Una comisión de alrededor de 160 zapatistas arribó el viernes 10 de septiembre por la noche a la Ciudad de México para viajar a Europa en tres días más. “La extemporánea” se autodenominaron después de que la Secretaría De Relaciones Exteriores (SRE) les negó los pasaportes en el mes de julio. Esta agrupación está conformada por mujeres, hombres, niñas y niños. Desde las 5 de la mañana viajaron desde San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

Después de 16 horas de viaje, el movimiento zapatista llegó al espacio de la organización UNÍOS, ubicado en la delegación Cuauhtémoc, en donde se hospedarán hasta el día de su salida: lunes 13 de septiembre. Personas acompañantes y observadoras de la caravana, refieren que recibieron acoso por parte de la Guardia Nacional durante el trayecto.

 

Diversos colectivos, organizaciones e individuos se dieron cita para recibir a mujeres y hombres zapatistas: con gritos, pancartas, manta, expresiones de apoyo y un mural nuevo en la fachada del edificio anfitrión.

 

Entre la agrupación de rebeldes del sureste mexicano, se encuentra el Comando Palomitas. Su lema es “No necesitamos permiso para comer palomitas”. Son dos niñas y dos niños que viajarán a Europa: Verónica, Cintia, Chuy y Amado. “¿Por qué conformarse con hacer travesuras y estropicios en un caracol, si puedes destruir todo un continente?” refiere el Subcomandante Insurgente Galeano (antes Subcomandante Marcos) en un comunicado.

También viajará una sección de 39 milicianas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). “Todas son de raíz maya y hablan tzeltal, tzotzil, cho´ol, tojolabal y castilla” refieren y dan a conocer que se encargarán de la seguridad del viaje y de organizar encuentros de fútbol con equipos femeniles de Europa: “sus habilidades futbolísticas son un secreto de Estado, pero su disposición a luchar es visible”, dicen con humor.