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Radio Cósmica Libre

Ayotzinapa y Palestina a 11 años

Ayotzinapa y Palestina sangran en el mismo mapa

Escucha este especial en el onceavo aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y el genocidio en curso del pueblo palestino.

Información generada por Eduardo Ibañez (Plantón de los 43 CDMX).
Producción de Radio Cósmica Libre en colaboración con las jornadas de articulación de Comunicadorxs por Palestina.

(Descarga aquí)  

– * –

México, 26 de septiembre de 2014. Palestina, julio de 2014. Dos fechas que parecieran no dialogar entre sí, pero que resuenan con un eco compartido.

Esa noche en Iguala, 43 estudiantes campesinos fueron arrancados de sus dormitorios, de sus aulas, de sus sueños. Ese verano en Gaza, más de 2 mil vidas palestinas fueron cegadas en cuestión de semanas por la maquinaria militar de Israel. ¿Qué une a un joven normalista guerrerense con una niña palestina que jamás llegará a ser adolescente? La respuesta está en el lenguaje de la violencia de Estado, en la economía de la muerte que conecta al narcoestado mexicano con la necropolítica israelí.

La historia es larga. En México, las normales rurales nacieron en los años 30 para educar a los hijos de campesinos pobres y formar docentes comprometidos con sus comunidades. En Palestina, la Nakba de 1948 inauguró una vida bajo ocupación, despojo y desplazamiento forzado.

Dos procesos que parecen distintos, pero que comparten la experiencia de pueblos a los que se les niega el derecho a existir en condiciones de dignidad. En 2014, las historias se cruzan. Mientras Gaza sufría bombardeos durante julio y agosto, estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa salieron a las calles de México a protestar en solidaridad.

Apenas un mes después, ellos mismos fueron víctimas de desaparición forzada y asesinato en Iguala. La desaparición no sólo borra cuerpos, también condena a madres, hermanas y esposas a una vida de búsqueda interminable. La violencia de Estado produce viudas, huérfanos, familias mutiladas, comunidades condenadas al duelo permanente.

El crimen de Estado no tiene pasaporte. Los gobiernos que matan en nombre de la seguridad aprenden unos de otros. La necropolítica se habla en varios idiomas, pero la muerte siempre dice lo mismo: “Ustedes no importan”.

Ayotzinapa y Palestina son heridas que sangran en un mismo mapa. Cuando los gobiernos callan, los pueblos se buscan. Así ocurrió días después de la desaparición de los 43. Desde Gaza llegaron mensajes de apoyo a las madres y padres mexicanos. No eran palabras diplomáticas, eran ecos de un dolor que reconocía su reflejo en otro continente.

En 2019, la organización palestina BDS envió un video a los padres de Ayotzinapa en el aniversario de la desaparición. En el Zócalo de Ciudad de México se organizó el juicio popular al papel de Israel en la militarización de América Latina. Ahí se documentó cómo el transporte y los equipos de comunicación usados en Iguala tenían origen israelí.

Los pueblos comenzaron a hablar de negocios de sangre, armas, spyware y entrenamiento vendidos como seguridad que en realidad sostienen regímenes represivos. La solidaridad no es abstracta. Madres campesinas de Guerrero y mujeres palestinas en campos de refugiados comparten la carga de sostener a sus comunidades fracturadas.

La resistencia se teje desde lo doméstico, lo escolar, lo comunitario, con cuerpos que cargan tanto con el dolor como con la dignidad. Si Gaza miró hacia Ayotzinapa y Ayotzinapa hacia Palestina, no fue por romanticismo, sino porque reconocieron que el enemigo es el mismo, el Estado que desaparece y el imperio que lucra con la muerte. Si los muertos fueran negocio, México e Israel serían socios mayoritarios. Y de hecho lo son.

Pegasus es el ejemplo más claro. El software israelí de espionaje se usó en México para vigilar a periodistas, activistas y defensores de derechos humanos, incluyendo a los propios padres de los 43. El abogado Bidulfo Rosales fue una de sus víctimas.

El caso de Tomás Zerón muestra la complicidad transnacional. Zerón, arquitecto de la llamada verdad histórica, fabricó pruebas, encubrió responsabilidades y torturó a acusados. Hoy vive protegido en Israel, que se niega a extraditarlo.

No lo protegen por compasión, sino porque Zerón conoce demasiado sobre contratos de armas y sobre Pegasus. La vigilancia digital nunca es neutra. Periodistas mujeres, defensoras de derechos humanos, disidencias sexuales, madres buscadoras, son blancos prioritarios del espionaje.

El control patriarcal se refuerza con tecnología de ocupación. El ejército mexicano, implicado directamente en la desaparición de los normalistas, se entrena con fuerzas israelíes. La Guardia Nacional, presentada como institución de confianza, también nació con asesoría y equipo de ese país. Funcionarias como Rosalinda Trujillo Marial presumieron su cercanía con Israel mientras autorizaban compras multimillonarias de espionaje digital. Israel exporta la ocupación como modelo de seguridad. México la compra como receta para reforzar un narcoestado con fachada democrática.

El resultado es el mismo. Vidas descartables. Pueblos sometidos. Impunidad asegurada. Negocios de sangre. Así nombran los pueblos lo que los gobiernos maquillan como cooperación internacional. Pegasus en México. Bombas en Gaza. Contratos millonarios en Tel Aviv. La factura siempre se paga con cuerpos pobres.

Ante tanta impunidad, cabría esperar silencio. Pero lo que nace es lo contrario: resistencia. Y la resistencia no necesita visa. Viaja de guerrero a Gaza, de los campos a los barrios, de las aulas rurales a los campamentos de refugiados.

Las madres y padres de Ayotzinapa se convirtieron en símbolo contra el olvido. El pueblo palestino, que resiste a un genocidio continuado desde hace 77 años, es referente de dignidad frente a la barbarie.

México exige la extradición de Zerón. Israel la bloquea. La ONU condena crímenes de guerra en Gaza. Potencias occidentales los financian.

La impunidad es global. Pero también lo es la solidaridad. La lucha contra el olvido no puede separarse de quienes cargan con ella. Son mujeres, madres buscadoras, comunidades indígenas, pueblos desplazados quienes sostienen la memoria y ponen el cuerpo en primera línea. ¿Qué pasaría si los pueblos del sur decidieran romper con los negocios de sangre? ¿Qué pasaría si las luchas de Ayotzinapa y Palestina no fueran excepciones, sino el inicio de un frente global contra la necropolítica? Los 43 y Palestina son espejos. Nos devuelven la imagen de un mundo gobernado por la impunidad.

Pero también la certeza de que la resistencia es transnacional. Que el grito de justicia no tiene fronteras. Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos. Porque Palestina vive en cada lucha digna. Y porque la memoria es nuestra arma más peligrosa.

En el caso de Palestina, la exigencia es clara y urgente. Que el Estado sionista de Israel deje de intervenir en el caso Ayotzinapa. Que cese la protección a Tomás Zerón y lo extradite de inmediato para que enfrente a la justicia mexicana. Porque la impunidad no puede seguir siendo un bien de exportación. En el caso de Ayotzinapa, la exigencia es igual de contundente. La aparición con vida de los 43 normalistas y justicia para los caídos en Iguala.

No discursos, no simulaciones, no verdades históricas fabricadas. Justicia real, verdad completa, reparación integral y castigo a los responsables materiales e intelectuales. Ambas luchas, la de Palestina y la de Ayotzinapa, están unidas por una misma consigna.

Que los pueblos no pueden seguir siendo mercancía en el mercado de la muerte, ni botín de la necropolítica. Que la solidaridad entre pueblos se convierte en un muro mucho más fuerte que los muros de ocupación o de silencio. Decir justicia para Ayotzinapa es decir justicia para Palestina.

Decir verdad en México es también exigir verdad en Gaza. La memoria y la dignidad no se negocian, se defienden, se gritan y se siembran como semillas que tarde o temprano florecen.

Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos.

Porque Palestina será libre y porque la justicia no tiene fronteras.

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Radio Zapatista

URGENTE: La Global Sumud Flotilla bajo ataque

Desde hace algunas horas, los miembros de la Global Sumud Flotilla han estado haciendo llamados urgentes de alerta ante ataques con drones, explosiones, impactos de dispositivos con sustancias químicas no identificadas (probablemente sulfuro de hidrógeno) y bloqueo de comunicaciones.

Al menos 10 barcos de la flotilla han sido atacados. Un número no identificado de ellos sufrieron daños al parecer menores, salvo el Záfiro, cuyo mástil fue destruido. Hasta ahora, no se reportan heridos.

Los tripulantes de la Flotilla afirman que el ataque parece ser parte, por el momento, de una guerra psicológica para forzarlos a abandonar la misión. Sin embargo, conforme avanzaban los ataques, también quedó claro que la intención era destruir las velas para impedir su avance.

Los miembros de la Flotilla dejaron claro que el ataque no los detendrá y que continuarán navegando rumbo a Gaza de forma pacífica, llevando únicamente ayuda humanitaria.

Mientras eso, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel acusa a lo que llama la “Flotilla Hamas” de acciones violentas y afirma que Israel tomará todas las medidas necesarias para evitar que llegue a Gaza.

Francesca Albanese, de las Naciones Unidas, publicó en X el siguiente mensaje:

Es absurdo que, en 2025, ciudadanos ordinarios de todo el mundo tengan que arriesgar sus vidas -mientras son amenazados por Estados que actúan con completo desprecio por las leyes- para frenar un genocidio. Nosotros, expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas, exigimos que se proteja a la Global Sumud Flotilla.

Los miembros de la Global Sumud Flotilla hacen un llamado urgente a la solidaridad internacional a manifestarse contra este ataque, que se lleva a cabo en aguas internacionales, y que añade un crimen de guerra más a la larga lista de crímenes cometidos por el Estado de Israel. Sólo la movilización internacional será capaz de garantizar la seguridad de la flotilla y detener el terror israelí.

Aquí algunos de los mensajes enviados por los miembros de la Flotilla:

(Descarga aquí)  
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Radio Almaína

Todos los ojos en Gaza. Bitácora de la Global Sumud Flotilla del 22 de Septiembre

(Descarga aquí)  

Radio Almaína te trae diariamente la evolución de la Global Sumud Flotilla. Todos los días contactaremos con varias personas que se encuentran navegando hacia Gaza para romper el bloqueo genocida que el estado de Israel está realizando contra la población Gazatí.

En mensaje enviado el día de ayer, 21 de septiembre, nuestra compañera Naé y el compañero Merka nos hablan de cómo se encuentra la flota navegando hacia Gaza. Pero también os traeremos las entrevistas que hemos hecho a las compañeras y compañeros que se encontraban en el ayuno solidario que concretamente en Granada se celebró en la plaza de la Fuente de las Batallas, esta movilizacion que bajo el lema Hambre por Hambre han realizado el pasado 20 de septiembre personas de todo el mundo en grupos y en el centro de sus poblaciones.

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Todos los ojos en Gaza,

Y todos los corazones también en Gaza porque lo que los gobiernos no se atreven, y los ejércitos temen, que es enfrentarse a la entidad ocupante israelí, que está ejerciendo un genocidio contra población gazati, nos atrevemos la ciudadanía mundial, poniendo el corazón desarmado en la proa de la Global Sumud Flotilla.

En este momento de la historia en el que se demuestra que todos los gobiernos y los ejércitos son cómplices del ente sionista de Israel.

Los, y las activistas de la Global Sumud Flotilla, navegan hacia Gaza para romper el bloqueo y abrir corredores humanitarios, para que llegue la ayuda imprescindible, para la supervivencia de más de 2 millones de personas que habitan Gaza.

Todos los ojos en Gaza

Israel y su ejército con la complicidad de nuestros gobiernos detuvieron este verano los barcos, Conscien, el Madlen, y el Handala, e, impidieron la apertura de ese corredor humanitario a través de Egipto, que pedían 4,500 activistas de todo el mundo que se desplazaron hasta allí.

Por eso ahora, una flota con decenas barcos de personas que han decidido poner sus cuerpos en defensa de la humanidad, navegan por el Mediterráneo.

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Radio Almaina

Todos los ojos en Gaza. Bitácora de la Flotilla Global Sumud del 19 de septiembre

(Descarga aquí)  

Todos los ojos en Gaza, un breve informativo donde actualizamos el avance de la Global Sumud Flotilla que se dirige rumbo a Gaza, tras partir el 31 de agosto del puerto de Barcelona.

Todos los días contactaremos con varias personas que se encuentran navegando hacia Gaza para romper el bloqueo genocida que el estado ocupante israelí está realizando contra la población Gazatí. Todos los ojos en Gaza, Y todos los corazones también, porque lo que los gobiernos no se atreven, y los ejércitos temen, que es enfrentarse a la entidad ocupante israelí, nos atrevemos la ciudadanía mundial, poniendo el corazón desarmado en la proa de la Global Sumud Flotilla. En este momento de la historia en el que se demuestra que todos los gobiernos y los ejércitos son cómplices del estado sionista de Israel.

Les activistas de la Global Sumud Flotilla, navegan hacia Gaza para romper el bloqueo y abrir corredores humanitarios, para que llegue la ayuda imprescindible, para la supervivencia de más de 2 millones de personas que habitan Gaza. Israel y su ejército con la complicidad de occidente detuvieron este verano los barcos Conscien, Madlen, y Handala e impidieron la apertura de ese corredor humanitario a través de Egipto, que pedían 4,500 activistas de todo el mundo que se desplazaron hasta allí. Por eso ahora, una flota con decenas barcos de personas que han decidido poner sus cuerpos en defensa de la humanidad, navegan por el Mediterráneo. Sumud, compañeras.

Escucha esta bitácora que incluye audios propios enviados por integrantes de la flotilla, gracias a radio Almaina, la radio libre de Granada.

En la edición del 19 de septiembre, escucharemos el diario de bitácora que nos envían abordo de un barco de la flotilla en aguas de Catania, leeremos el diario de viaje número 22 que proporciona Movement to Gaza, incluimos la entrevistas realizadas a pie de manifestación el jueves pasado 18 de septiembre en las calles de graná y leeremos el comunicado de Movement to Gaza en agradecimiento a todas las manifestaciones de ayer. Haremos una mención al PEMA, pacto europeo de migración y asilo, aprovechando que la flotilla está surcando las aguas del mediterráneo para no olvidar reclamar la protección de cualquier persona que se desplace por mar, aprobado hace unos meses por la unión europea y que supone una clara vulneración de los derechos de las personas migrantes.

Fuente: Radio Almaina

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Comunizar

El centro no se puede sostener. Entonces, ¿adónde llevamos nuestra esperanza, nuestra desesperación?

Fuente: Comunizar
Por John Holloway

El centro no se puede sostener
Entonces, ¿adónde llevamos nuestra esperanza, nuestra desesperación?

1.            Gaza. Tener esperanza es decir lo indecible.

                Gaza. La expresión extrema del dolor en el mundo actual. Dolor. Resistencia. Esperanza.

                Gaza. Imposible venir aquí sin escupir mis dudas sobre venir a hablar en el mismo centro del país que está promoviendo y apoyando el asesinato y la mutilación despiadada y sistemática de miles y miles de personas, muchas de ellas niños, la aniquilación de la esperanza.

                Vengo aquí, a pesar de mis dudas, a expresar mi solidaridad con ustedes, que viven en este país, a pesar del gobierno que sufren ahora, y del gobierno que sufrieron antes. Y para expresar mi más profundo respeto y admiración por los organizadores de un evento con palabras tan subversivas y peligrosas como Raza, Género e incluso Equidad. Y por todos ustedes que, de una forma u otra, caminan en la dirección equivocada.

                Gaza, porque nada ilustra más claramente los horrores del capitalismo contemporáneo, las terribles consecuencias de un sistema social dominado por el dinero.

                Gaza, porque tenemos que romper el silencio, el terrible silencio de complicidad que se cierne sobre el mundo, la normalización de la desesperación.

                La desesperación se cierne sobre nosotros. Tiene muchos nombres: Gaza, Sudán, calentamiento global, masacre de la biodiversidad, Trump, Milei, Orbán, la creciente amenaza de una guerra nuclear. Y, sin embargo, en medio de todo esto, hemos venido aquí para decir NO, es hora de hablar de esperanza, incluso de esperanza radical.

                No podemos aceptar la desesperanza, porque la desesperanza mata todo pensamiento científico. Sólo nos queda una pregunta científica: ¿cómo romper la dinámica social que nos impulsa hacia nuestra propia autodestrucción, la autodestrucción de la humanidad? Esa pregunta no puede responderse con la desesperanza. La desesperanza es un rechazo a buscar una respuesta, un darse por vencido, una complicidad, aunque sea a regañadientes.

                Así que no a la desesperanza. Pero eso no nos lleva a una esperanza vacua, feliz-feliz. Hay una palabra cercana a la desesperanza, pero distinta: Desesperación.

                La desesperación no es desesperanza. Es negarse a desesperanzarse, negarse a renunciar a nuestra rabia y esperanza, incluso en un mundo que nos dice que estamos locos por seguir pensando que otro mundo es posible. En los diccionarios, a menudo se equipara desesperación con desesperanza, pero no es eso. He encontrado una definición que se acerca más a lo que siento: “Desesperado: mostrar disposición a correr cualquier riesgo con tal de cambiar una situación mala o peligrosa”. Quizás no “cualquier riesgo” pero sí, una furia por cambiar una situación mala o peligrosa, una determinación por cambiar una mala situación, la mala situación que es el capitalismo contemporáneo. Desesperación por cambiar el mundo porque sabemos que no tiene por qué ser así, que tenemos la capacidad de crear otra cosa. La desesperación incluye la frustración, la frustración de lo que podríamos hacer, la frustración de nuestra riqueza, de nuestra capacidad de crear algo diferente.

                La desesperación es esperanza en la tormenta, esperanza en-y-contra-la-tormenta, esperanza en-y-más-allá-de-la-tormenta. Quizá la única forma de hablar hoy de la esperanza radical sea como desesperación, esperanza desesperada-contra-la-esperanza. La esperanza como negación de la anti-esperanza. La esperanza como resistencia.

                Los que siguen estas cosas (y deberían, porque han sido los exponentes más articulados de la esperanza durante más de treinta años) se darán cuenta de que mi enfoque en la desesperación hace eco de la intervención de Marcos en la reunión de diciembre organizada por los zapatistas. El reto, sugirió allí, es “organizar nuestra desesperación”.

2.            Probablemente todos los que estamos aquí tenemos algún sentimiento de desesperación compartida. El capitalismo genera desesperación. De muchas maneras. A nivel personal, la profunda y creciente incertidumbre de la vida: ¿cómo puedo entrar en la universidad o conseguir un trabajo, puedo conseguir la titularidad, cómo puedo encontrar un lugar decente para vivir, en qué clase de mundo vivirán mis hijos, cómo puedo incluso traer hijos a un mundo como este? Todo forma parte de una creciente desesperación social: miren lo que está ocurriendo con los inmigrantes, miren la destrucción de la biodiversidad de la que depende la vida humana, miren el calentamiento del planeta, cada vez más fuera de control, miren el auge de la nueva derecha, miren los peligros crecientes de más guerras.

                Pero ¿hacia dónde llevamos nuestra desesperación, nuestra esperanza a pesar de todo? Lo más obvio en la situación actual es retroceder hacia el centro, esperar que los demócratas puedan ganar las elecciones de mitad de mandato, que ni Trump ni Vance ganen las elecciones de 2028, que dentro de diez años recordemos a Orbán, Meloni, Modi, Erdogan, Trump como un mal sueño, un desafortunado parpadeo en la historia, que se produzca un retorno de algo que podamos reconocer como civilización.

                Pero hay una frase que se ha citado a menudo en los últimos años. La frase, “el centro no puede sostenerse”, proviene del poema de W.B. Yeats, «The Second Coming».  

Turning and turning in the widening gyre   
The falcon cannot hear the falconer;
Things fall apart; the centre cannot hold;
Mere anarchy is loosed upon the world,
The blood-dimmed tide is loosed, and everywhere   
The ceremony of innocence is drowned;
The best lack all conviction, while the worst   
Are full of passionate intensity.  
Girando y girando en el creciente giro El halcón no puede oír al halconero; Las cosas se desmoronan; el centro no puede sostenerse; La mera anarquía se desata sobre el mundo, La marea ensangrentada se desata, y por todas partes La ceremonia de la inocencia se ahoga; Los mejores carecen de toda convicción, mientras que los peores Están llenos de apasionada intensidad.

                El centro no puede sostenerse. Obviamente, aquí en Estados Unidos, y en otros países, el centro no se ha sostenido. Y, sin embargo, sigue ahí como un imán nostálgico, una atracción irresistible frente al mundo que se desmorona a nuestro alrededor.

                Este impulso nostálgico de vuelta a la normalidad es probablemente inevitable, tal vez incluso deseable. Y, sin embargo, tenemos que considerar que el centro no aguantó, no pudo aguantar, y que quizá tengamos que ir más allá de luchar por su restauración.

3.            Ahora pensamos en el centro desde la perspectiva de la embestida actual. Los ataques al pensamiento crítico en las universidades, los ataques a los inmigrantes, la disolución del orden mundial basado en la ley, etcétera. Quizá, de forma más general, podamos pensar en el centro como una especie de contrato social global, una especie de normalidad que se establece tras la Segunda Guerra Mundial y que incluye una idea de la democracia como algo deseable, unos niveles mínimos de bienestar social, una cierta comprensión de lo que es la política, del tipo de relaciones que deberían existir entre los Estados, una cierta idea de los derechos humanos y del Estado de Derecho.

                Desde luego, no quiero idealizar esta normalidad. Es una fase de la civilización del dinero, una civilización asesina basada en la explotación, el racismo, el sexismo, el colonialismo, la represión, el encarcelamiento y la destrucción de otras formas de vida. Sin embargo, existe una especie de normalidad, una especie de contrato social, a veces denominado Estado del bienestar keynesiano, que luego es atacado radicalmente por lo que muchos llaman neoliberalismo, pero que, sobre todo visto desde la perspectiva del presente, presentaba sin embargo más continuidad de lo que podría parecer: el mismo sistema de relaciones entre Estados, un respeto simbólico por la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho.

4.            Este centro se cuestiona cada vez más tras la crisis financiera de 2008. Está claro que no puede darse por sentado.

                Independientemente de que a uno le parezca atractiva esa normalidad, o al menos mejor que la que se impone ahora, hay al menos dos razones para pensar que ya no es realista.

                En primer lugar, tenía una base material. Después de la Segunda Guerra Mundial, fue el resultado de la gran reestructuración del capital lograda mediante la destrucción y la masacre de la Guerra. Este impulso a la productividad y la rentabilidad se vio cada vez más presionado desde finales de los años sesenta y principios de los setenta. Tras el colapso de Bretton Woods y el cambio de política bajo Reagan y Thatcher, la reproducción del capitalismo dependía cada vez más de la constante expansión de la deuda, es decir, no de la plusvalía realmente producida sino de la expectativa de una futura producción de plusvalía. En los últimos cuarenta años ha habido una expansión sin precedentes de la deuda a escala global, y esto ha significado una expansión de la fragilidad sistémica, expresión de la brecha entre la acumulación de valor y su expresión monetaria. Esta fragilidad es administrada principalmente por la Fed y otros bancos centrales, pero explotó en la crisis financiera de 2007/2008 y la amenaza de colapso permanece latente y constante. En otras palabras, la base económica de la normalidad a la que nos hemos acostumbrado se ha vuelto cada vez más frágil. El neoliberalismo, lejos de ser la política de un capital triunfante, es (o era) la política de su crisis.

                La otra razón para dudar de la posibilidad de restaurar el centro es el grado de ira y desesperación que ha generado. La promesa de una creciente prosperidad personal a cambio de aceptar el sistema y cerrar los ojos ante su fuerza destructiva, parte crucial del contrato social de posguerra, no se ha cumplido para una gran parte de la población en los últimos cuarenta años aproximadamente.

                La acumulación aparentemente aleatoria de enormes riquezas por parte de unos pocos ha contribuido a canalizar esa ira en resentimiento. Como dijo Abahlali baseMjondolo, el importante movimiento de los chabolistas de Sudáfrica, tras los disturbios raciales de 2020, “Abahlali siempre ha advertido de que la ira de los pobres puede ir en muchas direcciones. Hemos advertido una y otra vez que estamos sentados sobre una bomba de tiempo”.

                El centro, la normalidad de los últimos años, se construyó sobre dos bombas de tiempo: la fragilidad financiera y el creciente resentimiento. Probablemente no sea ni deseable ni realista recrearlo. Sin duda debemos luchar por la defensa de la democracia liberal, pero tenemos que mirar más allá, ir más lejos y preguntarnos si la situación actual podría crear un avance en el desarrollo de una política radical de esperanza.

5.            Si el centro no aguanta, ¿lo hará la derecha? No podemos saberlo. Sin duda nos está empujando en direcciones que van más allá de nuestra capacidad de imaginar, en términos de destrucción climática y la posibilidad de una guerra nuclear, tal vez logre crear una pesadilla para la humanidad. Pero también es posible que se derrumbe ante la oposición popular, por un lado, y, por otro, ante las fuerzas del mercado, es decir, paradójicamente, su incapacidad para comprender y aceptar las realidades del poder del dinero.

                Entonces, ¿dónde está la esperanza en esta situación? En primer lugar, tiene que ser un grito de rechazo, un NO. Me gustaría pensar que esto es algo que todos nosotros compartimos. Se refleja en las protestas masivas de los últimos fines de semana, y es de esperar que sigan creciendo y creciendo y creciendo.

                Pero ¿adónde puede llevarnos este NO? Quizá de vuelta al centro, a la democracia liberal. Posiblemente en las próximas elecciones ganen los razonables y pierdan los resentidos. Pero entonces la fragilidad seguirá creciendo y el resentimiento también.

                De alguna manera, tenemos que conectar con la ira resentida que está detrás del ascenso de la derecha y reclamarla como nuestra. Nuestra respuesta no puede ser “¡Sean razonables, dejen a un lado su rabia!”, sino “Compartimos su rabia contra un sistema que nos está humillando y matando. Veamos cómo podemos desarrollar nuestra ira de otra manera”. La esperanza hoy es realmente una cuestión de cómo canalizamos nuestra ira.

                La ira de los pobres puede ir en muchas direcciones, dicen los Abahlali. Una dirección parece ser la dominante en este momento: la ira como resentimiento. Pero también hay otra rabia expresada por miles y miles de movimientos en todo el mundo (y, esperamos, por esta conferencia). Es lo que los zapatistas llaman “digna rabia”, difícil de traducir, pero tal vez rabia digna [dignified rage], o rabia justa [righteous rage]: una rabia que nace de la opresión cotidiana de la sociedad existente y nos dirige hacia un mundo basado en el reconocimiento mutuo de nuestras dignidades. En otras palabras, una rabia contra la forma en que están organizadas actualmente las relaciones sociales (el capitalismo) que empuja hacia la creación de otro mundo, un mundo de muchos mundos. Una rabia contra el dominio del dinero y un empuje hacia el desarrollo de la vida.

                Una ira de resentimiento y una ira de esperanza. Aquí hay una cuestión de gramática, la gramática de la identificación. El resentimiento se identifica: dirige su ira contra grupos específicos de personas, ya sean inmigrantes o académicos de Harvard. Se enfurece contra la élite como grupo de personas, pero no cuestiona el sistema que produce a las élites, ni a los inmigrantes. El auge de la derecha es una explosión de la política identitaria que deshumaniza al tratar a los grupos de personas como objetos o categorías abstractas. La identificación es un proceso que parte de una ira indefinida y la centra en objetos humanos concretos, ya sean negros, árabes, judíos, extranjeros, trans. El proceso de identificación está siendo reforzado por los grupos de derechas, pero también está profundamente arraigado en la sociedad actual. El Estado es un proceso de identificación: su propia existencia es la proclamación de una distinción tajante entre “nosotros” y esos otros, extranjeros, a los que podemos maltratar y, cuando sea necesario, matar. La propia existencia del Estado como forma de organización social es un proceso de “alienación” [othering], una escuela de fascismo y guerra. Ciudadanos.

                Una política de la esperanza parte de la misma rabia identificada por la derecha, pero resiste al proceso de identificación. Desbordándose. Una política de la esperanza es necesariamente una política anti-identitaria, no en el sentido de negar la identidad, sino en el sentido de ir en contra y más allá de ella. Somos indígenas, pero nuestra lucha va más allá, por un mundo basado en el reconocimiento de la dignidad humana. Somos kurdos, una nación oprimida, pero nuestra lucha va más allá, por la creación de un mundo diferente. Luchamos contra el calentamiento global, pero sabemos que no se trata sólo de una cuestión de combustibles fósiles, sino de luchar contra un mundo en el que el desarrollo está determinado por el afán de lucro. Donde una política identitaria se cierra y da respuestas, una política de la esperanza se abre y plantea preguntas. Preguntando caminamos, como dicen los zapatistas.

                Una política de la esperanza es una política de preguntar, buscar, discutir. Su forma de organización tiene una larga historia, constantemente renovada: la asamblea, el consejo, la comuna, una forma de organización concebida para promover la expresión de opiniones y el debate de soluciones, muy alejada del Estado o del partido que marca la línea correcta. Un lugar como éste donde podemos discrepar, donde podemos decir “Esto es lo que quiero decir. ¿Qué opinas tú?”. Un lugar donde los enojos se comparten y las etiquetas se difuminan simplemente por ese compartir.

6.            La esperanza, pues, es una rabia digna, una rabia decidida a abolir un sistema social que nos está destruyendo y a crear un mundo basado en el reconocimiento mutuo de las dignidades. Una locura. Una locura venir a la Harvard Business School y decir que debemos abolir el capitalismo. Y, sin embargo, una locura necesaria. Hay muchos indicios de que la continuación de la actual forma de organización social es incompatible con la supervivencia de la vida humana. Ciertamente, el capitalismo siempre ha sido una combinación de creación y destrucción, pero ahora es su lado destructivo el que domina cada vez más.

                La esperanza es locura. La esperanza es desesperación que camina al borde del abismo de la desesperanza. Pero tenemos que asumir nuestra locura, decirla alto y claro. Porque tenemos que ganar. Esta vez, nosotros, los perdedores de siempre, tenemos que ganar, o de lo contrario sentarnos y disfrutar del viaje más profundo hacia la catástrofe, hacia la posible extinción.

7.         Termino con una pequeña historia contada por Marcos en el encuentro organizado por los zapatistas a finales de diciembre. Cuenta cómo los jóvenes zapatistas, técnicamente sofisticados, que han conseguido montar la retransmisión en directo del evento, han conseguido también establecer un enlace telefónico con una comunidad indígena del año 2145. Así que Marcos llama a la comunidad y el teléfono es contestado por una niña. Marcos pregunta “¿Cómo estás?”, y la niña responde “depende”. Y Marcos piensa “qué respuesta más inútil, ¿por qué no podría haber contestado un adulto?”. Y dice, un poco más alto: “¿Cómo estás?” Y la niña repite, más claramente “Depende… de ti”.

Depende, de nosotros. Si esa joven existirá o no. O en qué condiciones existirá. La esperanza no es un juego, ni una virtud, es la lucha por crear un mundo diferente.

Conferencia presentada por John Holloway en un simposio en Harvard Business School

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Nantik Meche

Podcast por Palestina

(Descarga aquí)  

Este es un podcast realizado por Nantic Meche. Todas, todos, todes, por nuestros derechos alcemos la voz.

Desde 2023 a la fecha, el gobierno de Israel lleva tristeza al pueblo palestino y al mundo, al haber asesinado a más de 63 mil personas. Diferentes organismos internacionales han denunciado que 80% de estas personas no eran soldados, sino que en su mayoría eran niñas, niños y mujeres terriblemente masacradas. Por mucho tiempo, el gobierno de Israel ha intentado engañar al mundo diciendo que atacaba terroristas, pero la verdad es que más que cuarteles, ha destruido hogares, escuelas y hospitales.

Es importante saber que en medio de esta oscuridad hay muchas luces de rebeldía. Se han realizado marchas, bloqueos, volanteos, conciertos, materiales de información y muchas otras cosas alrededor de todo el mundo. En este duro momento de la historia, podemos ver una vez más que los pueblos pueden ser más dignos y valientes que sus gobiernos.

Mientras los de arriba no toman acciones concretas para detener esta matanza, les cuento que por ejemplo, un sindicato griego de trabajadores portuarios no permitió el envío de armas desde el puerto donde trabajan. Un sindicato italiano acaba de llamar a huelga para detener los barcos con armamento israelí a partir del 22 de septiembre. Una flotilla de más de 50 barcos con personas de más de 40 países intenta llevar ayuda humanitaria por mar. La respuesta de Israel en estas últimas semanas ha sido lanzar más ataques, impedir la llegada de alimentos, la asistencia médica, obligar a la población palestina a desplazarse. Pero aún así, el espíritu de libertad permanece.

radio
Vía Campesina

El Foro Global Nyéléni refuerza la lucha por la soberanía y los derechos humanos

Fuente: Vía Campesina
Esta entrada está disponible también en English y Français.

El tercer Foro Global Nyéléni se celebró n Kandy, Sri Lanka, del 6 al 13 de septiembre, uniendo a movimientos sociales de todo el mundo para discutir varios temas, entre ellos el creciente autoritarismo, la soberanía alimentaria, la reforma agraria, la atención médica y la justicia climática.

“ El Foro se erige como una plataforma global de resistencia y solidaridad, basada en los principios de la soberanía alimentaria, el feminismo de base, la agroecología, la justicia social, de género y climática, la soberanía popular y energética, y la democracia económica”, se lee en el comunicado de prensa inaugural.

El foro se inauguró el 6 de septiembre en el Instituto Nacional de Desarrollo Cooperativo de Kandy, Sri Lanka. Participan más de 700 delegadxs de 100 nacionalidades diferentes.

El programa incluyó asambleas de mujeres y jóvenes, solidaridad con Palestina

El primer día del foro, las delegaciones regionales de África, el Cercano Oriente y el Norte de África, Asia y el Pacífico, América Latina y el Caribe, Europa y Asia Central, y América del Norte convocaron sus reuniones preparatorias para discutir nuestra Agenda de Acción Política Común, desarrollada a través de meses de consultas regionales e internacionales. 

Por la tarde, las delegadas se reunieron para la Asamblea de Género y Diversidad Sexual y Aliadas. «Personas de todas las razas, idiomas, sexualidades, identidades y capacidades son bienvenidas a construir con nosotras. Este espacio es fundamental», dijo Paula Gioia, de La Vía Campesina.

El segundo día se celebraron reuniones como la Asamblea de Jóvenes, la Asamblea de Mujeres y el Encuentro de Pueblos Indígenas. «La reforma agraria implica tener jóvenes presentes en espacios dignos, con educación, salud, tierra, alimentación y acceso a la producción local», afirmó Paulina Margarita Caal Chocooj, delegada del Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe (MAELA).

El tercer día se celebró en solidaridad con Palestina, denunciando la inacción de los gobiernos y la ONU para intervenir en un genocidio en curso. «La acción política que estamos llevando a cabo en este foro se conecta con todas las demás acciones que se están llevando a cabo en todo el mundo, incluyendo la Flotilla de la Libertad, los Amigos de La Haya y otras innumerables alianzas a nivel local, regional, nacional e internacional», declaró Jana Nakhal, del Comité Directivo Global en representación de la región NENA.

El Primer Foro Mundial sobre Soberanía Alimentaria sienta las bases para un movimiento global

El Foro Nyéléni de este año se basa en los esfuerzos de foros anteriores, el primero de los cuales tuvo lugar en la aldea rural de Nyéléni, en Mali, en donde los líderes del movimiento campesino y agrario celebraron el Primer Foro Mundial sobre Soberanía Alimentaria en 2007. Este primer foro fue organizado por Amigos de la Tierra Internacional, Vía Campesina, la Marcha Mundial de las Mujeres, ROPPA, el Foro Mundial de Pescadores y Trabajadores de la Pesca (WFF) y el Foro Mundial de Pueblos Pescadores (WFFP), y reunió a 600 delegados de los cinco continentes, representando a diversos sectores de la sociedad interesados ​​en la agricultura y la alimentación. 

Este primer foro dio como resultado la Declaración de Nyéléni, un documento fundamental para el movimiento, y designó a Nyéléni como el nombre de la red internacional de movimientos sociales. Hoy, el nombre de la aldea se ha convertido en sinónimo del movimiento campesino mundial y la lucha por la soberanía alimentaria. 

Desde entonces se han celebrado otros foros Nyéléni, entre ellos Nyéléni Europa 2011 en Austria, el segundo Foro Global Nyéléni en 2015 que tuvo lugar en Mali, y Nyéléni Europa 2016 en Cluj-Napoca, Rumania.

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Avispa Midia

Flotilla Global Sumud sufre ataque del barco donde viajan los organizadores

Fuente: Avispa Midia

Por Santiago Navarro F

Foto: Instagram vía @yaseminacr_ 

El barco donde viajan los organizadores de la Flotilla Global Sumud sufre un ataque perpetrado por un dron, así lo han afirmado los organizadores en un comunicado lanzado este 8 de septiembre. El acto de agresión, que no ha sido reclamado, no tuvo éxito al querer truncar el avance de esta misión civil internacional que busca llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y llevar un mensaje de solidaridad al pueblo palestino.

Ver también: Israel amenaza a Flotilla Sumud y estibadores de Génova anuncian alzarse en toda Italia 

De acuerdo con el comunicado oficial de la organización difundido esta mañana, el barco principal de la flotilla, bautizado como “Barco Familia”, el cual porta la bandera portuguesa, fue atacado presuntamente por un dron mientras se encontraba atracado en aguas tunecinas. El artefacto impactó contra la embarcación, provocando un incendio que causó “daños por fuego en la cubierta principal y en el almacén bajo”, aseveran los organizadores. https://www.facebook.com/plugins/video.php?height=476&href=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2FAvispaMidia%2Fvideos%2F1823533548235249%2F&show_text=false&width=267&t=0

El ataque, ocurrido en la noche de este lunes (8), tuvo lugar a escasas horas de la partida de la flotilla desde el puerto de Sidi Bou Said, próximo a Túnez capital. A bordo de esta embarcación se encontraban miembros del Comité Directivo de la misión. Afortunadamente, y en lo que la organización ha calificado de “milagro”, los seis pasajeros y tripulantes a bordo resultaron ilesos.

En un contundente mensaje, los organizadores de la Global Sumud Flotilla (GSF) han tildado el incidente de “acto de agresión destinado a intimidar y descarrilar nuestra misión”. Lejos de amedrentarse, la GSF ha reafirmado su compromiso: “Nuestra misión pacífica de romper el asedio a Gaza y ser solidaria con su pueblo continúa con determinación y resolución”.

En contexto: Zarpan en secreto decenas de pequeñas embarcaciones hacia Gaza con ayuda humanitaria

La palabra “Sumud” –que en árabe significa “firmeza” o “resistencia pacífica”– cobra hoy más sentido que nunca. El ataque no ha hecho más que reafirmar la voluntad de los cerca de 300 voluntarios de 44 nacionalidades diferentes que conforman la flotilla. Entre ellos se encuentran figuras de alto perfil como la activista climática sueca Greta Thunberg y la exprimera edil de Barcelona, Ada Colau, cuya presencia busca atraer la atención global hacia la crisis humanitaria en Gaza.

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Raíces en Resistencia

Te alabo Palestina, la tierra que adoré hasta la muerte | Testamento de Yahya Sinwar

Mientras la Flotilla Global Sumud sigue navegando el Mar Mediterráneo rumbo a Gaza desafiando el sitio gen0cida contra el pueblo palestino publicamos el testamento de Yahya Sinwar, mártir del pueblo gazatí asesinado por el ejército de Israel. La carta fue leída en la Plaza Palestina Libre en la alameda central de la Ciudad de México.

Poco sabemos del pensamiento de los activistas palestinos. La media quiere sepultar su palabra con la bomba mediática del “terr0rismo”. El movimiento de solidaridad exige justamente acabar con el gen0cidio y demanda que Palestina sea libre. ¿Pero qué significa libertad a los activistas y guerreros que armas en mano enfrentan la bestialidad del colonialismo sionista?

Foto: Yahya Sinwar

Yahya Sinwar

Yahya Sinwar nació el 29 de octubre de 1962 en Khan Younis, un campo de refugiados palestinos situado en el extremo sur de la Franja de Gaza cuando estaba bajo dominio egipcio. Allí pasó sus primeros años. Su familia procede de Al-Majdal Asqalan (Ascalón) de donde fue expulsada durante la guerra árabe-israelí de 1948 que se desató meses después de la fundación del estado de Israel en tierras palestinas.

Yahya terminó sus estudios en la Universidad Islámica de Gaza, donde se licenció en Estudios Árabes. La policía de Israel lo arrestó en 1982, a los 19 años, por «actividades islámicas», y de nuevo en 1985. Fue activista desde los inicios de Hamás, en 1987, durante la primera Intifada (“rebelión” o “levantamiento” en árabe: اِنْتِفَاضَة‎). Arrestado de nuevo en 1989, en la cárcel, se consagró como líder de los presos. Condenado varias veces a cadena perpetua, fue puesto en libertad en 2011 con un millar de detenidos liberados por Israel, a cambio del soldado Gilad Shalit, rehén de Hamás durante cinco años.

Se convierte uno de los voceros más reconocidos de Hamás en Gaza en 2017. Participó en el ataque a Israel del 7 de octubre de 2024. Nueve días después, 16 de octubre, fue asesinado por el ejército sionista.

En su testamento, Yahya Sinwar expresa: “Mi llamado es que permanezcan fieles a la sangre de los mártires, a los que se han ido y nos han dejado este camino lleno de espinas, ellos son los que abrieron el camino de la libertad con su sangre, así que no malgasten estos sacrificios en los cálculos de los políticos y los juegos de la diplomacia.”

Aquí reproducimos el texto de su testamento.

Recreación del Guernica de Picasso por Palestina. Pieza en la Plaza Palestina libre en la Alameda central, Ciudad de México

Testamento de Yahya Sinwar

Soy Yahya, hijo de un refugiado que transformó su exilio en una patria temporal, y que convirtió un sueño en una batalla eterna.

Mientras escribo estas palabras, recuerdo cada momento de mi vida: desde mi infancia en las callejuelas, pasando por los largos años de encarcelamiento, hasta cada gota de sangre derramada en el suelo de esta tierra.

Nací en Khan Younis en 1962, en una época en la que Palestina no era más que un recuerdo destrozado y cartas olvidadas en las mesas de los políticos.

Soy un hombre cuya vida se tejió entre el fuego y las cenizas, y que comprendió desde muy joven que la vida bajo la ocupación no es más que un encierro permanente.

Muy pronto supe que la vida en esta tierra no es algo ordinario, y que cualquiera que nazca aquí debe llevar en su corazón un arma fuerte, una voluntad inquebrantable, y ser consciente de que el camino hacia la libertad es largo.

Aquí empieza mi compromiso con ustedes, a partir del niño que lanzó la primera piedra al ocupante, que aprendió que las piedras son las primeras palabras que dirigimos al mundo que calla ante nuestra herida.

Mi compromiso comienza con el niño que lanzó la primera piedra al ocupante, que aprendió que las piedras son las primeras palabras que dirigimos al mundo que calla ante nuestra herida.

En las calles de Gaza aprendí que una persona no se mide por la edad, sino por lo que da a su país. Y así fue mi vida: cárceles y batallas, dolor, pero también esperanza.

Me encarcelaron por primera vez en 1988 y me condenaron a cadena perpetua, pero no tuve miedo.

En aquellas celdas oscuras, veía en cada pared una ventana hacia el horizonte lejano, y en cada barrote una luz que iluminaba el camino hacia la libertad.

En la cárcel aprendí que la paciencia no es sólo una virtud, sino un arma… un arma amarga, como quien se bebe el mar gota a gota.

Les exhorto: Mo tengan miedo de las cárceles. Para nosotros los palestinos, es nuestro destino, parte de nuestro largo camino hacia la libertad.

La cárcel me enseñó que la libertad no es sólo un derecho robado, sino una idea nacida del dolor y perfeccionada con paciencia. Cuando salí de prisión en el marco de la Operación Wafa al-Ahrar en 2011, no salí igual, salí más maduro, con convicciones y perspectivas largamente meditadas de que aquello por lo que luchamos no es solo una lucha pasajera, sino nuestro destino, y que lo llevamos hasta en la última gota de nuestra sangre.

[En octubre de 2011, más de 1,400 prisioneros palestinos fueron liberados de las cárceles de ocupación de Israel en el intercambio de prisioneros conocido como Wafa al-Ahrar (“Fieles a la libertad”), después de que un soldado israelí fuera secuestrado y mantenido cautivo durante más de cinco años.]

La cárcel me enseñó que la libertad no es sólo un derecho robado, sino una idea nacida del dolor y perfeccionada con paciencia. Cuando salí de prisión en el marco de la Operación Wafa al-Ahrar en 2011, no salí igual, salí más maduro, con convicciones y perspectivas largamente meditadas de que aquello por lo que luchamos no es solo una lucha pasajera, sino nuestro destino, y que lo llevamos hasta en la última gota de nuestra sangre.

Mi último deseo para ustedes, queridos combatientes, es que permanezcan apegados al fusil, a la dignidad sin concesiones, apegados al sueño de la libertad hasta que se haga realidad.

El enemigo quiere que abandonemos la resistencia, que convirtamos nuestra causa en una negociación interminable.

Pero yo les pido: no negocien nada que comprometa su futuro.

Olivo símbolo Palestino. Inter Press Service

Los enemigos temen más tu firmeza que tus armas. La resistencia no es sólo el arma que llevamos, sino nuestro amor por Palestina en cada aliento que respiramos, es nuestra voluntad de sobrevivir y desafiar su violencia, su asedio y su crueldad.

Los enemigos temen más tu firmeza que tus armas. La resistencia no es sólo el arma que llevamos, sino nuestro amor por Palestina en cada aliento que respiramos, es nuestra voluntad de sobrevivir y desafiar su violencia, su asedio y su crueldad.

Mi llamado es que permanezcan fieles a la sangre de los mártires, a los que se han ido y nos han dejado este camino lleno de espinas, ellos son los que abrieron el camino de la libertad con su sangre, así que no malgasten estos sacrificios en los cálculos de los políticos y los juegos de la diplomacia.

Estamos aquí para terminar lo que empezaron los primeros, y no nos desviaremos de este camino cueste lo que cueste. Gaza ha sido y seguirá siendo la capital de la determinación, el corazón de Palestina que nunca deja de luchar, incluso si la tierra se estrecha para nosotros, incluso si parece que esta tierra nuestra nos va a enterrar.

Cuando asumí el liderazgo de Hamás en Gaza en 2017, no se trataba solo de un traspaso de poder, sino de la continuación de la lucha armada, el único camino histórico hacia la liberación nacional frente a la ocupación.

Cada día sentía el dolor de mi pueblo asediado, y sabía que cada paso que dábamos hacia la libertad tenía un precio. Pero les digo: el precio de la rendición es mucho más alto. Por eso, aférrense a la tierra como se aferran las raíces de nuestros árboles, porque ningún viento puede desarraigar a un pueblo que ha decidido vivir.

En la batalla del Diluvio de Al-Aqsa, yo no era el líder de un grupo o un movimiento, sino la voz de los palestinos que soñaban con la liberación. Mi convicción me llevó a creer que la resistencia no es sólo una opción, sino un deber. Quería que esta batalla fuera una nueva página en la epopeya de la lucha de nuestro pueblo, quería que todas las facciones palestinas se unieran en torno a los intereses de nuestro pueblo y se situaran en la misma trinchera contra el bárbaro e inhumano enemigo, que nunca distinguió entre un niño y un anciano, o entre una piedra y un árbol.

El Diluvio de Al-Aqsa fue una batalla por las almas antes que por los cuerpos, y por la voluntad antes que por las armas.

Lo que dejo no es un legado personal, sino colectivo, va dirigido a cada palestino que sueñe con la libertad, a cada madre que ha llevado en brazos a su hijo muerto, a cada padre que lloró con todo su corazón por su hijo asesinado.

Mi último legado es recordar siempre que la resistencia no es sólo una bala disparada, sino una vida vivida con honor y dignidad.

Mi último legado es recordar siempre que la resistencia no es sólo una bala disparada, sino una vida vivida con honor y dignidad.

El encarcelamiento y el asedio me han enseñado que la batalla es larga, que el camino es duro, pero también he aprendido que las personas que se niegan a rendirse hacen milagros con sus propias manos.

No esperen que el mundo les haga justicia, porque he comprobado y he sido testigo de cómo el mundo calla ante nuestro dolor. No esperen justicia; sean justos. Lleven el sueño de Palestina en sus corazones, y conviertan cada herida en un arma, y cada lágrima en una fuente de esperanza.

Esta es mi última palabra: no entreguen las armas, no olviden a sus mártires y no cedan con un sueño que es su derecho.

Nos quedamos aquí, en nuestra tierra, en nuestros corazones, en el futuro de nuestros hijos.

Te alabo Palestina, la tierra que adoré hasta la muerte, y el sueño que cargué sobre mis hombros como una montaña inquebrantable.

Te alabo Palestina, la tierra que adoré hasta la muerte, y el sueño que cargué sobre mis hombros como una montaña inquebrantable.

Si caigo, no caigan conmigo, pero lleven mi antorcha, y hagan de mi sangre un puente a través del cual la generación nacida de nuestras cenizas pueda ser más fuerte.

No olviden que la patria no es una historia que contar, sino una realidad que vivir, y que de cada mártir nacerán mil resistentes en el seno de esta tierra.

Si vuelve el Diluvio y no estoy con ustedes, sepan que fui la primera gota en las olas de la libertad, y que viví para verles continuar por el camino de la emancipación.

Para conocer un poco más de Yahya Sinwar:

“De las cárceles israelíes al liderazgo de Hamás” en el portal Descifrando la guerra

Azzam Tamimi. “Yahya Sinwar murió luchando contra Israel” en el portal Rebelión.

Abdaljawad Omar. “La última batalla de Yahya Sinwar”. Portal
Rebelión.

Versiones del testamento de Yahya Sinwar

Andalucía morisca.org
https://andaluciamorisca.org/ultima-voluntad-y-testamento-de-yahya-sinwar/


Palestina. Testamento poético y poderoso de Sinwar: “Convierta cada herida en arma”. Resumenlatinoamericano.org
https://www.resumenlatinoamericano.org/2024/10/25/palestina-testamento-poetico-y-poderoso-de-sinwar-convierta-cada-herida-en-arma/

Diario Octubre. Testamento del mártir Yahya Sinwar para el pueblo palestino.
Coordinación de Núcleos Comunistas.— Mi mandamiento es que permanezcáis fieles a la sangre de los mártires, a los que se han ido y nos han dejado este camino lleno de espinas; ellos son los que abrieron el camino de la libertad con su sangre, así que no malgastéis estos sacrificios en los cálculos de los políticos y los juegos de la diplomacia.
https://diario-octubre.com/2024/11/05/testamento-del-martir-yahya-sinwar-para-el-pueblo-palestino/

Testamento de Yahya Sinwar. Prolewiki,org
https://es.prolewiki.org/wiki/Biblioteca:Testamento_de_Yahya_Sinwar

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¡Compas Arriba!

Se presenta en Francia el documental “La punta de lanza” sobre la Travesía por la Vida

Primavera de 2021. En plena pandemia mundial, una delegación marítima de origen maya emprende un viaje a contracorriente, 500 años después de la llegada de los españoles al territorio maya, gritando: «¡No nos conquistaron!». A bordo de su velero transportan obras de arte creadas en el corazón de las montañas del sureste mexicano, como un puente de resistencia y de encuentro entre los pueblos. La Travesía por la Vida acoge y entreteje las luchas de los pueblos del mundo que cruzan fronteras, como los colectivos de migrantes en Europa. Más de 30 años después de la insurrección en Chiapas, los jóvenes zapatistas nos invitan a librar una guerra pacífica, usando el arte como un arma para salvar la vida.

Hoy, 3 de septiembre de 2025, se presenta en La Réole, y el próximo martes 9 de septiembre en París.