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Grupos armados mantienen bajo asedio recuperaciones campesinas en el Bajo Aguán
Fuente: Avispa Midia
Por Aldo Santiago
En portada: Familias campesinas de la Cooperativa Tranvío fueron desplazadas violentamente por grupos criminales vinculados a la agroindustria.
Desde el pasado lunes (27) arrecia la violencia contra el movimiento campesino del Bajo Aguán, al norte de Honduras, departamento de Colón. Hombres equipados con armas de grueso calibre, vinculados al grupo criminal “Los Cachos”, han emprendido una serie de ataques contra las recuperaciones de tierras que mantienen las cooperativas de Tranvío, Camarones y El Chile, ubicadas en la comunidad Quebrada de Arena, a escasos kilómetros de la ciudad de Tocoa.
A pesar de la presencia de elementos de fuerzas de seguridad hondureños, el movimiento campesino sostiene que éstos no accionan para frenar los intentos de desalojos violentos por parte de los criminales. “Hemos denunciado el riesgo que corren ante la secretaria de Seguridad, la Policía Nacional, el Ministerio Público y la secretaria de Derechos Humanos de forma constante, sin embargo, no hay respuesta contundente”, denunciaron este lunes (27) a través de comunicado de la Plataforma Agraria del Aguán.

Tras el ataque armado del lunes (27), que duró al menos 12 horas y dejó un saldo de 150 familias desplazadas de la Cooperativa Tranvío, además de heridos, la mañana de este miércoles (29) se reporta un nuevo ataque. Ésta vez contra familias campesinas de la Cooperativa El Chile. Acorde al periodista Jared Olson, durante la agresión de esta mañana se registra, al menos, un herido.Registro de los ataques contra campesinos de la Cooperativa El Chile durante la mañana del miércoles 29 de enero, 2025.
La cooperativa El Chile, colindante con las cooperativas Tranvío y Camarones, alberga a 246 familias campesinas, quienes desde hace dos años recuperaron 486 hectáreas de tierra de manos de la Corporación Dinant, empresa productora de palma aceitera, para dar espacio a la siembra de alimentos. La Plataforma y la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán (COPA) denuncian que los grupos criminales que atacan al movimiento campesino actúan al servicio de la agroindustrial Dinant.
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Acorde a la Plataforma, durante el ataque del lunes (27), campesinos socios de la Cooperativa Tranvío observaron a un vehículo perteneciente a Dinant transportando a hombres armados cerca de las tierras de la Cooperativa Camarones. Cabe destacar que el grupo “Los Cachos” es el mismo señalado por haber desalojado violentamente a familias campesinas de la Cooperativa Camarones el pasado 24 de diciembre del 2024. “Desde este momento el grupo armado mantiene control de la cooperativa”, señala la Plataforma mediante comunicado tras los ataques.
Por lo menos desde hace dos años, la Plataforma Agraria y COPA han denunciado que la corporación Dinant contrató al grupo criminal “Los Cachos” para atacar a líderes campesinos y miembros de las cooperativas. Ahora, incluso señalan la participación de ex miembros de Fuerzas Especiales del Ejército colombiano por su colusión con la empresa agroindustrial para perseguir a los líderes campesinos.
Al cierre de esta edición, medios locales informan que, mientras las autoridades policiales se encuentran en la comunidad de Quebrada de Arena, continúan los ataques contra la Cooperativa El Chile donde se registra la quema de casas de campesinos.
Advertencias, ignoradas
Testimonios de la Plataforma Agraria aseguran que, desde la noche del domingo (26), denunciaron a la Policía Nacional que el ataque a las cooperativas campesinas era inminente. Esto, debido a que observaron la movilización de personas mediante transportes acuáticos a través del río Aguán, además de percatarse del tránsito de vehículos sin placas y hombres armados frente a la casa del líder del grupo “Los Cachos”, Juan Carlos Lizama, en la comunidad de Quebrada de Arena.
Acorde a reportes de Redacción Regional, desde las 6 de la mañana del lunes (27), periodistas del medio atestiguaron disparos de ráfagas con armas de alto calibre, además de denuncias de heridos. A las 10 horas, se avistó otro grupo armado el cual, utilizando machetes y piedras, protagonizó otro ataque contra los campesinos. Por la tarde continuaron las agresiones lo que impidió que campesinos, civiles, policías y periodistas pudieran evacuar la zona debido a que se registraron bloqueos en las rutas de salida realizados por los grupos criminales.Campesinos de la Cooperativa Tranvía registraron los ataques armados del pasado lunes 27 de enero.
“Los sicarios lograron posicionarse en las instalaciones de una pollera propiedad de la Cooperativa Tranvio, de donde han aterrorizada a la comunidad con constantes ráfagas de disparos, mientras otro grupo armado tomó la carretera y así impidió el paso para evitar la libre locomoción”, confirmó la Plataforma Agraria sobre la permanencia del asedio, sin que los elementos de seguridad protegieran a más de 123 familias; 453 personas, entre ellas niños y niñas.

Además, se reportó el secuestro, durante tres horas, del campesino Cristian Baire y el ataque con arma de fuego contra Janier García, ambos socios de la Cooperativa Tranvío. “Cristian Baire fue liberado de una casa en la aldea Quebrada de Arena por la policía aproximadamente a las 10 de la mañana, pero sufrió torturas y una herida de bala en el pie, posteriormente fue hospitalizado, hasta el momento se encuentra fuera de peligro”, informó el movimiento campesino mediante redes sociales.
El martes (28), el Bufete Justicia para los Pueblos (BJP) que acompaña la lucha legal del movimiento campesino condenó el uso de la violencia “por parte de grupos armados paralelos, que operan bajo la fachada de grupos ganaderos, y en particular al grupo armado ‘Los Cachos’ que opera en la zona con total impunidad”.
El BJP aseveró que estas acciones “benefician directamente a la Corporación Dinant y sus aliados empresariales. Las acciones incluyen el uso ilegal de armas de alto calibre para crear un ambiente de terror y desalojar ilegal y extrajudicialmente a familias campesinas”, declararon mediante posicionamiento público.
También señalaron que resulta inaceptable que, a más de un mes del desplazamiento violento de la Cooperativa Camarones, el Estado de Honduras aún no ha brindado garantías básicas de seguridad a las familias campesinas que viven en completa vulnerabilidad y bajo ataque.
“Condenamos que la difamación y el uso de la violencia forman parte de una campaña más global para dividir y crear conflictos en las comunidades con el fin de despojar tierras y sumar beneficios económicos para la familia Facussé, tanto para sus empresas agroindustriales como para sus intereses mineros. No pasa desapercibido que estas mismas estrategias se han utilizado contra las cooperativas campesinas de Gregorio Chávez, Santa Rosa del Aguan, Panamá y en la comunidad La Ceibita, respectivamente”, acusaron.
Solidaridad
Desde los primeros reportes de ataques armados, diversas organizaciones hondureñas e internacionales se han posicionado para condenar la violencia contra las cooperativas agrarias y elevar la denuncia a nivel nacioanl e internacional sobre los intentos de desalojo de las tierras campesinas del Aguán.
“Este ataque es solo un reflejo de la constante criminalización y persecución que sufren las comunidades del Bajo Aguán, quienes luchan por defender sus derechos territoriales y la tierra”, aseguró la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos mediante pronunciamiento público.
Por su parte, la Asociación de Cooperación Internacional (Espacio ACI), constituida por 35 ONG Internacionales con presencia y trabajo en Honduras, aseveró que, durante una gira internacional de solidaridad con el Aguán, realizada la semana del 20 al 24 de enero de 2025, fueron alertadas sobre la gravedad del riesgo que los líderes de La Plataforma Agraria y de las Cooperativas Campesinas sufren como amenazas a muerte, ataques a sus familias, y la prohibición de circular en la zona de Quebrada de Arena.
Frente a esta situación, recordaron al Estado de Honduras el cumplimiento del convenio, firmado en febrero de 2022, entre el movimiento campesino y el gobierno, el cual incluye como uno de sus compromisos la conformación de la Comisión Tripartita bajo la coordinación del Instituto Nacional Agrario (INA), en el marco de la Comisión de Seguridad Agraria. “En este sentido, reiteramos nuestra solicitud de acción directa y coordinada de dicha instancia para garantizar una respuesta integral y efectiva que permita abordar las causas del conflicto y prevenir nuevos actos de violencia en la región”, señalaron las organizaciones internacionales.
En tanto, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH) manifiestó preocupación por los recientes hechos violentos contra el movimiento campesino en el Bajo Aguán e hizo un llamado al gobierno de Honduras para “abordar las causas estructurales que subyacen a la histórica conflictividad en la zona, mediante la puesta en marcha de la Comisión de la Verdad del Bajo Aguán”.
“Las cooperativas han sido víctimas de al menos dos muertes violentas por arma de fuego, desplazamiento forzado de al menos 150 familias, así como múltiples actos de intimidación y amenazas. La información recibida por la Oficina releva que los presuntos responsables de estos hechos serían estructuras del crimen organizado, que estarían generando una fuerte escalada de violencia en la zona, lo que representa un riesgo inminente para la vida de las comunidades campesinas”, alertó.
Canadá: TC Energy deja rastro de criminalización en territorio Wet’suwet’en
Fuente: Avispa Midia
Por Renata Bessi
En portada: La jefa de ala del clan Gidimt’en Sleydo’ (Molly Wickam) forma parte de las personas criminalizadas por oponerse a la construcción de un gasoducto en su territorio ancestral.
Tres defensores indígenas en Canadá pueden ser condenados a la cárcel en el próximo mes debido a sus acciones para proteger el territorio ancestral de la Nación Wet’suwet’en, en la provincia de Colombia Británica, contra el gasoducto Coastal GasLink (CGL), de la empresa TC Energy, corporación que opera y construye infraestructura relacionada a la producción de energía en América del Norte. Jefes de la Nación Wet’suwet’en argumentan que no dieron consentimiento para que el gasoducto atravesara su territorio.
La jefa de ala del clan Gidimt’en Sleydo’ (Molly Wickam), la mujer Gitxsan con conexión familiar Wet’suwet’en, Shaylynn Sampson, y el hombre Mohawk de Akwesasne Corey Jayohcee fueron detenidos durante una redada violenta de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), en 2021, y declarados culpables de desacato por haber desobedecido presuntamente una orden judicial de no acercarse a las zonas donde se construía el gasoducto, pese a que estaban en su territorio ancestral.
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La defensa jurídica de los tres indígenas ha presentado un recurso ante la Corte Suprema de Columbia Británica, en el que afirma que la policía violó sus derechos humanos durante las redadas. El Tribunal Supremo está estudiando ahora si sus detenciones y condenas violaron sus derechos constitucionales, incluidas las alegaciones de que la RPMC hizo un uso excesivo de la fuerza durante las detenciones. Una sentencia – esperada para mediados de febrero de 2025 – a su favor podría anular las condenas.
La orden judicial solicitada por CGL Pipeline Ltd. y concedida por el Tribunal Supremo de Columbia Británica, en 2018, prohibió a las personas defensoras de la tierra y sus simpatizantes cualquier acción que se considere perjudicial a la construcción del gasoducto, incluso aproximarse de las obras. La decisión autoriza a la Real Policía Montada de Canadá a detener a cualquier persona cuando considere que alguien contraviene la orden.
Para hacerla cumplir, la policía ha llevado a cabo desde entonces cuatro redadas violentas en el territorio Wet’suwet’en, utilizando armas, helicópteros y perros. Por lo menos 75 defensores y defensoras de la tierra han sido detenidos, como fue documentado por la Amnistía Internacional (AI).
Resultado de la redada de 2021, los detenidos permanecieron bajo custodia por hasta cinco días antes de que ser liberados bajo fianza. El testigo del jefe Na’Moks, uno de los jefes hereditarios Wet’suwet’en, a Amnistía Internacional revela la discriminación racista que predominó en la acción policial. “Sólo estaban encadenados los indígenas, (…) ni nadie más. Éstos solamente estaban esposados. Pero hicieron que todos los indígenas (…) encadenados y en ropa interior comparecieran así ante el juez”.
El jefe Dsta’hyl (Adam Ganon), jefe de ala del clan Likt’samisyu, fue detenido en 2021 en la misma redada y fue declarado culpable de quebrantar la misma orden judicial. Fue condenado, en julio de 2024, a 60 días de arresto domiciliario en territorio Wet’suwet’en, cumplidos año pasado.

La autoridad ancestral fue la primera persona encarcelada de las cuatro defensoras Wet’suwet’en que han sido procesadas y de otros defensores declarados culpables del delito de desacato por violar dicha orden judicial. Fueconsiderado el primer preso de conciencia de Canadá, por haber sido encarcelado por sus convicciones políticas, religiosas u otras convicciones profundas, como define la AI.
“He sido condenado por proteger nuestra propia tierra mientras se marginan las leyes Wet’suwet’en”, dijo el jefe Dsta’hyl. “Esta lucha dura ya 240 años. Nos encarcelan en las reservas donde nos han convertido en ‘legalmente indios’. Ahora todos los miembros de la comunidad somos ‘presos y presas de conciencia’ debido a lo que nos han hecho los colonizadores”.
La Fiscalía de Columbia Británica (BCPS) acusó, en 2022, a otros 20 defensores de desacato por desobedecer la orden de mantenerse alejados de las obras de construcción del gasoducto. A algunos de los defensores se les retiraron los cargos o fueron declarados inocentes. Otros se declararon culpables en respuesta a las restrictivas condiciones de libertad bajo fianza, informa la AI.
El acceso a una gran parte de la tierra está restringido excepto para la empresa del gasoducto, su empresa de seguridad privada y la policía canadiense. Eso ha apartado al pueblo Wet’suwet’en de su territorio ancestral. Le impide realizar muchas de sus actividades tradicionales, como cazar y pescar.
A menudo, al acceder a su tierra las personas Wet’suwet’en son intimidadas y hostigadas por la policía canadiense y la empresa de seguridad privada. Sus cabañas han sido incendiadas, la policía ha efectuado registros en sus campamentos y confiscado sus pertenencias.
El gasoducto
TC Energy anunció a finales de 2023 que había finalizado el gasoducto Coastal GasLink, iniciado en 2019. Son 670 km de longitud. Sin embargo, todavía no ha sido activado para transportar el gas.
De acuerdo con su página web, Coastal GasLink “es la primera ruta directa de Canadá para el gas natural canadiense producido de forma sostenible y un componente crítico para apoyar la reducción de las emisiones globales (…) es un componente esencial de nuestra labor de apoyo a la transición energética mundial”.
TC Energy posee 93,600 km gasoductos en toda América del Norte. Según la empresa,
30% del gas metano consumido en América del Norte es transportado por sus estructuras.

Avispa Mídia platicó con el jefe hereditario Na’Moks, una de las autoridades ancestrales de la Nación Wet’suwet’en. Desde hace por lo menos 10 años su pueblo ha entablado una lucha contra gasoductos en su territorio. Lograron echar para tras cuatro proyectos. Hoy están previstos al menos 11. El más reciente es el gasoducto de TC Energy, Coastal GasLink. A seguir, les compartimos parte de la platica con el jefe hereditario Na’Moks.
Lugar estratégico
Estamos en el norte de Columbia Británica, provincia localizada al extremo oeste de Canadá, estamos a dos horas de Alaska. El gas metano es extraído en la provincia vecina, Alberta, y quieren llevarlo al océano Pacífico, donde deben construir plantas para licuar el gas y enviarlo a Asia. Quieren pasar los ductos por nuestro territorio. Por eso estamos tan fuertemente presionados. Todo es extraído por fracking. Siguen diciendo que es ‘gas natural’, pero no hay nada natural. Acabamos de volver de la región de Athabasca (Alberta), donde el río está envenenado. El lago Great Slave ha bajado 3 metros.
No es no
Nosotros somos los jefes. Somos los que tomamos las decisiones en nombre de nuestro pueblo, hacemos lo que nuestra gente nos manda hacer. Y dijimos que no. Como no pudieron obtener nuestro consentimiento, entonces llegaron a criminalizarnos.
Todo el proceso ha sido duro. Cuando entran por la puerta de nuestras casas con sierras mecánicas, hachas y perros de ataque, cuando sales a la calle y te apuntan francotiradores con sus rifles, cuando detienen y llevan a la cárcel a mujeres embarazadas, cuando nos golpean, nos encarcelan, queman nuestras casas. No es fácil.
¿Dónde está la humanidad en eso? No somos menos que nadie. A nosotros nos han criminalizado solo por defender nuestra agua, nuestro territorio.
Experiencia con TC Energy
Lo que les queremos decir es que esta empresa [TC Energy] no tiene ninguna consciencia. Ellos les van a dar muy poco dinero [refiriéndose a los proyectos en México] y después les van a dejar su agua y sus tierras devastadas. Si ustedes no se defienden, así les va a tocar dejar sus territorios para sus hijos, sus nietos, sus bisnietos, devastados. Lo que están haciendo es dañar el futuro de las nuevas generaciones. Estas corporaciones y el gobierno no son nuestros amigos. El mundo no necesita estos proyectos. Lo que necesitamos es nuestra tierra, aire, agua limpios.
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Gasoductos tras gasoductos
Hasta ahora la Nación Wet’suwet’en ha derrotado cuatro gasoductos, hay uno en el terreno, pero no está en operación todavía y hay varios por venir, por lo menos otros 11 proyectados, de distintas empresas.
Proyectos zombis
Lo que hacen es proponer proyectos que son básicamente como proyectos zombis. Desaparecen, pero nunca mueren. Siempre están en la agenda, así que pueden volver a activarse en cualquier momento, dependiendo de cómo convenzan al gobierno de que pueden hacerlo. Y siguen diciendo que aplicarán las mejores prácticas, pero sus mejores prácticas son siempre la devastación y el envenenamiento de nuestra agua y nuestro aire.
Siempre hemos estados
Utilizamos mucho las Naciones Unidas para reivindicar nuestros derechos, porque dependiendo del gobierno en turno, respetan más o menos nuestros derechos. El Estado nos reconoce por los procesos judiciales que hemos tenido que hacer. Ganamos un juicio el 11 de diciembre de 1997, en el que Canadá reconoce que existimos [como pueblos], que nunca hemos renunciado a nuestra autoridad. Nuestro territorio es de 22 mil quilómetros cuadrados. Siempre hemos estado ahí. Sin embargo, siguen autorizando proyectos que pasan por nuestras tierras sin nuestro consentimiento.
Que el mundo sepa
Le importa mucho a Canadá su reputación. Tiene miedo de perder su reputación de ser este gran lugar para estar y vivir. Nosotros no vemos eso, así que se lo decimos al mundo. Por eso hablamos en las Naciones Unidas. Es por eso que vamos a diferentes países, para expresar y decir la verdad. Que el mundo sepa lo que está siendo el gobierno canadiense. Que el mundo sepa cual es su real reputación.
La prioridad es el dinero
Aunque ganemos en los tribunales, aunque lo diga la Constitución, simplemente darán prioridad al dinero, seguirán las indicaciones de las corporaciones. Las empresas van por el camino de menor resistencia, que generalmente es un funcionario electo que sólo está ahí unos pocos años y que facilita la ejecución de los proyectos. Nosotros somos hereditarios, estamos ahí para siempre y ellos harán la táctica de ‘divide y vencerás’ que siempre les funciona.
Tenemos que ir más allá de los funcionarios electos porque, de nuevo, cambian en cada elección. Así que hay que llevarlo a la escena mundial y mucha gente piensa que es algo demasiado grande, pero no lo es tanto si crees en lo que haces y estás haciendo lo correcto. No es gran cosa. Es un trabajo duro, pero merece la pena. Y cuando decimos no, queremos decir no.
Órdenes judiciales criminalizan
Las empresas utilizan órdenes judiciales contra nosotros. Dicen que estamos invadiendo nuestra propia tierra. Nos criminalizan, nos sacan de la tierra, nos encierran. No podemos circular en nuestro territorio libremente.
Las corporaciones dicen que, para operar, necesitan que nos mantengamos alejados y el 88% de las veces lo consiguen. Eso demuestra que el Estado canadiense está al lado de las corporaciones. Eso no significa que sea legal. Así es como acaban metiéndonos en la cárcel y acusándonos. Estamos siguiendo nuestra ley. Nos llamarán criminales por hacerlo, pero estamos siguiendo nuestra ley. Nuestra ley dice que tenemos que proteger nuestra tierra. No queremos el dinero. Sólo queremos aire limpio, agua limpia. Lo que es bueno para nuestros niños, nuestros hijos. No queremos más de lo que tenemos. Tenemos lo que necesitamos. Sólo queremos protegerlo.
Último a ser contactados por los europeos
La mayor parte de los pueblos originarios de Canadá ha tenido contacto europeo durante cientos y cientos de años, pero nosotros somos probablemente el último a ser contactado. Eso fue en la época de mi abuela, hace alrededor de 150 años. Y el nombre que llevo, jefe Na’Moks, era el de mi abuela y ella tenía cargo cuando llegaron los europeos. Nosotros nunca perdimos nuestra cultura, nuestra ley.
¿Pocos?
No hemos tenido un censo desde los años 1990, pero somos entre 10.000 y 15.000. Las corporaciones miran ese número y dicen que somos pocos, pero se olvidan que el mundo nos apoya. Tenemos varias naciones diferentes que se trasladan a nuestro territorio y son bienvenidas.
Fuerzas
Tenemos que mantenernos firmes, saber quienes somos, tener identidad, saber cual es nuestra cultura, y saber que nosotros estamos haciendo lo correcto. Que los pueblos alrededor del mundo no se rindan. Todo lo que hacemos afecta a todo el planeta. Afecta a todo el mundo. Nuestra cultura, nuestros mayores, nuestra gente, nuestra juventud, (…) tienes que llevar eso contigo todo el tiempo. Si lo olvidas, ellos ganan.



















