Nota de prensa de la Asamblea de Mujeres y Pueblos en Defensa del Territorio
Tercera asamblea del Movimiento en defensa de la tierra y el territorio y por la participación y el reconocimiento de las mujeres en la toma de decisiones.
San Cristóbal de las Casas, 23 de noviembre, 2016. Red de comunicador@s comunitari@s K’asesel k’op. El día de hoy, en San Cristóbal de las Casas dio inicio la Tercer asamblea del Movimiento en defensa de la tierra y el territorio y por el reconocimiento de las mujeres en la toma de decisiones. Nos reunimos decenas de mujeres provenientes de tres regiones de Chiapas, con representantes de colectivos y organizaciones de base de Guerrero, Estado de México y Tabasco.
Iniciamos el día compartiendo saludos de compañeras delegadas de los colectivos de promotoras del Centro de Derechos de la mujer de Chiapas, AC (CDMCH). Nuestra primera actividad consistió en hacer un recorrido noticioso sobre los acontecimientos más relevantes relacionados con la problemática de tierra, territorio y violencia contra las mujeres en Chiapas, México y el resto del mundo.
Nuestra segunda actividad fue un panel en el cual compañeras de organizaciones de Chiapas y Estado de México compartieron sus testimonios de los problemas que afrontan, y la manera como se organizan para resolverlos.
Alma Rosa Rojas del Colectivo Educación para la Paz y los Derechos Humanos, AC (CEPAZDH) expuso la problemática de contaminación y expropiación del agua en San Cristóbal, y en otros municipios de Chiapas como Tzimol. En San Cristóbal, el 80% de los ríos están contaminados porque el drenaje de la ciudad desemboca en los ríos. Además de esto, en la misma ciudad, la empresa Coca-Cola tiene concesionados tres pozos para la producción de refresco. Una de las alternativas que compartió fue la Ley ciudadana del agua, la cual ha sido construida e impulsada desde diversos actores de la sociedad civil, y que está en la fase de recolección de firmas para ser presentada como una alternativa frente a la Ley de aguas propuesta por la CONAGUA, y que tiene un corte netamente privatizador.
Ernestina Peña Ortiz del Consejo Indígena del Pueblo de Santiago Tilapa, Estado de México, expuso la problemática de lucha contra una minera que explotaría el cerro sagrado del pueblo. Narró como en algún momento lograron organizarse para frenar el proyecto, sin embargo, por prebendas, las autoridades se dividieron, y el día de la fiesta patronal de 2015, fueron las mujeres las que se enfrentaron para frenar la explotación del cerro sagrado. Esta movilización tuvo como actoras relevantes a las mujeres, porque fueron ellas quienes frenaron el trabajo de las máquinas, logrando incluso que la empresa las sacara. Sin embargo, la CFE, meses después, envió el recibo del agua el cual, por su monto, se pensó en el pueblo, que sólo podría ser pagado si se aceptaba la concesión de la mina. Ante la negativa de la mayoría del pueblo, la CFE cortó la luz durante un mes. Otro tipo de presión fue el corte de agua. Este servicio fue restablecido a partir de la protesta organizada de las mujeres hasta que volvieran a tener agua en el pueblo.
Araceli Pérez Montejo, a nombre del Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Rios (MAPDER), Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) y Casa de la Mujer Ixim Antsetik de Palenque (CAM), compartió el pronunciamiento del MAPDER, en el cual se reconoce las diversas problema´ticas que se derivan de la lucha en defensa de los ríos, específicamente, cómo afecta a las mujeres, tanto la movilización como el divisionismo. Algunos de los problemas son las descalificaciones y la invisibilización de la participación política de las mujeres, lo cual se basa n una creencia naturaliada de que las mujeres no tenemos derecho a opinar ni participar en la toma de decisiones comunitarias.
Contrario a esto, las mujeres del MAPDER, a través de la organización política, se han hecho conscientes de los aportes que han hecho, como propiciar el diálogo, el trabajo en grupo. Se han dado cuenta que la participación debe pasar por busca defender la vida, el cuerpo, la natrualeza, y las emociones, por hacer una división equitativa del trabajo entre mujeres y hombres.
Guadalupe Núñez Salazar del Centro de Derechos Humanos “Digna Ochoa”, AC explico que desde su rol como colaboradora del CDH Digna Ochoa, se ha dado cuenta que las reformas estructurales han venido a permitir una más fácil entrada de empresas nacionales y transnacionales al territorio, el cual explotan para lucrar a través de la explotación de recursos.
Sin embargo, también ha viso cómo organizándonos se puede frenar esa entrada y explotación, además de frenar la represión en contra de quienes luchas defendiendo a la tierra y al territorio.
El trabajo del CDH es formar a la gente para que conozcan, por un lado los efectos nocivos del neoextractivismo, y por el otro para que sepan cuáles son sus derechos y sepan cómo defenderse frente a proyectos extractivistas. Explicó que en la zona de la costa de Chiapas, hay 34 comunidades organizadas en torno al CDH, más otras 16 comunidades organizadas en torno al Consejo Autónomo Regional de la Zona Costa de Chiapas. Desde el trabajo del CDH se ha reconocido que la reforma estructural es la que más ha afectado a las comunidades de la zona de la Costa en Chiapas.
Este panel de la mañana permitió que las participantes reconocieran los puntos de contacto que generan las problemáticas que viven a partir de proyectos extractivistas. Todas coincidieron en que es necesario mantenernos alertas y activas para defender a la tierra y al territorio, así como defender el reconocimiento de que las mujeres participamos, y lo hacemos activa y valiosamente, además de que es vital estar unidas para poder hacer frente a todos los problemas que generan los proyectos neoextractivista.
En el segundo panel participó Julián Cisneros del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (CECOP) en Guerrero. Julián del CECOP expuso cómo desde 2003 se han unido contra el proyecto la presa hidroeléctrica La Parota, el cual afectaría cinco municipios guerrerenses. Durante cinco años mantuvieron plantones en los lugares por donde entraría la maquinaria para construir la presa, además de que sostenían una campaña permanente de difusión a nivel nacional e internacional para dar a conocer este problema. Sin embargo, a la vuelta de los años, la CFE ha generado divisionismo a través de engañar a la población sobre los supuestos beneficios que acarrea un proyecto como la hidroeléctica, y de inyectar recursos a través de pequeños proyectos de producción, e incluso financiar fiestas patronales. Hasta ahora el proyecto se encuentra detenido, gracias a todos los recursos jurídicos y la movilización política que han llevado a cabo. La respuesta del gobierno, compartió Julián, ha sido criminalizar a las y los integrantes del CECOP a través de órdenes de aprensión, intimidación por parte de policía, militares y marinos. A esto se suma la presencia y participación del crimen organizado, el cual tiene también intereses económicos en el proyecto de La Parota.
Jesús Eduardo Valencia, (Red Junco) de Centla, Tabasco quien expuso la experiencia de tener acceso a la información que les permite trabajar en torno a la medicina tradicional, para así luchar contra la lógica capitalista de curar las enfermedades a través de medicamentos que provocan efectos secundarios nocivos, además de ser muy costosas. La medicina tradicional, explicó Jesús Eduardo, también permite un cuidado de la tierra y de los cultivos nativos. Este trabajo también les ha permitido reflexionar sobre los daños que provocan las areneras en su región, ya que provocan que los mantos acuíferos se sequen y contaminen. Explicó que en 2015, a partir del trabajo con la Casa de Apoyo a la Mujer de Palenque, crearon la Red Junco. Por último, convocó a las mujeres a organizarse y levantar su voz, además de recordar la necesidad de unirnos a partir de ver lo que tenemos en común, pues aunque haya un millón de militares, también hay un millón de habitantes que defenderán su tierra.
El segundo panel permitió reconocer que todas las comunidades presentes en la Asamblea además de enfrentar proyectos extractivistas, también lidian con el divisionismo comunitario y en las organizaciones, alimentado por prebendas económicas de empresas y del gobierno en sus tres niveles. Por estos mismo, la invitación de unirnos se hizo patente una vez más, quedando como una cuestión a trabajar durante esta Asamblea para darle una forma concreta.
Por la tarde se realizó el tercer panel, en el cual participaron representantes del Movimiento en Defensa de la vida y el Territorio (MODEVITE) y de la región norte de Chiapas. Las compañeras del MODEVITE explicaron qué desde el 18 de noviembre del presente año realizan una peregrinación por todo el estado de Chiapas para manifestarse contra la violencia del gobierno contra las comunidades, la violencia en general contra las mujeres, la entrada de empresas transnacionales. En esta peregrinación participan once municipios del estado. Se realizó la primera vez en 2013, y actualmente participan alrededor de tres mil personas. Además de la peregrinación, se han organizado para prohibir el consumo de alcohol en sus comunidades porque alimenta la violencia. De la zona norte participaron mujeres de las comunidades de Tim, Corostic y Coquite’el, integrantes del Movimiento en defensa de la tierra y el territorio y por la participación y el reconocimiento de las mujeres en la toma de decisiones. Explicaron colectivamente cómo desde que se enteraron del proyecto de autopista San Cristóbal-Palenque comenzaron a informarse de qué pasaría con sus comunidades, sus tierras, sus cultivos, sus potreros. Desde entonces se organizaron y luchan a partir de conservar sus cultivos de semillas criollas, mantener sus animales y plantas en el solar. Además, explicaron que realizan talleres con otras mujeres para que reflexionen sobre la violencia que se vive en la familia, y así juntas tomen valor para retomar su palabra y su vida. Compartieron que también participan en la elaboración del reglamento ejidal en Bachajón para que éste reconozca plenamente los derechos de las mujeres. La participación de las mujeres se acompañó de las mantas que elaboraron como colectivos para manifestarse.
El último panel permitió reconocer las formas específicas como las mujeres indígenas y campesinas son afectadas por los proyectos extractivistas y todas las afectaciones que provocan también al tejido comunitario, y las maneras como nos organizamos y apoyamos para sostener la lucha en defensa de la tierra, el territorio y por el reconocimiento de nuestra participación en la vida política de los pueblos y organizaciones.
La última actividad del día fue la presentación del trabajo de la Red de comunicador@s Kasesel k’op, que es parte orgánica del Movimiento en defensa de la tierra y el territorio y por la participación y el reconocimiento de las mujeres en la toma de decisiones. Se compartieron dos entrevistas realizadas en marzo pasado durante la segunda asamblea del Movimiento, además del tendedero de información, que recaba noticias de los últimos meses, así como una exposición de dibujos realizados durante los talleres de formación de las Kasesel k’op, y una mesa de información con trípticos elaborados por l@s mism@s comunicador@s.
Las actividades del primer día de la tercera Asamblea se concluyeron con la reflexión de que como dijo Araceli del MAPDER “que los ríos fluyan siempre, que las flores florezcan”, y es así, como un río este evento, donde diversas luchas y resistencias nos encontramos como los cauces que forman a los ríos, que entre más son, más ancho, fuerte y vivo es un río. Así el Movimiento, la organización y movilización puede crecer.