¡Hasta siempre compañero Kuy!
El 25 de enero de 2014 murió nuestro compañero Francisco Kuykendall Leal. Su muerte es consecuencia de la impunidad con que las policías actúan. El primero de diciembre de 2012, ejerciendo su derecho de manifestación, y encaminándose para representar una obra teatral en las inmediaciones del Congreso de la Unión, una granada lacrimógena fue disparada por la Policía Federal Preventiva directamente a la cabeza de Kuy. Los responsables continúan libres, delinquiendo seguramente contra más luchadores sociales.
A partir de ese primero de diciembre la brutalidad de las policías locales, no sólo de la Ciudad de México, y federales fue clara. Nada tiene qué ver que haya estado Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador o Josefina Vázquez Mota en su ascensión al poder de este lastimado y herido México, esa política ya estaba planeada por las fuertes presiones del gran capital nacional y transnacional. De ahí la descomunal y brutal represión de ese primero de diciembre, de ahí que a partir de ese día prácticamente cualquier manifestación pública es fuertemente vigilada, y no pocas veces reprimida, ya no por policías, sino por hordas uniformadas; a partir de ese día el aumento de detenciones selectivas, con ridículas acusaciones, son algo común actualmente.
Los daños que provocó la granada lacrimógena los conocemos. La resistencia de nuestro compañero se sostuvo por más de una año, dolores, fiebres, infecciones, convulsiones, es verdad, pero también sonrisas, apretones de mano y miradas vivaces fueron parte de este último proceso de resistencia de nuestro compañero.
Hoy nos queda, sí, tristeza, pero ante todo rabia. Todos los responsables de su asesinato están impunes: Enrique Peña Nieto, Manuel Mondragón y Kalb, la bestia armada que le disparó, sin olvidar al aún jefe de gobierno del Distrito Federal Marcelo Ebrard, pues coordinó sus hordas con las federales.
En nuestra memoria colectiva debe quedar esta afrenta contra la lucha social, contra los adherentes de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Este crimen cometido a un compañero que decidió armarse del teatro y la actuación contra las injusticias, y ofrecer su solidaridad con su arte, lo mantendremos presente. Desde el abajo y a la izquierda reivindicamos la vida de un compañero que se empeñó en hacer de este mundo algo más justo, libre y democrático.
Que tenga por seguro Kuy que cada integrante de esta Red continuará con empeño la construcción de un mundo no capitalista cuyos cimientos son el abajo y la izquierda desde donde estamos y somos.
¡Hasta siempre compañero Kuy, hasta siempre!
Contra el despojo y la represión:
¡la solidairdad!
Red Contra la Represión y por la Solidaridad
(RvsR)