justicia
Impunidad y violencia en los Altos de Chiapas ante la opacidad del gobierno mexicano
Al Pueblo de México
A los organismos de derechos humanos e instancias humanitarias
Como colectivo de organismos y personas de la sociedad civil, hemos conocido y revisado la sentencia emitida por el Lic. Claudio Aníbal Vera Constantino, Magistrado del Tribunal Unitario Agrario, Distrito 03 de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, dentro del expediente 781/2005, suscrita y certificada desde el día 06 de noviembre del presente (unos días antes de la agudización violenta del conflicto), y notificada a las partes -Autoridades Comunales de Chalchihuitán y de Chenalhó- y hecha pública hasta el día de antier, 13 de diciembre (un mes y una semana después de emitida, ya escalado el clima de agresión y violencia del citado conflicto).
Respecto a dicha sentencia -cuya histórica problemática agraria, irresuelta de fondo con apego a justicia y a derecho, ha constituido el pretexto central para desatar un clima de extrema violencia y, a la vez, encubrir acciones e intereses ilegítimos de muy alta peligrosidad-
CONSIDERAMOS:
1° Que en su ambigua forma, el manejo de los tiempos y su débil contenido, dicha sentencia, más que apegarse a un verdadero análisis y fundamentación histórica y jurídica en materia agraria del caso, más bien parece ser producto de un cuidadoso cálculo político, que pretendería la administración del problema, respondiendo a los tiempos políticos de las actuales administraciones estatal y federal;
La salud de Mumia Abu-Jamal (video)
“Cuando salí del corredor de la muerte, nunca me imaginaba que estaba entrando en otro pabellón, más silencioso y no tan obvio. Ahora no hablo de las sentencias draconianas de cadena perpetua impuestas en el estado de Pensilvania –– las cuales he llamado la muerte lenta. Hablo de la muerte por negligencia médica y una forma maliciosa de esta práctica: la negación del Departamento de Correcciones (DOC) de tratar la infección letal del hígado, Hepatitis C”.
En 2015, Mumia Abu-Jamal fue diagnosticado con Hepatitis C.
Los expedientes indican que las autoridades de la prisión habían sabido de esto durante varios años antes de divulgar la información.
Se negaron a darle tratamiento.
“¡Si no nos dan justicia, no le damos paz! ¡Si no nos dan justicia, no les damos paz!” La gente salió a la calle para exigir tratamiento para Mumia y los demás presos que no lo habían recibido.
En 2017, un juez federal dictaminó que el DOC tenía la obligación de administrar tratamiento para Hepatitis C a Mumia Abu-Jamal, en una victoria que establece un nuevo precedente y debe resultar en una cura para 7000 presos en el estado de Pensilvania.
A Mumia le dieron Harvoni, un medicamento con índice de curación de 95%.
Sin embargo, tardaron tanto que él ya había desarrollado cirrosis del hígado.
Con cirrosis, el índice de curación se reduce a 50%.
Mumia también sufre una rara condición de la piel que le da comezón desde la cabeza a los pies constantemente.
La única droga que le ha dado alivio del comezón se llama Otezla, que también produce nausea.
Ha dejado de funcionar.
Mumia ha padecido esta condición durante dos años y se rasca tanto que le sale sangre. Muchas veces no puede dormir.
¡La lucha por la salud y vida de Mumia no termina! Pregunta cómo puedes ayudar. www.mobilization4mumia.com






















