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Miembros del Movimiento por Justicia del Barril en conferencia de prensa denuncian el plan de “viviendas de lujo” del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio. (Foto: Janice Aredondo)

Por Jessica Davies, Truthout
Publicado en inglés en Truthout.

Hace once años, en una zona conocida como El Barrio en el este de Harlem, Nueva York, unos residentes de la comunidad, miembros de quince familias de inmigrantes, todas ellas mujeres, se juntaron para buscar lograr viviendas dignas en su comunidad. Luchaban contra la gentrificación y el desplazamiento, y los abusos de un propietario privado que estaba tratando de obligarlas a abandonar sus hogares con el fin de atraer a inquilinos ricos y transformar a El Barrio querido en donde vivían. Estas mujeres no tenían experiencia previa de cómo organizar, pero se escucharon y se apoyaron mutuamente, y en diciembre de 2004, formaron Movimiento por Justicia del Barrio (Movimiento).

Increíblemente, Movimiento ahora cuenta con 954 miembros, en 95 comités de edificio. El ochenta por ciento de los miembros son mujeres, y las mujeres son la fuerza impulsora detrás de la organización. Movimiento se compone de inquilinos de bajos ingresos, que son inmigrantes; muchos también son indígenas. Obligados por la pobreza a abandonar a su país de origen, han construido una comunidad fuerte en El Barrio y están decididos a no dejarse ser desplazados otra vez. Ellos saben que su lucha es contra el sistema neoliberal representado por los propietarios abusivos, especuladores de propiedades, corporaciones multinacionales, políticos corruptos y las instituciones gubernamentales que buscan desplazarlos de su comunidad.

“Todos compartimos un enemigo común y se llama neoliberalismo,” dijo Oscar Domínguez, miembro del Movimiento por Justicia del Barrio, en el primer Encuentro por la Humanidad y en contra del Desplazamiento.  “El neoliberalismo desea dividirnos e impedirnos combinar nuestras fuerzas. Derrotaremos esto al continuar uniendo a nuestra comunidad entera hasta lograr una verdadera liberación para todas y todos.”

La organización está construida alrededor de los principios de autonomía, autodeterminación y democracia participativa. Esto significa que se basa en una forma de organización horizontal y carece de dirigentes.

“Creemos que los que sufren la injusticia de primera mano deben diseñar y dirigir sus propias luchas por la justicia,” dijo Diana Vega, un miembro de Movimiento.

El objetivo es crear espacios donde el pueblo pueda reunirse como comunidad para compartir sus problemas. De esta manera ellos pueden ponerse de acuerdo sobre las soluciones y es la propia comunidad que tiene el poder. No depender de nadie para decirles qué hacer, creen ellos, crea una base sólida que nunca puede ser destruida.

La forma de organización de Movimiento está basada en consultar a la comunidad. Miembros van de puerta en puerta, edificio por edificio, cuadra por cuadra, conociéndose mutuamente, construyendo relaciones. Se forman comités en cada edificio de apartamentos, y una vez que todo el edificio sea organizado, se convierten en miembros. Cada edificio se pone de acuerdo sobre sus propias acciones y formas de lucha. Movimiento también está profundamente comprometido a luchar contra todas las formas de discriminación y respetar las diferencias de cada quien. Sobre todo, esto significa escucharse entre uno y el otro.

El grupo opera sobre muchos niveles. Así como el tocar puertas, organizan asambleas del pueblo, diálogos comunitarios, divulgación de volantes en las calles, reuniones caseras y votación de toda la comunidad. Organiza protestas, marchas y acciónes directas. Hacen un uso inteligente de los medios de comunicación, dan entrevistas, charlas, organiza foros públicos. Utilizan tácticas tales como acciones judiciales y denuncias públicas. Tras las consultas al nivel comunitario hace campañas sobre temas específicos.

Estos asuntos se explican en la invitación que el Movimiento por Justicia del Barrio envió para su quinto Encuentro por la Humanidad y en contra del Desplazamiento:

“Juntos, hacemos de nuestra dignidad una resistencia y luchamos contra las acciones de los propietarios capitalistas y de las grandes empresas transnacionales que están desalojando a las familias pobres de nuestro vecindario. Luchamos a nivel local y más allá de las fronteras. Luchamos contra los políticos locales que se niegan a mandar obedeciendo al pueblo. Luchamos contra las instituciones gubernamentales que legalizan y hacen cumplir un sistema global económico, social y político que busca destruir la humanidad.”

La organización enfrenta muchos desafíos. La gran mayoría de sus miembros no habla inglés y han tenido pocas oportunidades para la educación. Tienen poco acceso al internet, los medios de comunicación e información; muy pocos de ellos tienen computadoras. Se ven obligados a trabajar diez a catorce horas diarias, seis a siete días a la semana, así como también tener todas las responsabilidades de la vida familiar. Esto significa que no es fácil para ellos también asistir a reuniones de cuatro o cinco horas para tomar decisiones, y es difícil para que todos se reúnan al mismo tiempo. Porque todos deben ser consultados, y todas las decisiones tomadas colectivamente, puede tomar mucho tiempo para llegar a un acuerdo. Pero a pesar de todas estas dificultades, el compromiso y los logros de los miembros han sido notables.

En consonancia con sus principios, Movimiento no acepta ningún financiamiento gubernamental y no trabaja con políticos o partidos políticos. Los miembros saben que es esencial crear puentes con otras comunidades ignoradas, olvidadas y marginadas, incluyendo mujeres, migrantes, lesbianas, pueblos indígenas, los homosexuales, lesbianas y la comunidad transgénero y construir relaciones con los miembros de estas organizaciones, que también luchan contra las múltiples formas de opresión.

La construcción de una comunidad de solidaridad y una cultura de resistencia

Hace once años, quienes ahora son miembros de Movimiento se desconocían mutuamente, no tenían ninguna comunión con los demás habitantes de su edificio. Ahora se resisten, se organizan y juntos celebran victorias – han construido comunidad, amistad, amor, confianza y solidaridad y transformado sus vidas.

Durante los últimos 11 años, los miembros de Movimiento han ganado numerosas victorias contra los propietarios brutales y las corporaciones multinacionales que tratan de arrebatarles de sus hogares y destruir su comunidad; han desafiado a instituciones de la ciudad; han construido una cultura de resistencia y una comunidad de solidaridad; han formado fuertes lazos con sus hermanas en  lucha en muchos rincones del mundo, y su lucha inspiradora continúa.

Los miembros del Movimiento celebraron el once aniversario de su lucha comunitaria dirigido por mujeres, el 8 de marzo de este año, el Día Internacional de la Mujer. Durante el evento, proyectaron este filme para conmemorar su lucha contra el desplazamiento:

Muchos de los miembros de esta organización notable creen que su mayor logro ha sido la construcción de una cultura de resistencia, lo que ha llevado a un sentido de identidad y autoestima, ser parte de algo que les da un propósito y significado. Una nueva generación de niñas y niños está creciendo en un entorno increíble de lucha comunitaria, de marchar y de toma de decisiones colectivas, lo cual hace un impacto duradero en sus vidas y brilla a través de su espíritu de comunidad vibrante. La fuerza de la comunidad que Movimiento ha creado se refleja en el hecho sorprendente que ninguno de sus miembros ha sido desplazado a lo largo de los últimos once años. No es extraño que el periódico Village Voice eligió a Movimiento como el “Mejor movimiento basada en el poder del pueblo en la ciudad de Nueva York”.

Aprendiendo y compartiendo luchas dignas

Cuando Movimiento fue fundado en diciembre de 2004, sus miembros comenzaron a buscar otras luchas dignas de las cuales aprender. Cuando leyeron la Sexta Declaración de la Selva Lacandona de los Zapatistas, lanzada en junio de 2005, dijo Domínguez a Truthout, los miembros encontraron en ella “un espejo de nosotros mismos”. Desde entonces han desarrollado su propia forma del Zapatismo urbano y siguen mirando a sus compañeras y compañeros Zapatistas como una fuente de inspiración en su lucha diaria por la justicia y liberación colectiva, mientras que ofrecen su solidaridad a cambio. Como siempre con las mujeres en frente, Movimiento ha aplicado en su propia lucha local las herramientas y formas de organización extraídas de las y los Zapatistas.

Las luchas y los logros actuales

En septiembre de 2015, las mujeres de Movimiento por Justicia del Barrio se unieron con personas que luchan por la justicia en todo el mundo, y dieron testimonio ante el Tribunal Internacional de Conciencia de los Pueblos en Movimiento, que se celebró en la ciudad de Nueva York. Las mujeres hablaron sobre la lucha de las mujeres migrantes contra el despojo que conduce a la migración forzada, en primer lugar, y luego sobre el desplazamiento vicioso de la vivienda, que se lleva a cabo a través de la rezonificación de las ciudades entre los ricos y los pobres.

Después de esto, en octubre, Movimiento fue la única organización que fue seleccionado para participar en la primera Conferencia sobre la Libertad de las Mujeres que se realizó a escala mundial, completamente digital. Mujeres de los cinco continentes presentan sus luchas a través de las voces y experiencias únicas de las mujeres de color (de América Latina, y / o de raza negra, y / o asiática y / o pueblos indígenas) que tienen poca o ninguna representación, y que han sido privados de sus derechos, no sólo por el patriarcado, pero también a través de racismo y otras formas de opresión. La presentación del Movimiento fue el filme Las Mujeres de El Barrio Luchando por la Libertad y contra el Desplazamiento.

El 31 de enero de 2016, el quinto Encuentro por la Humanidad y en contra del Desplazamiento se llevó a cabo en la ciudad de Nueva York, organizada por Movimiento. Fue “una encuentro en la que la gente humilde y sencilla que están directamente afectados y que luchan contra la gentrificación tendrán el espacio para el diálogo entre sí sin intermediarios y con respeto a su lucha común.” Un testimonio del poder de la organización de base, el Encuentro se centró en la lucha en contra del desplazamiento en la ciudad de Nueva York y en todo el mundo, y los representantes de más de 90 organizaciones compartieron sus luchas y sus sueños.

La invitación oficial al evento ofreció estas palabras sobre su propósito:

“Estamos luchando por la vivienda, por educación, por salud, por la libertad, por justicia, por amor, por una voz, por un espacio para existir, por la paz, por respeto, por nosotros mismos, por nuestra comunidad, por la dignidad…para la humanidad. Aquí estamos en resistencia en nuestro rincón del mundo. Juntos construiremos un mundo donde quepan muchos mundos.”

El Encuentro puso de relieve una de las principales luchas emprendidas por las mujeres del Movimiento en el último año y medio – la lucha en contra del plan destructivo de rezonificación que el Alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, se pretende imponer desde arriba. Si se aprueba, este plan va a provocar un desplazamiento generalizado de largo plazo de miembros de la comunidad de bajos ingresos desde su querido El Barrio. Estrenada en el Encuentro fue el nuevo filme La Lucha de la Comunidad del Este de Harlem en contra del Plan de Rezonificación del Alcalde.

El filme documenta la oposición de los pobladores del este de Harlem a un plan de rezonificación en el que el 100% de las unidades será inaccesible a los residentes de bajos ingresos de El Barrio. El 75% serán apartamentos de lujo a precio del mercado, y el otro 25% quedará completamente inaccesible a los residentes de bajos ingresos de El Barrio, porque los residentes no cumplen con el ingreso mínimo necesario para alquilarlos. Su oposición es el resultado de la extensiva consulta de la comunidad del este de Harlem —organizada por Movimiento por Justicia del Barrio—, que fue una consulta democrática conducida por la comunidad sobre el plan de rezonificación del alcalde, la cual tuvo lugar durante casi un año, y en la que los pobladores analizaron el plan y diseñaron cuál es su postura —una unánime oposición por parte de los miles que participaron a todo el plan del alcalde de rezonificación — y su propia propuesta: un plan de diez puntos para la administración del Alcalde de Blasio para preservar la vivienda de renta estabilizada. Las mujeres dirigentes de Movimiento por Justicia del Barrio seguirán luchando hasta que su plan se lleva a cabo en beneficio de todas las personas humildes de la ciudad de Nueva York.

Han expresado este compromiso en su declaración de su visión:

 “Luchamos para que: los mares y las montañas serán de quienes los habitan y los cuidan.
Los ríos y los desiertos serán de quienes los habitan y los cuidan.
Los valles y las quebradas serán de quienes los habitan y los cuidan.
Las viviendas y las ciudades serán de quienes en ellas viven y las cuidan.
Nadie será dueño de más tierra de la que pueda cultivar.
Nadie será dueño de más casas de la que pueda habitar.”