Compañera escucha Selena – 6 de mayo de 2015
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Buenas noches, compañeros y compañeras de La Sexta.
Buenas noches, hermanos y hermanas.
Buenas noches a todos en general.
El tema que voy a explicarles, o sea que les voy a leer, es el mismo tema que estaba leyendo la compañera pero dice más de los jóvenes como zapatistas y no zapatistas.
Pero también nosotros como jóvenes zapatistas estamos enfrentando la guerra de la baja intensidad que nos hace el mal gobierno y los malos capitalistas. Nos meten ideas de la modernidad, como los celulares, la ropa, los zapatos, nos meten ideas malas a través de la televisión, como las novelas, los partidos de futbol y también en los comerciales, para que como jóvenes estemos distraídos y no pensar cómo organizar en nuestra lucha.
Pero nosotros, como jóvenes zapatistas, no hemos caído tanto en eso, porque a pesar de todos esos, o sea les compramos la ropa, pero no les compramos la ropa que son modistas, compramos ropas que son las que usan los pobres, que es como nos ven como estamos vestidos. También compramos zapatos pero son que es zapato así cualquiera, como usan los pobres; no compramos zapatos de esa zapatilla que tiene esos puntos todavía en el tacón, porque si lo compramos nosotros allá donde vivimos hace mucho lodo, y también si nosotros lo ponemos como jóvenas nuestros pasos que vamos a dar vamos a quedar atascado y vamos a necesitar nuestra mano para sacarlo el zapato; igualmente no les compramos también lo que es esas botas de piel, porque igualmente puede pasar, se puede despegar en el lodo porque no es resistente, sí claro, compramos unas botas pero es para trabajo, que sí va a resistir en el lodo, no compramos ese zapato que no resiste.
Y los celulares también los compramos pero lo sabemos usar como zapatista, que nos sirva en algo. También la televisión tenemos, pero lo usamos para escuchar noticia, no para distraernos.
Además les compramos pero primero tenemos que regar el sudor, trabajar la madre tierra para poder comprar el que queremos.
Pero en cambio los jóvenes que no son zapatistas son los que más han caído en esa trampa de los malos gobiernos, porque aunque no me lo crean esos jóvenes pobres-pobres, abandonan su familia, su pueblo, se van a chambear a los Estados Unidos, a Playa del Carmen o en otros países, sólo para conseguir un celular, un pantalón, una camisa, un zapato de moda. Se van porque no quieren trabajar la tierra, porque son haraganes, ¿por qué les decimos que son pobres-pobres? Porque son pobres como nosotros, pero son pobres de pensar porque salen de sus pueblos y cuando regresan ya traen otras malas ideas, y otras costumbres de vivir, porque ya vienen con las ideas de asaltar, de robar, consumir y sembrar marihuana, y al llegar en su casa dicen que ya no quieren trabajar con el machete, que porque ya no están acostumbrados, que mejor se van a regresar otra vez donde estaban, que ya no quieren tomar pozol, que ya ni lo conocen qué es el pozol, y siendo que crecieron con el pozol, con el frijol. Pero allá donde fueron se creen que no conocen comida de los pobres, allá se creen que son hijos de ricos, pero es mentira, son pobres como nosotros.
Pero en cambio, nosotros como zapatistas, somos pobres pero ricos de pensar, ¿por qué? Porque aunque ponemos los zapatos y la ropa, los celulares, no cambiamos nuestra idea ni nuestra costumbre de vivir, porque a nosotros como jóvenes zapatistas no nos importa cómo estemos vestidos, o cómo sean nuestras cosas que usamos, lo importante es que los trabajos que hacemos es para el bien del pueblo, que es lo que queremos nosotros como zapatista; que es lo quiere en todo el mundo, que no haya mandones, que no haya explotadores, que no estemos explotados como indígenas.
No sé si me entendieron lo que leí.
Pues era todo mi palabra y ojalá que les sirva en algo.