[:esEntrelazando La Esperanza
Posicionamiento del Frayba a 35 años de su fundación
Aniversario
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México
a 19 de marzo de 2024
Vivimos en Chiapas un gran pesar y preocupación, por la multiplicación de atentados contra la vida, por el atropello de los más elementales derechos humanos y por la represión de los procesos populares. […] nos empeñamos a ser fieles en nuestra vocación […] aportando valores para la humanización de la tierra y sirviendo preferentemente a los más pobres. No podemos mantenernos al margen de lo que está sucediendo entre nosotros.
jTatik Samuel Ruiz García.
Carta Pastoral En Esta Hora de Gracia, 1993
Hoy conmemoramos el 35 aniversario de nuestro caminar desde y con los pueblos, organizaciones y colectividades organizadas por la construcción de un mundo más digno donde los derechos humanos sean una realidad y no discursos huecos utilizados por quienes detentan el poder político, económico e ideológico.
En este andar, que es un parpadeo en la historia de la resistencia de los pueblos, aprendemos permanentemente de sus formas de organización, de su mirada de lucha, nos acercamos a sus sueños, que muchos de ellos son también nuestros, aprehendemos la esperanza, a construirla a pesar de una mala jornada y referenciarla en los logros de los hombres y mujeres de los pueblos que han tejido la defensa y vivencia de sus derechos.
Por esto y mucho más, desde el Frayba consideramos que es un privilegio y una responsabilidad el camino andado. Por lo que reiteramos que seguiremos buscando y construyendo con los procesos organizativos que acompañamos en la construcción de justicia y verdad, desde y con quienes siguen siendo victimizadas por el sistema de muerte que busca destruir las dignas causas de los pueblos.
El Estado mexicano, está en una etapa de fortalecimiento acorde a los intereses del Capital y en contra de la Vida. México, se ha convertido en un territorio de graves violaciones a los derechos humanos de la ciudadanía y de población migrante que es expulsada por el terror de la violencia y la miseria en sus países de origen. En este contexto de violencia generalizada y crisis institucional, incumple su responsabilidad de proteger, respetar y garantizar los derechos humanos.
En este periodo electoral todo se agudiza y la impunidad se fortalece. El actual gobierno se sostiene empecinado en mantener su imagen de una autoproclamada Cuarta Transformación, que al igual que los gobiernos anteriores solo consolidan los pactos de impunidad y profundiza la crisis de los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad.
Los escenarios para los pueblos, para la clases marginadas y explotadas, no se vislumbran cambios estructurales. Las perversiones de los gobiernos anteriores se colocan como agenda pendiente de este gobierno, detonando una espiral de violencia, en que la mayoría de la población queda en el abandono y que impacta en: desapariciones de personas, desplazamientos forzados, ejecuciones extrajudiciales, torturas y privaciones arbitrarias de la libertad en un marco de represión y fábrica de culpables instalado como una práctica cotidiana, violaciones a los derechos a la tierra-territorio, agresiones, amenazas y hostigamientos a personas defensoras.
Con base a la documentación de graves violaciones y con el sustento de fuentes directas, sostenemos que en Chiapas existe un dolor e indignación profunda por los mecanismos de la violencia que se dan cotidianamente en el territorio de Chiapas: 1) En la zona Altos con una circunstancia prolongada de desplazamiento forzado, no atendido en sus causas, por la actuación de grupos sucesores del paramilitarismo[1]. 2) En la zona Centro; la desaparición de personas, secuestros y asesinatos. 3) En la zona Costa; la corrupción, la vulnerabilidad de las personas migrantes asediadas por la delincuencia organizada y la represión estatal patente en un mayor control migratorio por las Fuerzas Armadas. 4) la zona Fronteriza; con despojos del territorio, desaparición de personas, reclutamientos forzados, cobros de piso, territorios controlados y zonas silenciadas por la violencia generalizada y 5) la zona Selva; con agresiones, ejecuciones extrajudiciales, secuestros, desplazamientos forzados y amenazas al territorio del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, así como de otras organizaciones y comunidades.
En esta jornada electoral las vías están comprometidas a una elección de continuidad de Estado. Donde las reglas de la gobernanza criminal perfilan que varios de los candidatos estarán vinculados a la delincuencia organizada y en el que otros están en riesgo por no responder a intereses fácticos.
Cabe señalar que la violencia generalizada en el país no es de hoy, ni del actual régimen de gobierno, sino que viene de por lo menos el año 2006, con el exPresidente Felipe Calderón y se mantienen a la fecha. Tres sexenios han pasado, es decir 18 años en que los pactos de impunidad se sostienen y tienen sumergido a Chiapas y todo el territorio mexicano en una crisis de violencia y muerte.
La permisividad y complicidad de los poderes político, económico e ideológico propician un territorio idóneo para que operen los poderes fácticos criminales, configurando de esta manera un escenario de macro-criminalidad, lo cual desarma la narrativa que viene de las altas esferas de los gobiernos estatal y federal con la pretensión de construir una realidad manipulada y distorsionada donde no pasa nada.
En estos tiempos de desasosiego, en este Encuentro Entrelazando La Esperanza, los procesos organizativos y comunidades con las que caminamos nos interpelan, animan y convocan a no desfallecer en la lucha, a seguir construyendo desde los espacios inmediatos, a fortalecer nuestras alianzas y apuestas por la vida, con respeto total a la Madre Tierra.
Estando consientes que no será fácil, que la lucha es de larga duración y requiere la unidad de todas y todos, mujeres, hombres, jóvenes, manteniendo los principios fundamentales de la buena vida, en donde se expresen las diversidades de formas de espiritualidad, cultura e identidad, basados en la memoria colectiva, la verdad y la justicia, que es parte del devenir de las manifestaciones más humanas que los pueblos originarios nos han dejado, como parte de la construcción de la paz en un sentido de integralidad.
Desde el Frayba en sus 35 años, reconocemos la impronta profética de jTatik Samuel y su apuesta de caminar junto a las comunidades. Nosotras y nosotros refrendamos el compromiso con la lucha y defensa de los derechos de los pueblos, agradecemos la confianza y el amor que nos ha abrazado durante estos años, les decimos que estamos aquí enraizados junto a ustedes con su digna lucha que nos alienta e infunde esperanza en el caminar hacia la libertad, para derrumbar los sistemas de opresión.
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[1] Estrategia contrainsurgencia implementada por el Estado mexicano derivado de la insurrección del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
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