La Teia dos Povos (Tejido de los Pueblos) es una gran red de autonomías en Brasil que articula las luchas de los pueblos originarios, afrodescendiente y de abajo, del campo y la ciudad. Como explica Joelson Ferreira, uno de los idealizadores de la Teia:

Entendemos que vivimos un momento histórico muy difícil, que el mundo pasa por una enorme transición a una gran velocidad, y que tenemos la responsabilidad de asumir esa alianza. Porque tenemos muy claro que ni los pueblos originarios, ni los pueblos sin tierra, ni los pequeños propietarios, ni los pueblos quilombolas, ya sea en el campo o en la ciudad, pueden enfrentar esa lucha solos.

(Ve nuestro reportaje Teia dos Povos: Construyendo otros mundos posibles en Brasil)

Desde 2012, la Teia dos Povos ha organizado las Jornadas de Agroecología de Bahía, grandes comparticiones donde representantes de los pueblos indígenas, afrodescendientes y populares del campo y la ciudad se dan cita para reflexionar sobre cómo enfrentar el sistema de muerte que vivimos, fortaleciendo las autonomías y creando espacios de vida articulados en red.

Este año, la VIII Jornada de Agroecología se llevará a cabo en la ciudad de Salvador, capital del estado de Bahía, en enero de 2024, con el tema “Alianza Campo y Ciudad para el Combate al Hambre y la Pobreza”. A este encuentro invitan a quienes luchan en los diversos territorios de la Teia, pero también a quienes luchamos en otras geografías, con la intención de romper las fronteras de la resistencias.

Enseguida, la invitación lanzada por el Colectivo de Comunicación de la Teia dos Povos (en portugués aquí):


Núcleos y Eslabones del Tejido de los Pueblos se unen para la primera construcción de la Jornada en Salvador, Bahía, Brasil. La perspectiva es ampliar la asamblea bianual de pueblos tradicionales y movimientos sociales en lucha en Brasil para un mayor número de participantes.

*Por Colectivo de Comunicación del Tejido de los Pueblos (Teia dos Povos)

Estamos en las aldeas, asentamientos, palenques, fondos de pasto, orillas de ríos y mares, en fin, en los más diversos territorios en los más variados biomas y regiones, pero también, numerosamente, en los grandes núcleos urbanos, sobre todo en las periferias de las grandes ciudades. Somos una red, un tejido, y por lo tanto muchas comunidades, pueblos y territorios confluyen en una lucha por la libertad para todas y todos, combatiendo la expansión del latifundio en el campo y el agravamiento de la violencia contra los pueblos por parte del Estado y su brazo urbano en la urbanidad.

Este 2024, establecemos como desafío colectivo, en una perspectiva solidaria, tejer en Salvador, capital de Bahía, un encuentro para construir la VIII Jornada de Agroecología de Bahía, que se llevará a cabo en enero de 2025 con el tema “Alianza Campo y Ciudad para Combatir el Hambre y la Pobreza”. Una asamblea de pueblos tradicionales y movimientos sociales en lucha por la Tierra y el Territorio, la Jornada es al mismo tiempo celebración de culturas y fortalecimiento de alianzas comunitarias.

En una coyuntura en que se acentúan tanto los ataques a las aldeas y comunidades quilombolas como el genocidio del pueblo negro con la excusa de la guerra contra las drogas, se fortalece el racismo y la xenofobia en todo el planeta, con el crecimiento de movimientos antimigrantes y creciente presencia de políticos de extrema derecha; el genocidio del pueblo palestino en Gaza; el aumento de las tasas de hambre y miseria; catástrofes climáticas —respuesta de la Madre Tierra a las imposiciones del modo de producción y acumulación neoliberal—; casos de esclavitud contemporánea en diversas partes del mundo, incluso, fuertemente, en Brasil y en Bahía; debemos estar unidas y unidos, ciudad y campo, barriada y parcela, bosque y aguas, en la misma dirección y sentido: conquistar la autonomía y la soberanía de los pueblos. El Capital está en crisis, necesitamos crear formas de enfrentar su proyecto de muerte y exterminio.

La primera capital fundada por los invasores europeos en el territorio que se llamaría Brasil, Salvador fue el escenario de muchos levantamientos contra el poder colonial. De ese lugar surgieron los valientes Malês —a quienes veneramos en nombre de la ancestral Luísa Mahin—, que se rebelaron contra las cadenas y marcharon en las calles convocando al pueblo africano en diáspora al combate. Años antes, en las batallas por la Independencia de Bahía, tropas portuguesas se las vieron negras, siendo expulsados sin tregua por los pueblos negros e indígenas que habitaban la Bahía de Todos los Santos. ¡Salve, Maria Felipa! ¡Salve, Caboclas y Caboclos!

En 2017, los Núcleos de Base y los Eslabones de la Teia dos Povos se unían en un momento parecido a este, para una gran celebración de una Jornada de Agroecología más, pero en otro contexto histórico: los colonialistas conmemoraban 517 años de la invasión de Pindorama en el preciso momento en que reafirmamos la guerra por la caída del imperio y contra la hegemonía del capital. Sin embargo, ese acuerdo no estaría completo si no demarcáramos Salvador como Territorio Negro, Indígena y Popular, tanto para vengar a los Parientes que aquí estaban antes de la desgracia de la usurpación europea y los pueblos de África que fueron secuestrados y traídos a los puertos bahianos, así como para consolidar las organizaciones que actualmente tejen luchas por la dignidad de nuestra gente.

Hemos visto y vivido las dificultades y el caos de las grandes ciudades. Lejos de los territorios, con sus antepasados robados o expulsados de la Tierra, nuestro pueblo sigue refugiándose en los cerros, sometido a las más trágicas e insalubres condiciones de supervivencia, muchas veces sin comida ni agua, viendo sus hijos masacrados por un Estado que no sólo no les ofrece las herramientas para la libertad, sino que les quita la vida con crueldad e inclemencia. Estamos convocando justamente a ese pueblo para unirse a la gran batalla. Debemos regresar a la Tierra, donde podemos plantar comida saludable para alimentar a nuestros hijos, respirar aire puro que nos fue robado por las Caravelas y romper las cadenas de la miseria. Queremos tejer formas de crear vida, y vida con abundancia, con plenitud.

Éste es un llamado a todos los pueblos, organizaciones, colectivos, movimientos y comunidades. Sin unidad, es imposible derrotar al capital, al latifundio, al imperio y a las fuerzas represivas del Estado. Sólo juntas y juntos podemos hacer realidad lo que nuestros ancestros soñaron: transformar a este mundo en Fiesta, Trabajo y Pan. ¡Vamos a la VIII Jornada de Agroecología de Bahía!

¡Digamos a los pueblos que avancen! ¡Avanzaremos!

¡Lo que nos une es más grande que lo que nos separa!

¡En memoria de Nêga Pataxó, ni un paso atrás!