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Avispa Midia

El Poder Judicial ensañado contra el Pueblo Mapuche

Fuente: Avispa Midia

Los jueces hicieron coincidir las audiencias de las causas contra la Lof Quemquemtrew y la Lof Winkul Mapu, a las que acusan por “usurpación” en Cuesta del Ternero y Villa Mascardi. Los juicios llegan tras años de persecución y los asesinatos de Rafael Nahuel y Elías Garay. Desde el inicio de este año, otras tres comunidades fueron condenadas o judicializadas bajo la misma acusación para desconocer el derecho sobre sus territorios.

Por Mariángeles Guerrero y Roxana Sposaro

Cobertura colaborativa conjunta de Tierra Viva e Infoterritorial

Una serie de procesos judiciales avanzan contra el Pueblo Mapuche en Río Negro, en Argentina. Esta semana se inició con las audiencias del juicio oral por supuesta usurpación de tierras contra la Lof Quemquemtrew, que cerró su etapa de alegatos este jueves y espera sentencia para el miércoles 2 de octubre. Este jueves también comenzaron las audiencias contra integrantes de la Lof Lafken Winkul Mapu, llevados al banquillo con otra acusación de usurpación, cuya sentencia se conocerá el próximo lunes. Ambas causas fueron iniciadas tras la recuperación de tierras por parte de las comunidades y en ambos casos lamentaron homicidios: Elías Garay, en 2021 (a manos del empleado de un empresario forestal en Cuesta del Ternero), y Rafael Nahuel, en 2017, a manos de la Prefectura Naval en Villa Mascardi.

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Alejandra Cartagen | Irma Pineda | Marakorea Navarro | Alicia de los Rios

Hijas de desaparecidos políticos reclaman que Claudia Sheinbaum reconozca el Informe Fue el Estado y de continuidad a la búsqueda de Verdad, Justicia, No Repetición y Reparación Integral a la víctimas

México, a 2 de octubre de 2024.

A quien corresponda:

Nosotras, como hijas de personas desaparecidas y ejecutadas durante la época contrainsurgente en México, hemos participado activamente de los trabajos de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las violaciones graves a los derechos humanos cometidas de 1965 a 1990 (COVEH). Desde la primavera del 2022, cuando iniciaron las reuniones con comunidades de víctimas, las entonces cinco personas comisionadas anunciaron que investigarían diversas violencias perpetradas por agentes estatales, civiles y militares, en contra de militantes de organizaciones políticas armadas, de movimientos estudiantiles, movilizaciones sindicales, comunidades campesinas y afromexicanas, disidencias político-partidistas, movimientos urbano-populares, periodistas, comunidades LGBT+, personas criminalizadas y marginalizadas, víctimas de la lucha contra el narcotráfico, disidencias religiosas, personas refugiadas guatemaltecas, y personas y grupos que se opusieron a proyectos extractivistas.

Interesadas y comprometidas con el esclarecimiento histórico del período contrainsurgente, en agosto de este año recibimos la colección Fue el Estado,realizado por los equipos de investigación de los comisionados Abel Barrera, Carlos Pérez y David Fernández y de manera reciente conocimos del informe Verdades Innegables, por un México sin impunidad, de la comisionada Eugenia Allier. Verdades Innegables es el único texto proveniente del MEH que se integró al Informe 2024, un resumen que informa de los resultados de los cinco instrumentos (esclarecimiento histórico, búsqueda, justicia, memoria y atención a víctimas) de la COVEH.

Creemos un desacierto rechazar la colección Fue el Estado, de los comisionados Barrera, Pérez y Fernández, desconociendo con ello la mayoría de las comunidades violentadas por el Estado en el pasado reciente, debido a la imposición, desde la Secretaría de Gobernación, de una clasificación de víctimas “políticas” y a una supuesta infracción del mandato. La imposición de una categoría de víctima políticas desconoce las luchas y movilizaciones por la transformación del país que también fueron violentamente reprimidas, como comunidades indígenas, campesinas, obreras, de la diversidad sexual, y miles de comunidades sobre las que la violencia de Estado cayó para controlar y aniquilar cualquier atisbo de insurgencia y resistencia ante el poder autoritario. Desconocer esas luchas y vioencias, significa también borrar, una vez más desde el poder, la diversidad de las memorias.

Apelamos a que la Secretaría de Gobernación reconozca de manera integral los trabajos del MEH y que sea la Fiscalía General de la República, las fiscalías locales y tribunales quienes determinen la calidad de víctimas y de posibles responsables en las listas integradas a partir de las investigaciones testimoniales y documentales. Exhortamos a la Presidenta Claudia Sheinbaum a que retome y dé continuidad a este proceso para concretar los derechos a la verdad, la justicia, la no repetición y la reparación integral para toda víctima de las violaciones graves de derechos humanos del pasado y del presente.

Hoy honramos el recuerdo de nuestras madres y padres pensándoles como personas que lucharon organizadas con y para otras comunidades agraviadas. Y honrar ese recuerdo supone no permitir que se borren o desconozcan a otras personas o comunidades violentadas.

Agradecemos siempre la atención y la consideración. Jamás solos ni solas.

Alejandra Cartagena López, abogada feminista, hija de David Jiménez Sarmiento, ejecutado el 11 de agosto de 1976 y Leticia Galarza Campos, desaparecida el 5 de enero de 1978.

Irma Pineda Santiago, poeta y docente, hija de Victor Pineda Henestrosa, desaparecido el 11 de julio de 1978.

Marakorea Navarro Fierro, periodista, hija de Jorge Varela y Olga Navarro Fierro, desaparecidos el 8 de noviembre de 1977.

Alicia de los Rios Merino, historiadora, hija de Enrique Pérez Mora,, ejecutado el 16 de junio de 1976 y Alicia de los Rios Merino, desaparecida el 5 de enero de 1978.

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ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ

Hay personas así… | ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ | Octubre de 2024

Hay personas así…

En los distintos rincones del mundo y en todo el planeta, en las partes y el todo, suele suceder que hay personas así…

  Que dice “NO”, cuando la mayoría asiente con resignado desinterés.

  Que levanta la frente, cuando la mayoría la inclina.

  Que descree, cuando el credo oficial se impone en la mayoría.

  Que tiene principios, cuando la mayoría inventa coartadas.

  Que busca verdad y justicia, mientras la mayoría se pierde.

  Que camina para encontrar, cuando la mayoría se sienta a esperar.

  Que lucha, cuando la mayoría se rinde.

  Que dice cuando habla, aunque la mayoría repita.

  Que, al mirarse en el espejo se encuentra, mientras las mayorías le exigen perderse en ellas.

  Que vela, aunque la mayoría duerma.

  Que se entrega, mientras la mayoría se administra.

  Que se insubordina, cuando la mayoría acata.

  Que es dispar, mientras la mayoría se asemeja.

  Que escucha hoy el tétrico sonido del mañana, aunque la mayoría sólo el ruido del pasado falso oiga.

  Que se inconforma, mientras la mayoría se resigna.

  Que abre los ojos, aunque la mayoría los cierre.

  Que grita, mientras la mayoría se ensordece con consignas.

  Que se abre paso, batiéndose entre escombros, sangre, huesos, lodo y mierda, eligiendo destino, ritmo y compañía, mientras la mayoría traga los sapos que aparecen en la trillada ruta de la mentira.

  Que ni perdona ni olvida, aunque la mayoría profese la religión de la apatía.

  Que piensa críticamente, mientras la mayoría consulta el dogma de moda.

  Que lucha porque es su deber, y no para ser parte de la mayoría.

  Que es apenas una grieta, cuando la mayoría se hace muro.

  Esas personas.  Tan pequeñas.  Tan distintas.  Tan diferentes.  Tan minoritarias.  Tan necesarias.

  Esas personas ahí están.  Aunque no sean nombradas, aunque la mirada del Poder no las tome en cuenta, aunque no las escuchen arriba, aunque no aparezcan en encuestas y estadísticas.

  Esas personas…

  Para ellas nuestro corazón.

  Nuestro oído atento a su mirada.

  Nuestra palabra buscándolas.

  Nuestro abrazo común a pesar de geografías y calendarios.

  Para ellas, y con ellas, la fiesta de los encuentros…

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

El Capitán.

México, octubre del 2024.

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Comunidad Otomí Residente en la CDMX y Comunidades Indígenas "Samir Flores Soberanes"

Comunicado de la Comunidad Otomí Residente en la CDMX desde la Casa de los Pueblos y Comunidades Indígenas “Samir Flores Soberanes”

12 de Octubre, 532 Años de Resistencia y Rebeldía

“POR EL RESPETO A LA AUTONOMÍA, LA DIGNIDAD, LA RESISTENCIA Y LA REBELDÍA DE NUESTROS PUEBLOS”, TOMAMOS EL INPI, HOY CASA DE LOS PUEBLOS Y COMUNIDADES INDÍGENAS “SAMIR FLORES SOBERANES”

Dra. Claudia Sheinbaum Pardo

Titular del Ejecutivo Federal y Jefa máxima del 2º piso de la Cuarta Transformación

Desde la Casa de los Pueblos y Comunidades Indígenas “Samir Flores Soberanes”, la Comunidad Indígena Otomí residente en la Ciudad de México…

DENUNCIAMOS: El despojo del agua, el territorio y la vida; la militarización, la impunidad del crimen organizado, los megaproyectos de muerte y la guerra capitalista que imponen desde el poder económico y político, en contra de nuestros Pueblos y Comunidades Indígenas.

DENUNCIAMOS: Que la continuidad del segundo piso de la 4a Transformación, representa la continuidad de la GUERRA EN CONTRA DE NUESTROS PUEBLOS.

Claudia Sheinbaum. No nos representas y este es el único BASTÓN DE MANDO que recibirás el día de hoy!

Como muestra de tu herencia Obradorista, te dejamos el dato de los últimos tres sexenio:

“El primero, de Felipe Calderón, cerró con 122 mil 491 asesinatos y 16 mil 815 casos de desaparición.

El saldo de Enrique Peña Nieto fue de 159 mil 308 homicidios y 32 mil 590 personas desaparecidas.

López Obrador cierra rebasando por mucho a sus antecesores: 176 mil 406 muertes violentas al cierre de agosto de 2024, y 52 mil 222 casos de personas desaparecidas, los que triplican la herencia de Calderón. La cuarta parte corresponde a mujeres y niñas desaparecidas, cuyos casos se cuadruplicaron de 2006 a 2024. De idéntica manera, sus muertes violentas se duplicaron, pasando de las 9 mil 993 reportadas con Calderón, a más de 21 mil casos al cierre de agosto de 2024.”

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La Voz de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

Las Abejas de Acteal | Agresión en Campamento Nuevo Yibeljoj, antecedentes y contexto

Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Acteal, Chenalhó, Chiapas, México

Al Congreso Nacional Indígena
Al Consejo Indígena de Gobierno
A la Vicaría de Justicia y Paz de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
A las y los Defensores de los Derechos Humanos
A los Medios Libres y Alternativos
A los Medios de Comunicación Nacional e Internacional
A la Sociedad Civil, Nacional e Internacional

Hermanas y hermanos:

Denunciamos agresión en el Campamento Por la Paz de Nuevo Yibeljoj perteneciente a la Organización Las Abejas de Acteal, reinstalado el pasado 6 de agosto del año 2024[1].

Hechos

PRIMERO: A las 8 de la noche del día 28 de septiembre del presente, llegaron en el Campamento Civil Por la Paz de Nuevo Yibeljoj en estado de ebriedad pero no inconscientes los señores Elías y Juan, ambos de apellidos Méndez Gómez pertenecientes al paraje Centro Nuevo Yibeljoj afiliados al municipio oficial de Chenalhó. INSULTARON A LOS COMPAÑEROS INTEGRANTES DE LAS ABEJAS DE ACTEAL, DESPUES se retiraron. Una hora después como a las 9 de la noche, regresaron CON MAYOR AGRESIVIDAD. Elías Méndez llegó insultando ADEMÁS DICIENDO que lo que hacen Las Abejas no está bien, que “el terreno en donde están no les pertenece, porque no colaboran en la comunidad…” MIENTRAS TANTO Juan empezó a jalar y romper la lona con la que cubrimos nuestra casita construida el pasado 6 de agosto. Después, Elías empezó a jalar la lona y LUEGO AVENTÓ HACIA FUERA JUNTO CON UNA LÁMINA. LOS COMPAÑEROS QUE ESTABAN AHÍ DE GUARDIA le pidieron a JUAN Y ELIAS que se calmaran y se retiraran del lugar, que el asunto se puede resolver de manera pacífica con sus autoridades. Antes de retirarse Elías Méndez se presentaron como, “los grupos de borrachos bravos”, que, “no le tienen miedo a nada” y que pueden, “destruir toda la casa si quieren”.

DESPUÉS DE QUE SE RETIRARON DEL CAMPAMENTO, LLEGARON jactándose en la tienda del señor Domingo Sántiz Sántiz predicador evangélico de la iglesia pentecostés quién también esta persona nos acusó de “provocadores”, durante una audiencia que tuvimos el pasado 5 de septiembre en la presidencia de Chenalhó.

SEGUNDO: EL SEÑOR Elías Méndez Gómez, DE NUEVA CUENTA, el día 29 de septiembre del mismo año, increpó a UNO DE NUESTROS COMPAÑEROS en las inmediaciones del Campamento Nuevo Yibeljoj. FUE JALONEADO POR ELÍAS MIENTRAS EL DECÍA QUE que estaba preparado para unos tiroteos.

TERCERO: Aclaramos, que Elías Méndez Gómez, ya había venido a insultarnos dos veces antes; en una de ellas golpeó el espejo de la camioneta de uno de nuestros compañeros que la tenía estacionado en nuestro campamento.

CUARTO: Otro caso de agresión FUE POR PARTE DEL SEÑOR MIGUEL VÁZQUEZ PÉREZ DEL PARAJE YIBELJOJ CENTRO QUIEN AGREDIÓ A UNO DE LOS HIJOS DE NUESTROS COMPAÑEROS YA AGREDIDO. LA AGRESIÓN DEL SEÑOR MIGUEL VAZQUEZ CONSISTIÓ EN TOMARLO DEL CUELLO DE FORMA VIOLENTA y que le dijera si están entrenando para ser del grupo “El Machete”.

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Abel Barrera | Tlachinollan

Abel Barrera | Murallas y huracanes contra los 43

Por Abel Barrera | Tllachinollan

Para mantener viva la memoria de los 43 normalistas desaparecidos, las madres y padres develaron un memorial en la avenida Reforma. En la marcha del 26 recibieron el saludo fraterno de varios colectivos de familiares desaparecidos, miles de estudiantes los acompañaron hasta la plancha del Zócalo. En medio de la pertinaz lluvia, el grito ¡No están solos! fue continuo a lo largo de las avenidas. Apesadumbrados por la ausencia de sus hijos y la indolencia de las autoridades, las madres y padres reavivaron su coraje al observar que desde el Hemiciclo a Juárez el gobierno colocó planchas metálicas, como si su presencia en el centro de la ciudad representara un peligro para la seguridad de los capitalinos.

El distanciamiento del Presidente de la República con las madres y padres se acentuó en las últimas reuniones que sostuvieron en Palacio Nacional. Su postura reiterada de culpar a los abogados, al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes y a la OEA de conspirar contra el Ejército desalentó a los familiares, porque más allá de las denostaciones, nada comentaba de las líneas de investigación ni presentaba avances sobre el paradero de sus hijos. La falta de resultados orilló a los padres a dar por concluidos los encuentros con el Presidente.

Su lucha tenaz y duradera contrastó con el maltrato que recibieron en la Ciudad de México. Los funcionarios de la Subsecretaría de Derechos Humanos llevaron en cajas de cartón el segundo reporte del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre los jóvenes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa. Llegaron a las oficinas del Centro Miguel Agustín Pro para entregar un ejemplar a cada familiar. Las madres y padres pidieron más respeto: no estaban ahí para recibir correspondencia. Aclararon que sus domicilios se ubican en otros estados donde pueden recibir todo tipo de notificaciones. Sin tomar en cuenta sus consideraciones, el informe del Presidente se difundió a escala nacional.

La animadversión se materializó con el amurallamiento del Centro y la colocación de barreras de concreto para restringir el acceso al Zócalo. El trato de personas no gratas reavivó el coraje y la indignación de los contingentes que marcharon. Nadie contuvo a la juventud solidaria que demostró su cariño y adhesión al movimiento que han enarbolado las madres y padres de los 43. En su mensaje final calificaron de provocación el filtro que instalaron las autoridades. Recordaron que nadie les había puesto barreras por manifestarse pacíficamente. Sentenciaron que van a brincar lo que tengan que brincar para llegar a la verdad. Nadie detendrá su marcha y gobierne quien gobierne, su lucha seguirá.

No sólo son las murallas metálicas las que tienen que remover; la tarea más difícil en esta larga batalla será agrietar los muros de la impunidad que protegen al Ejército. No será la fuerza, sino la razón, la que develará sus tropelías que guardan como un tesoro en los 800 folios. Las madres y padres ahora son catalogados como adversarios por denunciar que el Presidente traicionó su confianza y que les dio la espalda para proteger al Ejército. El motor que los mueve es encontrar a sus hijos. La fuerza de su amor está por encima de filiaciones político-partidistas.

Llegaron a la ciudad para cimbrar la conciencia nacional y recordar que hace 10 años se cometió un crimen de Estado. Su valiente testimonio nos muestra la herida que se desangra por sus 43 hijos y por miles de personas desaparecidas. Hay una gran deuda con las víctimas que están invisibilizadas y relegadas de la agenda pública. Su presencia fugaz quedó grabada en miles de jóvenes que, en medio de las llamas de las murallas metálicas en Palacio Nacional, leyeron que los 43 viven en nuestra rebeldía.

A las nueve de la noche, la caravana de autobuses tomaba la calzada de Tlalpan rumbo a la Normal de Ayotzinapa. En la madrugada, las madres y padres de Tixtla enfrentaban la amenaza de que el agua de las barrancas se desbordara y entrara a sus casas. El temor fue mayor al saber que el agua de la laguna había llegado al santuario de la Natividad. Las familias afectadas desalojaban sus viviendas en busca de refugio. La incertidumbre y el miedo fueron mayores por las incesantes lluvias.

En los municipios de la Costa Chica, la situación es muy grave porque el huracán John entró con toda su furia en Marquelia y Copala. La mayoría de viviendas están dañadas y la carretera a Oaxaca, que recién inauguró el presidente López Obrador, tiene muchos derrumbes y árboles caídos. En la región de Ayutla de los Libres y Tecoanapa, donde viven varias madres y padres, las comunidades están aisladas y sin recibir auxilio.

En La Montaña, los 19 municipios están incomunicados. La comunidad de Monte Alegre, municipio de Malinaltepec, donde reside una familia de los 43, hay muchas viviendas dañadas. La carretera de Tlapa a Marquelia requiere atención urgente por el desgajamiento de los cerros. La Costa Chica, la Montaña y la zona Centro conforman las tres regiones más afectadas por el huracán John. Más de 35 madres y padres residen en esos lugares en condiciones sumamente precarias. La mayoría de sus comunidades están incomunicadas. Los ríos, lagunas y barrancas están causando destrozos en sus casas y cultivos.

Les aflige no saber de sus familiares por la caída de Internet y por la angustia de no llegar a sus hogares. Los pocos reportes que se tienen es que hay daños en los techos de sus viviendas. La lluvia ha reblandecido las paredes de las que están construidas con adobe. En esta temporada ya no podrán comer elotes tiernos, porque el viento destruyó sus milpas. Sus huertas de café también se perdieron. Los pocos animales de corral que tienen fueron arrastrados por las barrancas, y el viento tiró una pequeña tiendita. La ausencia de sus hijos azota más fuertemente en sus vidas por las murallas del poder y la furia del huracán.

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Radio Zapatista

Estado e indígenas en el México de la 4T: la persistencia del leviatán

Por Fortino Domínguez Rueda[1] 

Desde nuestra vivencia sabemos que no se impugnaron las relaciones coloniales de opresión después de que los procesos de independencia edificaran el Estado-nación mexicano. La Colonia culminó en términos formales y jurídicos y obtuvo reconocimiento internacional, sin embargo, la colonialidad ha persistido hasta el día de hoy. De esta suerte el Estado se revela como uno de los instrumentos de dominación mejor articulados para el sostenimiento del sistema capitalista mundial, donde una característica que resalta para el caso de México y de su último sexenio, es la participación activa de miembros de pueblos indígenas que pretenden construir el rostro indígena de la actual administración estatal, y quienes en conjunto con la élite blanca gobernante son los “nuevos” capataces de la finca llamada México. Historias locales y diseños globales configuran la experiencia de sometimiento y opresión, así como de resistencia que cada pueblo ha levantado para persistir a los embates del Estado a lo largo del planeta. 

En México hace 30 años (1994) un nuevo ciclo de luchas y resistencia indígena se hizo presente. El levantamiento armado del EZLN cimbró al planeta entero y mostró el proyecto civilizatorio maya que como hace miles de lunas, sigue hoy, asegurando la vida y creando opciones en tiempos de muerte y destrucción que arroja la crisis civilizatoria que enfrentamos como humanidad.  

A lo largo de estas tres décadas hemos presenciado la aparición de discursos, políticas públicas, modelos educativos y la discusión sobre la diferencia étnica en México, las cuales sufrieron una transformación radical a partir del levantamiento armado del EZLN. Esta bifurcación histórica transformó las maneras de nombrar, visualizar y pensar a los pueblos indígenas, de ello ineludiblemente se desplegó un renovado indigenismo de Estado con raíz colonial, pero con discurso multicultural e intercultural, con perspectiva de género, interseccional y descolonizante; sin embargo, los discursos desde el Estado, no han logrado detener la guerra de conquista y exterminio que azota a nuestros pueblos y a todo el país.  

En las geografías del México de abajo se reconoce desde hace mucho tiempo que el ejercicio de la autonomía y la reconstitución integral de nuestros pueblos son un buen comienzo para impugnar el colonialismo histórico. Por su parte, en los calendarios del poder de arriba se buscó incluir en el lenguaje lo referente a la diversidad. Fue así como a la luz del neoliberalismo, la diferencia étnica, la multiculturalidad e interculturalidad se convirtieron en parte del paquete discursivo de políticos, científicos sociales, ONGs, universidades e indígenas afines a los partidos políticos y a los gobernantes en turno. Durante el último sexenio se consolidó un nuevo consenso alrededor del Estado en México. Hubo un reajuste en la relación del Estado y los ciudadanos. La serie de reformas que en la actual administración se articulan son para hegemonizar ese cambio en el Estado mexicano. En otras palabras, la máquina que perpetúa la muerte en el país necesita una modificación, ya que el capitalismo “no puede parar”.   

A esto, debemos sumar la situación de la cooptación, imbricada con los intereses de poder de personajes indígenas, lo cual ha dado como resultado no solo la creación de indígenas permitidos, como lo nombramos en 2019, sino también ha consolidado una clase de políticos profesionales indígenas que buscan corporativizar y tener fichas para negociar en el nuevo reacomodo de fuerzas. Sí, así justo como en el pasado con el INI, CDI y ahora el INPI de la “4D”, o sea, la Cuarta Destrucción. 

Si bien el Estado y sus instituciones siempre están en una constante subsunción retórica hacia las demandas de los pueblos, ahora podemos observar cómo durante este sexenio, se registra la adopción de un lenguaje técnico y de una indumentaria por parte de los miembros de la “izquierda ilustrada e institucional” que ahora sirve a los gobiernos en turno. Observamos un uso políticamente correcto de las demandas históricas de los desposeídos, se enarbolan las demandas y frases emblemáticas de los movimientos indígenas. Afuera de sus palacios y de las mañaneras, la realidad es diferente a la percibida por los gobernantes étnicos en turno.

Por tanto, ante la constante cooptación del lenguaje y la disputa narrativa conviene señalar que una cosa es la creación del Consejo Nacional de los Pueblos Indígenas (CNPI) impulsado por el INPI con su actual director Adelfo Regino, quien es calificado como traidor al movimiento indígena; y otra cosa es el Concejo Indígena de Gobierno (CIG), sí, así mero con C, y que nació a mediados del 2017 como una iniciativa del EZLN – CNI presentada en 2016. El primero corre sobre los rieles del tren del progreso con dirección a la catástrofe y el otro teje la vida desde abajo y a la izquierda. 

De ahí que no nos resulte extraño las limitantes de la hoy tan “controvertida” Reforma Constitucional y Legal sobre los derechos de los pueblos indígenas y afro mexicanos, puesto que nació muerta. Solo basta recordar el año 2001 para tener claro que el Estado tuvo una oportunidad para cumplir los acuerdos de San Andrés firmados en 1996 y no estuvo a la altura. Por ello, el movimiento indígena desde el espacio del Congreso Nacional Indígena CNI y el EZLN decidieron romper el diálogo y enfocarse en lo que seguía para sus pueblos. Lo anterior decantó en el ejercicio de la autonomía por la vía de los hechos, ejemplo paradigmático fue la creación de los caracoles en 2003 por el EZLN, así como la recuperación de tierras de la comunidad nahua de Ostula, en la costa de Michoacán en 2009. Muchos argumentan desde el púlpito del poder que ahora el Estado sí cumplió y que por ello la reforma va. Olvidan que no puede venir la vida de la máquina de muerte que es el Estado y esa enseñanza la miramos todos los días en nuestros pueblos y a través de las madres buscadoras. Por otra parte, es necesario señalar que en ese 2001, algunos cuantos decidieron aceptar la oferta del poder y con ello participar en los partidos políticos. De ese tiempo viene la traición de Adelfo Regino.

Sumado a lo anterior, recordar que desde el 2019, cuando el INPI y su actual director Adelfo Regino convocó a foros regionales a lo largo de la república mexicana, lo hizo bajo la bandera de que esta iniciativa cumpliría los temas que quedaron pendientes en los Acuerdos de San Andrés, y paradójicamente continuaron legitimando una política de militarización en Chiapas y de todo el país. Con la mano derecha crean “nuevas leyes” —estirando y lucrando con las demandas—, con la mano izquierda reprimen a los que se organizan y con ambas aplauden el festín de la élite gobernante.

Pero incluso antes de que fuera “descafeinada”, ya desde el 2019 en el foro nacional fue discutido el punto referente a Tierras, territorios, recursos, biodiversidad y medio ambiente de los Pueblos Indígenas, puesto que uno de sus principios marcaba abiertamente la supeditación de los pueblos: Reconocer el derecho de los pueblos y comunidades indígenas a poseer, utilizar, desarrollar y controlar sus tierras, territorios y recursos o bienes naturales, salvo aquellos considerados estratégicos para la Nación, para estipularse en la modificación de la fracción VI del apartado A. del Artículo 2° y en la adición de un párrafo segundo a la misma. Un punto nada desdeñable considerando que los recursos estratégicos para la nación son: el petróleo, los minerales, la energía nuclear, los ferrocarriles y la petroquímica básica.

Por otro lado, las instituciones del Estado mexicano confirmaron una vez más que llegan tarde, sin actualización y sin querer reconocer las formas que los pueblos despliegan para asegurar la vida día con día. O sea, estamos ante la presencia de una mezcla entre una etnicidad S.A. de C.V. al servicio del Estado mexicano y revestido de progresismo ilustrado del siglo pasado, lo cual es perfectamente combinado con la participación en cargos públicos, y con todo ello, nos quieren hacer creer que las demandas de los pueblos en lucha han sido cumplidas y que ahora todo cambió. Hace un año el CNI señaló: 

México, a pesar de los disfraces y mentiras que brotan del gobierno de la Cuarta Transformación, no es la excepción y las cifras que describen la violencia y la guerra son elocuentes: más de 156 mil homicidios dolosos, más de 43 mil personas desaparecidas y no localizadas, más de 4 mil feminicidios, 75 periodistas y 104 personas defensoras de tierra y territorio, pueblos indígenas, derechos humanos y medio ambiente asesinadas en este sexenio, casi la mitad de estos últimos participantes en el espacio que es el Congreso Nacional Indígena CNI (CNI, 2023).

Las cifras del colapso y la destrucción son claras. Ante la oscuridad que va adquiriendo la tormenta, es nuevamente necesario continuar con los trabajos de base, escuchando la palabra, reconociendo y enlazando dolores; es decir, llevar la organización a nuestras vidas, con nuestras familias, vecinos, amigos, miembros de la comunidad.

Por último, no debemos olvidar que es necesario dejar constancia en la historia de quien decidió servir al amo y quienes decidieron caminar por abajo y en colectivo.    


[1] Zoque de Chapultenango, Chiapas, México. Historiador, antropólogo e integrante del Centro de Lengua y Cultura Zoque.

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Radio Zapatista

La digna rabia de Ayotzinapa a 10 años de la desaparición de los normalistas

Indignación. Se siente por doquier, duele. A 10 años de la desaparición de los normalistas de la Escuela Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, y a pocos meses del fin de la presidencia de quien prometió verdad y justicia y luego traicionó no sólo a ellos, sino a todo el país, las madres y padres de los normalistas siguen luchando por justicia y verdad. Este 26 de septiembre de 2024, junto con miles de personas solidarias, marcharon al zócalo de la Ciudad de México cargando su dolor y su digna rabia.

Como si la mentira, la burla, el encubrimiento, las calumnias contra los defensores de derechos humanos que los acompañan y, sobre todo, la traición de parte de un presidente en el que muchos confiaron no bastara, en este décimo aniversario de ese macabro capítulo de nuestra historia el Estado intentó bloquearles el paso con vallas de concreto. “Como si viviéramos en una dictadura”, dijo uno de los padres. Como si las víctimas de los crímenes del Estado no tuvieran derecho de alzar la voz.

Sobre Paseo de la Reforma, al lado del antimonumento +43, montaron un memorial con las imágenes de todos los normalistas desaparecidos. Un memorial que nos recuerda las vidas de los ausentes, pero también que vivimos en un país donde esos horrores son posibles, y donde el poder, cualquiera que sea el color con el que se pinte, es siempre ajeno a la justicia.

En el templete en el zócalo, las palabras de los padres y madres son duras; su rabia es mucha, pero también su determinación de seguir luchando, no sólo por sus hijos, sino por todos los desaparecidos y desaparecidas del país, por todos los asesinados, por todas y todos los que sufrimos la brutalidad de este narcoestado y de un ejército criminal al que el presidente entregó el país estos últimos años. Como dijo el obispo Don Raúl Vera, es necesario agradecer a los padres y madres de Ayotzinapa, porque con todo su dolor a cuestas, su lucha es por México, este México tan pisoteado por la voracidad del poder.

Audios del mítin en el zócalo:

Palabras iniciales
(Descarga aquí)  
Mario González, padre de César Manuel González
(Descarga aquí)  
Hilda Legideño, madre de Jorge Antonio Tizapa Legideño
(Descarga aquí)  
Vidulfo Rosales, abogado
(Descarga aquí)  
Emiliano Navarrete, padre de José Ángel Navarrete
(Descarga aquí)  
Representante de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa
(Descarga aquí)  
Representante de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas
(Descarga aquí)  
Obispo Don Raúl Vera
(Descarga aquí)  

Al día siguiente de la marcha y de la instalación del memorial con los rostros de los 43 normalistas de Ayotzinapa, varios de los rostros amanecieron rotos. Aquí el comunicado de los Colectivos de Familias de Desaparecidas y Desaparecidos:

El día de ayer a 10 años de la desaparición forzada de 43 estudiantes de Ayotzinapa, los padres y madres junto con otros familiares y organizaciones colocamos memoriales con los rostros de los muchachos en la avenida Reforma junto al antimonumento +43.

Hace diez años amanecimos con la dolorosa noticia de la desaparición, hoy con la noticia de que varios rostros amanecieron rotos. Repudiamos este acto de desprecio y odio para los jóvenes y sus familiares. Exigimos al gobierno de la Ciudad y al gobierno federal brindar protección a los memoriales que con tanto esfuerzo hemos colocado para que nadie olvide a las personas desaparecidas y para seguir exigiendo verdad y justicia por nuestros hijos e hijas. Demandamos que se investigue y castigue a quien haya dañado los memoriales y sobre todo solicitamos enérgicamente se devuelvan estos memoriales que son fruto de la lucha y parte de la memoria que impulsamos las familias de personas desaparecidas.

Le aseguramos que cuando nuestros hijos regresen con nosotras, quitaremos sus rostros de todo el país. Pero mientras eso no suceda, seguiremos recordando a la sociedad y al gobierno que las personas desaparecidas nos faltan a todxs. ¡No se puede borrar la memoria destruyendo los memoriales!

¡Hasta que los 43 vuelvan a casa!
¡Hasta encontrarles a todxs!
¡La memoria no se borra!

Colectivos de familias de Desaparecidas y Desaparecidos

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EZLN

MEMORIA Y RABIA | Subcomandante Insurgente Moisés | 26 de septiembre de 2024

MEMORIA Y RABIA.

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.

26 de septiembre del 2024.

A las madres, padres, condiscípulos, compañeras y compañeros de los Ausentes de Ayotzinapa:

A quienes buscan:

  Sabemos que no ha sido fácil llegar hasta esta hoja del calendario.

  Sabemos del dolor y la rabia de entender ahora que, no importa el color, allá arriba siguen el desprecio y la mentira.

  Sabemos que no sólo ha sido la esperanza de encontrar a quienes les faltan, lo que les ha movido.  Porque en estos años su dolor se ha extendido a los miles de familiares de las personas desaparecidas en este país.

  Y cada madre, cada padre, familiar, amistad, ha profundizado ese dolor hasta llegar a su lecho de rabia que busca y no encuentra.

  Ni verdad ni justicia.

  Ni la más mínima empatía de quien tiene el Poder sólo para alardear y presumir, más no para servir y resolver.  El verdugo pretendiendo presentarse como víctima.

  En este largo caminar se han encontrado con traiciones, con quienes sólo usaron su dolor para tener un cargo, una causa para cambiar de color en el gobierno, o, los más miserables, una paga.

  Y en los malos gobiernos sigue la mirada del cazador buscando a su próxima víctima.

  Pero…

  Nosotros, los pueblos zapatistas, creemos que tenemos en común con ustedes este sentimiento que sólo se encuentra en el corazón de quienes luchan…

  Porque llegará el día en que las figuras de quienes buscan sin descanso a quienes les hacen falta, de los padres y las madres de los ausentes de Ayotzinapa, de sus condiscípulos, de sus maestros, de sus familiares y amistades, se asocien a dos palabras cuya ausencia real padece ahora esta geografía: verdad y justicia.

  Y porque llegará el día en que ser estudiante, hombre o mujer, de una normal rural o de lo que sea, empleado, trabajadora, adulto o anciano, no sea motivo de persecución, de desprecio, de desaparición, de muerte.

  Pero para que ese día llegue, hay que seguir.  Si no podemos heredar aún esa Verdad y esa Justicia a quienes nos siguen en calendarios y geografías, sí podemos heredarles la rabia, la memoria y la dignidad necesarias para no rendirse, no venderse y no claudicar.

  Si no lo logramos, siempre habrá una noche de Iguala acechando a los de abajo, a su sangre joven, y siempre serán culpables de rebeldía.

  Si no hay Verdad ni Justicia, que no falten la rabia y la memoria.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

A nombre de las mujeres, hombres, ancianos, niñas y niños zapatistas.

Subcomandante Insurgente Moisés.
México, 26 de septiembre del 2024.

radio
Comisión de Coordinación y Seguimiento del Congreso Nacional Indígena

Pronunciamiento de la Comisión de Coordinación y Seguimiento del CNI a diez años de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa

26 de septiembre, 2024

A las madres y padres de los 43 compañeros estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos por el Estado mexicano,

Al pueblo de México,

A los pueblos del mundo,

A la Sexta Nacional e Internacional,

Desde el corazón que somos, los pueblos, naciones, barrios y tribus del Congreso Nacional Indígena sumamos nuestro grito al de los padres y madres de Ayotzinapa para exigir: VERDAD, REPARACIÓN Y JUSTICIA.

A diez años de la injusticia perpetrada en contra de nuestros hermanos normalistas, el dolor y la rabia que nos une no han disminuido. Diez años en los que los gobiernos, en sus distintas administraciones, se han empeñado en enterrar la verdad bajo el manto de la impunidad.

Diez años de vergonzosa y descarada impunidad manchan la última década de este país, incluidos los últimos 6 años de la llamada Cuarta Transformación. Venimos a decirles que ninguna transformación es posible sin verdad para los padres y madres que buscan incansablemente; ninguna transformación es posible sin justicia ante estos hechos que han marcado nuestro país y ninguna transformación es posible siendo cómplices de toda la clase política, de todos los partidos, de todas las instituciones, y especialmente, sin que se admita y sancione la intervención y culpabilidad del Ejército al que en lugar de ello, se ha alabado y encumbrado.

Este gobierno ahora se va sin cumplir su palabra, por el contrario, ha encubierto y defendido a los políticos y militares implicados, mientras calumnia y le cierra las puertas a las madres y padres de Ayotzinapa y a su exigencia de verdad y justicia.

La administración actual, así como las anteriores, ha optado por proteger a quienes son sus cómplices: el crimen organizado, la clase política corrupta y las fuerzas militares que han silenciado a los que luchan por justicia. La siguiente administración de Claudia Sheinbaum, al igual que la de López Obrador, deja en claro que el tema Ayotzinapa no es prioridad, cerrando la puerta a la verdad y perpetuando el ciclo de impunidad.

El pasado ha sido un constante recordar que el Estado no sólo desapareció a 43 jóvenes, sino que también ha buscado borrar la memoria de su lucha y la de quienes, en cada movilización, replican sus voces. No permitiremos que continúe esta estrategia de olvidar y despreciar la dignidad de nuestros muertos y desaparecidos.

La luz de nuestros compañeros sigue viva en la lucha de sus familias y en cada rincón donde se resiste al olvido.

Por todos los ausentes, por cada nombre que se suma a las filas de la descomposición social en la que ellos han convertido a este país, reiteramos que seguimos y seguiremos gritando “Hasta encontrarlos” “Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

Nuestra exigencia de justicia y verdad no se detendrá.

¡Zapata Vive, la Lucha Sigue!

¡Ayotzinapa Vive, la Lucha Sigue!

¡Vivos los Llevaron, Vivos los Queremos!

Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos,

Nunca Más un México sin Nosotros.

Comisión de Coordinación y Seguimiento del Congreso Nacional Indígena