México
Comunicado del Pueblos Creyente a 12 años de la Pascua de jTatik Samuel
DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS
COMUNICADO DEL PUEBLO CREYENTE
A la sociedad civil
A las diferentes creencias religiosas
A los tres niveles de gobierno
A los medios de comunicación
A los hombres y mujeres que construyen la paz.
“Dijo Dios: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Moisés se cubrió el rostro, porque temía mirar Dios. El Señor siguió diciendo: ¡He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído el clamor que le arrancan sus opresores conozco sus angustias!
Voy a bajar para librarlo del poder de los Egipcios…” (Ex 3, 6-8)
Como Pueblo Creyente nos unimos en este día para recordar los 12 años de la pascua de jTatic Samuel que fue profeta y pastor, que acompañó al pueblo. Él sigue ÉI vivo en la memoria de este pueblo que peregrina y que nos fortalece en nuestro caminar. Nos unimos también para manifestar todos los atropellos e injusticias, violencia e inseguridad que estamos viviendo y para impulsar nuestra esperanza.
LA VIOLENCIA
La presencia del crimen organizado en las ciudades, en pueblos y comunidades se ha hecho cada vez más visible en un contexto de disputa y control del territorio Llevándonos a un clima de violencia generalizada, amenazas, enfrentamientos, desapariciones y asesinatos de personas de diferentes estratos sociales, así como también el reclutamiento de jóvenes. Provocando masacres, terror e inseguridad en comunidades y cabeceras municipales, no solo del territorio de nuestra diócesis sino en otras partes de las diócesis de Tuxtla y Tapachula.
El aumento de cantinas clandestinas en las cabeceras municipales y en algunas comunidades donde también se venden drogas y se da la prostitución, que generan adicción y destrucción de las familias.
Hemos visto que el actuar del crimen organizado ha la sido con la permisividad de los tres órdenes de gobierno generando impunidad e injusticia.
EI uso de las armas ha sido una herramienta de querer solucionar los conflictos en comunidades dejando en el olvido las formas comunitarias del diálogo y la búsqueda de soluciones pacíficas y de reconciliación que nos enseñaron nuestros abuelos y nuestras abuelas.
Chiapas ha sido uno de los estados en el que el fenómeno del desplazamiento forzado se ha visibilizado cada vez más y no ha y sido reconocido ni atendido por las autoridades de los tres niveles de gobierno. En muchos casos se iniciaron como disputas de tierras pero con la mala decisión de las instituciones de gobierno que provocaron el aumento de los conflictos por no tener en cuenta los antecedentes históricos entre comunidades ni sus acuerdos comunitarios anteriores.
En la actualidad los desplazamientos se han generado por la situación de extrema violencia provocada por los grupos armados, que tienen la permisividad del gobierno. También muchas veces esta situación de violencia ha provocado la migración a otros estados del país o a Estados Unidos y Canadá.
Todo lo anterior ha traido como consecuencia, la ruptura del tejido social y familiar.
Durante los desplazamientos mujeres y niñas-niños son los más expuestos al acoso, tortura sexual como forma de violencia directa, dejándoles en estado de vulnerabilidad, desprotección, discriminación, violación a sus derechos humanos y desamparo total.
PARTIDOS POLÍTICOS
Ya desde los últimos meses de 2022 se ha empezado por la carrera hacia las elecciones 2024, a nivel federal, estatal y municipal. Muchas veces con “pre-campañas” disfrazadas, de diversos actores y actoras políticas.
Así como empezar a repartir dádivas con despensas y demás mecanismos que siempre se utilizan para la compra de conciencias y por lo tanto de los votos. Además de causar la división en las comunidades.
También se ven las alianzas de ciertos políticos con grupos de poder, delincuencia organizada, algunas organizaciones sociales y caciques. Todo por la ambición del poder.
Por está colusión con la delincuencia se prevé nuevamente la violencia antes, durante y después de las elecciones, lo cual traerá sufrimiento y muerte en nuestros pueblos.
ECONOMÍA
Los campesinos y las campesinas seguimos resistiendo y produciendo alimentos a pesar de que los precios de nuestros productos se mantienen bajos: el maíz, el café, el cacao, el frijol, la caña de azúcar, el jitomate, el chayote, etc.
Existe un gran descontrol en los precios de la canasta básica y en los precios de los combustibles: la gasolina, el gas, la energía eléctrica; así como el transporte.
Los salarios en el campo siguen siendo bajos en relación a lo que ganan los obreros y los que se dedican a los servicios y los funcionarios.
Vivimos en un permanente despojo de nuestros bienes, de nuestras tierras, aguas bosques. Éstas son otras causas de la migración y de la destrucción de las familias en el campo y en la ciudad.
MIGRANTES
Hay mucha migración de nuestras comunidades que migran a los Estados Unidos y dentro del país, como ya expresamos antes. Así como muchos migrantes de Centro y Sudamérica. de otros países del mundo que atraviesan nuestro pais.
Los migrantes son violados en sus derechos. Sufren robos y secuestros, y muchos se han quedado pidiendo limosna en comunidades y ciudades. También hay migrantes que son arrestados por diversas instituciones del gobierno y los encarcelan durante un tiempo y después los devuelven a su país. Otros se mueren en el desierto por hambre y sed, o son asesinados o víctima de extorsión.
Hay mujeres migrantes que son contratadas por los centros de prostitución y son violentadas en sus derechos, asesinadas, secuestradas y forzadas a ejercer la prostitución. Hay familias completas que han migrado, dejan sus casas en busca de una vida mejor, otras por ambición de dinero o por otras causas.
LLAMADO A LOS PUEBLOS ORIGINARIOS
Como Pueblo Originarios podemos seguir existiendo construyendo la paz y la justicia, si buscamos nuestras raíces y fortalecemos nuestra cultura, nuestras lenguas y el reconocimiento de nuestros derechos. Si mantenemos los significados de la vida que están presentes en la comunidad. Sì no caemos en las trampas y en los conflictos que nos dividen y nos enfrentan entre hermanos Y
hermanas.
EXIGENCIAS
Exigimos el alto a los conflictos en las comunidades: las injusticias, asesinatos, secuestros y desaparición de personas, la violencia y la inseguridad. Exigimos el alto a las cantinas clandestinas que promueven el consumo de alcohol, drogas y la prostitución.
Exigimos el alto a la destrucción de las familias con la violencia, el desplazamiento, el secuestro, el despojo del territorio y la inseguridad que se hace más grande con el aumento de las armas y la presencia del crimen organizado.
Exigimos el respeto a las mujeres en todos los espacios de la sociedad; que no se obstaculice su derecho a decidir libremente.
Exigimos que se deje de criminalizar la lucha por la defensa de la libre determinación de nuestros pueblos y la defensa del territorio en el que vivimos.
Exigimos justicia no impunidad ante la masacre de Acteal. Reconocemos la digna lucha de la organización civil “las Abejas”, que han luchado incansablemente por 30 años y tienen la memoria la viva de la masacre de 45 hermanas y hermanos, más 4 bebés no nacidos sacados del vientre de sus madres en Acteal el 22 de diciembre de 1997.
ALTERNATIVAS
Organizar trabajos colectivos como comunidades o como familias, como mujeres, jóvenes, niñas- niños, hermanos catequistas y Pastoral de la Tierra y otras áreas. Para lograr nuestra propia alimentación sana y nutritiva.
Conservar y valorar nuestra madre naturaleza que somos parte de ella cuidarla; hacer conciencia de ya no usar químicos y desechables que la contaminan.
Juntar las basuras asi como nos enseñaron nuestros abuelos y abuelas. Sembrar árboles frutales, plantas medicinales, hacer hortalizas en común.
“Entonces Dios tomó al ser humano y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara cuidara” (cf. Gen 2, 15)
Buscar la paz y la reconciliación en nuestras comunidades, para que haya armonía en nuestros trabajos y pueblos.
Desde la Palabra de Dios que nos ¡lumina y nos muestra el camino para seguir fortaleciendo nuestro caminar como Pueblo Creyente.
También es fundamental recordar lo que ya se decía en una carta pastoral: “Es importante seguir tejiendo en común, porque a realidad no la podemos transformar solos 0 una sola comunidad, una sola zona, una sola organización; es nuestra tarea tejer alianzas con aquellas personas, comunidades, zonas, organizaciones, que están en una verdadera lucha construyendo esa nueva vida, que están construyendo el “Buen vivir con gran respeto”… Por tanto, tenemos que animar los corazones para fortalecer la unidad en la acción entre quienes están luchando por esa nueva vida que deseamos tener para todos, haciendo nuestra la experiencia de las primeras comunidades cristianas que “tenian un solo corazón una sola alma” (Hechos 4, 32)”. (Carta Pastoral ¡Caminemos juntos a la luz del Señor!, número 49, año 2020).
Como Pueblo Creyente damos gracias a Dios por los 5 años de acompañamiento en esta diócesis de nuestro obispo Rodrigo Aguilar Martínez y que continuemos caminando juntas y juntos la luz del Señor.
“LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES”
Pueblo Creyente de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
A 25 de enero de 2023.
Crisis forense impide que familias de desaparecidos accedan a la verdad y la justicia
Fuente Avispa Midia
Por Jeny Pascacio
En portada: Protesta de estudiantes normalistas, provenientes de distintas partes de México, por la desaparición forzada de los 43 de Ayotzinapa. Foto: Aldo Santiago
Durante la conferencia internacional ‘Hacerle frente a la crisis forense’, convocada por el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, Mercedes Doretti, la directora del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), destacó la urgencia de resolver la crisis forense que atraviesa México hace años. “No existe confiabilidad en la información que emiten las propias fiscalías del país”, sostuvo.
Roxana Enríquez, directora del Equipo Mexicano de Antropólogos Forenses (EMAF), explicó que la crisis se refleja en la existencia de las fosas comunes, en la acumulación de procesos de identificaciones o identificaciones que no son confiables y en los procesos de exhumación que tienen los sitios de enterramiento clandestino.
Pero sobretodo genera el “impedimento para acceder a la verdad y la justicia”, dijo Enríquez. En este momento se “tiene el resultado del abandono institucional de décadas en áreas clave para el esclarecimiento de hechos delictivos”.
Te puede interesar – México alcanza las 100 mil personas desaparecidas
“La identificación de una persona es la tarea pendiente y el punto de partida para que pensemos en la recomposición de la sociedad lastimada”. Para ello, precisó Enríquez, se requieren investigaciones certeras.
Para Doretti, uno de los mecanismos para mejorar la situación es la creación de una mesa de intercambio de información forense.
Esta propuesta incluye, además de las instituciones, a los colectivos de familiares y a la sociedad civil, que se reunirían de manera periódica para exponer los casos y el mapeo de dónde se trabaja, así como los resultados que se habrían de alcanzar.
“De manera que esto no sea una información secreta de Estado”, reiteró Doretti.
Enríquez comentó que es urgente la colaboración entre los distintos niveles de gobierno y las mismas instituciones, incluso evidenciar a otras instituciones estatales y federales que tienen un importante trabajo en la búsqueda de personas, como son las secretarías de Salud locales, los Ayuntamientos y el Registro Civil.
Existen instancias que antes no se vincularon al tema y que desconocen —en el ámbito local— el alcance que pueden tener sus acciones en la búsqueda de personas desaparecidas. Aún cuando tienen la voluntad, desconocen la forma de participar.
Para las familias de personas desaparecidas, la crisis no solo se trata de estadísticas, sino de personas que tienen nombre, apellido y familia que los ama, los busca, los espera y los necesita, “y lo que tiene que hacer el Estado es darnos justicia”, sostiene Grace Fernández Morán, defensora de los derechos humanos.
Siamesas diabólicas
En 2008, Yolanda Morán comenzaba a formar los primeros colectivos de madres que buscaban a sus hijos por cuenta propia ante las incapacidades de las autoridades y fue de las primeras que alzó la voz para exigir justicia.
Destacó que la lucha de las organizaciones de familiares buscadores no se ha quedado en el reclamo, por el contrario, apoyan al Estado a fortalecer sus capacidades, a construir políticas y mecanismos.
En la mal llamada ‘guerra sucia’, cuando sucedieron desapariciones y ejecuciones extrajudiciales, “estaba el reclamo de las familias y no hicieron nada, vinieron las muertas de Juárez y nuevamente el Estado no hizo nada; viene la violencia generalizada de la guerra contra el narco de Calderón y fuera de hacer algo, decía que no estaban preparados para tanta violencia y entonces se justificaban ante la falta de capacidades”, rememoró Fernández Morán.
En esos años, la sociedad creyó que los ejecutados eran criminales, como lo hizo creer el gobierno de Felipe Calderón, a propósito del Plan Mérida. Entonces las madres buscadoras implementaron un violentómetro que cuantificaba a los muertos.
Te puede interesar – Desapariciones en México aumentan entre la impunidad y eufemismos: ONU
“Esos muertos son la gran mayoría de los que hoy buscamos identificar porque el Estado reportaba bajas del crimen organizado, pero nunca dijo quiénes eran, porque solo se trataba de presentar resultados del combate contra el crimen organizado”, dijo Fernández Morán.
Pero las familias siguen cuestionando quiénes son, si efectivamente eran parte del crimen organizado y por qué los mataron. En ese momento, Fernández Morán explicó que no podían aspirar a que hubiese la infraestructura para identificar a la cantidad de personas muertas, pero lamentó que no se hayan aplicado los protocolos mínimos que existían o que a nadie se le ocurriera documentar los hallazgos.
“Había una obligación por simple lógica: proteger a la ciudadanía y garantizar sus derechos a la identidad y a la justicia, son dos de los derechos básicos que debieron de haber garantizado”, sostiene la defensora.
Fernández Morán argumentó que, en ese tiempo, los cuerpos se encontraban en el piso de los diferentes espacios del Servicio Médico Forense (Semefo) en estados muy avanzados de descomposición y, entonces, solo les interesaba sacarlos.
“Muchas madres, esposas, familiares de personas desaparecidas, lloramos y gritamos de rabia cuando nos enteramos que en Jalisco habían incinerado a miles y todavía no hay quién nos diga cuántos eran, si les abrieron carpeta de no identificados, si tenían averiguaciones previas o acta circunstanciada de levantamiento y recuperación del cuerpo. Es información que hoy en día seguimos sin conocer”.
No había estructura, pero tampoco hubo inversión, pues con la identificación las autoridades tenían que comenzar a dar respuestas. Para las familias todo recae en dos causas que identifican como las siamesas diabólicas: impunidad y corrupción.
35 sentencias
“Ha permanecido y ha imperado un gran involucramiento de muchos sectores del Estado de los tres niveles de gobierno. Ninguno está limpio ni uno solo de los poderes, ninguna de las instituciones, todas tienen su nivel de responsabilidad”, hizo hincapié Fernández Morán, quien recuerda que hasta ahora solo existen 35 sentencias por desaparición que resulta en la impunidad absoluta.
Aunque las integrantes de la conferencia celebraron los cinco años de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, reconocieron que existen grandes retos y la crisis forense, además de los más de 110,000 desaparecidos, es una muestra de todas las deudas del Estado.
Cuando fue construida la ley ocurrió el caso Ayotzinapa y las familias de Guerrero comenzaron la búsqueda con sus propias manos y recursos.
“La respuesta que nos daba la fiscal Areli Gómez era: dejen de buscar, no tengo cómo identificar, es más no tengo dónde meterlos”, dijo Fernández Morán. Entonces los antropólogos forenses de México, Argentina y Guatemala pusieron manos a la obra y, hasta ahora, aunque saturados, siguen apoyando a las organizaciones de familias buscadoras.
Las familias no se dan por vencidas y crearon en dos años el mecanismo extraordinario de Identificación Forense que, con la ayuda de expertas, buscan dar respuesta a dos cuestionamientos importantes: ¿quiénes son? y ¿qué les pasó?.
Intercambios
Doretti agregó que además existe un problema grave en cuanto cooperación interinstitucional esencialmente entre la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) y la Fiscalía General de la República (FGR). “Hay una fractura en la relación interinstitucional”, dijo.
Es urgente la creación de la Base Nacional de Datos Forenses, defiende. Hoy existen diferentes registros – el Registro Nacional de Personas Identificadas y No Reclamadas, el Registro de Fosas Comunes, de Fosas Clandestinas y el Plan Nacional de Identificación Humana -, todos son responsabilidad de la FGR.
Te puede interesar – Desaparecidos en México provoca movilizaciones en 25 entidades
“Estamos en un punto en donde podemos entrar a una mayor fragmentación de la información o podemos ir hacia una nueva consolidación con la Comisión Nacional de Búsqueda, a través de convenios con distintas fiscalías estatales y la creación de centros regionales”, dijo Roxana Enríquez.