Capitalismo: Crimen de lesa humanidad. Una madre enferma y su hijo se suicidan en Atenas por la crisis
Decidieron arrojarse desde el edificio en el que vivían. Desesperados por no encontrar salida a la crisis. La madre de 90 años, con alzhéimer y sin recursos institucionales para subsistir, saltaron al vacío cogidos de la mano.
Un lector de Público, con el comentario más votado, motivo una parte de este titular. Hero of Time  escribía “El capitalismo es un crimen contra la humanidad. Sus responsables serán juzgados”.
Pero hasta tanto sean juzgados, nos toca a nosotras y nosotras tratar de defendernos y luchar para que esto no avance. El capitalismo genocida en su fase más salvaje, el neoliberalismo deja un tendal de destrucción superior a cualquier desastre natural.
La situación de pobreza y desesperanza de los hermanos y hermanas griegas, se profundiza día a día: se hace necesario reaccionar con mayor contundencia.
Así daba el diario Público esta tremenda noticia que conmueve e indigna.  Pasemos de la indignación a la acción, esto avanza de una forma alarmante y se están aporpiando de nuestras vidas.

Un griego y su madre enferma se suicidan acuciados por la crisis

Vivían en Atenas y decidieron arrojarse desde un quinto piso debido a sus problemas económicos y a las necesidades de la anciana, que tenía 90 años y sufría alzhéimer.

Dos suicidios más en la larga lista de una Grecia atenazada por la crisis económica. Después del sonado caso de un jubilado que decidió pegarse un tiro frente al Parlamento porque no quería verse revolviendo bolsas de basura en busca de un bocado que llevarse a la boca, el país heleno está consternado después de que un hombre de 60 años acabase ayer con su vida al saltar desde el tejado de un edificio.
Junto a él se mató su madre, una enferma de alzhéimer de 90 años, informa Athen News. Entre el quinto piso desde donde se tiraron y el suelo mediaba una existencia plagada de estrecheces.
La tasa de suicidios ha aumentado en Grecia, pero no es un fenómeno reciente. En julio pasado, el ministro de Salud, Andrea Loverdo, aseguró que la subida era “dramática” y la cifró en un 40%. El motivo, la crisis que sufre su país desde 2008. En sólo tres años, pasó de ser la más baja a la más alta de Europa debido a los problemas de depresión y ansiedad que sufre la población por la coyuntura económica, informaron en diciembre las autoridades sanitarias y los expertos psiquiátricos. Grecia registraba entonces 2,8 casos por cada 100.000 habitantes. El año pasado, la duplicaba.
Las causas de suicidio, según los psiquiatras, son las deudas, el paro y el miedo al despido
“Nunca se debe a un solo motivo”, declaró a The Guardian la psiquiatra Eleni Beikari. “Pero casi siempre citan como causa las deudas, la falta de trabajo y el miedo al despido”. La ONG para la que trabaja, Klimaka, pasó de atender diez a cien llamadas al día de ciudadanos desesperados. La mayoría, personas de mediana edad, aunque Beikari precisó que las más problemáticas son los varones de 40 a 45 años.
Hombres, en definitiva, con el orgullo y la dignidad maltrechos. Buena parte de ellos, residentes en la isla de Creta y en la región de la Ática, donde se encuentra Atenas, según EP.

Salto al vacío cogidos de la mano

Los últimos suicidas saltaron al vacío cogidos de la mano, aseguraron algunos testigos. Eran vecinos del barrio ateniense de Metaxourgio, donde vivían en un primer piso, aunque para acabar con todo optaron por encaramarse al tejado. Él se llamaba Antonis Perris, era músico y llevaba veinte años cuidando de su madre. Cuando estalló la crisis, confesó en su blog, no estaba preparado para afrontarla. Luego se quedó sin dinero: ni para comer. Hace tres o cuatro años arreciaron las adversidades: a su madre le diagnosticaron alzhéimer y, según él, no encontró un centro que acogiese a la anciana.
Antonis tenía 60 años y una madre con alzhéimer a la que no lograba encontrarle una residencia
La pobreza campa por las calles de las urbes griegas y la tasa de paro es galopante. Dimitris Christoulas, un jubilado de 77 años, puso el resquebrajamiento de su país bajo lupa cuando agarró su pistola en la plaza Sintagma y se pegó un tiro.
La prensa internacional se hizo eco a principios de abril de la noticia, que generó protestas que siguieron ocupando las portadas de los periódicos extranjeros.
“El Gobierno ha aniquilado toda esperanza para mi supervivencia”, dejó escrito Christoulas en una nota, difundida por Athens News. “No veo otra solución que darle este final digno a mi vida, ya que no me quiero ver buscando en los cubos de basura”, explicó el pensionista. “Creo que esa juventud sin ningún futuro se levantará algún día en armas y colgarán a los traidores de este país en la plaza Syntagma”. El mismo escenario en el que Christoulas, colmado de indignación y rabia, apretó el gatillo.

Mi nombre era Antonios Perris, tenía 60 años y era un músico griego

A quien corresponde (con la esperanza de que responda)

25 Mayo 2012

Durante dos décadas cuidé de mi madre de 90 años que sufría de Alzheimer y recientemente fue diagnosticada de esquizofrenia. Las residencias de mayores no querían aceptar a una anciana con tantos problemas. Cuando estalló la crisis, yo no estaba preparado para afrontarla. Vendí todas las propiedades que tenía pero me quedé sin nada para comer. Ayer mi madre y yo nos arrojamos al vacío, cogidos de la mano, desde la azotea de un quinto piso.

Antes de hacerlo, lancé en mi blog una última pregunta de auxilio a mis amigos poetas y músicos: ¿Alguien conoce alguna solución? Si les escribo ahora, ya no es por mí ni por mi madre pues nosotros hemos encontrado descanso. Si les escribo ahora es por las miles de personas en su país que están pasando por algo parecido a lo que estamos pasando los griegos. Hay una solución para ellos. Y la solución depende de ustedes. Ustedes pueden y deben hacerlo. Para evitar que haya otros hijos y otras madres que salten al vacío como mi madre y yo hemos hecho. Ya lo están haciendo también en su país aunque sus muertes no salgan en el telediario. Pero hay víctimas. Y otra mayoría de víctimas que sigue viva y resistiendo. Por ellos y por humanidad, señor presidente, señores ministros, señores y señoras diputados, hagan algo de inmediato.

No se lo pido ni con la rabia ni con el rencor que sentía ayer hacia ustedes pues la muerte me ha liberado también de eso. Se lo pido por favor, por dignidad, por respeto y porque es su deber y pueden hacerlo. Sí se puede. Es muy sencillo. Hay 350.000 familias que han sido desahuciadas en su país desde que esta estafa llamada crisis empezó a acribillarnos. Hay miles que siguen siendo desahuciadas cada mes por los mismos bancos que ustedes están salvando con el dinero de esos pobres que han cotizado durante años y han pagado sus impuestos. Ahora estas personas no pueden hacer ni eso. Son familias en paro, con niños, con ancianos, con enfermos. Hagan por un momento ese esfuerzo de imaginación que siempre eluden y piensen por lo que están pasando. Imaginen lo que es quedarse sin casa, tener miedo a esa llamada que va a echarte, dormir sobresaltado por cada ruido que puede anunciar el desahucio, la vergüenza de que tus hijos vean a la policía arrastrándote por la fuerza fuera de tu piso, la vergüenza después de pedir asilo en casa de un familiar, un amigo, quizá casi tan ahogado como tú y los tuyos, o lo que es peor, la humillación de quedarse en la calle o un albergue…No hace falta mucho esfuerzo para sentirse mal sólo de pensarlo.

Pues hagan con ellos lo mismo que han hecho con la banca. Oblíguenles a detener los desahucios. Oblíguenles a perdonar las deudas de hipoteca después de entregar la casa. Y oblíguenles a realojar a las miles de familias que lo necesitan en los miles de pisos que tienen vacíos y que siguen reteniendo para hacer negocio. Establezcan un alquiler asequible, estudien los casos pero realójenlos a todos. Momentos de excepción como éstos exigen medidas de excepción como las que han tomado para rescatar a la banca. Rescaten a las personas. Pueden hacerlo porque lo han hecho con los bancos. Les han salvado, impónganles condiciones a su rescate. Han nacionalizado a la entidad que ejecuta el 80% de los desahucios, están dispuestos a darle lo que necesiten y dicen que necesitan 15.000 millones. Este banco es nuestro, pongan ustedes las normas, salven a los que lo necesitan. Y háganlo ya. La vida de otros depende hoy de ustedes.

Mi madre ya no era capaz de saber lo que estaba pasando. Pero ustedes no tienen Alzheimer aunque a veces parezca que han olvidado dónde dejaron su conciencia. A lo mejor en mi lecho de descanso he llegado a creer por un momento que la tienen. Por eso me he atrevido a escribir estas líneas que pueden sonar ingenuas porque estamos construyendo un mundo en el que defender la justicia parece cosa de inocentes. Déjenme este último sueño antes de coger el que es eterno. Tiendan una mano a los que están a punto de arrojarse. Hagan algo.

Con ese estremecimiento vivo, las palabras de Brecht nos hablan de mañana, no de ayer:

Elogio de la dialéctica. Bertolt Brecht

Los opresores se instalan como para diez mil años.
La violencia asegura: “Todo seguirá como está”.
No suena otra voz que la de la clase dominante
y en los mercados la explotación proclama: “Esto recién comienza”.
Por otra parte muchos de los oprimidos ahora dicen:
“Lo que nosotros queremos, nunca será”.

Hoy la injusticia se pavonea con paso seguro.

¡El que aún está vivo, que no diga: “nunca”!
Lo seguro no es seguro.
Nada quedará como está.
Cuando hayan hablado los que dominan
hablarán los dominados.
¿Quién se atreve a decir “nunca”?
¿De quién depende que la opresión continúe? De nosotros.
¿De quién depende que se la aplaste? También de nosotros.

El que es derribado, ¡que se levante!
El que está perdido, ¡que luche!
¿Cómo han de detener a quien ha tomado conciencia de su situación?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana
y ese “nunca” será: ¡Hoy mismo!

@LA_PAH

Discurso que hizo la portavoz de Plataforma Afectados por la Hipoteca (PAH) que fue galardonada como mejor iniciativa solidaria 2011 en la gala Catalá de l´Any. Un discurso no emitido por la televisión que te recomiendo ver en el que la portavoz hace una serie de EXIGENCIAS CONCRETAS A LOS POLÍTICOS.