Ve también: Convocatoria de apoyo a lxs 23 perseguidxs políticos de Rio de Janeiro, Brasil!

A lxs compañerxs y organizaciones de izquierda y desde abajo

Actualmente vivimos una situación muy crítica en Brasil. Desde hace años, los 3 niveles de gobierno, junto con grandes empresas, han venido implementando los mega eventos (Mundial de fútbol en 12 ciudades en 2014 y Olimpíadas en Rio de Janeiro en 2016) y proyectos de “desarrollo” que solo sirven para desarrollar el lucro de los capitalistas. Con eso, promueven la exclusión de la población pobre y negra de las áreas centrales de las ciudades para transformarlas en áreas turísticas y de especulación inmobiliaria. Se calcula que cerca de 170.000 personas fueron desalojadas forzosamente en los últimos años, lo que incluye a los indígenas de la Universidad Indígena Aldeia Maracanã (una ocupación urbana autónoma de diversos pueblos al lado del Estadio de fútbol Maracanã). Vivimos con una creciente suba de precios del transporte, comida y vivienda, al mismo tiempo que hay poquísimas inversiones en la educación y salud públicas. En este marco, el Estado promovió la ocupación militar armada en las favelas (comunidades pobres de la ciudad), con asesinatos cotidianos de la gente pobre y negra, todo con la excusa de una supuesta “guerra a las drogas”. Pero sabemos que los que verdaderamente ganan con esta guerra no están en las favelas, sino más arriba, donde narcotraficantes, policías y políticos se encuentran y están del mismo lado, contra el pueblo. En el campo, la situación de exclusión no es distinta. El gobierno federal sigue protegiendo a los terratenientes, permaneciendo la tierra sigue concentrada en las manos de pocos. El gobierno federal impone también el IIRSA, un mega proyecto que busca construir 30 represas hidroeléctricas, muchas de ellas localizadas en tierras indígenas.

Hasta de esta situación, y al ver que millones en dinero fueron asignados a la construcción de los estadios y obras turísticas para el Mundial, mientras el pueblo sigue explotado, la gente dijo basta. Fue así que en 2013 Brasil vivió la mayor revuelta popular de los últimos 20 años. El pueblo mostró su digna rabia y millones de personas fueron a las calles en casi todas las ciudades del país para decir NO al Mundial y para exigir mejores condiciones de vida. En Rio, con tantos problemas, la rabia continuó por muchos meses, luego de que 1 millón de personas tomaron las calles el 20 de junio de 2013. En octubre de ese año, 20 mil personas se movilizaron por la educación durante la huelga de los maestros.

Ahora bien, mientras la revuelta popular crecía, también lo hacía la represión. La policía reprimió brutalmente en la calle con balas de goma y gas lacrimógeno, dejando centenas de heridos. Un día antes de la final del Mundial, con el fin de evitar una gran protesta, se intentó encarcelar a 23 compañeros y compañeras. De ellos, actualmente 3 siguen detenidos, 2 están prófugos y 18 están siendo procesados, en libertad condicional pero impedidos de participar de protestas y con riesgo de volver a la cárcel en cualquier momento. Son maestros que estuvieron activos en la huelga por la educación pública, educadores que trabajan con educación popular en las favelas, estudiantes activos en el movimiento estudiantil, o simplemente manifestantes frecuentes en las protestas contra el mundial. Todos perseguidos por el Estado, que los acusa de “formación de cuadrilla armada”, sin ninguna prueba concreta. Sabemos en realidad que el único crimen que cometieron fue luchar contra los poderosos, buscando la construcción de otro mundo a la izquierda y desde abajo. Existe también el caso de Rafael Braga, un negro que vivía en la calle y que, estando cerca de una manifestación, fue preso por la policía sin ninguna prueba, constituyendo una víctima del racismo de Estado. Como él, miles de personas pobres y negras siguen en las cárceles, mientras los verdaderos criminales siguen en libertad en el congreso nacional y en las grandes empresas.

Ante esta situación, venimos a pedir solidaridad de los compas y organizaciones de izquierda y desde de abajo de América Latina y del mundo. Estamos lejos pero nuestro dolor y lucha son los mismos. Así también nos solidarizamos con los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, México, y todos los asesinados por el Estado en el mundo. Sabemos que el terrorismo de Estado que mata aquí es el mismo que mata en el mundo y que el capitalismo que explota aquí es el mismo que explota en todo el mundo. Pero también sabemos que nuestra lucha por autonomía y justicia también es la misma y que juntos somos más fuertes.

Pedimos que divulguen las noticias de lo que pasa ahora en Brasil y que nos envíen comunicados de solidaridad a lxs 23 presxs por luchar, siendo cualquier otro tipo de manifestación en apoyo bienvenida. Pedimos que no se olviden de Brasil, principalmente en 2016, con los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, cuando la represión será sin dudas fortísima. Nosotros nos recusamos a abandonar las calles y seguiremos luchando para exigir lo que es nuestro, para luchar por el poder popular y contra el capitalismo.

¡Ningún paso atrás! ¡Todo el apoyo a lxs 23 presxs y perseguidxs políticos del mundial y por el fin de todos los procesos! ¡Libertad para Rafael Braga! ¡Por la aparición con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa!

Desde Río de Janeiro, Brasil

GRUPO DE EDUCAÇÂO POPULAR (GEP)

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