
Puede ensayar las alternativas a su antojo: arriba varones, abajo mujeres; caxlanes arriba, indígenas abajo; heteros arriba, LGBTQI+ abajo: arriba ricos, abajo pobres; poseedores arriba, desposeídos abajo, y viceversa. Así podrá usted acomodar las distintas alternativas de planteamientos de análisis teórico y de propuestas políticas.
Ahora bien, si una persona de uno de los mundos se asoma al otro paralelo (y contrario contradictorio, agrego), concluirá que en ese mundo la pirámide está invertida. En ese otro mundo los indígenas están arriba y los caxlanes abajo; las mujeres dominan a los hombres; los “frijoleros” discriminan a los anglos; los latinos conquistan y subyugan a los europeos; las LGBTQI+ hacen escarnio, atacan y asesinan a los heteros; los trabajadores explotan a los patrones; los políticos cumplen sus promesas (ok, ok, ok, dudo que ese mundo exista); los criminales son castigados y los inocentes son libres; etcétera.
Para muchas teorías o “ciencias sociales” la pirámide de su mundo puede ser “natural” y “humana”. “Es natural que existan personas que tengan riquezas y personas que no las tengan”; “es natural que manden quienes tienen los conocimientos y que obedezcan los ignorantes”; “es natural que el ejército con mejor armamento derrote al ejército más débil”; “es natural que la gente bonita mande y la fea obedezca”; “es natural que el hombre domine a la mujer”; “es natural que los heteros violenten a loas otroas”; “es natural que los caxlanes discriminen a los de otras razas”. Claro, usted puede dar ejemplos que contradicen esa “naturalidad”, pero estoy siendo simplista.
En torno a esa “naturalidad” se construye no sólo un sistema político. También una serie de “evidencias” que se manifiestan en el todo de una sociedad: en la familia, la escuela, el trabajo, la riqueza, la pobreza, la delincuencia, la anormalidad, la lengua, el modo, la comunicación, la relación con lo otro y con la naturaleza, … y la militancia.
Se construye de esta forma algo así como el “algoritmo” de la sociedad. Una serie de creencias y referentes para lo bueno y lo malo, lo bonito y lo feo, lo masculino y lo femenino, y así. “Evidencias” reforzadas por los medios de comunicación y la interacción social en redes y espacios de estudio, trabajo, transporte, política, activismo, reposo y esparcimiento.
En fin, la vida, la muerte… y la desaparición. Porque el sistema ha creado un nuevo estado de existencia de las personas: hay vivas, hay muertas y hay desaparecidas (ni vivas ni muertas). Así, sin necesidad de Schrödinger y su gato.
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La pirámide invertida es la base de las propuestas de las vanguardias, las transformaciones, las evoluciones y las revoluciones. En la pirámide, arriba hay pocas personas y abajo hay muchas, pero las de arriba poseen muchas riquezas, y las de abajo no. La propuesta es “voltear” la pirámide: que los que no tienen riqueza y están abajo, pasen a la punta de la pirámide, desplazando hacia abajo a los que detentan las riquezas.
A primera vista, la inversión de la Pirámide, voltearla pues, suena bien. Quienes siempre han estado abajo, tendrán su oportunidad de estar arriba. Y quienes están arriba, tendrán que sufrir las condiciones de abajo.
Preocupación ante el inicio de las obras vinculadas a la construcción de la mega carretera San Cristóbal-Palenque
Las organizaciones de la sociedad civil que pertenecemos a Slamalil kinal[1] manifestamos nuestra preocupación en relación al medio ambiente, los derechos humanos y los derechos colectivos de los pueblos originarios ante el desarrollo del proyecto de construcción de la mega carretera San Cristóbal-Palenque. Consideramos que representa una grave amenaza para la biodiversidad de la región, los ecosistemas locales y las comunidades indígenas que han habitado y protegido estos territorios durante generaciones.
La carretera, planteada bajo una visión de “desarrollo” capitalista y extractivista, ignora los principios fundamentales del respeto a los derechos colectivos de los pueblos originarios, consagrados en la Constitución Mexicana y los tratados internacionales, como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas firmados por México. En lugar de fortalecer el bienestar de estas comunidades, este proyecto no toma en cuenta sus necesidades, violando su autonomía y dañando su patrimonio cultural y los bienes comunes, la casa común, la madre tierra. El desarrollo no debería de limitarse al crecimiento económico o a la construcción de infraestructuras.
Asimismo, nos preocupa la realización de consultas como las que fueron coordinadas por el gobierno del estado de Chiapas, ya que no cumplen con los estándares nacionales[2] e internacionales de consulta previa, libre e informada y culturalmente pertinentes en zonas mayoritariamente indígenas.[3] Realizar una consulta popular excluye la participación efectiva de los pueblos y comunidades que son directamente afectadas, quienes cuentan además con su propia idea del desarrollo o bienestar.
Comunidades y organizaciones indígenas y de derechos humanos han expresado su rechazo al proyecto de forma pública y presentado amparos tanto ante el proceso de consulta como al proyecto mismo[4]. Esta misma situación se presentó en el caso del Tren Maya bajo la coordinación del gobierno federal, proceso ante el que seis relatores de la Organización de Naciones Unidas señalaron violaciones a derechos humanos en el marco de la “consulta” y desarrollo del proyecto[5]. Cinco años después, el gobierno ha aceptado los daños ecológicos causado por el Tren Maya[6].
El obispo Rodrigo Aguilar Martínez, de la Diocesis de San Cristóbal de Las Casas, en su carta pastoral “Caminemos juntos a la luz del Señor” (2020), subrayó los posibles perjuicios ambientales y sociales que traen consigo los megaproyectos en Chiapas, como la autopista San Cristóbal-Palenque, el Tren Maya, la minería, las presas hidroeléctricas y otras explotaciones que alteran ecosistemas, dañan territorios y afectan a pueblos originarios y urbanos. Cuestionó el llamado “desarrollo” que beneficia a unos pocos mientras despoja a las comunidades de sus bienes comunes, y llamó a garantizar un enfoque humano y ecológico cuando se planteen.
Por su parte, el Capitán Marcos, en su comunicado “Adagios” señala que “en su etapa actual, el sistema realiza una nueva guerra de conquista, y su objetivo es destruir/reconstruir, despoblar/repoblar. Destrucción / despoblamiento y reconstrucción / reordenamiento de una zona es el destino de esa guerra (…) Los llamados megaproyectos no derivan en desarrollo. Son solo los corredores comerciales abiertos para que el crimen organizado tenga nuevos mercados. La disputa entre cárteles rivales no es solo por el tráfico de personas y drogas, es sobre todo la disputa por el monopolio del cobro de piso en lo que se mal llama ‘Tren Maya’ y ‘Corredor Transístmico’. A los árboles y animales no se les pueden cobrar cuotas, en cambio, sí a las comunidades y a las empresas que se asienten en esa otra inútil frontera en el sureste mexicano”.
Alertamos sobre las profundas afectaciones sociales y ambientales que este proyecto – oficialmente inaugurado el pasado 8 de junio[7]- ocasionará. La deforestación, la fragmentación de ecosistemas y la pérdida de biodiversidad serán algunas de las consecuencias irreversibles para la región. Además, tememos que las comunidades indígenas enfrentarán el despojo de sus territorios, la pérdida de sus modos de vida tradicionales y un aumento de la conflictividad y vulnerabilidad social, tal como ya se ha observado con otros proyectos de desarrollo.
Por todo lo anterior, exigimos:
La suspensión inmediata del proyecto de la carretera San Cristóbal-Palenque.
La realización de consultas legítimas, previas, libres e informadas, conformes a los estándares nacionales e internacionales.
La protección de los territorios, la biodiversidad y el patrimonio cultural de la región.
Un verdadero modelo de desarrollo que respete y beneficie a los pueblos originarios, en lugar de violentar sus derechos.
Hoy más que nunca, hacemos un llamado a la sociedad civil, las organizaciones internacionales y los pueblos de México a solidarizarse en esta lucha por la justicia, la dignidad y el respeto hacia nuestras comunidades indígenas y nuestro medio ambiente.
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[1] Un espacio de análisis, reflexión y acción integrado por 10 organizaciones civiles y la vicaría de Justicia y Paz que mantiene un análisis permanente sobre el contexto local y nacional, con acciones puntuales como pueden ser capacitación sobre riesgo, seguridad y protección, así como afrontamientos psicosociales; y en construcción de paz con jóvenes; pronunciamientos ante hechos de gravedad, o Encuentros de alrededor de 30 organizaciones sociales y civiles.
(oh, lo sé. Había dicho que eran 3 posdatas 3, pero… ¿no eran 4 los Tres Mosqueteros? … ok, ok, ok, mentí: no son 3, son …)
Una paradoja de la paradoja de Schrödinger
Erwin Schrödinger (Austria-Irlanda. 1887-1966), quien parece que no era muy afecto a los felinos caseros, propuso un ejercicio teórico para la física cuántica.
El planteamiento es sencillo, aunque sus implicaciones son muy complejas. Dentro de una caja han metido un gato. La caja tiene un dispositivo que, sin tiempo definido, libera una suerte de mecanismo letal y el gato morirá. Como la caja es hermética, no se sabe si el gato está vivo aún o ya pereció. Hasta que la caja se abre, se confirma una posibilidad o la otra. El momento previo, cuando no sabemos si está vivo o muerto, supone que hay dos mundos o dos universos simultáneos. En uno el gato está ya muerto, en el otro está vivo aún. Un mecanismo mortal activado y sin activar; un gato vivo y muerto a la vez; una superposición de estados según la física cuántica.
Dejemos, por ahora, de lado las referencias a los multiversos de los comics y las consecuencias en la física cuántica. Dejemos de lado también la animadversión de don Schördinger respecto a los gatos, y que es obvio que no conocía mucho de esos felinos (cualquiera que haya lidiado con ellos sabe que no se dejarían atrapar, y mucho menos permitir que los encierren, sin protestar y sin defenderse -más aún si se trata de un… gato-perro -). Tampoco nos fijemos mucho en que el gato está preso y condenado a muerte, a menos que alguien tenga a bien abrir la caja cuando el mecanismo mortal no se ha activado, y el gato salte y se libere de la prisión.
Se supone que este ejercicio teórico, sería una base para mostrar que son posibles mundos en varios universos, es decir, en un multiverso (aunque también es para mostrar que las leyes de física cuántica no aplican en lo cotidiano).
Hasta donde mi limitado conocimiento de los comics me permite, entiendo que, en esos mundos diversos, sigue prevaleciendo el individuo, pero en diferentes versiones. En un mundo, Sheldon Cooper (serie televisiva “The Big Bang Theory”), es un científico con problemas para relacionarse socialmente. En otro es un mujeriego irredento. En uno más es un juez “popular” del sistema judicial en México (oh, lo sé, mi perversidad es sublime).
Y esta digresión que, eso espero, desconcierta, viene al caso, o cosa, según, de que aún con la capacidad imaginativa para plantear la existencia simultánea del gato vivo y el gato muerto, no se plantea la posibilidad (o el universo) de que haya uno o varios gatos que se nieguen a entrar a la caja. Y tal vez con el agravante de que el supuesto gato en realidad sea un gato-perro.
Al señalar unas posibilidades, se omiten otras.
Cuando se habla del sistema capitalista, las diferentes propuestas se refieren a lo que pueden hacer para mejorar las condiciones del gato encerrado en la trampa, para alargar su vida (o sus posibilidades de vida), o para “humanizar” el dispositivo mortal.
Es, digamos, lo que plantea el progresismo. ¿Definición de progresismo? Bueno, quienes son de izquierda hasta la víspera de convertirse en gobierno y tener un puesto, cargo, paga pues. Entonces dejan de ser de izquierda, se convierten en oficialismo, y disfrazan su pragmatismo (que los lleva a aliarse y hermanarse con sus enemigos de la víspera -y a distanciarse de su pasado social-), de “realismo político”. Es, entonces, una izquierda agradable al capital. Es decir, una derecha “cool”, bonita, recatada y ruborosa.
En este caso, el progresismo promete, en la víspera, liberar al gato de su prisión. Luego, como no puede o no quiere hacerlo, “cambia” su propuesta: “voy a hacer que estés más cómodo”; “voy a conseguir mejores condiciones para tu muerte”; “voy a luchar para que el mecanismo mortal no se active muy rápido”. O, puede, en cambio, exhortar al prisionero a aguantar, ya que tiene el 50% de probabilidades de sobrevivir temporalmente. Preso, sí, pero vivo.
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El sistema capitalista es esa caja. Dentro de ella, multitudes esperan, sin saberlo, que se active el mecanismo asesino. Guerras, hambrunas, catástrofes “naturales”, asaltos violentos, asesinatos, arbitrariedades gubernamentales, destrucciones que habrán de solucionar el enigma: “¿vivir o morir?”.
En la caja hay quien tiene el delito de ser mujer, niño o niña, joven, anciana, otroa, de piel oscura, de modo originario, con lengua extranjera en su propia tierra, etcétera. No importa su condición, género, raza, ideología, religión, modo, estatura, complexión física: esa persona está dentro de la caja y está sujeta a esas leyes mortales.
No sólo sin posibilidad de salir, también sin imaginar siquiera que otro mundo exista allá afuera.
La opción para retrasar la muerte o mejorar las condiciones de la condena, es la sumisión y la aceptación a ser parte del escaparate de “cosas raras” que el sistema exhibe para esparcimiento de sí mismo. Mujer, Otroa, Originario, Raza, Barrio, Nacionalidad, cada “rareza” tiene su lugar en la tienda de curiosidades si se porta “bien». Si no, bueno, la “mano invisible del mercado” accionará la palanca exterminadora.
Ejemplo: el delito de nacer, crecer y luchar en tierras palestinas es no aceptar ser parte de la vitrina del capital. Y resistir y rebelarse contra la máquina. La máquina quiere un centro recreativo en Gaza y le estorba la civilización palestina, el pueblo palestino lucha por un territorio para vivir.
Palestina es el mejor ejemplo de la crisis terminal de los llamados “Estados Nacionales” y sus gobiernos. No ellos mandan, sólo obedecen a conveniencia. Son incapaces de presentar una política exterior independiente, digna y consecuente.
Y en al asesinato masivo en marcha, la complicidad y omisión de los gobiernos del planeta (salvo algunas excepciones), es patética. Las policías de los distintos gobiernos europeos y americanos reprimiendo las manifestaciones por el cese al genocidio en Palestina, son el mejor discurso sobre el “humanismo” occidental.
En el mundo de arriba, los gobiernos europeos son la corte ociosa e inútil del rey en turno. Rusia y China son los condes y duques conspirando para el regicidio, y ofrecen un monarca alterno. El resto de los gobiernos nacionales en el mundo, salvo quienes se han manifestado claramente en contra, son los pajes afanosos, estresados por las continuas demandas y hostigamientos de la familia real.
¿Quiénes contemplan, operan, se divierten y hacen apuestas sobre lo que ocurre en la caja? Los grandes capitales financieros, comerciales, industriales y, ahora, digitales y aeroespaciales.
Los gobiernos del mundo, en su mayoría, sólo son los boleteros de las apuestas, los “brokers” en las bolsas de valores donde las guerras siempre están al alza, y la vida de abajo… a la baja. Y, como los Mileis que en el mundo son y serán, son a quienes se manda a comprar y servir el vino que presidirá los banquetes monárquicos (la motosierra es un detalle autóctono).
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Sin embargo, hay quien o quienes se plantean otra posibilidad: no entrar a la caja o salirse de ella.
Más aún, hay quienes cuestionan la caja misma, su existencia eterna y omnipotente; y su pretensión de ser el único universo que tolera la existencia, dentro suyo, de la diversidad, de varios universos o multiversos… domesticados.
Esas personas que se plantean eso son lo que los zapatistas llamamos “resistencia y rebeldía”. Resistencia para entrar a la caja o, si se está adentro, Rebeldía para luchar por salir.
Resistencia y Rebeldía que se plantea la destrucción de la caja, de la lógica que la creó y de la creencia de que no es posible “otra cosa”.
4 años del asesinato de Simón Pedro Pérez López. Por la justicia, memoria, la vida; y contra la impunidad
Las condiciones de violencia que denunció Simón Pedro, se han enraizado en los territorios, y están cubiertas de impunidad.
Hoy, en Acteal, Casa de la Memoria y de la Esperanza, nos congregamos para conmemorar cuatro años de la ejecución de nuestro compañero y hermano Simón Pedro Pérez López, defensor comunitario de derechos humanos, miembro activo de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, y sembrador incansable de la paz en su comunidad.
También es un día importante para valorar y reconocer la lucha que han dado su madre, padre, hermana y hermano, esposa, hijas e hijos de Simón Pedro; para denunciar lo que el Estado silencia, sosteniendo la voz frente a la violencia contra quienes defienden los derechos humanos.
Cuando una persona defensora es asesinada, como Simón Pedro, también se golpea a las mujeres que sostienen las familias y los procesos organizativos, a las hijas e hijos que crecen con la ausencia del papá o mamá asesinada. Los impactos de esta violencia también son colectivos, contra la comunidad y la propia organización de Las Abejas de Acteal.
Simón Pedro fue guía y vocero de un caminar colectivo, profundamente enraizado en la espiritualidad cristiana liberadora y en la cosmovisión de los pueblos tsotsiles. Su compromiso con la vida digna, su lucha no violenta y su palabra firme contra la violencia estructural y criminal en los Altos de Chiapas, marcaron un ejemplo vivo de lo que significa ser defensor del territorio y de los derechos humanos desde abajo, desde el corazón del pueblo.
Reafirmamos que su asesinato fue un crimen contra toda la humanidad. Aunque el autor material ha sido sentenciado, la justicia sigue incompleta; la Fiscalía General del Estado de Chiapas no agotó todas las líneas de investigación, ni esclareció la responsabilidad de autores intelectuales. Esta omisión no solo representa una falta de diligencia institucional, sino que se convierte en una forma de tolerancia a la violencia contra quienes defienden la vida.
Negar la calidad de defensor comunitario a Simón Pedro es invisibilizar la lucha de miles y es también una forma de complicidad. La vida, como bien sagrado e irreparable, no puede ser resarcida con medidas parciales. El Estado mexicano sigue en deuda: con Simón Pedro, con su familia, con Las Abejas de Acteal y con todos los pueblos que luchan por el Lekil Chapanel —La Otra Justicia, la verdadera.
La impunidad que cubre el Caso de nuestro compañero Simón, es la misma que cobija la violencia que azota la región de los Altos, en medio de una diversificación de grupos armados y criminales; esta misma impunidad se enraizó en el territorio, agudizando las condiciones que denunció y por lo que le costó la vida.
Recordamos al Estado mexicano su obligación indeclinable de garantizar los derechos humanos, proteger la integridad y la vida de las personas defensoras, especialmente la de los pueblos originarios a quienes históricamente, no sólo se les excluye, margina o ignora, también se les criminaliza y asesina.
Desde este Centro de Derechos Humanos, decimos que hoy, más que nunca, seguiremos nombrando a Simón Pedro, sembrando su memoria, caminando su palabra, luchando por la paz y la justicia verdadera; y porque todas podamos defender los derechos humanos.
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México 4 de julio de 2025
Boletín No. 03
En el Frayba ratificamos a Dora Roblero en la dirección del Centro
En este momento de importantes desafíos y en asamblea del Consejo Directivo nombramos a Dora Lilia Roblero García como Directora por un segundo periodo.
Frayba renueva dirección con apuesta a su proyecto histórico de caminar junto a los pueblos.
En sesión de Asamblea, el Consejo Directivo del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), presidida por Fray Raúl Vera López, OP, se nombró a Dora Lilia Roblero García como Directora para un segundo periodo de tres años, mayo de 2025 a mayo de 2028, resultado de un proceso de análisis, consulta interna y discernimiento colectivo.
Dora Roblero, integrante del equipo Frayba desde hace 17 años, ha dado testimonio constante de su compromiso como defensora de derechos humanos. Su acompañamiento ha estado marcado por la sensibilidad, firmeza y trabajo colectivo ante los desafíos que atraviesan los pueblos y comunidades de Chiapas, en contexto de violencia estructural y criminal.
Durante su primer periodo, de mayo 2022 a mayo de 2025 en la Dirección, su compromiso facilitó procesos de revisión crítica, fortalecimiento del equipo, y articulación de los ejes del Plan Estratégico del Frayba, atendiendo al contexto actual y sus exigencias.
La Asamblea valoró su capacidad de conducción, así como su compromiso político con el proyecto histórico del Frayba. Este nombramiento reafirma la voluntad del Consejo Directivo de asegurar continuidad y profundización en la defensa de los derechos de las comunidades, pueblos originarios, y la lucha de las mujeres.
Nuestro caminar ha sido enriquecido por quienes nos han permitido acompañarlos, en lo local, nacional e internacional. Tenemos la esperanza de seguir contando con su confianza, fortaleciendo alianzas y abriendo alternativas para la transformación social, horizontes de dignidad y justicia.
Frayba reafirma su vocación por construir un México distinto donde las luchas de los pueblos sean quienes vayan construyendo la vida digna y paz en los territorios.
Consejo Directivo Fray José Raúl Vera López, OP Blanca Isabel Martínez Bustos Gonzalo Bernabé Ituarte Verduzco, OP José de Jesús Landín García José Jorge Santiago Santiago María Dolores González Saravia Pedro Gutiérrez Jiménez