El clima de violencia que se vive en el Istmo de Tehuantepec contra las comunidades en resistencia al proyecto eólico, ha alcanzado a integrantes de la Unidad de Observación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas en México, quienes constataron en carne propia el grado de asedio hacia defensoras y defensoras comunitarios en esta región.

El pasado martes 7 de Mayo inició la visita de dos integrantes de la Oficina del Alto Comisionado, comenzando con la comunidad de San Dionisio del Mar, en la cual sostuvieron una reunión con integrantes de la Asamblea General del Pueblo de San Dionisio del Mar, quienes les explicaron la problemática que viven por la amenaza de la imposición del proyecto eólico Barra Santa Teresa, que la empresa Mareña Renovables ha intentado implementar con ayuda del gobierno del estado, utilizando la violencia, amenazas y engaños. Expusieron las razones por las cuales no aceptan este proyecto y relataron los hechos violentos que han sufrido.

Después de visitar San Dionisio del Mar, se trasladaron a la comunidad zapoteca de Unión Hidalgo, donde documentaron las nuevas amenazas ante el comienzo de la segunda etapa del parque eólico Piedra Larga.

Para finalizar el primer día de visita sostuvieron una entrevista con dos defensores., que por seguridad omitimos sus nombres, en medio de la entrevista Laurie Leandri de la ONU recibió la llamada del chofer que las esperaba afuera del lugar, quien le reporto que una persona se había acercado hacia él para amenazarlo, diciéndole que ya sabían sobre su visita, y que habían visitado las comunidades, y les exigieron que se fueran, porque ya habían visto con quienes estaban.

Esta situación hizo que cancelaran la entrevista y también la visita programada para el día de hoy 8 de Mayo a la comunidad de Álvaro Obregón, donde tenían planeado recorrer la Barra Santa Teresa y documentar testimonios. .

Todo lo anterior pone en evidencia y constata el hostigamiento que viven las comunidades en resistencia y la falta de protección para defensores de derechos humanos.

Por lo cual exigimos de nueva cuenta al gobierno estatal y federal crear las condiciones para que se respete a los pueblos indígenas en resistencia, de la misma manera condenamos las amenazas contra el personal de la Unidad de Observación del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas y contra de los defensores comunitarios del Istmo de Tehuantepec.