Fuente: Alon Mizrahi

Por Alon Mizrahi

Un consejo para quienes defienden a Palestina y a la humanidad:

El gran impulso para relegitimar a Israel ha comenzado. Las mentiras y la propaganda que falsean la historia nos serán lanzadas en cara las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y la censura de voces y la eliminación de pruebas alcanzarán su punto álgido pronto. Estamos entrando en una nueva Edad Media, donde la Iglesia sionista usará todo su inmenso poder para remodelar y reescribir la narrativa y nuestra memoria colectiva. Será brutal e implacable.

«Palestina es real y está ocupada, e Israel ha cometido un genocidio» es el nuevo «la Tierra gira alrededor del Sol, y no al revés» (y el intento del sionismo de suprimir la verdad tendrá tanto éxito como el de la Iglesia Católica al censurar a Galileo y el heliocentrismo).

¿Qué podemos hacer para combatir esto?

La mejor manera de combatir la propaganda sionista (que se basa en sofismas y carece de una creencia concreta y defendible) es no involucrarse nunca en su discurso actual.

En cambio, deberíamos aferrarnos a hechos simples, comúnmente reconocidos e irrefutables.

¿Siguen viviendo los palestinos bajo ocupación?

¿Son los palestinos que viven en Jerusalén ciudadanos de Israel?

¿Tienen los palestinos la libertad de salir y volver a entrar en Gaza a voluntad?

¿Sigue Israel construyendo y expandiendo asentamientos?

¿Cuáles son las fronteras establecidas por Israel según su propia visión?

En concreto, mientras se centran en el disparate de la “paz” en Gaza, vertiendo sobre él toneladas de confusión y ofuscación, deben volver a centrarse en Cisjordania sin perder de vista que Gaza o Palestina son una unidad política y cultural indivisible.

Necesitamos desarrollar y mantener una agenda (con implicaciones legales, mediáticas, diplomáticas y culturales) que sea totalmente independiente de la actual campaña de relaciones públicas que libra el sionismo.

Cuando intentan relegitimarse, no debemos seguir su narrativa y adentrarnos en las arenas movedizas del blablablá sionista contemporáneo. Deberíamos guiarnos por nuestra propia historia y nuestros principios incorruptibles: ¿cuál es la situación actual de los palestinos? ¿Qué le da a Israel el derecho a imponerles una dictadura militar durante 60 años?

Por último, se debe hacer un esfuerzo especial para que los estadounidenses pasen de decir «No me gusta el apoyo de mi país a Israel ni el poder que Israel tiene sobre mi país» a decir «Necesito participar activamente en la reparación del daño que mi país ayudó a Israel a cometer contra los palestinos».No se debe permitir la neutralidad en Palestina: es la piedra angular de la libertad humana del siglo XXI. Si se permite que las élites occidentales y judías borren a un grupo étnico de la existencia y de la conciencia global en esta era digital e interconectada, la humanidad, especialmente en Occidente, está condenada.