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Proyectos de ‘energía limpia’ avanzan sobre Península de Yucatán
Fuente: Avispa Midia
Por Jeny Pascacio
Sin tomar en cuenta las luchas y resistencias de los pueblos originarios que padecen la invasión de los territorios y daños irreversibles en el ecosistema, surgen proyectos como el Parque Eólico “Vientos del Caribe” que planea instalarse en la Península de Yucatán.
El proyecto se pretende construir en tierras de uso común de los ejidos Sergio Butrón Casas y Juan Sarabia, en el municipio Othón P. Blanco, Quintana Roo, de acuerdo a la información pública de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) difundida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Su ubicación geográfica limita al oeste con Chetumal, a 7.47 km al suroeste de la laguna de Bacalar y a 1.76 km al norte de la localidad de Carlos A. Madrazo. Los habitantes se dicen preocupados, pues las eólicas activas en otros puntos de la región han tenido impactos negativos en las comunidades que tampoco tienen acceso a la información.
La empresa desarrolladora es Eólica del Rocío S.A. de C.V., asociada a el corporativo español Idea Energía, que planea edificar un parque con 30 años de vida útil, o “se puede considerar indefinida”, menciona la MIA realizada por Materra Consultores de Jalisco.
La construcción se prevé en 26 meses y tendrá una capacidad instalada promedio de 208 MW, y de generación de 200 MW por 52 aerogeneradores cada uno de 4 MW de potencia nominal.
En un análisis de la MIA, Articulación Yucatán señaló que el desarrollador declara que, para la instalación del parque, se requiere cambio de uso de suelo en 38.5 hectáreas de terrenos forestales.
Hizo hincapié que la manifestación declara que ‘Vientos del Caribe’ cuenta con “Estudio de Evaluación de Impacto Social (EvIS)”, pero el documento no es público.
“También estamos en la averiguación, porque es un proyecto que se anunció que se construiría en breve”, dijo Pedro Uc Be, integrante de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal. Mencionó que en la actualidad son cinco proyectos activos de los 25, entre eólicos y fotovoltaicos, planeados en la península.
Tan solo en el estado de Yucatán operan tres parques eólicos, en Progreso, Dzilam de Bravo y Tizimín, y dos fotovoltaicos, en Progreso y Peto.
A principios de 2022, un mapeo publicado en el sitio de GeoComunes mostró 15 proyectos de parques eólicos en camino y cinco suspendidos por las resistencias de las comunidades que se ampararon.
En el caso de Vientos del Caribe, afectará a –al menos- nueve localidades: Nachi Cocom, Jesús González Ortega, Sergio Butrón Casas, Carlos Madrazo, Ucum, Juan Sarabia al sur, Juan Sarabia al sureste, Arcoíris y Xul – Ha.
Hasta ahora, Pedro Uc dijo que desconocen quién o quiénes son los propietarios de los terrenos arrendados. Los campesinos dijeron que personas ajenas a las comunidades han acudido a preguntar por terrenos en renta o venta.
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“Muchos acceden a rentar la tierra por medio de engaños, no se les informa cómo tendrían que hacerse en detalle los contratos de usufructo y se topan las comunidades mayas con un lenguaje especializado jurídico y empresarial y se dan las condiciones para esta manipulación”, dijo Pedro Uc.
La vida
Los impactos en las comunidades son muchos y resultan en migración, altos costos de la energía eléctrica, despojos y violencia por parte de las empresas y del crimen organizado, en consecuencia.
“No es sencillo, son proyectos que han impactado de una forma importante en la cultura maya”. Hace más de 15 años las luchas iniciaron contra la soya transgénica, luego las granjas de cerdos, inmobiliarias, parques solares y ahora con el tren peninsular “mal llamado Tren Maya”, agregó Pedro Uc.
Pero los daños no se quedan ahí. Los aerogeneradores de los parques eólicos matan a las aves por colisión, entonces se origina el desplazamiento de especies por modificación del hábitat, el ‘efecto barrera’ y la pérdida de hábitat.
La vida de las habitantes también está en riesgo, ya que algunos estudios médicos encontraron que las personas perciben y pueden contar las vibraciones o pulsaciones de los aerogeneradores.
En cuanto a los parques fotovoltaicos, el activista maya explicó que las fumigaciones, para evitar que la vegetación crezca y bloquee el paso de la luz solar, eliminan a las abejas, colmenas silvestres, incluso los cultivos de los apicultores, “estas cosas trastocan la vida de la comunidad”.
El agua
El polígono de Vientos del Caribe abarca varias corrientes de aguas superficiales e intermitentes, entre las cuales sobresale el río Ucúm que desemboca en el lago Milagros; pero a 0.70 km al este se encuentra la laguna de Bacalar, que ya es abatida por la explotación turística.
En el río Ucúm colocarán el sistema de drenaje previsto en la construcción del parque, pero la MIA no detalla el impacto, “esa información tendría que haberse incluido en la información puesta a consulta pública y no fue así”, indicó Articulación Yucatán.
Tampoco incluye la ficha técnica de los equipos utilizados, información de importancia pues los aerogeneradores llegan a medir hasta 248 metros en total por lo que resulta indispensable conocer la operación.
Para las organizaciones, la información presentada por el promovente en la MIA es insuficiente y vaga, y no permite evaluar el impacto real. Por el contrario, limita el análisis de los impactos en las actividades de construcción y lo vincula únicamente a las normas NOM 080 y 081 de la Semarnat, creada previo al desarrollo eoloeléctrico en México. Las normas establecen los límites permitidos de emisión de ruido y el método de medición.
La Asamblea de defensores del territorio maya exhortó a la autoridad evaluadora del Parque Eólico Vientos del Caribe apegarse al Convenio sobre la Diversidad Biológica del cual México es parte.
Las fuentes consultadas coincidieron en el llamado a la Semarnat para apegarse al principio 15 de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, y negar la autorización del proyecto.
Más proyectos
Aunque la Cámara de Diputados desechó la reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia eléctrica impulsada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el pasado 17 de junio, el presidente dio a conocer las diez acciones de México contra el cambio climático, durante su participación en el Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima.
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Las acciones van encaminadas, entre otros proyectos, a la creación de más parques eólicos y solar fotovoltaicos ahora en la frontera con Estados Unidos, específicamente el de Puerto Peñasco, Sonora, que tendrá la capacidad de generar mil megawatts.
Previo al foro, López Obrador participó de forma virtual de una reunión con el presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, el enviado presidencial especial para el Clima, John Kerry, y líderes de 17 países. El gobierno de México adquirió compromisos con 17 empresas estadounidenses del sector energético.
El parque fotovoltaico de Sonora abarca la construcción de redes de transmisión de energía para exportarla a California y a otros estados del vecino país.
EEUU y Brasil anuncian grupo conjunto para combatir deforestación de la Amazonía
Fuente: Avispa Midia
Por Sare Frabes
En portada: Indígenas Mura muestran un área deforestada en tierras indígenas no demarcadas dentro de la selva amazónica cerca de Humaita, estado de Amazonas, Brasil.
El miércoles (15), la embajada de los EEUU en Brasil anunció un acuerdo entre los dos países para crear un grupo conjunto dedicado al combate a la deforestación ilegal en la Amazonía y en otros biomas del país sudamericano.
“El nuevo grupo de trabajo bilateral sobre el cumplimiento de la legislación y el combate a la deforestación ilegal estará copresidido por el ministro de Medio Ambiente, Joaquim Leite; el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Anderson Torres; y por el enviado presidencial especial para el Clima de EEUU, John Kerry”, se lee en comunicado emitido por la embajada de los EEUU.
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Acorde al anuncio, el objetivo principal del grupo de trabajo es alcanzar una tasa de deforestación cero para el año 2028.
Entre las actividades anunciadas por la embajada se enuncian el combate al crimen nacional e internacional de tráfico de animales salvajes, minería ilegal y comercio ilegal de madera; así como el desestímulo del uso del sistema financiero internacional asociado a actividades ilegales con productos forestales provenientes de la Amazonía.
Deforestación acelerada
La región de la Amazonía en Brasil registró un récord histórico de deforestación en los primeros cinco meses del 2022.
Según datos del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe), sólo en mayo fueron arrasados 900 kilómetros de vegetación nativa en la selva tropical más extensa del mundo.
Con ello, la Amazonía registra una pérdida de 2,867 kilómetros en lo que va de 2022, una tasa 13% mayor que en los cinco primeros meses de 2021, lo que representa un registro inusual comparado al año 2016 cuando se comenzó a realizar dicha medición.
Contradicción
Desde la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil, en enero de 2019, comunidades indígenas, negras y tradicionales, así como una multitud de organizaciones sociales y ambientalistas han denunciado la permisión desde las instituciones del Estado brasileño frente a actividades ilícitas como la minería y la tala de árboles en diversas regiones de la Amazonía. A ello se suman las iniciativas del gobierno federal y del congreso nacional para promover y regularizar actividades extractivas dentro de territorios indígenas.
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Datos del Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (Ipam) subrayan la velocidad con que aumenta la deforestación: al comparar los periodos entre agosto de 2018 y julio 2021, la deforestación de la Amazonía aumentó un 56,6 % respecto al mismo periodo de 2015 a 2018.
De acuerdo a datos de la Universidad de Maryland y Global Forest Watch, solo en 2021 se perdieron 3,75 millones de hectáreas de bosques tropicales primarios en el mundo. De esta cantidad, más del 40% se produjo en Brasil, donde se registraron la pérdida de 1,5 millones de hectáreas de bosque tropical.
“La pérdida de bosque primario en Brasil es especialmente preocupante si se tienen en cuenta las nuevas pruebas de que la selva amazónica está perdiendo resistencia y puede estar más cerca de un punto de inflexión de lo que se pensaba; en el que las interacciones entre la deforestación, el cambio climático y los incendios lleven a la transformación irreversible de zonas masivas del Amazonas en una sabana. Esto no sólo supondría una enorme pérdida de biodiversidad y de emisiones de carbono, sino que también alteraría los patrones de precipitación, críticos para la producción agrícola”, enfatizan las instituciones que realizan el monitoreo de la deforestación en esta región.