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Avispa Midia

Nueva embestida del Banco Mundial para acaparar tierra para la “transición energética”

Fuente: Avispa Midia

Por Renata Bessi

En portada: Comunidades indígenas de Xapuri, en la Amazonía brasileña, han denunciado esquemas de despojo de tierras impulsados por entes financieros internacionales. Foto: GRAIN.

El Banco Mundial anunció durante su Conferencia sobre la Tierra, realizada entre el 13 y 17 de mayo, en Washington, Estados Unidos, que aumentará de 5,000 millones de dólares a 10,000 millones de dólares, en el transcurso de los próximos cinco años, sus inversiones en gestión y en estrategias para garantizar la tenencia de la tierra en todo el mundo. 

Acorde al discurso oficial de representantes del órgano financiero, el objetivo del banco es ayudar a los países en desarrollo a lograr la seguridad de la tenencia de la tierra para todos los hombres y todas las mujeres.

Más específicamente, las discusiones en la conferencia giraron alrededor de la necesidad de garantizar la tenencia de la tierra en todo el mundo para viabilizar los proyectos que visan a mitigar el cambio climático y promover la “transición energética”.  

“Estamos trabajando en 28 países el tema de la tierra, y queremos duplicar esta cifra”, dice Juergen Voegele, vicepresidente del Banco Mundial. El órgano ha invertido 38,600 millones de dólares, durante el 2023, en iniciativas relacionadas con el clima en los “países en desarrollo”, de manera que es la principal entidad de financiamiento internacional en temas relacionados a la “transición energética”, dentro de los lineamientos del Acuerdo de París.

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Durante la conferencia, en medio a discursos impregnados de un tono filantrópico que predicaban la necesidad de proteger las tierras indígenas, el pragmatismo del mercado saltaba a los ojos. “Hasta hoy no hemos encontrado suficiente tierra para las inversiones en energía renovable que se necesita. Y no es simplemente que tenemos que lograr que las zonas rurales aborden el tema naturaleza, sino que necesitamos de lugar para inversión”, dice el ex director de medio ambiente del Banco Mundial Andrew Steer, hoy presidente de la organización Bezos Earth Fund, que ha financiado proyectos de conservación ejecutados por organizaciones conservacionistas internacionales como WWF y Conservation International.

No necesitan solamente de tierras. Necesitan que las tierras estén tituladas, ¿por qué? 

Las discusiones durante la conferencia trataron de responder. En resumen, lo que se menciona es que la mala gobernanza de las tierras, leyes pocos claras y la tenencia insegura de la tierra limitan la seguridad de la inversión y el acceso a financiamientos de proyectos climáticos. Las inversiones del Banco Mundial, por ejemplo, exigen que las tierras estén tituladas.

De acuerdo con datos del Banco Mundial, en el mundo solamente el 30% de la población tiene un título de propiedad debidamente registrado de sus tierras. 

“Vimos que los registros de la tierra incompletos y desactualizados causan dilaciones y obstáculos al desarrollo de la infraestructura con la consiguiente consecuencia social que es el desplazamiento”, dijo. Con los recursos destinados a la titulación de la tierra por el Banco Mundial, “esperamos que se contribuya a la infraestructura necesaria que nos permita alcanzar los objetivos climáticos a nivel mundial”, sostiene el vicepresidente de infraestructura del Banco Mundial, Guangzhe Chen.

En el ámbito de la Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la máxima reunión de los órganos de negociación internacional de cambio climático, la necesidad de la reglamentación de las tierras también está presente. Tanto es así que los países acordaron destinar, en la COP 26, en Glasgow, 1,700 millones de dólares en tenencia de la tierra, recordó Andrew Mitchell, Ministro de Estado del Reino Unido, uno de los propulsores de la conferencia. 

Reglamentar para acaparar

Si para el Banco Mundial las acciones para garantizar la tenencia de la tierra han significado la seguridad de los negocios de grandes inversionistas, para organizaciones de productoras y productores de alimentos a pequeña escala, pueblos indígenas, trabajadoras y trabajadores, comunidades de base han significado el acaparamiento de tierras, en medio del desplazamiento de millones de personas en los países del Sur Global. 

La denuncia fue hecha por 94 organizaciones de todo el mundo pocos días antes de iniciar la conferencia. El banco ha promovido “la financiarización de la tierra, los bosques y la pesca, transformando los derechos tradicionales y consuetudinarios sobre la tierra en títulos privados listos para el mercado”, señalan las organizaciones en una declaración.

Exigen que el Banco Mundial se quede fuera de las tierras de las comunidades. “El Banco Mundial no sólo invierte directamente en proyectos de tierras, sino que también tiene un largo historial promocionando una gestión de los recursos naturales basada en una estrategia de mercado (…) al tiempo que facilita la privatización de los recursos naturales y su concentración en manos de élites y corporaciones con intereses propios”, sostienen.

La política de “reforma agraria asistida por el mercado” del Banco, con su modelo de “comprador dispuesto-vendedor dispuesto” que se impulsó en varios países en desarrollo, “aumentó la desigualdad de la tierra y la pobreza y creó las condiciones para la concentración de la tierra en lugar de su redistribución”.

Más recientemente, el órgano se ha convertido en un promotor de los mercados de carbono y otras medidas de mitigación del cambio climático con un enfoque de mercado. Es un actor importante en la creación de mercados mundiales del carbono a través de numerosos fideicomisos de carbono y mecanismos de financiación. 

“Estas medidas pretenden utilizar los territorios de las poblaciones como sumideros de carbono para los grandes contaminadores, permitiendo al mismo tiempo nuevas emisiones de gases de efecto invernadero y la destrucción de los ecosistemas”, afirman.

Las organizaciones hacen un llamado a los Estados para que garanticen que el Banco Mundial se abstenga de influir en las políticas mundiales, regionales y nacionales relativas a la tenencia, la tierra y los territorios, así como al cambio climático y la protección de la biodiversidad.

Además, que reorienten su financiación del Banco Mundial relacionada con la tierra y el cambio climático hacia las “soluciones verdaderas aplicadas por las personas y las comunidades en sus territorios”.

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[22 Mayo] Pluriversario: Métodos de investigación sobre, con y desde los movimientos sociales

El 22 de mayo, a las 10:00 hora de México, 13:00 hora de Buenos Aires, se llevará a cabo este Pluriversario en español e inglés con traducción simultánea. Regístrate para obtener el link de Zoom Clacso. Colegas de Argentina, Mexico, India, Irlanda y España estarán conversando el tema. No faltes.

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Avispa Midia

Colombia | Escalada de violencia en el Cauca amenaza poblaciones indígenas Nasa

Fuente: Avispa Midia

Por Sare Frabes

En portada: Marcha del pueblo Nasa con la Guardia Indígena al frente. 

El departamento del Cauca, en el suroeste de Colombia, vive un contexto de emergencia humanitaria debido a diversos acontecimientos violentos contra poblaciones indígenas que, desde enero hasta abril de 2024, han escalado en la región. 

Así lo denuncian organizaciones internacionales de derechos humanos, quienes hacen un llamado al Estado colombiano para accionar y garantizar la integridad ante los ataques que, consideran, violan la autonomía y derechos colectivos del pueblo Nasa.

Acorde al llamado de alerta, las comunidades permanecen en estado de vigilancia. Destacan el asesinato de la lideresa Carmelina Yule Paví, acontecido durante marzo y denunciado por la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN). Las poblaciones indígenas acusan a grupos armados, como el denominado “Frente Dagoberto Ramos del Estado Mayor Central”, agrupación de disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como los responsables por el homicidio.

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La organización Derechos de los Pueblos Indígenas Internacional (IPRI) detalla que esta situación de emergencia se inscribe en el contexto de la violencia armada que continúa afectando a pueblos indígenas tras la firma de los Acuerdos de Paz en noviembre del 2016.

Según un informe elaborado por el Observatorio de Derechos Humanos de la Organización Indígena de Colombia (ONIC), durante el año 2023 más de 58 mil hombres y mujeres pertenecientes a diversos pueblos indígenas fueron víctimas de hostigamientos, confinamientos y desplazamientos forzados. El reporte resalta que los mayores perpetradores de violencia hacia los pueblos indígenas de Colombia fueron el Ejército de Liberación Nacional (ELN) con 42,700 víctimas; Fuerza Pública (Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Policía Nacional) con 6,551 y las disidencias de las FARC con 3,448.

Las actuaciones de diferentes grupos armados en el departamento del Cauca han generado una crisis humanitaria, advertida por organizaciones internacionales.

Por su parte, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) estima que al menos 37 líderes indígenas fueron víctimas de la violencia en Colombia durante 2023. 

IPRI enfatiza en su informe de 2022 Violencia, impunidad y criminalización contra pueblos indígenas de Colombia, sobre la actuación de grupos armados dentro de los territorios de pueblos indígenas, “asesinando a guardias indígenas y autoridades, reclutando de manera forzada a niños, niñas y adolescentes indígenas, imponiendo confinamientos forzados y desplazando a personas indígenas de sus territorios”.

La organización de derechos humanos sostiene que el 90% de los casos permanecen en impunidad, lo que fomenta que los atentados contra las poblaciones indígenas se sigan perpetrando. “Las y los hermanos de los pueblos indígenas caucanos -mayoras y mayores, infancias y el propio territorio- no son actores del conflicto, sino víctimas del mismo y, como tales, merecedores de especial protección”, puntualiza IPRI.

Escalada

La escalada de violencia durante el pasado abril alcanzó niveles alarmantes con sucesos como el secuestro de comuneros nasa del Reguardo Indígena de San Andrés de Pisimbalá, según denunció el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC). 

Ante la privación de la libertad de los comuneros Luis Ángel Liz y el menor de edad Estiven Quinto, la comunidad de Pisimbalá se movilizó y mediante la guardia indígena y miembros de la comunidad rescataron a los indígenas. En su denuncia, el CRIC enfatizó que ante estos hechos, “no permitirán más desarmonías en nuestros territorios”. 

El Cauca se ha convertido en un territorio de disputa de los grupos armados. Foto: Fernando Vergara

El CRIC señaló como responsable por los daños físicos y psicológicos de sus comuneros al grupo armado Dagoberto Ramos y exhortaron a la comunidad internacional para pronunciarse para frenar la violencia sistemática contra los pueblos del Cauca.

En una carta de solidaridad desde México, organizaciones sociales sostienen que, solo entre el 1 de enero al 31 de marzo de este 2024, se ha registrado el asesinato de 26 personas en la región. En la misiva destacan que entre los homicidios se enuentran los casos de ocho sabedores ancestrales perpetrados durante los últimos dos años.

Además, externaron su preocupación en cuanto al reclutamiento forzado por actores armados de niños, niñas y/o adolescentes, menores de 18 años, la mayoría en el norte del Cauca. “En el año 2022 se llevó un registro de al menos de 250 casos, en el año 2023 al menos de 153 casos y en lo ocurrido del año 2024 se lleva un registro de 27 menores de edad reclutados”, detallan.

Las organizaciones internacionales comunicaron su apoyo a las decisiones tomadas por el Plan de Vida Proyecto Nasa (Toribio, Cauca), a las que se sumó la Cxhab Wala Kiwe-Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) para realizar control de su territorio, como administrar justicia para los responsables de estas graves vulneraciones, y “descontaminar el territorio de toda publicidad alusiva a las organizaciones armadas con el objetivo último de defender la vida”.

Suspensión de cese al fuego

Estos actos violentos acontecen en un contexto de incremento de enfrentamientos entre grupos armados y cuerpos de seguridad en diversas zonas del Cauca luego de que, el pasado marzo, un decreto firmado por el ministro de Defensa, Iván Velásquez, suspendió el Cese al Fuego Bilateral y Temporal de carácter Nacional con impacto Territorial (CFBTNT) el cual había establecido una tregua entre el gobierno colombiano y las disidencias de las FARC en los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca.

Ya en septiembre del 2023, disidencias de las FARC asaltaron el municipio de Jambaló, al norte del departamento, donde incluso robaron un banco y se enfrentaron a elementos de seguridad pública. Recientemente, el 17 de abril, otro grupo de disidencias de las FARC, conocido como “Carlos Patiño”, atacó la estación de policía de Jambaló donde asesinó a un soldado. Apenas el pasado domingo (12), el Frente Dagoberto Ramos liberó a dos fiscales, una civil y un soldado a quienes habían privado de su libertad desde el pasado 20 de abril.

Liberación de fiscales y civiles por parte del grupo de disidencias de las FARC, Frente Dagoberto Ramos.

Además, durante los primeros días de abril se reportó una emboscada en plena vía Panamericana que saldó con un policía muerto y siete heridos. Días después, el 12 de abril, un carro bomba fue detonado en las cercanías de la estación de policía del municipio de Miranda. La explosión dejó cuatro personas heridas, así como varias viviendas cercanas al lugar de la detonación, además de que provocó desplazamientos debido al miedo por nuevos enfrentamientos.

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Avispa Midia

En Guatemala, cooperativa campesina mantiene territorio libre de palma africana

Fuente: Avispa Midia

Por Renata Bessi

La laguna San Juan Acul hace parte de los cuerpos de agua del Refugio de Vida Silvestre El Pucté, al suroeste del departamento de Petén, norte de Guatemala, donde floreció la civilización Maya en el periodo clásico. La región, formada por bosques tropicales con gran cantidad de vida silvestre acuática y terrestre, es atravesada por ríos que desembocan en el mar caribe y en el Golfo de México, además de sus numerosos lagos y lagunas, como es la de San Juan Acul.

Una de las amenazas al refugio de la vida silvestre, así como a las otras siete áreas protegidas que existen en el suroeste de Petén, incluyendo sitios arqueológicos, es el monocultivo de palma aceitera. Quien admite este riesgo es el propio órgano ambiental de Guatemala, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap). “Este cultivo constituye una fuerte amenaza a la biodiversidad y un riesgo ambiental inminente para las áreas protegidas”, advierte el consejo.

Sin embargo, por lo menos la laguna San Juan Acul, de tres kilómetros cuadrados, está protegida contra la palma. En sus orillas viven alrededor de 180 familias en la comunidad llamada Cooperativa Manos Unidas. “Aquí la palma no entra”, dice uno de los miembros de la comunidad, Conrado Matul.

En las orillas de la laguna, donde la comunidad recibió al equipo de Avispa Mídia, Matul enseña la localización privilegiada de la comunidad. Al norte de Manos Unidas, “en la otra orilla de la laguna”, está el refugio de Pucté. “Allí donde pueden ver los árboles de tinto [especie que está en peligro de extinción]. Aquí nosotros estamos en su zona de amortiguamiento”.

Comunitarios de Manos Unidas en las orillas de la laguna San Juan Acul. Foto: Santiago Navarro F

También al norte, “atrás de estos árboles, está el río La Pasión, hay un brazo del río que se conecta a la laguna; más allá”, apunta y pregunta, “¿pueden ver?”, al tiempo que recuerda que en el año 2015 la laguna estaba de luto, pues aparecieron peces muertos. Fue considerado uno de los crímenes ambientales más grandes del país, provocado por la productora de palma Reforestadora de Palma de Petén S. A. (Repsa), que contaminó el río y provocó la muerte masiva de peces y otras especies de la fauna acuática, no solo en sus aguas, pero también en los cuerpos que alimenta.

Al sur de la comunidad Manos Unidas se ubica el Parque Arqueológico Dos Pilas, también señalado por la Conap como amenazado por la palma africana. La comunidad está en su zona de influencia. “Estamos entre áreas protegidas y vemos que hay una completa ausencia del Estado para vigilarlas y protegerlas”, alerta Matul.

La palma llegó a esta región entre los años 2002 y 2003. Las 99 caballerías (4 mil 450 hectáreas) de Manos Unidas están siendo acorraladas por la palma africana, especialmente al sur de la comunidad. “Están en nuestro entorno, pero nuestro territorio está limpio”, agrega Matul.

Además de la invasión de áreas protegidas, comunidades como Nueva Guatemala, Lo Veremos, Sepens, Pico de Oro, Las Arenas han aceptado proyectos de la palma y han vendido sus tierras. “Es lamentable, pero las personas fueron convencidas. Nueva Guatemala, por ejemplo, es tan chiquita y está aislada por la palma. Aquí la Tikindustria es la principal empresa que viene abarcando las tierras y sabemos que quieren más”, dice Fernando Ramírez, también miembro de Manos Unidas. 

En el plan maestro de las áreas protegidas del suroeste de Petén resalta la señal de alerta sobre la empresa Tikindustria, una empresa que nació en el año 2001, fundada por las familias Weissenberg Campollo y Weissemberg Ossaye. “Lastimosamente, el uso del suelo está cambiando rápidamente. La empresa Tikindustria ha adquirido enormes extensiones de tierra, para la siembra de palma africana y producción de aceite vegetal”.

Palma alrededor de la comunidad Manos Unidas. Fotos: Renata Bessi, Aldo Santiago.

Los habitantes de Manos Unidas listan una serie de impactos en su territorio por estar rodeados por la palma. Han notado, por ejemplo, que hay cambios en su sistema de producción. “Los frijoles, por ejemplo, aquí se planta en noviembre y se cosecha en febrero. El año pasado brotó una plaga que acabó con la producción de muchos campesinos. Nunca habíamos visto esta plaga aquí”, sostiene Ramírez. “Ellos utilizan veneno, este veneno no se queda solo en sus tierras, está en el ambiente, y eso cambia nuestra producción”, complementa.

En relación a afectaciones más directas a su territorio, los comunitarios de Manos Unidas están atentos y responden cuando hay una amenaza. Hace algunos años, Tikindustria quiso introducir un quinel en el río Charrilo, en territorio de Manos Unidas, para tirar los desperdicios de la fruta procesada, cuenta Ramírez. Este río desemboca en el río Coche y va a dar al río Petexbatún. “Así se va arrastrando la contaminación por los territorios. No lo permitimos. No se construyó”, sostiene Ramírez.

No fue por falta de intentos de la empresa que el monocultivo no entró en la comunidad. “La empresa palmera ha intentado convencernos. Ha buscado estrategias”, comenta Ramírez y agrega que les han ofrecido “proyectos, escuelas, perforación de un pozo, mejoramientos en general”.

Sin embargo, “Manos Unidos no ha cedido, no hemos aceptado ninguna clase de proyectos, porque es un tipo de compromiso que se asumiría con la palma africana”, señala.

Ya que de forma colectiva no hubo acuerdos, la empresa intentó entrar en Manos Unidos a través del convencimiento individual de sus miembros. Las tierras tienen título de propiedad colectiva y hace aproximadamente ocho años se organizó un grupo de 20 personas queriendo sacar el título de propiedad individual.

“Pero colectivamente tomamos la decisión de no aceptar. Sabemos que, si hubiéramos aceptado, estas tierras estarían inundadas de palma ahora. Fue todo un proceso, llegaron hasta donde pudieron llegar, pagando abogado. Pero no pudieron porque la organización de la comunidad fue muy clara en decir que no se aceptaba. Y, desde entonces, si ha respetado”, sostiene Ramírez.

Fernando Ramírez (en medio), comunitario de Manos Unidas. Foto: Santiago Navarro F.

Centro productor

La región norte de Guatemala, que abarca los departamentos de Petén, parte de Alta Verapaz y Quiché, es responsable por 57.78% del cultivo de palma africana en el país, de acuerdo con la Gremial de Palmicultores de Guatemala (Grepalma), en sus últimas estadísticas socioeconómicas, del año 2021. En la región norte existen 87 mil 400 hectáreas de plantación de palma africana, de las 180 mil 614 que existen en todo el país, siendo que solamente en Sayaxché, municipio donde está Manos Unidas, son 60 mil 869.22 hectáreas. De acuerdo al Central American Business Intelligence (Cabi), en 2021, Guatemala fue el tercer mayor exportador de aceite crudo de palma a nivel mundial.

Manos Unidas en las orillas de la laguna de San Juan Acul. Foto: Santiago Navarro F.

Lo que sostiene

Justo en las orillas de la laguna San Juan Acul, Avispa Mídia lanzó a los comunitarios la pregunta: ¿dónde está la fortaleza para no ceder a la presión de la industria de la palma? La primera respuesta vino, sin pensar, de Ramírez. “En la mayoría de las comunidades ya se maneja la propiedad privada. Aquí mantenemos el título de la tierra colectiva. Así se mantiene más segura”, comparte con mucha seguridad. 

Los comunitarios atribuyeron toda la capacidad de resistencia, además, a la historia de Manos Unidas que fue, durante casi siete décadas, un proceso duro para tejer su colectividad. 

La comunidad se constituyó a finales de la década de 1960 como una cooperativa campesina, por personas del pueblo maya Mam y K’iche’ provenientes principalmente del altiplano de Guatemala, que buscaban tierras cultivables para instalarse. 

“La gestión para que se lograra estas tierras fue hecha por sacerdotes de los Estados Unidos que trabajaban en el occidente de Guatemala. Ahí nuestros padres y abuelos estaban siendo expulsados de sus tierras, entonces estaban buscando un lugar para poder tener sus propios cultivos”, explica don Julio Velásquez Hernández, representante de Consejos Comunitarios de Desarrollo Urbano y Rural (Cocode) de Manos Unidas.

Don Julio Velásquez Hernández, representante del Consejos Comunitarios de Desarrollo Urbano y Rural (Cocode) de Manos Unidas. Foto: Santiago Navarro F.

Don Hernández, cuya familia vino del altiplano de Guatemala, de Quetzaltenango, llegó a la comunidad cuando tenía seis años de edad. “Mi padre estaba trabajando en las algodoneras de la Costa, parte de Escuintla. No tenían suficientes tierras en Quetzaltenango para plantar para la subsistencia. Así que mis papás decidieron venir”, recuerda.

De inicio se trabajaba la tierra en conjunto. Se sembraba maíz, frijoles, arroz. Se cosechaba junto y se repartía la cosecha entre las familias. Eso en los primeros 20 años de la cooperativa. Pero las familias fueron creciendo y “la familia que tenía dos miembros recibía lo mismo que una familia que tenía diez. Ya no alcanzaba para mantener a todos. Entonces se decidió que cada quien se haría cargo de su producción, se repartió en parcelas”, cuenta Don Hernández.

Aunque cada socio tiene su parcela para trabajar, la cooperativa mantiene el título colectivo de las tierras. En la parcela que “nos toca, cultivamos para la alimentación básica, también tenemos algo de animales”, dice. 

Como las tierras no pueden ser vendidas para personas de afuera, “logramos mantenerun equilibrio; cuando no tengo trabajo en mis tierras me voy a trabajar con otro compañero que, sí, tiene; lo mismo, cuando yo tenga trabajo puedo dar a otro compañero; siempre vamos a tener trabajo”, explica Don Hernández.

Lo que “vemos es que al vender sus tierras a las empresas de palma, la gente de las otras comunidades ya no tiene donde sembrar, entonces tienen que buscar alternativas para sostener sus familias, porque la palma no les da trabajo, o les da trabajo por cortos periodos, en la cosecha, por ejemplo”, señala el representante del Cocode.

La cooperativa también mantiene tres tiendas en la comunidad. “Se saca todos los gastos para el funcionamiento de la tienda, como sueldos de sus trabajadores y transporte de los alimentos. Lo que sobra de ganancia se reparte entre los socios y sus familias. Y lo que me toque a mí, también reparto a mis hijos, para seguir comprando en las tiendas de la cooperativa”, explica don Hernández.

Tienda de la cooperativa Manos Unidas. Fotos: Renata Bessi.

La cooperativa posee además dos molinos de nixtamal. “Todos acudimos allí a hacer nuestra masa”, dice él. 

Manos Unidas mantiene 65% de su territorio cubierto por bosque. Están en tierras comunes de la comunidad, pero cada socio también es responsable por proteger el bosque en su parcela. “En casi la mitad de mi parcela mantengo el bosque”, dice don Hernández. En los bosques, la cooperativa desarrolla proyectos de apicultura y sistemas agroforestales. 

La cooperativa es formada por una junta directiva – el presidente, vice-presidente, secretario, vocal y tesorero. Son elegidos por sus 80 socios. La junta posee la comisión de vigilancia, la comisión agrícola, la comisión de educación. Además, están el alcalde auxiliar y el representante del Cocode, elegidos por la comunidad. “No dependemos del Estado. Somos una comunidad autónoma. Es la comunidad que vela por su misma gente”, dice Ramírez. 

Los abuelos y padres de Ramírez fueron unos de los primeros en llegar a Manos Unidas, también de Quetzaltenango. “Aprendemos y mantenemos toda esta fortaleza que trajeron estos señores, nuestros padres, nuestros abuelos, a estas tierras. La tomamos para continuar fortaleciendo nuestra organización. Tenemos la responsabilidad de velar por lo que nos fue dado”, dice Ramírez.

Niños juegan en Manos Unidas. Foto: Santiago Navarro F.

Conflicto para fortalecer

Manos Unidas sufrió con el Conflicto Armado Interno (1960-1996). “Aquí nos visitaba la guerrilla y también nos visitaba el Ejército”, sostiene el representante del Cocode. 

“Hacíamos reuniones a escondidas, privadas. Decidimos que ninguna persona podría aceptar ir con la guerrilla, ninguna persona podía aceptar ir con el Ejército. Mantuvimos la posición de no ir con ningún solo grupo”, dice Ramírez. 

“Por uno [una persona que adhería a la guerrilla] a veces venía el Ejército a terminar con toda la comunidad. Varias comunidades vecinas desaparecieron. Fueron destruidas completamente. Eso fue muy duro”, recuerda don Hernández. 

Manos Unidas nunca se rindió a ningún lado, afirman los señores. “Se fortaleció y tomó su posición de no salir de su territorio. Ahora es la palma la que busca despojarnos, pero ya vivimos otros momentos muy difíciles de los cuáles aprendimos a estar unidos”, concluye Ramírez.

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Avispa Midia

Avanza juicio por genocidio contra indígenas en Guatemala durante conflicto armado interno

Fuente: Avispa Midia

Por Sare Frabes

En portada: Sobrevivientes del conflicto armado interno se reúnen frente a la Corte Suprema, antes de una audiencia en el juicio por genocidio Ixil, en Ciudad de Guatemala, marzo de 2024. Foto: Cristina Chiquin 

En Guatemala se realizan las audiencias en el juicio por genocidio contra Manuel Benedicto Lucas García, ex jefe del Estado Mayor y quien se desempeñara como general del Ejército del país centroamericano entre los años de 1978 y 1982.

Es durante ese periodo que organizaciones sociales e indígenas señalan fueron cometidos crímenes de lesa humanidad contra la población campesina e indígena, en el marco del conflicto armado interno que se desarrolló entre 1960 a 1996.

Acorde al informe Guatemala Nunca más, coordinado por la iglesia católica en 1998, sólo en los municipios de Santa María Nebaj, San Gaspar Chajul y San Juan Cotzal, ubicados en el departamento de El Quiché y donde radican comunidades mayas ixiles, el número de víctimas por la contrainsurgencia militar es de 12,400 personas.

De acuerdo a la Red en Solidaridad con el Pueblo de Guatemala (NISGUA, por sus siglas en inglés) solo en la época del gobierno militar de Romeo Lucas García, entre 1978 y 1982, la política de genocidio saldó con más de 1,700 víctimas de genocidio, desaparición forzada y crímenes de lesa humanidad por las operaciones militares desplegadas en la región maya ixil.

Indígena Ixil Lorenza Santiago, sobreviviente del conflicto armado interno, habla durante una audiencia contra el general retirado Benedicto Lucas García en una corte en la Ciudad de Guatemala el 8 de abril de 2024.

Por estas acusaciones, además de Lucas García, de 91 años, también se juzgará a Manuel Antonio Callejas y Callejas, quien se desempeñara como jefe de inteligencia militar y a quien se le juzgará en otro proceso debido a que argumentó demencia. Los dos acusados ya fueron condenados en el año 2018, acusados por violación, tortura y desaparición forzada de la activista política Emma Molina Theissen, así como por la desaparición forzada de su hermano, acontecida en 1981.

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A pesar de que se anunció el inicio de las audiencias desde enero de este año, fue hasta el mes de abril que comenzaron las presentaciones de las pruebas y testimonios. Tras el anuncio de la separación de los juicios, la Asociación por la Justicia y la Reconciliación (AJR), organización que representa a las víctimas, declaró que, hasta el momento, han muerto 40 ancianos y mujeres “sin ver la justicia y frente a un Estado que sigue negando nuestra memoria del genocidio”.

El juicio

El juicio por genocidio contra la población Ixil es realizado por el Tribunal de Mayor Riesgo y prevé la participación de 125 testigos, entre ellos 30 mujeres víctimas de violencia sexual. Además, se contempla la presentación de 160 peritajes presentados por 80 peritos de los cuales 14 son expertos internacionales.

Lucas García se encuentra preso desde 2018 por otro caso vinculado al conflicto armado interno y sigue el juicio de manera virtual desde el hospital militar donde está internado. Foto: Juan Diego González.

Mediante conferencia de prensa, al anunciar el inicio de las audiencias programadas para marzo, la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala señaló que entre las pruebas se presentarán, además de los testimonios de víctimas, documentos militares, algunos de ellos desclasificados por parte del Departamento de Estado de los EEUU con los cuales respaldan las acusaciones contra Lucas García.

El general del ejército guatemalteco Benedicto Lucas García señala un mapa en una guarnición militar. Santa Cruz de Quiché, Guatemala, 19 de enero de 1982. Foto: Robert Nickelsberg.

Cabe destacar que, si bien desde el año 2000 la AJR presentó la denuncia penal, fue hasta los años 2018 y 2019 que el caso fue judicializado con el proceso penal contra tres miembros de la cúpula militar, durante el gobierno militar de Romeo Lucas García, entre 1978 a 1982. Así, fue hasta el año 2020 cuando el poder judicial guatemalteco aceptó las acusaciones contra Manuel Benedicto Lucas García, Manuel Antonio Callejas y Callejas y César Octavio Noguera Argueta, este último fallecido el 21 de noviembre de ese año.

Genocidio, nunca más

Acorde a la AJR, cuando Lucas García dirigía el Ejército en los años 1981 y 1982 – durante el gobierno de su hermano, el presidente Romeo Lucas García – fue el responsable de ordenar más de 30 masacres, así como de la destrucción de 23 aldeas en la región maya ixil.

Por su parte, la defensa del general retirado ha negado los cargos y, acorde a medios internacionales, han solicitado al tribunal la sentencia absolutoria con libertad inmediata.

El actual juicio se suma a los previos procesos penales que han investigado los crímenes de lesa humanidad acontecidos durante el conflicto armado interno en Guatemala. Acorde a Jo-Marie Burt, investigadora de la Oficina em Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), los tribunales guatemaltecos han determinado en dos ocasiones que el Ejército de ese país cometió una política estatal de genocidio durante el gobierno sucesor de Lucas García, encabezado por el general fallecido Efraín Ríos Montt.

Montt fue delcarado culpable por genocidio y crímenes de lesa humanidad contra la población maya ixil, en el norte de Guatemala, en el año 2013, aunque posteriormente la Corte de Constitucionalidad anuló la condena de 80 años de prisión. 

Mujeres ixiles celebran la sentencia condenatoria de genocidio en 2018 Foto: Sandra Sebastián/Plaza Pública

A su vez, en el año 2018 un tribunal determinó por unanimidad que el Ejército guatemalteco cometió genocidio contra comunidades maya ixil. Sin embargo, José Mauricio Rodríguez Sánchez, jefe de inteligencia militar y miembro del Estado Mayor del Ejército de Guatemala, quien fuera juzgado en ese proceso fue absuelto de todos los cargos.

Las audiencias en el juicio deben ser finalizadas en el mes de junio, por lo que desde su inicio, en marzo, organizaciones como la AJR han realizado un llamado de solidaridad, nacional e internacional para respaldar a las víctimas y sobrevivientes y así garantizar un proceso justo que evite la impunidad.

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Avispa Midia

En Honduras, campesinos recuperan tierras de industria de palma aceitera

Fuente: Avispa Midia
Por Aldo Santiago

En portada: Niños y jóvenes, hijos de campesinos, descansan después de jugar futbol en las tierras recuperadas de la cooperativa El Chile. Foto: Santiago Navarro F

A la par de un camino de terracería yacen pequeñas estructuras de madera. Cubiertas con nylon, cuentan con techos de lámina y hojas de palma. Champitas, les llaman a estos albergues que ocupan cientos de familias campesinas para defender la recuperación de estas tierras de manos de la industria de palma aceitera, en el valle del Bajo Aguán, municipio de Tocoa, que fueron designadas en los años 70s a la reforma agraria y acaparadas durante los 90s por Corporación Dinant.

Hace ya 16 meses que aquí la resistencia es cotidiana. Pero la lucha por estas tierras es mucho mas añeja. Wendy Castro, joven de 26 años y madre soltera, quien nos muestra la recuperación, por parte de la cooperativa El Chile, aborda las razones de su presencia: “somos hijos, sobrinos, nietos de socios anteriores que fueron afectados por el despojo de las tierras de reforma agraria”, cuenta sobre la legitimidad de sus acciones.

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Avispa Midia

América Latina está transformándose en un polígono estratégico para las fuerzas especiales de Estados Unidos

Fuente: Avispa MIdia

En portada: El Comando Sur de los EEUU y la Fuerza de Defensa de Guyana organizaron conjuntamente el primer Simposio de Suboficiales de Selva en Guyana con participantes de Belice, Brasil, Colombia, los Estados Unidos, Guatemala, Guyana y Honduras. Junio, 2022.

Por Jorge Sánchez, periodista especializado en la política internacional

Los medios estadounidenses informan que después de pasar más de 20 años luchando en las guerras de Medio Oriente, la comunidad especial estadounidense está cambiando a otros entornos. Con el potencial de un conflicto con China en el Indo-Pacífico cada vez más grande en el fondo, el mando de operaciones especiales de Estados Unidos se está centrando cada vez más en las operaciones en la jungla.

La guerra en la jungla presenta un nivel de dificultad completamente diferente y requiere entrenamiento especializado para operar de manera efectiva.

El año pasado, un pequeño equipo de Marine Raiders completó un curso de guerra en la jungla que aborda los desafíos que las fuerzas estadounidenses podrían encontrar en un conflicto del Indo-Pacífico. El curso de dos semanas se llevó a cabo en la isla de Oahu, Hawaii, y estaba diseñado para realizar pequeñas operaciones especiales y dar las habilidades necesarias para sobrevivir y prosperar en las operaciones en la jungla. 

Los Marine Raiders se entrenaron en habilidades de movilidad en la jungla, como navegar entre matorrales espesos, escalar y hacer rappel en acantilados y atravesar ríos, técnicas para contrarrestar dispositivos explosivos improvisados, reacción al contacto y emboscadas. 

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A 8 años del asesinato de Berta Cáceres, sentencias de culpables no han sido ratificadas

En portada: Berta Cáceres durante recorrido del territorio Lenca. La también coordinadora del Copinh jugó un papel clave dentro de la organización indígena que detuvo la imposición del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca.

Tras más de 8 años del asesinato de la indígena lenca Berta Cáceres, integrante del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), las sentencias condenatorias en contra de siete de los autores materiales y uno de los coautores del crimen siguen sin ser ratificadas por el poder judicial del país centroamericano.

Ante ello, organizaciones sociales, indígenas y feministas han levantado la voz durante las últimas semanas para expresar su preocupación frente a la omisión de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia para la ratificación de las sentencias, esto debido a que, actualmente, se encuentran sin resolución dos recursos de casación presentados por la defensa de los acusados que buscan invalidar las sentencias emitidas en años previos.

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Integrantes de la Misión de observación causa Berta Cáceres calificaron la demora en la ratificación de las sentencias como un “retardo injustificado”, pues consideran que existen elementos para ratificar la culpabilidad de los autores intelectuales y materiales de la defensora lenca. 

La misión es una agrupación de organizaciones defensoras de derechos humanos, internacionales y nacionales, quienes vigilan el respeto al derecho en el debido proceso y por el acceso a la justicia de las víctimas.

“Es totalmente irracional un retardo de más de cuatro años para reafirmar una sentencia por parte de David Castillo, y por más de siete años la sentencia contra los actores materiales”, compartieron mediante conferencia de prensa realizada en Tegucigalpa, donde acompañaron a integrantes del Copinh para denunciar lo que consideran estrategias dilatorias para entorpecer el proceso judicial.

Copinh protesta por demora en ratificación de sentencias contra los 8 inculpados por el asesinato de Berta Cáceres.

A través de su coordinadora, Bertha Zúñiga, el Copinh afirma que, recientemente, la defensa legal de Castillo ha emprendido una serie de acciones legales y mediáticas cuyo propósito “es maniobrar con la presión política, maniobrar con el tráfico de influencias dentro de las instituciones de justicia” para exculpar y liberar al feminicida de Berta Cáceres, Roberto David Castillo, quien fuera declarado culpable el 5 de julio del 2021.

En concreto, Zúñiga señaló que Juan Carlos Sánchez y Ritza Antúnez, abogados de Castillo, presentaron una denuncia ante el Ministerio Público contra la perito Brenda Barahona por presunta falsificación de documentos en el proceso penal.

Para la coordinadora del Copinh, se trata de un “intento de criminalización” contra la perito del Ministerio Público, el cual “busca entorpecer el proceso de búsqueda de justicia que nos hemos propuesto las víctimas y las comunidades que aún recordamos la memoria de Berta Caceres”, señaló Zúñiga en entrevista a medios locales.

Cabe destacar que la denuncia de la defensa legal de Castillo fue presentada el 8 de abril pasado, una semana después del nombramiento de Juan Carlos Sánchez Villalobos como director de fiscales del Ministerio Público (MP). 

Este nombramiento es relevante para el Copinh, pues señalan que Villalobos ha actuado como defensor de Carolina Castillo, abogada de la empresa DESA (propiedad de la familia Atala) en el caso “Fraude en el Gualcarque”, en el cual se alega la existencia de una red de corrupción que favoreció ilegalmente a DESA con el otorgamiento de licencias sobre el uso del río Gualcarque para la imposición del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca.

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El Copinh también destaca que Sánchez Villalobos es reconocido por defender a imputados en casos emblemáticos de corrupción, algunos presentados por la extinta Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad (MACCIH), como el caso del expresidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva.

La misión de observación condenó el actuar del Estado de Honduras y exigió se dicte la sentencia “definitiva y firme” para obtener justicia en el caso de la luchadora social asesinada en marzo del 2016.

Mientras tanto, el Copinh convoca movilizaciones para el próximo viernes 3 de mayo, con la idea de montar un plantón en el Tribunal de Sentencia en Materia de Corrupción, en Tegucigalpa, para exigir un fallo condenatorio en el caso Fraude sobre el Gualcarque, donde se vincula a la familia Atala con una red de corrupción en el proyecto hidroeléctrico al cual Berta Cáceres se opuso en vida.

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Noticias de abajo 19 de abril 2024

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Noticias de abajo 19 de abril 2024
Esta semana les hemos preparado un programa especial sobre el día internacional por la libertad de las y los presos políticos del mundo. Por lo que platicaremos de la lucha por la libertad en Palestina, en Kurdistán, en Chile, Estados Unidos y otros lugares en el mundo donde las cárceles son parte central del mecanismo de opresión y sometimiento. En la segunda parte hablaremos de las y los presos de esta región llamada México con casos como el de los presos de Eloxochitlán Oaxaca, también recordaremos a los presos de Cancuc en Chiapas, a Jorge Esquivel de la okupa Che, entre tantos otros y otros que buscamos reivindicar como guerreras y guerreros de esta revuelta contra el capital secuestrados por el Estado.
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Peritaje en juicio por genocidio: hechos fueron parte de operación estudiada y planificada

Créditos: Diseño de Estuardo de Paz
Tiempo de lectura: 3 minutos 

El peritaje aborda detalles de las exhumaciones realizadas en la aldea Pexlá Grande, Nebaj, donde se exhumaron decenas de osamentas de personas masacradas por el ejército, entre el 19 y 20 de enero de 1982. Los ataques fueron parte de una operación estudiada y planificada de manera previa, según el informe.

Por Regina Pérez

El juicio por genocidio contra el general retirado Benedicto Lucas García, exjefe del Estado Mayor del Ejército, continuó en el Tribunal de Mayor Riesgo “A” con la exposición del arqueólogo Eddy Armando Joaquín Gómez quien ratificó un peritaje realizado en Pexlá Grande, Nebaj, a requerimiento del Ministerio Público (MP) tras denuncias de familiares que buscaban la recuperación de las osamentas de sus familiares.

Se trata del quinto día del juicio que, inició el pasado 5 de abril, en contra de Lucas García por el asesinato de 844 personas en el área Ixil de Quiché entre 1981 y 1982, cuando fungió como jefe del Estado Mayor del Ejército. El militar está acusado de genocidio, desaparición forzada y delitos contra los deberes de la humanidad.

El experto, quien trabajó para la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG), explicó que este peritaje se hizo en respuesta a un requerimiento del MP en el año 2007, cuando se hizo la labor de campo y posteriormente el análisis. El objeto principal era, a partir de denuncias de familiares del municipio de Nebaj, buscar la recuperación de restos óseos de los hechos registrados en las denuncias.

En una de las exhumaciones de 41 personas ejecutadas de manera extrajudicial, el 19 y 20 de enero de 1982 en Pexlá Grande, 31 fueron localizadas en una fosa clandestina y 3 en fosas individuales dentro del cementerio. Siete más fueron colocadas en una fosa colectiva en el cementerio local, pero se desconoce su paradero. En su mayoría los ataques fueron en contra de mujeres.

Según indicó el arqueólogo, de las 41 víctimas, 29 restos recuperados eran de mujeres y 12 de hombres. De este grupo, 34 fueron incinerados dentro o cerca de siete viviendas, el 20 de enero de 1982. Dos más fueron asesinados en dos viviendas distintas. De las cinco personas restantes uno fue abandonado tras su asesinato en un camino vecinal.

El 20 de enero sucederían en la aldea eventos simultáneos en distintos puntos, realizados por integrantes del ejército. En esa ocasión, murieron al menos 38 personas y se individualizaron a 37 víctimas, por medio de entrevistas con sus familiares.

En 10 viviendas fueron localizados los cuerpos de 12 personas, 9 agrupadas en tres grupos familiares, y 3 adultos mayores estaban solos. Las 25 víctimas restantes fueron localizadas en cuatro viviendas concentradas en el paraje Sisigüán dentro de Pexlá Grande.

“A partir del carácter masivo e indiscriminado de las acciones como de la multiplicidad de hechos concentrados en un lapso temporal muy corto puede considerarse que los hechos sucedidos en Pexlá Grande dentro de las fechas en cuestión (20 y 21 de enero de 1982) fueron parte de una operación estudiada y planificada de manera previa y dentro de una estrategia de un ataque más amplio y de objetivos definido”, dice una de las conclusiones del informe.

En algunas osamentas se observaron heridas de proyectil de arma de fuego en diferentes regiones del cuerpo.

“Por las áreas afectadas por proyectil de arma de fuego no se puede descartar que algunas de las víctimas estaban vivas, heridas, cuando fueron quemadas”, es otra de las conclusiones del peritaje.

Además de estos hechos, el arqueólogo expuso sobre otros casos de otros informes, como la desaparición forzada de personas en Pexlá.

Testigos han relatado masacres y asesinatos

Durante tres días, esta semana 10 testigos, cuatro hombres y seis mujeres, relataron lo que vivieron en aldeas de Nebaj, Cotzal y Chajul donde el ejército perpetró masacres y arrasó con aldeas enteras.

Los testimonios dan cuenta que los militares masacraron a familias y quemaron las casas, con las personas adentro. En algunos casos los cuerpos fueron recuperados por los sobrevivientes para darles sepultura; años después los restos fueron exhumados.

En este juicio se tiene previsto la declaración de 152 testigos, aunque algunos testimonios serán por medio de audio ya que su declaración fue ofrecida de manera anticipada. También se escuchará a 81 peritos.

La audiencia continuará el lunes 15 de abril.

Conoce más detalles acá:

“Los soldados querían que nos muriéramos de hambre” declara testigo en juicio por genocidio Ixil