La lucha del pueblo de Nicaragua contra el Canal Interoceánico
La Nicaragua campesina contra el Canal Interoceánico
Artículo por MiShu
De nuevo se cierne sobre Nicaragua el viejo fantasma del Canal Interoceánico, esta vez con China como nueva potencia al frente. En julio de 2013, el gobierno de Ortega aprobó la Ley 840, conocida como la Ley del Canal, y con ella firmó la renuncia completa a la soberanía nacional a cambio de una falsa promesa de desarrollo para Nicaragua. El secretismo y la rapidez con el que se llevó a cabo la operación, así como el bombardeo mediático a favor de los beneficios de la inversión extranjera y del potencial empleo generado por el mega-proyecto, mantuvieron a la población a la expectativa. Las primeras voces indignadas del pueblo nicaragüense no tardarían en hacerse escuchar ante este ataque a la soberanía nacional y a sus derechos. Con el tiempo, se han convertido en un gran movimiento organizado, de base y dirigencia campesina y sin intervención de partidos políticos. Como Sergio Ramirez apunta es “el (movimiento) más auténtico y vigoroso nacido en Nicaragua en los largos años del régimen de Daniel Ortega” 1
“Nuestra organización es autónoma y pluralista. Que quede claro que no admitimos manipulaciones de nadie, porque pensamos y actuamos por nosotros mismos. Estamos organizados bajo la bandera azul y blanco, y seguiremos defendiendo la tierra, el lago y la soberanía nacional hasta lograr la derogación de la ley canalera, la concesión más vende-patria en la historia de Nicaragua”2.
Medardo Mairena, vicecoordinador del Consejo Nacional en Defensa de nuestra Tierra, Lago y Soberanía nos comenta que “pasó un año sin que nosotros conociéramos la ley 840, hasta que empezaron a venir los chinos con el ejército a andar midiendo las casas y las propiedades sin pedir permiso a los dueños”. Del temor inicial pasaron a la indignación y comenzaron a organizarse y agruparse en asambleas; “Empezamos a buscar como leer documentos y nos encontramos con una ley que hizo el gobierno con el empresario Wang Jing (Presidente y director ejecutivo del grupo empresarial HKND), que nos desprotege a nosotros los nicaragüenses y vende la concesión de la tierra para construir la mega-obra del canal”. Así empezó el caminar del Consejo, con Francisca Ramírez, Doña Chica, encabezando la marcha con paso firme, al grito de “¡No al Canal!”, “Sí a la vida”, “¡Defiendan su tierra y su derecho!”, “¡Que se vayan los chinos!”
“Como Consejo Nacional lo que hemos venido haciendo ha sido divulgar la ley canalera que el gobierno hizo a espaldas del pueblo, realizando foros en diferentes lugares de Nicaragua; porque ellos no fueron consultados ni tampoco se están respetando sus derechos, sus tierras, su tradición, sus costumbres”
La ley 840, aprobada por la Asamblea Nacional en solo 6 días y sin la debida consulta popular, está calificada de “orden público” y de “interés social” y deroga cualquier ley que se le oponga. Entre otros, autoriza la expropiación de cualquier propiedad, sea privada, estatal o de una comunidad indígena, si HKND Group lo considera necesario. Por si fuera poco, el Acuerdo Marco de concesión exime tanto al gobierno como al inversionista de la obligación de reubicar a la población expropiada o brindarles condiciones económicas y sociales similares a las que tenían.3 Barbarino Bernardo García, campesino de la comunidad del Pejibaye, Punta Gorda, explica: “el gobierno y las alcaldías dicen que van a pagar unas 500 córdobas por manzana a quien tenga las escrituras (siendo que el precio de mercado por manzana llega a las 25.000 córdobas), pero al que no tenga título, a ese simplemente lo van a sacar. Le pedimos al gobierno que respete nuestros derechos, que no tenemos en venta las tierras porque mi padre me las enseñó a trabajar y honradamente me las he ganado con mis sudores y es donde mantenemos a nuestras familias”.
El monstruoso Canal Interoceánico proyectado en Nicaragua, que pretende conectar el Océano Pacífico con el Atlántico, tiene más de 250 km de longitud, y un área concesionada de más de 5000 km2. La infraestructura contempla puertos, aeropuertos, ferrocarril, oleoducto, zonas de libre comercio, centros turísticos, lagos artificiales y represa. Esta mega-obra parte el país en dos, afectando a su paso a todo el tejido social, y limita la comunicación terrestre a lo largo del país a sólo dos puntos. Ni qué decir de los graves impactos mediambientales que provoca al incidir directamente sobre las Reservas Naturales de la zona sur y el Gran Lago de Nicaragua. Como nos comenta Medardo, “esa megaobra nos afecta porque parte el Lago Cocibolca, que es el único gran reservorio de agua potable que tenemos en centroamerica. Habemos 300.000 personas que toman agua de ese lago y con el canal pues van a contaminar el agua”
El Consejo Nacional ha logrado una gran capacidad de movilización en el país. A pesar del desgaste económico y social que supone la organización, estas familias siguen en pie de lucha. “Hasta este momento ya tenemos 2 años y resto de estar en esta lucha con 65 marchas contra el canal. Hemos movilizado a más de 500.000 personas a protestar a pesar de que no contamos con recursos económicos… muchos gastos por culpa de las ambiciones de poder” nos comenta Medardo, que tiene ya 2 años de vivir lejos de su familia por su compromiso con la lucha. Jose Umberto Echevarría (Chepito), lider campesino e integrante del Consejo Nacional, apunta que la lucha anticanal ha conseguido incluso trascender las históricas divisiones políticas, .
“Aquí andamos sandinistas, liberales, consevadores, democráticos, católicos, evangélicos, adventistas… Y aquí nos abrazamos todos, nos cuidamos todos y caminamos todos juntos; porque el campesino solo tiene una bandera; la azul y blanca de Nicaragua”.
Por su parte, Hector Mairena, joven creyente de la comunidad de Eloísa, Punta Gorda, nos transmite las reflexiones a las que se enfrenta como religioso: “A veces los cristianos permanecemos como un poco ajenos a esta lucha que podríamos decir social y pensamos que nuestro trabajo es espiritual. Yo creo que no es así porque Jesús vino a relacionarse con los pobres y los más necesitados, y esa es nuestra misión: Defender a los pobres… tenemos que estar unidos en lo social y en lo espiritual”.
La oposición al canal cuenta con el respaldo del Grupo Cocibolca4 y la Fundación Popol Na5 para los asuntos jurídicos. Además, ahora que se avecinan las elecciones, tiene el beneplácito del oportunismo político de los partidos de oposición. A los campesinos se suman también indígenas y afrodescendiendes de nueve comunidades que conforman el Gobierno Territorial Rama y Kriol (GTR-K). Los derechos de autonomía de estas comunidades también han sido pisoteados. En una denuncia publicada a principios de mayo exponen que el gobierno, suplantándo parte de sus autoridades indígenas, logró la firma de un acuerdo de consentimiento para el uso de parte de su territorio de forma ilegal6.
La relación del FSLN y el campesinado, siempre estuvo repleta de conflictos. Ya desde los años 80, las nefastas políticas agrarias del Frente y su afán de control sobre el campo, desataron la ira de los campesinos, que engrosaron las filas de “la contra” en el conflicto armado. A pesar de que recibieron el apoyo de EE.UU (había que evitar una segunda Cuba en Centroamérica), muchos de los combatientes fueron campesinos y campesinas reclutados a la fuerza, que no defendían ningún sistema ideológico, sino que querían conservar su modo de vida y trabajar sus tierras, conservar su identidad7. La herida de aquellos tiempos aún sangra a través de las palabras de Guillermo Dumas, campesino de la comunidad del Papayo, “anduve huyendo por las montañas con mi familia toda la guerra, en donde nuestro gobierno nos perseguía como que éramos asesinos, y ahora volvemos a vivir como en los años 80”. Los campesinos comentan que “vuelven los 80”, mientras el gobierno compra tanques rusos en nombre de la lucha contra el narcotráfico y prepara un nuevo fraude electoral impidiendo la llegada de observadores internacionales.
El desprecio hacia los campesinos y el desconocimiento de sus necesidades y demandas, sigue a día de hoy causando una brecha insalvable entre ellos y el gobierno. “Los campesinos en el campo no valemos nada, para el gobierno somos una basura. Lo que ellos dicen es “pueblo presidente” y eso es una política sucia, pero las palabras de él se las lleva el viento. A nosotros siempre nos mira con el mismo desprecio”. El Canal, ha sido la chispa que encendió la mecha de la protesta. La represión, la respuesta que da Ortega ante la oposición.
“Todo el que no es Sandinista está siendo amenazado, estamos asustados y alarmados de lo que está haciendo el gobierno con nosotros. Y miramos las estrategias que tiene y las trampas que nos está poniendo. Vivimos como si hay una delincuencia más grande porque no sabemos de adonde nos van a sacar del pelo y adonde nos van a ir a matar”
La incertidumbre y la represión que rodea al campesinado en la ruta canalera está generando un estado de ansiedad que afecta a todas las edades “Es algo duro, una pesadilla, ya nosotros no dormimos, nuestros hijos no duermen, nosotros tenemos una zozobra que estamos pasando”. Pero a pesar de la política de miedo del orteguismo, los campesinos, lejos de retroceder, están dispuestos a defender sus tierras cueste lo que cueste “Si ustedes nos quieren sacar de aquí, llévense a unos 20 del ejercito y nos matan a toditos y ahí nos van a sacar muertos, pero vivos no nos van a sacar”.
El pasado mes de abril, con el apoyo de la Fundación Popol Na, el movimiento presentó una Iniciativa de Ley Ciudadana ante la Asamblea Nacional para derogar la ley 840, pero una vez más, sus demandas fueron rechazadas. Medardo nos explica que “la Asamblea Nacional nos mandó a decir que la Ley tiene rango constitucional y no está en su potestad derogarla”. Desde el ejecutivo se está instrumentalizando el poder judicial de forma descarada, jugando a desgastar al movimiento, pero la firme intención del campesinado es la de continuar con la batalla, tanto en las calles como en las instituciones, hasta agotar todos los recursos y llegar a instancias internacionales si es preciso. “Yo no se que está pasando con la comunidad internacional. No sé que pasa con los derechos humanos. No sé los otros gobiernos hermanos qué está pasando con ellos… ¿o es que tampoco tienen conciencia?” nos transmite Chepito con preocupación.
El proyecto canalero despierta cada vez más dudas: hace tres años que se anunció y todavía no se comenzo a construir, no se ha generado ni un sólo puesto de trabajo, parece que Wang Jing perdió parte de su fortuna, con el deshielo por el cambio climático se está estudiando una ruta por el ártico y además se está planeando la construcción de un canal seco al norte de Costa Rica8. Lo que no admite duda, es que la Ley 840 muestra, en toda su crudeza, como un dirigente político es capaz de usar todos los instrumentos legales a su alcance para vender su país sin el consentimiento de la población. ¿Cuál será el pacto secreto de Ortega con Wang Jing? ¿Por qué hacer una concesión tan grande a cambio de unas migajas? El monto de lo que pagará la empresa HKND al estado anualmente, equivale a varios meses de remesas de la diáspora nica ¿Qué gana Nicaragua con esa Ley? ¿Habrá motivos geoestratégicos? Todo apunta a que, además de los intereses de China en esta concesión, a Ortega le conviene tener un potente socio internacional ahora que sus clásicos aliados, los gobiernos “progresistas” de la región, están dando un giro a la derecha9. Ortega ha dictado sentencia: China puede ser la salvación; y mientras predica la Nicaragua “cristiana, solidaria y socialista” fragua un sistema político corrupto, neoliberal y cada vez más militar.
En medio de toda la estrategia geopolítica que hay tras el canal, quedan los campesinos, los pobres, los nadies, a los que no les queda más opción que defenderse por ellos mismos “porque los poderosos ya se defienden con sus poderes y su dinero”.
Animo compañer@s, No estan sol@s
¡No al Canal!
(Escucha la palabra de Barbarino Bernardo García, Medardo Mairena Sequeira, Hector Mairena, Sotero Guilllermo Dumas y Umberto Echevarría (Chepito)en este enlace: http://komanilel.org/2016/06/16/articulo-la-lucha-del-pueblo-de-nicaragua-contra-el-canal-interoceanico/)
Referencias:
1 Sergio Ramirez, Acuerdense de esta mujer
2 Comunicado del Consejo Nacional en Defensa de nuestra Tierra, Lago y Soberania, 28 de abril 2016
3 Red Nicaragüense por la Democracia y el Desarrollo Local, Efectos Socioeconómicos del Canal Interóceánico a nivel municipal, Capítulo II.4;
4 http://www.grupococibolca.org/
5 https://popolna.org/
6 Comunicado de prensa 6 mayo 2016;
7 María Angélica Fauné, En la Nicaragua campesina se han ido acumulando engaños decepciones y enojos, Mayo 2014; Revista Envio, UCA;
8 La Nación, MOPT estudia concesionar la construccion de un canal seco
9 Revista Envio, Sin rumbo cierto, Abril 2016, UCA