resistencia
Primera llamada a la Caravana y Encuentro Internacional
COMUNICADO
PRIMERA LLAMADA A LA CARAVANA Y ENCUENTRO INTERNACIONAL
¡EL SUR RESISTE!
2023
Caravana: Del 25 de abril al 5 de mayo (territorio del Sur-Sureste mexicano) Encuentro internacional: 6 y 7 de mayo (CIDECI/Caracol Jacinto Canek, San Cristóbal de las Casas, Chiapas)
Al pueblo en resistencia y rebeldía del Sur-Sureste de México�
A las organizaciones de lucha abajo a la izquierda nacionales e internacionales
A las organizaciones de derechos humanos del mundo�
A los medios de comunicación libres, alternativos o como se llamen
Los pueblos organizados abajo y a la izquierda del Sur-Sureste de México estamos llamando a la articulación amplia para resistir contra el megaproyecto interconectado “TREN MAYA – CORREDOR INTEROCEÁNICO” y los megaproyectos de muerte que está imponiendo el gobierno de la 4T. Así lo hemos constatado quiénes integramos una primera caravana realizada en el pasado mes de agosto, con la participación de compañerxs de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y del Territorio (APIIDTT), ¡la Asociación Internacionalista Ya Basta! Êdî Bese! de los Centros Sociales del Noreste de Italia y las organizaciones indígenas quienes recibimos y compartimos este caminar.
Así está la cosa, todos los niveles de gobierno y partidos políticos a favor de las grandes corporaciones y en alianza con el crimen organizado están impulsando, bajo la retórica de seguridad nacional, interés público, progreso y combate a la pobreza, una nueva etapa de colonización que va más allá de la interconexión ferroviaria, carretera y demás obras de infraestructura, cuya construcción actual ya ha generado gran destrucción ambiental, social y cultural.
Se está ofreciendo a los nuevos conquistadores de los capitales corporativos, los bienes naturales y territorios del Sur-Sureste de México para el libre comercio e imposición de proyectos de la industria energética, turística, maquiladora, comercial y militar; que constituiría un corredor logístico y la nueva frontera geopolítica que reordene a su vez los territorios de Centroamérica y controle el flujo migratorio hacía EEUU. El objetivo es claro, edificar un muro maquilador que contenga la migración principalmente de personas de Centroamérica, para ser utilizada como mano de obra barata – neo esclavismo–, en un paraíso fiscal libre de impuestos y amonestaciones por violaciones a los Derechos Humanos, todo esto dirigido desde Estados Unidos y sus aliados comerciales del Norte Global.
Esta política económica capitalista neoliberal del gobierno “social demócrata” de la 4T, refuerza los daños provocados desde los sexenios anteriores por el gran turismo, la ganadería extensiva, los monocultivos, los parques eólicos, solares, hidroeléctricas, la explotación, transportación y transformación de hidrocarburos, en un contexto mundial de crisis climática que en estos momentos impacta directamente diversos territorios, detonando crisis por el agua, los alimentos, la energía y la tensión de conflictos armados.
Mientras tanto, la población está sufriendo el recrudecimiento de la presencia de los carteles del crimen organizado y de la militarización de la región que provocan un aumento de las amenazas y extorsiones, desapariciones forzadas, asesinatos, feminicidios y violencia de género en general; normalizando la represión contra las comunidades, organizaciones y defensorxs del territorio y los Derechos Humanos, así como a periodistas y todxs quiénes levantan la voz y luchan por la vida.
Todo esto se realiza bajo el argumento de “seguridad nacional” e interés público con la imposición de un decreto de carácter dictatorial y fascista (22/11/2021 DOF), violando los derechos humanos de lxs mexicanxs, plasmados en la Constitución Mexicana, en los acuerdos y tratados internacionales, y particularmente el derecho a la libre determinación y autonomía como pueblos indígenas, y retrocediendo gravemente en derechos agrarios, laborales y educativos, conquistados por la lucha del pueblo mexicano en el siglo pasado.
Este análisis y reflexión, se fue construyendo a lo largo del recorrido por los territorios del Sur-Sureste de México, en donde encontramos y compartimos con luchas históricas, resistencias actuales y rebeldías disidentes, pero también, reconocimos nuestros procesos de autonomía, construcción de alternativas, así como la recuperación y construcción de la identidad y memoria colectiva que nos dignifica cómo pueblos indígenas.
Después de conversar entre las organizaciones que fuimos anfitrionas al paso de esta primera caravana y el Congreso Nacional Indígena (CNI), nos sumamos a la propuesta de convocar a la Caravana (del 25 de abril al 5 de mayo) y Encuentro Internacional (6 y 7 de Mayo) “EL SUR RESISTE”, con la finalidad de articular las luchas indígenas, agrarias, ambientales, estudiantiles, sindicales, feministas y otras luchas de abajo y a la izquierda para trazar conjuntamente estrategias muy concretas de resistencias contra el megaproyecto interconectado “TREN MAYA – CORREDOR INTEROCEÁNICO” y todos los megaproyectos de muerte.
Es por esto, que ahora nos encontramos realizando una Caravana por El Sur Global en la Europa insumisa informando, compartiendo, conociendo e invitando luchas, resistencias, rebeldías, autonomías y alternativas a participar para tejer realidades y construir la lucha global desde abajo. Todxs quiénes luchamos contra el Norte Global estamos de pie en el Sur que Resiste y es fundamental entender esto para articularnos desde la diversidad y frente a la adversidad; son más las cosas que nos unen que las que nos dividen, y, frente a las grietas sociales, somos las venas que nos unen.
A todxs, lxs invitamos a sumarse a esta iniciativa y estar atentxs a siguientes comunicados.
Para cualquier información comunicarse al correo: elsurresiste@riseup.net
¡NUESTRA LUCHA ES POR LA VIDA!�
¡QUE VIVA EL FLORECIMIENTO DE LOS PUEBLOS!
¡EL SUR RESISTE!
Organizaciones denuncian persecución hacia familias migrantes tsotsiles en Puebla
Fuente: Avispa Midia
Por Ñaní Pinto
Foto de archivo del pueblo tsotsil desplazado por grupos paramilitares
El pasado 10 de febrero de 2022, personal del DIF Estatal de Puebla en coordinación con elementos de la policía municipal despojaron a dos niñas indígenas de sus familias mediante engaños, el uso excesivo de la fuerza y amenazas. Son familias en situación de desplazamiento interno (migración interna) provenientes de comunidades tsotsiles de los Altos de Chiapas, que han migrado a la ciudad de Puebla en la búsqueda de mejorar sus condiciones de vida debido a la extrema pobreza que viven en sus comunidades.
Roque H. y María R., padres de Estefanía H. de 3 años, y Fernando M., tío de Vanesa H. de 9 años, relatan que el día de la separación se encontraban trabajando en el crucero del Boulevard Atlixco con Camino Real a Cholula, cuando personal del Sistema para el desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Puebla se les acercó con la supuesta intención de brindarles apoyo humanitario mediante despensas y atención médica para las niñas.
Invitación que la madre, el padre y el tío rechazaron inmediatamente, dada la desconfianza que les generó al no ver las despensas y al percibir su insistencia por trasladarlos a otro lugar. Tras la negativa de las familias a movilizarse, elementos de la policía municipal llegaron al lugar para obligarlos mediante intimidaciones y amenazas a subirse a la camioneta del DIF y ser trasladados a sus instalaciones.
Marisa R. refiere que el personal del DIF le arrebató de sus brazos a su hija mediante el uso excesivo de la fuerza, obligándola a subirse dentro de la unidad si es que quería que le regresaran a la niña.
Fernando M. cuenta que también fue obligado a subir dentro del vehículo, junto con su sobrina Vanesa, bajo la amenaza de ser detenido si no obedecía a las indicaciones. Ya estando arriba de los vehículos, los oficiales aseguraron las puertas y se los llevaron detenidos. En las instalaciones del DIF, una vez terminada la revisión médica de Estefanía y Vanesa, la doctora dictaminó que las niñas serían separadas y retenidas.
Han pasado 8 meses de la intervención y ambas niñas continúan privadas de su libertad y separadas de sus familiares. En el caso de Estefanía, sus padres ya han acreditado su parentesco y han firmado la restitución desde el pasado 7 de septiembre del 2022. Sin embargo, para el proceso de Vanesa no existe un avance ni se facilita información a los familiares, a pesar de que su abuela materna y tío, quienes están a cargo de la niña, insisten en agilizar el procedimiento.
Las familias se encuentran preocupadas por la integridad de las niñas pues las autoridades les han negado rotundamente el mantener comunicación con ellas poniendo diversas justificaciones. Es importante resaltar las afectaciones a nivel psicológico y emocional que ha implicado para ambas niñas la separación de sus padres y familiares.
La Red de Observación y Acompañamiento a Niñeces Indígenas en Situación de Movilidad (ROANIM), organizaciones de la sociedad civil solidarias y miembros de la academia repudian, en un comunicado, estos actos de criminalización y violencia institucional ejercidos contra Roque, Marisa, Fernando y las niñas Estefanía y Vanesa.
Resaltan que, con las acciones, las autoridades han ejercido múltiples violaciones a sus derechos humanos y culturales y, sobre todo, una grave violación al principio rector del Interés Superior de las Niñas, además de vulnerar su derecho a permanecer con sus padres y no ser separada de su entorno familiar. Denuncian las malas prácticas con las que fueron privadas de su libertad: engaños, amenazas y el uso excesivo de la fuerza.
Consideran que este hecho violenta su derecho a mejorar sus condiciones de vida plasmado en el artículo 21 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y Afrodescendiente porque las familias tsotsiles migran laboralmente hacia las ciudades como una estrategia de supervivencia frente a la precariedad que viven en sus pueblos.
Por ello, estas acciones también obedecen a retóricas y discursos clasistas, discriminatorios y racistas, que criminalizan la pobreza en la que viven muchas personas tsotsiles que migran a Puebla.
Exigencias
Las organizaciones exigen al DIF Estatal de Puebla la liberación y reincorporación de ambas niñas con sus respectivas familias, así como la rendición de un informe detallado sobre los protocolos y criterios de la detención y separación. Exigen que las instituciones correspondientes garanticen la protección y restitución integral de los derechos de ambas niñas y de sus familiares.
Además, hacen un llamado a las instituciones responsables a tomar cartas en el asunto y efectuar sanciones a los actores involucrados en esta situación considerando las graves violaciones a derechos humanos que han vivido tanto las niñas como sus familias.
No es un hecho aislado
En los últimos 3 años, las organizaciones han documentado múltiples persecuciones, amenazas y violencias que servidores públicos han ejercido contra niñas, niños, mujeres y familias tsotsiles.
Estas violencias institucionales no solamente se han manifestado en la ciudad de Puebla. Las Organizaciones han detectado la reproducción de estas prácticas en diversos estados de la república mexicana como Chiapas, Oaxaca, Yucatán, Quintana Roo y Baja California.
Violaciones que se sustentan en una supuesta lucha por erradicar el trabajo infantil pero que termina violentando otros derechos fundamentales de las niñas, niños, mujeres y familias tsotsiles.
La red de organizaciones externa preocupación por las niñas, niños, mujeres y familias tsotsiles en situación de desplazamiento-migración interna en México, pues continúan movilizándose junto con sus familias a las ciudades tras las violencias estructurales que han vulnerabilizado históricamente a las comunidades tsotsiles de Chiapas.
Exigen un alto a la persecución, criminalización y separación de las familias
tsotsiles por parte de instituciones y servidores públicos de las ciudades receptoras.
Invitan a las sociedades receptoras a no dejarse llevar por los imaginarios e ideas
que circulan sobre las niñas, niños, mujeres y familias tsotsiles y que los estigmatizan
socialmente; y a desmontar los discursos y prácticas discriminatorias, xenofóbicas,
clasistas y racistas que se han construido en torno a las familias tsotsiles migrantes.
“Las niñas, niños, mujeres y familias tsotsiles tienen el derecho a vivir una vida libre de
violencias y discriminación. Basta de abusos de poder por parte de las autoridades e
instituciones y de procesos de exclusión por parte de las sociedades receptoras. Porque toda persona tiene el derecho a vivir procesos de movilidad cimentados en la dignidad
humana”.