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Comunicado de la CRAC-PC-PF 4to Aniversario del municipio de Chilapa.
Al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional
Al Concejo Indígena de Gobierno
Al Congreso Nacional Indígena
A los pueblos Nahua, Na Savi, Me´pháá, Ñamnkué y Afromexicanos
Al pueblo digno y rebelde de Guerrero
A los medios libres, alternativos o como se llamen
A los medios de comunicación de paga pero honestos
A la sexta nacional e internacional
A los pueblos de México y el mundo
Somos los pueblos Nahua, Na Savi, Me´pháá, Ñamnkué y Afromexicanos que nacimos el Sistema Comunitario de Seguridad y Justicia. Este sistema se levantó con autoridades elegidas y respetadas por las comunidades, y eso es lo que se llama legitimidad y es lo que no tienen las autoridades de ningún gobierno, de ningún partido. En 1995 nació la Policía Comunitaria y en 1998 la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias. Estas formas de organización y de gobierno no fueron inventados, vienen del conocimiento y las prácticas de nuestros antepasados durante cinco siglos de resistencia indígena y de nuestras experiencias como pueblos.
Retomamos los usos y costumbres que había antes de que existieran las leyes de quienes invadieron nuestros territorios, porque nuestros pueblos han sabido hacer justicia y así se demostró que en estas montañas, entre la miseria y la represión en la que nos han tenido sumidos, los pueblos somos capaces de recuperar la paz y la tranquilidad. Esta forma de gobierno comunitario le dio vida a la Asamblea Regional de Autoridades Comunitarias y el camino para construir un Territorio Comunitario.
Hace cuatro años los pueblos Nahua de los municipios de Chilapa de Álvarez y de José Joaquín de herrera decidimos integrarnos al Sistema Comunitario de Seguridad y Justicia de los Pueblos Fundadores de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias. Porque en nuestro territorio la vida dejo de ser respetada, la muerte comenzó a llegar no solo por la pobreza y la miseria en la que nos han mantenido los malos gobiernos para tratar de exterminarnos. Ahora también los grupos narco-paramilitares se infiltraron en nuestras comunidades, dividieron a las familias, corrompieron a las autoridades y llenaron nuestros campos, caminos y montañas de sangre.
Desde que nació la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Policía Comunitaria de los Pueblos Fundadores en la Montaña Baja, tuvimos que enfrentar no solo a los grupos Narco-Paramilitares, también al Ejercito Mexicano, a la Policía federal y al Gobierno del estado. Ninguno de ellos podía creer que nos organizamos voluntariamente por la seguridad y la justicia, siempre han dicho que hay otros intereses, ellos no lo pueden entender, porque cada uno sirve y se sirve de la lógica capitalista y en ese pensamiento, nada puede existir o funcionar si no tiene una ganancia económica.
La última mantecada en las montañas del sureste mexicano
(Cuento leído durante la clausura del “CompARTE por la vida y la libertad 2018” en el Caracol de Morelia, Torbellino de nuestras palabras, montañas del sureste mexicano.)
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LA ÚLTIMA MANTECADA
EN LAS MONTAÑAS DEL SURESTE MEXICANO.
Tal vez fue por una serie de sucesos aleatorios, sin liga aparente entre ellos, que la tragedia se gestó.
O quizás fue una simple coincidencia, una suerte de azar infortunado. Como si el destino se diera en alimentar los rumores sobre su existencia, arrojando las piezas de un rompecabezas sobre, claro, las cabezas rotas de humanos y máquinas.
O acaso la Tormenta (ésa que el zapatismo insiste en señalar y que, como en todo lo que dice, nadie más repara), había incurrido en un “spoiler”, un pequeño adelanto de lo que se avecinaba. Como si, en el software incoherente con el que parece funcionar la realidad, se hubiera colado un aviso urgente, un “warning” inadvertido, una señal que sólo podría ser detectada e interpretada por los más avezados vigías que, en los rincones del mundo, se empeñan en otear horizontes que, de tan lejanos, ni siquiera aparecen como variable en las frenéticas estadísticas del sistema mundial. Después de todo, las estadísticas sirven para señalar tendencias que borran dramas cotidianos. ¿Qué es, después de todo, el asesinato de una mujer? Una de numeral. Una más es una menos. Las estadísticas dirán que se necesitan varios, muchos de esos asesinatos “de género” para incidir apenas en una tendencia: la del desbocado cabalgar del sistema hacia el abismo, derrapando sobre sangre, lodo, escombros, mierda, destrucción. ¿En el horizonte? La guerra. ¿En el sendero andado? La guerra. Porque en el sistema capitalista la guerra es el origen, el camino y el destino.
En fin, tal vez desvarío. Porque éste es un cuento y hay que cuidar que no se cuelen en él reflexiones tendenciosas, malas ideas, malsanos pensamientos, cavilaciones ociosas, provocaciones.