Gaza sigue siendo destruida por ataques aéreos y bombardeos intensivos por parte de las fuerzas de ocupación israelíes, mientras que el número de personas asesinadas va en aumento. Según los últimos informes del Ministerio de Salud de Gaza el saldo trágico asciende ya los 37 mil 266 muertos y al menos 85 mil 102 heridos.
El Ministerio de Salud ha puntualizado que la mayoría de las víctimas son mujeres y niños, en su gran mayoría civiles inocentes. A ello se agrega que hay un registro de más de 12 mil personas atrapadas bajo los escombros en diversas partes de Gaza, sin acceso a la asistencia médica urgente.
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos internacionales denuncian la dificultad de brindar ayuda efectiva debido a la escalada del conflicto y las restricciones impuestas a las operaciones humanitarias.
Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), ha instado nuevamente a un alto el fuego inmediato y a un incremento urgente en la ayuda humanitaria. En una conferencia internacional de donantes en Kuwait, Guterres declaró: “Un alto el fuego solo será el comienzo. Será un largo camino para recuperarse de la devastación y el trauma de esta guerra”.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) también ha alertado sobre la peligrosidad extrema que enfrentan los trabajadores humanitarios en Gaza, con un saldo trágico de 193 colegas asesinados desde el inicio del conflicto, marcando la mayor pérdida de vidas en la historia de la organización.
Esta presión internacional para dejar actuar a la ayuda internacional ha llegado a obtener el respaldado por el Grupo de los Siete (G7), que ha exigido garantías para que la UNRWA y otras organizaciones puedan operar efectivamente y llegar a quienes más lo necesitan en esta catástrofe humanitaria.
Este infierno es cada día peor para los civiles en Gaza, quienes están pagado los costos de este conflicto y, no se ve salida al conflicto por ningún lado. La solidaridad internacional es crucial para seguir haciendo presión a los gobiernos del mundo para detener este genocidio.
Martin Griffiths, secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, ha destacado la responsabilidad compartida de la comunidad internacional en abordar esta crisis humanitaria sin precedentes, llamando a los líderes mundiales a “unirse en lugar de dividir”, para evitar un mayor sufrimiento y avanzar hacia un futuro más pacífico y justo.
La situación en Gaza sigue evolucionando, y la atención internacional se mantiene centrada en la urgente necesidad de proteger vidas inocentes y detener esta guerra asimétrica y desigual.
En la ciudad de Xalapa, Veracruz, el embajador de Palestina en México, Moamed Saadat, dio una conferencia explicando tanto el contexto histórico del conflicto entre Israel y Palestina como la situación actual en Gaza. En la conferencia estuvieron presentes también Alma Alvarado y Armando Soto Baeza, miembros de la Plataforma Internacional por la Causa Palestina, y Elisa Martínez Martínez, consul de Cuba.
Alma Alvarado y Armando Soto hablaron del movimiento de solidaridad con Palestina en México y del derecho, establecido en las legislaciones y convenciones internacionales, de Palestina a la resistencia ante la ocupación y violencia israelí, cuestionando el discurso mediático que acusa a la resistencia palestina de terrorismo y califica la violencia israelí de defensa legítima. Elisa Martínez, cónsul de Cuba, reiteró el compromiso ético de ese país con Palestina y, en un análisis más global, vinculó el conflicto a las agresiones imperialistas a Cuba y a la geopolítica mundial más ampliamente.
El embajador de Palestina en México, Mohamed Saadat, hizo un recuento histórico de los orígenes del conflicto desde el establecimiento del Estado Israelí en 1948 e hizo una descripción detallada de las condiciones desesperadas de vida en Gaza en este momento.
Compartimos aquí las palabras de los participantes. Aunque la calidad de los audios es deficiente, invitamos a escuchar sobre todo las palabras del embajador Saadat, que dan cuenta de una situación desesperada e invivible en el territorio de Gaza, y hacemos un llamado a la solidaridad y a la acción colectiva en todas las geografías para detener el genocidio.
Enseguida, un video presentado durante la conferencia, con un resumen de las causas históricas del conflicto.
El 2023 fue uno de los años más violentos para las infancias y adolescencias en el estado. Se estiman más de 100 mil niñas, niños y adolescentes afectados por las disputas entre grupos criminales.
Desplazamiento, reclutamiento forzado, desapariciones y homicidios ponen en riesgo su vida e integridad y vulneran sus derechos humanos.
Desde el 2021, Chiapas ha sido el centro de una pugna cruenta por parte de grupos criminales que se disputan este territorio clave para el tráfico de armas, drogas y trata de personas. En esta disputa, las y los pobladores de municipios en la Sierra Mariscal han visto sus comunidades asediadas por una ola de violencia sin igual en la región. Cobro de piso, ataques armados, quema de vehículos, sitio de poblados, cortes de agua y luz. Así como amenazas, extorsiones, reclutamiento forzado, desaparición de quienes se niegan a colaborar, asesinatos violentos y desplazamiento forzado como resultado de la violencia.
En este contexto, la vida cotidiana se ha trastocado con situaciones como bloqueos que impiden salir o llegar a otras comunidades, cierre de negocios, suspensión de clases, pérdida de cultivos que no han podido cosecharse, escasez de alimentos, encarecimiento de víveres, entre otros.
El 2023 fue uno de los años más violentos para las infancias y adolescencias en el estado. Sin embargo, no existen datos oficiales que permitan entender la magnitud de la violencia a la que se enfrenta la población. A lo largo de todo el año, en diferentes municipios de Chiapas, se dieron situaciones que afectaron la vida de miles de niñas, niños y adolescentes en el estado.
En el mes de mayo, comunidades como Lajerío y Candelaria en Frontera Comalapa tuvieron que desplazarse debido a la violencia de grupos criminales. Desde entonces, diferentes comunidades a lo largo de la región Sierra Mariscal se han sumado a los territorios asfixiados por la lucha entre grupos que se disputan el control de la frontera.
Para el mes de agosto, Motozintla y Chicomuselo fueron también víctimas de bloqueos, comunidades sitiadas y con ello, escasez y encarecimiento de alimentos. En septiembre, profesores de la zona escolar 025 publicaron un comunicado en el que declaraban la suspensión de clases en dicha región debido a que no existían las condiciones para garantizar la seguridad. Dicha sección abarca los municipios de Amatenango de la Frontera, Bejucal, Bella Vista, Chicomuselo, El Porvenir, Frontera Comalapa, La Grandeza, Honduras de la Sierra, Las Margaritas, Mazapa, Motozintla y Siltepec. Si consideramos el total de población de 3 a 17 años en dichos municipios y estimamos, al menos un 70% de asistencia a la escuela de acuerdo a datos oficiales, estaríamos hablando de 108,560 niñas, niños y adolescentes afectados por la suspensión de clases debido a la violencia en el periodo de septiembre-diciembre 2023[1].
Por otro lado, la violencia también se manifestó en territorios fronterizos en la región Selva. Desde hace casi un año, comunidades de Ocosingo, denuncian el aumento de grupos criminales que realizan actividades como tala clandestina, tráfico de armas y trata de personas[2]. En las comunidades de Lacanjá Chansayab, Nueva Palestina, Santo Domingo y San Javier, estimamos que 9,098 niñas, niños y adolescentes están siendo afectados por la violencia imperante en dichos territorios.
Durante el mes de noviembre, pobladores del municipio de Maravilla Tenejapa sufrieron situaciones de quema de casas, detonaciones de armas de fuego y desplazamiento forzado debido a su temor por la violencia[3]. En dicho episodio, 13 comunidades con una población estimada de 2,883 niñas, niños y adolescentes fueron afectadas.
El 2023 cerró para muchas comunidades en un contexto de guerra. Comunidades en los municipios de Bella Vista y La Grandeza denunciaron el sitio de sus poblados por grupos criminales, quienes realizaron también cortes de agua y luz para presionarlos a unirse a sus filas. El año nuevo entró en la Sierra Mariscal con enfrentamientos, siendo particularmente violentos en el municipio de Amatenango de la Frontera.
En lo que va de enero de 2024, la situación no ha mejorado. A las disputas entre grupos criminales, se suman agresiones del ejército contra pobladores bajo la acusación de que abren el paso al crimen organizado. De este modo, poblados en los municipios de El Porvenir, Siltepec y Socoltenango se han visto amenazados por parte de los soldados y atacados con gases lacrimógenos. En dicho contexto, las familias han ido abandonando sus casas. No se tienen cifras exactas de la magnitud de la población afectada. Algunas personas han migrado a Estados Unidos o a estados de la Península y otras más buscan refugio con familiares en Tzimol y Comitán. El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas estima que son 2,300 personas desplazadas por la narcoviolencia desde el 15 de enero en los municipios de Chicomuselo, Socoltenango y la Concordia.[4] Protección Civil señala 1,884 personas atendidas en albergues de Tzimol, Socoltenango, Comitán y La Trinitaria.[5]
Una mujer kurda llora en el funeral de las víctimas asesinadas durante el bombardeo y la invasión turca de Serê Kaniyê en 2019. A muchos ahora les preocupa que el proceso se repita en otras partes de Rojava tras el actual bombardeo.
El régimen de Erdoğan en Turquía ha continuado su reinado de terror en la región kurda de Rojava, gobernada por la DAANES (Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria). La letanía de crímenes de guerra semanales de Ankara durante los últimos meses incluye bombardeos, ataques aéreos y ataques con drones incesantes en una amplia gama de sitios civiles. Para comprender el razonamiento detrás de su terror aéreo, sólo hay que mirar la historia reciente y los objetivos de política exterior neo-otomanista de Turquía en lo que respecta a las zonas kurdas del norte de Siria.
Por ejemplo, el ejército turco ya se ha anexado grandes extensiones de territorios kurdos en la región, incluida la utilización de sus aliados mercenarios yihadistas para ocupar Afrin en 2018 y Serê Kaniyê y Girê Spi en 2019. Ambas invasiones limpiaron étnicamente las regiones de kurdos en más del 80%, lo que resulta en cerca de un millón de personas desplazadas internamente.
En octubre de 2023, cuando comenzaron los bombardeos a niveles sin precedentes, los campos de refugiados de desplazados internos también fueron atacados, provocando terror e incertidumbre masivos. Pero esto también coincide con el manual anterior de Turquía, que es sembrar miedo entre los civiles kurdos con la esperanza de que huyan de la región. Desde octubre, Turquía ha iniciado una ronda integral de bombardeos repetidos contra infraestructuras esenciales como estaciones de agua, gas y electricidad . El objetivo es desplazar a los civiles, provocar un éxodo masivo y crear condiciones que hagan la vida insoportable en la región.
En las últimas 72 horas, varias aldeas y localidades civiles, incluidos graneros y depósitos de alimentos, han sido blanco de ataques aéreos turcos. Como resultado, periodistas, activistas y civiles de toda la región compartieron imágenes horripilantes de civiles heridos, almacenes destruidos y repetidos ataques a lugares no militares, incluida la política ilegal de doble toque de volver a atacar un sitio que había sido atacado previamente mientras los equipos de emergencia se apresuraban a apagar los incendios y tratar a los heridos.
En la aldea de Karbatli, en el distrito de Darbasiyah, la casa familiar de un civil llamado Khaled Heso fue bombardeada, lo que provocó que sus hijos Rojan y Jan, así como su esposa Ahlam, resultaran heridos. Mientras tanto, el periodista kurdo Hoshang Hassan publicó imágenes exclusivas de los bombardeos turcos contra las centrales eléctricas de Amuda, demostrando que Turquía está más interesada en arrasar las condiciones de vida: alimentos, agua, electricidad y refugio (viviendas).
El Centro de Información de Rojava (RIC) publicó un vídeo exclusivo que detalla los bombardeos turcos desde octubre, destacando los repetidos ataques contra civiles y sus tierras, hogares y propiedades con los bombardeos. Durante el período navideño, se produjo otra ronda de bombardeos masivos, en los que los ataques aéreos turcos alcanzaron una serie de infraestructuras civiles, incluidas fábricas, centros médicos, almacenes y más. En la cascada más reciente de ataques no provocados, 11 civiles murieron y decenas más resultaron heridos.
¿Cómo es la vida diaria en Gaza ahora? ¿Cuáles son las condiciones en los pocos hospitales que quedan? ¿Qué sienten los trabajadores de salud allí? ¿Qué podemos hacer como sociedad civil?
El Dr. Aldo Rodríguez nos acompaña este miércoles 24 a las 5pm en La Enseñanza, San Cristóbal, para compartir sus experiencias en Gaza a finales del 2023
La escritora neozelandesa Em Berry publicó recientemente un poema titulado “Por nuestra culpa” (Because of us), que dice:
Esta mañana he aprendido
que la palabra inglesa ‘gauze’
(tela médica finamente tejida)
proviene de la palabra árabe […] ‘Ghazza’
porque los gazatíes han sido hábiles tejedores durante siglos.
Me pregunté entonces
cuántas de nuestras heridas
se habrán curado
gracias a ellos
y cuántas de las suyas
han quedado abiertas
por nuestra culpa.
El poema de Berry resulta dolorosamente oportuno, dado que las fuerzas armadas israelíes, después de varias semanas de bombardear objetivos civiles –entre ellos escuelas, hospitales y ambulancias–, han ampliado la invasión terrestre de la Franja de Gaza y están atacando centros médicos directamente con tanques y soldados.
Según la Organización Mundial de la Salud, 26 de los 36 hospitales de Gaza han tenido que cerrar, debido a que se les ha negado el suministro de electricidad, combustible y la reposición de insumos médicos y han sufrido daños a causa de los ataques israelíes. Muchos pacientes murieron debido a que respiradores, incubadoras y máquinas de diálisis han quedado inutilizables. El personal que ha quedado atrapado en el hospital Al-Shifa, el más grande de Gaza, cavó una fosa común para enterrar a más de 180 pacientes fallecidos.
La ofensiva militar israelí también causó la muerte de unos 200 trabajadores médicos. Entre ellos, el doctor Hammam Alloh, un médico internista y nefrólogo de 36 años de edad que trabajaba en el hospital Al-Shifa y perdió la vida el sábado 11 de noviembre cuando Israel bombardeó su casa. Su padre, su suegro y su cuñado también murieron en el ataque. Lo sobreviven su esposa y sus dos hijos pequeños.
El doctor Alloh habló con Democracy Now! el 31 de octubre, dos semanas antes de su muerte:
“Los pocos camiones con ayuda para la población de Gaza a los que se les ha permitido ingresar resultan insuficientes en comparación con nuestras necesidades […]. Guantes, gasas… no es precisamente lo que estamos necesitando. Estamos necesitando insumos y dispositivos médicos, medicamentos […] para brindar una atención médica eficaz a las personas afectadas”.
Días antes, el doctor Alloh había tomado una decisión sumamente dolorosa: había instruido a su personal que suspendiera el procedimiento de reanimación de una paciente de edad avanzada, ya que el hospital no contaba con un respirador en funcionamiento disponible para ella. Sin un respirador, aunque la reanimación hubiera resultado exitosa, la paciente inevitablemente habría terminado muriendo. Alloh había ordenado al personal médico y de enfermería priorizar la atención y concentrarse en salvar a aquellas personas con posibilidades de sobrevivir.
A pesar de los constantes bombardeos de Israel y la inminente invasión terrestre, el doctor se negó a abandonar el lugar:
“Si me voy, ¿quién cuidará a mis pacientes? No somos animales. Tenemos derecho a recibir una atención médica adecuada. Así que no podemos irnos sin más. ¿Creen que fui a la facultad de medicina y que hice mis estudios de posgrado durante 14 años para pensar solo en mi vida y no en mis pacientes? […] Esta no es la razón por la que me hice médico”.
Esa valiente decisión le costó al doctor Hammam Alloh la vida. Un miembro de su familia le informó a Democracy Now! que el cuerpo de Alloh permanece enterrado bajo los escombros. El hospital Al-Shifa, mientras tanto, se ha convertido en una zona de guerra.
El médico noruego Mads Gilbert, quien trabajó durante muchos años en Gaza, dijo a Democracy Now!: “Si tuviera que elegir hoy entre el infierno y Al-Shifa, elegiría el infierno”. En las últimas semanas, Gilbert ha intentado repetidas veces entrar en Gaza, para llegar al hospital, pero no ha podido. “20 de los 23 pacientes de las unidades de cuidados intensivos del hospital han fallecido. Otros 17 pacientes murieron por falta de suministros médicos, oxígeno y agua. Y tres, o cinco, de los 38 bebés prematuros han muerto a causa de esta lenta asfixia a la que el Ejército de ocupación israelí está sometiendo a todos los hospitales […]. No tengo palabras para describir esta matanza de pacientes en hospitales civiles, perpetrada por seres humanos de manera sistemática”.
Aunque el doctor Mads Gilbert no logre encontrar las palabras, las que el fallecido doctor Hammam Alloh pronunció durante la entrevista con Democracy Now! constituyen un llamado póstumo a la acción:
“Necesitamos que esta guerra termine, porque somos seres humanos de verdad. No somos animales. Tenemos derecho a vivir en libertad […], [pero] nos están exterminando. Estamos siendo erradicados de manera masiva. Dicen que les importa [el derecho] humanitario, [la protección de] los derechos humanos, pero no es lo que estamos viviendo aquí. Para demostrar que estamos equivocados, hagan algo, por favor”.
De los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza, al menos 1,6 millones se han visto obligados a abandonar sus hogares a causa de la ofensiva israelí contra el territorio palestino. A principios de esta semana, Israel lanzó panfletos sobre diversas partes de la sureña ciudad de Jan Yunis en los que se ordenaba a los residentes a abandonar la ciudad. Para muchos de ellos se trataría de la segunda vez que se ven obligados a huir, tras haber tenido que abandonar sus hogares en el norte de Gaza.
Mientras tanto, después de cuatro intentos fallidos, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó este miércoles su primera resolución respecto a la actual guerra en Gaza, en la que pide pausas humanitarias prolongadas en el enclave ocupado. Estados Unidos se abstuvo en la votación.
El difunto poeta palestino Mahmoud Darwish, de niño, sobrevivió a la Nakba, que en árabe significa “catástrofe”, un acontecimiento ocurrido en 1948 en el que 15.000 palestinos murieron y 750.000 fueron expulsados de sus hogares en el marco de la creación del Estado de Israel. Darwish vivió gran parte de su vida en el exilio y fue crítico de la organización Hamás. En su poema titulado “A un joven poeta”, Darwish escribió:
“Un poema en un momento difícil
son hermosas flores en un cementerio”.
En un momento en que la Organización Mundial de la Salud ha advertido que los hospitales de Gaza se están convirtiendo en cementerios, es hora de hacer caso a poetas y médicos y detener la matanza, poner fin a la ocupación y curar las heridas abiertas de la guerra.
Desde hace más de un mes, Israel ha bombardeado Gaza por aire, mar y tierra, en respuesta al ataque realizado por Hamás el 7 de octubre con el objetivo de acabar con el bloqueo impuesto a Gaza por 17 años, que ha causado la muerte de miles de personas, la mayoría niños. Alrededor de 1,400 personas murieron en el ataque, aunque reportes recientes desde Israel indican que es muy probable que muchos, si no la mayoría de los muertos, fueron víctimas del fuego indiscriminado por parte del mismo ejército israelí.
La ofensiva de Israel contra Gaza ha matado alrededor de 11 mil personas hasta ahora, de las cuales al menos 4 mil 500 son niños. En violación a las legislaciones internacionales y las convenciones de derechos humanos, Israel continúa masacrando a la población civil indiscriminadamente, atacando hospitales, escuelas, ambulancias, refugios, mezquitas, hogares, edificios y campos de refugiados, además de la infraestructura. Desde el 7 de octubre, Israel ha atacado por lo menos 12 mil blancos con 25 mil toneladas de explosivos, según Euro-Med Human Rights Monitor, lo que equivale a dos bombas nucleares. Enormes manifestaciones en todo el mundo han condenado lo que a todas luces es un proyecto genocida de limpieza étnica por parte de Israel, cometido no sólo por medio de las masacres directas, sino también del hambre y la privación, cortando el acceso a los alimentos y al agua limpia para una población de 2.5 millones de palestinos.
Desde Cisjordania, hablamos con Fuad Abu Saif, director general de la Unión de Comunidades de Trabajo Agrícola (UAWC), quien explicó la situación.
Foto: El Mundo
Gracias, Fuad, por estar con nosotros. Nos gustaría saber cómo está la situación en Gaza en este momento, pero antes quisiéramos saber cómo ha sido la vida en Gaza los últimos 16 a 17 años, desde que Israel cerró las fronteras en 2006.
La historia de Gaza, Cisjordania y toda Palestina no comenzó el 7 de octubre ni hace 16 o 17 años; comenzó hace 75 años con la ocupación israelita de Palestina en 1948. En 2006 se realizaron elecciones nacionales en Palestina y Hamás ganó en Gaza. De inmediato, Israel impuso un bloqueo en todo Gaza, lo cual ha hecho la vida muy difícil. Gaza es un área muy pequeña de 665 km2, rodeada por todos lados por Israel y el mar al otro lado, con una población de 2.5 millones, todos sitiados. Eso quiere decir que nadie puede entrar o salir sin pasar por la frontera con Israel. Prohibieron la entrada a Gaza de unos 100 diferentes materiales, lo que significa que las necesidades básicas no pueden entrar. Y desde luego no hay aeropuertos o cualquier otra conexión con el mundo exterior, excepto por Egipto, que tiene acuerdos con Israel y también cerró su frontera.
Trabajamos con Gaza de cerca porque nuestra oficina tiene la responsabilidad de estar en contacto con la gente allá diariamente. Miles de personas han muerto porque no hay suficiente atención en los hospitales y no hay materiales, combustible o electricidad. Desde antes del 7 de octubre, sólo había electricidad durante cuatro horas por día. El agua está contaminada, no hay agua limpia en Gaza, y nadie puede entrar o salir desde hace 16 o 17 años. La vida era imposible…
Hay quienes describen a Gaza como la mayor prisión al aire libre del mundo…
Es más que una prisión al aire libre. Israel inició cinco guerras antes de ésta en estos 16 años, matando a miles de palestinos y arrestando a muchos más. Muchos palestinos han muerto por entrar a sus tierras cerca de la frontera entre Israel y Gaza… quien se acerque después de las 6 pm es asesinado. Cientos de agricultores murieron porque llegaron tarde a sus tierras y los israelitas los atacaron. Muchos manifestantes que intentaron protestar contra la situación fueron asesinados o heridos por organizar manifestaciones cerca de la frontera con Israel; esto ha sucedido desde 2014. Las guerras significan que las operaciones militares pueden suceder en cualquier momento, y esto ha sucedido cinco veces sin ninguna razón. En los últimos 16 años, Israel inició estas operaciones militares sin ser atacados desde Gaza.
¿Cómo está la situación ahora después del 7 de octubre?
El 7 de octubre Israel inició esta guerra genocida en Gaza. El número de víctimas crece de manera asustadora, hasta anoche eran casi 11 mil palestinos asesinados en un mes y más de 55 mil heridos por los ataques aéreos contra civiles, hogares e infraestructura en Gaza. El problema es que más de 69% de las víctimas son niños y mujeres. La mayoría de la gente en Gaza son jóvenes y niños, más del 60%, por lo que todas las casas están llenas de niños, y sin alertar a nadie bombardean casas y edificios en todo Gaza. Como dije, es un área muy pequeña. No se puede describir la vida allí. No hay ningún lugar seguro en Gaza, y además del bloqueo impuesto por Israel desde hace 17 años, ahora impusieron otro tipo de bloqueo: cortaron toda la electricidad desde el 10 de octubre. Cortaron acceso a la alimentación y están utilizando el hambre en esta guerra contra la población civil palestina. Cortaron los caminos, el agua; no hay comida, agua, ningún lugar seguro…
Foto: Mahmud Hams, AFP
¿Cómo sobrevive la gente con esta falta de alimentos, agua y movilidad?
Como organización humanitaria, desde el inicio de la guerra iniciamos un programa para apoyar el acceso a la alimentación. No hay alimentos provenientes del exterior, dependemos de los pocos alimentos que hay en Gaza. Gaza es un área agrícola. Hay dos diferentes lugares. Uno es la zona de amortiguación, una gran extensión de tierra cerca de la frontera con Israel, la cual está bloqueada por Israel y nadie puede acercarse. Hay también un área pequeña dentro de Gaza, lo que llamamos los huertos caseros, donde la gente planta alrededor de sus casas. Ésta es la única fuente de alimentos que tienen. Y hay algunos proveedores grandes de alimentos en Gaza que tenían alimentos y materiales desde antes de la guerra. Estamos en contacto con ellos y en los últimos tres o cuatro días los alimentos se están acabando. Hay muy poco alimento y se está racionando entre las familias: esto para mañana, esto para pasado mañana. Uno de ellos me dijo: “Nosotros no tenemos problema con eso, pero es difícil decirle a los niños que no tenemos comida y sólo podemos comer una vez al día, que a veces es sólo pan o arroz; se los decimos y empiezan a llorar, no lo entienden, pero es la única manera de enfrentar el hambre”. Lo mismo con el agua. Por ejemplo, en Rafah, en el sur de Gaza, a donde casi 900 mil palestinos tuvieron que desplazarse, huyendo del norte, más el casi millón de personas que ya vivían allí. Tienen un solo pozo y tienen que esperar cuatro o cinco horas para llenar un recipiente de 30 a 40 litros, y si tienen suerte, tienen agua, si no, hay que regresar al día siguiente. Tratan de no usar el baño, hay un acuerdo que sólo se usa una vez al día. Las historias que nos llegan son muy duras, sobre todo para los niños. Y claro que no hay leche, y el pan a veces está tan duro que tienen que mezclarlo con agua para que los niños se lo puedan comer.
Han dejado entrar algunos camiones, unos 150 desde el inicio. Algunos vienen cargados con sólo 30% a 40% de su capacidad, y la mayoría de los productos están caducados. Otros traen cosas que la gente no necesita ahora, como ropa.
Foto: Said Khatib, AFP
Hace unas horas el EZLN publicó un comunicado. Te quiero leer una parte:
La niñez palestina asesinada no es una víctima colateral, es el objetivo principal de Netanyahu, siempre lo fue. Esa guerra no es para eliminar a Hamás. Es para matar el futuro. Hamás será sólo la víctima colateral. El gobierno de Israel ya perdió la batalla mediática, porque resulta que el genocidio, aunque se disfrace de venganza, no tiene tantos seguidores como creían. Ahora es capaz de la crueldad más inimaginable. Quien tal vez sí podría detener la masacre es… el pueblo de Israel.
Eso me lleva a un par de preguntas. La primera tiene que ver con las verdaderas intenciones de esta barbarie, apoyada por los Estados Unidos, Inglaterra y otros países europeos. ¿Cuáles son los verdaderos intereses económicos y geopolíticos en juego, y cuáles son las verdaderas intenciones de Israel y sus aliados?
Algunos hechos son obvios para todos. No sé cómo el mundo puede aceptar esto, escuchar y no hacer nada real contra este genocidio contra civiles y sobre todo niños. Israel no es sólo Netanyahu. Todos los líderes israelitas, y más aún los “civiles”, han declarado desde el inicio que no debe sobrevivir ningún civil en Gaza, que hay que matarlos a todos. Hace unos días, 100 doctores firmaron una petición exigiéndole al gobierno israelí que destruya Gaza por completo, incluyendo a los niños. Yo creo que con el apoyo incondicional de los Estados Unidos y otros gobiernos occidentales, está claro que quieren cambiar toda la región y reestructurarla en beneficio de Israel. Desde el primer momento, fueron a Israel a expresar su solidaridad y concordaron con el proyecto israelí de desplazar a los palestinos de Gaza y empujarlos a Rafah primero y después de Rafah al desierto de Sinaí. Hasta ayer, los israelitas habían matado 175 palestinos en Cisjordania, donde no está Hamás, donde no hay ninguna operación militar. Eso significa que están preparando otro desplazamiento hacia Jordania; Israel ya empezó a hablar de este proyecto de empujar a la población de Gaza al Sinaí y a la de Cisjordania a Jordania. Es un proyecto espeluznante, limpieza étnica en Cisjordania y genocidio en Gaza, con todo el apoyo de los gobiernos europeos y de los Estados Unidos, y desde luego los palestinos no lo permitirán. Lo que sucede en Gaza y la forma en que la gente está resistiendo es un ejemplo, pero es muy peligroso para todos. No hay ningún lugar para la ley internacional ahora, y están alentando a Israel a ignorarla. Están atacando a Siria de nuevo, a Líbano… hacen lo que quieren con el apoyo de Europa y de los Estados Unidos…
Foto: Mahmud Hams, AFP
Y desde luego esto sucede en el contexto de una crisis de los Estados Unidos como potencia mundial, mientras Rusia, China y BRICS se fortalecen y amenazan la hegemonía occidental.
Los Estados Unidos ven a Israel como una importante base militar. Hay gas en Gaza, grandes cantidades descubiertas en 1996 pero más aún en 2000. O sea que no sólo usan a Israel como base militar. Eso explica por qué Biden visitó a Israel al día siguiente y pronunció un discurso lleno de mentiras, está claro que está mintiendo, no hay ninguna evidencia que apoye sus declaraciones. Saben que los palestinos no tienen verdadero poder, no tenemos tanques, armas… tenemos recursos naturales. Y se trata también del acceso al mar desde Gaza, hemos sabido de este plan desde hace décadas, y la única forma de lograrlo es desplazando al pueblo de Gaza.
En este contexto, ¿qué papel juegan los otros países árabes?
Algunos son muy débiles y otros apoyan a Israel. Hablo de los gobiernos. Entre Gaza y Egipto no hay israelitas, pero la frontera está cerrada. Desde 2006, el gobierno egipcio cerró la única vía de acceso al mundo exterior para el pueblo de Gaza. O sea que están contribuyendo en la práctica. Egipto es el mayor país árabe y puede cambiar todo. Pero hacen exactamente lo contrario. Los otros países árabes están amenazados por los Estados Unidos, que ha traído todo su poder y tropas al mar, para advertirles que si se mueven o muestran su apoyo, habrá consecuencias en sus propios países. Son demasiado débiles y fragmentados y los Estados Unidos los atrajo a su lado, y a veces hasta condenan a Palestina y apoyan a Israel.
¿Qué salidas ves? El presidente Biden dijo que esto no va a parar, y Netanyahu descarta toda posibilidad de un cese al fuego. ¿A dónde va todo esto?
Es difícil hablar del futuro entre esos criminales y ese tipo de pensamiento de Biden y otros. Me espanta que todos vean a la gente morir de esa forma después de 35, 40 días de guerra y que lo justifiquen diciendo que hay que seguir atacando para evitar que Hamás se reconstruya; pero eso no es verdad. No quieren un cese al fuego porque quieren mantener la presión sobre la gente para que se desplace al sur. La ciudad de Gaza está cercada ahora y siguen matando y atacando a la gente y la gente empieza a desplazarse al sur. Eso es lo que hizo Israel en 1948, cuando atacó a más de 500 pueblos palestinos y los siguió atacando hasta que evacuaron y se desplazaron a Jordania, Líbano, Siria, etc., volviéndose refugiados. Están haciendo lo mismo ahora. Es claramente un pensamiento genocida, y todo mundo lo ve como si fuera una película. Tengo miedo de que, con la luz verde de los Estados Unidos, seguirán matando, y las cosas se pondrán cada vez más difíciles en Gaza… y todo es posible, para ser franco. No les importa el número de víctimas. No estoy optimista, tengo miedo, todos tenemos miedo de que esto continúe y se vuelva algo normal y que después de algunas semanas ya nadie hable al respecto.
Sin embargo, hay una indignación y apoyo sin precedentes en todo el mundo, con grandes manifestaciones, incluyendo a muchas comunidades judías en muchos países que dicen no, no en nuestro nombre, no aceptaremos este genocidio. ¿Ves alguna esperanza en este movimiento mundial en defensa de Palestina?
Los palestinos vemos dos fuentes de esperanza en toda esta oscuridad. Una de ellas es la resiliencia del pueblo palestino en Cisjordania y en Gaza. En Cisjordania las cosas también están muy difíciles, impusieron un bloqueo, están disparándonos y matándonos… La resiliencia del pueblo palestino es una esperanza y es fuerte.
La otra esperanza, sí, es ese movimiento en todo el mundo. Si continúa o crece, podría… por ejemplo, en Francia e incluso en los Estados Unidos, empezamos a ver un cambio muy pequeño, en palabras, no un cambio real en su posición, pero están empezando a hablar de un cese al fuego, porque hace una o dos semanas no se hablaba de eso. En Francia, lo que Macron dijo en Jerusalén fue que debería haber una alianza contra Hamás. Y después de esas grandes movilizaciones, empezaron a exigir un cese al fuego de manera muy abierta y pública. Entonces, es una esperanza. Pero es la única esperanza. No hay otras opciones para que esto termine.
Foto: Hollie Adams, Reuters
Puesto que estás en Cisjordania, ¿nos puedes contar cómo está la situación allá?
Está muy difícil y hay mucho riesgo. No podemos salir de nuestras ciudades o pueblos, cercaron todo. Hay rejas en todas las ciudades y pueblos palestinos. No se puede entrar o salir sin pasar por ellas y por los puntos de control. Si te acercas, te pueden disparar, y muchos palestinos han muerto así. Según los acuerdos de Oslo, Cisjordania se dividió en tres áreas. El área C abarca 63% de Cisjordania y contiene la mayoría de la tierra y los recursos. Desde el 7 de octubre, han estado desplazando a la gente de esa área, que es muy grande y donde se espera poder construir el Estado palestino en el futuro. Los colonos atacan las comunidades palestinas en el área C todos los días; atacan las casas, las queman, queman los ranchos, se roban las pertenencias, tumban árboles. Estamos en plena estación de las olivas, que para los palestinos es como un carnaval, pero nadie puede cosechar sus olivas porque los colonos se las roban o tumban los árboles o le disparan a los agricultores palestinos que intentan llegar a sus tierras. La semana pasada, por ejemplo, cerca de Nablus mataron algunos palestinos que cosechaban sus olivas.
Este mes mataron a 175 palestinos; sólo ayer mataron a 16 en el campo de refugiados de Yenín. Hay 5 mil 500 palestinos en la cárcel, detenidos en los últimos 20 años; pero sólo este mes, 2 mil 500 palestinos fueron arrestados.
Todos los puntos de control están cerrados. Incluso la comida aquí, aunque tenemos más espacios y proveedores, pero si continúa así, habrá escasez. Y pueden cortarnos el agua y la electricidad en cualquier momento.
¿Hay algo más que te gustaría decirle a nuestro público?
Creo que el único mensaje que todos los palestinos tenemos es que necesitamos nuestra libertad. Estamos cansados de estar bajo ocupación por 75 años. Necesitamos que nuestros hijos tengan esperanza y un futuro como todos los niños del mundo. Necesitamos estar seguros en nuestras tierras, nuestros hogares y nuestros campos. No queremos más campos de refugiados palestinos, queremos que los refugiados regresen, queremos tener un país independiente y un futuro, queremos tener soberanía sobre nuestros recursos, como los israelitas, como todos. No somos diferentes de los israelitas, somos tan humanos como todo mundo. No queremos que muera más gente. Queremos que esto pare, este ciclo de guerras, porque esta es la sexta en 15 años en Gaza. Debemos parar esto para siempre. Odiamos ver la hipocresía de los países occidentales y de los Estados Unidos al apoyar y participar directamente en el asesinato de los palestinos. Esto debe acabar. Tenemos que respetar los derechos humanos y la ley internacional, no se puede aplicar a los palestinos, a las víctimas, y dejar que Israel haga lo que quiera. Somos luchadores por la dignidad, por la libertad. No luchamos para matar o para odiar. Eso es lo que quiero que todo el mundo sepa, y que se unan a los palestinos para lograrlo. Se trata de valores humanos, no sólo palestinos. Luchar contra la ocupación aquí y en cualquier lugar es un valor humano fundamental en todo el mundo. La historia está llena de casos como éste, pero todos terminaron, y necesitamos que éste termine también y que los palestinos sean libres.
PALESTINA: Un mes de genocidio en Palestina por el Estado de Israel y más de 70 años de ocupación militar. Más de 10 mil víctimas mortales, de las cuales más de 4 mil son infancias.
PANAMÁ: Tercera de semana de movilizaciones masivas en el contexto del paro contra la minería. Exigen cancelación de contrato minero.
Desde el ombligo del monstruo::.
CDMX: Otomies en resistencia y rebeldía resisten ante intento de desalojo en su lucha por la vivienda digna y contra el olvido. Bloquean avenida por más de 20 días y doblegan al gobierno. Tercer aniversario de la TomaINPI, ahora la Casa de los Pueblos.
GUERRERO: Costa de Guerrero es destruida por huracán Otis categoría 5. Ante ineficiencia del gobierno y militarización, el pueblo se organiza. Más de 800 cientos mil personas.
CHIAPAS: Comunicados zapatistas anuncian cambios en la estructura de sus autonomías y llaman a actividad en zona rebelde por los 30 años del levantamiento.
OAXACA: Convocan a Faena por los presos de Eloxochitlan de Flores Magón el 18, 19 y 20 de noviembre.
JALISCO: ¿A dónde van los desaparecidos? Ante una grave crisis de desapariciones forzadas en el país. Madres buscadoras de Jalisco encuentran un crematorio clandestino, el tercero en el estado.
Este domingo 5 de noviembre, más de 15 mil personas se manifestaron en solidaridad con el pueblo palestino ante el despiadado ataque del Estado de Israel contra Gaza, que hasta ahora ha cobrado la vida de más de 10 mil palestinos, entre los cuales se encuentran más de 4 mil niños y 2 mil 600 mujeres, y por lo menos 25 mil 400 heridos, entre ellos más de 6 mil niños. Del lado de Israel, 1 mil 400 israelitas han muerto y 5 mil 600 han resultado heridos.
El ataque de Israel, por mar, aire y tierra, ha hecho caso omiso de la ley internacional, bombardeando hospitales, escuelas de la ONU y campos de refugiados, asesinando indiscriminadamente a la población civil. La OMS ha documentado 82 ataques a hospitales desde el 7 de octubre, efectivamente desactivando el 46% de las instalaciones de salud (muchos de ellos por falta de energía y combustible).
Desde el inicio del conflicto, por lo menos 36 periodistas han sido asesinados.
La falta de alimentos, agua y combustible está provocando una emergencia humanitaria para el pueblo de Gaza que, como muchos han denunciado, está muy cerca de provocar un genocidio. Craig Mokhiber, un alto funcionario de las Naciones Unidas, renunció como protesta por la incapacidad de la ONU de frenar lo que él llama “un genocidio de manual”.
Mientras tanto, un documento filtrado del Ministerio de Inteligencia de Israel, escrito menos de una semana después del ataque de Hamas del 7 de octubre, propone realizar una limpieza étnica de la franja de Gaza, desplazando a toda la población al desierto de Egipto.
Alrededor del mundo, cientos de miles de personas se han manifestado contra la barbarie en curso cometida por Israel. Sin embargo, los bombardeos continúan y las grandes potencias occidentales, en particular los Estados Unidos, continúan apoyando a Israel con armamento.
Enseguida las imágenes de la Tercera Marcha Unitaria que se realizó este domingo en la Ciudad de México, cortesía de los Medios Libres: