Xinich-migrantes

El encuentro pastoral del pueblo chol en la región Selva de Chiapas se pronuncia en contra de violaciones a derechos humanos a migrantes, cometidas por agentes del gobierno mexicano: robos, agresiones físicas, violaciones a mujeres… “policías migratorios, Policías Estatales, Militares, Marinos, Policías de Tránsito y Policías Ministeriales, vinculados con los Polleros Traficantes y Tratantes de personas.”

Denuncian que la Policía Sectorial, que se encuentra en el campamento del Ejido Busil-há, Municipio de Ocosingo, detiene a migrantes cobrándoles el paso; y que el Instituto Nacional de Migración pone en peligro la vida de personas y separa familias.


Pronunciamiento por la jornada internacional de migrantes

Nuevo Mariscal, Mpio., de Ocosingo, Chis., México
  A 17 de Enero del 2016

Reunido los pueblos de la Selva del sureste mexicano en nuestro encuentro pastoral de la iglesia Ch’ol, donde nos encontramos hombres y mujeres; Diáconos, Catequista, Principales, coordinadores, visitadores, musiqueros, abuelos, abuelas, niños, niñas y jóvenes.

Nos Pronunciamos en contra de todos los males que aquejan a nuestros hermanos migrantes: hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, haitianos, y demás nacionalidades que pasan por las cañadas y veredas de nuestras comunidades de “La Frontera Sur”, como se le conoce esta zona.

No estamos de acuerdo con las acciones que hacen los policías migratorios del Instituto Nacional de Migración, Policías Estatales, Militares, Marinos, Policías de Tránsito y Policías Ministeriales, vinculados con los Polleros Traficantes y Tratantes de personas. Ellos detienen a los migrantes robándoles sus bienes y lo que traigan de valor; extorsionándolos, golpeándolos hasta casi matar; violando a las mujeres, o poniéndolas a hacer acciones inhumanas, obligándolas a prostituirse para pagar su paso por la frontera.

Hemos sido testigos de éstas acciones y no soportamos más los injustos atropellos que cometen. Han violentado la paz social de nuestras comunidades. Ya no podemos estar tranquilos en nuestras casas, porque los agentes que hemos mencionado entran a las calle a perseguir a los migrantes que huyen, les disparan en nuestra cara, separan las familias que están caminando. Han violado los reglamentos internos de cada pueblo.

Los ejidatarios y campesinos que transitan por la carretera para ir a la milpa nos han dicho que la Policía Sectorial, que se encuentra en el campamento del Ejido Busil-há, Municipio de Ocosingo, Chiapas, detiene a los migrantes, o los bajan de las Combis para cobrarles el paso. No estamos de acuerdo con estos hechos.

No queremos que las famosas “perreras” del Instituto Nacional de Migración se estacionen en las entradas de la comunidad, ni ronden las calles. Ponen en peligro la vida de las personas.

Es incomprensible que los gobernantes no entiendan o hagan sus oídos sordos; que el sistema que representan está causando más y más pobreza. Muchos hombres y mujeres viven en la precariedad, en la exclusión, en la miseria de la desigualdad; en la más negra y profunda oscuridad de la pobreza. Como dijo el Papa Francisco: “Hay que luchar para vivir y, a menudo para vivir con poca dignidad. Hoy tenemos que decir no a una economía de la exclusión y la inequidad. Esa economía mata, mucha gente se está muriendo de hambre. Como consecuencia de esta situación grandes masas de población se ven excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizonte, sin salida”[1]. Prefieren migrar superando toda clase de adversidades para una vida mejor.

Desde lo profundo de nuestro corazón, hacemos un llamado a las autoridades competentes de los tres niveles de gobierno: Municipal, Estatal y Federal a los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, a que NO EXTORSIONEN A LOS MIGRANTES. Ellos, como ustedes y nosotros son hijos de Dios.

¡¡NINGÚN SER HUMANO ES ILEGAL!!

ATENTAMENTE

Encuentro de la Iglesia Ch’ol y Misión Santísima Trinidad,
Unión de Comunidades Indígenas de la Selva de Chiapas,
Coordinadora de Organizaciones sociales CDLI- Xinich’.

[1] Exhortación apostólica Papa Francisco, La alegría del Evangelio, En la Crisis del Compromiso comunitario.