Entrevista a Roberto Gamboa del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinolan
Escucha la entrevista a Roberto Gamboa del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinolan, quien habla sobre la situación en Guerrero.(Descarga aquí)
Skarlos, México DF. Entre el 2005 y 2010 el gobierno en México entregó cerca de 200 mil hectáreas de territorio de la zona Costa y Montaña de Guerrero en Concesiones Mineras por 50 años de extracción a tajo abierto, este territorio está habitado mayoritariamente por pueblos indígenas.
Este tipo de extracción minera arrastra consigo graves problemas ambientales (acumulación de metales pesados como el mercurio, contaminación de mantos acuíferos con cianuro) y comunitarios (despojo de territorios a pueblos originarios, y como principal arma de las corporaciones mineras la desintegración del tejido comunitario generando divisiones hacia dentro de la comunidad lo que facilita el despojo y pudiera provocar a un mediano plazo hasta el etnocidio de los pueblos)
Las concesiones en la Montaña y Costa de Guerrero se realizaron sin tomar en cuenta el derecho al territorio indígena y la consulta de los pueblos. Sistemáticamente el desgobierno niega este par de derechos básicos de los pueblos indígenas en México y en el contexto de la entrega de los recursos naturales, de los valles, montañas, agua a corporaciones transnacionales nos explica por qué niegan esos derechos.
Las vetas concesionadas a las mineras se encuentran en la Montaña alta, ésta tiene características muy importantes, es un territorio geoestratégico por la diversidad y riqueza de sus pueblos.
La Minería a cielo abierto no permite la convivencia con diferentes usos del territorio pues desplaza y destruye gran parte de la riqueza cultural de los pueblos, a diferencia de la minería de túnel que sí permitió que los pueblos tuvieran su practicas (agricultura, ganadería, etc.)
Otro de los factores que hay que tomar en cuenta es que estas concesiones se sitúan en la cabeza de 4 cuencas hidrológicas (la cuenca del rio Quetzala, la cuenca del rio San Luis, Papagayo y la del río Balzas), lo que implica una amenaza importante para el uso del agua, ya que la minería a tajo abierto gastan al rededor de 30 mil litros de agua al día en el proceso de separación de los minerales y pondría en riesgo el acceso al agua a todo el Estado de Guerrero. También es una zona donde hay bosques meso-filos de montaña que están asociados a la captación de Agua, ademas son muy pocas las regiones en México donde existe este tipo de bosque.
Esto es lo que estaría provocando la entrada de las mineras de explotación a cielo abierto: la destrucción de los bosques, la destrucción de las recargas de agua, la contaminación de mantos acuíferos a través de metales pesados como el cianuro y el mercurio; contaminación del suelo y del aire y el crecimiento de una economía de mediano plazo y la destrucción de la economía campesina.