Ayer por la noche, recibí una llamada del padre Roberto, Párroco de la Parroquia de Cristo Rey en Tenosique, Tabasco, informandome que agentes del Instituto Nacional de Migración habían golpeado al padre Genni Rodríguez Leyva. El padre daba ayuda humanitaria a un grupo de migrantes, trasladandolos en su camioneta sobre la carretera El Ceibo – Tenosique, una carretera que

entre sus característcias es que cuenta con bandas de delincuentes que roban, violan y enganchan a las personas migrantes. Lo sacerdotes de la zona trasladan a dichas personas hacia Tenosique a La 72, Hogar – Refugio para Personas Migrantes donde las recibimos para darles una ayuda integral.

El padre Genni hacía esta labor al regresar de una comunidad donde había ido a ejercer su ministerio. Fue interceptado por una camionetra del INM, que le alumbró con las luces del vehículo, por lo que el padre se detuvo. Las personas migrantes, asustadas bajaron de la camioneta y corrieron. Al llegar los funcionarios migratorios golpearon al padre, forzandolo a bajar de la camioneta. Los agentes preguntaron al padre: “¿Cuántos eran?”. Posteriormente le obligaron a quitarse la sotana, le tomaron fotografías y lo amenazaron con llevarlo a la PGR. Minutos después lo volvieron a detener y le pidieron una disculpa, diciendole además “que ahí quedara”.

De lo anterior he informado a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), quien hoy visitará al padre para orientarlo. También se ha dado parte al Obispo de Tabasco Gerardo de Jesús Rojas López; a la Hermana Leticia Gutiérrez Valderrama, Secretaria Ejecutiva de la Dimensión de Pastoral de Movilidad Humana.

Por participar en la Caravana de Madres centroamericanas en busca de sus hijas e hijos desaparecidos en México, estoy fuera de Tenosique. Les pido a todas y todos que siempre han manifestado su solidaridad que en esta ocasión también nos ayuden a difundir este hecho y a exigir que no quede impune.

Saludos desde Reynosa, Tamaulipas.

Fr. Tomás González Castillo, OFM