
Presos

A 36 años del encarcelamiento México exige la liberación de Mumia
EN MÉXICO EXIGIMOS LIBERTAD PARA MUMIA
Vía amigosdemumiamx / Fotografías:Argelia Guerrero
A los 36 años del encarcelamiento de Mumia Abu-Jamal, sus amigas y amigos en México exigimos su libertad afuera de la embajada del país ampliamente reconocido como líder mundial en guerras, prisiones y violencia policiaca. El acto con canto y palabra se llevó a cabo en solidaridad con su familia y amigos en Filadelfia quienes se manifestaron el mismo día contra los continuos esfuerzos del Estado para asesinarlo de una manera u otra.
¿Quién es Mumia? En sus propias palabras, “un hombre negro libre que vive en cautiverio”. También pensador, periodista, activista y escritor. Uno de los presos políticos mejor conocidos del mundo.
Las y los artistas que reclamaron su libertad eran Batallones Femeninos, ARH Al Intifadah, Van-T, Chino Rastrillos y los Rebíblicos, MC Xozulu, Luz Contreras, Gamaika Rashida, Betún Valerio, Filosoflow, y Eva Palma, quien afirmó que su compañero de vida no murió cuando el gobierno de Peña Nieto lo asesinó, sino que ¡KuyKendall vive! También participaron Lourdes Mejía con una denuncia sobre el asesinato de su hijo Carlos Sinuhé, y Doña Fili, quien habló de las luchas actuales en el país y presentó una hermosa ofrenda en honor a Mumia.
Dimos la bienvenida a la Sexta con Palestina para denunciar la más reciente declaración de Trump que pretende robar Jerusalén de los palestinos y a la vez acelerar enormemente la pérdida de sus vidas y tierras. Lxs compas también ayudaron a recolectar firmas en apoyo a la no-candidata ‘Marichuy’.
El gobierno de Estados Unidos dice que no hay presos políticos en su país, pero el caso de Mumia es emblemático de los de un sinnúmero de personas encerradas por luchar para hacer cambios en el mundo. Él era Pantera Negra en los años 60, y después, simpatizante de la Organización MOVE y periodista que siempre desafiaba el poder. Por eso, cuando un policía blanco fue asesinado en Filadelfia el 9 de diciembre de 1981, Mumia fue incriminado de su muerte por la Policía bajo la dirección de Alfonzo Giordano y enjuiciado en un proceso lleno de atropellos por la Fiscalía de Filadelfia bajo Ron Castille. Ellos contaron con la colaboración del juez William Yohn, quien dijo el primer día de su juicio, “Yo les voy a ayudar a freír el nigger”. Mumia fue condenado a muerte el 3 de julio de 1982.
En el acto también reclamamos libertad para los presos políticos de México, incluyendo los jóvenes anarquistas Fernando Sotelo, Fernando Bárcenas y Miguel Peralta. Agradecimos mucho la presencia de lxs compañerxs Frida y Benito, quien contó la lucha por el agua y vida en San Pedro Tlanixco. El resultado ha sido la criminalización del pueblo entero, el encarcelamiento de una mujer y cinco hombres desde 2003, y la persecución política de otros dos compañeros. El más reciente ataque del Estado deja todxs con sentencias de más de 50 años en prisión. ¡La lucha por su libertad es urgente!
En las prisiones del estado de Pensilvania, Mumia pasó casi tres décadas en el aislamiento del pasillo de la muerte, sin poder tocar a otro ser humano. Estas condiciones solitarias ahora se reconocen como tortura por expertos en derechos humanos. Por fin in 2011, gracias al apoyo internacional que tenía, le quitaron la pena de muerte pero en lugar de liberarlo, lo dejaron con la sentencia de cadena perpetua, es decir, la muerte lenta.
Mumia siempre ha dicho que es inocente, pero sigue encerrado debido a los crímenes cometidos en su contra por sus enemigos para asegurar que la juventud de hoy no siga su ejemplo de lucha.
El 30 de marzo de 2015, Mumia casi murió. Se descubrió que tenía Hepatitis C y después de una lucha de dos años, el movimiento logró que le dieran tratamiento. Ya no tiene Hepatitis C pero las autoridades carcelarias tardaron tanto en darle tratamiento que ahora tiene cirrosis del hígado. Entonces la lucha por su libertad no sólo es lo justo, sino es crucial para que recupere su salud.
Ahora se abre una nueva avenida de apelación debido a que la Suprema Corte de Estados Unidos determinó que el mismo Ron Castille como fiscal, y luego juez que revisó sus propias decisiones, violó los derechos constitucionales de otra persona al ser juez y parte en un caso muy parecido a él de Mumia. Una victoria podría revocar su sentencia de culpabilidad y traer su libertad. Entonces la lucha sigue en los tribunales y en la calle.
En el acto exigimos libertad para Mumia y para decenas de presas y presos encerrados durante décadas en Estados Unidos: ‘los 9 de MOVE’, Jalil Muntaqim, Herman Bell, Dr. Mutulu Shakur, Sundiata Acoli, Jamil Al-Amin y muchos más!
Mumia envió su amor y gratitud a toda la gente que lo ha apoyado. Él no deja de luchar. Le animan los nuevos movimientos que se están formando en las comunidades negras en el país a partir del levantamiento de la juventud de Fergusen, Misuri, en 2014. Desde su celda ha escrito 11 libros, el más reciente siendo ¿Las vidas de los negros alguna vez han importado?, publicado este año por City Lights. En el acto dimos lectura a varios de sus radioensayos que él graba cada semana. Estos incluyen sus análisis de nuestros tiempos; del sistema carcelario; del terror policiaco; de luchas rebeldes y revolucionarias en el mundo; y también tributos a pensadores, luchadores, músicos, escritores y otros presos y presas por luchar, entre otros.
¡Libertad para Mumia! ¡Presxs políticxs libertad! ¡Muerte al sistema carcelario!
81 razones y la lucha por la dignidad en las cárceles de Latinoamérica
Privados de libertad, no de dignidad
El 8 de diciembre del 2010 una tragedia enlutó la vida de decenas de familias, dejando además a todo el mundo desconcertado. Tan sólo unas horas antes, un incendio en la cárcel de San Miguel había producido la muerte de 81 reos y dejado a otros 13 gravemente heridos. El hecho produjo varios motines e intentos de estos, así como huelgas en diversos recintos penitenciarios del país.
Preliminares de una catástrofe
Durante aquella fatídica madrugada del 8 de diciembre, un grupo de internos de la cárcel, subdivididos en “la pieza chica” y “la pieza grande”, —espacios particularmente precarios, desprovistos de iluminación y ventilación— luego de haber ingerido alcohol, comenzaron una riña en donde utilizaron elementos cortopunzantes de distintas dimensiones y un balón de gas acondicionado como lanzallamas.1
El uso de este último fue lo que detonó las llamas, que empezaron a propagarse alrededor de las 5:00 horas. Los bomberos fueron recién alertados a las 05:47 horas, vía telefónica por un propio interno. Para aquel entonces, el fuego había consumido por completo el ala sur del penal, dejando atrapados a los internos y comenzando a matar por asfixia a los reos del ala norte. Recién a esa hora se registraron movimientos de Gendarmería.2
Los gendarmes no utilizaron los escasos mecanismos ni protocolos de emergencia existentes, además la infraestructura disponible (mangueras, red seca y húmeda) no funcionó. A esto se suma el hecho de que las pésimas condiciones de la Cárcel de San Miguel eran ya conocidas por la autoridad. Sin embargo, no se adoptó ninguna modificación presupuestaria para mejorar su condición general.
Como si esto fuera poco, luego de la tragedia, no se proveyó ningún recurso judicial efectivo para las víctimas. Dicho en otros términos, el Estado, luego de haber generado las propias condiciones de una catástrofe sin precedentes en la historia del país, no se hizo cargo siquiera de ofrecer un reparo a las familias de las víctimas. Fue ante tales circunstancias que familias de los internos fallecidos decidieron fundar la agrupación 81 Razones por luchar —a partir de ahora 81 Razones—, con el lema “privado de libertad pero no de dignidad”.
Muchas más que ochenta y un razones
Desde su fundación —a fines del 2010— hasta el presente, 81 Razones se ha encargado de buscar mejoras para la situación de los internos en las distintas regiones del país, a través de asesorías jurídicas, pero por sobre todo, atención y afecto. Asimismo, suele convocar a una velatón conmemorativa los primeros días 8 de cada mes, al tiempo que colabora con otras instancias reivindicativas o solidarias con personas encarceladas.