
Comunidades de Sierra-Costa de Michoacán exigen desmilitarización y justicia
A la sociedad mexicana
Al Gobierno del estado de Michoacán
Al Gobierno Federal
Los grupos de autodefensa y policías comunitarias de la sierra costa de Michoacán, de las comunidades de Santa María Ostula, Pómaro, San Juan Huitzontla y Aquila y los grupos de autodefensa de la sierra costa de Michoacán, informamos que como parte de las movilizaciones emprendidas para defender nuestra seguridad comunitaria, exigir el cese de la represión y desmantelamiento de las bandas criminales, mantendremos tomadas las presidencias municipales de los municipios de Coahuayana, Chinicuila y Aquila, así mismo mantendremos el bloqueo instalado sobre la carretera federal 200 hasta que se alcancen acuerdos para el cumplimiento de nuestro pliego petitorio.
Lo decimos claro, no está en negociación nuestra seguridad comunitaria pues son los muertos en nuestros municipios, los que fueron asesinados y desaparecidos, las mujeres violadas, las familias extorsionadas y destruidas, las miles de personas en la región que fueron desplazadas por la violencia criminal, las comunidades que fueron despojadas de sus tierras sagradas, minerales y maderas preciosas en peligro de extinción los que hablan por nuestra determinación irrenunciable de que la muerte y violencia no regrese a nuestros municipios y comunidades, no lo podemos negociar porque sería resignarnos a ver morir a nuestras familias, a ver la muerte tan cotidiana que nos acostumbremos a ella, a hacer del miedo la única certeza, a perder la esperanza de que la oscuridad termine.
La detención y permanente hostigamiento a nuestras policías comunitarias y grupos de autodefensa por parte de la Marina Armada, del Ejército Mexicano, la Policía Federal y la Policía Michoacán altera la paz de la región y es para nuestras familias equiparable con el también permanente asecho de las bandas de la delincuencia organizada por penetrar a nuestra región e implementar el terror y la venganza contra quienes de forma organizada nos decidimos por ejercer la vida y no el miedo y la muerte en que nos tenían sometidos.