EZLN
Sonata para violín en sol menor: DINERO
Sonata para violín en sol menor: DINERO.
“… la más bella de las artimañas del diablo es persuadiros de que no existe!”
Charles Baudelaire en «Le joueur généreux».
I.- EL OCTAVO PASAJERO.
En ninguna parte, y en todas. Un tren adormecido se arrulla con su propio ronroneo. No viene ni va a ninguna parte. O no importa. A bordo, una población de grises, vivos de tan muertos, se adormece. En el último vagón, 7 pasajeros solitarios, miserables sus vidas y sus ropas, se aburren y desesperan en sus asientos.
Uno dice: “daría lo que fuera por cambiar mi suerte”. La frase es una especie de idioma universal y los 6 restantes asienten en silencio. El largo y maltrecho tren entra entonces en un túnel, que mata los grises y agranda las sombras. La puerta se abre e ingresa un octavo pasajero, con su vestimenta gritando “no soy de aquí”, y se sienta sin decir palabra. El túnel alarga la oscuridad.
Algo como un trueno, una rama seca quebrada sin que una tormenta la venza. Unos ojos llameantes aparecen en la oscuridad. Habla la mirada de fuego: “Creo que no necesito presentarme. Cada uno de ustedes me ha invocado con o sin palabras, y a su llamado respondo. Su alma por un deseo. Pongan el precio”.
Uno elige la salud, no enfermarse nunca. Satán responde: “concedido”, recoge el alma del saludable y la pone en su saquillo.
Otro opta por la sabiduría, conocerlo todo. El diablo musita: “concedido”, toma el alma del sabio y la coloca en su bolsa.
El tercero escoge la belleza, ser admirado. El rey del averno dice: “concedido”. Y el alma del hermoso se acomoda en la alforja.
El cuarto prefiere el Poder, mandar y ser obedecido. Lucifer suspira: “concedido”. Y el alma del jefe es una más en su chaqueta.
El quinto señala: “los placeres”, despertar la pasión con la sola voluntad. El demonio sonríe complacido: “concedido”. Y el alma de hedonista se une a las demás en el oscuro gabán.
El sexto se yergue y elige la fama, ser reconocido y aclamado por todos. Satanás no hace ningún gesto cuando declara: “concedido”. Y el alma del famoso es una más entre las otras prisioneras.
El séptimo casi canta cuando dice: “el amor”. El Maligno suelta una carcajada mientras deletrea “c-o-n-c-e-d-i-d-o”. y el alma del amante queda al fondo del saco.
El ángel caído mira impaciente al octavo pasajero que nada dice y sólo garabatea en una libreta.
Luzbel endulza la voz cuando pregunta: “¿Y cuál es tu deseo? Cualquiera te será otorgado a cambio sólo de tu alma pasajera”.
El octavo pasajero se pone de pie y suelta en un murmullo: “Soy Dinero, compro las 7 almas de los infelices que en ti creyeron, y te compro a ti, para que me sirvas y obedezcas”.
Y “el gran dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero” (Ap 12, 9), sonrió taimado y sentenció, antes de meterse él mismo en la bolsa de las almas vendidas:
“Sea pues, señor Dinero. Pero en tu esencia misma está tu perdición y tu bonanza hoy, será desgracia mañana”.
Dinero tomó la bolsa y salió él del último vagón y el tren del túnel.
Detrás de ellos la oscuridad se alargó hasta conquistar al día…
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Adagio-Allegro Molto en mi menor: Una realidad posible (tomado del Cuaderno de Apuntes del Gato-Perro)
Adagio-Allegro Molto en mi menor: Una realidad posible.
(tomado del Cuaderno de Apuntes del Gato-Perro)
“La locura es como la gravedad, ¿sabes?, basta con un pequeño empujón”
El Guasón en el papel de Heath Ledger (¿o era el revés?).
Nadie sabe a ciencia cierta cómo empezó todo. Incluso los Tercios Compas, que se dieron a la tarea de reconstruir los hechos, no pueden determinar el momento y el hecho exactos en que se inició lo que ahora les relataré.
Según una versión, el SupGaleano provocó todo. Según otras, el SupGaleano sólo lo inició, y fue el Subcomandante Insurgente Moisés el que siguió y completó.
El asunto es que el SupGaleano, en uno de sus textos, hizo referencia al hecho de que, en febrero de 2011, la periodista Carmen Aristegui preguntó, en una de las emisiones de su programa, si el entonces titular del ejecutivo, Felipe Calderón Hinojosa, padecía de la enfermedad del alcoholismo, y agregó que se debería informar a la Nación sobre el estado de salud del ejecutivo federal. Como represalia, la periodista fue despedida. Hasta ahí no había problema. Así fue y se puede consultar en la prensa ese hecho.
La bronca fue que, el SupGaleano agregó algo como: “La locura, como señaló un incomprendido conocedor del alma humana, es como la gravedad: sólo necesitas un empujón. Detentar el Poder es ese irresistible empujón que allá arriba todos anhelan y empieza con 3 simples palabras “aquí mando yo”. Si espera usted que alguien de los medios de comunicación cuestione si el actual ejecutivo federal padece de sus facultades mentales (lo que sea de cada quien, no dijo “está loco”), espere sentado; porque nadie se va a atrever a hacerlo”.
Al día siguiente, en ese faro de luz cuasi divina que son las conferencias matutinas del probable demente, una persona de la prensa se atrevió a preguntarle qué pensaba de eso. El interpelado guardó silencio, hizo gestos faciales que mostraban su enojo, y dio por terminada la rueda de prensa sin haber acabado de explicar el por qué obedecer los mandatos de Donald Trump le había traído grandes beneficios al país. Nunca aclaró a qué país se refería.
Según el encargado de Comunicación Social de la Presidencia, el jefe (así dijo) se había sentido indispuesto debido a una probable congestión estomacal, producto de algún alimento en mal estado.
A la mañana siguiente, ya repuesto, el máximo jefe (así lo presentó el encargado de Comunicación Social), dijo que, para él, quienes se presentan como de izquierda radical no eran sino unos radicales de derecha que se escondían tras un pasamontañas y sólo mantenían su movimiento en 4 municipios del suroriental estado mexicano de Chiapas, y eso gracias al apoyo económico que recibían de los Illuminati; y que “el Marcos” (así dijo) en realidad estaba en Francia. En Paris, para ser más precisos, según los datos que él tenía.
El SupGaleano respondió con un escrito donde describía la Plaza Pigalle con una minuciosidad que ni la guía Michelin, señalaba la paradoja de que el pecado carnal estuviera tan cerca de la Sacré-Coeur que corona Montmartre, y se disculpaba por no dar más datos, debido a que se dedicaba al “oficio más antiguo del mundo” (así dijo) y tenía que atender a la clientela. Algunos dicen que el Sup anexaba una foto donde lucía sus hermosas y bien torneadas piernas. En las redes sociales de la 4T alegaron que estaban photoshopeadas y que ni que estuviera tan bueno “el cara de calcetín” (así dijeron) –aunque más de una, unoa, guardó la imagen en la carpeta que advertía “No abrir en caso de mi muerte”-.
En la mañanera siguiente, el máximo líder tuvo un leve toque de autocrítica. Aclaró que no estaba en París (el Sup se entiende), sino en Grecia, según sus datos. En la Isla de Lesbos para ser más precisos. El SupGaleano respondió con otro texto describiendo las condiciones en que los migrantes ilegales se trasladaban a Europa… huyendo de las guerras alentadas por los gobiernos europeos.
Un día y una corrección más en la conferencia de prensa matutina: “el subcomediante” (así dijo el líder) en realidad estaba, según sus datos, en Australia. En Sidney, en la playa Lady Bay Beach, para ser más precisos.
El Sup contestó con un poema cursi, supuestamente de su autoría, que en una parte decía: la sombra que en el mar se diluye/ como si en luz muriera/lejanos y húmedos los desvelos/presente la esperanza seca… y con una foto que la decencia y las buenas costumbres me impiden describir. Sólo puedo decir que el Sup tenía puesto el pasamontañas, su gorra y su pipa y ya (¿si me entienden? Oh pues).
El supremo, esa misma tarde, estalló y tuiteó que le estaban colmando la paciencia (al Supremo, se entiende), y que tenía lo necesario para poner orden en “Chapas” (así escribió) y acabar de una vez con “las fantochadas del cara de estambre” (así dijo). En NOTIMEX corrigieron “en Chiapas”, y en las redes sociales, alguien tuiteó con timidez: “¿Pues no que estaba en Francia-Grecia-Australia?”
En la mañanera, el iluminado se fue con todo: dijo que él, el verdadero, tenía la sagrada misión de preservar el paso incontenible de la 4T y que “todas las opciones para lograrlo las tengo en mi mesa de tocador”. En NOTIMEX corrigieron y en la transcripción pusieron “en mi escritorio de trabajo”.