Luego de que fuerzas de seguridad desalojaran el jueves pasado a la comunidad mapuche que reclama sus tierras en la zona del Lago Mascardi, se produjo hoy un nuevo cruce que terminó con dos heridos y un muerto.


Imagen: Gentileza Diario Río Negro

El día en que comenzó el velatorio de Santiago Maldonado, el joven hallado muerto en el río Chubut 78 días después de haber desaparecido tras una represión de Gendarmería en Chubut, un integrante de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu murió en la ciudad de Bariloche tras ser baleado por las fuerzas de seguridad federales que la perseguían desde el jueves pasado. Ese día, varios miembros de esa comunidad huyeron del desalojo y represión desatado en un predio lindero al Lago Mascardi. La víctima es Rafael Nahuel, de 27 años, quien falleció de un disparo en el estómago. Otros dos integrantes de esa comunidad, un hombre y una mujer, fueron heridos con balas de plomo y trasladados al Hospital Ramón Carrillo, de esa ciudad.

La muerte de Nahuel provocó la reacción de centenares de personas que se congregaron frente a las oficinas de Parques Nacionales, bajo cuya órbita se encuentra el predio que la comunidad reivindica como ancestral. Durante la protesta hubo algunos incidentes. También hubo manifestaciones en la catedral local, donde la policía montó un fuerte operativo.

La noticia sacudió la calma de esa ciudad turística. Centenares de personas se congregaron frente a las oficinas de Parques Nacionales, bajo cuya órbita se encuentra el predio que la comunidad reivindica como ancestral, y hubo algunos incidentes. También hubo manifestaciones en la catedral local, donde la policía tejió un fuerte operativo. En la periferia de la ciudad, los operativos de las fuerzas de seguridad se intensificaron. Varios agentes cortaron la ruta 40 y dejaron incomunicados los accesos desde Bariloche hasta la zona del Parque Nahuel Huapi, donde ocurrió la represión. Los automovilistas que pasaban por allí eran requisados.

Hace dos días, la Prefectura y el GEOF de la Policía Federal habían dado indicios de la violencia del operativo de desalojo, en el que detuvieron y precintaron a mujeres y niños que habían ocupado ese predio. En medio de la represión, que incluyó disparos de balas de goma, una decena de los mapuches, en su mayoría hombres, huyó hacia el monte cercano para no ser atrapados.

Desde entonces no se supo nada de ellos, hasta que esta tarde volvió la arremetida de gendarmes y policías, que terminó con dos heridos de bala y un muerto de la Lof Lafken Winkul Mapu.

El caso está bajo la órbita del juez federal Gustavo Villanueva, quien el jueves pasado dio la orden de desalojo luego de varias intimidaciones. Ese día se intentó poner fin a la toma iniciada el 14 de septiembre pasado, fecha en que la comunidad ingresó a ese predio.

El operativo de hace dos días pasado había tenido una inusitada intensidad. La decena de camionetas de las fuerzas de seguridad apostadas en la zona aledaña al territorio cortaron durante varias horas la ruta 40 y había dejado prácticamente aisladas a las ciudades de Bariloche y El Bolsón. Hasta un helicóptero sobrevoló la zona.

La mañana de la represión, varios de los detenidos que fueron liberados esa misma noche y otros miembros de Lafken Winkul Mapu salieron a desvincular de la recuperación del territorio a la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), debido a que varios medios de comunicación hicieron circular el rumor de que esa agrupación, demonizada desde la desaparición de Santiago Maldonado, estaba detrás de la ocupación.

Luis Pilquiman, responsable zonal de la Coordinadora del Parlamento Mapuche, ratificó que “cuando desalojaron había solo mujeres y niños, porque el resto subió para el monte. Durante estos días se los anduvo persiguiendo. Y les metieron balas nomás”, lamentó durante un diálogo con PáginaI12.

Si bien no hubo una versión oficial, las fuerzas de seguridad hicieron trascender que cuando los agentes llegaron al Lago Mascardi fueron agredidos con disparos de armas de fuego por parte de los mapuches. Pilquiman descartó esa versión y también aquella otra que el jueves se hizo trascender sobre la participación de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) en la ocupación.

El operativo de ese día había tenido una inusitada intensidad. La decena de camionetas de las fuerzas de seguridad apostadas en la zona aledaña al territorio cortaron durante varias horas la ruta 40 y había dejado prácticamente aisladas a las ciudades de Bariloche y El Bolsón. Hasta un helicóptero sobrevoló la zona.

Natalia Anaya, abogada de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) local cuestionó el procedimiento de ayer: “No sabemos quién ordenó ni cómo se desencadenó este operativo represivo, que más que eso es una caza, una caza racista”, dijo a este diario.

El caso está bajo la órbita del juez federal Gustavo Villanueva, quien el jueves pasado dio la orden de desalojo luego de varias intimidaciones. Ese día se intentó poner fin a la toma iniciada el 14 de septiembre pasado, fecha en que la comunidad ingresó a ese predio que está bajo jurisdicción de Parques Nacionales.

El magistrado se hizo presente ayer, tras la muerte de Nahuel, en el lugar de los hechos junto a un secretario del juzgado y miembros del Ministerio Público de Río Negro. Los abogados de APDH y los representantes de la comunidad no pudieron acercarse al lugar debido a los retenes policiales.

Varios de los detenidos el jueves que fueron liberados esa misma noche y otros miembros de Lafken Winkul Mapu salieron a desvincular de la recuperación del territorio con la RAM. “Esa versión es una gran mentira. Los hermanos fueron a ese lugar porque necesitaban volver a un territorio propio para poder desarrollarse”, defendió Pilquiman. Lo que ocurre, añadió, es que “la idea es hacer creer que el pueblo mapuche es el enemigo interno”. Tanto el oficialismo como algunos medios de comunicación “están haciendo todo lo posible para instalar eso para justificar la avanzada contra la comunidad”.

Lo que le cuentan los miembros de todas las comunidades que tienen representantes en el Parlamento de ese pueblo originario es que “después de lo de Santiago Maldonado, el hostigamiento (de las fuerza de seguridad y la Justicia) contra la comunidad mapuche, aumentó; la persecución se hizo más fuerte”.

Lo que hay detrás, sostuvo, son “intereses inmobiliarios”. Varios sectores que están bajo la órbita de Parques Nacionales son explotados como emprendimientos turísticos y comerciales. “Constantemente se le están cediendo tierras a privados”, aseguró el dirigente indígena. En este contexto, para Pilquiman, hechos como el asesinato de Rafael Nahuel y la represión en el Lago Mascardi “son cosas que van a continuar, porque la lucha de nosotros por el territorio va a continuar”.


Natalia Araya, abogada de la comunidad mapuche de Mascardi

“Esto fue una cacería racista”

Natalia Araya integra la APDH de Bariloche y es abogada de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, que el jueves pasado fue desalojada violentamente del territorio en la zona de Villa Mascardi, donde se habían establecido en reclamo de tierras. Ayer fueron nuevamente atacados. “Más que un operativo represivo esto fue una caza, una caza racista”, definió la joven en relación a la persecución que desplegó Gendarmería ayer y que culminó con el asesinato de Rafael Nahuel, un joven mapuche de 27 años, quien recibió un balazo en la panza.

–¿Saben quién dio la orden del operativo?

–No sabemos quién ordenó ni cómo se desencadenó este operativo represivo que más que eso es una caza, una caza racista. Nosotros habíamos presentado un hábeas corpus colectivo preventivo porque sabíamos que dentro de la comunidad había quedado gente. Desde el juzgado federal se dio la orden a las fuerzas que habían actuado a que en el término de 12 horas diera información sobre el procedimiento del jueves de las fuerzas especiales, acompañando de reportes fílmicos y fotográficos que tuvieran del allanamiento. Además, dispusieron un puesto de control en la zona de la fuerzas para que no vuelvan a ingresar miembros de la comunidad.  No sabemos si hay vínculos con el Ministerio de Seguridad nacional respecto de la orden de hoy (por ayer), es algo que nos tiene que decir el Juzgado. Lo que sí sabemos es que el jueves funcionarios del Ministerio estuvieron en conversaciones con el Juzgado federal antes del allanamiento y el desalojo y que actuaron los grupos especiales Albatros y Geof.

–¿Qué información tienen de lo que sucedió en Mascardi?

–Hoy (por ayer), a eso de las 16:30, un miembro de la comunidad (que había quedado en la zona) se pudo contactar telefónicamente y manifestó que los habían encontrado gente de Gendarmería y los empezó a correr a los tiros. Ahí lesionaron a tres. Eso supimos en un primer momento. A eso de las 19, gente que encontramos en el hospital nos informó que había pasado por el camino a Mascardi y que al parecer tenían a más personas detenidas, que podrían llegar a estar recibiendo torturas y que podría llegar a haber otro muerto. Nos vinimos al Mascardi pero no nos dejaron ingresar.

–¿Pudieron confirmar si hay detenidos, si fueron agredidos? 

–En el juzgado no nos quisieron dar ninguna información. El prosecretario nos dijo que como el juez federal (Gustavo Villanueva) y el secretario están en la zona de Mascardi sin señal, no tiene órdenes. Presentamos un hábeas corpus por las personas que están protestando en la Catedral y en el Hospital (Ramón Carrillo, donde están los heridos)

–¿Cómo está la gente de la comunidad?

–Totalmente consternada. El disparo que tiene el peñi da cuenta de que tiraron a matar. Como vienen diciendo la gente de la comunidad esto no es un allanamiento sino que es directamente una caza racista del pueblo mapuche. Hay dos personas heridas de bala. Una es una mujer. Están en el hospital, pero allí tampoco nadie dice nada.