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El pasado 6 de diciembre arribó al Distrito Federal la “Caravana de Madres Centroamericanas”. La 11 Caravana inicio su recorrido en Tenosique, Tabasco, y desde el sábado pasado comenzó su agenda en la capital  al reunirse con colectivos, organismos internacionales, prensa, integrantes de derechos humanos, así como con el Senado de la República y  la PGR , en donde presentaron  denuncias.

El lunes 8 de diciembre las madres visitaron las instalaciones del Centro Nacional de Comunicación Social CENCOS, para ofrecer una sentida conferencia de prensa. La conferencia inició con algunas palabras de los colectivos organizadores de la Caravana, quienes recordaron a los presentes el motivo de la misma, y poco después, continuaron con los sensibles testimonios de las madres:

Así es como Lourdes María Suazo, inició el testimonial: “ Vengo de Honduras a exigir justicia y acceso a la información… vengo a exigir a nuestros familiares, pues ellos vinieron vivos y nos entregaron pedazos… yo vengo en representación de mi hermano y de todos los que murieron en Cadereyta… porque nos entregaron pedazos y los queremos enteros”, cita una hermana cuyos familiares fueron encontrados en Tamaulipas en aquella fosa en donde aparecieron 72 cadáveres de supuestos migrantes centroamericanos.

Maritza Vanegas, en representación de las madres de Nicaragua, continuó la plenaria y exigió al gobierno implementar mecanismos y protocolos de protección al migrante para garantizar sus derechos humanos a su paso por el país.

Blanca Gómez, desde el Salvador, primero agradeció las facilidades al gobierno Mexicano para ingresar al país y después le exigió a las autoridades correspondientes el acceso a las cárceles para revisar las fotos de los presos y así poder identificar a sus familiares. También denunció los abusos y corrupción del sistema penitenciario mexicano y al final citó: “Nunca vamos a olvidar a nuestros hijos…nunca…”.

Catalina López, maya de Guatemala, habló de la condición migrante y  la violencia estructural y criminal de los países centroamericanos, y manifestó que “…Los migrantes centroamericanos no son delincuentes, pero México los criminaliza, los persigue y los mata; ante eso, exigimos respeto por  la  vida de las personas migrantes…”.

Eva Ramírez de Honduras pidió a los cónsules de Centroamérica que no vean a los migrantes como divisas, les exige que trabajen y que les respondan a las madres la verdad sobre dónde están sus hijos; exigió también un permiso para que las madres de distintos países crucen México, pues no quieren desaparecer como sus hijos, ya que “Una madre abre fronteras… una madre tiene coraje para buscar a sus hijos…”.

Escuchar audio de la conferencia:

(Descarga aquí)  

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La mañana del miércoles 8 de diciembre, la Caravana de madres de migrantes desaparecidos realizó una caminata del zócalo de la capital al barrio de La Merced. Las 40 madres y dos padres circularon en medio del tránsito de la ciudad y los puestos ambulantes, portando al frente la foto del hijo o hijos desparecidos; al final del recorrido, las madres se reunieron con trabajadoras sexuales y transexuales en las instalaciones de la Brigada Callejera Elisa Martínez, para mostrar las fotografías de sus familiares desaparecidos, con la esperanza de que algunx de lxs presentes reconociera en las fotos a algunx de lxs ausentes.

La comunidad de trabajadoras sexuales y transexuales pudo observar las casi 100 fotografías que las delegadas portaban, así como también pudo escuchar la súplica e historias de las madres migrantes, quienes les solicitaban cualquier información o pista del paradero de sus hijxs. Al concluir la reunión, las madres migrantes continuaron con su agenda y las trabajadoras sexuales regresaron a la propia con la promesa de informar, en caso de recordar o tener algo de información.

Por último, los colectivos organizadores y madres de los migrantes, denunciaron que se les negó el recorrido por el norte del país, pues aseguran que el Estado no les garantizó la seguridad, por lo que la 11 Caravana sólo tenía el permiso y garantías para llegar hasta el Distrito Federal.

La Caravana culminó su trabajo en la capital, para después continuar su viaje hacia Ixtepec, Oaxaca. Durante su breve recorrido por Tabasco, Tlaxcala, Puebla, D.F. y Oaxaca , recabaron y compartieron múltiples testimonios que demuestran la grave situación del migrante en su tránsito por el país, pues, en palabras de las madres, en México encontraron gente muy buena y solidaria que les brindó el apoyo para realizar la caravana, pero también encontraron gente muy mala que no tiene corazón, gente que encarcela, que tortura, despedaza y/o desaparece al migrante, pues “La serpiente sólo pica al descalzo” .

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México D.F. 12, diciembre, 2015.