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Avispa Midia

Ante otro verano de desastres climáticos, hablemos de soluciones reales

Fuente: Avispa Midia

Por Crimethinc

En colaboración con Freedom, presentamos un breve texto de Peter Gelderloos en el que explora por qué están fracasando las estrategias que los principales movimientos ecologistas emplean actualmente para detener el cambio climático producido industrialmente, y qué podríamos hacer en su lugar. Para profundizar en estas cuestiones, recomendamos el nuevo libro de Peter, The Solutions are Already Here: Estrategias para una revolución ecológica desde abajo.

Ante otro verano de desastres climáticos, hablemos de soluciones reales

El movimiento climático dominante parte de una premisa que garantiza el fracaso.

No sólo fracaso. La catástrofe. Y cuanto más eficaz sea, más daño causará.

Exploremos por qué.

El reduccionismo climático

Cuando la gente piensa en el ecologismo hoy en día, es probable que se imagine la desobediencia civil en las calles, el activismo en los medios de comunicación, la presión entusiasta de los grupos de presión y las conferencias destinadas a establecer objetivos globales para las emisiones de carbono, todo ello bajo el liderazgo de organizaciones no gubernamentales, académicos y políticos progresistas. La lucha ecológica, sin embargo, siempre ha incluido también corrientes anticapitalistas y anticoloniales, y estas corrientes se han hecho más fuertes, más dinámicas y están mejor conectadas desde hace un par de décadas.

Este crecimiento, sin embargo, no ha estado exento de contratiempos, a menudo causados por una intensa represión selectiva que deja a los movimientos exhaustos y traumatizados, como el Miedo Verde que comenzó en 2005 y la represión de Standing Rock y otros movimientos indígenas contra los oleoductos una década más tarde. Sistemáticamente, precisamente en los momentos en que las corrientes radicales se lamen las heridas, la visión predominantemente blanca y de clase media del ecologismo sube al escenario y empuja toda la conversación en direcciones reformistas (analizo ejemplos globales de esta represión y cómo está sistemáticamente vinculada a la sustitución de los movimientos radicales por corrientes reformistas en Las soluciones ya están aquí: Estrategias para una revolución ecológica desde abajo y Nos sacarán la memoria a golpes: forzar la no violencia en movimientos olvidadizos).

La crisis real a la que nos enfrentamos es una crisis ecológica compleja, en la que se entremezclan los asesinatos policiales, las leyes represivas, las continuas historias de colonialismo y supremacía blanca, la pérdida de hábitats, el acaparamiento de tierras, las culturas alimentarias, la salud humana, el urbanismo, las fronteras y las guerras. Los líderes del movimiento ecologista han tomado la decisión estratégica de reducir todo esto a una cuestión climática -la crisis climática– y volver a situar al Estado como protagonista, como nuestro potencial salvador. Esto significa centrar el Acuerdo de París y las cumbres de la COP como la solución al problema, y utilizar el activismo performativo y la desobediencia civil para exigir cambios políticos e inversiones en apoyo de la energía verde.

El clima se está calentando, independientemente de las cumbres internacionales sobre el clima no están ayudando.

Un fracaso previsible

Los dos pilares de su estrategia para solucionar la crisis climática son, en primer lugar, aumentar la producción de energía verde y, en segundo lugar, reducir las emisiones de carbono.

Han sido muy eficaces en el primer objetivo, y completamente ineficaces en el segundo. Esto era totalmente previsible.

Cualquiera que entienda cómo funciona nuestra sociedad -es decir, cómo funciona el capitalismo- sabe que el resultado probable de un aumento de la inversión en energía verde será un aumento de la producción de combustibles fósiles. La razón principal es que los cientos de miles de millones de dólares que ya se han invertido en oleoductos, minas de carbón, refinerías de petróleo y plataformas de fracturación hidráulica son capital fijo: valen mucho dinero, pero no es dinero en una cuenta bancaria que pueda invertirse rápidamente en otro lugar, convertirse en acciones o en bienes inmuebles o cambiarse a otra moneda.

Una excavadora de carbón de 14.000 toneladas, una plataforma petrolífera en alta mar: no van a convertirse nunca en otra cosa de un valor financiero similar. Es dinero que se ha gastado, una inversión que sólo es útil para los capitalistas si pueden seguir utilizándola para extraer carbón o perforar en busca de petróleo. Esa regla económica es válida tanto si la empresa capitalista en cuestión es ExxonMobil, la petrolera estatal saudí o la China Petrochemical Corporation, propiedad del Partido Comunista (que en 2021 figuraba como la mayor empresa energética del mundo).

El capitalismo (incluido el que practican todos los gobiernos socialistas del mundo) se basa en el crecimiento. Si la inversión en energía verde crece, lo que conduce a un aumento de la producción total de energía, el precio de la energía disminuirá, lo que significa que los grandes fabricantes fabricarán más de cualquier mercancía que estén produciendo, abaratando sus productos con la esperanza de que los y las consumidoras compren más de ellos. En consecuencia, el uso total de energía aumentará. Esto se aplica a la energía de todas las fuentes disponibles, especialmente las más establecidas: los combustibles fósiles.

Tras décadas de inversión, la energía verde será finalmente competitiva en costes o más barata que la energía procedente de combustibles fósiles. Esto sólo ha empezado a ocurrir en los últimos años, aunque los precios siguen fluctuando según la región y el tipo de producción energética. La industria de los combustibles fósiles no ha abandonado sus operaciones ni ha disminuido la producción. Muchas empresas ni siquiera cubrirán sus inversiones entre combustibles fósiles y energía verde. Lo que sí harán es invertir más en nuevos proyectos de combustibles fósiles. Se trata de economía capitalista básica: si el margen de precios de un producto disminuye, la única forma de mantener o aumentar los beneficios es aumentar la producción total. Eso explica por qué 2023 fue un año de bandera para nuevos proyectos de combustibles fósiles.

Hay otra forma de aumentar los beneficios: disminuyendo el coste de producción. Para la industria de los combustibles fósiles, eso significa reducir las normas de seguridad y medioambientales, lo que se traduce en más accidentes, más contaminación, más muertes.

Lo veíamos venir. Dijimos que esto estaba ocurriendo. Y fuimos excluidos de la conversación, en muchos casos asesinados o encarcelados, porque la desesperada necesidad de creer que el gobierno puede salvarnos es aún mayor que la adicción a los combustibles fósiles.

Pero el capitalismo no tiene futuro en este Planeta. Necesitaremos una revolución de gran alcance para hacer frente a esta crisis.

Para cada barra, la barra azul claro de la izquierda representa la energía “limpia”; la barra azul oscuro de la derecha representa los combustibles fósiles. Fuente: Informe World Energy Investment 2023.
A pesar de que la inversión anual en energía “verde” aumenta significativamente, la producción y el consumo de combustibles fósiles también siguen aumentando. Fuente: Statistical Review of World Energy 2023.

Entonces, ¿qué hacemos?

Tenemos que cambiar la conversación. Tenemos que posicionarnos para estar preparados a largo plazo. Tenemos que apoyar las luchas que pueden aportar pequeñas victorias y aumentar nuestro poder colectivo, y profundizar nuestra relación con el territorio que puede sostenernos. Sobre todo, necesitamos imaginar un futuro mejor que el que nos tienen reservado.

Hablar

El tipo de transformación social -de revolución global- que puede curar las heridas que hemos infligido al propio Planeta y a todos sus sistemas vivos tendrá que ser mayor que cualquier cosa que hayamos experimentado jamás. Esta crisis nos atrapa y nos daña a todas; la respuesta va a requerir el mayor número posible de nosotras.

Imagina a todas las personas de tu vida que no quieres que mueran de hambre, de cáncer, en fenómenos meteorológicos extremos o abatidas por la policía u otros supremacistas blancos.

No necesitas convencer a todas esas personas para que se conviertan en revolucionarios anarquistas. Bastaría con convencer a algunas de ellas de que retiren su lealtad a las instituciones dominantes y a los movimientos reformistas dominantes y que simpaticen con un enfoque revolucionario, o al menos que entiendan por qué ese enfoque tiene sentido.

Una forma de enfocar esto es planteando una pregunta con una respuesta indiscutible, una pregunta que tenga relación directa con una cuestión que les afecte o les motive. Por ejemplo:

  • ¿Cuántas personas mueren cada año por falta de agua potable, hambre, condiciones meteorológicas extremas, contaminación atmosférica y otras causas relacionadas con la crisis ecológica? Al menos entre 10 y 20 millones de personas cada año, y la cifra va en aumento.
  • Desde 2017, la inversión en energías renovables aumentó cada año. En 2022, se invertirá en energías renovables más de 15 veces más que en 2004. ¿Ha sido rentable para los inversores? Sí. La inversión anual supera el billón de dólares y los beneficios superan los cien mil millones, aunque los inversores han demostrado que retirarán rápidamente su dinero de la energía verde ¿Qué ha ocurrido con las emisiones mundiales de CO2 en ese mismo periodo? Se han disparado un tercio. ¿Y la producción de combustibles fósiles en el mismo periodo? Se ha incrementado en un 40%.¿Son aproximadamente las mismas tasas de aumento de las emisiones de carbono y la producción de combustibles fósiles en las décadas anteriores? Sí.¿Y qué significa eso? El auge de la inversión en energía verde no ha frenado en absoluto la producción de combustibles fósiles ni las emisiones de carbono, a pesar de que los nuevos proyectos de extracción de combustibles fósiles son cada vez más difíciles y costosos.
  • Nuestra agua, aire y alimentos están llenos de sustancias químicas venenosas. Muchos de ellos están relacionados con la producción de plásticos, pesticidas, productos químicos para siempre (PFAS), la minería y la quema de combustibles fósiles. Conocemos los peligros de la mayoría de estos compuestos desde hace décadas, y varios de ellos están prohibidos o regulados por diversos gobiernos. En general, ¿aumentan o disminuyen las cantidades de estas toxinas en nuestro medio ambiente? Las cantidades están aumentando. ¿Qué han hecho muchas grandes empresas químicas en respuesta a la prohibición del PFOA, un “producto químico para siempre” tóxico? Han cambiado a la producción de otros PFAS que también se sabe o se cree que son tóxicos. ¿Con qué eficacia se aplican estas prohibiciones? Cinco años después de acordar la eliminación progresiva del PFOA en respuesta a la presión gubernamental, las fábricas químicas de DuPont seguían vertiendo PFOA en las aguas subterráneas. Probablemente lo sigan haciendo ahora, pero las comunidades afectadas no disponen de recursos para averiguarlo y el gobierno no lo controla.
  • Analicemos un asunto paralelo, para ver si ese reformismo ha dado resultados en otros contextos. En 2020, ciudades y estados de todo EE.UU. trataron de apaciguar el movimiento contra los asesinatos policiales aprobando medidas para garantizar la rendición de cuentas de la policía, desde cursos de formación sobre sensibilidad racial hasta juntas de revisión ciudadana, pasando por directrices más estrictas sobre el uso de la fuerza o cámaras corporales obligatorias. ¿Ha disminuido desde entonces el número de asesinatos a manos de la policía? No. Ha aumentado.

Después de compartir las respuestas a estas preguntas, puedes hacer hincapié en que reformar el sistema existente es una estrategia fallida, y preguntarles si se comprometen a probar la misma estrategia una y otra vez, esperando resultados diferentes.

Esto debería permitirte determinar cuáles de las personas que te rodean son capaces de cuestionar el paradigma en el que viven y cuáles están comprometidas con las falsas creencias que sustentan ese paradigma. No pierdas el tiempo con este último grupo. Cualesquiera que sean las cualidades redentoras y hermosas que puedan tener, intentar dialogar con ellos a través de la razón, la ética y la lógica pierde sentido. Cuando la gente insiste en creer cosas que son manifiestamente falsas, es porque esas creencias les reconfortan o porque les aportan poder y beneficios. Es poco probable que el debate cambie esta situación.

Tenemos que cambiar la conversación a nivel de la sociedad en general. Necesitamos que la gente entienda nuestros argumentos; necesitamos asegurarnos de que las ortodoxias dominantes se consideren controvertidas en lugar de aceptables.

Esto significa desacreditar el Acuerdo de París, las Naciones Unidas, Extinction Rebellion y las grandes ONG, así como toda la estrategia de sustituir los combustibles fósiles por energía verde mientras se deja el sistema económico mundial sin cambios. Lo único que iban a conseguir era ganar mucho dinero. Del mismo modo, necesitamos popularizar una comprensión más clara de la función de la policía en el contexto histórico, y del impacto de la producción económica basada en el crecimiento sobre nuestra salud, y del hecho de que no es probable que ningún gobierno tome medidas para mitigar ninguno de estos daños.

Centrémonos en las personas capaces de cambiar. Cuando la gente empieza a cambiar de opinión, es útil que puedan relacionarlo con un cambio inmediato en sus acciones. Ayúdeles a identificar algo pequeño que puedan hacer. Por ejemplo:

  • Redirigir las donaciones de las grandes ONG a fondos de defensa legal para los defensores de la tierra, a recaudadores de fondos para proyectos de defensa de la tierra y a medios de comunicación y editoriales alternativos que presenten una visión realista de la crisis;
  • Escribir una carta a alguien encarcelado por sabotaje ecológico o por defenderse de la policía, o a alguien que se esté organizando para recibir mejor trato y recursos de supervivencia dentro del sistema penitenciario;
  • Difundir noticias en las redes sociales sobre las luchas indígenas por la defensa de la tierra en todo el mundo;
  • Responder a las principales campañas ecologistas o al marco de la ONU sobre el cambio climático, señalando que es un fraude y enlazando a artículos de difusión masiva como éste;
  • Pedir a las bibliotecas y librerías locales que soliciten libros con una visión realista de la crisis ecológica;
  • Crear un grupo de lectura con amigos;
  • Asistir a una protesta;
  • Apoya un huerto comunitario local, un punto de distribución de alimentos o ropa gratuitos, un grupo de reducción de daños o una iniciativa de justicia transformadora;
  • Convierte el césped en un jardín de flores silvestres autóctonas y comestibles;
  • Experimenta con la jardinería de guerrilla.
South Central Farm. Analizado en Rolling Thunder #4, este huerto de Los Ángeles alimentó a cientos de familias, defendiendo un espacio verde en el páramo urbano.

Sé honesto

El apocalipsis ya ha comenzado. Desde hace décadas, millones de seres humanos -y ahora decenas de millones- mueren cada año por los efectos de esta crisis ecológica. Hemos superado las tasas de mortalidad de los peores años de la Segunda Guerra Mundial y del Holocausto, incluso si no contamos las cifras de víctimas de las guerras calientes que las potencias supremacistas blancas están librando desde Níger hasta Palestina, aunque esas guerras también están envueltas en esta crisis.

Además, cada año se extingue un número desconocido de especies, probablemente miles. Numerosos hábitats y ecosistemas se están perdiendo para siempre. La biomasa global, la masa total de todos los seres vivos del Planeta, está disminuyendo sustancialmente. El agua, el aire y el suelo están llenos de venenos. Los objetivos climáticos para la reducción del carbono son probablemente demasiado optimistas; ya estamos cruzando numerosos puntos de inflexión a 26 años de 2050 (el objetivo de la ONU para alcanzar las emisiones “netas cero”), y las proyecciones de los estados más poderosos y de las mayores corporaciones indican que no alcanzaremos la deseada fecha límite de 2050. El fin del mundo ya está en marcha.

Para hacer lo que tenemos que hacer, tenemos que aceptarlo y ponernos manos a la obra. El sufrimiento ya está aquí. La muerte masiva ya está aquí. Pero después de cada muerte, hay nueva vida, y seguirá habiendo vida en este Planeta hasta que el Sol se expanda dentro de unos miles de millones de años. Esta es una cuestión de vida o muerte para nosotras, así que tenemos que tomárnosla en serio y hacer sacrificios, pero como ya es “demasiado tarde”, podemos centrarnos en la calidad y en los marcos a largo plazo, en lugar de dejarnos llevar por una urgencia superficial y agotadora.

Al menos una cosa es cierta: las comunidades vivas de este Planeta estarán en mucha mejor forma si abolimos el Estado y el capitalismo. Si no lo conseguimos en nuestras vidas, seguirán estando mejor -estaremos mejor- si hemos erosionado su hegemonía, si la mayoría de la gente puede ver que las instituciones dominantes son responsables de lo que está ocurriendo, si hemos aumentado nuestra capacidad de curación y supervivencia colectivas.

Empezar

Hay muchas maneras de apoyar una lucha. Aunque es fácil desmoralizarse cuando la mayoría de los oleoductos, bases militares, minas y otros megaproyectos a los que nos oponemos se construyen a pesar de todo, es vital comprometerse. La revolución no es una progresión lineal, no son mil pequeñas victorias que se acumulan en una gran victoria. Sí, es necesario demostrar que a veces podemos ganar, pero también se trata de la alegría y la experiencia que nos llevamos con nosotras, de los instintos tácticos y estratégicos que desarrollamos, de los conocimientos técnicos, de las relaciones que construimos, de la euforia de obligar a la policía a dar media vuelta y huir, de la comprensión de que las figuras de autoridad dentro y fuera del movimiento sólo nos frenan, de la forma en que en la lucha se hace evidente que todas las diferentes cuestiones aisladas, todas las diferentes formas de opresión, están conectadas.

Tenemos que participar en las luchas intermedias de forma que ayudemos a la gente a descubrir y practicar el tipo de tácticas y estrategias que serán necesarias para el cambio a largo plazo.

Muchas luchas de las últimas décadas nos han llenado de energía y nos han enseñado lecciones que nunca deberíamos olvidar: las insurrecciones de OaxacaGreciaFranciaHong Kong y Chile, las asambleas descentralizadas del movimiento de ocupación de plazas, el antirracismo sin concesiones de las rebeliones antipoliciales, la alegre recuperación del espacio público expresada por Reclaim the Streets, las ocupaciones de bosques desde Hambach hasta Khimki, la postura estratégica de Stop Cop City, y mucho más.

Profundiza

La supervivencia empezó ayer. La gente de los países que ya han experimentado el colapso, así como las comunidades indígenas y negras de clase baja de todo el mundo, ya llevan ventaja. Aprende de quienes vienen de esas experiencias. Después, conoce íntimamente tu territorio. Averigua de dónde podrían salir los alimentos y qué modificaciones necesitarán las viviendas durante las estaciones más extremas si se va la red eléctrica. Establece métodos de comunicación y coordinación para cuando dejen de funcionar los teléfonos y las conexiones a Internet. Aprende cómo puedes acceder a agua potable limpia. Averigua dónde está más contaminado el suelo para que nadie cultive alimentos en él. Aprende lo coordinados que están los supremacistas blancos.

Y luego ponte manos a la obra para crear más recursos alimentarios comunitarios, un acceso más estable a la vivienda y más redes de autodefensa colectiva. Apoya cualquier proyecto que te inspire y nos haga a todos más fuertes, tanto ahora como en cualquier futuro probable, ya sea el colapso, el aumento del autoritarismo o la guerra civil revolucionaria.

Conectar con nuestros territorios específicos significará probablemente romper con ideologías homogeneizadoras que insisten en que todos somos iguales, que no pueden dar cuenta del hecho de que todos tenemos historias y necesidades diferentes y que esas historias ponen a algunas de nosotras en conflicto, o que basan su idea de transformación social en un programa predeterminado o en alguna idea de unidad obligatoria. El futuro que tenemos que crear es un ecosistema sin centro.

Soñar en grande

La revolución aún es posible. Podemos decir esto con confianza porque la historia nos muestra ciertos patrones a medida que avanza a través de los siglos, y también porque estamos entrando en una época sin precedentes, en la que las instituciones dominantes están utilizando planes y modelos que ya están obsoletos.

Todas nuestras revoluciones de los últimos siglos han sido, en última instancia, fracasos. Eso significa que podemos aprender de ellas sin cerrar nuestra imaginación o asumir que sabemos cómo será una transformación exitosa de toda la sociedad.

No será el resultado de un proyecto. No será el resultado del triunfo de ningún partido. Será el resultado de innumerables sueños, planes, conspiraciones, locas esperanzas y batallas que aún no podemos prever. Lo haremos juntas, soñando constantemente, tejiendo constantemente, porque eso es la vida libre.

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Avispa MIdia

¿A dónde nos llevan las propuestas para frenar el cambio climático?

Fuente: Avispa Midia
Por Renata Bessi

En portada: La población de El Bosque, Tabasco, ha sido desplazada forzadamente de sus tierras debido al incremento del nivel del mar, el cual avanza destruyendo casas, escuelas y otras estructuras de la comunidad en las costas del Golfo de México. Foto: Santiago Navarro F

En toda América Latina las olas de calor, que se pensaba serían pasajeras, no dan tregua. Durante los últimos diez meses la temperatura ha sido inédita. Un equipo de Avispa Mídia se aventuró, entre junio y agosto de 2023, en medio de una ola de calor, a realizar un viaje para documentar cuestiones climáticas en México y países de Centroamérica. Fue uno de los viajes más difíciles para el equipo de periodistas por todo lo que conlleva la temperatura extrema.

Meses después estuvimos en el cono sur, en Brasil, entre diciembre y enero, e igualmente el territorio ardía. Rio de Janeiro alcanzó en marzo sensaciones térmicas que sobrepasan los 60 grados Celsius, algo que nunca antes habían experimentado las personas de esta región.

De regreso a México, las olas de calor continúan. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya emitió una alerta por la llegada de una nueva ola de intenso calor a principios de abril y otras más para junio. La situación se agrava por la crisis del agua en todo el territorio. Para tener una idea, donde me encuentro, al sur del país, el agua del suministro público ha llegado a las casas cada 40 días. La solución ha sido comprar el vital líquido a empresas privadas.

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Asamblea del Pueblo Chontal para la Defensa de Nuestro Territorio | Comité Regional de Mujeres Chontales | Tequio Jurídico A.C.

Emergencia en la Chontal baja por avance de incendios

BOLETIN INFORMATIVO
¡EMERGENCIA EN LA CHONTAL BAJA!

  • Más de 200 ciudadanos de Guadalupe Victoria, Yautepec, Oaxaca, combaten el fuego en el punto denominado Río masa, mientras las brigadas de COESFO, CONAFOR Y LA GUARDIA NACIONAL, se han retirado del lugar.
  • Los comuneros alertan que, si el fuego no cesa, pondrá en riesgo el territorio comunal de San Miguel Chongos, San José Chiltepec, Santa María Zapotitlán, incluso San Pedro Huamelula.

Desde el 11 de abril del presente año, autoridades comunitarias de la región chontal, han venido exigiendo al gobierno federal y estatal, su intervención para sofocar el fuego, mientras sus ciudadanos y comuneros, combaten el fuerte incendio con los medios que tienen a su alcance.

El incendio no cesa. Las autoridades de San Miguel Chongos, Guadalupe Victoria y San José Chiltepec, manifiestan que el fuego se intensifica. Alertan que el incendio ahora amenaza sus tierras entre los puntos denominados “Río masa, “ojo de agua” y “la mezcla”, los trabajos realizados durante los últimos días no han sido suficientes para combatirlos. La lumbre, rebasa las brechas cortafuego que han venido implementando. Las brigadas, enviadas por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y la Comisión Estatal Forestal (COESFO) se han retirado de San Miguel Chongos. Ayer, los elementos de la Guardia Nacional salieron de la comunidad, informaron, mientras el fuego sigue consumiendo el bosque que resguarda una importante biodiversidad del estado.

Las autoridades comunitarias de Guadalupe Victoria informan que más de 200 personas hacen todo el esfuerzo por sofocar el incendio, sin embargo, advierten que, en caso de no controlarlo, el fuego pondrá en riesgo el territorio comunal de otras comunidades aledañas, entre ellas Santa María Zapotitlán y San Pedro Huamelula en la parte baja de la región chontal.

A su paso por San Pedro Sosoltepec, el fuego ha consumido el 90% de sus tierras comunales, casi tres mil hectáreas. Quemó pequeños ranchos, mangueras de agua, importante ecosistema en donde viven diversos animales y plantas endémicas de la región. Los trabajos de siembras de frijol, hortalizas, entre otros, implementados por sus habitantes se echarán a perder por la falta de agua que conducían a través de las mangueras que fueron consumidas por el fuego. Comienza la preocupación colectiva para recuperarse de las afectaciones materiales, ambientales y emocionales que el siniestro les ha dejado.

Afortunadamente, la colaboración solidaria de la población de Santa Lucía Mecaltepec, San José Chiltepec, Santa María Candelaria, San Miguel Suchiltepec, San Matías Petacaltepec y 15 brigadistas enviadas por la CONAFOR a la comunidad de San Pedro Sosoltepec, evito que la población fuera desplazada. El riesgo para esta comunidad ha disminuido significativamente.

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CONSEJO SUPREMO INDÍGENA DE MICHOACÁN (CSIM)

Consejo Supremo indígena de Michoacán culpa al Estado mexicano de ser cómplice de la muerte de los lagos, llaman a la movilización en defensa de la vida

¡Los lagos de Michoacán agonizan y el Estado mexicano es cómplice de su muerte!

 

Al Gobierno de México y Michoacán, al Pueblo de México y Michoacán

A los Medios de Comunicación, a los Pueblos Originarios

Comunidades Indígenas de Michoacán a 19 de abril de 2024.

A lo largo de la historia, Michoacán ha sido reconocido por sus grandes lagos y ríos, forman parte de nuestra identidad como michoacanos y pueblos originarios, sin embargo, poco a poco estos han muerto o se encuentran agonizando o contaminados. El primer lago en morir fue el Lago de Zacapu, desecado en 1908, donde a nombre de la “prosperidad”, más de 12,261 hectáreas fueron drenadas, comunidades indígenas como Tarejero, Naranja y Tiríndaro cambiaron radicalmente su modo de vida, perdieron sus tierras y fueron explotados brutalmente en las grandes haciendas de la región.

El segundo lago que se encuentra agonizando, es el Lago de Cuitzeo, fue herido de muerte por el supuesto “progreso” al ser atravesado por carreteras federales y autopistas privadas (Uriangato, Salamanca y CDMX), lo que dividió al lago y tapó manantiales, además del cambio de uso de suelo para monocultivos y zonas residenciales, la deforestación masiva y el mal manejo de las aguas residuales del municipio de Morelia, donde antes había agua, hoy solo hay polvo, donde existía biodiversidad, hoy únicamente hay contaminación, el 80% del lago ha desaparecido y los habitantes de esas áreas padecen múltiples enfermedades.

El tercer lago que muere, es el Lago de Pátzcuaro, donde casi el 50% de su cuerpo se ha secado, en la década de los 70’s del siglo pasado, también con el discurso de “modernidad” el gobierno federal construyó un terraplén y un puente que unió la isla de Jarácuaro con tierra firme, con lo que tapó uno de principales manantiales que alimentaba el lago, problema que se acrecentó con la siembra de aguacate y berries, la deforestación descontrolada, el robo de agua, la descarga de aguas residuales sin tratamiento de todos los municipios de la rivera y la corrupción sistémica, entre otras causas.

El cuarto lago herido, es el Lago de Zirahuén, donde diariamente se extraen también hasta 100 pipas de agua para su venta ilícita, abundan las siembras ilegales de aguacate y berries, se contamina el lago con agroquímicos y pesticidas, el municipio de Salvador Escalante descarga aguas negras sin ningún tipo de tratamiento, extranjeros y empresarios se apropian de tierras comunales e intentan privatizar zonas federales del lago y se aceleran los procesos de daño al medio ambiente y gentrificación.

Todo lo anterior con la complicidad el Estado mexicano, que históricamente ha sido incapaz de proteger nuestros lagos y ríos, en este contexto, decenas de comités de defensores del medio ambiente se han creado, cientos de estudios costosos se han realizado y miles de millones de pesos se han destinado para “salvar” los lagos, pero no ha tenido resultados, por el contrario, los efectos saltan a la vista, la muerte de los lagos avanza vertiginosamente y el gobierno únicamente simula y administra los problemas.

Por ello exigimos y al Estado mexicano lo siguiente:

1.- Abordar el problema de la sequía y contaminación de los lagos de Michoacán una manera global e integral, abarcando las interconexiones geográficas y sin excluir ningún lago.

2.- La participación real y representativa de todas las comunidades indígenas afectadas.

3.- La dotación de 2 millones de plantas nativas para reforestar de manera social y masiva en nuestras comunidades.

4.- La creación de la figura Guardianes de los Lagos, avaladas por las asambleas generales de las comunidades.

5.- Un decreto presidencial para creación de Áreas Naturales Protegidas de los Lagos de Cuitzeo, Pátzcuaro y Zirahuén

6.- Se respete al derecho de consulta de los pueblos indígenas sobre medidas administrativas que nos afectan.

Finalmente, emplazamos al Estado mexicano a que cumpla con estas exigencias y hacemos un llamado atento y respetuoso a las comunidades, para movilizaros en defensa de los lagos y los ríos. ¡Las luchas por el agua y la vida han comenzado!

CONSEJO SUPREMO INDÍGENA DE MICHOACÁN #CSIM

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Asamblea del Pueblo Chontal para la Defensa de Nuestro Territorio y Tequio Jurídico A.C.

Continúa la emergencia en comunidades chontales de Oaxaca. El apoyo de las brigadas contra fuego no son suficientes. La comunidad de San Pedro Sosoltepec sigue en riesgo de ser evacuada si la intensidad del fuego no cesa

Ante la emergencia que viven las comunidades chontales, por la expansión del fuego en sus territorios, la Asamblea del Pueblo Chontal para la Defensa de Nuestro Territorio y Tequio Jurídico A.C. informan:

Primero: La emergencia por la presencia del fuego continúa. Habitantes de las comunidades de San Pedro Sosoltepec,
Santa Lucía Mecaltepec, Santa María Candelaria, San Matías Petacaltepec, San Miguel Suchiltepec, San José Chiltepec,
Guadalupe Victoria y San Miguel Chongos, se han organizado para combatir el fuego durante los seis últimos días. La ciudadanía, manifiesta un cansancio y agotamiento. Un promedio de 320 personas mantienen un trabajo intenso para combatir el fuego, en varios puntos.

Segundo: Las brigadas de apoyo, enviadas por el gobierno estatal y federal no son suficientes. Quince brigadistas de la Conafor apoyan en San Pedro Sosoltepec, cuatro hicieron presencia en San Miguel Chongos. Hasta este día, no se cuenta con la ayuda de la Guardia Nacional en el campo; ayer 16 de abril del año 2024, después del medio día, un helicóptero sobrevoló la zona de incendios. El fuego continúa devastando el bosque en los puntos denominados cerro de Laime entre San José Chiltepec, Guadalupe Victoria, San Miguel Chongos y San Pedro Sosoltepec:
https://www.facebook.com/100063573034312/videos/pcb.979549620840797/410367978447680. Otro punto de emergencia se ubica muy cerca de la comunidad de San Pedro Sosoltepec, en el cerro Gobernador.

Tercero: Con el trabajo solidario de las comunidades vecinas, el incendio, ha sido controlado en algunos puntos, sin
embargo, la emergencia continúa en la comunidad de San Pedro Sosoltepec, quienes han sido afectados en la mayor superficie de su territorio. El Agente municipal y el comisariado de bienes comunales, solicitan al gobierno que refuerce el apoyo de las brigadas y garantice atención aérea, ya que en caso de no controlar el fuego, se pondría en riesgo la vida de la población, por ello, no descartan evacuar a la población.
https://www.facebook.com/tequiojuridicoac/videos/1146684226370398.

Cuarto: Los ciudadanos y comuneros que está interviniendo directamente en el combate del fuego, manifiesta cansancio y afectaciones en la garganta y en el sistema respiratorio, debido a la exposición al humo y calor, durante varios días. No cuentan con los equipos adecuados de protección contra incendios, en medio de estas circunstancias, no cesan en los trabajos de combate al fuego. En razón a lo expuesto aquí, insistimos:

Al gobierno federal y estatal: Que a través de sus instancias correspondientes, refuercen las brigadas de apoyo contraincendios y envíen el apoyo aéreo correspondientes, para combatir el fuego en los puntos cerro de Laime, Ojo de agua y cerro gobernador. Además, generen las facilidades para que una brigada médica recurra a la zona para brindar auxilios en la atención de la salud de los ciudadanos. Por toro lado, solicitamos que incorpore desde este momento al programa de restauración ecológica toda la superficie afectada por el incendio e implemente las acciones de reparación del daño.

A la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca:, solicitamos su intervención para efectos de monitorear las acciones y omisiones de las autoridades responsables de la atención de la emergencia y documentar
posibles violaciones a los derechos humanos.

A la ciudadanía en general: Pedimos su solidaridad para apoyarnos con víveres, alimentos, agua, materiales para primero auxilios, apoyo económico. Para ello, hemos instalado el centro de acopio en Casa Tequiana, ubicada en Calle Pinos Número 200-1. Esquina Calle Progreso, Col. El pilar San Jacinto Amilpas. Tel: 9515147506. Para ayuda económica pedimos enviarlo a Abel Sánchez Martínez. Banco Azteca, Clabe Interbancaria:1276 1001 3027 7005 17, Número de tarjeta: 4027 6658 3691 8970.

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Avispa Midia

Continúa emergencia en comunidades Chontales de Oaxaca: el apoyo estatal es insuficiente

Fuente: Avispa Midia

Por Sare Frabes

El incendio en la región Chontal cada vez se aproxima a la población

El incendió que comenzó el pasado viernes (11) en la región indígena Chontal de Oaxaca, al sur de México, persiste. La Asamblea del Pueblo Chontal para la Defensa de Nuestro Territorio y la organización Tequio Jurídico A.C. alertan, en un comunicado, que el incendio avanza hacia la población de, al menos, ocho comunidades.

Las comunidades vecinas han ido sumando y arriesgando la vida para contener el fuego. “Durante los últimos seis días, los habitantes se han organizado para combatir el fuego, pero el agotamiento es evidente entre los aproximadamente 320 ciudadanos que participan en estas labores”, detallan.

Brigadistas solidarios de las comunidades vecinas

Los brigadistas comunitarios ya presentan problemas respiratorios debido a la exposición prolongada al humo y al calor. A ello se suma la falta de equipos adecuados de protección. A pesar de ello, “continúan comprometidos con la extinción del incendio”, dicen.

Mientras tanto señalan que el apoyo del gobierno es insuficiente. “Solo quince brigadistas de la Conafor (Comisión Nacional Forestal) han sido desplegados en San Pedro Sosoltepec, mientras que únicamente cuatro se han presentado en San Miguel Chongos. La ausencia de la Guardia Nacional en el terreno y la llegada tardía de ayuda aérea plantean desafíos adicionales en el combate contra el fuego, que continúa devastando el bosque en múltiples frentes”, advierten los comuneros.

Se reporta que la comunidad de San Pedro Sosoltepec se mantiene en alto riesgo de evacuación. En esta comunidad “la situación es especialmente grave; las autoridades locales han solicitado al gobierno refuerzos en las brigadas y atención médica aérea, advirtiendo sobre la posibilidad de evacuación si la situación empeora”, se resalta en el comunicado.

Los brigadistas trabajan día y noche, están agotados y ya presentan problemas respiratorios

Las comunidades Chontales continúan exigiendo a los gobiernos federal y estatal su intervención, con más brigadas contraincendios, proveer apoyo aéreo adicional y garantizar atención médica para los ciudadanos afectados.

Ante la falta de respuesta inmediata, los pobladores de esta zona de riesgo piden a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, “intervenir para monitorear las acciones de las autoridades y documentar posibles violaciones a los derechos humanos”.

A la ciudadanía en general solicitan la solidaridad a través de la donación de víveres, alimentos, agua, materiales de primeros auxilios y apoyo económico. Para ello se ha establecido un centro de acopio en la llamada Casa Tequiana, ubicada en Calle Pinos Número 200-1, Esquina Calle Progreso, Col. El Pilar San Jacinto Amilpas, Oaxaca.

También han puesto a disposición una cuenta bancaria para apoyar económicamente, a nombre de Abel Sánchez Martínez, en Banco Azteca, con la Clabe Interbancaria: 1276 1001 3027 7005 17, y el número de tarjeta: 4027 6658 3691 8970.

La solidaridad y el apoyo son esenciales en momentos de crisis como este. La comunidad Chontal de Oaxaca necesita de todo el respaldo posible para superar esta emergencia y reconstruir sus vidas.

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Avispa Midia

Oaxaca: indígenas Chontales desesperan, 15 mil hectáreas son arrasadas por el Fuego

Fuente: Avispa Midia

Por Sare Frabes

Terrible incendio devora sin piedad la riqueza natural de la región del pueblo Chontal, en Oaxaca, al sur de México. El pasado 11 de abril, el fuego comenzó a incinerar todo a su paso. Hasta el momento ha devastado más de 15 mil hectáreas de bosque, dejando a su paso un rastro de desolación y desesperación por parte de las comunidades ante la incapacidad de respuesta para apagar el fuego. Llaman urgentemente a que intervengan las autoridades estatales y federales.

La Asamblea del Pueblo Chontal para la Defensa de Nuestro Territorio y la organización Tequio Jurídico A.C., han hecho un llamado urgente de auxilio y exigencia de acción inmediata a nivel federal y estatal.

También a los titulares de las comisiones forestales a nivel nacional y estatal, a quienes exigen su intervención sin demora para enviar apoyo aéreo y terrestre a combatir y sofocar el devastador incendio que avanza rápidamente en la sierra sur de esta entidad.

El abogado chontal Abel Sánchez Martínez, con angustia comparte en entrevista que, tras la falta de atención de las autoridades competentes, “el fuego ha avanzado implacablemente desde el pasado 11 de abril”. Destacó que, pese haber reportado el incendio desde sus primeros indicios, “la respuesta inicial fue insuficiente, y el fuego se propagó sin control”.

Al menos ocho comunidades chontales se encuentran en medio del incendio, pertenecientes a los municipios de San Carlos Yautepec; San Miguel del Puerto y Santa María Ecatepec. Hombres y mujeres comuneras, junto a ciudadanos de estas comunidades han estado luchando incansablemente durante cuatro días contra el avance del fuego. Sin embargo, sus esfuerzos se ven eclipsados por la magnitud del desastre, que amenaza con consumir no solo tierras y bosques, sino también la vida misma de estas comunidades.

El abogado Sánchez, agrega que, “el domingo pasado, miembros de la Guardia Nacional, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y la Coordinación Estatal de Protección Civil (Coespo) llegaron a la zona afectada en un intento por contener la catástrofe. Sin embargo, la magnitud del incendio ya era inmanejable. A pesar de los esfuerzos de aproximadamente 30 o 40 personas, el fuego seguía avanzando, poniendo en riesgo a poblaciones enteras como San José Chiltepec, San Pedro Sosoltepec y Santa María Zapotitlán”.

Los informes revelan la magnitud de la devastación. En San Pedro Sosoltepec, se estima que más de 7 mil hectáreas, casi la totalidad de su territorio, han sido devastadas por las llamas. Mientras tanto, en San Pedro Tepalcatepec, se han perdido más de 2 mil hectáreas; en San Pablo Topiltepec, más de 3 mil hectáreas; y en San José Chiltepec, se reportan aproximadamente tres hectáreas absorbidas por el fuego. Las cifras, aunque alarmantes, apenas comienzan a capturar la magnitud del desastre.

Con más de 3 mil 500 habitantes en alto riesgo, la situación es urgente y desesperada. Sin embargo, las autoridades competentes han permanecido inexplicablemente inactivas, haciendo caso omiso de los repetidos llamados de auxilio de las autoridades de Bienes Comunales de las comunidades afectadas.

En este panorama, las demandas de estas comunidades son contundentes. Ante el “flagrante” desprecio de las autoridades por su omisión, exigen una respuesta inmediata y coordinada, por vías aéreas y terrestres, para combatir el incendio y brindar asistencia a las poblaciones chontales.

“Demandamos un compromiso firme y sostenido de las autoridades para abordar los daños irreparables causados a estas comunidades, su territorio y su patrimonio natural y cultural”, sostuvieron.

Mientras el reloj sigue avanzando, cada minuto es implacable con el aumento en el riesgo del costo humano y ambiental de esta tragedia. La respuesta de las autoridades no puede esperar. “La situación es crítica. Las comunidades en riesgo, como San Miguel Suchiltepec, Santa María Candelaria y Guadalupe Victoria, están en alerta máxima, coordinando esfuerzos para protegerse del avance de las llamas. En San Pedro Sosoltepec, casi la totalidad del territorio ha sido consumida por el fuego, mientras que, en otras áreas, como San José Chiltepec, la situación es igualmente alarmante. No podemos esperar más”, alerta el abogado.

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Avispa Midia

Perú: Crisis hídrica, extractivismos e inseguridad alimentaria

Fuente: Avispa Midia

Por Javier Bedía Prado

Foto de portada: Red de Comunicación Regional

En riesgo de acceso a alimentos se encuentra la mitad de la población peruana, situación profundizada por la crisis hídrica a causa del fenómeno El Niño. La sequía ha ocasionado pérdidas de miles de hectáreas de cultivos este año y afectado las reservas del líquido, por lo que en septiembre el gobierno declaró en estado de emergencia 544 distritos, pertenecientes a 14 regiones.

De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), el 50% de habitantes del Perú vive en condiciones de inseguridad alimentaria, uno de los índices más altos de América Latina. En 2022, el país registró la mayor cifra de Suramérica, con 16,6 millones de personas que carecían de alimentos nutritivos.

En este contexto, en los últimos meses el precio de algunos productos de primera necesidad se incrementó en niveles no registrados en las últimas dos décadas, debido a fuertes precipitaciones e inundaciones en zonas costeras. El valor del limón llegó a subir hasta en 500%. La variabilidad del clima se percibe en escenarios laborales: hay 8,5 millones de personas en peligro elevado de no poder cumplir sus actividades económicas por el déficit hídrico, advierte la Sociedad de Comercio Exterior del Perú.

El retraso de las lluvias en los Andes y el Altiplano, que se esperaban en septiembre, causó estragos. En Puno, la región más golpeada por la sequía, se perdieron cerca de 17 mil hectáreas de cultivos. Según la Encuesta Nacional de Siembras, no se cosecharon 9 mil hectáreas de quinua, lo que representa la cuarta parte de la producción esperada. De papa, un alimento básico en gran parte del país, se estropearon 5 mil de las 60 mil hectáreas trabajadas. La crianza de alpaca para textiles y la ganadería son otros de los sectores perjudicados por la sequía en el sur andino.

Sequía en el Perú. Foto: Agencia Andina

“El período 2022-2023 fue crítico, no hubo lluvias a tiempo, la producción agrícola fue afectada, se había anunciado esta situación, son cíclicas. Ahora ya llegaron las lluvias, serán de corto tiempo, de acuerdo a nuestras observaciones, y la tercera siembra, a finales de noviembre, será mejor. En las comunidades hay técnicas de acumulación de agua que al Estado no le importan como políticas públicas, creen que la tecnología occidental lo resuelve todo. El Ministerio Agricultura debería considerar nuestras observaciones y técnicas. Hay cuencas para almacenamiento para tiempos de sequías”, declaró para Avispa Mídia el vocero del Consejo de Autoridades Originarias, Mallkus, Jilacatas y Mama Tallas de Puno, Rubén Apaza Añamuro.

Un efecto notorio del cambio climático en el Altiplano es la disminución del nivel de agua del emblemático lago Titicaca, que este año descenderá hasta 80 centímetros como consecuencia de temperaturas altas durante el día, informó el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología. Entre las implicancias sociales, especialistas observan un posible éxodo migratorio de la población puneña.

Agua para extractivismos y contaminación de cabeceras

El uso del agua en el Perú lo acapara la agroindustria. La Autoridad Nacional del Agua precisa que este sector emplea el 87,7% del líquido, mientras que a la población se destina el 9,9%. La minería utiliza el 1,5%, sin embargo su impacto se amplifica al dañar las cabeceras de las cuencas. El 38% de proyectos extractivistas en el Perú se localiza en territorios indígenas y campesinos, y el 56% en áreas sobre los 3 mil metros de altura, donde nacen los ríos.

“La agroindustria se centra en la costa norte, en los Andes principalmente son las mineras las que concentran el agua. Atentan contra las cuencas. Al Estado no le interesa si contaminan el pasto para producción ganadera. Los ríos se ven amarillentos, por los residuos de óxidos, y esto se transmite a los pastos, luego a los lácteos, por lo tanto afecta a todo el país. Hay que evitar especialmente la contaminación en las cabeceras de cuencas, nosotros como comunidades ponemos énfasis en esto”, añadió Apaza, autoridad originaria de la provincia puneña Huancané.

Al respecto, en septiembre, el relator especial de la ONU para los derechos humanos al agua potable y el saneamiento, Pedro Arrojo, subrayó que la destrucción de acuíferos, humedales y bosques húmedos se debe principalmente a la minería. El informe alerta que las consecuencias son devastadoras: el 31% de la población del Perú (más de 10 millones de personas, de las cuales el 84% son menores de edad), enfrentan riesgos cotidianos de contaminación por metales pesados y otros tóxicos.

Como alternativa de conservación, la Sociedad Peruana de Alpacas Registradas propone la creación de un organismo autónomo de protección de los bofedales andinos y altiplánicos. “Queremos resaltar de que de estos bofedales nacen los pequeños ríos que al final originan los grandes ríos que desembocan en el lago Titicaca”, señala un representante de la organización. Puno, Cusco y Arequipa albergan más del 50% de bofedales del Perú, de acuerdo al Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña.

Entre la ausencia de lluvias y las perforaciones de pozos para minería, se vienen secando estos tipos de humedales altoandinos, lo que se suma a la sequía en períodos cada vez más frecuentes y al descenso de las reservas.

Foto: Red de Comunicación Regional

“Hay experiencias para evitar que se produzcan ecocidios, hay países que han sido arrasados, al sistema de producción no les interesa las personas, los seres vivos, nosotros actuamos desde la madre naturaleza para asegurar nuestras actividades. Confrontamos abiertamente el modelo extractivista neoliberal que considera los recursos naturales como instrumentos de uso para enriquecerse, nosotros consideramos que la naturaleza, la madre Tierra tiene vida. Las élites promueven semillas transgénicas, no piensan en la convivencia, como autoridades originarias, nosotros, los pueblos indígenas y campesinos, estamos haciendo que las formas de vida y producción estén en armonía”, acotó Apaza.

En semanas recientes la situación ha obligado a racionar la distribución del agua a la población, en más de la mitad de las 25 regiones, entre ellas Lima. El 10% de peruanos carece de agua potable y se ve obligado a pagar un mayor precio. La cuarta parte de los 25 departamentos recibe el servicio menos de doce horas al día.

En este panorama de escasez hídrica y crisis climática, hay voces desde el Ejecutivo y el Congreso que sugieren la privatización del agua en Lima. Para la ministra de Vivienda, Hania Pérez de Cuéllar, hay que “analizar si lo mejor es la reestructuración o la privatización”.

Cuando la gestión privada del recurso fracasó en la única región donde se aplicó, Tumbes, que presenta el indicador más bajo de acceso, con apenas siete horas diarias, el abastecimiento de agua en la capital, Lima, la segunda ciudad más grande del mundo asentada en un desierto, así como en el resto del Perú, entra a un debate abierto por representantes de grupos de poder aliados al régimen de Dina Boluarte.

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Avispa Midia

Es urgente encontrar alternativas ante la falsa transición energética

Fuente: Avispa Midia

Por Santiago Navarro F

En portada: Doña Lupe y su nieto recorren un área de su comunidad, El Bosque, donde yacían una escuela y casas. Ahora, solo quedan ruinas debido al avance del mar que amenaza con desaparecer totalmente al poblado pesquero ubicado en las costas de Tabasco. Foto: Aldo Santiago

Los objetivos que han asumido los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas y corporaciones transnacionales, enmarcados en el Acuerdo de París como hoja de ruta a seguir para detener el aumento de la temperatura planetaria a 1.5 grados centígrados (°C) por encima de los niveles preindustriales, no se están cumpliendo advierte Naciones Unidas.

Con el Acuerdo de París se trazó como principal objetivo un proceso de descarbonización de la economía, entendido como la sustitución de los combustibles fósiles por nueva tecnología que emitiera menos gases de efecto invernadero, responsable del cambio climático, según la ONU.

Desde entonces, países y empresas han desarrollado acciones que las han llamado “transición energética” que, llevadas a cabo, deberían limitar, según el acuerdo, el calentamiento global a 1,5 °C, esto implica reducir las emisiones a casi la mitad en 2030 y alcanzar el cero neto en el año 2050.

El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas advierte, en su informe 175 de Análisis Económico publicado este mes de septiembre, que no se están alcanzando los objetivos planeados. Incluso, ha proyectado sobre un escenario de temperaturas mundiales de 2 °C, 2,6 °C y hasta 3°C por encima de los niveles preindustriales. En este escenario se avisora una caída de hasta el 18% de la producción mundial de bienes y servicios reflejada en el Producto Interno Bruto munidal (PIB).

En entrevista para Avispa Mídia la ingeniera industrial Beatriz Olivera señala que esa advertencia es preocupante ya que supone que, “el mundo de alguna manera sigue anclado en los combustibles fósiles y es muy probable que no haya cambios en el corto plazo”, por tanto, no se estaría cumpliendo con el Acuerdo de París y tampoco con los llamados Objetivos de Desarrollo Sustentable enmarcados en la Agenda 2030 de la ONU.

Además de la posible caída en la producción mundial de bienes y servicios, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático estima que este contexto podría sumir en la pobreza a 100 millones de personas más de aquí a 2030, si no se adoptan medidas de adaptación al cambio climático y mitigación adecuadas. Aunque en 2019 las cifras ya destacaban un crecimiento de al menos 1300 millones de seres humanos en estas condiciones.

Gente en situación de calle, Sao Paulo Brasil. Foto por Santiago Navarro F.

La ingeniera mexicana, quien participó en una investigación llamada Minerales críticos para la transición energética, arremete diciendo que, “deberíamos estar muy preocupados porque países como el nuestro (México) serán de los más impactados”, advirtiendo que las comunidades más vulnerables de este país ya están sufriendo las consecuencias del aumento del nivel del mar, las sequías, las oleadas de calor y las inundaciones.

El costo de la “transición”

El Banco Mundial (BM) ha advertido que esta “transición” requiere al menos un aumento de casi 500% de más minerales hasta 2050, lo que implica mayor extractivismo en diversas geografías y, con ello, más impactos ambientales y sociales. Esta entidad financiera tiene clasificado al menos 24 tipos de minerales necesarios para el remplazo de la matriz tecnológica de combustibles fósiles a energías renovables, como los complejos de energía solar fotovoltaica y de concentración, eólica, geotérmica e hidroeléctrica.

Sin embargo, solamente los complejos eólicos, además de grandes cantidades de concreto, “1,200 toneladas por cada aerogenerador de 3 mega watts”, según la ingeniera Olivera, también requiere al menos 14 tipos de minerales como Aluminio, Bauxita, Bario, Boro, Cobalto, Tierras Raras, Cobre, Plomo, Níquel, Zinc, entre otros.

Bauxita es la materia prima para la producción de aluminio. Brasil es el cuarto mayor productor de bauxita del mundo y es en la Amazonía donde se encuentra el 75% de las reservas nacionales.

La tecnología solar ocupa casi los mismos minerales, además, del Cadmio, Estaño, Galio Germanio, Indio, Manganeso, Molibdeno, Plata, Selenio, Silicio y Telurio. Un total de 17 tipos de metales.

“Uno de los minerales que va a tener mayor demanda, a medida que se acelere la transición, será el cobre, el litio, grafito y cobalto. El litio es para las baterías de los automóviles. De manera que no se puede dejar de pensar en estos minerales cuando se habla de transición energética”, puntualiza la investigadora Olivera.

El BM estima que la demanda de estos minerales se disparará conforme avanza el cambio de matriz tecnología. La demanda del litio aumentará en un 488% y casi de forma similar el grafito ascenderá a 494%, mientras que el cobalto en 460%, según los datos de esta instancia financiera.

¿Quién pierde y quién gana?

Por su parte, a las grandes corporaciones y a las principales económicas del mundo, lo que más les preocupa es la disminución del crecimiento económico mundial. Se justifica acelerar la inversión en energías renovables para que se mantenga el ritmo de crecimiento de la economía.

El pasado mes de junio, los integrantes de la Asamblea Parlamentaria de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, alianza militar de países de Europa y Norteamérica), debatieron diversos temas, entre ellos, los llamados “minerales críticos y tierras raras” que requiere la “transición energética”. Certeramente pusieron especial atención en el cobre, litio, níquel y cobalto, resaltando que su demanda “ya es muy elevada y aumentará a medida que avance” el reemplazo tecnológico, advierten.

Bolivia posee reservas estratégicas de níquel en el cordón amazónico.

Además, la OTAN destaca que la demanda no necesariamente está cubierta, es decir, hay escasez, por eso son considerados críticos. En todo caso, “si no se produce un cambio sustancial en la oferta, los precios de estas materias primas preciosas se dispararán, y los países podrían tener que tomar decisiones difíciles sobre si destinar estos insumos al sector de la energía sostenible o al de la defensa”, reza el documento publicado en julio pasado.

Siguiendo estos mismos lineamientos, la ONU hace hincapié, “por encima de todo, la transición energética es esencial para la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, y que, con ello, se espera que “cambie la estructura del comercio internacional y los flujos de capital”.

El bloque de la OTAN tiene claro que los países que controlen estos suministros “adquirirán probablemente una enorme influencia en el mercado y, presumiblemente, también diplomática”, haciendo alusión que tienen un gran desafío por delante, que es China. Este país asiático, en 2022, figuró como el principal productor de tierras raras cubriendo el 70% del mercado, seguida de Estados Unidos, Australia, Myanmar y Tailandia, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

La investigadora Olivera argumenta que no hay que esperar que las soluciones provengan siempre de las élites, sino que debemos de tomar partido en el asunto y buscar soluciones desde abajo, como las cooperativas o redes de solidaridad.

Por eso es importante “que nosotros no hablemos de transición energética sino de transformación, porque tenemos que reinventar, reconfigurar la nueva manera de producir y de generar energía; es posible, pero nos falta creatividad”, dice la ingeniera.

Protesta contra la explotación de litio en la Comunidad Aborigen de Santuario de Tres Pozos, Argentina.

Olivera considera que esta llamada “transición” es lo más próximo a una mera sustitución de tecnológica. “Quienes perdemos somos las poblaciones, los países, la gente que está en los territorios donde se van a extraer estos minerales. Gana un puñado de élites. Así como las personas que van a poder acceder a un auto eléctrico (…), y pues las empresas, las mismas de energía renovable”, que serán las que delimiten los márgenes del nuevo mercado.

Para los miembros de la OTAN, el objetivo es claro, “con el tiempo, las industrias energéticas sostenibles repartirán el mercado y el poder político de formas diferentes y a veces inesperadas. Los países productores de los minerales críticos necesarios para la producción de baterías y la generación eléctrica adquirirán nuevas fuentes de riqueza e influencia”, reza el documento derivado de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN.

Tras esta reconfiguración de una nueva división internacional del trabajo definida a partir de esta “transición”, hay países y empresas que serán beneficiados y hay quienes seguirán sufriendo las externalidades negativas de esta nueva oleada. “Es un modelo injusto y muy poco democrático que va a apuntar a profundizar desigualdades que de por sí ya existen en los países. Creando incluso, lo que algunos están llamando como zonas de sacrificio, lugares donde se extraen tierras raras, cobalto, etc.”, resalta Olivera.

Para Olivera estas llamadas zonas de sacrificio, “se van a profundizar en aras de un desarrollo sustentable o más limpio, creando otras zonas que serán las beneficiadas, lo que es totalmente injusto”, por ello, arremete la investigadora, “es urgente pensar alternativas desde abajo”.

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Radio Zapatista

Caravana “El Sur Resiste” día 5: La Comunidad de El Bosque devorada por el calentamiento global

Texto: Observatorio Memoria y Libertad
Fotos: Karen Castillo – Observatorio Memoria y Libertad
Video: Red Universitaria Anticapitalista
Audios extraídos de
video de APIIDTT
Edición de audios: Radio Zapatista

La Caravana El Sur Resiste llegó en su quinto día de recorrido a la Colonia el Bosque, Tabasco, una comunidad ubicada entre el océano Atlántico y el Río Grijalva.

El Bosque, está en peligro de desaparecer debido a que, desde 2019, el nivel del mar comenzó a aumentar aceleradamente, arrasando con la costa, las calles, el kínder y la escuela y decenas de hogares.

El Bosque es una de las muchas comunidades alrededor del mundo en riesgo de desaparecer bajo el agua debido al incremento del nivel del mar causado por el cambio climático. En México, es una de las primeras comunidades identificada como desplazada por este fenómeno.

Hoy son pocas las casas y edificaciones que sobreviven la catástrofe en El Bosque, muchas familias han sido desplazadas y las que aún resisten, exigen al Gobierno Federal, apoyo frente a la destrucción de su comunidad, de sus hogares, de sus raíces, y de toda su forma de vida.

Así lo explican Cristina Isabel Vicente y Estanilada Cardona quienes nos dan un recorrido por la comunidad para mostrar las edificaciones que están en proceso de desaparecer bajo el mar, y contarnos además su testimonio y el de otros miembros de la comunidad que ahora esperan que el Gobierno Federal cumpla con el plan de reubicación que prometió a las familias de El Bosque en febrero de este año.

El 10 de noviembre del 2022 se hizo una rueda de prensa aquí en El Bosque para dar a conocer la situación tan terrible que vivimos, y ahí fue cuando comenzamos a ser escuchados por medios y autoridades. De cuando se hizo esa rueda de prensa, ya no queda nada, todo ha desaparecido.

Lo que nosotros pedimos es la reubicación, nosotros ya perdimos nuestros hogares, andamos rentando, prestando, pedimos la reubicación. Las autoridades nos han dado una respuesta, dicen que vamos a ser reubicados, pero dicen que toma tiempo, nosotros hablamos de al menos 60 personas que necesitan reubicación.

Como mencionamos, El Bosque no es la única comunidad alrededor del mundo que está en peligro de ser devorada por el mar.

Cristina y Estanilada continúan el recorrido por El Bosque, nos detenemos frente a una edificación que está a punto de derrumbarse. Detrás, el mar picado y el viento fuerte continúan con el proceso de erosionar los cimientos del edificio. También se pueden apreciar restos de otras edificaciones entre las olas, así como árboles y ramas secas. Ahí, Cristina nos explica que esta edificación era su hogar.

Quiero compartirles que, esta de atrás, fue mi casa… fueron años de lucha para construir y, lamentablemente, hoy ya no tengo hogar. Es muy difícil para nosotros ser desplazados, es muy difícil estar ahora en la lucha, pero vamos a seguir.

Cristina se une a relatar su testimonio, de la que era hogar, ya no queda nada; un espacio vacío y las olas de mar son lo único que podemos observar.

Yo también perdí mi casa, ahí estaba mi casa y la perdí, quedé sin casa, ahora sí que… sin nada, ya no se ve, quedó abajo del agua.

El Proceso de Reubicación

Los pocos habitantes de El Bosque que aún esperan ser reubicados, relatan que ya hay contacto con instituciones gubernamentales, la SEDATU y la SEMARNAT son las que han mantenido contacto con la comunidad desde febrero del 2023.

Sin embargo, las familias aún no tienen una fecha posible para ser reubicadas y tampoco tienen conocimiento del lugar al cual serían reubicadas y mucho menos de la extensión del terreno que recibirán.

Cristina y Estanilada comentan que la comunidad espera poder permanecer cerca del mar, ya que son pueblo que históricamente se ha dedicado a la pesca y el mar es su fuente de alimento y de sostén económico.

Nosotros vivimos de la pesca, por eso queremos pedir si puede ser en un lugar en donde podamos hacer eso, es preocupante todo, muy preocupante, no sabemos a dónde vamos a ir, ni cuándo.

Sí platicamos como comunidad, nos sentamos, platicamos con el café y el pan, porque dicen que las penas con pan son menos. Nos ponemos muy mal como comunidad, las noches son muy preocupantes, nos la pasamos pensando en el mar, ese mar que ya nos da miedo de que vaya a subir más. Nos ha tocado a las 3am, a las 4am sacar cosas de la gente porque ya el mar subió, y sí nos pega como comunidad.

Además de vivir con la preocupación día y noche, de que más casas y espacios desaparezcan bajo el mar, la situación de servicios en la comunidad empeora día con día.

Cristina nos platica que la mayoría de las familias ha perdido los refrigeradores de sus hogares que se han descompuesto en el proceso. Esto no sólo dificulta que las familias puedan mantener sus alimentos por más tiempo, sino que además dificulta que medicinas para la diabetes se mantengan refrigeradas.

Los postes de luz también comienzan a ceder a las olas; la comunidad podría perder el servicio al acceso eléctrico en cualquier momento.

La comunidad entera casi perdió sus refrigeradores. Yo que tengo diabetes, por ejemplo, no tengo en donde guardar mi insulina, ayer me traje una barra de hielo, pero no sé si pueda traerla diario. Estamos de acuerdo con la reubicación, pero tenemos necesidades urgentes por lo mientras.

Al platicar con algunas personas de la comunidad, hacen mención de que entienden que el proceso de reubicación puede ser tardado y complicado; sin embargo, esperan que pueda haber otro tipo de plan mientras esperan que pueda aminorar la situación de crisis que se vive en la comunidad.

Pese a que el proceso de calentamiento global se ha identificado como una prioridad en la política internacional por los impactos que generará en la seguridad humana de millones de personas a nivel mundial, el Gobierno de México no cuenta con algún tipo de plan o propuesta de política pública que busque frenar este proceso.

De acuerdo con el Programa Estatal de Acción Ante el Cambio Climático del Estado de Tabasco, “los impactos que recibe la zona costera del Estado de Tabasco por ascenso acelerado del nivel del mar se traducen en la destrucción de tierras […] por acción del oleaje. Todos estos aspectos tendrán notables repercusiones tanto ambientales como sociales y económicas.”

Sin embargo, no existe un plan para atender a las víctimas de las catástrofes naturales que ya comienzan a presentarse, como el caso de la comunidad de El Bosque deja entrever, y que pronto se multiplicaran en todo el territorio nacional de no atender las causas de la crisis climática: el capitalismo devorador que continúa con un proceso de producción ilimitada a costa del medio ambiente y de la vida de todo ser vivo en el planeta.

Durante el recorrido, Cristina y Estanilada se detienen frente a otra edificación en proceso de derrumbe. Ésta era la escuela de la comunidad, el kínder también ya desapareció. Ahora los niños que quedan en la comunidad van a la escuela sólo 6 horas a la semana en una pequeña construcción con techo de lámina.

La vida de la comunidad, no sólo de sus edificaciones, también ha sido paulatinamente devorada por el mar.

La pérdida de las raíces de una comunidad

Cristina y Estanilada continúan encabezando el recorrido, caminamos por un kilómetro aproximadamente; el mar esta picado y el aire sopla con fuerza; el día de hoy entró otro Norte cambiando las condiciones climáticas del lugar que suele ser soleado y el mar tranquilo.

Llegamos a donde el río Grijalva se une con el mar Atlántico. Ahí Cristina y Estanilada se detienen, también niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres de la comunidad. Ahí nos señalan a una plancha de concreto que apenas si logra verse por encima del agua.

La plancha solía ser un muelle, y el punto de reunión de toda la comunidad; ahí las familias se reunían para pescar, la actividad que por generaciones ha moldeado la identidad de las personas que ahí habitan y su fuente de alimento y de economía.

Actualmente, el muelle ya no existe, la pesca casi ha desaparecido y con ella, todas las actividades que ahí se realizaban, así como el sustento de las familias. Éste es el testimonio ofrecido por Cristina:

Veníamos la mayoría de la gente a pescar, esto era como un tianguis, veníamos todos con cobijas y nuestros hijos se quedaban aquí dormidos y nosotros nos íbamos a pescar, llevábamos el producto a vender y en la tarde otra vez a pescar. Ya no pasa eso, ya no hay la producción que antes había, ya se perdió. Esto, compañeros, era nuestras raíces. Yo me siento triste, siento que el cambio climático nos está quitando nuestras raíces. Es algo muy triste, sabemos que si un día entra un norte más duro o un huracán, podemos desaparecer de la noche a la mañana.

Esto era un muelle bien estructurando, pero se ha ido perdiendo, hundiendo. Aquí pescábamos, hacíamos fiesta. Yo nunca me imaginé que nos iba a pasar, cuando decían cambio climático, se escuchaba como una voz lejana, cuando escuchaba eso pensaba en la gente de la ciudad con sus coches, y no en nosotros que vivimos sin contaminación. El cambio no lo provocamos nosotros, pero lo vamos a pagar nosotros, hoy somos nosotros, pero mañana vamos a ser otros.

Sin embargo, ha sido el norte global el responsable de generar la crisis climática que vivimos y en específico es la población del norte global la responsable de generar millonarias ganancias a costa de millones de vidas humanas.

Lo que pasa en El Bosque no es un fenómeno espontáneo. A nivel mundial se ha puesto en el centro de la discusión sobre el calentamiento global, la necesidad de políticas públicas que pongan en el centro a las comunidades originarias, campesinas, pesqueras.

Son ellas las que han logrado proteger los últimos pulmones y áreas naturales conservadas a nivel mundial, y también las que más sufrirán los efectos del calentamiento global.

La tan profunda interrelación que los pueblos originarios tienen con el medio ambiente del territorio que habitan hace que la identidad, la economía y la vida comunitaria de los pueblos esten íntimamente unidas a la supervivencia de su territorio.

Así como en Puente Madera, Oaxaca, la comunidad explica que si el Pitillal es destruido para construir un Parque Industrial ya que es su fuente actual de vida, lo mismo pasa en el Bosque con la pérdida de la pesca como actividad vital.

Por esta razón, las soluciones gubernamentales a nivel mundial -y en México- necesitan ser profundas y a nivel de sistema; no hay vida que sobreviva el capitalismo devorador y su máquina de muerte.

Terminamos la visita y documentación en El Bosque con una comida que las familias de la comunidad preparan con esfuerzo y solidaridad. Pese a la incertidumbre, dolor, destrucción y preocupación que han vivido en los últimos años, aún hay esperanza, solidaridad y resistencia en sus ojos y en su actuar.

Los niños y niñas ríen y juegan en el agua, las mujeres platican y conversan entre ellas, la comunidad de el Bosque resiste y está en pie de lucha.

 

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