Autonomia y Resistencia
Intelectuales, académicos, artistas y activistas del mundo en solidaridad con la autonomía zapatista
Carta de solidaridad y apoyo a la resistencia y la autonomía zapatista
Nosotros, nosotras, intelectuales, académicos, artistas, activistas y personas de buena voluntad, así como organizaciones, asociaciones y colectivos de varios países manifestamos nuestra solidaridad con el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en este momento crucial de su historia y rechazamos tajantemente la actual campaña de desinformación, mentiras y calumnias dirigida en contra del zapatismo.
Para nosotras, nosotros, al igual que para mucha gente en el mundo, la lucha zapatista representa un gran ejemplo de resistencia, dignidad, congruencia y creatividad política. Hace 25 años, su ¡Ya Basta! fue un acontecimiento de gran trascendencia y una de las primeras reacciones contundentes a nivel planetario frente a la globalización neoliberal, por lo que contribuyó a impulsar el rechazo y la crítica de un modelo que, en ese entonces, parecía incuestionable. Fue también, y sigue siendo, expresión de la lucha legítima de los pueblos originarios en contra de la dominación y el desprecio sufridos durante siglos y hasta hoy, así como en favor de sus derechos a la autonomía. El auto-gobierno popular que los y las zapatistas han puesto en práctica con las Juntas de Buen Gobierno en sus cinco caracoles constituyen un ejemplo de democracia verdadera y radical, digno de inspirar a los pueblos del mundo y de ser estudiado en todas las facultades de ciencias sociales del planeta. La construcción de la autonomía zapatista representa para nosotros, nosotras, la búsqueda constante, honesta y crítica de un proyecto alternativo y emancipador de suma importancia a la hora de enfrentar los desafíos de un mundo que parece hundirse cada vez más en una profunda crisis, a la vez económica, social, política, ecológica y humana.
Por eso, expresamos nuestra preocupación por la situación que enfrentan las comunidades zapatistas y los pueblos indígenas de México, al ser atacados sus territorios y comunidades por proyectos mineros, turísticos, agro-industriales, de infraestructura, etc., tal como lo ha denunciado el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Concejo Indígena de Gobierno (CIG). En este momento, nos preocupa especialmente los grandes proyectos impulsados por el nuevo gobierno mexicano, como el Corredor Transístmico, el millón de hectáreas de árboles comerciales y el llamado “Tren Maya”, recientemente denunciado como una humillación y una provocación por el subcomandante Moisés, vocero del EZLN, ya que afecta gravemente los territorios de los pueblos mayas que habitan en el sureste mexicano.
Resumen anual 2018 – 1 – Lucha de las comunidades zapatistas
2018 estuvo marcado por dos intentos por parte del EZLN y las comunidades indígenas en resistencia. Estas iniciativas pueden ser vistas como la práctica de la resistencia y de la rebeldía.
Creación del CIG y candidatura independiente
El eje de la resistencia consistió en la formación del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) que busca amplificar el ejemplo del gobierno propio de las comunidades indígenas en varias geografías de México. El Concejo tuvo como principal expresión la campaña de denuncia encabezada por su vocera María de Jesús Patricio, Marichuy. De acuerdo con las palabras dadas de conocer en los primeros meses del año, la participación del CIG, Marichuy y sus aliad@s en el proceso electoral de 2018, tuvo como principal objetivo volver al colocar en el debate nacional la guerra de exterminio contra los pueblos originarios.
La experiencia se saldó con la recolección de 281,955 firmas de apoyo para pedir el registro de la compañera como candidata presidencial independiente. En marzo de 2018, al presentar los resultados de la campaña, el CIG, el EZLN, el Congreso Nacional Indígena (CNI) y la Asociación “Llegó la hora del florecimiento de los pueblos”, afirmaron: “Nuestro caminar sigue. Y la diferencia fundamental con las etapas anteriores es que ahora somos más pueblos originarios caminando juntos, y, LO MÁS IMPORTANTE, ahora somos más personas, grupos, colectivos y organizaciones orientadas a buscar en nosotr@s mism@s las soluciones que, lo sabemos, no vendrán nunca de arriba”.
El balance de esta iniciativa es contrastado dado que si bien se logró colocar la situación de los pueblos originarios en el debate público, la campaña no logró alcanzar un apoyo que parecía factible, a la luz de otras iniciativas impulsadas por el EZLN y sus aliados. Acaso la limitada respuesta a la campaña de firmas tuvo que ver con el ingreso del movimiento indígena en el espacio de la política institucional, incursión que tuvo muchas lecturas desfavorables, desde quienes vieron en ella un intento por restarle votos a López Obrador hasta quienes rechazaron la participación del zapatismo en las elecciones.









