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Comunicado de la Plataforma para la construcción de paz en México a la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal con motivo del 25 aniversario de la Masacre de Acteal
Han pasado 25 años desde los trágicos acontecimientos del 22 de diciembre de 1997, en Acteal, Chiapas, en que 45 mujeres, niñas, niños y hombres murieron a manos de los paramilitares. 25 años de flagrante impunidad en el contexto de un país que ahora acumula masacres y asesinatos de forma cotidiana.
Ese, es el saldo que queda, cuando no se reconoce la responsabilidad del Estado y se niega el derecho a la verdad y la justicia a las víctimas.
Lejos de ver avances, durante estos 25 años de gobiernos, de distintos partidos, que nos permitieran aspirar a acciones en contra de los autores intelectuales de la masacre; hemos testificado la liberación de cada uno de los autores materiales reconocidos por los sobrevivientes. Hemos visto los esfuerzos de diferentes gobiernos por alentar la división en las comunidades y organizaciones que demandan justicia, y aún entre las propias víctimas. Hemos atestiguado la continuidad de violencia y el asesinato contra líderes de los pueblos indígenas que, como Simón Pedro, mantenían una posición de dignidad luchando por el respeto a sus derechos.
Quienes trabajamos por la construcción de paz debemos reconocer que la lucha de las comunidades, víctimas y organizaciones indígenas, en contra de la impunidad son la resistencia en contra de la degradación más profunda de la sociedad, los gobiernos y de las condiciones de vida digna para todas las personas, a través de la imposición de la injusticia por medio de la violencia. Es la resistencia en contra de la destrucción del tejido social que permite que se normalicen más de 100mil desapariciones y 200mil asesinatos acumulados durante 16 años, sin que pase nada. Sin que haya justicia como en Acteal. Sin que se detenga el tiempo, ni el mundo, bajo un exasperado grito de alarma que eleve de nuevo un ¡Ya basta!, todos los días, en todas las personas, a cada segundo.
Como personas constructoras de paz, debemos hoy agradecer y reconocer el gran ejemplo que la Sociedad Civil “Las Abejas” de Acteal, nos ha dado desde hace más de 30 años. Reconocer y celebrar la lucha que les permitió liberar a quienes estaban injustamente presos en 1992 durante su conformación, convertirse en un ejemplo de lucha por la paz hasta el día de hoy; y resistir ante la impunidad de la violencia perpetrada en su contra el 22 de diciembre de 1997.
Desde la Plataforma para la Construcción de Paz en México, conformada simbólicamente, en éstas mismas tierras sagradas de los mártires de Acteal, la Casa de la Memoria y la Esperanza, bajo el testimonio de su organización, celebramos su lucha, asumimos su ejemplo y nos solidarizamos con sus demandas para que un día la justicia y la paz se besen.
Muchas gracias
Plataforma para la Construcción de Paz en México
El tiempo y la memoria, el nacimiento y la muerte como transfiguración nos marcan este día 22 de diciembre de 2022
Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.
22 de diciembre de 2022.
Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
Al Pueblo Creyente de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas
A las y los Defensores de los Derechos Humanos
A los Medios libres y Alternativos
A los Medios de comunicación nacional e internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Nos mataron pequeños e indefensos;
ahora, somos memoria, somos luz infinita.
Hermanas y hermanos:
Hoy ante las montañas sagradas como testigas, damos nuestra palabra en viva voz, en nombre de nuestras abuelas y abuelos que han luchado por una vida digna y justa y, en nombre de nuestros Mártires de Acteal, junto con los sobrevivientes y familiares de las víctimas de la Masacre y los miembros de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.
Nuestro corazón es guardián de la memoria de nuestra propia historia y caminar como pueblos, por eso no olvidamos que un 22 de diciembre nacimos como Abejas. Así que el día de hoy festejamos nuestro aniversario número 30. También nuestro corazón, como estela guarda el evento trágico de la Masacre de Acteal. Así que el tiempo y la memoria, el nacimiento y la muerte como transfiguración nos marcan este día 22 de diciembre conmemorando a nuestros 45 hermanos y hermanas masacradas más los 4 bebés no nacidos sacados del vientre de sus madres en este sitio de Acteal; todas ellas y ellos fueron masacrados por paramilitares priistas y cardenistas del municipio de Chenalhó, Chiapas, el 22 de diciembre de 1997, en el marco de la guerra de contrainsurgencia del Plan de Campaña Chiapas 94, diseñado por la Secretaría de la Defensa Nacional y del gobierno priista de Ernesto Zedillo Ponce de León.
Así que el día de hoy el Espíritu de la Vida y de la muerte marcan nuestro ciclo, el día de hoy festejamos el nacimiento y al mismo tiempo la muerte. Pareciera que la muerte es el gran final de todo, pero resulta que es el inicio de la victoria de la memoria y como dijo uno de los grandes maestros: Hagan esto en conmemoración mía. Así estamos conmemorando nuestro nacimiento y la muerte como perpetuidad del recuerdo y la memoria, memoria que es nuestra propia historia y caminar.
Pareciera que la tragedia nos ha marcado de distintas formas. La injusticia y el abuso de poder nos hicieron nacer. En el movimiento y en el caminar comenzamos a ver la luz como Organización “Las Abejas”, un día 22 de diciembre de 1992. La luz de nuestra conciencia ya estaba y esa nos empujó a peregrinar desde Chenalhó hasta el CERESO (Centro de Readaptación Social) No. 5 en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Esta acción política no violenta fue para exigir la liberación de nuestros 5 hermanos de Tzajalch’en, acusados injustamente de haber asesinado a una persona quienes fueron detenidos arbitrariamente el día 10 de diciembre de 1992. La suma de los hechos indignantes y nuestra acción dio origen al nacimiento de nuestra Organización Las Abejas. Y como Pueblo Creyente de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, convencidos e inspirados en la vida y obra de Jesús optamos como Él, la lucha No Violenta para transformar nuestras realidades.
Es por eso hermanas y hermanos, que hoy en esta Tierra Sagrada que nos carga y abraza como una madre a su bebé, venimos a conmemorar la memoria de nuestros Mártires de Acteal, pero al mismo tiempo celebrar la Vida y Lucha de Las Abejas; porque a pesar de tanto dolor y sufrimiento que hemos atravesado a lo largo y ancho de nuestros 30 años de caminar, aquí seguimos en la resistencia y con la dignidad en alto.
Hermanas y hermanos, siéntanse como en casa, que a cada una y uno de ustedes la Paz de nuestros Mártires esté en su corazón.
Los 30 años de nuestro caminar, no ha sido fácil y sabemos que no lo hicimos solos, ni hubiéramos podido seguir sin el acompañamiento de Dios Padre-Madre, que a través de su enviado el profeta y Pastor jTotik Samuel Ruiz García, que nuestro agradecimiento a él, vuele desde las montañas de Acteal y llegue al cielo en donde sabemos vive ahora con Dios Padre-Madre y nuestros Mártires de Acteal; porque como jTotik Samuel y otras y otros servidores de la iglesia liberadora nos enseñaron a leer la biblia que Dios nos da su amor, su paz, su justicia y su libertad a cualquier persona habitante de la faz de la tierra.
Cada día que el padre sol nace en el oriente, antes de aprestar nuestros pasos para caminar la paz, para construir la justicia, le damos gracias y le pedimos ilumine nuestro caminar en los momentos de oscuridad e incertidumbre.
Así como cuando sucedió la Masacre de Acteal, nuestro hermano catequista Alonso Vázquez Gómez, días antes de la Masacre, platicó con las mujeres y hombres aquí en Acteal, que no hay que tener miedo, pero hay que pedir la fuerza y la fe a Dios; porque así es la enseñanza de Jesús nuestro Maestro y así es el método de lucha de Las Abejas; hay que pedir fuerza espiritual, hay que pedir sabiduría porque queremos vivir en paz, queremos que haya justicia en nuestro pueblo, queremos que nuestras hijas e hijos corran, jueguen, y crezcan libres y alegres en nuestras propias tierras.
Algunos de los componentes de nuestra opción por la paz y nuestro ser y de asumir como compromiso de vida la No Violencia, ha sido el ayuno y la oración. Por eso en aquellos años difíciles por la guerra de contrainsurgencia, nuestras hermanas y hermanos de Acteal estaban en ayuno y oración. Ya llevaban 2 días cuando los paramilitares llegaron a masacrarlos con saña, premeditación y alevosía el día 22 de diciembre de 1997. Tanto en el pasado como en el presente, el plan de los ricos, los políticos, gobiernos y el Ejército mexicano, es exterminarnos porque les incomoda y desprecian nuestras luchas y la defensa de la Madre Tierra, la Defensa de los Derechos Humanos y la Vida.
Han pasado 25 años de la masacre de Acteal y hasta la fecha este crimen de Estado, sigue impune. Como lo hemos venido denunciando mes con mes durante un cuarto de siglo, los gobiernos sean priistas, panistas o morenistas, en vez de aplicar la justicia, han creado estrategias y políticas de desgaste hacia nuestra organización. De ese modo ha sido su costumbre para enterrar la verdad y sepultar la justicia. Sólo que nos caracteriza la tenacidad y la terca memoria de larga duración que hemos tejido.
De las estrategias y políticas de desgaste tanto del Estado y los gobiernos podemos señalar que durante el gobierno del panista Felipe Calderón Hinojosa, permitió a la mal llamada Corte de Justicia de la Nación, liberar a los paramilitares autores materiales de la masacre de Acteal. Liberó masivamente a los responsables de la masacre de Acteal el 12 de agosto de 2009. La intensión de este hecho fue encubrir a los autores intelectuales como Ernesto Zedillo Ponce de León, Emilio Chuayffet, Julio César Ruiz Ferro, Gral. Enrique Cervantes Aguirre, Gral. Mario Renán Castillo, Uriel Jarquin Gálvez, Jorge Enrique Hernández Aguilar, David Gómez Guzmán entre otros.
La otra estrategia del Estado ha sido la dilación de la justicia que ha provocado dos divisiones en nuestra organización. La primera en el año de 2008 y la segunda en el año de 2014. Con estas divisiones ha buscado enemistarnos, debilitarnos y que abandonemos nuestra lucha No Violenta. Pero el gobierno y sus cómplices ignoran y se les olvida nuestra terquedad y tenacidad que se han vuelto una virtud para reexistirnos e imaginar una Vida digna. También olvidan que somos descendientes de las sabias y sabios mayas, la conciencia y la resistencia habitan en nuestras entrañas.
Desde el año de 2005, cuando vimos que el sistema de justicia mexicano no tenía capacidad y voluntad política de investigar y castigar a los autores materiales e intelectuales de la Masacre de Acteal, decidimos acudir ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para que el Estado mexicano reconozca que la Masacre de Acteal es un crimen de Estado y los responsables sean investigados y castigados. Pero la CIDH se ha tardado para emitir el informe de fondo, que desde el año de 2015 se encontraba en esa etapa, es decir que desde ese año pudo haber emitido dicho informe de fondo, evitando desgastes tanto en los sobrevivientes y familiares de las víctimas de Acteal como en Las Abejas. Ahora estamos informados que la etapa de fondo del caso 12.790 Manuel Sántiz Culebra y Otros (Masacre de Acteal) ya está enlistado en la CIDH. Así que en cualquier momento se emitirá el informe de fondo y finalmente el Estado mexicano responderá por el crimen que ha cometido aquí en Acteal.
Los 25 años de impunidad en la Masacre de Acteal, ha generado un sinfín de conflictos en las comunidades de Chenalhó hacia los miembros de nuestra organización Las Abejas. El municipio de Chenalhó, está señoreado por la violencia desde el año de 1997.
El actual presidente municipal de Chenalhó del Partido Verde Ecologista de México, originario de la colonia Puebla (también cuna de paramilitares como la colonia Miguel Utrilla Los Chorros), en donde sus habitantes y autoridades comunitarias han desplazado en varias ocasiones a miembros de nuestra organización; mantiene sin resolver varios conflictos como la desmantelación de servicios de agua y de energía eléctrica a familias de Las Abejas en las comunidades de; Campo Los Toros y Bach’en, y el desprestigio constante hacia nuestra resistencia y nuestra diferente forma de pensamiento a la de ellos.
La impunidad en la Masacre de Acteal, no solo ha traído tristeza y descomposición del tejido social y comunitario en Chenalhó, sino que ha causado violencias inimaginables en todo México. Ya no solo podemos decir que el sistema de justicia mexicano está podrido, sino que va de mal en peor. Pareciera que los paramilitares y el crimen organizado se han aliado; cuando el Estado mexicano no puede enviar directamente a sus soldados a asesinar a algún defensor o defensora de derechos humanos y de la vida, le pide o permite que un sicario del crimen organizado haga ese trabajo sucio. Así pasó con el defensor de derechos humanos y de la vida, Samir Flores Soberanes de Amiltzingo, Morelos. Y hace un año, el 5 de julio del 2021, asesinaron cobardemente a nuestro compañero y hermano Simón Pedro Pérez López. Estos casos y como muchos otros más que no lo terminamos de enlistar, es la respuesta del Estado mexicano que nos ofrece a los sobrevivientes de la Masacre de Acteal, en lugar de justicia verdadera.
El crimen de nuestro compañero y hermano Simón Pedro, sigue impune, los administradores de justicia a cargo, están dilatando el proceso de justicia. No ha cambiado en nada el sistema de justicia en un gobierno que se dice ser de 4 transformación o de “izquierda”. Las cárceles siguen llenas de pobres y de inocentes o de personas defensoras de derechos humanos, ambientalistas que les fueron inculpado bajo torturas y tratos inhumanos. Pero en cambio, los exgobernantes y políticos responsables de la masacre de Acteal, de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, de los feminicidios y otros casos atroces, gozan de total impunidad, o tienen puestos públicos o desde sus comodidades planean saqueos y despojos de tierras y territorios de los pueblos originarios organizados.
Hermanas y hermanos, la impunidad pactada desde el Estado, la muerte cargada de discriminación e indiferencia, las vulgares mentiras y las trampas como continuidad de la contrainsurgencia que hemos atravesado durante los 25 años de la Masacre de Acteal, nos han hecho más fuertes. Ha reafirmado nuestra conciencia y convicción en la resistencia y en la construcción de un mundo más justo y humano, se han madurado y florece en nuestro caminar. El dolor y la muerte nos han encaminado a ser defensoras y defensores de los derechos humanos, de la Madre Tierra y de la Vida. No claudicaremos por la paz y la justicia. Aunque los amos y supremos gobiernos les incomode, nuestra palabra será siempre verdadera, siempre será luz en los tiempos oscuros de la vida en México.
Hoy toca hacer un recuento de nuestra vida y lucha; toca festejar nuestros logros y frutos de nuestro sufrimiento y esfuerzo, de aprender de nuestros errores que de ahí nos hemos levantado para crecer nuestra dignidad y no torcer el camino que nos han dejando quienes dieron la vida para que hoy tengamos mayor claridad de nuestro andar como organización.
La Masacre de Acteal, hizo que estructuráramos bien nuestra organización, decidimos que tuviera una Mesa Directiva como autoridades legítimas de Las Abejas, decidimos tener nuestros propios comisariados responsables de resolver problemas de tierras; decidimos tener nuestros propios jueces encargados de revolver problemas familiares. Así mismo creamos áreas de Salud, Coro de Acteal, Grupo de Teatro, Mujeres Artesanas, Mujeres de Caja de ahorro y Comunicación. También creamos proyectos productivos como: ganados, colmenas, pollos, hortalizas, etc. También tenemos trabajos de cuidado del agua y de energía, aunque algunos trabajos van lentos, pero tenemos la conciencia que son parte de la construcción de un mundo más humano y de nuestra autonomía y libre determinación, que son el fruto de la madre tierra que nos arropa.
Hoy se cierra un ciclo de nuestra lucha, pero no quiere decir que aquí se detiene nuestro caminar. La lucha no tiene final, no tiene límites, no tiene caducidad. Así como la Palabra de Dios Padre-Madre nunca se acaban.
Acteal, seguirá siempre la Tierra Sagrada. Acteal, se ha convertido en la Casa de la Memoria y Esperanza.
El manantial de agua que emana desde esta Tierra Sagrada, es símbolo de la inagotable convicción de Lucha No Violenta.
Y nosotras Las Abejas somos y seremos las y los guardianes de la Memoria y la Esperanza, de la historia que nuestros abuelas y abuelos nos han heredado, en este compromiso de ser constructores de la Paz y la Justicia.
Hoy se cierra un ciclo. Hoy se abren nuevos caminos hacia la verdad. Hoy se nacen nuevas esperanzas.
Hace 25 años aquí en Acteal fue “la Navidad más triste”, así lo dijo nuestro Tatik Samuel. Hoy, afirmamos con nuestros 30 años de caminar de Las Abejas: 30 veces resplandece nuestra dignidad en gigantes fragmentos de luz en medio de las montañas sagradas que guardan el latido del pueblo y bajo el cielo que cubre los sueños y esperanzas de Acteal.
Esta ha sido nuestra palabra a 25 años de Memoria y construcción de Otra Justicia que dignifica a nuestros Mártires de Acteal y en el día de la celebración de nuestros 30 años de reconocernos como hacedores de paz en el largo caminar en la lucha No Violenta.
Desde Acteal, Casa de la Memoria y Esperanza.
Atentamente.
La Voz de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.
Por la Mesa Directiva:
Manuel Pérez Jiménez Antonio Ramírez Pérez
Presidente Secretario
Víctor Manuel López Gómez Mariano Sánchez Díaz
Tesorero Sub Secretario
Testimonio de Juan Vasquez Luna Sobreviviente de la Masacre de Acteal
Testimonio de Juan Vázquez Luna
En este día realizamos una jornada de ayuno y oración junto con las y los sobrevivientes de la Masacre de Acteal para honrar la memoria y el espíritu de mi papá Alonso Vázquez Gómez, mi mamá María Luna Méndez y mis hermanas: Rosa, Verónica, Antonia, Margarita de 2 años de edad y Juana de 8 meses quién en brazos de mi mamá fue alcanzada por una bala de arma de grueso calibre de uso exclusivo del Ejército mexicano. Así mismo honro a mi abuela Juana Gómez Pérez y mi tío Victorio Vázquez Gómez. Todos ellos y ellas mi familia, junto con el resto del total de 45 hombres y mujeres y más los 4 bebés que fueron sacados del vientre de sus madres, por paramilitares priistas de Chenalhó el 22 de diciembre de 1997.
En esta masacre fueron heridas de bala mis hermanas Ernestina y Rosalinda. Y junto con mi hermana Guadalupe y mi hermano Manuel (Manuelito) salimos ilesos de ese ataque cobarde.
Gracias a mi papá, a mi mamá a mis hermanas y hermanitas, y el resto de las 45 hombres y mujeres que ofrecieron su sangre para que yo, mis hermanas y el resto de las personas que también se encontraban el día de la masacre, hayamos podido sobrevivir. Y a 25 años de esa cruel masacre, seguimos vivos y organizados en la lucha de Las Abejas de Acteal.
Recuerdo que mi papá meses antes de la masacre de Acteal, estuvo participando en las reuniones de Las Abejas junto con otros catequistas y representantes de la organización, para platicar qué se podía hacer para que se detuviera la violencia que había brotado en el municipio de Chenalhó.
En varias ocasiones, veía a mi papá salir de casa para ir a las reuniones en otras comunidades de Chenalhó; llevaba su azadón y mecapal para engañar la atención de los paramilitares.
Mucho antes de la guerra de contrainsurgencia en Chiapas, mi papá ya era catequista de la Parroquia de San Pedro Chenalhó, incluso cuando fue masacrado aquí en Acteal, tenía cargo de jefe de Zona de catequistas.
Mi papá era una persona muy respetada, porque eso mismo hacía con las personas, aunque habían algunas personas que lo querían molestar y hasta golpearlo por el hecho de ser catequista, él nunca respondió por la violencia, porque siempre practicó la No Violencia, así como Jesús que en Él siempre confió hasta su muerte.
El día 20 de diciembre, mi papá Alonso, reunió a los hombres y mujeres creyentes y miembros de Las Abejas para organizar una jornada de ayuno y oración por 3 días; para pedirle a Dios que se detenga la violencia en Chenalhó porque no querían que se muera la gente. Hasta hubo unos días que los paramilitares dejaron de pasar a amenazar en Acteal, creímos que ya nos habíamos salvado de la muerte.
Pero, cuando llevábamos 2 días de ayuno, el día 22 de diciembre, los paramilitares entraron a masacrarnos, fue ahí que murieron las 45 personas y había 4 mujeres que estaban embarazadas y les abrieron sus vientres para sacarles a sus bebés.
Todo este terrible suceso en mi vida y la de mi familia, es muy doloroso. Y para que no se olvide nunca, a mis hijos e hijas les platico constantemente, para que sepan lo que pasó con sus abuelos, tías y tíos.
Este 22 de diciembre se cumplen 25 años de la Masacre de Acteal y no hemos encontrado la justicia. Al contrario, el gobierno ha buscado la manera de borrar lo que pasó aquí en Acteal. Lamento mucho que haya sobrevivientes que cambiaron por dinero la sangre de sus familiares, haciendo menos a la justicia. Y estas mismas personas andan convenciendo a otros sobrevivientes para que también acepten el dinero que da el gobierno. Así, hace poco a mi hermana Rosalinda trataron de engañarla diciéndole que le iban a conseguir 600 mil pesos; pero, “si tiene voluntad” le puede dar algunos miles a los responsables de gestionar ese dinero; y a parte de lo económico, le ofrecieron una casa, pero mi hermana no aceptó.
Yo y junto a mi familia como el resto de los sobrevivientes conscientes de buscar una justicia verdadera, nunca cambiaremos por dinero la justicia. Es por eso que como han venido exigiendo nuestras autoridades la Mesa Directiva de Las Abejas de Acteal, en nombre de mi papá, mamá y hermanas y hermanitas; le recuerdo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que cuando fui a representar a los sobrevivientes de la masacre de Acteal, durante los 156 periodo de sesiones de audiencia pública realizada el 20 de octubre de 2015 en la sede de dicho organismo internacional en la ciudad de Washington, Estados Unidos, rechazamos la solución amistosa que ofreció el Estado mexicano, sino que lo que queremos es justicia verdadera y se dicte ya el informe de fondo del caso 12.790 Manuel Santiz Culebra y Otros, (Masacre de Acteal).
Actualmente hay muchas personas de otras organizaciones que están en la cárcel injustamente. La justicia torcida del gobierno es encarcelar a los que defienden los derechos humanos, pero a los asesinos y todo tipo de delincuentes, los tiene en total impunidad.
Aunque nos hayan matado, pero no vamos a dejar nuestra lucha en Las Abejas de Acteal. Al contrario, después de la masacre nuestra organización se hizo fuerte, empezó a crecer más profunda sus raíces. Y ya está a unos días de cumplirse 30 años nuestra lucha, pero todo eso es gracias a la sangre inocente; en especial la de mi papá, mi mamá y hermanas y hermanitas.
Todo esto, es lo que le doy gracias a Dios por permitirme seguir con vida y tener conciencia de no venderme al gobierno. Así les pido a los demás sobrevivientes que tampoco vendan la sangre de sus familiares; porque el dinero no va a devolver a nuestros familiares masacrados. Porque la memoria y nuestra dignidad no tienen precio.
Acteal, Chenalhó, Chiapas, México; a 17 de diciembre de 2022.
Atentamente.
Juan Vázquez Luna
Sobreviviente de la Masacre de Acteal
Poesías en memoria a los 25 años de la Masacre de Acteal Y a los 30 años de la fundación de la organización Civil Las Abejas de Acteal.
Gigantes fragmentos de Luz
Muk’tikil bik’tal ts’its’ipal Xojob
Sts’ibaoj: Ruperta Bautista
Yu’un mu xch’ay te o’ntonal jmileltik te Akte’al.
Xchi’uk li lajuneb xch’a vinik a’bil spasel tal
li tsoblej Chanul pom te Akte’al.
Li jmilvanejetike stenik snochanik
lajelal te syol sat muk’ta me’iletik.
Xcha’ kuxeltal li jmileletik sts’ujlajet xch’ich’elike,
ch’analukutik chi jk’opoj te ik’al osil.
Yajemal k’opetik te snatil be xanavenukutik,
Me’onal k’in te ik’
slikeb tal li jk’optike: Chanul pom.
Alab nich’nabilukutik
pojbilik slumal stot sme’ik.
Cha’ anemukutik tal te ts’its’ip xojob,
ni jcha’ kuxtalel te juju ts’uj stsajal
ch’ich’el muk’tikil ants viniketik: Mayaetik.
Chanul pom antsetik sujbilik
te milel yolik muyuk to chvok’ik,
bats’i viniketik yabanojik
smakal nuk’ lekilal.
Bol pochan viniketik li j-elek’etik
chelk’anik slajesik batel li jts’umbaltike,
batem te yo’ntonik ilbajinvanej,
x-uch’et yu’unik sbe xch’ich’el balamil,
k’ux li sujbil me’nal
te snaultak jkuxlejaltike.
J-ilbajineletik yajesbilik
te sjot’benal sujbil me’nal,
k’usie chi antutik tal te lum
sts’unub na’elal,
me u’ue chi lupintutik tal te ste’altak
uk’umetik jpok vokolil.
Skomon ts’ikel yatinel xchi’ch’el jteklum,
sk’unk’un lajel j-ibajineletik,
k’usie a’untutik li epal chanul pom
spabik yo’nton lekil kolele.
Li yich’el te muk’ kuxlejal xchi’uk jun o’ntonale,
tup’bilik te yok sk’ob jmilvanejetik te balamil.
Tana kuxlejal xch’aybatel te smukel animaetik.
Sk’opojel sbek’ sat totilme’iletike
xvinajik te sts’ib jayibuk jst’ibajometik:
Lunex chib xch’a vinik diciembre, Akte’al.
Laj xchukik smilik lekil kolelale,
jmultutike: sa’el lekilal.
Tenbilun yakuxuluntutik te xch’ayel o’ntonal.
K’usie a’untutik li ach’ jch’ieletik muk’ snopbenal mu
xch’ay te yo’ntonik li milel te yok sk’ob jmilvanejetike.
Ik’pok’an li lekilal te sbek’ sat sjelevel a’biletike.
Muk’ li lekilal bak’intik chnamaj batel te ik’,
anta sutalel xchi’uk jtsop p’ijil j-abtel chanul pometik,
li stsatsubtasik tsatsal p’ijilal yu’un skoltael
li jteklum chanav te sts’ubilumal be sibtasik batel lajelale.
Gigantes fragmentos de Luz
Por: Ruperta Bautista
En memoria a los 25 años de la masacre de Acteal.
Y a los 30 años de la fundación de la organización Civil Las Abejas de Acteal.
Los suicidas arrojan e implantan
muerte en los ojos de las abuelas.
Los asesinados sangran en el vocablo renacer,
nuestro silencio habla en la oscuridad.
Palabra herida en el camino transitado,
triste melodía del viento
en el origen de nuestra palabra: Abejas.
Somos descendientes
despojados de suelos ancestrales.
Resurgidos en los fragmentos de luz,
somos verbo accionado y resucitado
en la sangre de los gigantes: Mayas.
Mujeres chanul pom[1] obligadas
a parir la muerte de sus nonatos,
bats’i viniketik[2] escuchan
la afonía de la justicia.
Gente maldita los invasores
que roban y destruyen el legado,
habitan el corazón del odio,
desangran las venas de la tierra,
duele la miseria implantada
en el hilo de nuestra historia.
Victimas explotados en las garras
de la desgracia implantada,
pero brotamos en el suelo
semillas de la memoria
o retoñamos en los arboles
de los ríos que lavan el sufrimiento.
Ensangrentada resignación junto al pueblo,
esclavos torturados en lenta agonía,
pero somos enjambre
que consuelan el corazón de la libertad.
En estas tierras el derecho a la vida y la paz,
son aniquilados por los traidores.
El presente se ausenta en la despedida de los muertos.
Los ojos de los Padres-Madres
parlamentan en las letras de algunas poetas:
lunes 22 de diciembre, Acteal.
Encarcelaron y asesinaron la libertad,
nuestro delito: reclamar justicia.
abandonados y agonizantes en la ceguera del olvido.
Pero somos jóvenes con pensamiento grande
que recuerdan el sufrimiento implantado por los militares.
Justicia lacerada en la mirada de las décadas.
Venerable la dignidad que a veces se aleja con el viento,
y regresa con el enjambre de insectos sabios y trabajadores,
que encienden la fortaleza y sabiduría para la liberación
del pueblo que camina en el polvo combatiendo a la muerte.
[1] Abejas en lengua tsotsil.
[2] Hombres verdaderos u hombres originarios.
Manantial de la Paz
Somos guardianes de la semilla de la paz,
Somos mujeres y hombres verdaderos,
Nuestra lengua tsotsil,
fusiona con el canto de las aves,
De grandes sabios mayas, nuestra cultura.
Hace 30 años se formó nuestra lucha,
una estrella más en el cosmos.
La luz de nuestra palabra verdadera
Le molestó el amo del inframundo,
Apresó a 5 hermanos nuestros
Pero nuestra sabiduría y corazón grande,
Los puso en libertad.
Hace treinta años.
El Corazón del Cielo y Corazón
De la tierra,
Nos enviaron a este mundo para
Cultivar amor, Justicia y Paz.
Somos cuidadoras de la Madre Tierra,
Somos defensores de la Vida,
Ofrecemos nuestras vidas por ello,
Si es necesario.
Crecimos y volamos en el mundo para compartir
La palabra verdadera de nuestro corazón.
No queremos guerra en el mundo,
que a nadie le falte la paz,
así como el viento que nos sopla a todos.
Nuestro caminar ha sido largo,
Atravesamos oscuridad, dolor y muerte,
A pesar de la masacre a 45 hermanas y hermanos
Y los 4 bebés no nacidos,
Hoy somos luz infinita.
30 veces resplandece nuestra dignidad
en gigantes fragmentos de luz.
Gracias Corazón del cielo,
Gracias Corazón de la Tierra,
Gracias Corazón de Acteal:
…Ahora,
Somos manantial de paz.
Ja Jiménez
Miembro de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.
22 de diciembre del año 2022
Acteal, luz que ilumina los caminos
I
Arde el canto Maya,
hábito de vida que permanece.
Aquí siguen:
En el viento ámbar de las montañas.
Aquí siguen:
Como vigías de lluvia torrencial.
Aquí siguen:
Con su palabra que es fuego en el camino.
Aquí siguen:
Cargadores del tiempo ante el cosmos.
Arde el canto Maya,
hábito de vida que permanece.
II
Arde la voz que emerge desde Xibalba,
incendia la tierra y sus alrededores,
como humarada que se disfraza de nube
para ocultar la calamidad.
Ríos de sangre,
que alumbra el alimento en tierra.
Casa de invierno,
fervor del Señor de la Noche.
Arde la voz que emerge desde Xibalba,
sembrada la tragedia, crece la vida,
despeja la tórrida tormenta,
Furor de los mártires
polinizando el universo,
después del fango viene la primavera.
III
Arde la voz que emerge desde Xilbalba.
Con destellos que fulguran flores,
vientos de los cuatro rumbos
que se agolpa en el núcleo de la memoria.
Al susurro del colibrí
afina el ritmo del tiempo.
Al rugir del jaguar
retiembla el ritmo del tambor.
Al silbido del viento
templa el ritmo de la palabra.
Alzan la voz coral donde emerge
la paz de los cuatro rumbos
trece cielos que tocan el instante
Diáspora de verdad y justicia
luz que ilumina los caminos.
Pedro Faro
Acteal, Chiapas, México,
22 de diciembre de 2022
Canción en Memoria de los Martires de Acteal y la Fundacion de Las Organización de Las Abejas
Auctor: Victorio Santis