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Radio Zapatista

Día 10 – Encuentro de Resistencias y Rebeldías “Algunas partes del todo”

Es ya el décimo día del Encuentro de Resistencias y Rebeldías “Algunas partes del todo” en territorio zapatista, y los testimonios de luchas en diversos puntos del planeta continúan indigando, pero también alentando a continuar construyendo otros mundos posibles.

Desde Colombia, Camila Reyes, del Colectivo Resuena, habló sobre la construcción de la paz en una cultura de violencia, desde la experiencia colombiana, a través de la comunicación no violenta. La organización Blockade Australia utiliza la acción directa para bloquear los proyectos extractivistas y defender los ecosistemas que mantienen la vida en el planeta. También de la geografía llamada Australia, compañerxs hablan de las luchas en defensa de los pueblos originarios contra las fuerzas coloniales. Dos activistas de Eslovenia presentan diversas resistencias en la región de los Balcanes, reunidas a partir de la Travesía por la Vida zapatista.

De la Ciudad de México, el muralista Gato (Roberto Rodríguez Contreras) habló sobre la resistencia a partir de las artes, en particular la pintura. La comunicadora Daliri Oropeza, del Centro de Investigación en Comunicación Comunitaria, habló sobre la resistencia desde el periodismo libre. La Colectiva Hilos surgió en Guadalajara en 2018 y está conformada por artistas, gestoras, psicólogas, sociólogas y diseñadoras que luchan por medio de la expresión artística a través de soportes textiles. Javier Urrea Vega, del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la UNAM, nos habló de la resistencia desde los espacios acdémicos.

Los jóvenes zapatistas volvieron a presentar la obra de teatro que se presentó el 4 de agosto (resumida aquí por el Capitán Marcos).

En reunión plenaria, una compañera zapatista y el Subcomandante Moisés explicaron las razones de los cambios en el gobierno autónomo zapatista y sus nuevas estructuras, inauguradas en 2023, y respondieron preguntas de lxs presentes.

Compartimos aquí los audios de este décidmo día del encuentro.

Roberto Rodríguez Contreras – Gato (muralista, CDMX) (Descarga aquí)  

Daliri Oropeza (Centro de Investigación en Comunicación Comunitaria) (Descarga aquí)  

Camila Reyes del Colectivo Resuena, de la parte del Planeta que llamamos Colombia (Descarga aquí)  

Comentario del Subcomandante Moisés (Descarga aquí)  

Segundo comentario del Subcomandante Moisés (Descarga aquí)  

Blockade Australia (Descarga aquí)  

Colectiva Hilos (Descarga aquí)  

Javier Urrea Vega (Descarga aquí)  

APL / Ambasada Rog / Black Cats / Piata Autonoma Cluj / Cultiva Orasul (Eslovenia y Rumania) (Descarga aquí)  

Una tal llamada Australia (Descarga aquí)  

Plenaria

Compañera no había nacido cuando inició el gobierno autónomo y Subcomandante Moisés (Descarga aquí)  

Cómo manejaban el mal uso del dinero y cómo están pensando la justicia ahora (Descarga aquí)  

Cómo organizarse en común en un contexto como la megalópolis de la CDMX (Descarga aquí)  

Sobre cómo se construye el común en territorio zapatista (Descarga aquí)  

Cómo las mujeres zapatistas resisten el sistema día a día (Descarga aquí)  

Sobre cómo funcionan los Grupos de Autonomía Local (GAL) (Descarga aquí)  

Sobre los resultados que se han visto tras un año con la nueva estructura de gobierno (Descarga aquí)  

Sobre la formación de las autoridades en la nueva estructura de gobierno autónomo (Descarga aquí)  

Sobre la soberanía alimentaria en las comunidades zapatistas (Descarga aquí)  

Sobre el papel de la infancia (Descarga aquí)  

Sobre cómo ve el zapatismo la lucha por el común en las ciudades (Descarga aquí)  

Sobre cómo se trabaja la articulación interzona (Descarga aquí)  

Foto de portada: Noticias de Abajo ML

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Radio Zapatista

Día 9 – Encuentro de Resistencias y Rebeldías “Algunas partes del todo”

La defensa de la tierra y el territorio, la agroecología y el cuidado de la Madre Tierra, la lucha de las y los buscadores ante el terror de la desaparición forzada y el terrorismo de Estado, solidaridad con Palestina y con los pueblos de nuestra América, comercio justo y solidario, luchas sindicalistas, las prácticas del “común”, la transformación mediante el arte. Estos son algunos de los ejes de las pláticas que escuchamos este noveno día del Encuentro de Resistencias y Rebeldías “Algunas partes del todo”, que se lleva a cabo en el semillero Comandanta Ramona del Caracol de Morelia.

De Puerto Rico, la Colectiva Agroecológica de Masificación y Unidad (CAMU) compartió su lucha por la soberanía alimentaria y la defensa del territorio ante la dependencia generada como colonia del imperialismo estadounidense. En Australia, la Red de Solidaridad con los Pueblos Latinoamericanos (LASNET) habló de sus esfueros en solidaridad con diversos pueblos en lucha en América Latina, y Palestina Libre Melbourne compartió su lucha en solidaridad con el pueblo palestino. Desde Italia, la Asamblea transterritorial, transfeminista y antiespecista Corpi e Terra compartió su lucha por la justicia ambiental. La Unión Sindical de Base empezó su ponencia con palabras en solidaridad con Palestina, antes de compartir su lucha por las y los trabajadores en Italia. En Bélgica, un colectivo en la ciudad de Lieja creado en 2006 tras la Sexta Declaración se organiza para distribuir café de las cooperaativas zapatistas. En Alemania, Commons Institut es una red que se organiza para construir el común desde la investigación científica, la enseñanza y la práctica activista. En Italia, la Associazione Ya Basta! Êdî Bese! trabaja desde 1996 en solidaridad con los pueblos en lucha en Chiapas, con proyectos de cooperación internacional, la promoción de estudios culturales y la redacción de artículos divulgativos e informativos.

En el Estado de México, el Colectivo Uniendo Esperanzas reune familiares de personas desaparecidas. A partir de testimonios personales de desaparición y asesinato, las compañeras nos cuentan su incansable lucha ante el dolor indescriptible de la desaparición forzada y el asesinato. En Oaxaca, la Asamblea de Pueblos del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIDTT) es una organización comunitaria de base integrada por asambleas y autoridades; indígenas, tradicionales y agrarias, asambleas en resistencia civil, colectiv@s y cooperativas indígenas de la región del Istmo de Tehuantepec, que trabaja en la defensa de la tierra y el territorio, contra los megaproyectos y por el fortalecimiento del común. Desde hace 20 años, la Juventud Comunista de México trabaja por la transformación a partir del socialismo. La Red de Apoyo Iztapalapa Sexta (RAIS), creada a partir de la creación del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), está compuesta por colectivos y organizaciones adherentes a la Sexta Declaración, que luchan por la construcción de otros mundos con una gran diversidad de acciones.

Compartimos aquí las palabras de este noveno día del encuentro.

Colectiva Agroecológica de Masificación y Unidad – CAMU (Puerto Rico) (Descarga aquí)  

Uniendo Esperanzas / Glorieta de las Mujeres que Luchan (Descarga aquí)  

Justicia para Eury Roy (Descarga aquí)  

Asamblea de Pueblos del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIDTT, Oaxaca) (Lee el documento leído por la APIDTT aquí) (Descarga aquí)  

Juventud Comunista de México (Descarga aquí)  

Red de Solidaridad con los Pueblos Latinoamericanos – LASNET (Australia) (Descarga aquí)  

Palestina Libre Melbourne (Australia) (Descarga aquí)  

Asamblea Corpi e Terra Ni Une Meno (Italia) (Descarga aquí)  

Red de Apoyo Iztapalapa Sexta – RAIS (México) (Descarga aquí)  

Unión Sindical de Base – USB (Italia / Sicilia) (Descarga aquí)  

Colectivo de Café en Liège (Bélgica) (Descarga aquí)  

Commons Institut (Alemania) (Descarga aquí)  

Associazione Ya Basta! Êdi Bese!, Centros Sociales del Noroeste (Italia) (Descarga aquí)  

Foto de portada: Radio Pozol

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Avispa Midia

Israel confirma ataque directo hacia seis periodistas que acusó de terroristas

Fuente: Avispa Midia
Por Sare Frabes

En portada: Fuerzas armadas de Israel mataron a seis periodistas de Al Jazeera. En la imagen, desde la izquierda: Anas al-Sharif, Ibrahim Zaher, Mohammed Noufal, Moamen Aliwa and Mohammed Qreiqeh.

A últimas horas de este domingo (10) fueron asesinados, por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los corresponsales Anas Al-Sharif y Mohammed Qreiqeh, los operadores de cámara Ibrahim Zaher y Moamen Aliwa, y su asistente Mohammed Noufal, tras un ataque contra una tienda de campaña cerca del hospital Al Shifa en Gaza. Medios regionales aseguran que son siete las personas que murieron en este ataque.

En declaraciones recientes, los mandos del ejército israelí confirmaron el ataque en el que asesinaron al corresponsal de Al Jazeera Anas al Sharif, tras acusarlo de haber sido “jefe de una célula terrorista de la organización terrorista Hamás”.

Así mismo, las fuerzas armadas de Israel afirman, como prueba de sus alegatos, que los corresponsales de Al Jazeera contaban con documentos e información de inteligencia en Gaza. Por su parte, defensores de derechos humanos dijeron que los periodistas ya habían sido blanco de ataques por sus reportajes desde la primera línea en el conflicto y que la afirmación de Israel, al catalogarlo como terrorista, carecía de pruebas.

“Si les llegan estas palabras, sepan que Israel ha logrado matarme y silenciar mi voz. En primer lugar, que la paz sea con vosotros y la misericordia y las bendiciones de Dios”, fueron las palabras con las que inicia una misiva que dejó el periodista al Sharif, fechada el 6 de abril de 2025, en la cual enfatiza: “este es mi testamento y mi último mensaje”.

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Radio Zapatista

Día 8 – Encuentro de Resistencias y Rebeldías “Algunas partes del todo”

Este domingo continuó el Encuentro de Resistencias y Rebeldías “Algunas partes del todo” en el semillero Comandanta Ramona del Caracol de Morelia, con comparticiones de luchas en muchas geografías.

En el norte de Italia, el Centro Social de Reggio Emilia, que consiste en tres espacios sociales (Casa Bettola, Laboraorio AQ16 y Città Migrante), lucha por los derechos de las trabajadoras, los derechos de los migrantes, salud integral y apoyo psicológico, educación y politización. En el País Vasco, el colectivo Txiapasekin se organiza en solidaridad con las rebeldías de Chiapas. Desde territorio Mapuche en el sur de Argentina, la Colectiva Corazón del Tiempo en el Tejido de Resistencias y Rebeldías se organiza para resistir en el territorio, creando lazos con resistencias a lo largo de nuestro continente. En Finlandia, el Colectivo Armadillo Suomi, creado en el 2008, se organiza por los migrantes en ese país, por la justicia ambiental, contra los megaproyectos y en solidaridad con diversas luchas en otras geografías. En Boloña, Italia, Municipi Sociali di Bologna Làbas / TPO / Ya Basta Bologna se organizan por la salud popular, la tecnología a servicio de las comunidades, la justicia ambiental. En la otra Europa y en varias geografías de nuestro continente, Mujeres y Disidencias de la Sexta en la Otra Europa y Abya Yala es una red de resistencias y rebeldías creada en respuesta a la invitación de las mujeres zapatistas en el Encuentro de Mujeres que Luchan en 2019. En Alemania, el Colectivo FAU es un sindicato anarcosindicalista que lucha por la justicia laboral en ese país. Luchas Juntes por la Autodeterminación y la Autonomía Democrática es una organización feminista alemana que, entre otras luchas, trabaja en solidaridad con la lucha de las mujeres en Sinyar, Kurdistán. En Italia, El Titiritero de la Cajita Mágica nos provocó con reflexiones sobre la participación de extranjeros en las luchas.

Desde México, un compañero comparte el trabajo de diversas organizaciones que trabajan por la otra salud en Chiapas. Travesías en Espiral, Tejidos de la Memoria es un proyecto que trabajan con danza, teatro, talleres y ocupaciones en zonas de conflicto en varias partes de México. Mujeres Transformando el Mundo es una alianza fronteriza en Chiapas que ofrece acompañamiento ante la violenca que se vive en el estado. En el norte de la Ciudad de México, el Colectivo Luciérnagas que Siembran es parte del proyecto Xochitlanezi del Común, que reúne personas de diversos oficios alrededor del común. En la Ciudad de México, Rácratas se organiza por compartir saberes sobre el cuidado, la protección y la autodefensa en las luchas urbanas. El Observatorio Memoria y Libertad se organiza en la Ciudad de México para documentar y denunciar actos de brutalidad policial en diferentes estados del país. Desde Guadalajara, la Comunidad de Aprendizaje en Libertad Alas es un espacio de aprendizaje para adolescentes inspirado en la Escuelita de la Libertad Según L@s Zapatistas.

Compartimos aquí las palabras de este octavo día del encuentro.

Centro Social de Reggio Emilia (Casa Bettola, AQ16, Città Migrante) (Italia) (Descarga aquí)  

TXIAPASEKIN – Colectivo de Solidaridad con las Rebeldías de Chiapas (País Vasco) (Descarga aquí)  

Iván Jiménez González – Diversas organizaciones por la otra salud (Chiapas, México) (Descarga aquí)  

Colectiva Corazón del Tiempo en el Tejido de Resistencias y Rebeldías (Territorio Mapuche, Argentina) (Descarga aquí)  

Armadillo Suomi (Finlandia) (Descarga aquí)  

Municipi Sociali di Bologna Làbas / TPO / Ya Basta Bologna (Italia) (Descarga aquí)  

Travesía en Espiral, Tejidos de la Memoria (México) (Descarga aquí)  

Mujeres Transformando el Mundo (Descarga aquí)  

Colectivo Luciérnagas que Siembran (norte de la CDMX) (Descarga aquí)  

Mujeres y Disidencias de la Sexta en la Otra Europa y Abya Yala (Descarga aquí)  

Rácratas (México) (Descarga aquí)  

Colectivo FAU (Sindicato Libre de Trabajadorxs, Alemania) (Descarga aquí)  

Observatorio Memoria y Libertad (Descarga aquí)  

El Titiritero de la Cajita Mágica (Italia) (Descarga aquí)  

Comentario Subcomandante Moisés (Descarga aquí)  

Segunda intervención del Subcomandante Moisés (Descarga aquí)  

Tercera intervención del Subcomandante Moisés (Descarga aquí)  

Cuarta intervención del Subcomandante Moisés (Descarga aquí)  

Alas – Comunidad de Aprendizaje en Libertad (Guadalajara) (Descarga aquí)  

Cartas de otros colectivos de Guadalajara leídas por la Comunidad Alas (Descarga aquí)  

Luchar Juntes – La revolución de las mujeres en Kurdistán (Descarga aquí)  

Fotos: Otomíes en Resistencia y Rebeldía

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ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ

3 posdatas 3VII.- PREGUNTAS, IMÁGENES Y SENTIMIENTOS | ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ | Julio de 2025

Fuente: Enlace Zapatista

3 posdatas 3

VII.- PREGUNTAS, IMÁGENES Y SENTIMIENTOS.

  ¿Cuál imagen le conmueve?

  ¿La de un niño extraviado en una multitud de adultos?  ¿La de una niña que no sabe aún que es sólo una pieza de cacería?

  ¿La de una mujer desaparecida, atrapada en el limbo de la violencia sin fin, atenida sólo a que sus cercanos le busquen porque las autoridades sólo están preocupadas por las estadísticas (las oficiales, porque la reales no se pueden manipular)?

  ¿La de una madre, con todo el dolor tatuado en el rostro, buscando a su cría desaparecida?

  ¿La de los cadáveres de infantes entre los escombros de Gaza?

  ¿La del migrante hombre, mujer, otroa (no importa el género sino el color de piel), que descubre que el terror no reconoce fronteras ni nacionalidades, y que tiene que agregar a las remesas el envío de miedo y desesperanza?

  ¿La de loa otroa, orgullosa de su ropaje de luces, con el rostro descompuesto al ver acercarse las luces rojas y azules de la policía?

  ¿La de la familia del trabajador, la empleada, el chofer, la repartidora, el albañil, la profesora, que no puede disponer del seguro porque el abogado del patrón “demostró” que el accidente que le costó la vida “no fue en horario laboral”?

  ¿La del pueblo originario (el Tata Juan Chávez nos enseñó que así se nombra a quien el de arriba llama “indio”, y que hay pueblos, naciones, tribus y barrios originarios) que mira desconcertado al que tiene su mismo color de piel pero no de corazón (ahora es funcionario -que quiere decir que tiene el color del dinero)-, que le dice algo y le entrega papeles, y ese pueblo no entiende que le están diciendo que será desalojado porque es invasor de la tierra que trabajaron sus padres y madres, sus abuelas y abuelos, sus bisabuelos y bisabuelas y así hasta siglos antes, pero que no se preocupe porque con esa mina, ese campo de fotoceldas, ese complejo turístico, esa autopista, ese tren turístico, ese centro comercial, llegará el progreso y la civilización y al fin podrá volver a ser peón de un nuevo hacendado?

-*-

  ¿Cuál imagen le indigna?

  ¿La de Trump masturbándose mientras ve las noticias de más y más infantes asesinados en Palestina, y se imagina un complejo turístico “grande y hermoso” construido sobre los cadáveres?

  ¿La de Netanyahu declarando a la televisión internacional que Irán está atentando contra civiles con sus bombas y debería ser condenado por la comunidad internacional?

  ¿La del ministerio público que mira con morbo a la jovencita ultrajada mientras la juzga, sentencia y condena “porque con esas ropas, mija, tú te lo buscaste”?

  ¿La de la funcionaria transformadora que, para demostrar que está comprometida con las causas justas, ante la demanda de búsqueda de desaparecidas, “regala” picos y palas? (“oiga, pero las están cobrando”; “Bah, a ese precio están como regaladas”).

  ¿La del policía del ICE gringo que golpea con saña a un migrante que le dice, el rostro sangrante, que él está en la Unión Americana desde antes que ese agente naciera?

  ¿La de loa otroa, con el cuerpo roto cubierto de orines y sangre, mientras el de la cámara envía a su jefe la foto y el mensaje “va la foto del putito que quebraron”?

  ¿La del abogado que argumenta: “las leyes se estudian para saber cómo violarlas… legalmente, claro”?

  ¿La de la preclara legisladora progresista que, soberbia vana, consigue condenar a quien puso un tuit (o como se diga) diciendo lo que todos saben que es cierto, pero, al mismo tiempo, teme, humildad impuesta, que le cancelen la visa gringa?

  ¿La de funcionarios que no funcionan si no “se aceita la maquina”, o lo que es lo mismo: “with money dancing the dog”?

-*-

 Y ¿por qué necesita esas imágenes -si es que le conmueven e indignan, claro-, para reconocerse como ser humano?

-*-

  En la pirámide mundial, la geografía de la modernidad y el progreso, su mapa pues, es un gigantesco mural con fotos.

  Arriba: las imágenes retocadas de las distintas marcas del Gran Capital.  Pocas.

  Abajo: millones de imágenes de desaparecidas, muertos y olvidadas.  Selvas devastadas con máquinas y estupidez.  Ríos y lagunas contaminadas con las heces mortales de las mineras.  Pueblos originarios que ataño eran vida y hoy son un complejo hotelero “todo incluido”.  Las colonias marginales.  Los cielos humeantes de las ciudades industriales con piezas y engranes de carne y hueso.  Guerras donde mueren los desechables de siempre.  Un cementerio clandestino como Patria.

-*-

  Pero tal vez no es todo.  Tal vez, ahí, en ese rincón, abajo y a la izquierda, hay quien resiste y, resistiendo, se rebela y revela.  Tal vez…

“Son las voces, los brazos y los pies decisivos,
y los rostros perfectos, y los ojos de fuego,
y la táctica en vilo de quienes hoy te odian
para amarte mañana cuando el alba sea alba
y no chorro de insultos, y no río de fatigas,”
y no una puerta falsa para huir de rodillas.”

Declaración de Odio.  Efraín Huerta (1914-1982).

Desde las Montañas del Sureste Mexicano.

El Capitán.
México, Julio del 2025.

Imágenes de preparativos para el «Encuentro de Resistencias y Rebeldías Algunas Partes del Todo» en agosto del 2025, Terci@s Compas Zapatistas
Audio: Voz y palabras de Eduardo Galeano, fragmentos de los textos «Los Ausentes», «El disfraz de la guerra», «Educación y Cultura» y «El Mundo». Entrevista de Mundo Untref, 2012.

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mate amargo

La Doctrina Trump, Netanyahu y el paisaje después de la batalla

Por Carlos Fazio (*)
Dibujo de portada Adán Iglesias Toledo (**)

Tras una sucesión de ultimátums, incluida la exigencia de la rendición incondicional de Irán al ayatolá Alí Jamenei, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cometió perfidia como táctica dilatoria para engañar a un adversario que se aprestaba a acudir a la sexta ronda de negociaciones diplomáticas sobre la cuestión nuclear, mientras daba luz verde a Israel para llevar a cabo su blitzkrieg (guerra relámpago) del 13 de junio, con eje en la táctica militar de shock and awe (conmoción y pavor).

Pero después, cuando en el marco de una guerra híbrida altamente asimétrica provocada de manera ilegal por dos potencias nucleares (EU e Israel), Irán respondió por razones de mera supervivencia institucional, militar y simbólica ‑y con apego a la Carta de la ONU en su derecho a la legítima defensa‑ de manera mesurada y proporcional (aunque en términos escatológicos hizo “merde” el tan cacareado Domo de Hierro así como el mito de la disuasión israelo-estadunidense), ante la desesperación de su compinche, el asesino serial Benjamín Netanyahu, el 21 de junio “papi”(como llamó a Trump en La Haya, su lamebotas, el secretario de la OTAN, Mark Rutte), ordenó la Operación Martillo de Medianoche, “la más compleja y secreta de la historia”, según el secretario de Defensa de EU, Pete Hegseth.

Bajo el lema de “la paz a través de la guerra”, dando rienda suelta a su narcisismo patológico y fiel a su idiosincrasia de presentar “hechos alternativos” como si fueran la realidad ‑base fundamental de la comunicación trumpista, capaz de presentarse como el “pacificador” tras haber provocado una guerra para descarrilar un proceso de negociación que se le hacía demasiado largo‑, Trump se ufanó del “éxito militar espectacular” tras el bombardeo a tres instalaciones nucleares pacíficas iraníes por aviones B-2 y un submarino estadunidenses, y dio por sentado que dos bombas “rompe búnkeres”, conocidas como Penetradores de Artillería Masiva GBU-57 (MOP), habían destruido “completa y totalmente” la central de Fordo y, ahora, “Irán, el matón de Medio Oriente”, debía hacer la paz.

No obstante, según una evaluación temprana de la Agencia de Inteligencia de Defensa y el Comando Central de EU ‑presuntamente filtrada por Israel y difundida por CNN, NBC News y The New York Times‑, los ataques a las instalaciones de Fordo, Natanz e Isfahán no lograron destruir los componentes centrales del programa atómico de Teherán y probablemente solo lo retrasaron seis meses. A su vez, el periodista estadunidense Seymour Hersh sugirió que el objetivo real del ataque militar de EU era la “contención” nuclear. Dijo que más que destruir el complejo subterráneo de Fordo, el objetivo era “sellar” esa instalación que habría albergado más de 400 kg de uranio enriquecido al 60 %, según reportes internacionales. En su opinión, el ataque no buscó destruir directamente el material nuclear ni las centrifugadoras, sino “colapsar” las entradas y ductos de ventilación, dejándolos inaccesibles, sumiendo el programa nuclear iraní en una “tumba hermética”.

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ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ | EZLN

3 POSDATAS 3 II.- POSDATA DE RAZAS Y OTRAS DIFERENCIAS. Un continente, muchos colores | ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ | Junio de 2025

3 POSDATAS 3
II.- POSDATA DE RAZAS Y OTRAS DIFERENCIAS.
Un continente, muchos colores.

  Si usted pintara cada geografía con un color diferente, ¿cuál sería el elegido?

  Pongamos que, en el continente americano, usted escoge el amarillo tirando a naranja.  Es un color muy a la moda en el norte de ese continente.  Muy a tono con el ICE gringo, cuyas tropas ocultan sus rostros para no mostrar que su piel tal vez es del mismo color que sus perseguidos.  “Beaners” o “frijoleros”, es el término despectivo que usan para describir a sus víctimas.  Con esa doble referencia a lo que se come y al color de la piel.  También solían usar el de “cafecitos” (“brownies”).

  El color de la piel y las identidades culturales son, para los de arriba y sus sicarios, un recurso para identificar al enemigo a liquidar.  El ejército mexicano (hoy tan adorado por el progresismo que ayer clamaba contra él), cuando invadió territorio zapatista en 1995 -producto de la traición de Ernesto Zedillo Ponce de León en febrero de ese año-, atacaba a las comunidades para robar (como ahora lo hace la llamada Fuerza de Reacción Inmediata Pakal del gobierno estatal de Chiapas) las pocas pertenencias de los originarios.  Al invadir gritaban: “¡Pinches indios pozoleros!”

  Lo paradójico es que, cuando se desertaban, los soldados pasaban por las mismas comunidades que habían saqueado, suplicando por un poco de… pozol.

  Pero no se distraiga usted con recuerdos políticamente incorrectos hoy día.  Estamos hablando de colores de piel.

  Hay más: por ejemplo, la lengua.  Para el señor Trump es evidente que los “frijoleros” no sólo hablan muy otro el inglés, también han creado su propia lengua.

  En enero de 1994, cuando decenas de miles de federales arribaron a Chiapas para “acabar con los transgresores de la ley”, un oficial que se desertó cuando se dio cuenta de a quién perseguían, nos contó que preguntaban a los altos mandos cómo identificaban a “los zapatistas”.  Los generales respondían: “son bajitos, piel oscura, hablan mal o no hablan español, y sus ropas son muy de museo y tienda de artesanías”.  La tropa se miraba entre sí.  Eran millones quienes respondían a esa descripción.

  Traigo este recuerdo porque ése es el criterio “criminal” que usa el ICE gringo para detener, golpear, encarcelar y deportar a migrantes.

  ¿Importa que el detenido tenga papeles?  No, lo que importa es el color de su piel, su slang, argot, jerga (acá decimos “el modo”), su bigote, su ropa holgada, y que, frente a una hamburguesa y unos tacos, elige… los tacos (“con cilantro, cebolla, tomate y harta salsa por favor”).  Si además es parte del movimiento LGBTIQ+, bueno, pues es un criminal con todas las agravantes.

  En los primeros años del alzamiento, en los cuarteles del ejército federal, hacían lo posible por convencer a las tropas de atacar a los zapatistas.  Por ejemplo, les presentaban obras de teatro (un recurso pedagógico válido) donde el finado SupMarcos era gay, homosexual, puto, maricón, mariposón, mayate, muerde-almohadas, o como se les diga ahora.  Todos querían interpretar el papel del finado porque, lo que sea de cada quien, era guapo el hombre.

-*-

  Empezamos con colores de piel, de ahí a cultura, lengua, estatura, comida, ropa, identidad sexual y afectiva, etcétera.  Agregue ahora su condición, legal o no, de tener otra geografía como lugar de nacimiento propio o de sus antecesores.  Migrante, o de padres, abuelos, bisabuelos migrantes.  Ahí tiene usted el perfil del criminal a perseguir.

  Ahora contemple cualquier geografía e identifique a las personas que cumplan con ese perfil “científico” (que apenaría a cualquier serie gringa donde la policía siempre es brillante, bonita y, sobre todo, incorruptible y respetuosa de la ley), y verá que son millones.

  Sin ir muy lejos, el gabinete de Trump tiene, en sus puestos claves, a descendientes de migrantes.  Marco Rubio, secretario de Estado, no tiene un apellido muy anglo que digamos y es hijo de migrantes cubanos.  Kristy Noem, secretaria de seguridad nacional, es de ascendencia noruega.  Sin puesto (todavía) en el gabinete, está el senador de ultraderecha Ted Cruz, de padre cubano, y se llama Rafael.  Lori Chavez, secretaria del trabajo, es de ascendencia mexicana.  Trump es descendiente de migrantes y su señora esposa es eslovena de nacimiento.

  Puesto que está difícil diferenciar con esos criterios, entonces ubiquemos el argumento reiterado: son delincuentes.  En realidad, lo que no se dice es que los toman como “potenciales delincuentes”.

  Deje usted de lado que varios de ese gabinete tienen acusaciones de abuso sexual y drogas. No está probado.  Entonces concéntrese en quienes son convictos, es decir, juzgados y declarados culpables.  ¿Lo ve?, sí, Donald Trump.

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  En cuanto a migración, los llamados, pretenciosamente, Estados Nacionales, por iniciativa propia, y coincidiendo luego con la posición policíaca norteamericana, hacen lo propio.  Al sur de la Unión Americana, México ha puesto un dispositivo criminal contra la migración que proviene de Centroamérica y, a través de ésta, de otros países.  El Instituto Nacional de Migración es una réplica, en ilegalidad, brutalidad, arbitrariedad y violencia, de la Border Patrol y el ICE de los EUA.  Y el racismo en la sociedad no se queda atrás.  Claro, con sus diferencias.  En USA los golpean, los encarcelan y los deportan.  En México los venden a los cárteles postores, los extorsionan, encierran, desaparecen, asesinan… y los queman vivos.

  En El Salvador, Bukele (formado en la escuela de cuadros del FMLN hecho partido) los encierra y televisa las condiciones en que se encuentran.  Lo que no impide que reciba su tajada del crimen organizado.

  La historia se repite en el resto de los países que tienen en esos colores oscuros su fundamento y su historia.  En el Chile progresista (já) y la Argentina de Milei, la gente de la tierra, el pueblo Mapuche, es acosado desde siglos (aunque ha salido 10, 100, mil veces vencedor).  En el Brasil progresista, en el Amazonas opera un etnocidio “silencioso”.  Geografías como Ecuador, Bolivia, Perú y Colombia reprimen como pueden las protestas y rebeliones de originarios, quienes tienen el color de la tierra.

  Y sin embargo, en los escaparates del progresismo (que, paradójicamente, se empeña en reivindicar el pasado), a veces lucen sus galas algunos maniquís “indígenas” que aspiran, como servidumbre, a que su color sea tolerado en los pisos superiores de la pirámide.  O sea, como adorno de bisutería, barato y reemplazable.

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  Los Estados Nacionales nacen del despojo de riquezas.  Pero no sólo de ellas, también de identidades, diferencias y particularidades.  El Estado Nación, con el mito de la ciudadanía, impone una homogeneidad y hegemoniza.  Bandera, escudo, himno, fuerza armada, equipos nacionales de deportes, historia y lengua oficiales, moneda, estructura legal e impartición de la justicia; todo contribuye a suplantar, con una imposición violenta, las diferencias de color, raza, lengua, género y, ojo, posición social, historia y cultura.

  Es “ciudadano” el negro, el café, el amarillo, el rojo, el blanco.  Lo es el alto y el chaparro; el gordo y el flaco; el hombre, la mujer y loa otroa; el mestizo y el indígena; el patrón y el empleado; el rico y el pobre.

  En este sentido es igual el pueblo originario que es despojado de su territorio, que el que ejecuta la orden de desalojo y el funcionario “indígena” que avaló ese robo.  La mujer víctima de violencia es igual que el macho que la desaparece, asesina o agrede.  La persona transgénero es igual que el policía que se “excede” en el cumplimiento de su deber.  La empleada de una cafetería es igual que Carlos Slim.  Y así.

  Y esas “ciudadanías” se respaldan en una nacionalidad, la que, a su vez, sostiene los argumentos para genocidios, crímenes de todos los tamaños, y guerras… para eliminar a los prescindibles.

-*-

  Si hay diferentes colores arriba, en la cúspide de la pirámide, y abajo, en la base que soporta sobre sus corazones el peso de la riqueza de los de arriba, ¿cuál es entonces la diferencia?

  El lugar en la pirámide.

  Con todas sus diferencias, particularidades, colores, quienes están en la base de esa estructura tienen en común que son desechables.  Y, por lo mismo, las guerras (en todas sus variantes) son para deshacerse de ellos.

-*-

  En todos los rincones de este planeta, incluso los más apartados, hay una pirámide mediana, grande o pequeña.  Se piensa a sí misma como eterna, poderosa e indestructible.

  Hasta que alguien dice “no más”, se hace colectivo organizado y la derriba al grito de…

¡A la chingada el pirámide!
اللعنة على الهرم
jebem ti piramidu
γαμώ την πυραμίδα
Fuck the pyramid
scheiß auf die Pyramide
fanculo la pirámide
putain la pyramide
merda á pirámide
мамка му, пирамидата
屌個金字塔
a la xingada la pirámide
ser*u na pyramidu
他妈的金字塔
피라미드 엿먹어
kneppe pyramiden
do kelu pyramídu
kurat püramiidist
vittu pyramidi
joder pe pirámide rehe
לעזאזל עם הפירמידה
neuk de pirámide
baszd meg a piramis
tada leis an pirimid
fokkið við pýramídanum
ピラミッドなんてクソくらえ
pîramîdê qelandin
Pyramidem in malam rem!
Ssexsi lpiramid
xijtlasojtla nopa pirámide
knulle pyramiden
لعنت به هرم
pieprzyć piramidę
foda-se a pirámide
pirámide nisqawan joder
la dracu’ cu piramida
к черту пирамиду
је*и пирамиду
knulla pyramiden
piramiti siktir et
до біса піраміду.
piramideari madarikatua
shaya iphiramidi

-*-

  Pero, en su lugar, ¿hacemos otra pirámide?

  ¿O algo diferente?

  Tal vez en un encuentro de algunas partes del todo se insinúe una respuesta.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

El Capitán.
Junio del 2025.

radio
ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ | EZLN

3 Postdatas 3. I.-PD GLOBALIZADA. Un planeta, muchas guerras | ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ | Junio de 2025

3 Postdatas 3.

I.-PD GLOBALIZADA.
Un planeta, muchas guerras.

Nota: Este año se cumplen 20 de la Sexta Declaración y 5 de la Declaración por La Vida.  Con la VI señalamos claramente nuestra posición anticapitalista y la distancia crítica a la política institucional.  Con el empeño de la Declaración por la Vida intentamos ampliar la invitación a una compartición de resistencias y rebeldías.  Para nuestras compañeras, compañeros y compañeroas de la Sexta y de la Declaración por la Vida han sido años difíciles, sin embargo, nos hemos mantenido sin rendirnos, sin vendernos y sin claudicar.  La tormenta ya no es un mal presagio, es una realidad presente.  Vayan pues las siguientes posdatas para reafirmar nuestro compromiso, y nuestro cariño y respeto por quienes, siendo diferentes y diversos, comparten vocación y destino según los modos, calendarios y geografías de cada quien.

-*-

  Todas las guerras son ajenas mientras no toquen a tu puerta.  Pero la Tormenta no llama antes.  Cuando la percibes ya no tienes puerta, ni paredes, ni techo, ni ventanas.  No hay casa.  No hay vida.  Cuando se marcha, sólo queda el olor de la pesadilla mortal.

  Ya llegará el hedor del diésel y la gasolina de las máquinas, el ruido con el que se construye sobre lo destruido.  “Escuchad”, dice la bestia de oro, “ese sonido anuncia la llegada del progreso”.

  Así, hasta la siguiente guerra.

-*-

  La guerra es la patria del caos, del desorden, de la arbitrariedad y la deshumanización.  La guerra es la patria del dinero.

  El uso de misiles, drones y aeronaves manejadas por IA no son una “humanización” de la guerra.  Más bien es un cálculo económico.  Rinde más en ganancia una máquina que un ser humano.  Son más caras, es cierto.  Pero, vamos, es una inversión a mediano plazo.  Es mayor su capacidad destructora.  Y no hay problemas posteriores con remordimientos de conciencia, veteranos lisiados física y mentalmente, demandas, protestas, “body bags” y juicios inútiles en tribunales internacionales.

  Así será hasta que el derramamiento de sangre del agresor vuelva a ser rentable.

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  Se suele calcular cuánta gente podría alimentarse con lo que se gasta en las guerras depredadoras.  Pero, además de que es inútil apelar a la sensibilidad y la empatía del Capital, no se mide bien.

  Lo que hay que cuantificar es cuanta ganancia dará el centro comercial y la zona turística cuando se erija sobre un montón de cadáveres ocultos bajo los escombros (ocultos, a su vez, bajo los hoteles y centros recreativos).  Sólo así se puede entender el verdadero carácter de una guerra.

  Los cimientos de la civilización moderna no se construyen con concreto, sino con carne, huesos y sangre, mucha sangre.

  El sistema destruye, para vender luego la reposición.  A las ciudades destruidas, se seguirá un paisaje de edificios de apartamentos, brillantes rascacielos, centros comerciales y campos de golf tan inteligentes que hasta Trump gana, mientras Netanyahu da cátedra de derechos humanos, Putin organiza carreras de osos siberianos, y Xi Jinping vende los boletos.  Un signo monetario brilla en la cima de la pirámide que congrega al culto del dinero.

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  En las últimas guerras, la soberbia Europa de arriba ha funcionado como cabeza de playa.  Algo acorde con la función de zona de recreación y entretenimiento para el Capital.  El llamado “eurocentrismo” es ya parte de un pasado nostálgico y rancio.  El rumbo de esa Europa se decide en los consejos de accionistas y los “lobbies” de las grandes empresas.  El jefe de Amazon celebra su matrimonio en la piscina de su casa de campo (Venecia), y la OTAN es la sucursal de reparto y cliente de las mercancías más rentables: las armas.

  Los gobiernos de los Estados Nacionales de ese continente se tapan el rostro modosamente ante el “Padre Padrone”, de quien sueñan independizarse alistándose en el ejército del Capital.  Ya no en un futuro, sino ahora mismo (como en Ucrania), el Capital pone las armas, Europa los muertos presentes y futuros, Putin los hologramas de una mezcla de Zarismo con URSS, y Xi Jinping afina su propuesta alternativa de pirámide social.

  Cerca de ahí, no la prole de Trump, sino los herederos de las grandes compañías sueñan con vacacionar en una Palestina libre… de palestinos.  Netanyahu, o su equivalente, será el amable anfitrión y, en las sobremesas, divertirá a los visitantes con anécdotas de infantes, mujeres, hombres, ancianos, hospitales y escuelas muertos de bomba y muertos de hambre.  “Ahorré millones usando los centros de distribución de alimentos como cotos de caza”, alardeará mientras sirve el Zibdieh.  Los comensales aplaudirán.

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  La guerra es la opción primera del Capital para deshacerse de los desechables.  Religión, corrección o incorrección políticas (eso ya dejó de importar), discursos enardecidos e historias heroicas fabricadas con IA, ceses al fuego con explosiones y disparos como música de fondo, treguas según indiquen las casas de bolsa y los precios del petróleo; todo eso no es más que la escenografía.

  Los dioses diversos simulan estar atareados abanderando muerte y destrucción de uno y otro bando.  Y el verdadero dios que todo lo puede y está en todas partes, el Capital, permanece discreto.  O no, el cinismo es ahora virtud.  Detrás de todo se esconde lo principal: el balance en la contabilidad de las grandes empresas y los bancos.

  La legislación internacional sobre conflictos militares tiene décadas obsoleta.  En las guerras modernas, la ONU es sólo una referencia para las celebraciones escolares.  Sus afirmaciones no van más allá de las declaraciones de una aspirante en un concurso de belleza: “Deseo la paz en el mundo”.

  Los ejércitos del Capital son el equivalente a los servicios de entrega a domicilio.  Y hay quien, lejos en geografía del lugar de la entrega, califica: “5 estrellas para Netanyahu”.  En la disputa por el premio al “repartidor del año”, Trump, Putin y Netanyahu puntean, cierto.  Pero el sistema siempre tendrá la opción de elegir a otros… u otras (no olvidar la paridad de género).

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  Por los medios de comunicación masiva, redes sociales incluidas, las geografías lejanas del territorio agredido, se asumen como espectadoras.  Como si fuera una confrontación deportiva, eligen su favorito, toman partido por uno y otro bando.  Aplauden a uno y abuchean al otro.  Se alegran por los aciertos y se entristecen por las fallas de los contendientes.  En los palcos de narración, especialistas aderezan el espectáculo.  “Geopolítica”, le dicen.  Y suspiran por cambiar de dominador, no por cambiar la relación en la que son víctimas.

  Olvidan acaso que el mundo no es un estadio deportivo.  En cambio, semeja un gigantesco coliseo donde las futuras víctimas aplauden mientras esperan su turno.  No son gladiadores en la antesala, son las piezas de caza que víctimas serán de máquinas de guerra.  Mientras, bots con todos los avatares e ingeniosos apodos, dirigen los aplausos, los rugidos y hurras; y, llegado su tiempo, el tañido de lágrimas y lamentos.

  Desde su palco de honor, el Capital agradece los aplausos del público y escucha lo que los espectadores gritan con mudas palabras: “Salve César, los que van a morir te saludan”.

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  Y sin embargo…

  Un día, sobre las ruinas de la historia, yacerá el cadáver de un sistema que se creyó eterno y omnipresente.  Antes de esa madrugada, hablar de paz es sólo un sarcasmo para las víctimas.  Pero ese día, el sol de oriente mirará, sorprendido, a Palestina viva.  Y libre, porque sólo libre se vive.

  Porque hay quien dice “NO”.

  Hay quien no quiere cambiar de patrón, sino no tener patrón.

  Hay quien resiste, se rebela… y se revela.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.


El Capitán.
Junio del 2025.

radio
Avispa Midia

Oaxaca: A través de Jornada de Solidaridad con el pueblo Palestino, exigen un alto al genocidio en Gaza

Fuente: Avispa Midia

Por Rocío Heredia

Foto de portada: Santiago Navarro F

La biblioteca Henestrosa fue el espacio donde este viernes 30 de mayo a partir de las 6 de la tarde, dio inicio la Jornada de Solidaridad con el pueblo Palestino, que culminará el próximo 26 de julio. Organizada por el Colectivo Oaxaca en Solidaridad con Palestina, esta jornada de actividades ha sido planeada para “alzar la voz frente a una de las mayores tragedias de nuestro tiempo: el genocidio y el despojo de décadas que vive y resiste el pueblo palestino en manos del sionismo y el fascismo”, expresaron en su comunicado las y los integrantes de dicha colectividad.


Apenas caía la tarde del sábado 30 de mayo al interior de la biblioteca Henestrosa, cuando su inmenso patio comenzaba a concurrirse con la presencia de un público diverso, que llegaba principalmente por dos motivos: informarse y apoyar la causa de alto al genocidio estadounidense-israelí contra una población de 2.3 millones de palestinos y palestinas en Gaza.

Al costado derecho de la biblioteca, sobre los muros de una de sus salas el público admiraba y fotografiaba las decenas de carteles pro Palestina libre: una mamá explicándole con entusiasmo la composición de un cartel a su pequeño; un señor de la tercera edad tomándole fotos, con cierta dificultad, a uno de los carteles ubicado en la parte superior de la exposición; una pareja de jóvenes tomados de la mano admirando con total concentración las obras, fueron algunas de las escenas de ternura sincronizadas con la calurosa energía del espacio.

De pronto, una joven irrumpió el murmullo colectivo para hacer un llamado de atención a la conferencia de prensa que dio inicio con la lectura de un posicionamiento redactado por el colectivo organizador: “somos un esfuerzo colectivo, autónomo e independiente de cualquier partido político, organismo no gubernamental, empresa privada u organización formal”.

Desde la formación de esta red en mayo del 2024, las y los integrantes han alzado la voz “frente a una de las mayores tragedias de nuestro tiempo: el genocidio y el despojo de décadas que vive y resiste el pueblo palestino en manos del sionismo y el fascismo”, compartieron en su comunicado. También, han organizado más de una veintena de actividades (presenciales y virtuales) como: la recaudación de fondos para el comedor comunitario Gaza Soup Kitchen y la recolección de firmas para exigir al gobierno mexicano que corte relaciones con el gobierno de Israel.

Fotos: Santiago Navarro F

En torno a Gaza Soup Kitchen, Charlynne Curiel docente universitaria de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), comparte en entrevista para Avispa Mídia que “es uno de los pocos proyectos a los que se les puede enviar dinero para que puedan comprar y gestionar alimentación, que es una gota en un mar, pero es algo, entonces, desde que inicio Oaxaca con Palestina enviamos lo poco que podemos recaudar a este proyecto”.

Así mismo, la profesora y activista puntualiza que “desde el 7 de octubre del 2023 [cuando inició el genocidio actual] el gobierno de Netanyahu decidió entorpecer el aprovisionamiento de alimentos, de electricidad, de agua, de gasolina, de medicamentos y en los últimos tres meses, es decir, desde el 6 de marzo se cerraron todas las fronteras a la ayuda humanitaria, entonces la gente está en riesgo de inanición: se están muriendo de hambre”, declaró.

Para el día en que dio inicio esta Jornada solidaria, es decir el 30 de mayo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró que Gaza se ha convertido “en el lugar con más hambre del planeta y donde el 100% de la gente está en riesgo de hambruna”, una crisis posible debido al bloqueo de ayuda humanitaria referido por Curiel.

En el arranque de esta jornada, pocas personas se animaron a compartir su opinión en el micrófono, no obstante, fue muy emotiva la participación de un abuelo que se puso de pie para dirigirse a la juventud presente y decirles: “¡están del lado correcto de la historia!”.

Rato después al término de la conferencia, una joven dio lectura a un conmovedor texto donde rememora que: “en 1946 Palestina fue ocupada, sobre ella instalaron lo que hoy denominan Israel que desde entonces ha fungido como colonia de los Estados Unidos para el control geopolítico de Oriente Medio, eso con la ayuda y financiamiento de Europa, a esta invasión se le conoce en árabe como la “nakba” (catástrofe)”.

Luego, continuó con un llamado a la empatía lanzando líneas que decían algo así: “imagina buscar una y otra vez a tus familiares bajo tierra porque el misil hecho en Estados Unidos cayó justo ahí donde se refugiaban, sólo encuentras partes de sus cuerpos y aullando de dolor recoges de los escombros un pie, una mano, una cabeza” … para culminar diciendo: “Y si aún con tu último aliento intentas defenderte o sobrevivir, te dirán terrorista”.

En un inconsciente intento por contener las emociones generadas en torno a la lectura ya mencionada, tocó la participación de un joven conocido en la escena local como “Flores” que –entre otras cosas—se dedica a componer e interpretar corridos contra el Poder y la tiranía. En compañía de su guitarra y con la animada actitud que lo caracterizan, Flores interpretó poco menos de diez temas entre los que se encontró el ya afamado entre las colectividades en rebeldía Demolición, canción con la que Los Saicos –una agrupación punk peruana— puso a bailar a toda una generación a finales de los sesentas.

Boicot

Detrás de ese escenario ya animado con la música de este joven al que es imposible definir en un género musical específico, Eugenia Islas, integrante del Colectivo organizador, comunicóloga y maestrante de Acción Social en Oaxaca, accedía a una entrevista para Avispa Mídia. Al preguntarle sobre qué acciones serían necesarias para frenar de manera efectiva el genocidio, ella apunta hacia el boicot: “si todos los pueblos del mundo nos organizáramos y boicoteáramos y exigiéramos romper relaciones con Israel, Israel estaría aislado, tendría este castigo internacional de aislamiento”.

La estudiante Islas complementa argumentando que, “hay una organización que se llama BDS [Boicot, Desinversión y Sanciones] y en todo el planeta promueve el boicot económico, que las personas no consumamos productos que vienen de Estados Unidos o Israel. El boicot, la desinversión, las sanciones: Israel no puede tener toda esa tecnología de punta para bombardear a todo un pueblo y que nadie haga nada”.

De acuerdo con el movimiento BDS, algunas de las marcas y empresas en complicidad con Israel que operan en México son: HP, Disney, DELL, Amazon, Google, HSBC, Coca-cola, Domino´s, Burger King y Airbnb, entre muchas más.

En la misma sintonía que Eugenia, la profesora Charlynne Curiel –quien también accedió a una entrevista—señala a la economía como una pieza central en la vitalidad del Estado israelí, una economía vinculada a la industria bélica: “los intereses del capital son muy poderosos de lo que nos estamos dando cuenta después de esto es que la complicidad que Occidente ha tenido con Israel ha tenido una estructura de dominación y de poder y de intereses donde el sionismo está detrás de todo: del cine, del arte, la educación, el petróleo, el agua, el gas, de la industria armamentista”.

Foto: Santiago Navarro F

Charlynne agrega que “además porque estamos en un momento de la historia en que se están organizando las fuerzas neofascistas, que implican o tienen en su entraña una agenda bélica, armamentista, le están apostando a la venta de armas y mientras haya guerra ellos ganan”.

Respecto a esta necesidad de cortar todo tipo de relación con Israel, encontramos la iniciativa ciudadana de recolección de firmas para exigir el rompimiento del gobierno de México con Israel, acción que surge en Guadalajara y que posteriormente retoman en otras ciudades como es el caso de Oaxaca, donde el Colectivo está trabajando duro para juntar las 130 mil firmas requeridas.

En Opinión de Charlynne: “Es una iniciativa ciudadana, es un acto simbólico, es un acto político, no sabemos lo que va a pasar porque la presidenta Claudia Sheimbaun ha tenido una posición muy tibia respecto al genocidio pero es importante que sepa que un porcentaje de la población estamos reprobando lo que está pasando, que reprobamos que nuestra representante mantenga relaciones con un gobierno criminal y genocida como el de Israel”.

¿Mañana quién?

Otro punto en común que Curiel e Islas sostienen es que Palestina es un experimento de Estados Unidos y Europa, para después continuar con una lógica expansionista sobre aquellos pueblos del mundo cuyo nivel de devastación dependerá de los recursos naturales que posean: “Los occidentales van por todo, Estados Unidos e Inglaterra están pensado en Jordania, en Siria, en Irán, en Líbano, es la expansión hacía el mundo árabe, es la expansión hacía esos territorios que tienen gas, que tienen una ruta comercial, es una zona que ha sido muy codiciada por Occidente. Palestina es sólo la puerta para empezar a ir por todo y siempre fue esa la idea del Estado de Israel”, comparte Charlynne.

La joven que rato antes leía ese desgarrador llamado a la empatía, era Eugenia quien en uno de los fragmentos compartió: “Palestina hoy: ¿mañana quién?”, una polémica pregunta que genera temor al hacernos pensar que el próximo blanco podría ser México. Fernando Isaí quien también integra el Colectivo, compartió durante el comunicado de prensa que en las geografías mexico-sureñas, las personas viven un desplazamiento forzado –al igual que en Gaza—, pues no van al Norte Global porque así lo quieran sino porque hay condiciones económicas que las arrojan a esa alternativa.

Otra similitud de despojo que las y los integrantes del Colectivo ubican entre México y el territorio palestino, es el saqueo y control de recursos naturales: “en Oaxaca está la crisis del agua y allá en Gaza se está utilizando el acceso al agua como arma de guerra, entonces, empezar a normalizar las cosas que están pasando allá va a ser que a nosotros también nos empiecen a aplicar esto: el agua como un arma de guerra y lo vamos a ver muy normal y entonces la dignidad planetaria va a ser algo muy fácil de controlar”. Ante ello, Isaí afirma: “hasta que Palestina sea libre lo serán todos los pueblos del mundo”.

Fotos: Santiago Navarro F

La Jornada solidaria Oaxaca con Palestina tendrá una duración de dos meses, culminando el 26 de julio, tiempo en que se realizarán diariamente diversas actividades artísticas, políticas y culturales tales como talleres, mesas de diálogo, cine-debates y la recolección de firmas entre otras de carácter público.

En un informe titulado “Los muertos en Gaza por la ofensiva israelí superan los 54.000” y publicado en el sitio web de la ONU, el pasado martes 27 de mayo se informó –con base en el Ministerio de Sanidad gazatí— que “más de 54.000 personas han muerto en la Franja de Gaza desde el inicio de la ofensiva israelí el 7 de octubre de 2023”, esto sin que haya un cese en los desplazamientos masivos pues “desde el 18 de marzo, cuando terminó el alto el fuego, al menos 616.000 personas se han visto forzadas a huir, 180.000 de ellas solo entre el 15 y el 25 de mayo”.

Es una decisión individual querer mirar o no a la devastación actual, pero es una obligación colectiva plantearnos aquella pregunta contenida en uno de los textos leídos durante el inicio de la Jornada solidaria: “Palestina hoy: ¿mañana quién?”

radio
Avispa Midia

ONGs al servicio del saqueo de los territorios: el caso de la Fundación Earthworm

Fuente: Avispa Midia

por Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales

Con el pretexto de la “mediación de conflictos” y del empoderamiento de comunidades, las acciones de ciertas ONGs corporativas hacen que las comunidades sigan sin tener acceso a sus tierras ni control sobre ellas, además de reforzar modelos de producción destructivos. Un ejemplo es la asociación de la Fundación Earthworm con el agronegocio de la palma aceitera en diversos países.

Desde hace décadas, las corporaciones del agronegocio, de la minería o del petróleo  se asocian con  ONGs y  entidades sin ánimo de lucro para intentar limpiar su imagen ante la contaminación y destrucción que causan sus actividades. Para esas empresas, presentarse como “sostenibles” por medio de esas colaboraciones es una estrategia eficaz para satisfacer las demandas de los consumidores, obtener beneficios fiscales, conseguir financiación y cumplir las medidas compensatorias exigidas por los organismos reguladores.

Pero más allá de la clásica práctica de maquillaje verde (greenwashing), cada vez más las empresas extractivas y del agronegocio contratan a esas entidades para que asuman un papel central en la llamada “mediación de conflictos” con las comunidades rurales que forman parte de los territorios donde esos sectores operan o buscan operar. Una de estas entidades es la Fundación Earthworm, que suele aparecer en los relatos que comparten con  WRM las comunidades que se enfrentan a conflictos con las empresas en sus territorios.

¿Qué es la Fundación Earthworm?

Fundada en 1999 como Tropical Forest Trust (TFT), Earthworm se convirtió en una fundación en 2019. Con sede en Suiza, cuenta con más de 300 empleados en más de 15 sucursales distribuidas por varios países.

Según la propia organización, su misión es “crear un mundo en el que las personas y la naturaleza prosperen en armonía”. Uno de sus vídeos promocionales dice que Earthworm “crea soluciones con las empresas para sanar la naturaleza y a las personas”. Este enunciado casi lírico está muy lejos de expresar lo que realmente hace la Fundación Earthworm y para quiénes trabaja. En la práctica, su labor consiste en ayudar a las corporaciones internacionales a garantizar que nada se interponga en el flujo de mercancías a lo largo de sus extensas cadenas de suministro, de modo que no encuentren obstáculos para ampliar su producción y extracción de materias primas e incorporarlas como mercancías a los mercados globalizados.

Las empresas y la Fundación Earthworm

En el informe anual de 2023 publicado por la Fundación Earthworm, grandes empresas figuran entre sus miembros, sobre todo del agronegocio, pero también de la minería, bienes de consumo y gigantes del comercio minorista. En años anteriores, la organización también recibió fondos de petroleras como Shell.

De 2019 a 2023, la Fundación Earthworm experimentó un crecimiento de sus ingresos en un 59%, totalizando casi 100 millones de dólares percibidos en ese periodo. Aproximadamente el 90% de esta suma procede de los más de 50 miembros y socios -principalmente empresas privadas-, frente a cerca del 4% procedente de ayudas de administraciones públicas. Este aumento de los ingresos también se refleja en los salarios de los ocho directivos de la organización, que percibieron 1,6 millones de dólares en 2023.

En uno de sus videos promocionales, la Fundación Earthworm afirma:  “Si no trabajamos con las empresas, no cambiaremos el mundo”. Pero el hecho de que varias de estas empresas sean en realidad miembros de la Fundación plantea la siguiente pregunta: ¿dónde está la línea divisoria entre trabajar con ellas y trabajar para ellas?

¿Qué hace la Fundación Earthworm?

Earthworm interviene cuando el conflicto de una empresa con las comunidades amenaza con afectar de algún modo los negocios de la empresa. Entonces, se contrata a la fundación para que ‘resuelva el problema’ mediante la buena voluntad de todas las partes implicadas en un proceso de mediación. Sin embargo, lo que el WRM ha aprendido en décadas de apoyo a luchas de comunidades es que el acaparamiento de tierras, la violencia, los conflictos y la destrucción son partes inherentes, inseparables de los modelos de negocio de los clientes de Earthworm, e imposibles de resolver a través de mediación y buena voluntad.

Con ese objetivo, Earthworm se acerca a las comunidades afectadas, organiza cursos y otras actividades con ellos, con ONGs, gobiernos, académicos, etc. Sin embargo, ¿hasta qué punto es posible creer que una organización que se propone mediar en conflictos actuará con justicia cuando la gran mayoría de sus fondos viene de las empresas que causan esos conflictos? Aparte del dinero, otra pregunta: ¿puede haber una intervención honesta cuando la visión del mundo de quienes se presentan como mediadores está mucho más alineada con la de las empresas y no con las comunidades afectadas? Cuestiones como éstas han surgido en varios lugares donde Earthworm ha intervenido en nombre de empresas.

La actuación de Earthworm en la “mediación” de conflictos entre la industria de la palma aceitera y las comunidades rurales

Tomemos como ejemplo uno de los principales productos relacionados con el trabajo de Earthworm: el aceite de palma. El sistema de producción de aceite de palma adoptado por varias de las empresas que financian a esta fundación se basa en plantaciones a gran escala, uso intensivo de agrotóxicos, fertilizantes sintéticos, sobreexplotación de la mano de obra y usurpación de territorios comunitarios con tácticas corporativas muy conocidas. En África Occidental y Central, en particular, el  proceso mismo por el que se otorgaron a las empresas de aceite de palma las concesiones de tierras está en el centro de la disputa con las comunidades. Empresas multinacionales como Socfin, Wilmar y Golden Veroleum siguen beneficiándose de leyes agrarias de la época colonial que ignoran los derechos de las comunidades sobre sus territorios tradicionales y que les permitieron acceder a gigantescas áreas que pertenecían a esas comunidades.

En la República Democrática del Congo las comunidades se movilizan para liberarse de cien años de plantaciones coloniales de palma aceitera.

Como consecuencia, este modelo inevitablemente supone la pérdida de tierras, violencia y la desarticulación de las comunidades tradicionales. Las comunidades afectadas también se enfrentan a la contaminación del agua, una disminución de la disponibilidad de caza, alimentos e hierbas medicinales; en otras palabras, los territorios en los que viven se ven completamente transformados por la producción de commodities para exportación.

La incompatibilidad y el choque entre el modelo de producción corporativo y el modo de vida de las comunidades tradicionales ha provocado graves conflictos en numerosas regiones del Sur Global. En este contexto, las compañías de aceite de palma han contratado a la Fundación Earthworm para actuar en varios de esos conflictos, lo que ha multiplicado los problemas para las comunidades.

Earthworm y Socfin en Camerún y Liberia

Un ejemplo es el gigante del agronegocio Socfin, que tiene como accionistas mayoritarios a la familia belga Fabri y al multimillonario francés Vincent Bolloré. Socfin se unió a Earthworm en 2017, fecha que coincide con la publicación de su “política de gestión responsable”. En este documento, Socfin afirma que está comprometida con las comunidades rurales que viven en las regiones donde se encuentran sus plantaciones de palma aceitera y de caucho.

Camerún, Liberia, Costa de Marfil, Nigeria y Camboya son algunos de los países en los que Socfin está presente y en los que Earthworm realizó estudios sobre los conflictos con las comunidades generados por la presencia de esa empresa. Los siete informes publicados por Earthworm desde 2023 sobre estos conflictos responden a un patrón, del que  destacamos tres aspectos. Dadas las características de estas publicaciones, la fundación se asemeja mucho más a un vocero del grupo Socfin que a un organismo serio encargado de investigar las denuncias contra la empresa.

En primer lugar, cabe mencionar que Earthworm reconoce –aunque sería imposible no hacerlo– que “Socfin sigue recibiendo quejas ambientales y sociales”, añadiendo que esas quejas proceden “de los medios de comunicación internacionales y de algunas ONG”. Nótese que al concluir la frase de esta manera justo al principio de uno de sus informes, Earthworm remite el problema a los medios y a las ONG, como si fueran ellos -y no las comunidades- los que presentan las denuncias. Además, en los informes de Earthworm, se ‘reconoce’ que Socfin comete infracciones, pero siempre se menciona que Socfin ha tenido “progresos realizados en la aplicación de sus compromisos de gestión responsable”.

En segundo lugar, de los múltiples daños denunciados por las comunidades -como apropiación irregular de tierras, violencia sexual, contaminación de cuerpos de agua, destrucción de sepulturas y lugares sagrados, amenazas e intimidación, entre muchos otros-, Earthworm solo reconoce una parte de ellos en sus informes. La otra parte de los impactos se clasifica invariablemente de forma explícita como “alegaciones infundadas”, “parcialmente fundadas” o “fundadas pero no responsabilidad de Socfin”. 

En la aldea de Apouh, en el municipio de Edéa, al suroeste de Camerún, un grupo de mujeres se mantiene firme en su lucha contra el gigante del aceite de palma Socapalm.

Entre los ejemplos de violaciones ignoradas por Earthworm está el caso concreto de tres áreas (Edéa, Mbongo y Mbambou) en Camerún, en las que se determinó que Socfin debía devolver miles de hectáreas a las autoridades locales descentralizadas. Según Earthworm, se trata de una medida “en curso”, que comenzó hace siete años con estudios para definir los límites de las áreas plantadas. Ante la morosidad de ese proceso, las comunidades han empezado a recuperar algunas de las áreas que les corresponden, reivindicando su derecho ya establecido a las tierras. Sin embargo, evitando una descripción más imparcial, Earthworm se refiere a las legítimas recuperaciones de tierras por parte de las comunidades como “intrusiones por terceros” y dice que “terceros (comunidades, trabajadores, etc.) están invadiendo las tierras tituladas de Socapalm”. 

Otro ejemplo nos llega desde Liberia. Tras 7 años de asociación, Socfin y Earthworm no consiguieron resolver los conflictos con las comunidades, lo que llevó a la empresa a vender una de sus plantaciones en el país en 2024. Pero, ¿por qué, si se estaban ‘haciendo progresos’?

La tercera característica de los informes de la Fundación es precisamente su tono positivo: todo está en un “proceso de mejora continua”. En uno de sus estudios más recientes sobre los conflictos con las comunidades locales (¡aunque no se menciona la palabra conflicto en ninguno de los informes sobre Socfin!), la Fundación Earthworm concluye: “A pesar de los desafíos encontrados al inicio de las operaciones de Socfin en Camboya, la organización ha dado pasos significativos para implementar progresivamente sus compromisos de sostenibilidad”.

Earthworm afirma que Socfin está haciendo progresos, mientras la empresa sigue actuando como siempre. De forma escandalosa, elude el hecho de que, tras casi una década de trabajar con Socfin, los problemas a los que se enfrentan y denuncian las comunidades persisten en las diferentes regiones y países en los que opera la empresa, especialmente las denuncias relacionadas al derecho a la tierra y las violaciones de los derechos tradicionales de las comunidades sobre sus tierras. 

Earthworm y Agropalma en Brasil

Agroapalma es una de las mayores empresas de aceite de palma de Brasil. Pese a su afirmación de que la relación con las comunidades está “en el centro de su estrategia de sostenibilidad”, Agropalma acumula denuncias en su contra por acaparamiento de tierras y uso de la violencia para desalojar a comunidades tradicionales. Como consecuencia de esas acusaciones, la RSPO (Mesa Redonda sobre la Palma Aceitera Sostenible) suspendió su certificación en 2023.

Para cumplir los requisitos de uno de sus clientes, Agropalma pasó a contratar los servicios de la Fundación Earthworm en 2022. Earthworm abrió una sucursal en Quatro Bocas, en el municipio de Tomé-Açú, en el epicentro de la “guerra del aceite de palma”, donde también cuenta con el apoyo de Cargil y Belem Bioenergia Brasil (BBB), empresas que operan en ese mismo sector. Earthworm afirma que su trabajo en la región está “empoderando a las comunidades” y reduciendo los conflictos en las “cadenas de suministro.

La colaboración entre Agropalma y Earthworm ha servido para tranquilizar a los clientes de la empresa. Un informe de Sime Darby Guthrie International (proveedor de materias primas a Nestlé, Unilever, P&G), por ejemplo, menciona la participación de “una tercera parte para llevar a cabo una evaluación externa para investigar los supuestos problemas de derechos sobre la tierra”, señalando a Earthworm como un actor clave vinculado al plan de acción de Agropalma “para recuperar su certificación RSPO”. Sin embargo, la diferencia del optimismo de las corporaciones compradoras de aceite de palma a nivel internacional, los relatos que nos llegan desde Brasil señalan que la actuación de Earthworm en esa región está generando divisiones internas, contribuyendo a la desarticulación de las comunidades indígenas y quilombolas.

Voces desde los territorios

Para comprender mejor las implicaciones de la presencia de la Fundación Earthworm para las comunidades, el WRM facilitó un espacio de intercambio virtual con activistas de Camerún y Brasil. Sus grupos están involucrados en la lucha por la justicia social y los derechos de las comunidades afectadas no solo por el colonialismo de la palma aceitera, sino también por la intervención de esta fundación contratada por las empresas. 
De Camerún, participó SYNAPARCAM, una organización que defiende los derechos de las comunidades afectadas por las plantaciones de Socfin. Desde Brasil, participó Elielson Pereira da Silva, quien nació y creció en el estado de Pará, y actualmente investiga los conflictos territoriales y étnicos en su estado, tratando de visibilizar la situación y la lucha de las comunidades. Los participantes del intercambio virtual nos contaron sobre el trabajo de la Fundación Earthworm en sus territorios. Lee a continuación un resumen de la conversación.

WRM: ¿Cómo la Fundación Earthworm se puso en contacto con su organización y cómo describiría su trabajo?

ELIELSON (Pará, Brasil): Earthworm llegó al valle de Acará en 2023, contratada por Cargill, empresa compradora de aceite de Agropalma, en medio de encendidos conflictos con los pueblos tradicionales. Cargill, ante las repercusiones de los conflictos, intentaba “limpiar la cadena de suministro”. Así que Earthworm empezó a buscar a líderes indígenas y quilombolas para intentar mediar el conflicto para intentar llegar a un acuerdo entre los representantes de esas comunidades y la empresa de aceite de palma.
En 2023, en colaboración con Agropalma, Earthworm provocó una división interna entre las poblaciones indígenas, que resultó extremadamente perjudicial, llevando a la creación de otra asociación indígena, que se sentó a la mesa con la empresa. Agropalma prometió entonces que no habría más conflictos y que les cedería un área donde podrían cosechar la palma aceitera para la comercialización. 

En los últimos 40 años, Agropalma ha creado muchas barreras para las comunidades: no se puede acceder fácilmente ni a los ríos, ni al cementerio, ni al área de frutales, ni a los huertos. La circulación está condicionada a las prohibiciones impuestas por la empresa. Pero en la mesa de negociaciones, Agropalma prometió que todo sería diferente, desde que la nueva asociación cooptada garantizara que las acciones de la otra asociación (y sus reivindicaciones por el reconocimiento de sus derechos territoriales) se detendría. Así se creó esa división interna. 

Como las promesas iniciales no se cumplieron y los representantes de la ONG [Earthworm] desaparecieron, al igual que los directivos de la empresa, los indígenas iniciaron una acción para recuperar su territorio, con el fin de llamar la atención y alertar a los medios de comunicación. Durante este proceso, en 2023, un indígena Turiwara fue asesinado a balazos por guardias de seguridad contratados por la empresa.

Hoy tenemos un faccionalismo, con dos organizaciones indígenas, una división interna estimulada por esta ONG [Earthworm], amparada por la empresa Agropalma, que ha creado muchos problemas y dificultado muchísimo el proceso de organización social y política de los indígenas. 

Sospechamos que Earthworm está involucrada en la elaboración de un nuevo acuerdo para que las comunidades indígenas renuncien a sus reivindicaciones territoriales, ante el proceso de venta de Agropalma S.A., en marcha desde mediados de 2022.  La empresa interesada en adquirir los activos de Agropalma S.A. es Belém Bioenergia Brasil (BBB), una joint venture formada por Galp Energia (Portugal) y Palma Tauá Brasil (asociación entre Banco Opportunitty Agro y Dentauá S.A.). 

SYNAPARCAM (Camerún): En Camerún, Earthworm (antes TFT) tiene un Centro de Formación en la capital. En 2011 algunos de nosotros fuimos allá a dar un curso sobre defensa comunitaria de la tierra. La comunidad llevaba décadas sufriendo la ocupación de nuestras tierras ancestrales por parte de Socapalm. Earthworm nos invitó a exponer los problemas que teníamos con la empresa. Estábamos empezando a formar nuestra organización Synaparcam. 

Cuando cambiaron de nombre [de TFT a Earthworm], nos dijeron: “ahora somos una nueva organización y podemos ayudarles a resolver el problema con Socapalm”, del grupo Socfin, y empezaron a presentarse como mediadores. Pero después de dos o tres reuniones, en las que, además de la empresa, había representantes de la administración pública, líderes tradicionales de las comunidades y élites locales, en Synaparcam hemos optado por retirarnos porque nos dimos cuenta de que solo se trataba de crear una imagen externa de que estábamos colaborando con Earthworm para solucionar el conflicto.

Entre 2012 y 2020, Earthworm intentó en varias ocasiones situarse como mediadora, pero en la comunidad nos dimos cuenta de que no tenía sentido para nosotros reunirnos con la empresa con Earthworm como intermediario. En septiembre de 2020, Earthworm organizó una de esas reuniones con la empresa y la Synaparcam, afirmando que resultaría útil porque conseguiría que los directivos de la empresa escucharan a las comunidades. Después de la reunión nos dimos cuenta de que la secretaría de Earthworm había elaborado un buen informe, pero que las resoluciones presentadas superaban la capacidad de Earthworm para conseguir que Socapalm las aceptara. A partir de esta observación, comprendimos que Earthworm no estaba jugando limpio.

Bueno, esa fue nuestra primera experiencia con Earthworm y así fue como al principio tuvimos cierta confianza en que se comprometerían con lo que nos habían presentado.

WRM: Earthworm está financiada sobre todo por las empresas que la contratan para “mediar” los conflictos, entre otros. Cuando Earthworm se presentó a su organización/comunidad, ¿les explicaron su relación con las empresas y quién financia su trabajo? ¿Cómo cree que la fuente de financiación de Earthworm ha influido en estos procesos de mediación de conflictos?

ELIELSON: Por lo que cuentan las comunidades, su forma de presentarse es como si se tratara de una organización independiente; no exponen esos vínculos, aunque dicen que sí monitorean las cadenas de suministro de las empresas. Las palabras “organización independiente” se mencionan con frecuencia en esos diálogos. Lo que hemos visto son experiencias de mediación muy dañinas, de “armonía coercitiva”, de fomentar la división interna para debilitar la lucha de los pueblos y su proceso identitario.

SYNAPARCAM: El representante de Earthworm en África es camerunés, y sí, nos informó de que Earthworm recibe honorarios de Socfin. Y nos dijo que si Socfin no cambiaba su política, Earthworm abandonaría el proceso de mediación y el trabajo de Earthworm con la empresa terminará. Nos dijo: “No dejaremos que las empresas de los colonizadores hagan lo mismo que antes” [en referencia al hecho de que Socfin está controlada por el multimillonario francés Vincent Bolloré]. 
Pero nos dimos cuenta de que a lo largo del proceso Earthworm priorizó los honorarios en detrimento de las comunidades. Así que somos conscientes [de dónde proceden los fondos], siguen la misma línea que grandes ONG como WWF.

WRM: Synaparcam se negó a realizar “visitas de campo” conjuntas con Earthworm en 2023.  Podría explicarnos un poco más los motivos de esta decisión y por qué Synaparcam decidió elaborar su propio informe?

SYNAPARCAM: En 2023 desde Synaparcam ya sabíamos que Socapalm no estaba cumpliendo los compromisos que había asumido anteriormente. Antes de 2023 ya no estábamos colaborando con Earthworm. Así que buscamos nuestra propia financiación para elaborar un buen informe, incluso con gente muy capacitada y de fuera, paralelamente al informe de Earthworm.

El estudio de Synaparcam confirmó siete puntos conflictivos, pero Earthworm identificó un número mucho menor. Por ejemplo, el informe de Earthworm afirma que la empresa construyó varias escuelas y que casi no hubo contaminación de los ríos. El informe de Earthworm se publicó antes del informe de Synaparcam. La Earthworm nunca comentó sobre varios puntos solo identificados en el informe de Synaparcam. Si uno lee esos informes, cree que relatan dos mundos diferentes.
Pasó lo mismo con la RSPO. Uno de los motivos para contratar a Earthworm fue que Socapalm quería obtener el sello de certificación. 

WRM: Sobre el tema de la RSPO, trasladando la cuestión al caso de Brasil, sabemos que se suspendió la certificación de Agropalma en 2023 por acusaciones de acaparamiento de tierras y violencia. Elielson, ¿cree que la contratación de Earthworm representa una garantía de que Agropalma respeta los derechos de las comunidades?

ELIELSON: De ninguna manera representa algún tipo de garantía. La empresa está en conflicto abierto con las comunidades. Toda esa enorme inversión en publicidad, en comunicación, toda esta palabrería de “responsabilidad social corporativa” solo hacen de Agropalma un gran caso de greenwashing. Ese “arsenal discursivo” de palma aceitera sostenible, relaciones armoniosas, etc., es muy diferente de la realidad, pues desde 2022 hay un recrudecimiento de los conflictos, con el bloqueo del acceso a las zonas de uso común, a los cementerios ancestrales, a la navegación por el río y, sorprendentemente, con grandes trincheras y barricadas. 
Hay grandes zanjas, a veces de 5 metros de profundidad y 2 de ancho, que parecen literalmente un campo de guerra, con un gran riesgo y casos ya registrados de accidentes. Hay comunidades que están rodeadas, por ejemplo, de alambre de púas, como si se tratara de la frontera entre México y Estados Unidos, o Palestina e Israel.

WRM: ¿Y qué dice Earthworm al respecto?

ELIELSON: En ningún momento hemos visto alguna manifestación o declaración pública de Earthworm sobre estas prácticas de terrorismo corporativo, barricadas, trincheras, cercas -y las comunidades incluso temen que se electrifiquen esas cercas. No tenemos conocimiento de ningún tipo de reprobación por parte de Earthworm a esas prácticas por parte de Agropalma. 

WRM: Si tomamos, por ejemplo, las localidades camerunesas Dibombari y Mbonjo, en la práctica, desde que empezó a actuar Earthworm, ¿ha cambiado algo para las comunidades con respecto a los problemas causados por Socapalm?

SYNAPARCAM: Las principales reivindicaciones de las comunidades se refieren a la tierra, los lugares sagrados, la contaminación del agua y la violencia contra las mujeres. Así pues, esta es una pregunta muy importante, gracias. Las violaciones sexuales contra las mujeres, el incumplimiento de la retrocesión de tierras y el desprecio por los lugares sagrados son para nosotros los tres problemas más graves.

Monocultivos de palma aceitera en Camerún.

Cuando se privatizó Socapalm y sus plantaciones de palma aceitera [hace más de 24 años], Socfin adquirió Socapalm. Después de firmar el contrato de arrendamiento en 2000, la empresa evaluó las tierras arrendadas y pidió al Estado que firmara una enmienda, reduciendo el área de 78.000 hectáreas a 58.000 hectáreas. Esta reducción del área está claramente establecida en la enmienda. Pero no ocurrió nada. Así que una de las acciones de Synaparcam fue plantar alimentos en una de estas áreas en disputa, porque nos dimos cuenta de que las autoridades no cumplen su función de supervisión y la empresa no respeta los contratos firmados con el Estado. Tenemos la idea de mantener estos huertos, pero la realidad a la que nos enfrentamos es de presión, intimidación y detenciones de líderes.

Otra complicación es la RSPO, que ha clasificado algunas de las tierras a las que antes tenía acceso la comunidad como “zonas de alto valor de biodiversidad”, por lo que la comunidad ya no puede acceder a ellas – mientras Socapalm trazaba los perímetros para ampliar estas manzanas y recuperaba estas franjas de tierra de las comunidades – hay señales instalados y guardias de la empresa. La RSPO no reconoce todas las áreas reclamadas por las comunidades.
En cuanto a la presencia de Earthworm, la situación es de ningún avance; nos encontramos en el mismo punto en el que estábamos al principio.

WRM: Para ustedes, ¿estas consecuencias tienen que ver con algunos errores de la Fundación Earthworm o con la propia naturaleza de esta organización?

ELIELSON: Hay una cuestión estructural relacionada con esta pregunta. ¿Qué propósito tiene esta empresa [se refiere a Earthworm]? ¿Para qué se creó? Cuando vemos que tiene sucursales en todas partes del mundo (Indonesia, África, América Latina) donde están justo las empresas de palma aceitera, está claro que constituye un eslabón de esta cadena y forma parte de este juego de poder. Así que creo que en su actuación siempre se inclinará a favor de las empresas. 

SYNAPARCAM: Observamos muchas cosas similares. En cuanto a la división de las comunidades, en nuestro caso, parece que Earthworm da consejos sobre cómo generar división en las comunidades, y luego la empresa envía un equipo a la localidad. Así que se trata de un método muy peligroso también, porque por un lado se acerca [a la comunidad] y por otro aconseja a la empresa sobre cómo dividir la comunidad.

WRM: ¿Qué mensaje le parece importante transmitir a una comunidad a la que podría dirigirse una organización como Earthworm, del mismo modo que antes se dirigieron a las comunidades de su entorno?

SYNAPARCAM: Nunca acepten una oferta así porque no habrá ningún cambio. Y es importante no tener un interlocutor. Si la empresa está interesada en cambiar, sabe dónde encontrar a la comunidad, así que recomendamos no aceptar [una propuesta de mediación como el de Earthworm] porque la mediación no llevará a ningún avance. 

ELIELSON: Lo primero que les diría es: “¡Tengan mucho cuidado!”. También hay que evitar que entidades como Earthworm mantengan conversaciones a solas con líderes. El antiguo dicho “divide y vencerás” sigue aplicándose. Las empresas se especializan en fabricar dispositivos para debilitar las luchas de las comunidades. 

Es importante entender [a esas organizaciones] como parte de un engranaje. También es importante conocer los antecedentes con otras comunidades; conocer la experiencia de otras comunidades que ya fueron objeto de situaciones similares. Y tener cuidado para no participar de manera aislada en sus intentos de cooptación, de persuasión, para no tomar decisiones precipitadas antes de evaluar las propuestas conjuntamente entre miembros de la comunidad.

Secretariado Internacional de WRM, Synaparcam y Elielson Pereira da Silva, Profesor de la Universidad Federal Rural de Amazonía e investigador del Proyecto Nueva Cartografía Social de Amazonía.