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Memoria y vida frente a la muerte: Acteal en el 20 aniversario de la masacre
Qué afan de recordar, de seguir removiendo la herida, se diría a primera vista.
El gran espacio cubierto donde se lleva a cabo el evento mira hacia la inmensidad de las montañas, que nos empequeñecen con su grandeza. Allí, en cierto momento, una sobria pieza de teatro recrea la masacre cometida aquí hace 20 años por paramilitares armados y entrenados por el Estado mexicano, conforme dictaba el Plan de Campaña 1994 de la Sedena para combatir al EZLN.
Entre los asistentes están muchos que sobrevivieron a la masacre, muchos que perdieron a familiares, que presenciaron una violencia impensable, que cargan con el dolor que los marca y marcará por el resto de sus días. Las miradas son intensas mientras se desarrolla la pieza de teatro, imposible decir qué sucede al interior de quienes vivieron ese horror en la piel.
Y sin embargo en el ambiente hay una alegría inexplicable, una contenida pero evidente jovialidad. ¿Por qué?
Don Raúl Vera, Obispo de Saltillo, quizás dio en el clavo. A lo largo de estos 20 años, Acteal se ha convertido en símbolo de la lucha por la vida en medio de un sistema de muerte, inspiración para seguir construyendo una sociedad nueva con dignidad y alegría.
El propósito de la masacre, dijo don Raúl, fue desmoralizar, no sólo al pueblo organizado de Acteal, sino también al EZLN y a todos quienes dicen NO al sistema de muerte e intentan construir otra sociedad. No lo lograron.
“Nadie esperaba el renascer de Acteal”, dijo don Raúl. La masacre no sólo no apagó esa llama de la resistencia y la dignidad, sino que convirtió a las víctimas y a los sobrevivientes en símbolos de vida nueva. Luchar como Acteal, imaginar como Acteal, caminar con dignidad como Acteal.
Es impensable el horror vivido y sin embargo aquí están. Parte del comunicado de la Mesa Directiva de Las Abejas y los sobrevivientes dice así:
Nosotras las mujeres sobrevivientes, nos sigue doliendo, y nunca olvidaremos a las mujeres embarazadas que les fueron abierto sus vientres, sacándoles a sus bebés como un mensaje de querer acabar con la semilla. Porque las mujeres somos dadoras de vida, somos las que traemos al mundo nuevas generaciones para que los ciclos de vida continúen, por eso murieron más mujeres, niñas y niños.
La Masacre cometida por el gobierno mexicano, es como si cortara un árbol, sus hojas, sus ramas, sus flores y sus frutos, pero, no pudo arrancar la raíz y esa raíz somos nosotras y nosotros y hemos renacido en retoños. Como dice un fragmento del canto del Coro de Acteal, Nos mataron pequeños e indefensos, pero, renacimos gigantes…
Por eso queremos que nuestros jóvenes sepan bien lo que pasó, tenemos que compartirles y formarlos para que sigan el ejemplo de nuestra lucha y así la Memoria de nuestro pueblo, esté floreciendo por siempre.
A pesar del dolor y de la impunidad, Acteal se convirtió en Tierra Sagrada. Acteal es Memoria. Acteal, es palabra digna ante el mundo. Acteal, es consuelo y sanación. Acteal, es dignidad y grandeza. Acteal es camino de la verdad, porque nunca piensa en venganza. Acteal es Justicia. Acteal es conciencia.
Este 20 aniversario de la masacre se conmemora mientras allí cerca, en las montañas, entre Chalchihuitán y Chenalhó, casi 6 mil indígenas tsotsiles viven en condición de desplazados, al igual que los entonces desplazados en Acteal. Al igual que entonces, un grupo paramilitar fuertemente armado y equipado, al servicio del Estado, mantiene en condiciones infrahumanas a miles de sus hermanos y hermanas, condiciones que ya cobraron la vida de once personas.
Es por eso que preservar la memoria es tan importante. Para evitar nuevos Acteales. Mientras el Estado insiste en negar su responsabilidad por la masacre y en mantenerla impune, los pueblos insisten en recordar el pasado para construir el futuro.
Aquí, en Acteal, frente al altar con las 45 cruces inscritas con los nombres de los masacrados, todos los presentes se pusieron de pie y repitieron la sentencia del pueblo:
- Ernesto Zedillo Ponce de León, ex Presidente de México: ¡CULPABLE!
- Emilio Chuayffet Chemor, ex Secretario de Gobernación: ¡CULPABLE!
- General Enríque Cervantes Aguirre, ex Secretario de la Defensa Nacional: ¡CULPABLE!
- Julio César Ruiz Ferro, ex Gobernador de Chiapas: ¡CULPABLE!
- General Mario Renán Castillo, ex comandante de la Séptima Región Militar en Rancho Nuevo, Chiapas: ¡CULPABLE!
- Homero Tovilla Cristiani, ex Secretario de gobierno de Chiapas: ¡CULPABLE!
- Uriel Jarquín Gálvez, ex Subsecretario de gobierno de Chiapas: ¡CULPABLE!
- Jorge Enríque Hernández Aguilar, ex Director de la Seguridad Pública del estado de Chiapas: ¡CULPABLE!
- David Gómez Hernández, ex Subprocurador de Justicia Indígena: ¡CULPABLE!
Escucha los audios del evento:
En México no hay justicia: Acteal, herida abierta
- Las Abejas solicitaron a Jan Jarab intervención de la ONU para reconocer al Estado mexicano como responsable de la Masacre de Acteal.
49 velas, 49 cruces, que representan 45 personas más 4 no nacidas masacradas por paramilitares el 22 de diciembre de 1997, en la misma ermita donde rezaban y ayunaban por la paz, en Acteal, Chiapas, es el escenario donde se recordó el crimen de lesa humanidad. En este sitio sagrado Jan Jarab, representante de la Organización de las Naciones Unidas en México, escuchó los testimonios que duelen en la memoria pero se hacen necesarios para continuar la reivindicación de justicia.
En la víspera a 20 años de impunidad, víctimas sobrevivientes de la Masacre de Acteal e integrantes de la Organización Sociedad Civil las Abejas narraron ante la ONU la verdad que el Estado mexicano intentó negar y continúa ocultando: graves violaciones a derechos humanos como estrategia contrainsurgente en la región Altos de Chiapas.
Guadalupe Vásquez Luna, sobreviviente, leyó el escrito entregado al representante del organismo internacional de derechos humanos: “Señor Jan Jarab, como víctimas sobrevivientes de La Masacre y miembros del pueblo tsotsil estamos cansadas y cansados de tanta injusticia, humillación, desprecio y discriminación de parte del Estado mexicano. A pesar de ello, nos hemos propuesto junto con otros pueblos originarios el de construir Otra Justicia, digna y humanizada. No sabemos cuántos años más deben pasar para conocer la verdad y ver la justicia. Acteal sigue siendo una herida abierta, en México no hay justicia. La dilación es discriminación.”
Las Abejas de Acteal solicitaron a la ONU: Su intervención para que la injusticia en este crimen de lesa humanidad no siga prolongándose; para evitar la repetición de hechos; que Acteal sea reconocido como un sitio de memoria y esperanza; que se reconozca al Estado mexicano como responsable de la masacre.
Jan Jarab durante su visita a Acteal, el 21 de diciembre de 2017, expresó que la ONU tiene como prioridad los derechos de los pueblos originarios y la lucha contra la impunidad.