San Cristóbal de Las Casas, a 9 de diciembre de 2011
Pronunciamiento del Foro Regional por la Defensa de los Derechos Humanos
Reunidos en el marco del día internacional de los derechos humanos, los días 8 y 9 de diciembre de 2011, para discutir las problemáticas y los desafíos para la vigencia de los derechos humanos en la región, las defensoras y defensores de derechos humanos de las organizaciones participantes hacemos el siguiente pronunciamiento.
Constatamos que la vida de las comunidades indígenas y campesinas presenta varias amenazas frente al deterioro y despojo de los territorios y sus bienes naturales, generando una mayor pobreza y rompimiento del tejido social que se traduce en una creciente emigración y descontento. A la vez, vemos como las políticas restrictivas de migración generan en nuestra frontera sur y hacia el norte del país, condiciones de graves violaciones a derechos fundamentales, atentando contra la vida, la integridad física y la libertad de personas transmigrantes por parte de agentes estatales o por grupos criminales solapados por los primeros. El descontento y la indignación han generado respuestas organizadas de protesta social que sin embargo son fuertemente reprimidas por las fuerzas de seguridad o por la vía judicial, particularmente en contra de defensoras y defensores de derechos humanos.
En cuanto a la defensa de los territorios de comunidades indígenas y campesinas y al derecho a la libre determinación:
Constatamos las amenazas que tanto el gobierno de Chiapas, el gobierno federal y empresas particulares, constituyen para la integridad de los territorios de pueblos indígenas y campesinos, y de sus formas de vida.
Expresamos nuestra preocupación por la latente reactivación de la mina en Chicomuselo, Chiapas cuya concesión se encuentra en manos de una empresa minera canadiense y que según rumores habría sido traspasada a una empresa de capital chino. La operación de esta mina ha afectado el medio ambiente de las comunidades aledañas y no ha respetado el derecho a la consulta de los pobladores, por lo que nos sumamos a las organizaciones locales que exigen la cancelación de los permisos de explotación.
Rechazamos el programa REDD Plus impulsado por el gobierno chiapaneco y el gobierno federal, porque implica la mercantilización y privatización de un bien común como lo es el aire puro y porque se ha instrumentado como parte de la estrategia de despojo territorial y despojo social en la Selva Lacandona, que implica el desalojo y la reubicación forzosa de 40 comunidades indígenas.
Nos pronunciamos en contra de la continuidad de la política de construcción de ciudades rurales porque afectan las formas tradicionales de producción y de formas de vida de la población local, además de no aportar al mejoramiento en el acceso a servicios como ha sido pretextado. Expresamos nuestra preocupación por que esta política de reubicación, sea una forma velada de desplazamiento forzado a favor de intereses económicos ajenos a las comunidades afectadas, como es el caso del anuncio de la construcción de la quinta presa sobre el Río Grijalva en el municipio de Copainalá y la construcción de una Ciudad Rural en el mismo municipio, o la Ciudad Rural en Ixhuatán en construcción donde se han denunciado presuntas prospecciones mineras.
Exigimos sea atendida la recomendación del Relator Especial de Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, en su reciente visita a Chiapas para que dichas ciudades sean evaluadas desde parámetros de derechos humanos, incluidos los derechos económicos, sociales, culturales, y de Pueblos Indígenas.
Nos sumamos a la exigencia de tarifas justas de electricidad, dado que la política de cobro irracional e injustificado de la CFE, dañan enormemente la economía familiar de familias sumidas en la pobreza extrema y promueve la división y deterioro del tejido social. Mientras ella ocurra sostenemos que les sustenta el legítimo derecho a la resistencia civil y pacífica de comunidades campesinas, indígenas y urbanas, y las alentamos a fortalecer sus lazos solidarios.
Denunciamos el terrible deterioro ecológico de los Pantanos de Centla, hogar de nuestros hermanos mayas chontales, cuyas tradiciones culturales ligadas a la madre tierra también se han visto afectadas por la explotación descuidada de PEMEX contaminándolos; la mala administración del manejo hidráulico del gobierno del Estado y CONAGUA, que han desviado el agua del municipio de Villahermosa hacia los Pantanos, obligando a los pobladores a permanecer inundados prácticamente de manera permanente por cinco años consecutivos.
Nos solidarizamos con la lucha de la Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo de Tehuantepec en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIITDTT) en contra de las empresas eólicas de capital español, que bajo el pretexto de la energía verde y a través de supuestas empresas mexicanas, despojan a los campesinos zapotecos de sus tierras y territorios; de igual modo nos solidarizamos con la lucha por la tierra ancestral de los hermanos zoques en la Región de los Chimalapas y hacemos votos por que las comunidades hoy enfrentadas por los gobiernos de Chiapas y Oaxaca, encuentren los acuerdos de convivencia pacífica que han buscado.
Saludamos la batalla ganada por la comunidad indígena de Cherán al hacer valer sus derechos políticos como pueblo Indígena ante el sistema corrupto de partidos, hacemos votos por que su ejemplo sea seguido por muchos más. A la par repudiamos los asesinatos sistemáticos en contra de sus representantes comunitarios y la ineptitud de los gobiernos federal y de Michoacán para detener a los culpables y brindarles protección.
En cuanto a las problemáticas de migración:
Es indudable que la movilidad humana se presenta de manera forzada; ya que la pobreza y la marginación de las comunidades y países de origen hacen que las personas emprendan un viaje en el que gracias a la criminalización, la falta de protección y limitada atención integral a la población migrante, se ponen en riesgo derechos fundamentales como el de la vida y la libertad.
A unos meses de haberse aprobado la Ley de Migración y en medio del proceso para el diseño del reglamento a la misma, las organizaciones de la sociedad civil continúan exigiendo una participación en el diseño, implementación y monitoreo de políticas públicas, nos solidarizamos con las exigencias de desvincular el tema de seguridad nacional al tema migratorio ya que de esta manera se promueve la criminalización de la migración y de personas defensoras, además de que alienta la impunidad y la discrecionalidad de las autoridades de distintos niveles y de diversas corporaciones.
Las condiciones en las que se da la migración ponen en riesgo los derechos no sólo de quien migra, sino de mujeres, niñas, niños y adolescentes que se quedan en comunidades de origen a realizar actividades vulnerando otros derechos como los de la identidad, la autodeterminación, la salud, el trabajo en condiciones dignas, justas y equitativas, la educación, entre otros.
También son bien conocidos los riesgos a los que se enfrentan migrantes centroamericanos que en búsqueda de mejores oportunidades de vida, se enfrentan a actos como el secuestro y las desapariciones, en los cuales muchas veces existe connivencia entre distintas autoridades y el crimen organizado, además de enfrentarse a privaciones de libertad en donde los derechos de debido proceso son violentados de manera reiterada. Esto agudiza y promueve un ambiente de discriminación, incertidumbre y violencia sistematizada e institucional hacia las personas migrantes y hacia defensoras y defensores de derechos humanos.
Otras situaciones que no son ajenas para los gobiernos de Estados Unidos y México, es la falta de acceso a derechos fundamentales como a la salud, condiciones dignas, justas y equitativas de trabajo, vivienda, identidad, acceso a programas sociales, entre otros; debido en muchas ocasiones a la condición migratoria, la raza, la nacionalidad y/o el color de piel.
Finalmente se hace un llamado a los gobiernos de los países de origen, tránsito y destino para que se retome el tema migratorio desde una perspectiva de derechos humanos y desarrollo, y se conciba como una responsabilidad compartida la cual debe ser abordada de manera interinstitucional, partiendo de los principios de universalidad e interdependencia de los derechos.
Relativo a la situación de jóvenes,
Reconocemos que es necesario empezar a construir relaciones de respeto con las y los jóvenes, donde se les reconozca como sujetos de derechos, individuos autónomos y con capacidad de decisión y autodeterminación sobre sus proyectos de vida.
Identificamos que, aun cuando hay condiciones estructurales, como la violencia intrafamiliar e institucional, que impiden las relaciones simétricas entre generaciones, es indispensable tender puentes que aminoren la brecha entre jóvenes y adultos. Canales de comunicación que permitan transmitir la cultura y los modos de vida que pueden garantizar la continuidad de nuestras comunidades y la construcción de lazos solidarios entre generaciones.
Por otro lado, hacemos un llamado a la necesidad de incorporar a las y los jóvenes a los espacios de toma de decisiones, públicos y privados, para comenzar a construir proyectos que, verdaderamente, les involucren y con los que se identifiquen.
Concluimos que las problemáticas de la juventud son asuntos públicos que nos competen a todos y que no pueden resolverse sólo desde el trabajo con grupos de jóvenes. Ante las situaciones de discriminación, criminalización y hostigamiento hacia las y los jóvenes, no podemos permanecer callados como sociedad civil. Enfatizamos el hostigamiento y persecución de la que son objeto jóvenes en su labor como defensores de derechos humanos. Nos solidarizamos con jóvenes defensores como el compañero Nataniel Hernández Núñez, Director del Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa, quien esta exiliado por tener 5 procesos penales construidos por el gobierno, ante ello exigimos la cancelación de todos los procesos, ya que estos demuestran la represión y el hostigamiento hacia su trabajo como defensor.
En cuanto a las mujeres y las relaciones de género:
Reconocemos que la inequidad entre hombres y mujeres persiste aun a pesar del discurso político gubernamental, que se refleja a través de la discriminación y la violencia estructural hacia las mujeres, ante esto somos un grupo de organizaciones en un proceso de construcción y transformación, quienes reivindicamos cada una nuestro propio proceso organizativo retomando y trabajando los cinco temas de cada mesa, reconociendo la autonomía a la que tenemos derecho.
A pesar de que el Estado hostiga, obstaculiza y reprime los procesos sociales, no impedirá que las y los defensores de derechos humanos continuemos acompañando procesos organizativos en la búsqueda de la transformación para lograr la autonomía individual y colectiva.
Finalmente,
Exigimos a las autoridades poner un alto al hostigamiento y criminalización hacia defensoras y defensores de migrantes que realizan su labor ya sea de manera individual o a través de casas, albergues y centros de derechos humanos. Nos solidarizamos en particular con Fray Tomás González, director de la Casa del Migrante “La 72” y del Centro de Derechos Humanos del Usumacinta en Tenosique, Tabasco, que ha sido hostigado por funcionarios de migración y del ejército mexicano, así mismo con el padre Alejandro Solalinde y la Casa del Migrante en Ixtepec, Oaxaca.
Repudiamos los asesinatos, amenazas y hostigamientos a las y los periodistas, ocurridos a manos de autoridades o del crimen organizado. La labor de las y los periodistas no sólo es el ejercicio de la libertad de expresión, en muchas ocasiones es también una forma de defensa de los derechos humanos. Expresamos nuestra solidaridad con el periodista Juan Ignacio Chávez López, Director del noticiero NN de Frontera y Centla, Tabasco, quien fue golpeado por el presidente municipal de Centla, Aquiles Reyes Quiróz el día 14 de noviembre, en represalia por las denuncias que ha hecho por la corrupción que se maneja en la administración.
La defensa de los derechos humanos es la defensa por la vida de nuestros pueblos, en libertad, justicia y equidad.
Iniciativas para la Identidad y la Inclusión AC (INICIA)
Unidos para Trabajar, S.P.R
Centro de Derechos Humanos Oralia Morales
Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, A.C.
Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa AC
Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas AC
Consejo Autónomo Regional de la Zona Costa de Chiapas (CARZCCH)
Enlace, Comunicación y Capacitación, A.C.
Casa de la Mujer Ixim Antsetic, A. C.
Frente Cívico Tonalteco
Organización Cultural Indígena
Grupo 67 de Amnistía Internacional México
Melel Xojobal A.C.
Centro de Educación Integral de Base, A.C. (CEIBA)
Voces Mesoamericanas, Acción con Pueblos Migrantes, A.C.
Yach´il Antzetic
Colectivo ADHESIVA
Ixiktak Yinikoj Aj Juche Buka, A.C.
Mesa de Coordinación Transfronteriza, Migraciones y Género
Maderas de Pueblo del Sureste, A.C.
—
Michael. W. Chamberlin
—
Melissa A. Vértiz Hernández
Encargada de incidencia
Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, A.C.
1ra Norte #37, Col. Centro. C.P. 30700
Tapachula, Chiapas
Tel. 01 (962) 642 50 98
Tenosique, Tabasco, 7 de diciembre de 2011.
A los defensores y defensoras de los derechos humanos
A los colectivos nacionales e internacionales
A las organizaciones civiles mexicanas y guatemaltecas
A la prensa nacional e internacional
A la sociedad civil en general
El Presidente de Guatemala, Alvaro Colom Caballeros de visita en México, ha recorrido varios estados de la república mexicana; entre otras cosas ha hecho muchas declaraciones.
En Tuxtla Gutiérrez, después de que la Universidad Autónoma de Chiapas le otorgó el doctorado Honoris causa “…por su contribución solidaria a la lucha a favor de los migrantes y la paz en la región…”, Colom declaró sobre la comunidad de desplazados que son “radicales y recalcitrantes, que su gobierno mantiene abierto el diálogo…”. (www.eluniversal.com.mx/notas/814250.html)
El Centro de Derechos Humanos del Usumacinta, después de continuas visitas a la comunidad de Nueva Esperanz, reprueba los dichos y actitud del Presidente Alvaro Colom pues miente, ya que todo el proceso de diálogo se ha dado en un ambiente de humillación hacia la comunidad, pues de distintas maneras los han presionado. Los han acusado de vínculos con el narcotráfico, no les han llevado ayuda humanitaria para cubrir sus necesidades básicas de alimentación, higiene y salud, no les han asistido para ofrecerles materiales para cubrirse en la temporada de lluvias y ahora de frío.
Todo lo anterior viola los derechos humanos de las y los pobladores desplazados, entre quienes hay 115 niñas y niños que tienen derecho a especial protección. El gobierno de Guatemala ha incumplido los principios de Naciones Unidas en materia de desplazamientos, ha incumplido con su obligación de prevenirlo, de acordar alternativas de solución antes de realizarlo, de proteger la integridad física y las propiedades y de asistir humanitariamente a la población desplazada. Además los ha acusado sin fundamento y ha aceptado que no tiene pruebas de las acusaciones que ha vertido.
Al día de hoy la comunidad desplazada y refugiada en México no tiene agua potable, pues el Gobierno municipal que encabeza el perredista Raúl Gustavo Gutiérrez Cortés, no ha atendido el llamado que hizo la comunidad a través de personal de este Centro de Derechos Humanos y ha optado por hacer caso al Delegado local de Nuevo Progreso y al Jefe de Sector de esa región quienes siguen criminalizando a las y los desplazados y han dicho que impedirán cualquier ayuda a la comunidad. La Cruz Roja también se ha desentendido de llevar ayuda humanitaria, pues desde hace más de una semana no lleva agua potable como se comprometió.
Sobre las negociaciones para su reubicación el gobierno guatemalteco ha presionado de tal manera que en la última mesa de diálogo amenazó a la comunidad diciendo que ya no hay tiempo para seguir negociando, pues con el nuevo gobierno empezarán de cero.
La comunidad pide tierras para poder trabajar y sobre todo pide un retorno y una reubicación con apego al respeto a los derechos humanos y que se les garantice la reparación de daños a la que tienen derecho, puesto que en tres desalojos muy violentos los han dejado a la intemperie y sin ningún patrimonio.
El Centro de Derechos Humanos del Usumacinta reitera el urgente llamado al gobierno de Guatemala y al de México a cumplir con sus obligaciones y proteger efectivamente la vida, la integridad física y los derechos humanos de la población desplazada de Nueva Esperanza, Guatemala, refugiada de hecho en México. Somos testigos del sufrimiento de las familias, pues las inclemencias del tiempo, el hambre y la enfermedad son el pan de cada día.
Centro de Derechos Humanos del Usumacinta, A.C
Movimiento Migrante Mesoamericano
Saltillo, Coahuila – San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México
Noviembre de 2011
Convencidas y convencidos de que el servicio que se ofrece a las personas
migrantes es imposible e impensable sin las manos generosas de personas
voluntarias.
Las organizaciones hermanas:
Casa del Migrante Saltillo y
Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, A. C.
C O N V O C A N
A colectivos de solidaridad, hombres y mujeres de buena voluntad que estén
interesadas e interesados en realizar una experiencia y servicio de voluntariado
en la Casa del Migrante de la Diócesis de Saltillo, (Frontera con Justicia A. C.), en
Coahuila, México
Las tareas a realizar son la administración del potencial material y humano
para atender la emergencia humanitaria de las y los migrantes.
Perfil deseado:
· Mayor de 18 años.
· Carta aval de una organización, parroquia, colectivo.
· Capacidad para relacionarse con personas de otros países y culturas.
· Trabajar en equipo, para la organización y acompañamiento de tareas
asignadas.
Para mayores información dirigirse a:
Alberto Xicotencatl, direccion@cdmsalt.org
Elisa Guerra, dhcoordinacion@cdmsalt.org
Casa del Migrante Saltillo (Frontera con Justicia, A.C.)
Calle Juan de Erbaez No 2406,
esquina con prolongación Salazar
Colonia Landín. C.P 25070
Saltillo, Coahuila, México
Teléfono: 01 (844) 1113273
COMUNICADO DE PRENSA
Tenosique, Tabasco, 3 de septiembre de 2011.
A los defensores y defensoras de los derechos humanos
A los colectivos nacionales e internacionales
A las organizaciones civiles mexicanas
A la prensa nacional e internacional
A la sociedad civil en general
El domingo 28 de agosto se presentaron en la oficina del Centro de Derechos Humanos del Usumacinta, A.C., dos personas de origen guatemalteco para pedir asesoría pues según su testimonio habían sido desalojados de su territorio.
La comunidad desalojada lleva por nombre Nueva Esperanza, del Municipio de La Libertad en el Departamento de El Petén. Las personas desalojadas son 60 niños, 96 mujeres, 100 hombres y 30 personas de la tercera edad.
Miembros de este Centro de Derechos Humanos hicieron una visita al lugar, las personas nos relataron que el martes23 de agosto fueron desalojadas con violencia por parte del Ejército guatemalteco, la policía nacional y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), que en presencia de personal de derechos humanos de Guatemala ejecutaron la orden de desalojo, la cual hicieron de forma violenta, quemándole sus casas, escuela y centro de salud. Ellos se refugiaron en la comunidad de Nuevo Progreso del municipio de Tenosique, Tabasco, a solo 500 metros de la línea fronteriza. No se les permitió sacar sus pertenencias.
Hasta ahora ninguna autoridad de Guatemala se ha presentado a dialogar con ellos. Por parte del Estado mexicano han acudido representantes de los tres niveles de gobierno, el grupo Beta y la CNDH para ofrecer ayuda humanitaria y verificar las condiciones en las que se encuentran.
Hemos constatado las infrahumanas condiciones en las que se encuentran sobreviviendo, pues están literalmente a la intemperie, cubriéndose sólo con algunas lonas y chozas construidas provisionalmente. Miembros del Ejército y la Policía nacional de Guatemala se encuentran muy cerca del lugar donde están los desplazados impidiendo el retorno a sus tierras y el tránsito de cualquier persona.
Ante esta situación nos solidarizamos en las exigencias de las familias desalojadas de que el gobierno de su país escuche y atienda sus justos reclamos de regresar a su tierra y se les reparen los daños causados.
Hacemos un llamado a la comunidad nacional e internacional para que haga llegar al Gobierno de Guatemala el repudio por los actos de desalojo y despojo de forma violenta y por las condiciones en las que se encuentran sobreviviendo.
Así mismo convocamos a la sociedad civil para que en el marco de la jornada mundial del migrante a celebrarse el próximo domingo 4 de septiembre, lo hagamos en el lugar donde se encuentra la comunidad Nueva Esperanza, esperando respuesta a sus justos reclamos. La cita es a partir de las 10:00 de la mañana.
CENTRO DE DERECHOS HUMANOS DEL USUMACINTA, A.C.
En la Caravana Paso a Paso Hacia la Paz, parientes de migrantes desaparecidos dan su testimonio:
Coordinadora de Guatemala (3:14 min):(Descarga aquí)
Entrevista al Padre Solalinde (2:32 min):(Descarga aquí)
Hondureña que busca a su madre (4:30 min)(Descarga aquí) :
Madre hondureña que busca a su hija (9 min)(Descarga aquí) :
Hombre que busca a su hermano (3 min):(Descarga aquí)
Madre que busca a su hija (2:20 min):(Descarga aquí)
Mujer que busca a su esposo (3 min):(Descarga aquí)
Hombre que fue secuestrado (1 min):(Descarga aquí)
(Continuar leyendo…)
Luis Hernández Navarro – La Jornada
Julio Fernando Cardona Agustín era originario del departamento de San Marcos y tenía apenas 19 años de edad. Formó parte de la caravana humanitaria Paso a Paso por la Paz, promovida por el sacerdote Alejandro Solalinde, que recorre el país desde el 25 de julio, promoviendo la protección y el reconocimiento de derechos para los inmigrantes indocumentados centroamericanos en México que se dirigen a Estados Unidos.
Julio Fernando llegó a la Casa del Migrante de San Juan Diego, en Tultitlán, el 2 de agosto. Tres días después recibió un certificado de nacionalidad para gestionar la regularización ofrecida por el Instituto Nacional de Migración a los integrantes de la caravana. El día 6 decidió continuar su viaje a Estados Unidos. Ya no llegó. Fue detenido por policías mexicanos y asesinado.
Lechería, en Tultitlán, es una comunidad a la que llegan de paso miles de centroamericanos. Allí confluyen los ferrocarriles que vienen del sur de México con los que van al norte.
Durante años, los migrantes abordaban el tren rumbo a la frontera en la estación Tultitlán del Tren Suburbano; sin embargo, ahora existen bardas y mallas que hacen más difícil subir. Los indocumentados que arriban a Tultitlán son víctimas frecuentes de redadas, extorsión y persecución de las diversas policías. Con frecuencia, las autoridades actúan en contubernio con las bandas criminales que abusan de los centroamericanos.
Las protestas por la muerte de Julio Fernando no se hicieron esperar. Una semana después, grupos defensores de derechos humanos y migrantes centroamericanos realizaron una caminata silenciosa por las vías del ferrocarril en Arriaga, Chiapas; marcharon para exigir castigo a los homicidas de su compañero. Exigieron eliminar las visas para migrantes y así evitar que sean víctimas del crimen organizado. Llevaron cruces y mantas con las leyendas Alto a la represión
, Eliminar visas para migrantes centroamericanos
y Basta de represión, secuestros, violaciones y asesinatos de migrantes
.
El sábado 13 de agosto, integrantes de la Caravana Paso a Paso y los encargados del albergue Casa Juan Diego convocaron a una procesión pacífica y una liturgia en memoria de Julio Fernando. Sin embargo, un grupo de vecinos, integrado por entre 30 y 50 personas de la colonia Lechería, impidió la realización del acto y amenazó con quemar la Casa del Migrante. Durante seis horas, religiosos y migrantes sufrieron la acometida xenófoba y racista.
Los habitantes que se oponen al albergue aseguran que los migrantes dañan a la comunidad, que son delincuentes y criminales. Culpan a los centroamericanos de la inseguridad que se vive en la zona. Se comportan con ellos de la misma manera en que actúan muchos estadunidenses con los mexicanos que cruzan la frontera.
Marco Antonio Calzada Arroyo, alcalde del municipio y militante del PRI, ha participado directamente en la generación del clima de intolerancia contra los indocumentados centroamericanos. El 2 de septiembre de 2010 se pronunció contra la permanencia del albergue en el municipio, alegando que los migrantes generan inseguridad y no otorgan ningún beneficio a la localidad. Según él, diariamente llegan a Tultitlán entre 100 y 150 sin papeles, todos sin dinero, hambrientos y sedientos, por lo que cometen delitos, como robar tanques de gas en domicilios particulares, violar y secuestrar. Él ha ordenado que se les detenga.
Los responsables del albergue han sido frecuentemente acosados. Guadalupe Calzada Sánchez, fundadora del refugio junto con la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana de la Iglesia Católica, sufrió en carne propia estos ataques. El 2 de julio del 2010 hombres armados y vestidos con uniformes de la Policía Federal irrumpieron en la Casa del Migrante e intentaron detener a varios centroamericanos, lo que fue impedido por Calzada Sánchez, entre otros voluntarios, así como por habitantes de Lechería. Tiempo después, Calzada Sánchez recibió amenazas por la labor que realiza.
Abundan los casos de abuso contra los migrantes en Tultitlán, perpetrados por diversas policías. Una sola muestra: el 19 de noviembre de 2009 integrantes de la Policía Federal llegaron al puente Independencia y detuvieron e intentaron llevarse a cinco centroamericanos. Los policías iban a bordo de un vehículo particular. Los sin papeles ya habían sido secuestrados previamente en Veracruz y torturados con golpes de madera en la espalda baja. Finalmente, los agentes desistieron de su intento de llevarse a los indocumentados al percatarse de la presencia de camarógrafos y reporteros de la cadena de televisión estadunidense CBS.
Ser migrante no es delito. Los indocumentados no son ilegales; simple y llanamente son seres humanos que no tienen papeles y que buscan un trabajo para sobrevivir. El clima de xenofobia y racismo en su contra es una vergüenza nacional. Los abusos policiacos que sufren son una canallada. El asesinato de Julio Fernando Cardona no debe quedar impune. Tampoco el de tantos otros como él, muertos sin nombre, cuyo único delito fue ejercer su derecho de fuga para procurar una vida digna.