CNI
Agresión en Nayarit a integrantes del Concejo Indígena de Gobierno/Congreso Nacional Indígena
Al pueblo de México y a los pueblos del mundo.
A la Sexta Nacional e Internacional
A los medios de comunicación
Condenamos la cobarde agresión que sufrieron los compañeros Carlos González García y Cristian Chávez González, integrantes de la Comisión de Coordinación y Seguimiento del Concejo Indígena de Gobierno/Congreso Nacional Indígena y abogado y perito, respectivamente, en diversos juicios agrarios que lleva la comunidad indígena wixárika de San Sebastián Teponahuaxtlán, cuando el pasado 12 de abril, se dirigían al poblado de Huajimic, Nayarit junto con una comisión del Tribunal Unitario Agrario del Distrito 56 con sede en Tepic, para que fueran ejecutados dos juicios agrarios, mediante los cuales se le restituirían diversas superficies al pueblo wixárika, mismo que ha ganado diversas demandas reclamando que le sean devueltas las tierras que le fueron arrebatadas desde hace décadas por ganaderos de Huajimic, municipio de La Yesca, Nayarit y que son parte de un conjunto de más de 45 juicios que suman alrededor de 10,500 hectáreas.
Cuando la comitiva iba llegando al poblado de Huajimic, más de 20 vehículos de camionetas los dejaron encerrados y retenidos, mientras los compañeros eran amenazados con ser quemados con gasolina, de ser ahorcados, de cortarles la cabeza, con una navaja tronaron las dos llantas traseras del vehículo del compañero Benjamín Sandoval, miembro del Partido de los Comunistas, quienes han acompañado solidariamente esta lucha; y trataban de voltear la camionera a un pequeño barranco que estaba al lado del camino, dejándolos retenidos por alrededor de 2 horas.
Todos estos actos acontecieron en presencia de alrededor de 21 miembros de la policía estatal de Nayarit, quienes sólo observaron las agresiones por parte de los pequeños propietarios que se niegan a restituir los terrenos comunales de San Sebastián Teponahuaxtlán. En tanto esto ocurría pasaron un camión y una camioneta del ejército mexicano quienes sólo vieron lo que ocurría y se dieron la vuelta para retirarse.
Una vez más el mal gobierno en todos sus niveles despoja con violencia a los pueblos originarios, y cuando se trata de regresarles mediante las vías legales y pacíficas lo que les robaron, sólo se burla de nosotros y busca a como dé lugar sembrar la violencia y la injusticia.
Nos pronunciamos por:
- La inmediata restitución de sus tierras ancestrales a la comunidad wixárika de San Sebastián Teponahuaxtlán, municipios de Mezquitic y Bolaños, del estado de Jalisco y La Yesca, municipio de Nayarit.
- Responsabilizamos a los malos gobiernos federal y estatal de Nayarit de haber tensado este conflicto agrario con su negligencia y por lo tanto de la grave situación que prevalece en toda la región y que podría derivar en nuevos y más agresivos actos violentos.
- Responsabilizamos a los malos gobiernos federal y estatal de Nayarit de la integridad de nuestros compañeros Carlos González García y Cristian Chávez González, así como de las autoridades comunales de San Sebastián Teponahuaxtlán.
Atentamente
Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos
Abril de 2018
Nunca Más un México Sin Nosotros
Congreso Nacional Indígena
Concejo Indígena de Gobierno
Fotografía en portada de José Luís Santillan/Subversiones
¿Cumplimos o no cumplimos? – Día 2, Conversatorio “Miradas, escuchas, palabras: ¿prohibido pensar?”
Tras la incursión al espacio de la democracia electoral permitida y promovida por el sistema político institucional, ¿cumplimos o no cumplimos?, ¿terminamos en lo mismo o realmente hicimos otra cosa? Así la pregunta, la reflexión, la autocrítica, el verdadero examen y el espejo propuestos por el EZLN en voz del SubComandante Insurgente Galeano en el primer día de charlas del conversatorio “Miradas, escuchas, palabras: ¿Prohibido pensar?”. Con esta invitación ha iniciado este lunes 16 de abril en el CIDECI-UNITIERRA de San Cristóbal la valoración colectiva de la etapa en la cual el Concejo Indígena de Gobierno intentó contar con una vocera que participara como candidata en las elecciones presidenciales de este año. Algunas de las primeras respuestas compartidas fueron: “Faltará en la opinión pública el nos están matando”; “Se logró un importante avance pues se construyó, reinstaló y amplió un auténtico espacio político que abre el camino y el horizonte de los pueblos”; “Tal vez como experiencia estuvo buena, pero debemos cuidarnos de no repetirla”; “Sabemos muy bien que nuestros sueños no caben ni cabrán jamás en sus urnas, en cualquier tipo de urnas”; “Nosotros decimos que no legitimamos al sistema sino que lo desnudamos” o “La verdad, hicieron un desmadre”.
A la par de éstas y las próximas reflexiones sobre la recolección de firmas como pretexto para generar organización colectiva autónoma –el SubGaleano incluso declaró que ellos pensaron que a lo mucho se obtendrían 100,000 firmas y que de ellas quizás 10,000 personas entenderían la propuesta–, en el primer día de este nuevo “semillero” sobresalió lo que en su momento era la agenda secreta del zapatismo. Al contarnos el origen y el camino para preparar el Primer Encuentro Internacional de las Mujeres que Luchan, las compañeras de base y coordinadoras de los cinco caracoles zapatistas, así como Mercedes Olivera, Márgara Millán, Sylvia Marcos y María de Jesús Patricio Martínez, trazaron veredas sobre cómo pensar y hacer hoy, juntxs y desde abajo, una transformación radical, ese “caminar que va lento, de lo pequeño a lo mayor, se va apropiando del territorio, tiene reglas desde el trato hasta lo que se produce y lo que se consume, se burla del dinero, reencuentra el juego, el espacio de la fiesta, se niega a la victimización, distribuye y disemina el poder y es siempre atento al poder de las estructuras de género”.
Entonces, ¿valió la pena el reciente esfuerzo al que fuimos convocadxs? A decir de Marichuy, en el CIG-CNI querían promover el poder y la organización desde abajo. El recorrido fue con esa finalidad y les dio gusto encontrar organización en los lugares donde imperaban el dolor, el despojo, la criminalización y la división comunitaria impuesta por los partidos políticos. “Más que ir nosotros a decirles, aprendimos mucho. Y yo creo que eso nos va a servir mucho al CNI. El recorrido fue un primer paso de muchos que se avecinan. Vamos a seguirle porque hay mucho qué hacer. Sigue lo que sigue. No podemos pensar que ya no la hicimos, sino que tenemos que seguir fortaleciendo los trabajos que hacemos de por sí. Falta mucho por hacer”, sintetizó Marichuy. A las preguntas zapatistas de los últimos años –¿Valió la pena el esfuerzo? ¿El trabajo generó organización o no? ¿Somos más grandes en horizonte (que no en número) y en capacidad? ¿Cumplimos o no cumplimos?– Marichuy respondió “Cumplimos”, pero acaso el auditorio del CIDECI se inundó con la sensación de que quedaron y quedan pendientes muchas más respuestas en muchxs otrxs lugares.




















