Desde el 8 de este mes un enorme operativo policial intenta desalojar la Zad de Notre Dame de Landes, una de las experiencias autónomas más importantes de Francia. Desde las 3 de la madrugada el operativo se implementó con brutalidad: filas de camiones azules interminables, tanques blindados, gases lacrimogenos, primeros heridos, primeros arestos. La gendarmeria prohibió la presencia de los medios de comunicación y bloqueó su acceso.

Desde Francia, compañerxs nos mandan este comunicado, con las declaraciones de quienes desarrollan actividades agrícolas y otras, expresadas en conferencia de prensa la tarde del 10 de abril.


Hoy, en la Rolandière, estábamos una treintena de personas representando las diversas actividades agrícolas, paragricolas, artesanales y culturales de la ZAD. Hemos llevado un mensaje colectivo para responder a las contra-verdades diseminadas desde ayer por los que nos están expulsando. Tenemos proyectos muy diversos en sus formas, pero somos totalmente solidarios, aun más cuando la prefectura [de policía] intenta dividirnos por medio de chantaje a la destrucción de nuestras actividades y lugares de vida.

Ayer, la granja de los cents noms ha sido destruida. Esta mañana, de nuevo, la policía [gendarme] quería atacarse al gran huerto colectivo de los Rouge et Noir y al huerto de plantas medicinales cercano. Hoy, todas las actividades y las habitaciones de la zona están amenazadas. El gobierno ha decidido interrumpir el dialogo, militarizar la zona, venir destruyendo con excavadoras, vehículo blindado, y miles de gendarmes mobiles la esperanza que ha sido sembrada en las tierras de Notre-Dame-des-Landes.

Sin embargo, desde semanas, un procedimiento de dialogo y negociaciones había empezado por medio de una delegación común del movimiento. Había confirmado a los poderes públicos nuestra voluntad de empezar un procedimiento de adaptación a las normas, y de regularización de nuestras actividades y habitaciones en la zona. Había empezado un cierto número de pasos en este sentido.

Después de la cita de la delegación común con Lecornu, una demanda de cita colectiva fue enviada al director de la Mutualité Sociale Agricole de Loire Atlantique. Una copia de este coreo oficial ha sido enviada, por su puesto, a Nicole Klein [que dirige la prefectura]. Ironía del destino, esta letra en nombre de la asociación por un porvenir común en el boscaje era co- firmada por un joven campesino-criador de los cents noms [una granja y lugar de vida]. A diferencia de lo que pretendió la prefectura ayer para justificar la destrucción [de los cents noms], el tenía una actividad declarada por parte de su rebaño !

Y, el 28 de marzo pasado, durante el ultimo encuentro de la delegación común con la DDTM [Dirección Departamental de los Territorios y del Mar], el movimiento había exigido una nueva cita, lo más rápido posible — antes de la intervención anunciada. Al orden del día: examinar y discutir una Convención de Ocupación Precaria colectiva, presentar el trabajo en curso sobre la constitución de una cooperativa de actividades juntando a la vez los agricultores individuales y las actividades colectivas, las actividades implantadas desde tiempo y otras que han echo germinar otras posibles ofertas por el abandono del proyecto [de aeropuerto].

Estas ultimas semanas, un cierto numero de proyectos de actividades que no tenían una existencia legal, han constituido asociaciones según la ley de 1901. Todas las actividades encajadas e inter-dependientes, tanto en el plano agronómico (rotación de parcelas) que en el plano de la puesta en común de herramientas, ayuda mutua y construcciones colectivas.

Durante estos encuentros, la delegación común ha exigido tiempo para permitir un diálogo sereno. El gobierno, con esta operación de limpieza militar, esta en una estrategia de

selección, de chantaje y de limpieza de la zona que rechazamos. En el contexto de tal intervención, es impensable firmar las Convenciones individuales, cuando lugares pueden ser destruidos en todo momento. La prefectura miente cuando pretende que los pasos solidarios han empezados en este sentido. Nadie lo había hecho, porque el conjunto de los proyectos agrícolas, paragricolas y artesanales de la ZAD habían decidido defender la hipótesis de una convención colectiva.

Para que el diálogo vuelva, las expulsiones tienen que pararse. Sí la prefectura se encierra en en una lógica de represión tendremos que seguir resistiendo para defender los diferentes lugares de vida en la ZAD. Nos sabemos apoyados desde ayer por un número creciente de personas y organizaciones de varios tipos. Llamamos desde ahora a todos nuestros apoyos a juntarese para un picnic a la 1 p.m mañana miércoles 11 de abril en el campo « pelo blanco », entre las fosses noires y las « vraies rouges », en la ZAD.