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Archivo por fecha: July 2011

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Flashpoints

(English) Report on the Caravan Paso a Paso Hacia la Paz

Disculpa, pero esta entrada está disponible sólo en English. For the sake of viewer convenience, the content is shown below in the alternative language. You may click the link to switch the active language.

Interview on Flashpoints, Pacifica Radio, on the Caravan Paso a Paso Hacia la Paz (Step by Step Toward Peace), the migrant train from the southern Mexican border to the north and the violence suffered by Central American migrants through Mexico on their way to the US.

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Radio Zapatista

Sobre la bestia: un tren de sueños y quimeras – crónica desde la Caravana Paso a Paso Hacia la Paz

Alejandro Reyes

Le dicen la bestia. Innumerables toneladas de hierro crujiente que avanza moroso desde la frontera de México y Guatemala rumbo al norte. En ella, sobre ella, aferrados al metal candente de los techos de los vagones, viajan diariamente sueños, esperanzas, tragedias, anhelos y soledades. Es el tren de la muerte, el tren de los migrantes, y los miles de kilómetros que recorre representan uno de los viajes más peligrosos del mundo. A la bestia subimos en Tenosique, Tabasco, cerca de la frontera con la región selvática del Petén, en Guatemala: migrantes, activistas, periodistas e individuos solidarios que nos unimos a la Caravana Paso a Paso hacia la Paz, una iniciativa de varias organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes para visibilizar la violencia que sufren en México y exigir un alto a los abusos.

Ninguna descripción puede abarcar la vorágine de sentimientos que se encuentran al momento de trepar por los peldaños de los vagones cargando escasas provisiones y encontrar un espacio dónde acomodarse entre tantos otros y otras migrantes en condiciones similares y distintas. Hay quienes conocen el camino, lo han recorrido varias veces, han sido deportados en distintos puntos de México o de Estados Unidos, han sido asaltados, golpeados, secuestrados, extorsionados. Hay quienes nunca han pisado México y sólo conocen el tren de oídos, sus historias temibles, sus tantos peligros. Muchos se conocen, para llegar aquí han tenido que atravesar parte de Honduras y todo Guatemala, algunos, los más afortunados, en camión, otros, la mayoría, a pie. Dos jóvenes, apenas salidos de la adolescencia, huyeron de su barrio en la periferia de San Pedro Sula, amenazados por el crimen organizado, con la ropa del cuerpo y sin ningún dinero. Caminaron por el monte nueve días, se perdieron, de alguna manera lograron llegar hasta Tenosique, uno de ellos lleva un vistoso curativo en la oreja, algún insecto le picó y tiene una infección, y el otro camina cojeando, los pies en carne viva, los tenis destrozados. Otro cuenta que es el único que escapó del grupo de cinco que después de dos días de camino llegó a Tenosique y fue perseguido por la migra mexicana. Él y otro se metieron a una casa, los oficiales de migración no pueden entrar a las casas sin órdenes de cateo o permiso de los residentes, como quiera entraron después de cierto titubeo, a uno lo detuvieron, el compañero saltó por la ventana, se escondió en un pastizal, allá le llevó comida la anciana que vive en la casa hasta que el peligro pasó. Un joven anda desorientado, se mantiene callado, alejado de los demás, casi no habla con nadie. Es uno de dos que sobrevivió un secuestro, un grupo grande fue atacado por los Zetas, había mujeres y niños, a ellos, como a otros y otras, los violaron, ellos dos lograron escapar, pero del otro nadie sabe nada, a saber dónde fue a parar. Vemos al joven quedarse atrás en la abandonada estación. ¡Súbete!, le gritan, pero él sólo mira al tren con ojos vacíos. Más adelante, a unos kilómetros de distancia, de entre la selva salen dos hombres, se suben al tren unos vagones atrás. Los migrantes, atentos, se ponen en alerta: pueden ser asaltantes. No, alguien los conoce, viajó con ellos cerca de la frontera. Eran cinco, sólo quedan dos. “Quién sabe cuántos días llevan sin comer”, dice el hombre que los conoce. “No traen dinero.”

Hay una sensación de expectativa, de alegría, de miedo. Estamos en camino, estamos en la bestia. Los paisajes son sobrecogedores. Selva densa, voraz, donde surgen de repente minúsculos poblados con casas de tabla y techos de lámina, campesinos que saludan solidarios, ancianas que sonríen desde las puertas, niños que gritan y ríen. Ríos, pequeñas lagunas, pastizales, montañas, verde por doquier. Pasamos un puente, muchos se levantan, extienden los brazos, ríen, una sensación de libertad, de movimiento, la extensión ilimitada de esa naturaleza exalta los ánimos y alimenta las esperanzas: la vamos a hacer, vas a ver que esta vez sí llegamos, con fe en Dios.

El sol arrecia, el agua escasea, casi nadie ha comido, un grupito lleva tortillas. Nadie se queja. Como sea nos tratamos de proteger del sol, camisetas y trapos en la cabeza a guisa de turbantes. Conforme avanzamos, se van tejiendo amistades, solidaridades. Es la comunión de anhelos y peligros, deseos y temores. Con ese vértigo de emociones se tejen lazos, se comparten historias, unos se reconocen en los otros. Estamos juntos y juntas, nadie sabe por cuánto tiempo, y es justamente la incertidumbre lo que quizás más nos une. Y la soledad.

Pero hay una diferencia. Este trecho del viaje es distinto, todos lo sabemos. Los migrantes agradecen su suerte. “Se nos fue el tren el domingo, con la perseguida que nos dio la migra. Pero Dios sabe por qué hace las cosas. Si no, no estaríamos aquí.” La presencia de los periodistas y los activistas trae protección, aunque no garantías —en una caravana anterior, tres hombres armados a bordo de una camioneta intentaron llevarse a una de las mujeres cerca de Orizaba—. En Palenque, una recepción inesperada: un equipo de salud y dos ambulancias, botellas de agua, paquetitos de suero, sándwiches y frutas. Son hechos, no palabras, dice el gobierno de Chiapas. Mientras estén las cámaras. “Hmmm, si no estuvieran ustedes, nomás estarían pa chingarnos”, comenta irónico uno de los migrantes. “¡No más secuestros!”, le grita a un grupo de policías, divertido con la libertad de gritarle impunemente a quienes encarnan el terror.

Como quiera nadie se confía. En un descampado, bajo el sol ardiente de las dos de la tarde, el tren se detiene sin aparente razón. Inmediatamente la gente se pone en alerta: “¿Por qué se paró?” Todos tratamos de vislumbrar enemigos escondidos entre los árboles, el indicio de alguna camioneta atravesada allá adelante, algún movimiento sospechoso, dispuestos a saltar en caso de peligro, de una altura de varios metros, y correr como locos para salvar el pellejo. “A mí me secuestraron en Reynosa la cuarta vez que traté de cruzar”, cuenta un hondureño que va en su quinta tentativa. “Estábamos en Nuevas Aguas, llegaron varias trocas y nos encañonaron, nos subieron a golpes y patadas. Nos llevaron a una casa encerrada. Nos golpearon. Uno por uno nos llevaban a un cuarto solos, nos pedían números de teléfono. Yo no les di, y cada vez que decía que no tenía número, era golpiza. Cuando logré escapar, llegué a la casa del migrante en Reynosa, estuve una semana con atención médica. Quieren números para sacarle dinero a la familia, les dicen que vendan todo para mandar el dinero, y a veces lo matan a uno aunque la familia mande dinero. Pero si uno no da número, ahí van los golpes… Yo pensé que me iba a morir, nos llevaron al río para matarnos, casi no nos podíamos mover, de tanto tiempo que teníamos sin comer. Pero gracias a Dios tuve una oportunidad más de vida y ahí vamos otra vez.” ¿Aún así?, le pregunto. “Sí, ahí vamos de nuevo, todo sea por el bien de nuestros hijos.”

Las mafias del crimen organizado descubrieron que los migrantes son una mina de oro, “un negocio muy jugoso, un signo de dólares”, cuenta Elvira Arellano, ella misma migrante, que en 2006 desafió las leyes estadounidenses cuando quisieron deportarla; se refugió en una iglesia en Chicago y se transformó en activista por los derechos de los migrantes. Un año después fue deportada, pero decidió continuar la lucha, ahora en su propio país. Viaja en el tren y es una de las coordinadoras de la caravana.

Al principio el crimen —las maras, los Zetas, otros grupos delincuentes o narcotraficantes— asaltaban a los migrantes para quitarles el dinero que traían para el viaje y para pagar el coyote. Después descubrieron que era mucho más lucrativo extorsionar a las familias. Y ahora, en el contexto de la guerra desatada por Felipe Calderón, los migrantes son secuestrados para servir como esclavos del narco, en particular de los Zetas, sobre todo en el Estado de México y Veracruz pero también en otros estados. Los secuestran, los entrenan, y los ponen a trabajar, muchas veces como sicarios. Quienes se rehúsan, los matan. Si intentan huir, los matan. Los entierran en fosas comunes y nadie vuelve a saber de ellos.

La complicidad de miembros de todas las instituciones de gobierno, y en particular del Instituto Nacional de Migración y los diferentes cuerpos policiales, es por todos conocida. La impunidad con la que cuenta el crimen organizado para secuestrar, extorsionar, torturar, violar, esclavizar y matar a las y los migrantes es la principal razón de la violencia, que muchas veces sucede con la connivencia y participación activa de las fuerzas policiales y migratorias.

¿Y las familias? “¿Te puedes imaginar lo que es eso para la familia?”, pregunta Mario, un migrante hondureño que se subió al tren en Palenque y que viaja con un paisano que ya vivió en Texas y que prometió ayudarle a encontrar chamba, si es que logran llegar. “Uno sale y nadie sabe lo que va a pasar. Muchos desaparecen y la familia se queda años sin saber qué le pasó, si llegó y está en Estados Unidos, si lo secuestraron, si se murió. Es terrible vivir así.” ¿Y tú familia qué piensa?, le pregunto a Rigoberto, otro migrante hondureño. “No les gusta, es muy difícil dejar de vernos por varios años, y además tienen mucho miedo por lo que me pueda pasar, nunca se sabe su uno va a regresar”. Rigoberto ya estuvo cuatro años en Estados Unidos, lo deportaron hace un mes. ¿Cómo fue ver a tu familia? “Fue lo mejor que me ha pasado en la vida. Me sentí soñado. Estuve con ellos un mes y ahora voy de nuevo p’arriba. Si llego, me quedo otros cuatro años.”

Casi todos los que viajan en el tren son hondureños. Y todos dicen lo mismo. No hay trabajo, no hay dinero, el crimen está terrible, ya no se puede vivir así, los hijos merecen una oportunidad en la vida. Después del golpe de estado, la situación se volvió insoportable. El poder económico concentrado en manos de unos cuantos, la impunidad y la connivencia del poder político con el crimen organizado volvió al país un infierno. Extorsiones, violencia, asesinatos.

Dos jóvenes, hermana y hermano, viajan juntos. Nunca salieron de Honduras, no llevan dinero, no conocen a nadie en Estados Unidos, no saben a dónde van ni por dónde ni cómo pretenden cruzar. Van improvisando, como se den las cosas. Son amables, sonrientes, solidarios con los demás. Me ofrecen una lata de atún. En la noche nos toca ir juntos, todos tenemos que acostarnos pues en la oscuridad no se ven las ramas, que son peligrosas y que pasan golpeándonos la cara y el cuerpo aun acostados. Somos muchos, no cabemos, estamos prácticamente unos sobre otros, torcidos en posiciones imposibles. Los tres nos protegemos con un mismo plástico de la lluvia que cae pertinaz. Luego el frío. Algunos no duermen, por miedo a caerse. Cuando pasa la lluvia, aparece un cielo estrellado bellísimo atravesado por manchas fugaces del ramaje que confirma nuestro lento pero firme caminar rumbo a ese norte de esperanzas y quimeras.

La mañana luce espléndida y el sol naciente ayuda a desentumir los cuerpos retorcidos que empiezan a desperezarse. Un día más de viaje, de calor, sed y hambre, de historias y anécdotas, de peligros librados, de soledad soslayada por la intensidad del presente y el fuego de la esperanza.

Esa tarde nos despedimos. Y en cada apretón de manos y en cada abrazo, una incógnita. ¿Qué será de ti, hermano, hermana? En la corriente imparable de ese flujo de sueños y esperanzas rumbo a la utopía del norte, hombres y mujeres se encuentran y desencuentran, se solidarizan, se aman, se pierden, víctimas de un sistema triturador y excluyente, personificación misma del desamparo, pero también de la resistencia, la perseverancia, ejemplos vivísimos del potencial humano de seguir luchando por una vida digna con todo en contra.

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Radio Zapatista

Inicio de la Caravana Paso a Paso Hacia la Paz

En el Hogar refugio para personas migrantes conocido como “La 72”, en la ciudad de Tenosique, Tabasco, frontera con Guatemala, se reunieron activistas, periodistas y migrantes para abordar “La bestia”, el tren de carga que transporta diariamente a cientos de migrantes rumbo al norte. A unas horas del inicio del viaje, se escucharon las palabras de varias organizaciones coordinadoras de la Caravana Paso a Paso Hacia la Paz, una tentativa de la sociedad civil por detener la violencia contra los migrantes en México.

Frenemos el Holocausto – Pronunciamiento de Fray Tomás:(Descarga aquí)  

Comité de Derechos Humanos de Tabasco (CODEHUTAB):(Descarga aquí)  

Movimiento Migrante Mesoamericano:(Descarga aquí)  

Comité Parroquial de la Pastoral de Migrantes de Palenque, Chiapas:(Descarga aquí)  

Padre Alberto, párroco de Santo Domingo, Palenque, Chiapas:(Descarga aquí)  

Centro de Derechos Humanos del Usumacinta, Tabasco:(Descarga aquí)  

Equipo Indignación, Promoción y Defensa de Derechos Humanos, Mérida, Yucatán:(Descarga aquí)  

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La Jornada

ONG pide indagar posibles fraudes en la construcción de ciudad rural

26 de Julio de 2011

* Limeddh aboga por detenidos que padecen proceso injusto en Chiapas

ONG pide indagar posibles fraudes en la construcción de ciudad rural

HERMANN BELLINGHAUSEN

San Cristóbal de las Casas, Chis., 25 de julio. La Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) llamó al gobierno estatal, y a fundaciones como Azteca y Fomento Social Banamex, “a que investiguen posibles fraudes en la construcción de la ciudad rural Nuevo Juan de Grijalva”. También instó a las comisiones nacional y estatal de derechos humanos (CNDH y CDH) a que valoren las recomendaciones respecto de los detenidos un año atrás en Tecpatán y Frontera Comalapa, pues “sufren un proceso injusto”.

Hace tres años, un desastre hizo desaparecer la comunidad Juan de Grijalva (Ostuacán) y hasta hoy, fuera de “brindar la oportunidad” al gobierno para poner en marcha las muy ponderadas ciudades rurales, no se han resuelto los problemas en la zona. Al desastre del cerro desgajado en noviembre de 2007 sobre el río Grijalva se agregó “la errónea estrategia de desazolve de Conagua y CFE”, que mantuvo tres meses bajo el agua 404 casas de 33 pueblos. Los gobiernos estatal y federal, CFE, Conagua y fundaciones privadas aportaron recursos, programas de ayuda, indemnizaciones y compraron terrenos. Para Limeddh, “son de aplaudir las iniciativas para ayudar a damnificados”, mas le preocupa que se haga “sin considerar la opinión y necesidades de la población”. Tras una investigación de tres años, la Limeddh encontró allí “irregularidades y conflictos sociales” por “abandono y corrupción en la entrega de recursos y realización de proyectos”.

Destaca la “baja calidad” en la construcción de la ciudad rural, en contraste con los avalúos del catastro estatal, donde se especifican materiales mejores que los que utilizados, “situación que lleva a suponer un fraude millonario”. Además, los pobladores manifiestan descontento por la lejanía entre las casas y sus tierras, y la inexistencia de espacios para cultivo o cría de animales. Sin capacidad para activar la economía interna, enfrentan “desintegración social”: mientras las familias deben habitar las casas “para no perderlas, como reza el contrato, los hombres emigran en busca de empleo”.

El estudio encuentra “falta de seguimiento de la entrega de recursos y la expropiación de terrenos”, y una “distribución irregular de las aportaciones”. Ello “crea bandos, conflictos y un ambiente de miedo”. Los damnificados denuncian incumplimiento de compromisos estatales y municipales, abusos policiacos y presiones contra quienes no aceptan el traslado, “al grado de restringir los servicios de salud y educación a comunidades para provocar que se muden a la ciudad rural”.

Hace un año, ante protestas en Tecpatán y Frontera Comalapa, “las autoridades respondieron de manera brutal e indiscriminada”, dice la Limeddh, y reivindica tanto a los presos de conciencia como a “los injustamente asociadas a motivos políticos”.

Ante la falta de respuesta, “los afectados se han visto en la necesidad de organizarse”. Hay acoso contra quienes se mantienen en lucha en las comunidades, y 32 procesados. A los detenidos se les imputan delitos graves para “retenerlos en prisión” y mostrar “lo que puede pasar”, ahogando el descontento por el tapón del Grijalva.

Más de 300 familias, hacinadas en un insalubre conjunto de cabañas construidas como refugio temporal, aún “esperan la construcción de su prometida ciudad y la entrega de otros recursos acordados”.

El informe fue presentado los primeros días de junio al Ejecutivo estatal, CFE, Conagua, CNDH y CEDH, “así como se hará con las fundaciones e instituciones privadas”. El 16 de julio, el secretario de Gobierno Noé Castañón dijo desconocer la existencia de inconformidades.

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Frayba

Palabra de los ex presos y Frayba sobre la liberación de los presos políticos de Bachajón

En conferencia de prensa los ex presos de San Sebastián Bachajón rehenes del Gobierno de Chiapas durante más de 5 meses, hablan de su liberación. El Frayba da su palabra sobre esta situación.

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Nodo Solidale / La PIRATA - GT "No Estamos Todxs"

Video-entrevista a Abraham Ramírez Vásquez: palabras de un hombre libre

Una entrevista a Abraham Ramirez Vasquez, que salió libre e inocente el 29 de abril de 2011 despues de 6 años de injusta detencion. Abraham fue el primer preso politico del mal gobierno de Ulises Ruiz Ortiz en Oaxaca, es integrante del Comite de Defensa de Derechos Indigenas (CODEDI) de la comunidad zapoteca de Santiago Xanica y de la Alianza Magonista Zapatista (AMZ), adherente a la Sexta Declaracion de la Selva Lacandona del EZLN. En esta entrevista relata su experiencia y lucha en los penales de Oaxaca y nos invita a seguir luchando. PRESOS POLITICOS LIBERTAD.

Producido por: Nodo Solidale / La PIRATA – GT “No Estamos Todxs”, Chiapas

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Radio Zapatista

Salen libres los presos políticos de San Sebastián Bachajón – Entrevista

Entrevista a un compañero de San Sebastián Bachajón, quien nos comparte la noticia de la liberación de los últimos cuatro presos políticos y la voluntad de los adherentes de la Otra Campaña de seguir luchando por la tierra y el territorio.

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Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan

Tlachinollan entregará información sobre la situación de la población indígena jornalera agrícola migrante.

Tlachinollan entregará información sobre la situación de la población indígena jornalera agrícola migrante en el marco de la visita oficial a México de la Relatoría sobre Trabajadores Migratorios y miembros de sus familias de la CIDH

Tlapa, Guerrero, México. 20 de Julio de 2011- Nota para Editores: Para entrevistas estará disponible la Lic. Margarita Nemesio Nemecio, Coordinadora del Área de Migrantes y Jornaleros Agrícolas del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.

OBJETIVO La Relatoría sobre Trabajadores Migratorios y Miembros de sus Familias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizará una visita a México entre el 25 de julio y el 2 de agosto de 2011, en atención a la invitación del Gobierno mexicano. Será la segunda visita de esta Relatoría a México, tras una realizada en 2002.

En el marco de la visita, el Relator sostendrá reuniones con las organizaciones de la sociedad civil.  El CDHM Tlachinollan presentará la información que ha documentado sobre la situación de la población indígena jornalera agrícola migrantes de la región de la Montaña, en el estado de Guerrero.

FECHA: Lunes 25 de julio de 2011 a las 18:00-20:30 Hrs.
LUGAR: Ciudad de México.
QUIÉN: Margarita Nemesio Nemecio, Coordinadora del Área de Migrantes y Jornaleros Agrícolas del CDHM Tlachinollan.
ANTECEDENTES: En los últimos cuatro años el CDHM Tlachinollan ha enfocado parte de su trabajo en la promoción y defensa de los derechos de las y los jornaleros agrícolas, creando un área de atención específica para dicho grupo.El estado de Guerrero ocupa el primer lugar nacional a nivel de migración interna. La primera explicación a este fenómeno tiene que ver con el alto índice de marginación prevaleciente en la entidad. En el caso particular de la región Montaña, para muchas familias indígenas la migración temporal y permanente hacia los campos de cultivos agrícolas se ha convertido en su medio para subsistir, pero también a través del cual entran a una nueva cadena de violaciones de derechos humanos e invisibilidad, ahondada por la inacción y negligencia del Estado y los particulares

El CDHM Tlachinollan ofrece asesoría y defensa legal a las y los jornaleros y a sus familias. Asimismo, acompaña e implementa acciones que permitan mejorar su situación actual y coadyuvar a revertir las causas estructurales de explotación laboral.

La visita de la Relatoría se realizará del 25 de julio al 2 de agosto de 2011 y en ella visitará el Distrito Federal; la ciudad de Oaxaca e Ixtepec, Estado de Oaxaca; Echegaray, Tapachula y Ciudad Hidalgo, Estado de Chiapas; Veracruz y Tierra Blanca, Estado de Veracruz; Reynosa y San Fernando, Estado de Tamaulipas. La delegación estará integrada por el Relator para Trabajadores Migratorios y Miembros de sus Familias, Comisionado Felipe González; el Secretario Ejecutivo de la CIDH, Santiago A. Cantón, y Álvaro Botero, abogado especialista de dicha Relatoría.

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La Jornada

Comunidades de Chiapas se quejan de incumplimiento del gobierno

  • Supuestos beneficiarios de programas sociales no han recibido lo pactado

Comunidades de Chiapas se quejan de incumplimiento del gobierno

  • Indígenas y campesinos han tenido violencia en respuesta a sus quejas
Hermann Bellinghausen
Enviado
Periódico La Jornada
Viernes 22 de julio de 2011, p. 20

San Cristóbal de las Casas, Chis. 21 de julio. En días recientes se han suscitado, o bien agravado, una serie de hechos represivos contra movilizaciones y protestas indígenas y campesinas en diversas regiones de la geografía chiapaneca, que aun con sus grandes diferencias, tienen dos cosas en común: son grupos que han negociado con el gobierno y participado en sus programas sociales, y lo que ahora reclaman (y los castigan por hacerlo) son incumplimientos diversos de compromisos gubernamentales. Dicho de otro modo, son familias, comunidades u organizaciones que no han estado en resistencia, sino más bien en asistencia.

Se trata de reubicaciones pactadas, algunas consumadas, que hoy naufragan. La Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), el Observatorio de Prisiones (OPN) y Maderas del Pueblo del Sureste, al presentar diversos casos que incluyen ya un buen número de presos, torturados y desplazados lo mismo en el municipio de Ostuacán que en Frontera Comalapa, Salto de Agua, Jaltenango y Tecpatán, expusieron:

Han pasado más de tres años del desastre que hizo desaparecer la comunidad Juan de Grijalva, y hasta hoy, además de brindar la oportunidad perfecta al gobierno para poner en marcha el ambicioso proyecto de ciudades rurales, más que solucionarse los problemas de la zona, se ha generado confrontación dentro de las comunidades afectadas, la dispersión de sus habitantes y la represión de los movimientos sociales surgidos en el entorno, además de múltiples presos.

En el caso de la ciudad rural Nuevo Juan de Grijalva, muchos debieron abandonar sus viviendas porque son inhabitables, mas ya no pueden regresar a su domicilio original en el área conocida como El Tapón, tras las inundaciones del río Grijalva en noviembre de 2007, cuando fueron afectadas decenas de comunidades; a los habitantes de La Herradura (Rómulo Calzada), el gobierno no les ha cumplido, pero ya concesionó sus tierras a empresas de Japón y Estados Unidos para criar tilapia. ¿Quién nos va a devolver lo que se perdió?, el gobierno se comprometió, y nada, lamentaba el campesino Victorino González.

En este surtido de casos están unas familias choles que han sido desplazadas seis veces, dos de ellas de Montes Azules, y ahora fueron expulsadas por paramilitares, dicen, de Las Conchitas (Salto de Agua), donde las reubicó el gobierno años atrás con una serie de promesas incumplidas, y ahora ni sus casas conservan. Fueron expulsados y las autoridades no intervienen para protegerlos. Hoy acampan frente a la catedral de San Cristóbal, respaldados por el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), exigiendo justicia.

Llama la atención que, además de las protestas de afectados, también se han reprimido movilizaciones de apoyo por organizaciones como MOCRI-CNPA-MLN. En Tecpatán y Frontera Comalapa, este apoyo costó la cárcel a más de 20 de ellos en semanas recientes. La mitad, de Tecpatán, siguen presos y en muy malas condiciones. Algunos fueron torturados por policías, como Santos Salas Vázquez, de 60 años, a quien le quemaron con fuego ambos codos y no ha recibido atención.

En Jaltenango, decenas de familias a medio reubicar esperan vivienda y llevan dos años en un campamento de refugiados en condiciones de insalubridad y abandono. La Villa Rural (variante de las publicitadas ciudades) Emiliano Zapata, pactada entre la OPEZ-MLN en Tecpatán y el gobierno estatal, y que está casi concluida, lleva abandonada casi dos años pues no es segura; mientras, sus potenciales pobladores viven en condiciones insalubres. En el trayecto, su organización se fracturó, hay dirigentes presos y está en suspenso el futuro de los barrios Rubén Jaramillo, Genaro Vázquez, Nuevo Limoncito, Ricardo Flores Magón y Los Guayabos. En sus protestas han ocupado instalaciones de la ONU, por aquello de los Objetivos del Milenio.

Y aun así, todos ellos siguen esperando del gobierno que pague lo justo, les cumpla y deje de perseguirlos judicialmente.

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Alberto Patishtan Gómez

El preso político Alberto Patishtán de la Voz del Amate exige su liberación. Se complica la salud del compañero.El preso político Alberto Patishtán de la Voz del Amate exige su liberación, se complica la salud del compañero

A la opinión pública

A los medios de comunicación nacional e internacional
A los medios alternativos
A los adherentes a la Otra Campaña
A la Sexta Internacional
A las organizaciones independientes
A los defensores de Derechos Humanos ONGS

Preso políticos de la voz del Amate Alberto Patishtan Gómez adherente a la otra campaña recluido en el penal N0. 5 de San Cristóbal de las Casas Chiapas.
En México y sus gobernantes hablan mucho de respeto de los derechos humanos, mientras que por otro lado vemos y encontramos el gran volumen de personas asesinadas, desaparecidas y encarceladas, sin derecho de tener alguna protección por las autoridades, por estas grandes violaciones aún siguen operando por nuestros encarcelamientos injustos en la prefabricacion de los delitos y otros.
De todo marco de injusticia hoy vivo padeciendo de una enfermedad de glaucoma con consecuencia de seguera de fase terminal, por lo cual exigo al c. presidente de la Républica Felipe Calderón Hinojosa mi libertad incondicional de inmediato de esta injusticia ya que el C. Lic. Juan Sabines Guerrero gobernador del estado de Chiapas a reconocido publicamente mi inosencia.
De toda esta lesion al derecho pido la intervensión urgente a la comunidad internacional de los defensores de los derechos humanos de la amnistía internacional, la interamercana, Cruz roja internacional, organizaciones y colectivos en general que propicien la defensa, por otro lado invito a todos aquellos que sufren la misma causa a seguir exigiendo Justicia y libertad para todos los presos políticos del país.

Todos con la verdad y a la victoria siempre

FRATERNALMENTE
Preso político de la voz del Amate
Alberto Patishtan Gómez.
Penal No.5 de San CRistóbal de las Casas
Chiapas a 21 de Julio de 2011.