Carta dirigida a los senadores y diputados del Congreso de la Unión:

En la nueva Ley de Amparo eliminaron el amparo agrario, dejando a los indígenas y campesinos en total estado de indefensión. Simplemente borraron los 22 artículos del libro segundo de la Ley de Amparo, con lo cual los ejidos y comunidades indígenas pierden este derecho esencial para oponerse a los actos arbitrarios de despojo de sus tierras y recursos naturales por autoridades de todos los niveles de gobierno.

Se ha hablado mucho de la suspensión provisional que se suprime y que afecta a grandes empresarios; pero nadie habla de que a los campesinos e indígenas se les quita no sólo la suspensión, sino todo el amparo en sí, para defender sus derechos colectivos como comunidades y ejidos.

Los están excluyendo completamente de la ley, como si no existieran, como si no fueran ciudadanos mexicanos. (Son 31 mil núcleos agrarios, según el Inegi.)

Qué harán estos millones de indígenas y campesinos a quienes se les afectan cotidianamente sus tierras y otros recursos naturales, si ustedes les están cerrando las vías legales para defenderse.

Esta violencia legislativa en contra de las comunidades y ejidos se equipara en su magnitud y alcances jurídicos a la retrógrada reforma salinista al artículo 27 constitucional de 1992.

¿Esperan que todos los afectados por este acto autoritario pongan la otra mejilla? Todavía pueden corregir este acto discriminatorio y arbitrario.

Bufete Jurídico Tierra y Libertad AC, Bárbara Zamora y Santos García