Chiapas
15 años sin justicia para menores víctimas de violaciones a derechos humanos
Escucha aquí:(Descarga aquí)
Lee sobre Acto público de reconocimiento de responsabilidad del Estado y escucha todos los audios.
A 28 de enero de 2016.
Buenas tardes a todos los presentes,
Mi nombre es José López Cruz y en representación de mi familia, mis hijos y especialmente de la señora Cristina Reyna Cruz López madre del niño Ángel Díaz Cruz fallecido, voy a expresar las siguientes palabras.
Ha pasado más 15 años en el que mis hijos resultaron gravemente lesionados y que desgraciadamente el niño Ángel Díaz Cruz falleció a consecuencia de la explosión de una granada de fusil antipersonal propiedad del ejército mexicano.
Esos pobres niños lo único que hacían era buscar hongos para comer, pero debido a la negligencia del personal del ejército al no advertir los riesgos que pudiera acontecer en el lugar de campo de prácticas de tiro, a casi 500 metros de nuestra comunidad, resultó esta gran tragedia.
Además mi familia y los habitantes de mi comunidad El Aguaje, estábamos ya obligados a convivir, con todo tipo de ruidos provocado por los explosivos, los morteros, las ametralladoras lo cual provocaba mucho miedo. Sin embargo, el lugar era utilizado por la comunidad para la recolección de hongos, caminos de paso, pastoreo y recolección de leña.
Las mujeres ya no podían realizar sus actividades cotidianas por el campo, debido a que continuamente sufrían el acoso del personal militar.
A partir de las graves lesiones de nuestros hijos, comenzó nuestro sufrimiento, al verlos graves, a la presión de que uno de ellos le iban amputar una pierna; a la falta de atención de las autoridades porque no recibimos a atención necesaria y fuimos nosotros como familias que cargamos con toda la responsabilidad del seguimiento de recuperación de nuestros hijos.
Además por la falta de acceso al seguimiento de las investigaciones, debido a que estas se llevó a cabo desde la jurisdicción militar, quienes nunca nos permitieron saber el seguimiento del proceso penal militar, además de que el Juzgado Militar se encuentra en la Ciudad de México, Distrito Federal y no tenemos los recursos para ir hasta allá.
Las autoridad nunca se dieron cuenta de que éramos personas civiles y que nuestro caso debió ser atendido por la jurisdicción civil y no la militar, pues dejaron llevarse por el tipo de armamento que explotó, y nunca velar por nuestros derechos humanos.
Los días fueron largos, han sido largos, pues durante estos más de 15 años, hemos buscado la justicia. Hasta hoy no sabemos quienes son los verdaderos responsables de causar esa tragedia ni mucho menos cuales fueron sus castigos.
Los efectos psicológicos en nuestros hijos, en nuestras familias se mantienen, debido a la falta de justicia y la atención. Y ante el temor de que dentro de sus cuerpos exista todavía esquirlas.
Esperamos que estos acuerdos que hoy firmamos, sean cumplidos a la cavalidad.
Agradecemos infinitamente al Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé por su acompañamiento, porque sin ellos nunca hubiéramos podido lograr esta nuestra lucha.
Señores y señoras, durante todos estos años, hemos vivido la incertidumbre de que algún otro niño le pase lo mismo, es por eso que exigimos que estos hechos nunca vuelvan a repetirse.
Muchas gracias.
Grupo de Trabajo No Estamos Todxs en solidaridad con la comunidad de San Isidro los Laureles
A la Sexta nacional e internacional
A las organizaciones sociales independientes
A las ONG que caminan y luchan con los pueblos
A las personas de corazón honesto y sencillo
Compañeras y compañeros que leen estas líneas, reciban un fraternal y combativo abrazo de parte del Grupo de Trabajo “No Estamos Todxs”, quienes integramos junto con comunidades y personas adherentes a la Sexta de Chiapas el espacio de lucha Semilla Digna.
Nuestros hermanos y hermanas de San Isidro Los Laureles el pasado 20 de diciembre recuperaron los ranchos de los que dicen ser propietarios, Francisco Ruiz, Rodrigo Ruiz, Octavin Albores, en el municipio de Venustiano Carranza, Chiapas. Estas tierras las trabajaron sus abuelos y luego sus padres. Generaciones de peones acasillados, explotados desde el año 1940 en el duro trabajo de la plantación y cosecha de caña en condiciones de semi-esclavitud. Hoy las familias de estos trabajadores, ante la falta de suficiente tierra para vivir y sembrar, fueron a recuperar lo debido, un territorio ahora en manos concientes que además será protegido de los planes contaminadores y capitalistas del agro-negocio.
Desde que tomaron posesión de esta tierra, los compañeros y compañeras de San Isidro Los Laureles han recibido varias y serias amenazas de desalojo violento, tanto de parte del gobierno, como de parte de grupos armados de los caciques locales. Entre otros incidentes, lxs compas reportan ver pasar “por los predios en recuperación, con camionetas tipo ford, de ultimo modelo, con vidrios polarizados, en la gondula de la camioneta con 4 personas, llevando chalecos antibalas y armas de fuego de alto poder…”
Ante esta situación invitamos a todos y todas las compañeras que reciben este mensaje a estar al pendiente y en pre-alerta, pues la posibilidad de desalojo en contra de nuestros hermanos y hermanas es alta. Esta comunicación es para estar listos y listas a reaccionar en caso de represión, pues “si nos tocan a un@, nos tocan a tod@s”. Cualquiera esté interesado a tomar parte a las iniciativas de solidaridad con la lucha de San Isidro Los Laureles y de Semilla Digna, favor de contactarnos al correo: noestamostodxs@riseup.net.
Saludos rebeldes y solidarios









