“Semarnat condena asesinatos de ambientalistas. Extiende su más alto reconocimiento a las mujeres y hombres de México que, desde diferentes trincheras luchan por un mundo más justo e igualitario”, publicó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en su página oficial el pasado 31 de enero de 2020.
La postura oficial de la institución medioambiental se inserta en el contexto de violencia creciente contra quienes se oponen a los megaproyectos de desarrollo impulsados por la actual adminitración federal.
Derivado de esta situación, en la publicación de SEMARNAT, el titular de la dependencia, Víctor M. Toledo, informó que impulsará una iniciativa para crear “un cuerpo especializado con la Guardia Nacional y otras órdenes de gobierno que permitan abrir una línea de defensa, prevención y protección al territorio y a los luchadores ambientales”.
Por otro lado, también plantea la elaboración de otra iniciativa para “la constitución, desarrollo y fortalecimiento de los órganos, instrumentos y líneas de intervención de los núcleos sociales ciudadanos y comunitarios que ya desarrollan, o estén dispuestos a hacerlo, procesos de defensa, prevención y protección de las áreas y de los sujetos activos en su conservación y regeneración”.
Sin embargo, pocos días después durante el Foro Naturaleza, Derechos Indígenas y Soberanía Nacional en el Istmo de Tehuantepec realizado en la ciudad de México, el mismo funcionario afirmó que “los trenes van” en referencia a los megaproyectos estelares del actual gobierno federal y rechazados por comunidades campesinas e indígenas: el Tren Transístmico y el Tren Maya.
De acuerdo al informe Análisis Global 2019 de la organización de derechos humanos Front Line Defenders, el aumento en las agresiones contra las y los defensores del medioambiente coincide con la actual administración federal y su impulso a megaproyectos.
Durante su participación en dicho foro, el titular de SEMARNAT provocó la risa de los asistentes cuando defendió la legitimidad de las consultas realizadas el año pasado, debido a que en ellas hubo la participación de 90 por ciento de la población.
“No quiero negar que fue una consulta técnicamente inadecuada, pero este es un proceso, esto es apenas el principio”, respondió Toledo a la reacción del público asistente.
Aún más preocupante, durante su exposición, el funcionario federal afirmó que desde la secretaría bajo su dirección se realiza actualmente la identificación de los focos de resistencia de las comunidades para con ello “dar talleres y apoyos para promover proyectos de economía social y solidaria, agronomía responsable y turismo alternativo” como parte de la estrategia federal para eliminar el rechazo a los megaproyectos.
La postura de Toledo fue la única en defender la imposición de los megaproyectos. Por su parte Miguel Ángel García, integrante de Maderas del Pueblo, planteó que “se debe discutir el modelo de país que tenemos, y destacar el aspecto de la soberanía, pues el Istmo es una región geoestratégica y los 22 mil elementos de la Guardia Nacional desplegados conforman el muro sin tabiques de Trump”.
Como contraste, Bettina Cruz de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo de Tehuantepec subrayó que los beneficiados por la construcción del Tren Transístmico serán las grandes economías mundiales pues ello permitirá el tránsito de mercancías entre Estados Unidos, Europa y Asia. “No es para nosotros es para esto. Por qué nos quieren engañar”, cuestionó Cruz durante su participación en el evento.